INFORME DE LECTURA

TEORÍA DE LA ARGUMENTACIÓN
UNIVERSIDAD DEL QUINDÍO (CREAD CALI)
PROGRAMA DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO

PRESENTADO POR: ALEJANDRO VICTORIA VEGA

TUTOR: DIEGO FERNANDO RINCÓN BERMUDEZ

FALACIAS EN LA ARGUMENTACIÓN

En esta lectura, el autor inicia presentando a la Validez y las premisas usadas con
veracidad, relevancia y totalidad, como los requisitos mínimos, que un argumento
necesita para ser aceptable ante cualquier persona racional. Ante esto, aclara
que, si un argumento no cumple con alguno de estos designios, efectivamente
pierde aceptabilidad ante la razón, pero continúa siendo psicológicamente
persuasivo. Adicionalmente, señala que este tipo de argumentos, conocidos como
falacias, son un recurso habitual de quienes buscan, más que comprobar o
encontrar la verdad, persuadir al enunciatario, quien no ha identificado las fallas en
el argumento o la manera de rechazar su validez.

Habiendo explicado el proceso con el que el interlocutor puede llamar la atención y

persuadir a las personas, valiéndose de una combinación de premisas verdaderas
y falsas, así como sus intenciones, el autor procede a explicar brevemente las
falacias que habitualmente se usan en nuestro entorno: Entre estas se encuentran
las falacias formales, las de apelación y las folclóricas que alteran
estratégicamente, según sea el caso, los requisitos de un argumento
racionalmente aceptable, alterando la lógica que da validez a un argumento,
usando premisas falsas, proporcionando información incompleta o poco relevante
para quien se está dirigiendo.

Analizando el contenido de la lectura, llama la atención la cantidad de formas en

que se pueden configurar las falacias, y como estas buscan atacar nuestra
capacidad de razonamiento desde diferentes frentes. Por ejemplo, cuando se
apela a algo, por lo general se busca bloquear el uso de la razón para impedir que
nos cuestionemos sobre la lógica y veracidad de las premisas, de modo que las
aceptemos como absolutas, aunque se intuya que algo no concuerda; Las falacias
formales presentan fallas lógicas que conducen a un razonamiento erróneo y, por
ende, a tomar decisiones equivocadas. En este grupo se encuentra la llamada
“afirmación del consecuente” que se puede identificar, por ejemplo, en el contexto
económico colombiano, cuando el gobierno insiste en promover su tradicional tesis
desarrollista para acabar con la desigualdad:

“Las empresas grandes son las que generan más empleo y reducen la pobreza
Si las empresas grandes crecen más, generarán más empleo y habrá menos
pobreza”

Por otro lado, están las Falacias Folkloricas, que son el resultado de tradiciones y
usos populares transmitidos en una cultura a través del proceso de socialización,
así que se valen de apelaciones y recursos que aprovechan las supersticiones,
creencias y costumbres para generar credibilidad y persuadir.

En general, lo que con una falacia se busca es manipular al que la escucha,

dejando de lado el interés genuino por explicar y comprender la verdad, y
limitándose a condicionar sistemáticamente, que se responda a los intereses del
interlocutor o simplemente a que se comparta una idea con este. Si bien es
evidente que en nuestras interacciones diarias con los demás estamos expuestos
a este tipo de argumentos, no siempre podremos acudir a nuestra capacidad de
razonamiento para analizar con eficacia su veracidad, pues muchas veces no se
dispone de suficiente tiempo ni se cuenta con toda la información requerida antes
de actuar, por lo que muchas veces será necesario confiar en la intuición, que no
es más que un juicio rápido basado en experiencias anteriores y que no
necesariamente implica el tomar siempre una decisión equivocada.