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Medición de la presión intraabdominal

   En condiciones normales presión existente dentro de la cavidad abdominal (PIA), es


igual a la atmosférica, es decir 0, o incluso subatmosférica (en caso de RN
diagnosticados de hernia diafragmática congénita….) aunque puede sufrir aumentos
fisiológicos transitorios con los movimientos respiratorios, la tos, el estornudo, la
defecación, etc… o sea, en circunstancias donde aumenta la presión intraabdominal de
forma fisiológica, o en forma progresiva como durante el embarazo, tratamiento con
diálisis peritoneal o presencia de ascitis.
  
La hipertensión intraabdominal  se define como el incremento de la presión
dentro de la cavidad abdominal por encima de 10 mmHg.

El aumento de dicha presión tiene efectos adversos importantes, pudiendo producir


un síndrome compartimental abdominal  el cual se define como la disfunción renal,
cerebral, pulmonar, cardiovascular y esplénica, secundaria al incremento en la presión
intraabdominal que se manifiesta por hipoperfusión generalizada, incremento en las
presiones pico de la vía aérea, hipoxemia e hipercapnia, oliguria, traslocación
bacteriana y aumento en la presión intracraneala. Cuanto mayor sea el grado de
hipertensión intraabdominal, más grave será la disfunción asociada.
   Todos estos motivos justifican el conocimiento de la técnica de medición de la
presión intraabdominal y el saber interpretar sus resultados.
    Existen diversas situaciones clínicas en las que es frecuente encontrar un aumento
de la presión intraabdominal. Los factores que contribuyen a esta hipertensión
intraabdominal incluyen:
 Traumatismo abdominal extenso
 Acumulación de sangre y coágulos
 Edema o congestión intestinal por traumatismo de los vasos mesentéricos
 Reanimación excesiva de cristaloides
 Taponamiento perihepático o retroperitoneal después de laparotomía
 Cierre de la pared abdominal tras una intervención quirúrgica
   El colapso cardiopulmonar o el fracaso respiratorio en pacientes con catástrofes
abdominales podrían atribuirse a choque séptico, hipovolemia o falla orgánica
multisistémica, pero en realidad puede coexistir con hipertensión intraabdominal. En
la gran mayoría de los casos los efectos adversos de la hipertensión intraabdominal no
pueden separarse de la enfermedad subyacente. Los efectos fisiológicos de la
hipertensión intraabdominal comienzan a darse antes de que el síndrome de
compartimiento abdominal sea clínicamente evidente.
 
METODOS DE MEDICION DE LA PRESION INTRAABDOMINAL
   Existen cuatro métodos de medición que pueden agruparse en:
   1. Medición de forma directa → consiste en la introducción de un catéter el cual se
adapta a un transductor hidráulico o eléctrico. Este método tiene poca aceptación en la
práctica clínica dado que es invasivo y se ha asociado a hemorragia, infección,
perforación de víscera o a malas lecturas por colapso o acodadura del catéter
   2. Medición de forma indirecta → se emplean tres técnicas diferentes:
   2.1. Medición a través de un catéter en la vena cava inferior mediante punción
femoral. Aunque la lectura de la presión es fidedigna, se dejó de usar por ser una
técnica invasiva, asociada a trombosis venosa, hematoma retroperitoneal e infección.
   2.2. Medición de la presión intravesical: se realiza a través de una sonda vesical. Es
la técnica más empleada, tanto en las UCIP como en las UCIN, ya que la mayoría de
los pacientes graves ingresados en estas unidades son portadores de sonda vesical para
monitoreo de diuresis y control del balance hidro-electrolítico. Es la técnica de
elección dado que es poco invasiva, carece de efectos indeseables y puede monitorizar
la presión intraabdominal de manera continua o intermitente
   2.3. Medición de la presión gástrica: se realiza a través de una sonda gástrica.
Aunque no invasiva y carente de efectos colaterales, es poco práctica pues se
requieren grandes volúmenes de agua, dado que ésta se fuga a través del píloro; por lo
tanto ésta técnica no se emplea en la practica clínica
 
INDICACIONES DE LA MEDICION DE LA PRESION INTRAABDOMINAL
   Una elevación de la PIA es signo de alteraciones agudas en los órganos contenidos
en la cavidad abdominal. Es por ello que su medición está indicada en:
 Pacientes politraumatizados
 Postoperatorio de cirugía abdominal compleja ((cierres de defectos de la pared,
aneurismas, hemorragias, hematomas, peritonitis, oclusión intestinal, empaquetamiento
abdominal, reducción de hernias diafragmáticas, postoperatorio de enterocolitis
necrotizante, etc…)
 Pancreatitis aguda
 Diagnóstico de afecciones abdominales agudas
 Peritonitis
 Abscesos abdominales
 Trombosis venosa mesentérica
 Ileo paralítico
 Dilatación gástrica aguda
 Hemorragia intra o retroperitoneal
 Edema intestinal y mesentérico tras reanimación agresiva con líquidos
 Trasplante hepático
 Perforación uretral con fuga urinaria
 
GRADOS DE HIPERTENSIÓN INTRAABDOMINAL
   Burch clasificó en cuatro grados  la medición de la presión intrabdominal según los
valores obtenidos y las alteraciones fisiopatológicas que ésta conlleva.
 
Alteraciones
Grado Presión vesical en cm de H2O
fisiopatológicas
 No existen cambios
significativos salvo
periodos cortos de
I 10-15
pH ácido en la
mucosa del
intestino

 Aumento en el pico
II 15-25 de presión
inspiratoria máximo

 Hipercarbia
 Disminución de la
compliance
III 25-35
pulmonar
 Oliguria
 
 Hipercarbia
 Disminución de la
compliance
IV >35
pulmonar
 Oliguria
 
 
MATERIAL Y TECNICA DE MEDICION DE LA PRESION
INTRAABDOMINAL
   El material necesario para la medición de la PAI es al que sigue:
 Sonda vesical del calibre adecuado para el tamaño del niño
 Agua estéril bidestilada (para inflar el balón vesical, si la edad del niño lo permite)
 Suero salino fisiológico
 Jeringas de varios calibres
 Bolsa de recogida de orina de circuito cerrado
 Llave de tres vías
 Adaptador universal
 Sistema y escala de medición hidráulica (igual a la empleada para la medición de la
PVC). En caso de tratarse de un transductor electrónico esto será sustituido por un
módulo y un cable de presión invasiva. En este último supuesto, y para evitar
desconexiones innecesarias, se mantendrá conectado un SSF que se abrirá cuando
precisemos realizar la medición de la PAI
 Paños, gasas y guantes estériles
 Clorhexidina al 0.1%
Los pasos a seguir para la medición son:
1. Se realiza el sondaje vesical con todas las medidas de asepsia, antisepsia y
colocación de campos estériles
2. Se coloca la cama en posición horizontal y al paciente en decúbito supino
3. Se localiza el punto cero de la regla de medición, situada al nivel de la sínfisis
del pubis
4. A la sonda vesical se le adapta una llave de tres vías; una rama de ésta se
conecta al sistema de drenaje urinario y otra al sistema de medición de presión
que puede ser hidráulico (varilla de PVC) o electrónico; hay que cerciorarse
que no existan fugas
5. Tras verificar que la vejiga se encuentra completamente evacuada se administra
1-2cc de solución salina fisiológica al 0,9%/Kg de peso, dejando cerrado la luz
de salida de la sonda vesical
6. Si el transductor de presión es hidráulico (regla de medición de la PVC) se deja
pasar la solución salina fisiológica necesaria para que el tramo de la escala
quede libre de burbujas de aire
7. Una vez logrado lo anterior, la sonda vesical se comunica con la escala de
medición y el menisco de agua-orina comienza a descender hasta alcanzar el
valor de la presión intraabdominal. Este debe tener una pequeña oscilación con
la respiración, que se verifica presionando bajo el vientre del paciente y
observando un ascenso del menisco con aumento de los valores de dicha
presión
8. El resultado de la presión intraabdominal se recoge en cm de agua y se
convierte en mm de Hg (1 mmHg equivale a 1.36 H2O)
9. Si el transductor de presión es electrónico el valor saldrá reflejado directamente
en la pantalla del monitor
10.Se extrae la solución salina de la vejiga con la jeringuilla o mediante el
desclampeo de la sonda uretral
11.Dependiendo de si se desea medición intermitente o continua de la presión
intraabdominal, se dejará abierto el sistema o cerrado. Es preferible la medición
intermitente con la finalidad de evitar el incremento de la presión intravesical y
el reflujo vesicouretral secundario y para monitorizar el volumen horario. El
riesgo de infección es mínimo dado que se maneja un sistema cerrado y todo el
procedimiento se realiza con técnica aséptica
12.Se retirará la conexión ante cualquier manifestación de intolerancia por parte
del paciente (dolor, alteraciones hemodinámicas…)

Monitorización de la presión intraabdominal (PIA) en las unidades de cuidados


intensivos – UCI
RESUMEN
La presión intraabdominal (PIA) es una constante, en ocasiones infravalorada, que se puede monitorizar
en UCI de forma programada y sencilla, indicándonos la presión a la que está sometida la cavidad
abdominal, pudiéndonos facilitar la toma de decisiones ante situaciones difíciles. Es importante conocer
las implicaciones que puede tener en nuestro organismo el aumento de la misma puesto que nos indica
el compromiso, a nivel sistémico, al que pueden estar sometidos órganos imprescindibles para la vida.

Monitorización de la presión intraabdominal (PIA) en las unidades de cuidados intensivos – UCI


Román López M.M; Muñoz Arranz E. UCI. DUEs.

Servicio Murciano de Salud.

Actualmente, los laboratorios nos facilitan la medición de la presión intraabdominal (PIA) mediante
sistemas que no ponen en peligro al paciente y al profesional, aunque para ello los profesionales deben
recibir una mínima formación para poder llevar a cabo la medición sin riesgo y de forma correcta.

INTRODUCCIÓN
La medición de la presión intraabdominal (PIA) es una de las constantes que se puede valorar en estas
unidades de forma rutinaria como puede ser una presión venosa central, frecuencia cardíaca, presión
arterial invasiva y no invasiva, etc. Es una constante indicativa de la presión dentro de la cavidad
abdominal, cuyos valores normales en adultos críticos oscilan entre 5 y 7 mmHg, pudiendo elevarse en
función de determinadas condiciones fisiológicas como la obesidad, el embarazo, etc. Queda patente en
diferentes publicaciones que su monitorización ayuda a reducir la morbi-mortalidad de estos pacientes
debido a la relación directa existente entre presión intraabdominal (PIA), Hipertensión Intraabdominal
(IAH) y Síndrome Compartimental Abdominal (ACS). Con esta monitorización podemos prevenir y tratar
estas alteraciones que se producen como consecuencia del aumento de la presión intraabdominal (PIA)
ya altos valores pueden producir alteraciones fisiopatológicas relacionadas con la disminución de la
perfusión capilar a diferentes niveles teniendo como resultado la disfunción de determinados órganos y
sistemas imprescindibles para la vida.

Factores de riesgo que influyen en el desarrollo de IAH/ACS: pancreatitis, peritonitis, abscesos


intraabdominales, oclusión intestinal, íleo paralítico, gastroparesia, neumoperitoneo, hemoperitoneo,
hemo-retroperitoneo, cirugía laparoscópica, cirugía abdominal-torácica, ascitis, disfunción hepática,
diálisis peritoneal, acidosis (pH<7,2), shock, hipotermia (Temperatura<33ºC), sepsis, grandes quemados,
traumatismo mayor, resucitación masiva con líquidos (más de 5 litros en 24 horas), politransfusiones
(más de 10 concentrados en 24 horas), coagulopatías, ventilación mecánica, decúbito prono, obesidad.

Niveles sobre los que puede tener consecuencias el aumento de la presión intraabdominal (PIA):

 Cerebral: aumento de la presión intracraneal, disminución de la perfusión periférica cerebral.


 Pulmonar: atelectasia pulmonar, disminución del transporte de gases, aumento del shunt intrapulmonar,
disminución del flujo capilar pulmonar, del volumen corriente, reducción de la compliance. Como consecuencia
se produce hipercapnia e hipoxemia.
 Corazón: el aumento de la presión intratorácica da lugar a la compresión de vasos como la cava inferior y la
porta, así como la compresión cardíaca. Aumento de la frecuencia cardíaca, de la presión venosa central, de la
presión arterial, de las resistencias vasculares sistémicas, de la presión de la arteria pulmonar, así como la
reducción del gasto cardíaco, volumen telediastólico, elasticidad y contractilidad cardíaca.
 Renal: compresión de vasos y parénquima renal, disminución de la perfusión renal, del flujo renal, del
filtrado glomerular, como consecuencia se produce oliguria e incluso anuria.
 Hepático: disminución del flujo arterial y venoso portal, de la depuración del lactato, del metabolismo de la
glucosa.
Debemos monitorizar la presión intraabdominal (PIA) ante la sospecha o confirmación de dos o más
factores de riesgo y/o disfunción orgánica.

OBJETIVOS
 Conocer las implicaciones que puede tener la medición de la presión intraabdominal (PIA) en UCI.
 Explicar cómo se lleva a cabo la monitorización de la presión intraabdominal (PIA) y material necesario.
 Describir algoritmo de actuación dependiendo de la situación en la que nos encontremos.

Material necesario para la medición de la presión intraabdominal (PIA) y técnica de medición de la


misma:

Mediante el sistema “UnoMeter™ Abdo-Pressure™”, vía intravesical (una vez insertado el catéter vesical
y conectado el UnoMeter™ Abdo-Pressure™ con UnoMeter™ Safeti™ Plus).

 Clampamos el sistema y el catéter vesical. Previamente nos aseguraremos de que el sistema esté purgado,
bien con orina del paciente o, si no es posible porque se encuentre en anuria o tenga aire que nos artefacte el
resultado, procederemos a purgar el equipo con una jeringa de 20 ml de agua estéril o suero (introduciendo la
jeringa en el sistema Kombikon™, pinzamos el catéter vesical manteniendo la pinza roja cerrada e inyectamos
el agua estéril que se desplazará hacia el sistema).
 Posicionaremos al paciente en decúbito supino (cama a 0º de inclinación) y debe estar sin contracciones
musculares.
 Colocaremos el “0” en el lugar donde cruzan el nivel de la sínfisis púbica y la línea media axilar.
 Perpendicularizamos la tubuladura con escala de medición en mmHg al paciente, en el lugar donde hemos
establecido el “0”.
 Liberaremos el sistema de clampaje con filtro de aire antibacteriano (pinza roja, lo que nos permite que se
produzca el contacto de la presión interna con la atmosférica externa facilitándonos la medición de la presión
intraabdominal (PIA) en mmHg sin contaminar el sistema).
 UnoMeter™ Safeti™ Plus

 PIA. UnoMeter Safeti Plus
 UnoMeter™ Abdo-Pressure™


 PIA. UnoMeter Abdo-Pressure

Tomaremos como valor correcto cuando la oscilación normal sea la mínima (coincide con la espiración)

Numerosos estudios afirman que con la monitorización de esta constante conseguiríamos una mejoría en
la supervivencia de los pacientes críticos, ya que al controlar los valores de la presión intraabdominal
(PIA) podemos conseguir mantenerlos dentro de cierta normalidad evitando la IAH y ayudándonos a
predecir la aparición del ACS, evitando tener que realizar medidas de tipo invasivo para descomprimir el
abdomen.

En nuestra práctica diaria debemos tener muy presente que determinadas factores pueden estar
asociados a un aumento de la presión intraabdominal (PIA), como: ventilación mecánica, PEEP elevada,
neumonía basal, gastroparesia, alimentación enteral, ascitis, pancreatitis, diálisis, entre otros.
Se trata de una constante que se puede monitorizar programando mediciones de forma rutinaria, sencilla
y no invasiva (una vez que el catéter vesical esté colocado), y que aporta información que puede
determinar acciones terapéuticas futuras.

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