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Palabras clave:
Ventilación mecánica
The clinical situation of a patient with acute respiratoy failure, indicates the level of care and
mechanical ventilatory support required. The aims of mechanical ventilation are to correct
hypoventilation, improve oxygenation and oxigen transport and reduce the work of breathing.
Nursing care of patients under mechanical ventilation varies according to their state and the
ventilation mode. When establishing a care plan, nurses identify the objectives, which will be
useful to measure the interventions. These interventions include aspects related to monitoring
and indicate whether or not the objectives are met. In this article the items that allow monitoring
of a patient under mechanical ventilation grouped into general monitoring and respiratory
monitoring are reviewed.
Keywords:
TEXTO COMPLETO
Formación
P. Bazan1
E. Paz2
M. Subirana3
Diplomadas en Enfermería
2
Servicio de Cuidados Intensivos de Cirugía Cardíaca. Hospital de Sant Pau. Barcelona. España
Correspondencia:
Mireia Subirana
08025 Barcelona
E-mail: msubirana@hsp.santpau.es
RESUMEN
PALABRAS CLAVE
SUMMARY
The clinical situation of a patient with acute respiratoy failure, indicates the level of care and
mechanical ventilatory support required. The aims of mechanical ventilation are to correct
hypoventilation, improve oxygenation and oxigen transport and reduce the work of breathing.
Nursing care of patients under mechanical ventilation varies according to their state and the
ventilation mode. When establishing a care plan, nurses identify the objectives, which will be
useful to measure the interventions. These interventions include aspects related to monitoring
and indicate whether or not the objectives are met. In this article the items that allow monitoring
of a patient under mechanical ventilation grouped into general monitoring and respiratory
monitoring are reviewed.
KEY WORDS
Respiratory care. Monitoring. Respiratory monitoring. Mechanical ventilation.
INTRODUCCION
Los procesos patológicos que pueden producir fallo respiratorio o ventilatorio ponen de
manifiesto signos y síntomas relacionados con la hipoxemia. Signos como la taquipnea, el
aumento del trabajo respiratorio, la utilización de músculos accesorios, taquicardia, coloración de
la piel y síntomas como la disnea son útiles para el reconocimiento de un episodio agudo.
Frecuentemente, si el cuadro agudo evoluciona, se acompañan de cambios en la conducta,
objetivándose agitación psicomotriz, agresividad, datos que orientan hacia un estado creciente de
hipoxemia. En el paciente crónico los cambios en la conducta que pueden observarse son debidos
a la hipercapnia, apareciendo somnolencia, bajo nivel de autoestima y rechazo a la participación
activa de su autocuidado. En ocasiones las terapias medicamentosas (broncodilatadores,
corticoides, antibióticos, etc.), las no medicamentosas (oxigenoterapia, fisioterapia y mantener la
vía aérea superior permeable y bien hidratada), y el soporte integral que ejerce el equipo de
enfermería, pueden llegar a estabilizar la función respiratoria e iniciar una mejoría a corto plazo.
Otras veces, el deterioro de la función respiratoria, con alteración en la gasometría, incremento
del trabajo respiratorio, también de la frecuencia, la disnea y los ruidos agregados en la
auscultación de los campos pulmonares y vías respiratorias superiores, presencia de aleteo nasal,
dificultad en la expresión verbal por compromiso respiratorio, y la progresiva alteración del estado
de conciencia, lleva a requerirse la aplicación de la ventilación mecánica (VM), para cumplir el
objetivo interdisciplinario de promover una ventilación cómoda y eficaz, mantener las vías aéreas
permeables, suministrar un adecuado flujo y restablecer el intercambio efectivo de gases (1-4).
Tabla 1 Monitorización del paciente en ventilación mecánica
Monitorización general
* Estado neurológico
* Estado respiratorio
* Estado cardiovascular
* Estado renal
* Estado gastrointestinal
Monitorización respiratoria
Parámetros respiratorios Intercambio de Mecánica pulmonar Sincronía paciente-
gases ventilador
* FIO2 * Gasometría * Trabajo respiratorio
arterial
* Frecuencia * Pulsioximetría * Compliancia
* Espirometría * Capnografía * Resistencias
* Humedad y * SvO2 * Presión de oclusión
temperatura
* Espacio muerto * Curvas de flujo y
* Permeabilidad presión
* Presión
* Relación I/E
* Sensibilidad
* Alarmas
La monitorización general del paciente en ventilación mecánica engloba la valoración del estado
neurológico, respiratorio, cardiovascular, renal y gastrointestinal (3,4,8-10).
Dentro del estado neurológico del paciente se incluye la valoración del nivel de conciencia, estado
mental, nivel de ansiedad, la presencia de dolor, así como la interpretación de cuál es el estado
del paciente en relación al ventilador, si está el paciente respirando cómodamente o al contrario
está luchando con el ventilador. En este apartado es importante establecer una comunicación no
verbal efectiva para conocer las necesidades del paciente, siempre que su estado de conciencia lo
permita.
Dentro del estado cardiovascular, se valoran la frecuencia cardíaca, sonidos cardíacos, pulsos
periféricos, presión arterial, distensión yugular, presencia de edema periférico y oliguria. Se debe
tener en cuenta que la presión arterial media puede disminuir durante la ventilación mecánica, de
forma especial con el empleo de presión positiva al final de la espiración (PEEP), ya que la presión
torácica positiva disminuye el retorno venoso. La monitorización de la presión capilar pulmonar
(PCP) permite una aproximación a la presión en aurícula izquierda, refleja la presión hidrostática
pulmonar como causa del edema pulmonar y puede ser usada como guía del volumen sanguíneo,
de la precarga y del funcionamiento del corazón izquierdo. Cuando un paciente esta en VM, la
PCP se debe medir al final de la fase espiratoria del ciclo respiratorio, ya que es lo más cercano a
la capacidad residual funcional (CRF). Cuando se emplea PEEP la PCP no refleja la presión de
aurícula izquierda. Dentro del apartado de presiones hemodinámicas destacar que se debe
monitorizar cuidadosamente la medida del gasto cardíaco, ya que el retorno venoso (precarga), se
dificulta con la ventilación a presión positiva.
En la valoración del estado gastrointestinal, el empleo de la SNG, además de ser útil en caso de
distensión, permite la monitorización de la secreción gástrica con la finalidad de evitar el
sangrado, ya que las úlceras de estrés se asocian a menudo a la VM. El estado nutricional del
paciente afecta a la función pulmonar de varias maneras. Los centros respiratorios en el cerebro
están influenciados por los índices metabólicos. Las condiciones que reducen el índice metabólico
reducen a su vez el estímulo central, y al revés, cuando el índice metabólico está incrementado se
produce un incremento de la respuesta ventilatoria. Cuando las demandas energéticas son
superiores a los aportes, se produce fatiga y debilidad de los músculos respiratorios (en especial
del diafragma y de los intercostales) y esto puede predisponer a un fallo respiratorio. La capacidad
vital disminuye progresivamente en el estado catabólico. Una disminución de la resistencia
respiratoria se asocia a una disminución de la tensión arterial de oxígeno. Desde el punto de vista
nutricional, el objetivo del tratamiento del paciente con insuficiencia respiratoria aguda (IRA) es
inducir un estado anabólico. Para ello, es necesario realizar una valoración nutricional al inicio de
la IRA, para instaurar el soporte nutricional adecuado que cubra las necesidades individuales del
paciente. Para favorecer el tránsito intestinal y prevenir la retención gástrica y su posible
regurgitación, siempre que no esté contraindicado, el paciente debe permanecer con el cabezal de
la cama incorporado unos 45º.
* Medida del espacio muerto. La medición del espacio muerto es útil para valorar que parte de la
ventilación interviene en el intercambio de gases. El rango de normalidad del espacio muerto
(VD/VT) es entre un 25 a un 40% del VT y aumenta en aquellas patologías que está disminuida la
perfusión pulmonar (embolismo pulmonar, hipertensión pulmonar). El espacio muerto se calcula
fácilmente a partir del CO2 espirado y de la PaCO2 (tabla 2). En el momento de programar el VT o
V.E, en el ventilador se debe tener en cuenta el tipo de ventilador empleado, hay ventiladores que
detectan el volumen de gas que permanece en las tubuladuras e incrementan la misma cantidad
en el volumen programado; al contrario, hay ventiladores que no contabilizan este volumen (19-20).
* Permeabilidad de la vía aérea. Uno de los objetivos del cuidado de la vía aérea es prevenir la
obstrucción a través de la aspiración de secreciones y la correcta humidificación. Monitorizar la
permeabilidad de la vía aérea comprende la valoración de la calidad y cantidad de secreciones,
esto implica el manejo y control de las mismas mediante la auscultación, la vibropercusión y la
aspiración. Recordaremos ligeramente lo más importante de estas técnicas.
Para valorar el flujo de aire en el sistema respiratorio del paciente, se auscultan los pulmones e
identifican los sonidos respiratorios normales y anormales. La auscultación pulmonar ayuda a
detectar la presencia anormal de líquido o moco además de vías aéreas obstruidas. De este modo,
puede determinar también el estado de los alveolos y la pleura circundante. Los sonidos
respiratorios anormales adventicios básicamente son: crepitantes, roncus, sibilancias y roce
pleural (9,21-22).
tiene válvula. Sin embargo, Herce A et al (24), en un estudio realizado en 172 maniobras de
aspiración en pacientes postoperados sin lesión pulmonar, comprobaron que el empleo correcto
del ambú para hiperinsuflar e hiperoxigenar cuando se comparaba con la hiperinsuflación e
hiperoxigenación realizada con un ventilador mecánico tenía las mismas repercusiones en la
oxigenación y en la hemodinámica de los pacientes.
El sistema cerrado de aspiración de secreciones puede ser muy útil en pacientes con
microorganismos potencialmente contaminantes. Sin embargo, existen estudios que demuestran
que pueden producir caídas intermitentes en la presión de la vía aérea en especial cuando la
persona está ventilada en volumen control y con flujos bajos, la importancia clínica de esto no
está clara (1,3,8). Con la utilización de tubos que permiten la aspiración de secreciones subglóticas y
manteniendo la presión de neumotaponamiento superior a 20 cmH2O, Rello et al (25)
* Presión en la vía aérea. En los ventiladores ciclados a volumen, una vez se ha ajustado el V.E, la
presión en la vía aérea permanece relativamente constante. Un incremento en la presión
representa un incremento en la presión necesaria para administrar el volumen programado en el
pulmón del paciente. Un incremento el la resistencia de la vía aérea o una disminución de la
compliancia pulmonar producen un aumento de presión. Un cúmulo de secreciones, las
secreciones densas, broncoespasmos, atelectasias, neumonías con consolidación y el edema
pulmonar son ejemplos que pueden producir un aumento de la lectura de presión. La presencia
de fugas en el circuito o alrededor del tubo endotraqueal (TET), o una mejora en las condiciones
del paciente provocan una disminución de la presión. Es importante el control de la presión el
neumotaponamiento cada ocho horas, ya que la presión realizada por el neumotaponamiento
sobre las paredes de la traquea es una de las causas más frecuentes de lesión postintubación. Su
valor no debe exceder los 25 mmHg de la presión de perfusión capilar de la traquea, y
mantenerse entre 18 y 20 mmHg al final de la espiración. Existen tubos que cuando la presión es
superior a 25 cmH2O se desinfla el neumotaponamiento y otros que se adaptan al diámetro de la
* Relación inspiración/espiración (I/E). La relación I/E habitual es 1:2 ó 1:3. Los cambios en la
relación afectan a la relación ventilación/perfusión (V/Q).
* Sensibilidad o trigger, es uno de los parámetros más importantes, ya que permite al ventilador
reconocer el esfuerzo inspiratorio del paciente e iniciar una insuflación. Pueden ser de presión o
de flujo (28-29).
* Sistema de alarmas. El concepto de alarma puede definirse como aquel mecanismo que permite
alertar la aparición de un suceso, en función de unos límites ajustados por el operador. La
importancia de su control reside en el hecho de que de su adecuado funcionamiento depende la
seguridad del paciente en VM. Las alarmas nunca deben ser desactivadas (30).
Intercambio de gases
minutos después de haber realizado modificaciones en los parámetros del ventilador (31).
La PaO2, la SaO2, y el contenido arterial de oxígeno (CaO2), se correlacionan con la FiO2 y con la
PEEP. El pH y la PaCO2 se correlacionan con la ventilación minuto.
La hipoventilación, las alteraciones de la relación V/Q y el shunt pulmonar son los motivos
fisiopatológicos que comportan un descenso de la PaO2. La hipoventilación mostrará un aumento
de la PaCO2 y un descenso de la PaO2, en las alteraciones de la relación V/Q, sucede lo mismo
pero si el paciente puede aumentar su V.E sólo se observa hipoxemia. El shunt mostrará
hipoxemia y poca respuesta a la administración de oxígeno.
Existen varios índices que permiten cuantificar la capacidad del pulmón para difundir oxígeno, los
más utilizados son la diferencia alveoloarterial de oxígeno (A-aPO2), el cociente arterioalveolar de
oxígeno (PaO2/ PAO2), y el cociente entre la presión arterial de oxígeno y la fracción inspirada de
oxígeno (PaO2/FiO2). La PaO2/FiO2 a pesar de que no tiene en cuenta los cambios de CO2, es la
más fácil de aplicar además de ser el índice que se utiliza como uno de los criterios de lesión
pulmonar aguda (PaO2/FiO2 < 300) y de SDRA. (PaO2/FiO2<200) (32-35).
* Pulsioximetría. Desde la década de los años setenta la pulsioximetría ha sido uno de los avances
más importantes en la monitorización no invasiva de los pacientes críticos. Es un método
espectrofotométrico y asume que sólo la sangre arterial pulsátil genera el cambio de absorción de
la luz que capta el fotodetector. El pulsioxímetro facilita el manejo de la FiO2 y orienta sobre los
cambios que se producen en el paciente. Cuando el sensor está situado en el lóbulo de la oreja, la
respuesta a los cambios de FiO2 son más rápidos que si el sensor es digital. Para asegurar la
precisión de la lectura se debe verificar que la intensidad de la señal sea adecuada y que la forma
de la onda sea repetible. La limitación fisiológica es que sólo es útil para la detección de hipoxia,
pero no permite estimar valores altos de PaO2 debido a la curva de disociación de la
hemoglobina. Entre las limitaciones técnicas se incluyen todos aquellos factores que interfieran
en la detección del pulso o de la cianosis (36,37).
SvO2. La saturación venosa mixta expresa la interacción entre la demanda tisular y el aporte de
oxígeno. La monitorización continua se realiza con un catéter de fibra óptica colocado en arteria
pulmonar. La fiabilidad depende del flujo sanguíneo, el hematocrito o de la distancia de la punta
del catéter a la pared vascular (33).
Mecánica pulmonar
* Trabajo respiratorio. El trabajo respiratorio (WOB) se define como el trabajo necesario para
vencer las resistencias que ofrece el pulmón y la pared torácica durante la respiración. La medida
del WOB sirve para optimizar la VM durante la fase de desconexión y permite detectar el motivo
por el cual ciertos pacientes presentan dificultades para ser extubados después de períodos
prolongados de ventilación artificial. También permite conocer las características funcionales de
los ventiladores y evaluar los efectos terapéuticos de ciertos medicamentos (40).
Figura 2.Registros de flujo y de presión en vía aérea (Paw). De izquierda a derecha curva de flujo
cuadrada, sinusoidal, acelerada y decelerada.
* Curvas de flujo y de presión en vía aérea. La VM implica la entrega de flujo y presión a la vía
aérea del paciente con objeto de obtener cambios en el volumen del pulmón, para asegurar una
ventilación óptima se requiere la adecuada vigilancia y monitorización del flujo, presión y
volumen. La curva de flujo tiene dos partes diferenciadas, la inspiratoria y la espiratoria. La curva
de flujo inspiratorio representa la magnitud, duración y patrón de flujo entregado por el
ventilador. Existen cuatro tipos de curvas de flujo inspiratorio (Fig. 2). La espiración, al igual que
en ventilación espontanea, es pasiva en VM, por lo que la magnitud, duración y patrón de flujo
espiratorio vendrá definida por la compliancia y resistencia del circuito y de la vía aérea del
paciente. Durante la VM la monitorización de la presión en la vía aérea (Paw), ofrece información
muy detallada de la mecánica pulmonar y sirve para activar las alarmas de sobrepresión y
desconexión. Las presiones de mayor interés del ciclo respiratorio son la presión pico (Pmax), la
presión media (MAP), la presión meseta (Ppl) y la PEEP. La Pmax es la presión que se genera al
final de la inspiración y está influida por el diámetro del tubo endotraqueal, la presencia de
secreciones en la vía aérea, la magnitud del flujo y la presión de retracción elástica-estática del
sistema respiratorio. La Pmax ha sido utilizada como índice para valorar el riesgo de barotrauma,
pero actualmente se desestima porque no brinda información de la presión alveolar. Cuando se
interrumpe el flujo en el respirador se produce una caída de la Paw debido a la redistribución del
volumen en las unidades pulmonares, la presión sigue disminuyendo durante la pausa
inspiratoria. La presión medida al final de una pausa inspiratoria de tres segundos es la Ppl y
refleja la presión estática del sistema respiratorio. La figura 3 muestra el cambio en la Pmax y en
la Ppl de la vía aérea respecto a la línea de base cuando aumenta la resistencia, la magnitud del
flujo o disminuye la compliancia del sistema para un mismo VT. La presión media de la vía aérea
que calculan de forma automática algunos ventiladores es la más importante, ya que es la
responsable de los cambios que el ventilador produce en el intercambio de gases, en las
alteraciones hemodinámicas y en la producción de barotrauma. Para detectar la presencia de
auto-PEEP, presión positiva al final de la espiración intrínseca del paciente, es preciso realizar una
pausa espiratoria de tres segundos (33,40,42).
Figura 3.Registro de presión en vía aérea, presión pico (1) y presión meseta (2) para un mismo VT:
a) situación basal, b) resistencias aumentadas, c) aumento de flujo, y d) disminución de la
compliancia.
Sincronía paciente-ventilador
La interacción paciente-ventilador puede verse alterada por diferentes factores. A nivel del
paciente los factores que interfieren en la sincronía son los relacionados con el centro respiratorio,
la mecánica pulmonar y la presencia de hiperinsuflación pulmonar dinámica. A nivel del
ventilador, en primer lugar es fundamental el control del aparato para verificar su correcto
funcionamiento, prevenir desperfectos y mantener una ventilación cómoda y segura. Los factores
que afectan la sincronía paciente-ventilador, relacionados con el ventilador, son el trigger
(sensibilidad), el flujo, el VT, la presión inspiratoria y las resistencias del ventilador. En este control
se tendrá en cuenta la revisión diaria de los parámetros programados en el respirador, la
respuesta del paciente al tipo de ventilación y los niveles de alarmas (43,44).
Para finalizar, destacar el hecho de que las enfermeras de las UCIs dedicamos una gran parte de
tiempo a la monitorización del paciente. Esta observación sumamente exhaustiva es muy
importante, ya que constituye uno de los componentes del cuidado. La completa integración de la
información que recibimos a través de la monitorización, junto con la información obtenida al
valorar al paciente de forma holística, permiten ofrecer una atención de enfermería de alta
calidad.
AGRADECIMIENTO
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