Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
47
Capítulo III
Premisas Filosóficas para la Investigación Social
El objeto del materialismo histórico debe reflejarse también
en las categorías científicas. En la sociedad, en tanto que objeto
material, existen y rigen también leyes objetivas. En este sentido,
dicho objeto no se diferencia en absoluto de los demás objetos
materiales. No obstante, la sociedad es un objeto de investigación
muy especial. Las categorías de las ciencias naturales, elaboradas
sobre la base de los fenómenos naturales, y los conceptos
filosóficos más generales no pueden reflejar y expresar el carácter
específico de la vida social. Por eso, en el proceso del conocimiento
de la vida social, el materialismo histórico elabora sus propias
categorías, recurriendo, con ese fin, a los adelantos de todas las
ciencias sociales.
El objeto de la investigación determina también la
composición de las categorías del materialismo histórico. Las
categorías fundamentales de éste son las que reflejan, bien los
aspectos esenciales de la vida social, comunes a todas las fases
del desarrollo histórico (ser social, conciencia social, modo de
producción, base, superestructura, etc.), bien la unidad interna y
la integridad de la sociedad en cada una de sus etapas (formación
socioeconómica, régimen de la comunidad primitiva, formación
esclavista, formación feudal, capitalismo, socialismo). Además, en
el materialismo histórico existen categorías que reflejan unos y
otros aspectos de la vida social propios sólo de algunas y no de
todas las formaciones, pero importantes para comprender el
desarrollo de éstas (clases, Estado, política, guerra, etc.).
La sociedad se presenta ante la visión mental del hombre
como una red de fenómenos, acontecimientos y procesos
concatenados. Lenin escribía: <Las categorías son peldaños de la
escala de conocimiento del mundo, son los nudos de la red que
ayudan a conocerla y a dominarla^1 Resultado del análisis de la
vida social y de la penetración de la esencia de ésta, las
categorías del materialismo histórico vienen a ser un determinado
balance del proceso de conocimiento. Al propio tiempo sirven de
puntos de apoyo en el avance del conocimiento partiendo de lo
conocido para descubrir la incógnita, de medio para asimilar la
diversidad real de la vida social y para dominar la compleja red
de fenómenos sociales. Dicho en pocas palabras, las categorías
son resultado y medio del proceso de conocimiento.
49
Capítulo III
Premisas Filosóficas para la Investigación Social
explicación de la misma. Para comprender el ser social, es preciso
conocer sus propias leyes.
En todos los fenómenos y procesos materiales existen y
rigen leyes objetivas específicas. El destacar el ser social como
base material de toda la vida social tiende el camino para
dominar las leyes del mismo, es decir, las leyes a que obedece la
historia. En ello se manifiesta igualmente la significación del
materialismo para el conocimiento del proceso social.
Sobre la base de la vida material de la sociedad, a partir de
la diversidad de las relaciones sociales y de la actividad de los
hombres, nace la conciencia social, o sea las distintas ideas,
concepciones, teorías, representaciones, sentidos sociales, etc.,
mediante la cual el hombre, los grupos y la sociedad entera
asimilan espiritualmente el mundo circundante, adquieren
conciencia de su propio ser y resuelven los problemas que se les
plantean. La conciencia es un elemento indispensable de la vida
social, ya que esta última es, en todas sus manifestaciones, fruto
de la actividad del hombre, ser consciente. Y el carácter, el nivel y
las tendencias del desarrollo de la conciencia social vienen
condicionados, a la postre, por el ser social, aunque la interacción
real entre ellos, como veremos más adelante, es muy compleja y
multiforme.
Así, en los conceptos del ser social y de la conciencia social
se resuelve el problema, fundamental de toda teoría filosófico-
sociológica: el problema de qué principio -el material o espiritual
es el primario, principal y determinante en la vida social. La
solución materialista del problema implica el reconocimiento de la
primacía del ser social respecto de la conciencia social; es la base
de la concepción materialista de la historia, y las categorías
mencionadas son de valor básico para todo el sistema de
conceptos del materialismo histórico.
Ahora bien, por importante que sea el principio
materialista del análisis de la vida social, su aplicación
consecuente no es posible sin poner en claro el problema de si el
objeto sometido a investigación es inmutable o se halla en proceso
de desarrollo y en qué conceptos -inmóviles, absolutos o
variables, relativos y flexibles- hay que reflejarlo. En nuestro
dinámico siglo, cuando ante los ojos de una generación se operan
colosales cambios en la vida social, la respuesta a esta pregunta
aparece de por sí clara. Por supuesto, la sociedad se desarrolla, y
50
V. Kelle y M. Kovalzon