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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para la Educación


Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”
Barquisimeto – Estado – Lara.

Ensayo.

Participantes:
Yuliannis Giménez CI: 26.305.120.
Facilitador:

Curso:
Artes Plásticas.
A través de los años las diferentes poblaciones del mundo, van desarrollando sus propias
culturas que se van formando por su manera de vivir ya sea filosófica, espiritual, normativas
jurídicas, ciencias, tecnologías, economía, comercia, educación y todo lo que hace vida en
localidades. La primera teoría estética de algún alcance fue la formulada por el filósofo Platón,
quien consideraba que la realidad se compone de formas que están más allá de los límites de la
sensación humana y que son los modelos de todas las cosas que existen para la experiencia humana.
Los objetos que los seres humanos pueden experimentar son ejemplos o imitaciones de esas formas.
Cada época como también cada creador o cada ser humano, en general tiene unos valores
estéticos propios, en este sentido, podemos considerar el arte como una experiencia estética.
Explorar el mundo del arte se sitúa en los aspectos sensibles del ser para explorar sus posibilidades
y desde allí experimentar y conocer respecto de sí mismo y respecto de lo que nos rodea, con el fin
de concretar ideas y conceptos, utilizando unas tecnologías que presentan, representan y construyen
sentido a través de una utilización consciente e inconsciente de signos y símbolos.
Para el arte es vital el aporte de disciplinas que tienen que ver con el estudio del ser y de la
sociedad, tales como la estética, la filosofía, la ética y la sociología, puesto que ellas a través de los
siglos han estudiado el arte y han aportado discursos para conocer más a fondo el sentido del arte y
de la vida de los artistas.
En el mundo clásico, la relación entre lo que modernamente se ha llamado estética y la ética
es incuestionable. Entre algunos pensadores se impuso la tesis de que el propósito del arte era
deleitar e instruir, un principio que se mantuvo incuestionado, en términos generales, prácticamente
hasta el siglo XVIII. El dogma moderno sería que la finalidad del arte es encarnar la belleza y el
romanticismo en su conjunto.
Con la aparición de la estética en términos de su definición intelectual ésta debe ser puesta
en relación con procedimientos de definición del arte, es decir, con una economía y un mundo del
arte particulares, puesto que los conceptos toman vida en un “mundo del arte”. Ambos están
configurados por espectadores y por un público que aprecian las obras de arte en el seno de
instituciones como los salones, las salas de ópera o de conciertos y los museos.
Ya que la estética es el dominio de la filosofía que estudia el arte y sus cualidades, tales
como la belleza, lo eminente, lo feo o lo sublime, en épocas anteriores  los artistas empezaron a
cuestionar los enfoques tradicionales de la estética, según los cuales el arte era la imitación de la
naturaleza y que las obras de arte eran tan útiles como bellas. 
El arte y la belleza han ido cambiando a veces para bien y otras las se han convertido en
mal. Lo que se puede hacer no volverse aburridos ni copistas. El pensamiento vano de obviar la
belleza como una búsqueda sin sentido del hombre ante la dificultad de pensar en ella es estancarse.
La salida está en redescubrir la perfección de nuestro hacer en la naturaleza y si es posible
superarla. El concepto de belleza ha variado o quizás se ha perdido en el tiempo ya que es un arte y
se ha adaptado al contexto histórico.
Si se remonta al renacimiento en los que había tiempo de iluminación e inspiración, uno de
los mejores representantes fue Leonardo Da Vinci, el cual tomaba las formas naturales, las
estudiaba, las conceptualizaba y obtenía grandes maquinas o bellas composiciones artísticas que
hasta hoy se siguen descubriendo nuevas cosas sobre ellas.

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