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“Solo reconocemos una ciencia, la ciencia de la historia”.

“Lo que importa pues en el estudio de la ciencia es el asumir el esfuerzo del concepto”.

“El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, politica e
intelectual en general. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, por el
contrario es su ser social lo que determina su conciencia”.

“Lo verdadero es el todo”.

“La filosofia de una época histórica no es, por consiguiente, otra cosa que la historia de dicha
época; no es otra cosa que la masa de variaciones que el grupo dirigente ha logrado
determinar en la realidad precedente: historia y filosofia son inseparables en ese sentido,
forman un bloque”.

“Todo depende de que lo verdadero no se aprehenda y se exprese como sustancia, sino


también y en la misma medida como sujeto”.

I) La historia busca a la ciencia al igual que las demás ciencias sociales, pero asume la ciencia
como un hecho positivo es decir, como la mejor forma de conocimiento posible para alcanzar
la verdad mas no cuestiona la racionalidad científica como un producto histórico, como una
forma de conciencia social propia de la modernidad capitalista inaugurada por el
cartesianismo.

De modo que la ciencia detrás de la que la historia y las demás ciencias del hombre corren
apresuradamente no es un sinónimo de saber ni de conocimiento correcto como impera según
la difundida concepción de ciencia de Bunge y sus correligionarios, es un producto socio
histórico y como tal producto hay que problematizar la certeza y la eficacia del conocimiento
científico.

Se tiene la impresión de que la certeza y la eficacia de la ciencia no es un problema dado que


se le presupone como un conocimiento correcto, la dialéctica entonces se plantea como la
superación de la ciencia como forma de conocimiento, superación que implica la integración
del conocimiento científico a una totalidad que la contiene como un momento necesario
dentro de su propia constricción.

Esta superación del conocimiento científico en la dialéctica permite derribar la demarcación en


el ámbito de las ciencias del hombre y la sociedad. La demarcación de las ciencias sociales en
disciplinas es una distinción gremial con la cual se utiliza el saber cómo un modo de
legitimación del poder que tiene su origen en Ranke y Comte y es a su vez una operación
epistemológica ligada a la síntesis social de la modernidad capitalista. En esta demarcación
subyace un ánimo tecnocrático que no cuestiona la ciencia como una forma de conciencia sino
que pretende conseguir el conjunto de procedimientos adecuados para hallar ese fundamento
absoluto del que la historia y las ciencias sociales adolecen. Todas las ciencias sociales en su
conjunto en los cursos introductorios pretende identificar un objeto de estudio, una
metodología de abordaje y además intenta realizar con éxito las operaciones que en el campo
de las ciencias naturales han logrado los físicos y los químicos, de modo que intentan
responder a la pregunta de cómo hacer en las ciencias sociales en general y en la historia en
particular para lograr el nivel de exactitud que los cultores de las ciencias naturales han
logrado en sus campos del saber?

Entonces los problemas fundamentales de la historia y las demás ciencias del hombre serian
delimitar el objeto y el método de las disciplinas, estos problemas aun obedecen a las
necesidades gremiales derivadas de la demarcación de las ciencias sociales esta demarcación
pretende hallar algo que es imposible, que el espíritu de especialidad disciplinar se erija como
un campo de saber autónomo, el objeto de las ciencias sociales que es el hombre y su mundo
circundante, es un objeto compartido por todas las disciplinas que la integran y la consecución
de un método adecuado para el abordaje de ese objeto compartido presupone una separación
irreductible entre el sujeto y el objeto, supone que en el ámbito de las ciencias del hombre
tanto el sujeto como el objeto son distintos y que estos últimos existirían aunque la percepción
sensorial que el sujeto que lo aborda desaparezca, parte de una objetividad cosificada
entendida como ausencia de coloración subjetiva, ausencia que impide encontrar un conjunto
de reglas formales que se adecuen a cada objeto y a cada disciplina.

El fundamento único que puede ser el cimiento para una ciencia del hombre totalizadora ya no
es la practica científica como lo presenta Arostegui, es necesario poner como fundamento la
praxis socio histórica de la producción, producción en un sentido amplio que abarca tanto la
praxis de reproducir los medios inmediatos de existencia, hasta la racionalidad científica como
forma de conciencia social de la modernidad capitalista. La praxis socio histórica de la
producción es social e histórica por ende se adecua a la naturaleza del objeto compartido por
las ciencias sociales, una de estas cosas producidas social e históricamente es la verdad, no el
ideal de verdad como una propiedad de los enunciados que guardan correspondencia con sus
objetos sino la verdad entendida como la producción de la realidad en su totalidad, dentro de
esta totalidad dialéctica también el objeto es producido de manera histórica.

Este concepto histórico de verdad de las distintas praxis socio históricas de producción
constituyen las distintas formas de verdad, las ciencias sociales como practicas históricamente
determinadas que coinciden con la praxis de la producción de la vida son propias de una
concepción de la historia basada en la dialéctica materialista, asi de este modo la ciencia es
una forma de conciencia social ideológica.

Hemos caracterizado la ciencia es una forma de conciencia social ideológica inaugurada por el
cartesianismo le atribuimos un papel axial en el ámbito de la explicación a los
condicionamientos socio históricos de la ciencia, no como un intento de disolver la
"subjetividad" en la "objetividad" cosificada de la ideología, ni tampoco perimir al sujeto en
estas condicionantes; sino más bien la operación inversa, explicitar esta subjetividad en base a
las especificidades en que se produce que son por definición ideologicas; ya que todas estas
especificidades siendo un producto de la propia actividad humana que se entrega al trabajo
continuativo de seguir existiendo, tienen como fundamento ultimo; la vivencia, la expresión y
la comprensión de esta vivencia, como toda vivencia, actividad practica, y por ende situada
históricamente, lo cual no implica que dichas condicionantes tengan una validez esencial
definitiva o una especie de carácter inmutable, puesto que se resignifican con el transcurso de
su devenir y poseen particularidades inherentes al grupo social concreto del que son expresión
por ende la caracterización de "ciencia" por autores como Bunge o Popper es erronea porque
aun concibe la ciencia como sinónimo de verdad y conocimiento correcto y no como forma de
conciencia social esto implica dos ejercicios de hermenéutica en apariencia antagónicos que se
utilizan como momentos subordinados dentro de la construcción de una dialéctica histórica
que permita incorporar al conocimiento científico a la totalización histórica de la que es
expresion esto impugna ese dogma corriente según el cual la falencia epistemológica común a
todas las ciencias sociales, lo que imposibilita su caracterización como "ciencias" dentro del
marco heredado por las ciencias naturales está sustentada en un modelo teórico que asevera
cosas del estilo: "no es ciencia porque nunca puede probar sus teoría y quiere ser sujeto y
objeto de su estudio" o "no es ciencia porque siempre se refutan entre historiadores o
filósofos y nunca logran acuerdos entre escuelas", "si las humanidades fuesen un conjunto de
ciencias no existirían tantas escuelas y disciplinas" o "no pueden establecer leyes ni predecir lo
que ocurrirá como lo hace la verdadera ciencia" eso supone el detenimiento del conocimiento
este no progresaría ya que siempre conocemos sublimando un conocimiento previo ya sea
confirmándolo, rectificándolo o refutándolo, siempre es por una mediación que adquirimos
saber

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