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Cronología de la

resistencia monárquica a la
insurrección republicana en
Chile (1810- 1832)

Editor: Ángelo Guíñez Jarpa


En el año del Señor, 2020
”El español que no conoce América no sabe lo que es España”

Federico García Lorca


Ángelo Guíñez Jarpa
TALCAHUANO, CHILE, 1980

LIBRos PUBLICADOS

Faros y tumores, 2005


La vuelta al ajedrez en 90 años, 2005
Catarsis y evasión, 2007
El ajedrez en Chile, 2009
Cancionero (2008-2013), 2013
Un poeta en la música pop, 2017
Próceres chilenos, 2018
San Sebastián de Yumbel (devoción popular), 2019
Sureños a las armas, 2019
La fe en los caudillos, 2020
Nunca he querido ocultar, camuflar ni justificar la derrota de los ejércitos y milicianos realistas en el reyno
de Chile. No obstante, ya no puedo aceptar que en los libros de estudio se siga mintiendo, al borrar a los
sureños e indígenas de su fidelidad a la monarquía española. El punto nuclear de esta farsa histórica es que
no hubo una guerra contra la madre patria. Cómo podría haber sido si nosotros éramos parte de España,
por tanto españoles de América. Chile no era un país independiente antes de la llegada de los peninsulares
para aspirar a una independencia, como pudiera ser el caso de Irlanda, respecto de Inglaterra. El pueblo
chileno no existía. éramos cristianos, súbditos del rey, como todos los pueblos americanos. No existían las
nacionalidades. España como república tampoco existía. No hubo independencias en América, sino
secesiones instadas por Inglaterra, a través de logias masónicas, en la que destacó la “Lautaro”. El trato con
los indígenas en América siempre fue deferente y proteccionista. Las leyes de Indias son un ejemplo único
en el mundo. Sólo basta mirar, con me diana agudeza, a quienes tienen enfrente para constatar que no
fueron arrasados como sucedió en África con las colonias inglesas y holandesas. ¿Acaso el mismo hijo del
Virrey O’Higgins no fue educado con hijos de caciques? En estos tiempos, alguien se imaginaría que los
hijos del presidente de turno estudien bajo la misma instrucción.

Se puede asegurar, además, que la labor de conformar los idiomas de los indígenas americanos, que tenían
una cultura ágrafa, fue gracias a la llegada de los españoles, y a las congregaciones de los jesuitas y
franciscanos. Los indígenas se alistaron por el rey porque no eran ingenuos. Sabían perfectamente que las
nuevas autoridades no respetarían los acuerdos que habían logrado con los reyes católicos. La desgracia de
la América española fue la separación forzada de su madre patria. Deformada de su estado original, fue
balcanizada en pequeños países que pasaron a manos británicas y norteamericanas, casi inmediatamente.
De cuatro prósperos virreinatos, pasamos a estas desgraciadas naciones que, siguiendo el plan de nuestros
enemigos históricos, permanecen distanciadas por insistentes políticas de odio de sus gobernantes.
Entonces, nada de raro es que casi todos los presidentes de Chile hayan sido miembros de la masonería.
Qué tipo de motivación habrán tenido Rondizzoni, O’Carroll, Beauchef, Miller, Tupper, Brayer y Cochrane
por “liberar” a Chile después de haber combatido en las guerras napoleónicas. Dejo la reflexión.
En cambio, los ejércitos realistas de Chile, casi en su totalidad, estuvieron constituidos por criollos,
milicianos e indígenas del sur. y, no se debe olvidar, que los peninsulares apenas llegaron en forma de un
par de batallones. “Curiosamente” se obvia que desde Lima también vino ayuda para las tropas realistas.
¿Alguien sabe que soldados del Perú pelearon en la gloriosa batalla de Rancagua, en 1814, collereando
junto a chilotes, valdivianos y chillanejos? Por esto, las celebraciones del Bicentenario en 2010 pasaron sin
pena ni gloria. Ningún cristiano puede celebrar separaciones, muerte y destrucción. La Hispanidad es
nuestra lengua y la fe, lo más sagrado de un pueblo. Por este motivo, tras 1818, en el episodio llamado “La
guerra a muerte”, el cura Ferrebú, de Rere, tomó las armas junto a más de mil vecinos en defensa de sus
valores sacros. En el sur de Chile, tuvimos resistencia hasta 1832 con los caudillos Benavides, Picó, Seguel,
Senosian, los hermanos Pincheira y los caciques de la zona de Arauco, Los Ángeles y Chillán.

Con alegría, veo que todavía los niños de por acá, inconscientemente, ponen una cruz al enterrar una
mascota. Nuestros muertos de las batallas por la Hispanidad, sin bustos de bronce en las plazas, hoy
saludan, mediante estas cartas para emerger del olvido. Tras 200 años pueden leerlas sus descendientes,
que hoy sucumben a la propaganda gringa cibernética, pero que cada noche rezan un padre nuestro y un
ángel de la guarda. Si bien los personajes de estas cartas no son reales, las historias son verídicas y
contadas por sus protagonistas en autobiografías o crónicas. De esta manera, bajo la luz de la providencia,
aparecieron estas cartas que la historiografía oficial, dirigida por la oligarquía, se encargó de sepultar. Lo
que no sabían, en su ateísmo fanático, es que la resurrección de la memoria también existe. Los
genocidios en América, contra criollos e indígenas, partieron con las repúblicas. Como muestra: Guerra
civil 1829, Guerra contra la Confederación peruano- boliviana (1836- 1839), Revolución de
1851, Revolución de 1859, Ocupación de la Araucanía (1861- 1863), Guerra contra España 1865, Guerra
del Pacífico (1879- 1884), Guerra civil de 1891 y múltiples matanzas de obreros a principios de 1900.

Dios guarde en su gloria a estos trece héroes, que son nada más que unos representantes de los miles que
brindaron su vida por su Dios, Rey y Tradición.

Ángelo Guíñez Jarpa


La Junta Central de Sevilla expidió, el 22 de enero de 1809, una declaración dirigida a los
americanos en la que decía:

“Los vastos y preciosos dominios que España posee en las Indias no son propiamente
colonias o factorías, como los de otras naciones, sino una parte esencial e integrante de la
monarquía española; y deseando estrechar de un modo indisoluble los sagrados vínculos
que unen unos y otros dominios, como asimismo corresponder a la heroica lealtad y
patriotismo de que acaban de dar tan decisiva prueba a la España en la coyuntura en que
se ha visto hasta ahora nación alguna, se ha servido S.M. declarar, que los reinos,
provincias e islas que forman los referidos dominios deben tener representación nacional
e inmediata a su Real Persona, y constituir parte de la Junta Central Gubernativa del
reino, por medio de sus correspondientes diputados

“Que sea tenida esta América, no como colonia, sino como una parte muy esencial de la
monarquía de España [... que] sea considerada la Nueva España igualmente que la
antigua, sin distinción alguna siendo para ambas una misma legislación, uno el honor, una
la estimación y todo uno sin diferencias del mismo modo que lo son todos los naturales
de las provincias de España”

François Xavier Guerra, “Las primeras elecciones generales americanas (1809)”, pp.
185-186 y 210, respectivamente.
13 de junio de 1810: Se escuchó al bajo pueblo que intimidó a la oligarquía capitalina
gritando “esta noche es la matanza”. El gobernador, García Carrasco, comentó que
sería el nuevo Robespierre, sólo días antes de renunciar el 16 de julio de 1810.

18 de septiembre de 1810: Se instauró la primera junta de Gobierno, con la intención


de gobernar Chile, ante el cautiverio de Fernando VII, presidida por Mateo Toro y
Zambrano. En esta se juró fidelidad al rey.

1 de abril de 1811: Tomás de Figueroa, oficial peninsular, lideró un motín con el fin de
derribar el gobierno. Su intento fracasó y fue fusilado.

Coronel
Tomás de Figueroa
(1747- 1811)
“Los hábitos del presidente, sus gustos poco aristocráticos, su afición a las relaciones
con gentes de condición modesta y, aun, podría decirse ordinaria, alejaban del
palacio a los magnates más caracterizados de la colonia... viejo celibatario,
acostumbrado a vivir modesta y oscuramente, estaba rodeado de militares de
escasa educación y de pequeños negociantes españoles o criollos que le llevaban
noticias ciertas o falsas de lo que se hablaba en la ciudad, y de todas las miserias
que podían agradar a las almas cuidadas y pequeñas. El arreglo interior del palacio
estaba a cargo de una negra vieja y ordinaria, de la cual se contaba que ejercía tal
influencia sobre el ánimo del gobernador, que ella podía conseguir cualquiermerced
para los que solicitasen sus servicios y los remunerasen generosamente. Carrasco
era, además, poco aficionado a las diversiones cultas, a la música y a las
representaciones teatrales, y tenía, en cambio una pasión decidida por las riñas de
gallos y por otros entretenimientos propios de la gente baja... a todas horas recibía
en el palacio a las personas de cualquier condición que deseaban exponerle una
demanda por insignificante que fuera. En la calle misma, cuando salía a paseo, se
detenía a oír querellas de esa naturaleza o a interrogar a los transeúntes sobre
asuntos de pequeño interés”.

Diego Barros Arana, op. cit., vol. viii, p. 22.


Gobernador
Francisco Antonio
García Carrasco
(1742- 1813)
“A todo fue preciso ceder porque los que protestaron ir de buena fé estaban
cargados con trabucos y esmeriles y muchos de ellos con los puntos puestos para
descargar sobre mí si no condescendía. Todos con el mayor desacato de la sala y
cantando su triunfo por la plaza y por el pueblo; la mayor parte de éste nada sabía
de lo sucedido y los habían tomado su nombre, el asombro de este pueblo honrado
se manifestó con un silencio el más melancólico y este dio más preponderancia al
descarado orgullo de los insurgentes. Jóvenes orgullosos, que después de tomar
licores en los cafées y en las casas de sus asambleas, salían cubiertos de armas a
intimidar al pueblo honrado,lo que llamaban defender la Patria... yo lo sabía y no podía
remediarlo porque los jefes de la poca tropa que tiene esta capital, con la esperanza
de mando y ascensos, estaban con los que se decía pueblo... en tal conflicto, decidí
hacer dimisión del mando, pretextando enfermedades que en realidad no habían,
pero no se podía decir otra cosa en medio de la borrasca. He mirado el real servicio
como el único objeto de sus atenciones. Mis tiranos la fundan en los
procedimientos contra los reos y en el levanta- miento que suponen quise hacer de
la plebe para que saquease y robase todo el progreso; este papel me justifica del
primer cargo y el segundo es enteramente falso; mis acciones lo han confirmado
bien; si yo hubiera pensado así no hubiera hecho dimisión del mando y me hubiera
sostenido a pesar de los insurgentes; pero preferí el sacrificio de mi propia
reputación al derramamiento de una sola gota de sangre inocente que se hubiera
vertido sin remedio”.

García Carrasco al rey, Santiago, 27 de agosto de 1810”, op. cit., p. 15- 20.
Tras el asesinato de Tomás de Figueroa alta horca se colgaron los cadáveres del
cabo Molina y de cuatro soldados, que habían fallecido en combate. “Su cadáver,
puesto en la misma silla en que se había consumado la ejecución, despojado de
sus arreos militares, con un balazo en el pecho i con una quijada rota por otra
bala, era colocado bajo el pórtico de la cárcel a la expectación de todo el pueblo.
En seguida, en vez de darle la sepultura que correspondía a su rango, se le arrojó
en el enterratorio de la Caridad, como solía hacerse con los ajusticiados por
delitos comunes.”

Barros Arana, Diego. Historia Jeneral de Chile. Vol. VIII, (Santiago, 1887), pp.316-
318

CONSTITUCIONDE CADIZ DE 1812

Art. 1 – La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos


hemisferios.

Art. 5- Son españoles: Juramento de las Cortes de Cádiz en la Iglesia mayor parroquial
de San Fernando, obra de José Casado del Alisal. Expuesto en
Primero. Todos los hombres libres nacidos y avecindados en los dominios de las el Congreso de los Diputados de Madrid.
Españas, y los hijos de éstos
26 de julio de 1811: José Miguel Carrera llegó desde España tras pelear por el rey de España contra Napoleón con grado de sargento.

4 de septiembre de 1811: José Miguel Carrera, con el apoyo de Juan Martínez de Rozas (mendocino, Presidente de la Junta de Gobierno al
fallecer Mateo Toro y Zambrano, ex secretario de García Carrasco e intendente de Concepción) y del grupo de los ochocientos, dio un golpe
de estado y constituyó una nueva junta.

15 de noviembre de 1811: Carrera se sublevó contra la Junta de Gobierno, formando otra.

2 de diciembre de 1811: Carrera disolvió el Congreso Nacional.

27 de noviembre de 1812: Juan Martínez de Rozas fue desterrado por Carrera y exiliado en
Mendoza.

12 de diciembre de 1812: La expedición realista del almirante, héroe de Trafalgar, Antonio


Pareja zarpó desde El Callao. Llevó consigo cinco bergantines, cincuenta soldados y veinte
oficiales para Chiloé, entre los que estaba el sargento mayor, José Rodríguez Ballesteros.

27 de marzo de 1813: Pareja desembarcó en Talcahuano con cuatrocientos cincuenta


veteranos y ochocientos voluntarios de Castro, más seiscientos de Valdivia. De la Sotta
resistió con doscientos cincuenta y, a su vez, Jiménez Navia se pasó al bando realista con
ochocientos de línea.

Soldado del Batallón Granaderos de Chile, 1810.


TOMA DE TALCAHUANO
(27 DE MARZO 1813)

Querido hermano:

Le escribo para contarle que hemos tomado Talcahuano con cierta facilidad. El mentaó
almirante Pareja es buen jefe, y los soldados valdivianos son bien paleteados. Lo mejor fue que
tuvimos pocos heridos entre los chilotes, aunque tampoco es fiesta esta cosa de la guerra.

El almirante desembarcó en San Vicente el 26 de marzo de 1813 con cuatrocientos cincuenta


veteranos –donde vengo yo– y ochocientos voluntarios de Castro, más una brigada de artillería
de seiscientos soldados de Valdivia. Nos formó en la playa de caleta Lenga y en acto de
suprema nobleza intimó humanidad a los rebeldes con este discurso que pude anotar y quiero
compartir con usted...

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
Sargento primero Dragones de la Frontera.
Libro “Los realistas (1810-1826)” de Julio Almirante Antonio Pareja
Luqui y Antonio Manzano. (1752- 1813)
Soldados:

Ya están vencidas las dificultades y molestias del viaje. Todo lo ha allanado vuestro ardor y
constancia; y estando ya vosotros reunidos en este sitio, es tiempo de principiar a ejecutar lo que
os anuncié en Valdivia. El feliz éxito de tan noble y atrevida empresa depende principalmente de la
puntualidad y observancia de los preceptos de vuestros oficiales. Prestad, pues, una ciega
obediencia, en cuanto concierne al servicio, porque sin ello no podréis jamás sentir las inefables
emociones del triunfo. Sobre el campo del honor que estáis pisando habéis de recoger los lozanos
laureles que han de inmortalizar vuestros nombres en los fastos de la historia de esta América.
Dentro de muy pocas horas se manifestará la senda porque debéis marchar. Creo que los
penquistas se rendirán con docilidad a mis insinuaciones de paz, y entonces habréis alcanzado
una victoria tranquila y apacible, sin que las lágrimas humedezcan vuestras mejillas ni la sangre
de los hermanos tiña vuestros reconciliadores aceros. Pero si para tormento de mi paternal
amor se obstinasen en desatender mis insinuaciones, ¡qué teatro de calamidades y desastres
prestará a sus ojos la venganza! Soldados: moderad por ahora los ímpetus de vuestros pechos
marciales, y no desesperéis de que se restablezca el trono de la equidad y justicia por los
medios de la moderación y mansedumbre que he adoptado al presente; y cuando la necesidad
precise a echar mano de la fuerza, no peleéis sin acordaros de que en los campos de batalla
resplandecen con mejor brillo las virtudes de los héroes, y economizad en cuanto sea posible
la sangre preciosa de vuestros hermanos, parientes y amigos.

Almirante Pareja.

.
¿Qué tipo de súbditos saquean al rey en su ausencia?
Vimos como las huellas de cureñas arañaron los ríos de la tierra del copihue. Soldados
con botas y ojotas asistimos al llamado de nuestro rey. A pura pala, picota, puñal y
lanza, enlazamos a rosarios. Escapulario al cuello, no dudamos en embarcar al
continente para defender el honor del sur. Aunque quede un solo chilote habrá
voluntad de pelear. No soportaremos que se ofenda nuestra fe, la tierra que nos ve
nacer y morir, en dolor y gloria, en amor y eterna fidelidad a la madre patria.

Su hermano que le recuerda Antonio Aguilar, cazadores de Chiloé


Talcahuano, 28 de marzo 1813

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez


Jarpa.
ASALTO EN YERBAS BUENAS
(27 ABRIL 1813)

Querido padre:

Ruego se encuentre con buena salud, usted y todos por allá en la casa, y le escribo para contarle
lo ocurrido esta madrugada. Espero que reciba esta carta y quede tranquilo ya que las noticias
cambian en el camino. Y como creo que no podremos enviar muchas cartas a Valdivia, le daré
detalles de lo ocurrido. No sé si puede haber perdón para quienes pretendan destruir al imperio
que nos enseñó de diosito y el castellano. Mi idea es volver luego a Niebla, ya que recuerde que
mi señora está por mejorarse de guagua y lo hará abuelo por segunda vez. Esperemos que en
esta ocasión el crío venga más fortachón que el Pablito que casi se hizo angelito al par de meses
de nacido. Mientras caminaba entre los cuerpos, separan- do a los valdivianos con mi gancho
Sepúlveda, me llamó un oficial para que ayudara en el hospital. Mi labor fue la de asujetar
fuerte a quienes tuvieron que amputar.

Al abandonar el campo de batalla y avanzar, los chilotes se negaron a cruzar el Maule porque el
trato con ellos fue pacificar Concepción y no quieren más guerra. Como decía mi viejita, se
añora solo lo que se pierde y eso ahora es la paz.

Su hijo que lucha por el rey Sebastián Provoste, fijo de Valdivia


Yerbas Buenas, 27 de abril de 1813

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
27 de abril de 1813: Se produjo la sorpresa de Yerbas Buenas. El grueso del ejército realista fue atacado por seiscientos insurgentes al
mando de Juan de Dios Puga. Murieron cuatrocientos sesenta soldados rebeldes.

17 de mayo de 1813: Batalla de San Carlos. El almirante Pareja entregó el mando al coronel Juan Francisco Sánchez, quien resistió con
ochocientos hombres a diez mil insurgentes.
RESISTENCIA EN SAN CARLOS
(17 DE MAYO 1813)

Querida abuela:

Le envié esta carta al cura Benito para que se la lea. Por favor, ponga harta atención para que no tenga que
repetirle mucho. Le cuento que estoy bien y que salimos vivos del ataque que sufrimos en San Carlos. Ahora,
estamos en Chillán esperando órdenes.

Daba lástima verlos, cómo se les desarmaban las cureñas de los cañones o cómo los movían a pulso de un lado
a otro sin sentido. Vimos claro el poco cariño que le tenían a la tropa los jefes enemigos. Acá, el jefe Elorriaga
hasta aprendió a cocinar chapaleles y come con nosotros en el mismoollón.

En pleno combate, nos informaron que la tercera división asomaba sus garras con O` Higgins. Este es un
nombrado hacendado de Los Ángeles e hijo del antiguo Virrey, don Ambrosio. Usted que siempre ve bajo el
agua, ¿cree que su padre intuyó esta traición pa` no reconocerlo como su vergüenza?

Tras rearmarse, el enemigo emprendió camino a Talcahuano donde saqueó las casas por su fide- lidad al rey.
Muchos penquistas buscaron refugio en Chillán donde hoy, 21 de mayo, falleció el al- mirante Pareja. Él fue un
héroe en Trafalgar, un hombre justo y leal que buscó la paz, pero vio la aurora del infierno de nuestra guerra
civil.

Su nieto que reza por usted


Gerardo Ulloa, veterano de San Carlos, Ancud
Chillán, 21 de mayo 1813

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
Gobernador de Chiloé (1817- 1826) Miliciano
. Batallón de Pardos o mulatos. 1810-1814.
Antonio de Quintanilla y Santiago
27 de julio -10 de agosto de 1813: Se produjo el sitio de Chillán, donde cuatro mil
realistas criollos resistieron el ataque de nueve mil rebeldes. El día del primer
ataque revolucionario contra Chillán, observó el fraile realista Juan Ramón, parecía
estar determinado para la “ruina y exterminio” de la villa. Ramón, op. cit., p. 48. “A
las doce del día, se dio principio a la escena más horrorosa, bárbara y cruel que se
ha visto en el reino de Chile. Iba adelante una bandera negra, precursora de la
muerte, le seguía un tambor que, tocando a degüello, anunciaba su proximidad,
seguía a ese una turba de incendiarios, que con fuegos artificiales hacían arder los
ranchos y casas que se presentaban al paso... Por último seguíale las tropas
insurgentes... Yo solo diré que el entusiasmo de los vecinos incomparables de
Chillán en defenderse, y ofender al enemigo, fue muy extraño, y con obra de
omnipotente;
. porque todos sin excepción, grandes y pequeños, mozos y ancianos,
hombres y mujeres, a porfía, con lazos, cuchillos, machetes, azadones, hachas,
palas y lanzas, todos hicieron su deber en herir, matar, degollar y fugar al enemigo
insurgente”.

5 de agosto de 1813. Diario Militar del General José Miguel Carrera, sobre el sitio a
Chillán, en CHDI, Tomo I, Óp. Cit. pág. 156 “… No puede haber acierto donde no hay
subordinación; aquel nuevo choque presentaba ventajas que desaparecieron
porque nuestros soldados se metieron al pueblo en seguimiento de los que huían.
No atacaban o perseguían en orden. Cada oficial, cada soldado hacia su antojo;
unos entraban a pelear, otros a robar (hablo de soldados). El enemigo asegura que
mataron uno estando en la calle en acto con una mujer; no obedecían las ordenes
de mis ayudantes; la llamada era inútil i, como entraron por diferentes punto i no
se conocía, se hacían fuego unos a otros.”
21 de mayo de 1813: Falleció por enfermedad el almirante Pareja. Su hijo, José
Manuel Pareja, nació en Lima en 1813 y nunca conoció a su padre. Llegó a ser
almirante de la Armada Española y protagonista de la Guerra Hispano-
Sudamericana de 1865-1866. Se suicidó en las costas chilenas tras tener
conocimiento de la captura de la goleta Covadonga, una de las más débiles de su
escuadra, por la corbeta chilena Esmeralda.

“Estos milicianos del campo son propios para las armas, y por naturaleza buenos
soldados para campaña, pues su clase conserva la sangre araucana...”

José Rodríguez B., “Revista de la guerra de la Independencia de Chile”, p. 82.

“la independencia y libertad a que aspirabais [quedó] a la discreción y capricho de


dos jóvenes, cuya arbitrariedad y licencia abominaba mucho tiempo antes vuestra
religiosidad y pundonor”.

Proclama del virrey del Perú a los habitantes de la Provincia de la Concepción de


Chile, Lima, 22 de abril de 1813”, en CHDICh, vol. iv, p. 125.

Soldado de Dragones de la Frontera. Siglo XVIII


ASEDIO A CHILLÁN
(27 DE JULIO AL 10 DE AGOSTO 1813)

Amado hijo.

Con la alegría de haberse calmado el zumbar de las bombas, le escribo antes que vuelva el
tronar. Casi todos los días trato de escribir, y envío todas las cartas que puedo con la esperanza
que llegue al menos una a sus manos. El correo es especial botín para los guerrilleros de ambos
bandos.
¿Habrán familiares nuestros en el otro bando? Me pregunté al ver cuerpos incendiados que
corrían despavoridos implorando piedad. ¿Recuerda que su tío Miguel se fue hace años a
trabajar a Santiago? ¿Lo habrán traído a la fuerza a enfrentarnos?
Carrera finalmente dejó el asedio, irritado por su incompetencia, el invierno y nuestra
. de lucha. Viva el rey, nuestra tierra, y la santa sangre de nuestro señor Jesucristo.
voluntad
Su padre que espera volver pronto

Segundo Monsalves, fijo de Concepción

Chillán, 15 de agosto 1813

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
17 de octubre de 1813: Batalla de El Roble, en cercanías del río Itata. Se destacaron los oficiales realistas Lantaño, Asenjo y Urrejola.
Ochocientos soldados de línea de Carrera se batieron contra doscientos cincuenta milicianos que les emboscaron, teniendo que huir tras
errores en su organización.

1 de enero de 1814. La expedición del general Gabino Gaínza zarpó desde El Callao para reforzar al surde Chile y reemplazar en el mando al
coronel Juan Francisco Sánchez.

1 de marzo de 1814. Carta de O’Higgins a Mackenna, en ABO, vol. II, p. 107. “Nada
debe incomodarnos el excesivo número de reclutas y huasos de que se componen
sus muchas divisiones. Vuestra señoría sabe muy bien que los buenos ejércitos no
consisten en el número, sino en la calidad de los soldados”.

3 de marzo de 1814. El coronel peninsular unido al bando insurgente, Carlos


Spano, murió defendiendo la plaza de Talca de un decidido ataque realista de
Eliorraga.

3 de mayo de 1814. Se firmó el Tratado de Lircay, en el cual los rebeldes


reconocen a Fernando VII como su monarca.

19 de julio de 1814. El virrey Abascal rechazó el Tratado de Lircay y envió una


nueva expedición a Chile al mando del general Mariano Osorio.

Virrey del Perú, José Fernando de


Abascal (1806- 1816)
OSADIA EN EL ROBLE
(17 OCTUBRE 1813)
Compadre Antonio:

Cuántas lunas que no nos vemos. Le mando esta cartita ya que estoy en problemas más que graves. Le pedí al cura
Anselmo que me la escriba y espero que usted se la pase a alguien de confianza pa` que se la lean. No sea
tontorrón sino me saldrá el tiro por la culata. Sucede que me metí en esto de la guerra con mis huainas. El patrón
nos ofreció mejor papeo y guenas aventuras. Igual yo soy agradeci´o de nuestra virgen que nos cuida de los
terremotos, así que pa´ morir nacimos.

Necesito pedirle que me devuelva el chanchito que le dejé pastando hace un tiempo. Espero que no se lo haya
comido no más, con lo goloso que es uste´. Por favor, llévele el chanchito a la patrona que debe estar aproblemá, ya
que hace rato que no me arrimo por la casa. Pero, ya verá uste`, cuando ganemos y venga el mismo rey a ponerme
mi guena medalla y me dé algún título de conde o algo así pa´ no trabajar nunca más. Cómo la ve..

¿Le habrán contado que hubo guena frisca en El Roble? Ahí estuvo su compadre ni más ni menos. Ya verá las
monedas que acuñarán con mi caracho. Si ya creo que nací pa` esto. Me tinca que termina- ré de general o
almirante, naita menos. Ya lo invitaré a su buen vino tinto en copa en el palacio del gobernador. ya verá, mi
compadre, cómo nos cambiará la vida. Tendremos guenasbo- tas pa´l frío y manta de castilla.

Su compadre que le recuerda devolverme el chanchito


Raúl Sandoval, miliciano de Pemuco
Chillán, 19 de octubre 1813

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
“No sé si es usted o yo el loco y desnaturalizado chileno que
quiere envolver la Patria en ruinas... En manos de usted y mías
está la salvación y destrucción de un millón de habitantes que
tanto he trabajado por su libertad. Maldecido sea de Dios y
de los hombres el que quiera hacer infructuosos tantos
sacrificios y trabajos. Salvemos a Chile o seamos odiados
eternamente”.

Carrera A O’Higgins, Santiago, agosto de 1813, en ABO, vol. ii,


p. 330.

Batalla de El Roble
Óleo de Manuel Tapia (1835- 1915)
12 de agosto de 1814. Desembarcó Osorio en Talcahuano con Rafael Maroto y el
regimiento Talaveras.

20 de agosto de 1814. Combate de Las Tres Acequias, entre fuerzas rebeldes que
aceptan o rechazan el mando de Carrera, culminando con una derrota para
Bernardo O’Higgins.

29 de agosto de 1814. Decreto del Gobierno de José Miguel Carrera. “Los


esclavos que prefieran la ocultación cobarde o huyeren de sus casas antes que
alistarse en las legiones de la Patria y obtener el don inapreciable que ésta les
franquea, serán castigados con cien azotes, tres años de presidio y perpetua
esclavitud al arbitrio del gobierno”.

1 y 2 de octubre de 1814. En la Batalla de Rancagua, las fuerzas insurgentes


lideradas por O’Higgins y Juan José Carrera fueron derrotadas por Osorio, Maroto
y Barañao. Participaron dos compañías venidas de El Callao: el Real de Lima y el
Húsares de la Concordia. El Virrey Abascal pidió un préstamo a comerciantes
limeños para financiar esta expedición. Se presentaron cinco mil realistas frente a
cuatro mil rebeldes que perdieron al menos cuatrocientos hombres. José
Rodríguez Ballesteros, sobre la entrada a Santiago tras Rancagua, Revista de la
guerra de la independencia de Chile. “Cada división que entraba a Santiago era
recibida en medio del regocijo público del pueblo alto y llano de la capital; la
gente salía a recibir a los realistas con banderas españolas muy engalanadas y Fernando VII, Rey de España
desparramaban desde los balcones y ventanas grandes azafates de flores y algún
dinero, que las tropas no pudieron aprovechar por no poderlo tomar en la
marcha”.
GLORIA EN RANCAGUA

(1 Y 2 DE OCTUBRE 1814)
Querida madre:

Estamos todos felices, ha habido muchas fiestas y creemos que la paz volverá para seguir trabajando por
nuestras cosechas y animales. He viajado harto, hasta estuve en Santiago. Por su última carta, creo que nunca
recibió las mías, que le relataban la ben- dita batalla de Rancagua que expulsó a los traidores del reyno. ya
estoy de vuelta en Concepción, pero esperemos que se calmen las aguas para que vuelva a casa.

Osorio, que quería un triunfo rápido, mandó al coronel Barañao a la carga, con un escuadrón de húsares, a la
trinchera sur que era la más dura defensa. Esto sonó más a castigo a buen entendedor. Mala cosa para Barañao
que tenía un genio de potro, pero no arrugó. Se le paró la pluma y partió donde los jefes Talaveras y dijo fuerte y
claro: “Vean ustedes cómo se combate en América”. Ninguna gracia les hizo a los peninsulares esta pachotada
pero se quedaron calladitos.

Le puedo contar también que la goleta Mercedes llegó al Callao el 9 de noviembre con nueve banderas
insurgentes capturadas en Rancagua. Es- tos trofeos fueron llevados a Lima para depositarlos en la iglesia Santo
Domingo. Con guardia de honor, las ofrendaron a la Virgen del Rosario. Lima entero festejó nuestra victoria
por la paz. Hubo repiques de campanas, banquetes y palabras re lindas del Virrey para nuestros soldados.
Llegó la paz, ahora, a parchar los corazones y enterrar elodio.
Su hijo que honra su sangre
Casimiro Godoy, batallón fijo de Concepción.
Concepción, 28 de noviembre de 1814

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
Uniforme soldado regimiento Talavera 1814

Siendo su coronel Rafael Maroto, este regimiento fue enviado a


Chile por el virrey del Perú José Fernando de Abascal y
Sousa para apagar la insurrección en Chile, fueron conocidos por
su participación en la victoriosa Batalla de Rancagua, conocido General Rafael Maroto.
en Chile como el desastre de Rancagua.
El "Sistema Borbónico de Defensa" consistía en integrar a las comunidades indígenas. Ello
se lograba nombrando jefes militares a los que los caciques de las tribus y clanes.
Detalles de dos Parlamentos durante la guerra de secesión de Chile con España, en la Tesis de
Carlos Contreras Painemal, “Los Tratados celebrados por los Mapuche con la Corona Española,
la República de Chile y la República de Argentina”.

Parlamento de Arauco con los realistas 1814


Para el virrey del Perú, Joaquin de la Pezuela, será de vital importancia contar con la alianza
de los mapuches, en el plan de reconquista de Chile, para esto encomendará a Gavino Gainza,
desembarcar en las costas de Arauco y proceder inmediatamente a la convocatoria de un
parlamento con los mapuches. Dicho parlamento se celebrará el día 3 de febrero de 1814, en
donde el mismo Gainza realizará un discurso y agradecerá la adhesión a la causa del Rey,
durante esta ocasión les hará entrega a cada uno de los lonkos de un bastón de plata y de una
medalla con el busto de Fernando VII, también de plata. Durante esta ceremonia los
mapuches estarán reafirmando su lealtad a la corona y a los tratados, para ello dispondrán de
fuerzas que pondrán a disposición de los españoles, como será el caso de los arríbanos al
mando del Toki Magñil, los cuales entregarán 6000 konas (soldados) y weichafes (guerreros)
mapuches para socorrer a las fuerzas del Rey Fernando VII, contra los revolucionarios
independentistas.
Cacique mapuche con uniforme de coronel realista
Parlamento de Concepción 1816

José Ordóñez, Intendente de Concepción convocará a un parlamento con los mapuches, este
será llevado a cabo a fines de diciembre de 1816, en los Ángeles, en medio de mucha
ostentación, solemnidad y una masiva concurrencia, estimada en varios miles de personas,
en donde los españoles estarán solicitando la fidelidad de los mapuches para la causa del
Rey. Porque para éstos, será de vital importancia contar con los mapuches como aliados de
no ser así, no tendrían ninguna posibilidad de intentar una resistencia y mucho menos un
plan de reconquista. En rigor este será el último parlamento que se realizará entre mapuches
y españoles.
En la nueva raza formada entre españoles e indígenas, el castellano se convirtió en español
gracias al aporte de palabras nativas. Compartimos algunas de estas que perduran hasta el día
de hoy.

Aymara

Andes: Del aymara antis; lugar que está al oriente.


Apañar: El aymara apaña; llevar. Es verbo que sirve a todas cosas, si no es para cosas vivas que
llevándolas andan por sus pies.
Guagua: Del aymara wawa; bebé o niño pequeño.
Maña: Comer con desasosiego, como cuando dan prisa o mohína.
Paya: Dos en aymara. En Chile se usa como “verso improvisado” y como generalmente
competían dos personas, se adoptó el término.
Quechua

Anticucho: Trozos de carne cortados y condimentados.


Cancha: Del quechua kancha; espacio de terreno amplio / maíz tostado.
Carpa: Surge del quechua karpa que quiere decir gran toldo que cubre un circo o cualquier otro recinto
amplio.
Chaucha: Moneda de poco valor.
Chúcaro: Dicho del ganado, que no se ha acostumbrado a la presencia del ser humano y está en estado
salvaje.
Chupalla: Sombrero de paja
Cocaví: Del quechua quqawi; fiambre, provisión de víveres para viaje.
Concho: qhunchu; sedimento de algún líquido.
Cototo: hinchazón luego de un golpe.
Guácala: Se refiere a la expresión de disgusto o repugnancia hacia algo o alguien.
Nanay: Dolor, expresión para calmar el dolor.
Tayta: Papá

Mapudungún

Cahuín: Significa reunión de gente para beber y embriagarse; comentario, boche.


Charquicán: Guiso con charqui. Revoltijo
Guata: panza, barriga
Pichintún: referencia a algo pequeño o disminuido
Pilcha: conjunto de las prendas del paisano, especialmente el recado, poncho, chiripa.
Pilucho: desnudo
Yapa: lo que se da sin obligación, que se regala
“La conducta de los wenteche (arribanos) y muy particularmente la posición
de su máximo líder, Magiñwenu estuvo centrada en el respeto a los pactos
suscritos en Negrete el año de 1803, los que se vieron trastocados al asumir el
bando patriota la dirección del gobierno y construir un Estado
independiente”.

Pablo Marimán, Cuatro ensayos de Historia Nacional Mapuche y un Epílogo


sobre el futuro (Santiago, LOM, 2006), p.83.

“Mi bisabuelo tenía el nombre de Lemunaw. Fue de los tiempos en que


Mangin y Mariluán defendían al rey … perteneció también a los realistas y
anduvo en todas las correrías que hicieron los arribanos con Mangin a
Nacimiento, Los Ángeles, Yumbel, Concepción y otros lugares. Esos años
fueron los mejores para las tribus nguluche (arribanas). Entonces había buena
cosecha de botín y mujeres cautivas”. Juan Kallfukura y José Manuel Zúñiga
respecto de Magnilhuenu apunta: “Llegó la guerra del rey con los chilenos.
Mangin se puso del lado del rey. Tenía amistad con los lenguaraces, los
comisarios y los padres. Todos le decían: El rey es mejor; tiene muchas tierras.
Los chilenos son pobres, te robarán las tuyas”

Testimonio de Juan Kallfukura, en Tomás Guevara y Manuel Mankelef, Kiñe


mufu trokinche ñi piel, p. 83.
LUIS DE VALDIVIA

LUIS DE VALDIVIA

Nació en Granada en 1561. A la edad de veinte años ingresó en la Compañía de Jesús y en 1589 recién ordenado sacerdote fue destinado a la
Provincia del Perú. En 1593 es trasladado a Chile con la instalación en ese territorio de la Compañía de Jesús. En esos momentos el conflicto
entre nativos y españoles estaba en uno de sus momentos más críticos.

Logró convencer al virrey del Perú, el marqués de Monteclaros, de eliminar los "servicios personales" nativos, establecer el río Bío Bío como
frontera, y la evangelización por medio de misioneros como táctica para lograr una conquista religiosa. Así, en 1609 fue enviado a España para
lograr la autorización del rey para implementar las nuevas normas que en su conjunto se conocería como la "Guerra Defensiva".

Luego de largas deliberaciones, el rey Felipe III aceptó la postura de Luis de Valdivia. Con el plan de "Guerra Defensiva" aprobado y el cargo de
Visitador General de Chile, el sacerdote partió de vuelta a Chile en los primeros meses de 1611. Volvió a España, donde tuvo el cargo de
Prefecto de Estudios y Director de la Congregación de sacerdotes del Colegio San Ignacio. Murió en Valladolid el 5 de noviembre de 1642.

Se le considera un gran conocedor de varias lenguas indígenas americanas, lo que le permitió elaborar material doctrinario, entre sus obras:

•"Arte y gramática general de la lengua que corre en todo el Reyno de Chile: con un vocabulario, y confessionario".
•"Confessionario breve en la lengua del Reyno de Chile, provechoso para confessar a los Indios de Chile y otras personas".
•"Sermón en lengua de Chile: de los mysterios de nuestra santa fe catholica, para predicarla a los indios infieles del reyno de Chile, dividido en
nueve partes pequeñas, acomodadas a su capacidad".
•"Otras tres gramáticas, con sus respectivos diccionarios de las lenguas huarpe, alenciaca y milcaya".
LUIS DE VALDIVIA
Carga de O'Higgins en la Batalla de Rancagua,
Coronel Manuel Barañao (1790- desconocida) óleo de Pedro Subercaseaux 1938
15 de noviembre de 1814. José Miguel Carrera, tras huir por Mendoza, se
embarcó hacia EE.UU para buscar ayuda económica y militar.

24 de diciembre de 1814. Decreto de Mariano Osorio, Gobernador de Chile, en


periódico Viva el Rey. “Se aprueba y elogia la acreditada conducta de don
Romualdo Antonio de Esponda, honor de Valparaíso, su Patria, y en especial la
que ha manifestado desde la desgraciada época de la insurrección en este Reino
oponiéndose a los autores y secuaces de ella pública y privadamente hasta perder
su giro, sus bienes y llevar su fidelidad, constancia y heroísmo al extremo de sufrir
con rostro sereno, proclamando el augusto nombre del rey, doscientos azotes por
mano de un verdugo en la Plaza pública de esta Capital...”

25 de diciembre de 1814. Fue nombrado Gobernador de Chile, Casimiro Marcó


del Pont. Osorio fue destituido por diferencias de ego con el Virrey Abascal
respecto a los honores personales tras el triunfo de Rancagua.

Marcó del Pont a Francisco de Armas, comandante del Batallón Chiloé, 1816 (Viva
el Rey. Gaceta del Gobierno de Chile, II: 241). “Me llena de satisfacción y
complacencia el loable entusiasmo con que me ofrece no desmentir jamás el bien
merecido concepto que me deben los mejores hijos de Marte, dejándome seguro
de que sin marchitar los laureles que dignamente ciñeron en el campo del honor
a cada paso de la guerra, trepen luego intrépidos conmigo al postrer escalón que
nos ofrece el glorioso alcázar de Belona, para perpetuar allí en dignos loores la
memoria, el engrandecimiento y la lenitud del mejor de los monarcas del
mundo”.
Por sus peculiaridades y por la importancia que se le “Amaneció este día verdaderamente triste para Chile. Dejáronse ver dos horroroso cadáveres
atribuye para el curso posterior de los acontecimientos, la pendientes del palo de la plaza principal sobre cuyas cabezas se leía esta inscripción. Por
imagen de la “Reconquista” se ha mitificado y petrificado. conspiradores contra el Rey, y perturbadores de la pública tranquilidad. Al punto se llenó
Lo primero porque dentro de la identidad nacional es esta capital de varios rumores: cada uno discurría sobre el suceso según su humor, su deseo,
precisamente un mito la acción de Manuel Rodríguez; o su capricho; cada uno lo pintaba y exageraba como mejor le parecía para acreditarse de
porque el presidio de Juan Fernández está rodeado de un político. Nuestro sabio gobierno guarda el más profundo silencio hasta cerciorarse
aura de sufrimiento que hace condenar de suyo a las cabalmente de todo el fondo de un negocio que merecía examinarse con tanta
autoridades y genera un sentimiento de compasión y circunspección como justicia. Entre tanto en los campos unos fingen a todo el pueblo
hasta de simpatía hacia los detenidos por causa de la conjurado, éste supone que 700 son los cómplices, aquél que ha habido un combate en que
revolución; porque, en definitiva, todo se reduce a la murieron muchos de ambas partes; uno asegura que hay muchos personajes y aún
actuación de “buenos” y “malos”. Lo segundo, en razón de sacerdotes de ambos cleros mezclados en el complot, otros que en la cárcel han sufrido el
que prácticamente no ha existido discusión sobre estos justo castigo los más malos. A estas voces no hay quien no tema por su suerte, o la de las
tópicos. Solamente ha surgido un nombre alternativo: personas que más ama ni aún la mayor inocencia satisface a los más tímidos vecinos, todos
“restauración monárquica”. esperan con ansias la publicación del periódico para saber algo con certeza; por tanto el
Superior gobierno tiene a bien que noticiemos al público que se formó conspiración, que
ésta se halla evidenciada, y que sus planes eran los más crueles; pero sus autores eran sólo
Guerrero Lira, Cristián. La Contrarrevolución de la
algunos malvados prisioneros capaces de todos crímenes. Los dos cadáveres eran los
Independencia en Chile, (Santiago, 2002), p.15.
primeros delincuentes, que resistiendo a su prisión se anticiparon pena que tenían por mil
delitos merecida. El público, y nobles vecinos de la capital, y pueblos no sólo resultan
inocentes; sino que la indignación que han mostrado contra los traidores (que aspiraba a
comprometer su honor, y tranquilidad) los ha hecho, y hace más apreciables al gobierno, y
más acreedores a su dulce beneficencia. Respirad pueblos, y arrojaos llenos de confianza a
los brazos de un jefe generoso que os distinguirá tanto cuanto lo merezca vuestra docilidad, y
las pruebas que deis de fidelidad al soberano, y de celos por sus intereses, como se ha
palpado en este suceso fraguado en la cárcel y sin trascendencia fuera de ella.”

Viva el Rey. Gazeta del Gobierno de Chile. Tomo I, Nº 13, jueves 9 de febrero de 1815.
“Desde que fui el dichoso instrumento de su redención, he movido
cuantos resortes han estado a mis alcances para reparar sus
desgracias, y hacer menos sensibles los resultados de una innovación
funesta, considerando en contradicción con los deberes de la
humanidad y una sana política envolver en el castigo a todas las
generaciones rebeldes, al mismo tiempo que he excitado la bondad
del Soberano para la recompensa de los fieles; he procurado atraer la
misericordia sobre aquellos individuos a quienes la seducción y el
calor de las pasiones y no una pasión consumada condujeron al frenesí
de contristar a la sociedad que les dio el ser y los sostiene. Sin
confundir al inocente con el culpado, he extendido a todos el
ejercicio de mi beneficencia; y si algunos lloran aún la ausencia de
sus hogares familias, ha sido reglado por una orden superior, de cuya
observancia no me ha sido imposible prescindir y porque la quietud
publica ha dictado su separación del teatro en que desplegaron todo
el fondo de su errado y criminal sistema.”

Oficio del Sr. brigadier de los reales ejércitos, don Mariano Osorio al M.
I. Cabildo. Viva el Rey. Gazeta del Gobierno de Chile, tomo II Num. 9,
jueves 26 de diciembre de 1815.
“Teniendo presente que el origen de la Revolución y su continuación había sido obra de
un corto número de hombres ambiciosos y corrompidos que presentando a la metrópoli
en un estado de anarquía y próxima a su ruina, lograron seducir a la multitud para
tiranizarla con el colorido de una imaginaria independencia...”

Real cédula dirigida a Chile por el rey Fernando VII, Madrid, 12 de febrero de 1816, en
Viva el rey, 6 de septiembre de 1816.
“Yo Luis Hevia, puesto a los pies de Vuestra señoría, parezco y digo que me hallo cuasi a la muerte, y muy mal
herido de mano de un oficial de Talaveras por haber pasado ante las diez de la noche de mis diligencias por la
calle de las Monjas de la plaza y habiendo pasado a lo acostumbrado, con mi manta al hombro me dijo el
asistente de dicho oficial que ¿por qué la llevaba al hombro? y poniéndomela debajo del brazo le dije qué
facultad tenía él para mandar, de donde nos fuimos de voces y dio aviso a su jefe diciendo como un paisano
lo había insultado, donde salió el oficial con su corvo y el asistente con fusil y me entraron a su casa a
castigarme y me hizo hincar de rodillas y me comenzó a dar de sablazos hasta que me vio imposible, y me
trajo a la cárcel, donde me dejaron y mandaron a buscar al cirujano Grajales y confesor, pues ya moría, como
dirá el cirujano si vuestra señoría se informa de dicho. Después, medio vuelto que estuve, me trajo a mi casa
el cuñado de dicho Talavera y volviendo dicho cuñado por segunda a aquellas horas a llevarme al hospital; no
quiso mi padre ni mi madre dejarme llevar, menos ahora más me afligen las heridas. Y ahora busco su
patrocinio y amparo, pues soy un infeliz sin valimiento el menor y casado ni menos con qué curarme. Se
informe vuestra señoría y me haga justicia si la merezco. Informarán los oficiales de aquel día de la cárcel y
cajas”.
Querella de Luis Hevia en contra de un Oficial del Regimiento Talaveras por haberlo herido sin motivo. Santiago,
1817, en ANCG, vol. 141, pieza 76, f. 411.

12 de febrero de 1817: Batalla de Chacabuco. José de San Martín y Bernardo O´Higgins derrotaron a Rafael
Maroto, y reconquistaron Santiago de Chile, sin embargo la zona de la Frontera seguía en poder realista.

3 de agosto de 1817: El caudillo criollo, José María Zapata, atacó Chillán con ciento veinte milicianos, sin éxito
para sus pretensiones. Comienzan los ataques por caudillos populares en la zona de Chillán, Arauco y Los
Ángeles.

30 de julio de 1817. Carta de O’Higgins a San Martín desde Concepción. “En las inmediaciones de la Boca del
Itata desembarcaron hasta treinta hombres, se diseminaron por Quirihue, Chillán y Cauquenes haciendo
asesinatos, robos, etc... han sido aprehendidos diez, los que he ordenado sean ahorcados y las cabezas
puestas en los lugares donde hayan cometido sus excesos”.
“en tanto que la nuestra ha sufrido una escandalosa deserción, cuyos individuos diseminados con
armas por toda la provincia sostienen un espantoso bandalaje, irritando con sus depredaciones a los
pueblos hasta el grado de haberlos convertido en enemigos nuestros...”
O’Higgins a Irigoyen, Santiago, 9 de abril de 1817, ABO 18: 57-58.

“El prisionero Vicente San Bruno no debe gozar los fueros de la guerra. No se atienda sólo a que el
enemigo nos sacó fuera de la protección de las leyes, y que un justo derecho de represalia nos
autoriza imponérselas arbitrariamente: míresele como un criminal cuyos delitos han deshonrado la
especie humana y escandalizado atrozmente a todo Chile.”
Archivo de don Bernardo O’Higgins. Tomo XVI, pp. 268

“Se le apresó en Chacabuco y mandado a Santiago, amarrado en un burro, mientras el populacho lo


envilecía a su paso con pedradas y barro, de modo que descansó cuando lo metieron en un calabozo
de la cárcel. En pocos días, fue condenado a muerte por asesino, fue arrastrado al cadalso, sobre una
palizada, llorando como un niño, y mostrando esa imbecilidad de tiranos y opresores, cuya crueldad
sólo es igualada por su cobardía. Su cara era horripilante, pues el populacho casi le había vaciado un
ojo, y cuando el verdugo le sacó la venda, lanzó un chillido agonizante que, sin embargo, excitó a la
multitud. Fue colgado en la mañana, y sólo a la entrada del sol, bajaron el cadáver”.

Haigh, Samuel. “Viaje a Chile en la Época de la Independencia, 1817”. En Haigh, Samuel; Caldeleugh, Vicente San Bruno Rovira
Alejandro; Radiguet, Max. Viajeros en Chile 1817-1847. Editorial Pacífico S.A. (Santiago, s/f). p.42.
“He decretado que todo sacerdote de ambos cleros indistintamente, en el
confesionario, en conversaciones familiares y en cuantos actos se presenten,
instruyan a los hombres en sus derechos, prediquen la obligación de amar a la
Patria, y repeler con la fuerza a los que intentan esclavizarla. Disponiendo Su
Excelencia que no se lea un sermón, sea de cualquier clase o asunto, en que
expresamente no se hable a favor de nuestro sistema político”.
Circular de O’Higgins a los curas y prelados de los conventos de Chillán, 2 de mayo
de 1817, ANMG 28, f. 106.

“Apruebo el castigo de azotes y no se canse de perseguir y castigar hasta con la


muerte a los malvados”, “Solo el rigorismo [sic] puede inducir al escarmiento y
atraer la serenidad a esos pueblos”.
O’Higgins a José Santos Astete, 20 de mayo de 1817, ANMG 28, f. 127.
“Excelentísimo Señor: hoy se me ha pedido auxilio de San Carlos, el Parral, y
Linares para defenderse y perseguir a una cuadrilla de 60 hombres
acuadrillados al mando de aquel Cruz Palma, que con diez fusileros talan e
inquietan aquellos campos... A la cabeza de la montonera emergía Cipriano
Palma, con 100 dragones y otros tantos indios bárbaros”.
Luis de la Cruz al Director Supremo. Talca, 1 de agosto de 1817, ANMG 21, f.
118.

“Se me presentó el enemigo en numero de 20 fusileros y más de 200


hombres de milicias, comandadas por los infantes José María Zapata,
Nazario Arias, Félix Muñoz y el mulato de Clemente Lantaño, que sin
resistencia se introducen hasta la Plaza, dañan todo el pueblo y comienzan a
forzar la Cárcel para echar afuera los reos y cometer otros mil excesos en el
pueblo el resultado fue que el enemigo dejó 14 muertos, 11 heridos de
gravedad y 17 prisioneros, once fusiles y tercerolas, 3 pistolas, más de 30
caballos ensillados, 10 o 12 lanzas y como seis espadas. La acción duró como
cuatro horas, habiendo caído los caudillos Nazario Arias y Juan Pablo
Mendoza… al primero lo hice fusilar con dos horas de término y ponerlo a la
expectación pública; y el segundo seguirá el mismo destino mañana a las
diez del día”.
Pedro Arriagada a O’Higgins, Chillán, 3 de agosto de 1817, ANMG 33, f. 83.
“a la Hacienda de Cucha Cucha a aposentarse a la casa de Ubacio Lagos, de
lo que dí vigilante aviso al gobernador de San Carlos para que sorprendiese
al aposentador, y los prendiese a todos. Cuatro quedaron del otro lado del
Itata con destino de irse a la Plaza de los Ángeles, y de estos se prendieron
dos que lo son Servando Luna y Juan de Dios Morales. Los tengo bien
asegurados en esta cárcel, procesándolos, y mediante sus declaraciones se
han tomado cinco aposentadores opuestísimos al sagrado sistema, otro mas
desertado del infame punto de Talcahuano Florencio Muñoz, como
igualmente dos comandantes de guerrilla salteadores Tiranos opresores
desnaturalizados contra los patriotas que lo son el pérfido Domingo Bega
(alias el Remalo), y su compañero Santos Orellana (alias el Colorado) que
acuadrillados han cometido numerosos, y excesivos crímenes contra el
Estado Nacional... Merecen sin pérdida de momento ser pasados por las
armas los cuatro que se citan...”
Juan de Dios Puga a O’Higgins, Cauquenes, 23 de Julio de 1817, ANMG 23, f.
105.

“Ha llegado Freire de Arauco, después de haber vengado la muerte del


capitán Cienfuegos, que ha sido la más horrible –y sólo propia de la ferocidad
de los españoles. Luego que lo voltearon de un balazo de su caballo, lo
entregaron los enemigos a los bárbaros, quienes sobre vivo le sacaron los
ojos, le cortaron los testículos y lo lancearon”
O’Higgins a San Martín, Concepción, 14 de julio de 1817, ABO 8: 23.
“Para formar esta obra didáctica, de buena letra, y estilo agradable
en que aprendiesen adeletrear los niños debían colocarse cuantas
anécdotas fuesen posibles y que han pasado a nuestra vista de las
crueldades atroces, perfidias viles, soeces latrocinios, execrables
sacrilegios y groserías brutales que han cometido y cometían sin
interrupción los españoles desde que invadieron este país hasta
que fueron expulsados”.

Viva la Patria, 14 de mayo de 1817.


“Ha sido muy bien meditada la medida que Us. ha tomado de mandar competente fuerza
al Gobernador de Talca, autorizándole para que nombre un Preboste que, llevando un
capellán y un verdugo, haga desaparecer la turba de bandidos de que estaba infestada
esta Provincia….con los ejemplares castigos que ya han sufrido estos malvados, parece
que no volverán a inquietarnos sus parciales”.
O’Higgins a Hilarión de la Quintana, Concepción, 27 de agosto de 1817, ANMG 33, f. 94.

“Apruébase la solicitud que hacen los vecinos del Partido de Puchacay para perseguir y
aprehender a los malévolos y perturbadores de la pública tranquilidad, formando
partidas compuestas de sujetos conocido y acreditado patriotismo”
O’Higgins al teniente gobernador de Puchacay, 19 de agosto de 1817, ANMG 28, f. 304.

“Hoy a las 12 se ha puesto en esta cárcel nacional al pérfido traidor José María Gutiérrez,
Sargento primero con grado de oficial del Ejército enemigo que en la acción de Rancagua
cometió enormísimos crímenes y excesivos excesos [sic] en nuestro Ejército, fugó de la
acción de Chacabuco y estaba incógnito oculto en las montañas de la costa Cunquillan y
estero de Bare, convocando a muchos para unirse con los bandidos de Chillán y combatir
este partido... en toda aquella frontera ha cometido excesivos excesos...”
Juan de Dios Puga a O’Higgins, Cauquenes, 17 de Agosto de 1817, ANMG 23, f. 114.
“Le condeno a que sea ahorcado, y sus manos y cabeza sean puestos en los caminos públicos para ejemplo y escarmiento de los demás, para cuyo fin se
le da termino de tres horas para que muera como cristiano”.
Sentencia de Andrés Alcázar, 27 de noviembre de 1817, en Id., f. 123.

“Según tengo entendido, el plan es apoderarse de las fronteras, proteger la insurrección de las provincias, privarnos de caballos y víveres y hacernos la
guerra de recursos, pero estoy seguro que difícilmente conseguirán sus desconcertadas ideas; solo conseguirán incendiar las villas, casas, haciendas y
chozas de los lugares que están, por su distancia, indefensas y asesinar como lo están ejecutando, a los inermes habitantes de los campos. ¡Malvados!
Sus crímenes no quedarán impunes”
O’Higgins a San Martín, Concepción, 18 de octubre de 1817, ABO 8, p. 48.

“Sírvase U. S. remitirme con la mayor vigilancia la mayor fuerza posible que tuviere a su mando para combatir la partida del malvado Pincheira que
aplica todas sus miras a imitar la conducta de Zapata, y lo peor es que diariamente se va engrosando hasta haber formado fuerza muy suficiente para
incomodarnos. El cáncer se va propagando con un movimiento progresivo, y con tal rapidez que ya nos mantiene en una continua molestia. Antes de
ayer han asesinado a Don Flamiano Muñoz, el mejor oficial que tenia esta plaza, y antes de él á Don Jerónimo Poblete, y el mayordomo de Don Francisco
Martínez, los mejores sostenientes con que contaba Chillan”.
José María Riquelme a Juan de Dios Puga, San Carlos, 20 de Octubre de 1817, ANMG 22, f. 131.
“Habiendo sabido el veinte del actual la tirana opresión con que se hostilizaba este Partido y el de San Carlos por el
pérfido, inicuo, infame traidor Antonio Pincheira con trescientos y más individuos que formaban una gavilla de bandidos
que arrasaban las haciendas, salteando y degollando a su arbitrio á los decididos á nuestra sagrada causa, después de
haber combinado mi urgente movimiento á remediar los males que amenazaban á las armas del Estado... y mediante las
activas providencias que libré a las orillas del río de Ñuble, sobre la hacienda de Cato, madriguera de iniquidades contra
nuestra libertad, logré prender siete de los que fraguaban la opresión y tomadas sus declaraciones con la brevedad que
exigía la materia, el veinte y cuatro pasé por las armas con termino de dos horas á Santiago Mera y Sabino Anrriques,
espías de quienes tomé noticias que el enemigo se hallaba situado y fortalecido con doce fusiles y cinco pares de pistolas
en la Hacienda de Bureu, sita en el Partido del dominio de Doña Mercedes Riquelme...”
Juan de Dios Puga a O’Higgins, Chillan, 27 de Octubre de 1817, ANMG 23, fj 225.

“Deseando el Gobierno purgar a la Nación de la multitud de vagos y criminosos que la contaminan, y queriendo utilizar
estos brazos que son ahora una peste y onerosa carga en los pueblos en beneficio de la misma sociedad que ofenden,
ordena:
Que en todo el territorio del Estado se haga una recluta general de cuanto individuo se halle sin oficio o destino conocido,
o que por sus crímenes deba ser castigado con pena menor que la de muerte, entendiéndose desde la edad de 14 hasta la
de 45 años inclusive, y que por su constitución física sea útil para el servicio de las armas bajo las reglas siguientes:
La recluta debe verificarse precisamente en todos los puntos del Estado en un mismo día, que será el 26 de Diciembre
inmediato y demás días siguientes; Para que en ese día aprehendan a todos los vagos y criminales que haya en sus
respectivos distritos conduciéndolos a la Capital o cabecera de Partido…. antes de la aprehensión se guardará por todos los
comisionados el mayor sigilo en la materia a fin de que no se fuguen o escondan. Se declara por vago, el gañán, artesano y
cualquiera otro hombre que no se halle en ejercicio actual de su industria, o que carezca de ella enteramente; Los que
estén detenidos en las cárceles por delitos que no merezcan pena capital, o que aún cuando sean acreedores de ella, no
estén plenamente convencidos del crimen, son asimismo comprendidos en esta recluta. Igualmente se comprehende a los
rateros y hiposos [sic], ebrios consuetudinarios, amancebados públicos, y demás hombres que con la pestilencia de sus
costumbres empañan la pureza de la moral pública”
Decreto de la Suprema Junta de Gobierno, Santiago, 28 de noviembre de 1817, ANMG 62, f. 141.
“Todos los sujetos que anduviesen en compañía de Pincheira ó de alguna manera le
hubiesen auxiliado, se presentarán en este Juzgado en el término perentorio de ocho días,
con la firme confianza que se olvidarán todos sus crímenes, se les tratará como miembros
preciosos de la Patria, y se les dará un papel de perdón para que ninguno de los Jueces
territoriales puedan incomodarlos, ni en sus casas ni en sus negocios” “Los que directa o
indirectamente entrasen en sus maquinaciones, tratasen con él, o de alguna manera le
auxiliaren, se les confiscarán todos sus bienes a beneficio del Estado, y se castigaran sus
personas con toda la severidad y dureza de que es susceptible tan atroz delito.
Últimamente, aquel ó aquellos sujetos de cualquiera especie o condición que fueren y que
apurando todos los recursos que estuvieren a su alcance, lograsen prender, asesinar, o de
cualquiera modo libertar el partido de la persona de Pincheira, llevarán diez pesos de
gratificación, y se conservará la memoria de este servicio como el más distinguido que
hubiese hecho por la patria...”

Bando del Capitán de Caballería y Teniente Gobernador de San Carlos, José María
Riquelme, San Carlos, 4 de Noviembre de 1817, ANMG 39, s/f.
Batalla de Chacabuco, 12 de febrero de 1817

“En este país hay muchos godos. Los trato bien por razón de haber
muchos mas en la Concepción en donde tendrán noticia de lo bien que
les va. Luego que ésta se tome, yo presentaré una lista de ellos para
apretarlos como lo merecen. Si no gasto esta política creo se nos “Toda la guarnición compuesta de 210 hombres
escapen aquellos dejándome pelado el Reino...” pereció a la bayoneta, teniendo igual suerte los
que de las alturas se arrojaron a la mar”.
Freire a O’Higgins, Talca, 20 de Marzo de 1817, Archivo Nacional,
Fondo Vicuña Mackenna Vol. 93, f. 5v. Citado en adelante ANFVM. Parte de O’Higgins sobre el combate de
Talcahuano, 10 de diciembre de 1817, en ABO, vol.
x, p. 255.
1 de agosto de 1817: ANMG, 49, 235, instrucciones de O’Higgins y Zenteno a José María Íñiguez; ver también O’Higgins a Íñiguez, 20 de agosto de
1817, ANMG, 27, 16. “A quienes perseguirá por todos los medios y tomados que sean ellos [Mendoza y Zapata] o sus parciales los mandará
fusilar inmediatamente, sin demora alguna, haciendo se coloquen sus cabezas y miembros en los parajes y caminos donde han cometido sus
principales atentados”.

4 de junio de 1817. Combate del Cerro Gavilán, en Concepción, con triunfo insurgente.

12 de agosto de 1817. Carta de José María Marchant, (seudónimo), montonero popular, desde Chacay, al coronel monarquista José Ordóñez.
Citado en Diego Barros Arana, Historia General de Chile (2da. Edición, 16 Vols., Santiago, 1999), Vol. XI, p. 138: “Y así señor, por la sangre real que
corre por sus venas, por nuestro Rey, por Jesucristo, me diga lo que hemos de hacer, a qué punto debemos ocurrir con auxilios y qué es lo que
debemos de llevar, pues en un pelo tenemos la vida y en V. S. tenemos las esperanzas de libertarlas”.

28 de noviembre de 1817. Decreto de la Suprema Junta de Gobierno de O´ Higgins, ANMG 62, f. 141. “Deseando el Gobierno purgar a la Nación
de la multitud de vagos y criminosos que la contaminan, y queriendo utilizar estos brazos que son ahora una peste y onerosa carga en los
pueblos en beneficio de la misma sociedad que ofenden, ordena: Que en todo el territorio del Estado se haga una recluta general de cuanto
individuo se halle sin oficio o destino conocido, o que por sus crímenes deba ser castigado con pena menor que la de muerte, entendiéndose
desde la edad de 14 hasta la de 45 años inclusive, y que por su constitución física sea útil para el servicio de las armas bajo las reglas siguientes:
La recluta debe verificarse precisamente en todos los puntos del Estado en un mismo día, que será el 26 de Diciembre inmediato y demás días
siguientes; para que en ese día aprehendan a todos los vagos y criminales que hayan en sus respectivos distritos conduciéndolos a la Capital o
cabecera de Partido…. antes de la aprehensión se guardará por todos los comisionados el mayor sigilo en la materia a fin de que no se fuguen o
escondan. Se declara por vago, el gañán, artesano y cualquiera otro hombre que no se halle en ejercicio actual de su industria, o que carezca de
ella enteramente; que no merezcan pena capital, o que aún cuando sean acreedores de ella, no estén plenamente convencidos del crimen, son
asimismo comprendidos en esta recluta. Igualmente se comprehende a los rateros y hiposos[sic], ebrios consuetudinarios, amancebados
públicos, y demás hombres que con la pestilencia de sus costumbres empañan la pureza de la moral pública”
4 de noviembre de 1817: Bando del capitán de caballería y teniente gobernador insurgente de
San Carlos, José María Riquelme. ANMG 39, s/f. “Los que directa o indirectamente entrasen en
sus maquinaciones, tratasen con él, o de alguna manera le auxiliaren, se les confiscarán todos
sus bienes a beneficio del Estado, y se castigarán sus personas con toda la severidad y dureza
de que es susceptible tan atroz delito. Últimamente, aquel ó aquellos sujetos de cualquiera
especie o condición que fueren y que apurando todos los recursos que estuvieren a su alcance,
lograsen prender, asesinar, o de cualquiera modo libertar el partido de la persona de Pincheira,
llevarán diez pesos de gratificación, y se conservará la memoria de este servicio como el más
distinguido que hubiese hecho por la patria...”

6 de diciembre de 1817: El coronel Ordóñez defendió el puerto de Talcahuano con mil


setecientos hombres contra cuatro mil insurgentes. El general Brayer fue uno de los
responsables de la derrota rebelde. Este francés participó en las guerras napoleónicas como
general de brigada y su nombre está grabado en el arco del triunfo. Estuvo en las batallas de
Burgos y Austerlitz. También fue mencionado en el testamento de Napoleón, que le legó una
suma de cien mil francos. Tras la caída de Napoleón, huyó a EEUU donde conoció a Carrera.
Juntos, regresaron a Sudamérica, desembarcando en Buenos Aires, en febrero de 1817. Brayer
continuó su viaje por tierra hasta Chile, que había conquistado el ejército de los Andes. San
Martín lo nombró jefe de estado mayor, segundo de O’Higgins. Junto a Brayer, también
participó en el sitio y asalto de Talcahuano, como segundo comandante del regimiento N°. 1 de
Línea, en la columna del general Juan Gregorio de Las Heras, el general Jorge Beaucheff. Este
había participado en las campañas de 1805 donde cayó prisionero en España en 1808.
Coronel José Ordoñez
DEFENSA DE TALCAHUANO
(6 DE DICIEMBRE 1817)

Padre querido:

Esperando que se encuentre bien de salud, lo mantengo al tanto de esta guerra. No pierda nunca la
esperanza de que podamos revertir los problemas. Le cuento detalles de cómo me ha ido, y no se
preocupe por mí ya que sigo igual que cuando chico, más ágil que un conejo. Igual, estoy tan flaco
que las balas no me encuentran.

Después de un buen rato de ataque, el enemigo pasó el primer foso, o no sé si los dejaron pasar para
rematarlos con los cañones de los barcos. Cuando los soldados enemigos llegaron al puente del
morro, se vieron frente a un segundo foso, y otra línea de defensa reforzada por el cañoneo de los
barcos y chalupas. Un verdadero infierno para ellos.

Eran rumas de muertos, partes por aquí, pedazos por allá. No había ningún herido, solo un par de
caballos a medio morir que sacrificamos pa´ que no sufrieran. y cuando estaba como que me
desmayaba“de toda esta impresión y terrible olor, como que se me paralizó el corazón, o quizá se me
fue pa´l cielo. Quizá el cucharón tiene el poder de mandarse a cambiar frente a los espantos de los
hombres. Qué bueno que pueda hacerlo, ojalá mis ojos también pudieran.

Su hijo que no le decepciona


Anselmo Figueroa, dragones de la Frontera
Talcahuano, 9 de diciembre de 1817.

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
“Y así señor, por la sangre real que corre por sus venas, por nuestro
Rey, por Jesucristo, me diga lo que hemos de hacer, a qué punto
debemos ocurrir con auxilios y qué es lo que debemos de llevar,
pues en un pelo tenemos la vida y en V. S. tenemos las esperanzas
de libertarlas”. José María Marchant, (pseudonimo), montonero
popular, al Coronel monarquista José Ordóñez, Chacay, 12 de agosto
de 1817

Citado en Diego Barros Arana, Historia Jeneral de Chile (2da.


Edición, 16 Vols., Santiago, 1999), Vol. XI, p. 138.

“Si aún las naciones neutrales no merecen consideración alguna


mucho menos podremos esperarla nosotros que en el día somos
reputados como unos rebeldes y traidores”
Bernardo O’Higgins a la Junta Delegada, Concepción, 22 de
noviembre de 1817, en ABO, vol. x, p. 235.
“En el momento que reciba esta dispondrá que todas las mujeres de sujetos que
residan en Talcahuano, madre de hijos que militen en el ejército enemigo o tengan
algunas relaciones con éstos, se preparen para salir en el preciso término de 24
horas para la ciudad de Chillán. En inteligencia que las que tengan cabalgaduras
propias o carruaje, podrán conducirse en ellas, y las que no marcharán a pié, sin
excepción de persona ni calidad... tenga us. entendido que mañana a las
oraciones no ha de haber en Concepción una sola mujer que se conozca opuesta a
nosotros o que pueda tener algunas relaciones con el enemigo... por último, hago
a us. responsable de cualquiera negligencia, condescendencia o contemplación
que se note en el cumplimiento de lo mandado...”

O’Higgins a Las Heras, Concepción, 18 de diciembre de 1817”, en ANMg, vol. 28, f.


378.
“Los españoles continuaban siempre su marcha y nos miraban de cerca, les
quedaban sin embargo, algunos partidarios, pero en muy corto número y
particularmente en la clase baja, de modo que la ciudad abandonada por los
patriotas y antes que los españoles entrasen en ella, era despojada, saqueada y
medio incendiada...”

Jorge Beauchef, Memorias militares para servir a la Historia de la Independencia


de Chile, 1817-1829, p. 111.
19 de marzo de 1818: Batalla de Cancha Rayada.

En este ataque sorpresivo, liderado por el coronel Ordoñez sobre el ejército de O´ Higgins y San Martín, cuatro
mil seiscientos realistas doblegaron a ocho mil rebeldes. El Virrey había devuelto a los sobrevivientes de
Chacabuco con Osorio y Joaquín Primo de Rivera, quienes llegaron a Talcahuano tras el asedio al puerto. Entre
los regimientos que llegaron se contó al Burgos (novecientos), Infante don Carlos, de Lima (novecientos) y
Arequipa (ciento dieciséis). Joaquín Primo de Rivera, nació en Maracaibo en 1786, e inició su carrera militar en
España, donde participó activamente en la defensa contra el invasor francés. Fue parte de la expedición
enviada por España a Perú en 1816. Al poco tiempo de llegar a Lima, fue ascendido a coronel y puesto al
mando del regimiento Burgos. En esta batalla, los insurgentes contaron con nuevos refuerzos europeos. Estos
fueron, el coronel inglés Miller y el capitán Rondizonni. Este último, actuó en las campañas del ejército de
Napoleón contra España en 1808 y Austria en 1809. En 1812 estuvo en la campaña a Rusia y al año siguiente
en la de Alemania. En 1815, con el rango de capitán y con la legión de honor, luchó en la batalla de Waterloo.
Finalizada las hostilidades en Europa, se trasladó a Filadelfia, Estados Unidos. En esta ciudad, conoció a
Carrera, asociándose a su proyecto y viajando con él a Buenos Aires en la goleta Clifton, el 3 de diciembre de
1816. Debido a la muerte de los hermanos Juan José y Luis Carrera, abandonó el ejército en mayo de 1818,
junto a los otros dos militares “napoleónicos”, Guillermo Tupper y Jorge Beauchef. Al partir O´Higgins al exilio
al Perú, en 1823, Rondizzoni se reincorporó al ejército, siendo nombrado teniente coronel. Por solicitud de
Diego Portales, Rondizzoni regresó a Chile en 1840, siendo nombrado gobernador de Constitución el 12 de
abril de 1842 y de Talcahuano el 29 de agosto de 1849. Apoyó al gobierno en la revolución de 1851, peleando
en la Batalla de Loncomilla. Entre 1852 y 1853 ejerció como intendente de Concepción y en enero de 1853,
con el mismo cargo, en Chiloé. El otro oficial europeo, que vino a reforzar a los insurgentes, fue el francés
Benjamín Viel. Este actuó en los combates contra España durante la invasión napoleónica y Waterloo. A Chile
llegó en 1817 y dirigió tropas en la sorpresa de Cancha Rayada y en la Batalla de Maipú. Un par de años
después, peleó en los combates de la Guerra a Muerte y ascendió a coronel en 1823, como también luchó en
la campaña contra los Hermanos Pincheira en 1826. Fue elegido diputado por Parral en 1829, jefe militar de
Valdivia en 1849 en Intendente de Concepción en 1851.
LAURELES EN CANCHA RAYADA
(19 DE MARZO 1818)
Querida esposa, mía:

Yo que creía haber visto lo peor de este mundo. Ni la orilla del asunto había visto parece. Usted sabe que entré al
ejército después del triunfo en Rancagua del 14, por lo que Cancha Rayada fue mi primer combate en serio.

Sucede que siempre me habían dejado en labores de guardia por un defecto de ser cojinoa. No me llevaron a
Chacabuco, y en Talcahuano estuve al fondo del puerto cuidando polvorines. Por eso no vi casi na´. Estuve adentro
de una bodega y sólo escuché los bombazos. Tenis la chaqueta más limpia que vestido de novia- me decían mis
amigotes.

Por eso, cuando el enemigo se retiró de Talcahuano todo trasquila´o, y supe que llegaba el jefe Osorio, me dije
que ya no me quedaría ajuera. Así que, hablé con un jefe paleteado de Chillán, Cipriano Palma, para que me
dejara entrar en sus Dragones. Le dije que mi problema era ser cojo, pero que arriba de un caballo nadie me la
gana, yme aceptó.

Ahora esperamos que se rindan. Me inscribo con tres mandas a San Sebastián, porque otra batalla así no es guena
para nadie. El cola ´e flecha no puede dominar esta tierra de cristianos.

Su esposo que siempre le recuerda


Segundo Cifuentes, dragones de Chillán
Cancha Rayada, 20 de marzo de 1818

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
5 de abril de 1818: Las fuerzas de San Martín derrotan a Osorio provocando gran masacre y la
aniquilación del batallón Burgos. Tras Maipú, Juan Francisco Sánchez volvió a tener el control de
la provincia de Concepción. Tras unos meses, Sánchez se fue a Valdivia y en noviembre de 1819 a
Lima donde murió en 1821, mientras viajaba con Canterac a la Sierra ante la llegada de San
Martín. En Concepción tomó el control el caudillo realista, Vicente Benavides.

8 de abril de 1818: Los hermanos Juan José y Luis Carrera, son fusilados en Mendoza.

3 de junio de 1818: O´ Higgins publicó un decreto en la gaceta Ministerial de Chile…

“Después de la gloriosa proclamación de nuestra Independencia, sostenida con la sangre de sus


defensores, sería vergonzoso permitir el uso de fórmulas inventadas por el sistema colonial. Una de
ellas es denominar españoles a los que por su calidad no están mezclados con otras razas, que
antiguamente se llamaban malas. Supuesto que ya no dependemos de España, no debemos llamarnos
españoles, sino chilenos. En consecuencia, mando que en toda clase de informaciones judiciales, sean
por vía de pruebas en causas criminales, de limpieza de sangre, en proclama de casamientos, en las
partidas de bautismo, confirmaciones, matrimonios y entierros, en lugar de la cláusula: español natural
de tal parte que hasta hoy se ha usado, se sustituya por la de chileno natural de tal parte;
observándose en los demás la fórmula que distingue las clases: entendiéndose que respecto de los
indios no debe hacerse diferencia alguna, sino denominarlos chilenos, según lo prevenido arriba.
Transcríbase este derecho al Señor Gobernador del Obispado, para que lo circule a las Curias de esta
Diócesis, encargándoles su observancia y circúlese a las referidas corporaciones y jueces de Estado;
teniendo todo entendido que su infracción dará una idea de poca adhesión al sistema de la América y
ser un suficiente mérito para formar un juicio infamatorio sobre la conducta política del desobediente
para aplicarle las penas a que se hiciere digno”
“Yo estaba en un balcón, cuando mis paisanos pasaron en
larga fila por la calle con sus servidumbres y bagajes, todos
montados, saliendo de la ciudad para no volver mientras
amenazase la tempestad de guerra. Nosotros quedamos
bastante solos después de la partida de nuestros amigos, y
como los rotos, o populacho, comenzaban a insubordinarse,
en vista de las tropas habían marchado íntegras a campaña,
creímos conveniente pensar en poner nuestras propiedades
al abrigo de sus ataques. Armamos también a nuestros
sirvientes y empleados, preparándonos para un sitio. Yo
introduje mis caballos y mulas al salón principal de la casa,
convertido en establo, para ocultarlos a la vista de los
centinelas del fuerte del Santa Lucía que permanecen sobre
una alta roca y dominan los jardines y patios de todas las
casas adyacentes”.

Samuel Haigh, Viaje a Chile en la época de la Independencia,


1817, f. 64, sobre horas previas a la batalla de Maipú.
la matanza de San Luis, propiciada a los oficiales monárquicos que fueron hechos prisioneros tras la batalla de Maipú. En una treta miserable,
los acusaron de pretender huir y fueron pasados por las armas sin juicio. Entraron a sus celdas, donde estaban engrillados, y fueron
degollados y acuchillados sin el más mínimo decoro por una masa endemoniada. Este hecho marcó lo que vendría en el futuro en lo que
llamamos “Guerra a Muerte”. Los mártires de este crimen de los insurgentes fueron:

Brigadier José Ordóñez, segundo jefe del ejército real en Chile.


Coronel José Berganza, gobernador de Concepción.
Coronel Joaquín Primo de Rivera, jefe de estado mayor.
Coronel Antonio Morgado, jefe del regimiento dragones de la frontera.
Teniente Coronel Matías Arias.
Teniente Coronel Lorenzo Morla, jefe del batallón Burgos.
Además de nueve capitanes, cinco tenientes, siete alféreces y
dos oficiales de intendencia.
J. Gandarillas (atribuido) Caricatura del Gral. José de San Martín,
1819. MHN
Combates de 1819 en la zona de la Frontera.

1 de mayo de 1819: Curalí.


20 de septiembre de 1819: Quilmo.
1 de noviembre de 1819: Tritalco.
19 de noviembre de 1819: Hualqui.
7 de diciembre de 1819: Pileo.
9 de diciembre de 1819: Yumbel y El Avellano.
29 de diciembre de 1819: San Pedro.

3 y 4 de febrero de 1820: Sucede la toma de las fortificaciones


de Valdivia por los oficiales contratados por el nuevo Gobierno
de Chile, Jorge Beauchef y Thomas Cochrane.

Toma de Valdivia, 1820


En 1819 con 500 hombres en las pampas quiso cruzar a Chile. Se dedicó a fomentar
a tribus para que hicieran una guerra contra las poblaciones civiles en la provincia
de Buenos Aires.
En febrero de 1821 deja las tolderías de los ranqueles y se dirige a Chile solicitando
paso a los gobernadores de Córdoba y de San Luis, quienes lo enfrentan
militarmente. Venció a ambos. El 30 de agosto Carrera fue derrotado en Punta del
Médano por las fuerzas del coronel José Albino Gutiérrez.

Fue traicionado por algunos de sus seguidores y oficiales. Lo tomaron prisionero


junto con José María Benavente y Felipe Álvarez y lo entregaron al coronel
mendocino Gutiérrez. Enjuiciado y condenado a muerte por numerosos crímenes
fue fusilado cerca del mediodía del 4 de septiembre de 1821, en la plaza de
Mendoza, por orden de Tomás Godoy Cruz.

Al parecer su cabeza fue cortada y expuesta en la plaza de Mendoza; su brazo


Los últimos momentos de derecho enviado al Gobernador de Córdoba, y el izquierdo a Punta de San Luis.
Carrera, copia del óleo También se dice que Carrera ordenó cortar la cabeza al coronel Videla tras la
de Blanes hecha Agustín Araya batalla por la ciudad de San Luis como regalo a su amigo, Estanislao López,
(1874-1930). gobernador de Santa Fe.
“Carrera fue un hombre ambicioso, engreído con las riquezas y con el nombre de su
casa... un carácter de predominio que anunciabalasterriblesdiscordiasen quehabía de
envolver aquel país... había adquirido tanto orgullo y obraba en él con tan viva fuerza
de idea de la superioridad de mérito... altanería y descaro”.

Torrente, op. cit., vol. iii, p. 19.


18 de febrero de 1820: Guillermo Miller hizo un
ataque al Castillo de San Miguel de Agüi contra las
fuerzas del gobernador Antonio de Quintanilla. Tras
un corto enfrentamiento, Miller se retiró. Miller
había combatido, junto a portugueses y españoles, a
los ejércitos de Napoleón en Europa. Estuvo en la
batalla de Vitoria donde el general Wellington logró
expulsar definitivamente a las tropas francesas de
España. Posteriormente, actuó en la guerra
angloestadounidense de 1812. Tras viajar por Sevilla,
Cádiz y Gibraltar se embarcó en este último puerto
para el nuevo mundo. Con el grado de capitán de
artillería, atravesó la cordillera con el ejército de los
Andes.

Castillo San Miguel de Agüi, Chiloé


EL HONOR DE AGÜI
(18 DE FEBRERO 1820)
Padre mío:

Como creo que debe estar preocupado por el estado de la isla, le cuento cómo va la cosa. Espero que no se encuentre
embroma´o de salud junto a mi madre, y que se acostumbren a la vida de la Patagonia. Me imagino que debe haber
sido doloroso para ustedes dejar su tierra, casa, animales, familiares y amigos, pero fue lo mejor ya que la guerra está
complicada.

Asimismo, espero me puedan perdonar por haber decidido quedarme en la isla. Mi compromiso con la causa del rey y el
honor de la isla sigue in- tacto, y no abandonaré al gobernador Quintanilla, que incendió el barco en que quería huir
Justis.

Gran alegría se desató en el fuerte. Los soldados se abrazaban y los frailes dirigieron cantos de agradecimiento a nuestro
patrono. Después, supimos que la columna que no llegó al ataque se había perdido en la noche. Al fin y al cabo, todos se
devolvieron a sus barcos al amanecer.

Nuestro jefe ordenó no perseguirlos para majar- los como perros. Era mejor dejarlos volver, todos averiados para que
cuenten que acá hay ciudadanos leales, y no sólo gente parada sobre un pedazo de tierra flotante.

Dios guarde a usted muchos años más

Estanislao Romero, veteranos de San Carlos, Ancud, San Carlos

Ancud, 19 de febrero de 1820

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
20 de agosto de 1820: Zarpa de Valparaíso la expedición
chileno-argentina contra la resistencia del ejército monárquico
del Perú.

22 de septiembre de 1820: Batalla de Pangal. Triunfo del


coronel realista Juan Manuel Picó contra los oficiales europeos
Benjamín Viel y Carlos O´Carroll. Este último fue laceado y
fusilado en plena batalla. O´ Carroll había peleado en España y
en el sur de Francia contra Napoleón. Recibió las
condecoraciones de la Orden de Carlos III y la Flor de Lis. Llegó
a Chile en mayo de 1818 y se le dio el grado de coronel en el
ejército.

26 de septiembre de 1820. Victoria realista de Vicente


Benavides, en la batalla de Tarpellanca, sobre el Mariscal
Alcázar, el cual fue ejecutado, junto a diecisiete oficiales del
regimiento Coquimbo.

25 y 27 de noviembre de 1820: Derrota realista de Benavides


en el Combate de las Vegas de Talcahuano y Alameda de Vado de Tarpellanca
Concepción, respectivamente.
MATANZA EN PANGAL
(23 DE SETIEMBRE 1820)

Amigo desconocido:

Esto de la guerra ha cambiado demasiado nuestras vidas. Tuve que dejar mi casa y poco o nada he sabido de mis vecinos.
En Rere tenía buena plantación de maíz y una huerta re milagrosa. Ahora sólo tengo esta muda de ropa, mi fusil, la causa
del rey y pura fe.

Perdí todo pero no me arrepiento. Confío en la virgen y en mis oraciones. No somos asesinos, somos jinetes del señor,
aunque a veces la sangre nos nubla la piedad y la misericordia. La lucha a cuchillo es pa´ guapos y gana siempre el más
vivaracho. Meses luché junto a los hermanos yumbelinos, Juan de Dios y Dionisio Seguel, el primero fusilado después
de El Quilmo en septiembre del añopasado.

En pleno combate, O` Carroll fue laceado por el capitán Alarcón quien lo llevó donde Picó. Nadie es- cuchó sus plegarias
y rápidamente se le fusiló con cuatro soldados. El enemigo, en pocos minutos, perdió a trescientos soldados y tomamos a
veintitrésprisioneros, sin contar a los que huyeron junto a Viel.

Esta guerra se pone más cruel y ahora, tras haber dado muerte a O` Carroll, el aguacero vendrá peor pero que le hacen
un par de pulgas más a un quiltro.

Su amigo más desconocido Norberto Marín, miliciano de Rere

Yumbel, 24 de septiembre de 1820

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
VENGANZA EN TARPELLANCA
(26 DE SETIEMBRE 1820)

Querida madrina:

Espero poder ir pronto a verla. Cuídese harto de esa tos que le oí la última vez, y pierda cuidado por mí que ya
volveré a comer sus ricos pancitos amasados. Le cuento que seguimos resistiendo, con favor de Dios, pero no va fácil.
Lea esto para enterarse y después quémelo.

La mañana del 26 de setiembre, encontramos a la tropa enemiga del mariscal Alcázar en el sector del Puente Perales, en
uno de los vados del río Laja, en dirección a Yumbel. El viejo Alcázar, de 67 años, es un conocido de la zona y especial
enemigo de estas tierras. Venía marchando con el Batallón de Caza- dores de Coquimbo, más cuarenta y cinco artilleros,
doscientos indígenas y cerca de milciviles.

El traidor, Alcázar, que había sido capitán de dragones del rey, fue juzgado como tal junto a sus diecisiete oficiales del
batallón Coquimbo. El 28 de setiembre fueron llevados a la hacienda de San Cristóbal, en las cercanías de Yumbel, donde
fueron asesinados a sable, lanza y balazos. El cacique Catrileo fue el primero en lancear aAlcázar.

En menos de una semana, el enemigo perdió a dos altos oficiales de sus filas. En la tropa con- versamos contentos
pero preocupados, y apenas creemos estas victorias. Si pudiésemos cazar a Frei- re tendríamos una gran oportunidad
de negociar. Resistimos al acecho, con los dientes apretados y el corvo bajo el poncho, para restituir la monarquía y la
cristiandad.

Su ahijado que no se olvida de uste´ Eusebio Arriagada, miliciano de Florida Yumbel, 29 de


setiembre de 1820

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
23 de diciembre de 1820. Gaceta Ministerial, N°75, periódico republicano.
“Estos miserables y degenerados descendientes de los antiguos araucanos,
llenos de los vicios que les introdujeron los españoles, y envilecidos hasta el
extremo de no mantener la menor idea de libertad y de su antiguo esplendor…
solo conservan una sombra del ardor marcial de sus mayores en la ferocidad
brutal con que de continuo se atacan y destruyen mutuamente”.

4 de septiembre de 1821: José Miguel Carrera es arrestado, debido a sus


montoneras en Argentina, y ejecutado en Mendoza.

23 de febrero de 1822: Es colgado y descuartizado en la Plaza de Santiago el


caudillo realista Vicente Benavides. Su cabeza y extremidades fueron puestas
en lanzas en plazas y sitios emblemáticos de la Guerra a Muerte.

28 de enero de 1823: Abdicó Bernardo O’Higgins. Una expedición militar de


Ramón Freire, que comandó desde Concepción, lo obligó a renunciar al La cabeza empalada de Benavides en 1822 por
gobierno. Tras dejar el poder, marchó al exilio al Perú donde falleció en 1842 Charles Ellms 1837

A Vicente Benavides se le ejecutó como a un monstruo cuyo sacrificio buscaba exorcizar los males de una guerra dura y cruda que aún no se decidía
a concluir en la frontera mapuche. La pena de horca, suplicio abolido en Chile, fue rescatada de su destierro, dado lo extraordinario del
acontecimiento. “El 23 de febrero, a las once de la mañana, Benavides era sacado de la cárcel, i arrastrado en un serón, era conducido hasta el pie
de la horca que se levantaba en la plaza. La ejecución se llevó a cabo frente a millares de espectadores, i el cadáver quedó pendiente del cadalso
hasta las entradas en la noche. Entonces fue destrozado por la mano del verdugo, para colocar en escarpias la cabeza, los brazos y las piernas, en
los lugares que habían sido teatro de sus crímenes. El tronco del cuerpo fue quemado esa misma noche en las afueras de la ciudad.”
Barros Arana, Diego. Historia Jeneral de Chile, Volumen XIII, p.438, 439
Mariluán: la restauración del orden en la Araucanía,
1822-1827
RODRIGO ARAYA*

En esta etapa, el protagonismo histórico correspondió principalmente a los


mapuche y, en especial, al cacique arribano Mariluán, figura principal de
su butalmapu. Mariluán o "diez guanacos" en mapudungun, tuvo su
reducción en Adencol, cerca de la actual Victoria.

Freire, desconfiaba de las intenciones de los "indios", siendo para él la


confrontación el mejor argumento para tratar con las agrupaciones
mapuche. De este modo, afirmó: "el proyecto de Mariluan es originado
del estado de apuro en que las reducciones amigas en unión del oficial
Ruiz han puesto probablemente a los de Collico, Boroa y demás aliados
suyos, y seguramente han retrocedido en auxilio de estos. Las bravatas de
los rebeldes son tan despreciables, como si estos que las hacen cuando más
afligidos están."'
Tras constatar de hecho, el fracaso de las negociaciones con los llanistas y
lafquenches, el intendente Rivera escribió a Freire, informándole de las malas
noticias provenientes del sur: "Este suceso convence de la imposibilidad de
formar tratados con hombres que aún no han salido del estado de la naturaleza, y
aun cuando se consiguiese, serían momentáneos, sin ninguna subsistencia, pues no
puede esperarse buena fe de la imbecilidad de aquellos, mucho más cuando no
faltan españoles que saben aprovecharse de su volubilidad y natural inconstancia. “

Rivera a Freire. Concepción, 11 de enero de 1824 en A.N.F.M.G., Vol. 146, s/f.

Lanceros mapuche en el estudio


del fotógrafo, Traiguén, hacia
1890
EN PRIMERA PERSONA Cuesta entenderlo de buenas a primeras, pero gran parte del “conflicto
Mis disculpas a España mapuche” actual es consecuencia directa de esta historia que les
Por Pedro Cayuqueo relato. Lo repiten y hasta el cansancio los lonkos en Ercilla, Lleu Lleu,
13 de Octubre, 2011, The Clinic Makewe y Lumaco, hijos, nietos y bisnietos de aquellos weichafes
caídos en la batalla de Temuco. Pero al otro lado nadie los escucha.
Mucho mejor negocio culpar a los conquistadores y su “barbaridad”
Pocos saben -y básicamente porque a nadie se le enseña en la escuela- que legendaria. “No esperen que resolvamos en cuatro años un problema
los mapuches casi nada perdimos con España. Hasta podría decir que que se arrastra por más de quinientos”, escuché decir una vez desde La
ganamos. Sí, ganamos el arte de la caballería, los textiles, la platería y una Moneda. Hay que ser muy caradura. Mis disculpas nuevamente a
lengua castellana casi tan hermosa como la nuestra. Es cierto, se trató en España.
los inicios de una guerra. De una cruenta y dolorosa guerra de anexión
colonial. Pero la muerte de tres Gobernadores al sur del Biobío fueron más
que suficientes. Sobrevino entonces la diplomacia de las armas y con ella
florecieron en La Frontera el comercio, las artes, la ciencia y la Política. Así
como lo lee, la Política, con mayúscula, que aquello eran precisamente los
Parlamentos. No viene mal recordar, sobre todo en esta fecha, que los
mapuches perdimos nuestra independencia no precisamente a manos de
los ancestros del Rey Juan Carlos. Fue hace no mucho tiempo, poco más de
un siglo, después que Bolivia perdió el mar ante Chile en la llamada
“Guerra del Pacífico”, sin ir más lejos. Aconteció entre los años 1880 y
1886, con presupuestos aprobados en los Congresos chileno y argentino,
tras “democrático” debate impulsado por lo más selecto de la elite
dirigencial de ambas repúblicas… Estimado lector, estimada lectora: que no
le sigan pasando en octubre gato por liebre. El conflicto actual no tiene 500
años como insisten autoridades y uno que otro periodista despistado. A lo
más, 130 años.
ASALTO ALINARES
(26 DE ABRIL 1823)
Padre querido:

Espero que entienda y disculpe mis tres años de no dar señales de vida. Quizá ha pensado que estaba muerto,
pero no me atreví a escribirles porque el enemigo podía capturar la carta y tomar justicia contra ustedes. ya
sabe que nos han declarado bandidos. Como se lo prometí, sigo luchando por la causa. Por favor, siga diciéndole
a mi madre que trabajo en Valparaíso para evitarle sustos. Hace un par de días tuvimos un buen triunfo, que le
quiero aprovechar de contar, ya que de otro modo esdifícil que se entere.

Se advirtió a los vecinos que no salieran de sus hogares, y se saqueó la casa del gobernador. Todo el ataque
demoró menos de una hora y media. Abandonamos Linares para esconder lo que robamos y enterrar a nuestros
cinco camaradas muertos.

Espero que Dios interceda y que su reino vuelva a mandar en estas tierras que han perdido la razón.

Su hijo que volverá con laureles de gloria de la restitución


Sergio Díaz , guerrillero de Arauco
Talca, 29 de abril de 1823

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
El combate se desarrolló en las Vegas de Saldías, ubicadas cerca de Pinto a orillas
de río Chillán, comenzando la noche del 9 de octubre de 1821 y continuando el día
siguiente

En la batalla, los montoneros de Benavides perdieron más de 200 hombres entre


muertos en la lucha y ahogados, muchas armas.

“Francamente contesta al cargo de su confesión –señaló el fiscal en el juicio a Vicente


Benavides– que ha hecho una guerra sin cuartel: no era extraño que hubiese
llegado al extremo de desconocer las leyes más sagradas de la guerra. Declara que
aunque seamos reconocidos por el rey y la nación española, jura nuestro
exterminio. No es ya pues su ánimo defender la causa del Rey, ni de la Nación
española, sino devastar y matar”.

Como se desprende de los interrogatorios, Vicente Benavides reconoció que su


intención fue proseguir con la guerra, sin importar las derrotas que
experimentaron los españoles en Perú ni la traición que tramaron en su contra los
últimos comandantes hispanos. De ese modo, uno de los sujetos plebeyos que cobró
mayor fama en nuestra historia, expresó, abiertamente, que la guerra que llevaba
a cabo con sus hombres no seguía ningún principio más que su voluntad de resistir
y seguir siendo lo que siempre había sido.

Leonardo León Solis, ni patriotas ni realistas. Investigaciones Barros Arana, 2011


Monedas acuñadas por la resistencia de Vicente Benavides (1819-1821)
Miliciano.

Libro “Los realistas (1810-1826)” de Julio Luqui y Antonio


Manzano. La lanza con cintos rojos y negros en Rancagua
significó “Victoria o muerte”.
1 de abril de 1824: Jorge Beaucheff y Guillermo Tupper, con seiscientos
soldados de línea, fueron vencidos en Mocopulli por un millar de milicianos,
cien voluntarios huilliche y un cañón por José Rodríguez Ballesteros. Tupper,
en 1821, se embarcó para América y en 1822 llegó a Chile. Participó en la
expedición del Perú que lideró San Martín. Ascendió a sargento mayor,
tomó parte de la campaña de Chiloé en 1826 y también de la que se
emprendió en contra de los Hermanos Pincheira en 1827. Participó en los
sucesos de la guerra civil chilena de 1829-1830. Se batió en la batalla de
Lircay, en la que fue hecho prisionero. Luego de rendirse, José Joaquín
Prieto ordenó “hacharlo” siendo ultimado a sablazos, cuestión que fue
llevada a cabo debido al odio contra los oficiales extranjeros alimentado en
la tropa
por los conservadores.

2 de septiembre de 1824: El cura Juan Antonio Ferrebú fue capturado en


Laraquete el 30 de agosto y fusilado en Colcura el 2 de septiembre. Desde
1822, este cura Párroco de Rere, junto a ochocientos vecinos atacó Arauco,
Colcura y San Pedro. Fue el caudillo indiscutido de los indígenas de Arauco.
Su segundo al mando, el capitán español, Juan Sánchez, había muerto en el
combate de La Albarrada, el 11 de abril de ese año. El enfrentar al pelotón
de fusilamiento, Ferrebú increpó diciendo “Mi vida y otras mil que tuviera
las daría gustoso por la causa del rey”.

29 de octubre de 1824: En Nacimiento, emboscaron y decapitaron al


coronel realista Juan Manuel Picó, sucesor de Benavides al mando de las
guerrillas. Al momento de su muerte, Picó contaba con cuatrocientos
cristianos y mil doscientas lanzas del cacique Marilúan.
MILAGRO EN MOCOPULLI
(1 DE ABRIL 1824)

Querido padrino:

Tanto tiempo sin saber de usted. Espero que su familia esté disfrutando de muy buena salud en Chillán. Cuénteme,
si le es posible, cómo va la guerra por sus tierras y cómo se las han arreglado los curitas franciscanos desde que les
cerraron el colegio.

Yo sigo a pie firme acá en Chiloé. Está bien fea la cosa, hay mucha escases de alimentos y ha costado mantener las
siembras por falta de hombres para el trabajo. A pesar de todo esto, la asamblea ha decidido seguir peleando.

Con la división insurgente parapetada en un bajo, comenzó una balacera de más de dos horas. El otro oficial
europeo, Rondizzoni, puso a disposición su batallón número 7, pero no fueron capa- ces de doblegarnos.

En una gesta sin igual, soldados, milicianos, curas, oficiales y huilliches vencimos a las divisiones de Santiago. Vergüenza
infinita para el ejército insur- gente que dejó trecientos muertos en los campos de Mocopulli, por un grupo de chonchos
como dicen los viejos. Entre sus finados tuvieron catorce oficia- les. Nosotros lamentamos también unos ciento veinte
muertos, casi todos milicianos y huilliches. Cumplimos con nuestro deber y espero que no se olvide, ya que en el
continente loocultarán.

Su ahijado que siempre le recuerda Jacinto Rodríguez , cazadores de Chiloé Castro, Chiloé, 2 de
abril de 1824.

Extracto de carta del libro Sureños a las armas de Ángelo Guíñez Jarpa.
13 y 14 de enero de 1826. En el Combate de Pudeto, del día 13, Guillermo Bell
derrotó al gobernador Quintanilla, y al siguiente, en el Combate de Bellavista, José
Manuel Borgoño y Ramón Freire lograron la redición del Gobernador y la entrega de
Chiloé a la república de Chile.

4 de febrero de 1827: Los caudillos realistas Miguel de Senosaín y Tiburcio Sánchez


se rinden a cambio de un indulto en Yumbel. Sus partidas incluían a unos cuarenta
españoles. Algunos volvieron a la península, otros se instalaron pacíficamente en
Chile y los más fieles se
unieron a los hermanos Pincheira.

14 de enero de 1832: Batalla de las lagunas de Epulafquen. El general Bulnes atacó el


campamento del Roble Huacho, en las cercanías de Chillán, con el Batallón
Carampangue el 13 de enero de 1832, atrapando y fusilando a Pablo Pincheira y a
sus subordinados, Julián Hermosilla, Pedro Fuentes y Loayza. Cruzó la cordillera a
Neuquén, por Alico, con dos mil hombres, y arrasó la defensa de los Pincheira. La La Escuadra, al mando del Vicealmirante Manuel
mayoría de los pincheiristas murieron en el ataque, entre ellos los caciques Blanco Encalada; integrada por la fragata
Neculmán, Coleto y Trenquemán. En total, tuvieron doscientos muertos y seiscientos “O’Higgins”, corbetas “Independencia” y
hombres capturados. José Antonio Pincheira, finalmente, se entregó y recibió un “Chacabuco, bergantines “Galvarino” y “Aquiles”.
indulto del presidente Prieto. Fue contratado como empleado en la hacienda del La Escuadra y el convoy zarparon de Valparaíso
presidente. Así, el último de los defensores del rey de América, murió como un rumbo al sur el 27 de noviembre de 1825.
legendario anciano
Archipiélago de Chiloé
Gobernador de Chiloé (1817-1826)
Antonio de Quintanilla y Santiago

Escultura por Jorge Rodolfo Marsch


Ataque a los Pincheira en Neuquén
1832, en laguna Epulafquen.

Autor Alfredo Lahaye Chávez.


Bibliografía recomendada

• Los defensores del rey, Fernando Campos Harriet.


• Colección de historiadores y de documentos relativos a la independencia de Chile: tomo III, Mariano Torrente.
• Revista de la guerra de la independencia de Chile, José Rodríguez Ballesteros.
• Ni patriotas ni realistas, Leonardo León Solís.
• Qué vienen los montoneros, Edmundo Vega Miquel.
• Viva el rey, Gaceta del Gobierno de Chile (1813-1817).
• Quintanilla y Chiloé, Manuel Marín.
• La historia ocultada, Federico Rivanera Carlés.
• Chacabuco y Vergara, Manuel Torres Marín.
• Memoria Histórica sobre la Revolución de Chile desde el cautiverio de Fernando VII hasta 1814. Fray Melchor Martínez.
• La involución Hispanoamérica, Julio C. González.
• Los Pincheira, Isidro Belver.
• Ideario y ruta de la emancipación chilena, Jaime Eyzaguirre

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