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TRATAMIENTO
DE
ERRORES
Universidad Nacional Experimental Marítima del Caribe
Manual de Laboratorio de Física I
Práctica Nº 2 – Tratamiento de Errores
PRÁCTICA Nº II
TRATAMIENTO DE ERRORES
Objetivos de la Práctica
Conocer el error asociado a una medida y la influencia que tiene sobre ésta.
Introducción
El conocimiento del valor de una medida, así como el de su error, dan un pleno
significado a la observación realizada y a las consecuencias que de ella se derivan. El
error proporciona un margen de fiabilidad para la magnitud determinada empíricamente,
que será más fiable cuanto menor sea el error.
El tratamiento estadístico de los errores pasa por su sistematización mediante una serie
de principio y métodos reunidos en lo que se conoce como Teoría de Errores. Esta
Teoría no solo permite conocer la influencia de los errores en un experimento, sino
también establecer criterios de validez general que posibiliten la comparación de los
resultados obtenidos por personas o grupos diferentes.
Tipos de Errores.
Para poder analizar una medida, antes debemos conocer la procedencia de los errores
que influyen sobre ella. Tomando en cuenta este criterio, podemos agrupar los errores
en cuatro categorías:
Son los causados por las fluctuaciones de posibles variables (por ejemplo, cambios
de temperatura, presión, humedad, etcétera), y que son obviados durante el
experimento debido a que no podemos controlarlos. Esto les confiere un carácter
imprevisible (aleatorio) e inevitable, de manera que se distribuyen al azar y pueden
tratarse estadísticamente.
Mientras que el efecto que ejercen los primeros sobre la medida no puede ser
cuantificado (cuando seamos concientes de su presencia debemos repetir el experimento
de nuevo), el efecto de los segundos sí pueden cuantificarse. Para este fin, utilizaremos
las técnicas que presentamos a continuación:
Una vez que se tiene una estimación del error cometido, éste debe aparecer junto al
valor de la magnitud medida experimentalmente, de manera que el resultado completo
aporte información sobre el valor de la magnitud y sobre la calidad de su medida. Esto
se hace indicando los Errores Absolutos (Δ), y/o Errores Relativos (ε). Pese a que la
información suministrada por cada uno de estos errores es básicamente la misma, es su
empleo en un caso u otro lo que los hace complementarios, tal y como veremos a
continuación.
El Error Absoluto se expresa en las mismas unidades que la medida (x) a la que
acompaña, y permite comparar directamente ésta con su imprecisión. Según esto, el
resultado final deberá expresarse como:
Magnitud = (x ± Δ) unidad
En ocasiones, el Error Absoluto suele indicarse con “δx” para realzar que es (o debe ser)
relativamente pequeño en comparación con la magnitud medida.
Cuando se llevan a cabo una serie de medidas con distintos aparatos o con el mismo,
pero diferentes escalas, es necesario disponer de algún modo de comparar la calidad de
éstas. En este caso recurrimos al Error Relativo (ε):
x
(%) 100
x
Para ver la importancia de este último tipo de error, consideremos el siguiente ejemplo,
en el que se han medido dos masas, m1 y m2 con dos balanzas distintas; la primera con
precisión de centígrados y la segunda de decigramos. El valor de estas masas resulta ser:
ε1 ≈ 0,8 % y ε2 ≈ 0,07 %
de donde se puede deducir que la medida m 2 es mejor que la de m1, a pesar que
esta última se ha medido con una balanza de mayor precisión.
esc acc
esc + acc
Aunque a veces suele tomarse el mayor de los dos como el error asociado a la medida,
el conocimiento de ambos es importante para saber dónde radican los mayores
problemas a la hora de realizar el experimento.
El criterio para decidir qué Error de Escala tenemos que tomar en cuenta depende
básicamente de cómo ofrece la medida el aparato de medición. Según sea el caso,
distinguiremos los siguientes tipos de aparatos:
- Aparatos Digitales.
Este es el caso de un multímetro, por ejemplo, donde la apreciación del aparato queda
expresada implícitamente en el número de dígitos que es capaz de mostrar éste en
pantalla. En este número, sin embargo, hay un redondeo de la última cifra, por lo que el
verdadero valor de ésta no lo conocemos con exactitud (en un redondeo siempre se
pierde información) y, por lo tanto, el error asociado a la medida será del orden de la
precisión del aparato.
- Aparatos Analógicos.
Un tercer tipo de aparatos cuyo uso está más extendido en Química o Biología que en
Física son los que ya vienen Aforados o Calibrados de fábrica, de manera que si se
realiza el experimento con sumo cuidado y respetando las indicaciones sobre su
utilización, el error cometido es el que aparece impreso sobre el propio instrumento. No
obstante, este tipo de aparatos suelen ser lo suficientemente precisos como para
despreciar el error que se comete al medir con ellos si se utilizan correctamente. Un
ejemplo de este tipo de aparatos son los matraces aforados.
Si alguna de las medidas del conjunto de valores tomados se aparta demasiado del resto,
es posible que se haya cometido algún tipo de error al realizar el experimento. En los
casos en los que suceda esto conviene eliminar los datos correspondientes, no
teniéndolos en cuenta a efectos de cálculo y repitiendo de nuevo el experimento.
Una vez seguros de que los errores debidos a los aparatos de medida (o a nosotros
mismos) son mínimos y de que poseemos un número aceptable de mediciones, daremos
el valor de la magnitud medida utilizando el concepto de media aritmética. Supongamos
que hemos realizado N medidas: x1, x2,… xn, de una determinada magnitud x. El valor
promedio o media aritmética se expresa como:
x i
x i
Aunque se puede demostrar con todo rigor por qué es éste el valor que ha de darse a la
magnitud medida, nos limitaremos a dar sólo una justificación intuitiva. El argumento
se basa en la simetría que presenta la distribución gaussiana de los datos, la cual nos
indica que la probabilidad de cometer un error en la medida por exceso es igual a la de
hacerlo por defecto, con lo que ambos quedan compensados de algún modo.
El máximo central, que no queda compensado, representará por tanto el valor promedio
de la magnitud medida. En el ejemplo tratado, el tiempo que tarda el péndulo en
completar una oscilación será 1,24 s, que es el valor correspondiente al pico central de
la gaussiana ajustada al histograma.
Cuando tenemos dos medidas, x1 y x2, la probabilidad de que x1 sea el valor real de la
magnitud a determinar es exactamente igual a la de que lo sea x 2, razón por la cual el
valor de la magnitud que consideraremos será:
x1 x2
2
Sin embargo, como es posible que el valor exacto esté entre x1 y x2, la incertidumbre
será:
x1 x2
x1 x2
2
Desviación media
xi
i x
Sin embargo, la anterior cantidad no resulta ser el mejor estimador del error cometido,
ya que el margen suministrado sobreestima el error de la medida. Con el fin de subsanar
dicha sobrestimación suele emplearse la varianza o desviación cuadrática media,
definida como:
i ( xi x)
2
Esta cantidad nos da una idea de la dispersión de los datos respecto de la media, aunque
a efectos de comparar (dimensionalmente) con el valor medio lo que se utiliza es la
desviación típica o desviación estándar, que es la raíz cuadrada positiva de la varianza:
(x x)
1
2
i
N
(x 1 x )2
' i
N 1
que en rigor es más correcta, aunque a medida que el número de valores N aumenta, la
diferencia entre ambas es menor. No obstante, cuando hablemos de la desviación típica
de una medida, nos estaremos refiriendo a la segunda de las definiciones, que
designaremos con ’.
1 2
2 (x) 2
N2 N
donde se ha supuesto que la desviación típica de cada una de las series es igual ( ) . El
error, por tanto, será su raíz cuadrada:
N
que deberemos adjuntar a la media cuando se lleven a cabo distintas series. Este
resultado nos aporta información sobre la dispersión de la media.
Propagación de Errores.
Por el momento sólo hemos visto cómo estimar el error asociado a magnitudes medidas
directamente. Sin embargo, hay ocasiones en las que la magnitud de interés no podemos
obtenerla así porque es una función de otras que sí podemos determinar
experimentalmente, de manera que estimar su error no es una tarea tan sencilla. En
estos casos estudiaremos cómo afectan los errores de las distintas magnitudes medidas
sobre la que nosotros queremos obtener. Esto ocurre, por ejemplo, cuando queremos
conocer la densidad de un líquido midiendo de forma directa su masa y el volumen que
ocupa.
Una forma de obtener una primera estimación del error de una magnitud derivada es
considerando que los errores de las distintas variables de las que depende son
suficientemente pequeños en relación a sus respectivas variables ( x x x ).
f
f ( x1 x1 , x 2 x 2 ,...., x N x N ) f ( x1 , x 2 ,...., n N ) xi
xi
Y como:
z f ( x1 x1 , x 2 x 2 ,...., x N x N ) f ( x1 , x 2 ,...., n N )
z
z xi
xi
Cuando el error es demasiado grande como para que no se puedan despreciar los
órdenes más altos respecto al primero en el desarrollo de Taylor, deberemos emplear
desviaciones típicas (que, después de todo, es la forma en que se dan los errores) en vez
de diferenciales. De continuar con la regla que acabamos de analizar obtendríamos una
sobrestimación del error (lo cual tampoco es tan malo).
Consideremos dos masas, m1 y m2 , que han sido medidas cada una con una balanza
diferente, cuyas precisiones son m1 y m 2 respectivamente. Si sumamos ambas
masas tendremos M = m1 + m2 , que, de acuerdo con lo visto antes, tendrá un error:
M M
M m1 m 2 m1 m2
m1 m2
De igual modo, si restamos las dos masas, la masa total será: M = m1 – m2, pero el
error de M no será la diferencia de los dos errores, ya que tendremos:
M M
M m1 m2 m1 1m2 m1 m2
m1 m 2
De este modo, el error absoluto total de una magnitud que se obtenga como la suma o
resta de otras es siempre la suma de los errores absolutos de cada una de las magnitudes
necesarias para calcularla.
Consideremos que queremos conocer el voltaje, V, entre los bornes de una resistencia,
R. Según la ley de Ohm, tenemos que V = IR, donde I es la intensidad de la corriente
que pasa a través de la resistencia. Si los errores asociados a I y a R son I y R
respectivamente, el error absoluto del voltaje será:
V V
V I R RI IR
I R
Esta expresión se puede escribir de una forma más compacta dividiéndola por V, ya que
entonces tendremos:
es decir, el error relativo de la magnitud de interés será la suma de los errores relativos
de las medidas experimentalmente:
V 1 R
V V V V ( 1 R )
expresión que puede simplificarse dividiendo ambos términos por “v”, como hicimos
antes. De este modo, al final llegamos a que:
v d d t t d d t t d t
v t v t2 v dt s t2 d t
o equivalentemente,
V d t
Balanza.
Cronómetro.
Cinta Métrica.
Vernier.
Tornillo Micrométrico.
Termómetro.
Metras.
Figuras Geométricas.
Método a Seguir
Se realizarán medidas con los diversos instrumentos señalados por el Profesor, con la
finalidad de constatar los diversos errores que se pueden cometer utilizando un mismo
instrumento, así como verificar las diferentes lecturas que pueden tener diferentes
observadores sobre un mismo objeto.
Para este efecto, es necesario tomar un gran número de datos para verificar que en
diferentes posiciones o en diferentes momentos los valores pueden discrepar.
Finalmente se deben aplicar los diferentes métodos para obtener los errores de las
medidas realizadas.
Procedimiento Nº 1.
Con los objetos asignados por el Profesor, cada estudiante debe realizar 10 medidas con
dos instrumentos diferentes (por ejemplo, un Vernier y un Tornillo Micrométrico), y
llene la siguiente Tabla.
Procedimiento Nº 2.
Procedimiento Nº 3.
Procedimiento Nº 4.
Tome una Cinta Métrica, una metra y un Cronómetro; defina verticalmente un punto
inicial y un punto final, y calcule el tiempo que tarda la metra en hacer el recorrido en
caída libre. Tome 10 medidas.
Tiempo Medido
t1
t2
t3
t4
t5
t6
t7
t8
t9
t10
Altura Inicial
Altura Final
En todo caso exprese sus resultados en las respectivas unidades, así como en el Sistema
Internacional. Trabaje con 2 cifras decimales.
Cuestionario
1.- Especifique los Errores Sistemáticos, Personales y de Escala que pudieron haber
ocurrido durante sus mediciones.
2.- Calcule Usted los Errores Absolutos y Relativos de todas sus medidas e indique así
mismo los posibles Errores de Escala debido a los aparatos utilizados.
3.- Represente los valores de sus Tablas en un Histograma y calcule el Valor Promedio
o Media Aritmética en cada caso.
4.- Donde sea aplicable, calcule la varianza o desviación cuadrática media, así como la
desviación típica o desviación estándar,
5.- Calcule la Propagación de Errores en sus Sumas y Restas respectivas llevadas a cabo
al ordenar sus datos.
6.- Calcule el área y el volumen (con sus respectivos errores) del sólido utilizado en el
Procedimiento Nº 2.
7.- Haciendo uso de las ecuaciones de cinemática, utilice los datos obtenidos en el
Procedimiento Nº 4 para encontrar el valor de la gravedad, con su respectivo error.
Bibliografía
Alonso, M. y Finn, E.
Física, Vol I (Mecánica). Fondo Educativo Interamericano, S.A., Bogota, 1985.
Halliday y Resnick.
Física, Vol. I. Ed. CESA, México, 1974.