Respecto a la indivisión se refiere una connotación de propiedad colectiva, la
misma que es impulsada en los sistemas que fomentan este tipo de propiedad; siendo en el Perú un sistema ecléctico, ya que se norma ampliamente tanto la indivisión como la participación Los artículos 844-845 de nuestro Código Civil regulan la indivisión regidos por las disposiciones relativas a la copropiedad, en virtud del conocimiento que desde el momento del deceso del causante que deja varios herederos la herencia será trasmitida estos últimos, por tal sentido en el supuesto de que el testador no hizo una partición testamentaria habrá la necesidad de establecer un régimen transitorio que permita el uso y disfrute de los bienes indivisos, así como su administración sin perjuicio de los herederos que lo integran, hasta el momento dela división y adjudicación.
Indivisión- ¿Comunidad patrimonial o copropiedad?
En el vasto campo del Derecho Sucesorio de nuestro ordenamiento jurídico, la indivisión hereditaria cuya naturaleza jurídica es de carácter real y está regulada por las normas que rigen la copropiedad, hace necesario centrar nuestra atención en considerar si efectivamente los herederos son o no copropietarios de los bienes de la herencia. La indivisión es una situación jurídica que se produce cuando respecto de un derecho existen varios titulares. Esta situación se presenta naturalmente al abrirse una sucesión, pues puede ocurrir que, al fallecer el causante, quede un solo heredero y en tal caso éste será dueño de todos los bienes, desde el instante del fallecimiento, y cargará con todas las deudas; pero puede ocurrir que haya varios herederos, en cuyo supuesto nos encontraremos en un caso de indivisión. (Borda,1991, pp. 193- 194). En esta misma vía de pensamiento, Forneles señala que cuando los bienes que componen la masa pertenecen a varios herederos, todos quedan propietarios en común de ella, lo que genera una comunidad hereditaria o estado de indivisión (Fornieles, 1950, pp.276-278) Como es de notar sede las definiciones planteadas se advierte una gran anarquía entre los conceptos vertidos referente a los herederos como copropietarios o condóminos, situación que se ha trasladado a nuestro ordenamiento jurídico y que se revela, entre otros casos, en el art. 844º del CC. Empero, algunos autores se han preocupado por otorgarle mayor fijeza a estos términos; como es el caso de Somarriva Undurraga, que señala “copropiedad e indivisión designan la misma situación jurídica, pero la expresión copropiedad tiene una significación más restringida que la indivisión. La indivisión es el género y la copropiedad es una especie de la indivisión. La propiedad se aplica únicamente a las cosas materiales, susceptibles de propiedad. Por el contrario, la indivisión puede tener por efecto toda especie de bienes, de cosas incorporales, como también materiales” (Somarriva, 2000, p.5) Convenimos la opinión vertida por Somarrivaen el sentido de considerar que existen marcadas diferencias entre indivisión y la copropiedad; y por tanto el hecho de existir una situación de indivisión entre los coherederos no implica que exista necesariamente copropiedad, por lo que el término prescrito en nuestro ordenamiento jurídico resulta incorrecto. (Valencia, 1977, pp.404-407). Por otra parte, la copropiedad puede recaer sobre bienes, en cambio la herencia como explica Valencia Zea, representa un conjunto o totalidad de derechos subjetivos patrimoniales. Por tanto, según este autor en ningún caso la herencia es un cuerpo cierto, no cosa corporal. Tampoco es una cosa compuesta, ni cosa universal propiamente dicha, de que son ejemplo una biblioteca, un rebaño, etc. Cuando se da el estado de indivisión los bienes pertenecen a todos los herederos en común de manera que no podrán alegar derecho a ningún bien determinado, sino a partes o porciones ideales de ellos; situación que es más propiamente denominada comunidad patrimonial o sucesión indivisa. Borda explica que la testamentaria o sucesión no es otra cosa que una comunidad, que será condominio cuando se trate de Derechos Reales, y titularidad compartida en los demás. Agrega el autor, que “debe atenderse que el condominio solamente afecta las cosas y nunca los bienes incorporales. Cada sucesor es propietario proindiviso de los bienes comunes de la herencia, en proporción a la parte a la que tenga derecho; salvo que, tratándose de una sucesión testamentaria, el causante haya dejado hecha la partición” (Borda,1991, p. 195) Somarriva explica que: “La diferencia entre comunidad y copropiedad es manifiesta: se dan en relación de género y especie. La comunidad tiene sentido amplio, comprende todas las relaciones en las que el sujeto de derecho sean varias personas al mismo tiempo. La copropiedad es un concepto restringido de la comunidad, cuando ésta tiene por objeto el derecho de propiedad sobre la cosa” (Somarriva, 2000, p.4). En tal sentido debe señalarse que antes de la partición lo que existe en una sucesión con varios sucesores, es comunidad patrimonial, y no copropiedad. A lo que Lohmann distingue entre comunidad hereditaria y comunidad patrimonial, señalando que la primera se encuentra exclusivamente integrada por los herederos que efectivamente acepten la herencia, mientras que la segunda coexiste con la comunidad hereditaria y comprende a herederos y legatarios, siempre que haya concurrencia de derechos o titularidad compartida de los mismos sujetos, sobre el mismo complejo sucesorio (Lohmann,2002,pp.139-140).Respecto a los acreedores de la sucesión la comunidad patrimonial no lo incluye, a razón de que la nota característica de toda comunidad es que los derechos de los titulares sean análogos, de igual naturaleza, por ejemplo cuando los herederos tienen derecho de propiedad sobre la misma cosa. Cuando se trata de acreedores, se trata de personas que tienen un crédito a favor, que coexiste con el derecho de los herederos, y que puede estar referido a la misma masa hereditaria, pero en modo alguno comparten un derecho análogo. Observación también aplicable a los legatarios, quienes solo pertenecerán a la comunidad patrimonial cuando sean legatarios de cuota parte, más no cuando sean legatarios de bien o bienes determinados. Referente a la naturaleza de la comunidad hereditaria se ha escrito mucho, en la misma que (Borda, 1991,pp. 195-197) se pregunta: ¿Estamos en presencia de una entidad distinta de los herederos o, por el contrario, no hay sino una forma de condominio? Al respecto surgen dos teorías:
A. Teoría de la personalidad jurídica:
El planteamiento de esta teoría parte de considerar a la herencia como universalidad y unidad patrimonial, con lo cual parte de la doctrina se ha conducido a simplificar los problemas que plantea la indivisión, concibiendo a la sucesión indivisa o comunidad hereditaria como dotada de personalidad jurídica, como un sujeto de derecho en el cual la propiedad de las cosas comunes corresponde a la colectividad de los partícipes que forman una entidad distinta de los copropietarios considerados singularmente.(Ferrero, 1993, p. 180) Esta unidad patrimonial antiguamente influyó en atribuir personalidad al patrimonio hereditario; es decir a reputar que se estaría frente a un sujeto de derechos al que se denomina sucesión, que los herederos solo administran y representan. La idea habría sido tomada de la tradición romanista que consideraría la herencia yacente como la continuadora de la persona del causante; de modo que la herencia y sucesión mantendrían algo así como la personalidad incorporada del difunto. Sin embargo, los opositores de esta teoría, la objetan en el sentido que no se debe confundir comunidad con sociedad, si bien toda sociedad supone una comunidad no toda comunidad llega a ser sociedad la cual está dotada de personalidad moral que nace de un acuerdo de voluntades de varios sujetos expresada en un contrato mientras que la comunidad o sucesión indivisa es un estado puramente pasivo en que los comuneros o coparticipes están unidos más que por su voluntad por los bienes mismos, los que no pueden pertenecer simultáneamente a personalidades distintas unas naturales y otra jurídica. Finalmente, el mayor inconveniente para sostener esta postura es que la comunidad hereditaria no tiene un patrimonio, ni un interés o un objeto propio, distinto de los coherederos.
B. Teoría del condominio:
Esta teoría discurre que la comunidad hereditaria no es sino una forma de condominio, considerando que tanto el heredero y el condómino, son dueños de una parte ideal de los bienes de la sucesión. Sin embargo, debe advertirse que la teoría no explica cómo si el condominio solo puede recaer sobre cosas, la comunidad hereditaria pueda también recaer sobre bienes que no son cosas. Precisamente es en este contexto donde nuevamente cobra importancia la distinción entre comunidad patrimonial y copropietarios; y donde se evidencia que el coheredero pertenece al primer grupo, pues la comunidad hereditaria sí puede también recaer sobre bienes que no son cosas. Según lo prescrito por el art. 844º del CC, debe indicarse que se trata de una norma limitada a la comunidad hereditaria y no a la comunidad patrimonial, ya que esta se refiere solo a herederos, entendiendo por tales a los que efectivamente sucedan al causante por causa de muerte y con vocación universal. Asimismo, la norma señala que cada heredero es copropietario de los bienes de la herencia, en proporción a la cuota que tenga derecho a heredar; afirmación poco convincente puesto que efectivamente los herederos tienen derecho a una cuota parte de la herencia, entendida como patrimonio dejado por el causante, pero no necesariamente sobre todos y cada uno de los bienes que la componen. Sin duda es de relevancia distinguir el derecho a la herencia, de los derechos que puedan estar contenidos en la masa hereditaria; como explica Valencia Zea, desde muchos puntos de vista la masa herencial objeto de la comunidad hereditaria puede considerarse como un patrimonio autónomo frente a los patrimonios particulares de los coherederos. Sin embargo, en el derecho moderno esta regla no constituye otra cosa sino una ficción reñida con la realidad. La comunidad herencial es un estado de derecho que produce importantes efectos jurídicos que es imposible destruir retroactivamente, por lo que considera la comunidad hereditaria como una masa autónoma, como un patrimonio separado del patrimonio particular de cada uno de los coherederos. En este punto, el Código Civil alemán configura la masa herencial como una comunidad en mano común (Gesamthander gemeinschalt). “En el sentido de que ningún heredero puede disponer de su participación en los objetos singulares”, pero sí de su porción hereditaria en su totalidad (Valencia, 1977, pp. 398-401) Por tanto no consideramos acertado el texto de la norma cuando señala que existe una copropiedad o cualquier otro derecho sobre cada bien en particular, delos que conforman la herencia, por lo que en nuestra opinión la norma debe ser interpretada en el sentido de considerar que el derecho sobre la cuota parte de la herencia, considerada como un patrimonio debe coincidir con los bienes que reciba; es decir que el reconocimiento de los derechos de cada heredero debe encontrarse directamente vinculado con el porcentaje de su participación en la masa hereditaria, mas no debe ser entendida en sentido de que existe un derecho individual de cada heredero sobre cada uno de los bienes de la masa hereditaria. Este punto lo explica Valencia Zea refiriendo que el derecho herencial del heredero se ejerce sobre el patrimonio herencial. Si existe un solo heredero solamente existirá un derecho herencial; si existen varios, cada coheredero será titular de una cuota del patrimonio total: la mitad, un tercio, etc. Indica el autor que lo interesante es que el derecho se tiene sobre el patrimonio como un todo, y en ningún caso sobre los efectos singulares de la herencia, puesto que la comunidad hereditaria no es una suma de comunidades singulares (Valencia, 1977, pp. 404-407). El mismo autor señala que la comunidad hereditaria en ningún caso es una suma de copropiedades o comunidades de cosa singular. Así, si dentro de una herencia existen tres herederos, tan solo puede decirse que cada coheredero es titular de un derecho herencial que equivale a la tercer parte de la herencia, pero no puede afirmarse que es titular de la tercera parte de cada una de las propiedades que integran la mencionada herencia (Valencia, 1977, pp. 404-407).
Bosquejo de una definición de la indivisión y precisiones
indispensables Como ya se refirió un aspecto a tenerse en cuenta es que el tema de la indivisión aparece regulado de manera escasa por considerar que la comunidad es una situación accidental, transitoria y no querida por el Derecho. Como explica Fornieles, el legislador ha creído que el estado de indivisión es siempre transitorio, que su fin inmediato es la partición, y por eso no se ha preocupado de reglamentario, lo mira casi despectivamente (Fornieles,1950, pp.276 278).
a) Pese a que el precepto de nuestro ordenamiento jurídico alude solamente a
“varios herederos" debe entenderse que no incluye a aquellos "herederos forzosos" que no sean herederos, porque sin perjuicio de cobrar su legítima, no llegan a suceder o no suceden con calidad de herederos. El concepto de herederos comprende en nuestra definición de indivisión tanto a los que sean forzosos como a los voluntarios, porque a éstos, como se entiende, ya se le ha identificado su cuota en partición testamentaria parcial. b) Que la indivisión también es situación que afecta a los legatarios de parte alícuota. c) La afirmación de que cada uno de los partícipes "es copropietario de los bienes de la herencia “se sustenta en los puntos siguientes:
La participación abstracta y por alícuota en la herencia no recae
concisamente sobre los bienes singulares en directa copropiedad para todos y cada uno de los herederos, sino sobre un patrimonio unitario, que es la herencia propiamente dicha, y esta participación de cuota en la globalidad del derecho hereditario es perfectamente susceptible de ser transferida (artículo 1209C.C.), renunciable, gravable, o afectada aun embargo, sin que ello importe en estricto un acto de disposición o afectación directa sobre los elementos individuales que componen el patrimonio común. En suma, que hay que distinguir entre derecho sobre la herencia y derecho sobre aquellos elementos singulares que la integran, sin que esto signifique que la comunidad hereditaria sea “una suma de copropiedades o comunidades de cosa singular". La herencia indivisa no solamente está compuesta de bienes créditos, esto es, activos, sino también de pasivos como se infiere del artículo 871 y siguientes del C.C., lo cual se traduce en que respecto de los pasivos existe una responsabilidad de todos los bienes afectos al pago de las obligaciones y, por tanto, de todos los copartícipes de indivisión, hasta que se haga la partición. Sólo desde la partición la responsabilidad es individual de cada coheredero.
No siempre la herencia está constituida exclusivamente por bienes
respecto de los cuales puede recaer derecho de propiedad; por lo en sentido riguroso no estamos ante una copropiedad.
d) La referencia del artículo 844º del C.C., a la participación "en proporción a la
cuota que tenga derecho a heredar" cada partícipe, se entiende que dicha proporción, según sean los casos será el resultado de lo que haya dispuesto el testador, de lo que correspondiera por legítima, de los efectos divisorios por estirpes que se derivan de la representación, de posibles exclusiones sucesorias por indignidad, de renuncias o sustituciones, etc. Efectivamente la proporción del derecho a participar en la herencia sólo significa, en verdad, derecho a que al respectivo partícipe se le adjudiquen elementos sucesorios por valor equivalente al de la cuota, pero insistimos en que la indivisión no equivale a copropiedad directa sobre todos y cada uno detales elementos singularizados porque el porcentaje en la comunidad no siempre se reproducirá en la misma situación de cotitularidad sobre los elementos concretos. Cuando se haga la partición se produce una especie de reemplazo entre la cuota indivisa de cada partícipe y los derechos privativos que recibe sobre bienes ciertos determinados, de modo tal que el adjudicatario será considerado, respecto de lo que reciba como adquirente directo e inmediato del causante, y no como adquirente mediato por mérito de una transferencia patrimonial con los demás copartícipes. Es decir, no se hereda al causante mediante los coherederos. Cada cuota se concreta y hace efectiva solamente en lo que el titular de cada cuota llegue a recibir, como si esto que recibe lo hubiera recibido desde el instante de la muerte (art. 660 C.C.). A la inversa, respecto de aquello que no se le adjudique, se le tendrá, desde la apertura de la sucesión, como si nunca hubiera tenido derecho alguno sobre ello. El sentido que prescribe nuestro ordenamiento jurídico es que la proporción dela cuota a heredar confiere derecho a participar en la partición con el mismo porcentaje, de tal modo que respecto del todo patrimonial de la sucesión, el valor de lo adjudicado coincida con el del valor global de la cuota; entendiéndose por tal que los derechos de los individuos en comunidad son de naturaleza distinta al derecho en comunidad, que ostentan todos juntos; pues el heredero tiene derecho a los bienes de la herencia, no sobre ellos.
Régimen de la indivisión por las disposiciones relativas a la
copropiedad Pues como ya se ha venido señalando que el derecho herencial década coheredero sobre la más a hereditaria no puede configurarse con el mismo criterio que el derecho de cuota de los copropietarios en la cosa común; hemos también indicado que el Código no distingue la comunidad de la copropiedad por lo que debe deducirse para todos los efectos que el Código intenta aplicarlas mismas reglas de la copropiedad a la comunidad hereditaria en atención a la nota común de existir un estado de indivisión, en ambos casos. En tal sentido a efectos de no aplicar equivocadamente las normas supletorias del Libro de Derechos Reales, debe tener sé en cuenta que la comunidad hereditaria si bien guarda ciertas analogías con la copropiedad, es en realidad de naturaleza diferente. Como explica La cruz Berdejo; en la copropiedad el derecho de cada coheredero recae directamente sobre una cosa singular, mientras que en la comunidad hereditaria el derecho de cada coheredero recae sobre lo que hemos denominado el patrimonio herencial y no sobre las cosas singulares que, si bien lo forman, son distintos de él.(La cruz, 1992, p. 200).Las normas de la copropiedad que se aplicarán a la comunidad hereditaria supletoriamente; se centran en los puntos siguientes en conformidad con lo establecido por nuestro Código Civil:
Presunción de igualdad de cuotas (Art 970 C.C.)
Las cuotas de los coherederos se presumirán iguales, salvo prueba en
contrario. En materia de indivisión sucesoria las excepciones pueden ser dos, de un lado la disposición distinta del testador, de buscar favorecerá un heredero voluntario más que a otro y, por otro lado, el diferente orden al que pertenecen los herederos, en caso de representación; en ambos casos las cuotas podrían resultar diferentes. En la misma norma se señala que el concurso de los copropietarios, tanto en los beneficios como en las cargas, está en proporción a sus cuotas respectivas; por el que debe distinguirse el concepto de cargas utilizado en el Libro de Derechos Reales, el cual básicamente se refiere a los pasivos que puedan generarse a consecuencia de la titularidad sobre un bien que pertenece a más de uno, como es el caso de impuestos y otros gravámenes En cambio, en materia sucesoria las cargas tienen un alcance más restringido, referido únicamente a aquellos pasivos que se generen con motivo de la muerte del causante, mas no a otro tipo de concepto. Sin embargo el lo resultará irrelevante en tanto el Libro de Sucesiones, en el artículo 871º C.C.señala que los herederos responderán por las deudas en proporción a sus respectivas cuotas hereditarias. Decisiones sobre el bien común (Art 971 C.C.) Esta norma se refiere a la adopción de decisión sobre el bien común indicando que se adoptará por unanimidad, para disponer, gravar o arrendar el bien, dar lo en como dato o introducir modificaciones en él; y por mayoría absoluta, para los actos de administración ordinaria; siendo la única excepción a este principio sería la establecida en el artículo 860º C.C.,pues en el caso específico que es el de la venta de los bienes para pagar su parte a los herederos, la decisión se podrá tomar por mayoría. Asimismo, el art.971C.C. señala que los votos se computan por el valor de las cuotas, en tal sentido los representantes sumarán entre sí los votos que le hubieran correspondido a su representado.
Administración judicial del bien común (Art 972 C.C.)
Esta norma está referida a la adopción de reglas aplicables a la administración de los bienes comunes, en estos casos la norma resultará perfectamente aplicable, por lo que la administración judicial de los bienes común es se regirá por lo establecido en el Código Procesal Civil. Administración de hecho del bien común (Art 973 C.C.) Esta norma se refiere a la administración del bien común por uno de los copropietarios, señalando que cualquiera de los copropietarios puede asumir la administración y emprender los trabajos para la explotación normal del bien, si no está establecida la administración convencional o judicial y mientras no sea solicitada alguna de ellas. Se indica que, en este caso, las obligaciones del administrador serán las del administrador judicial. Sus servicios serán retribuidos con una parte de la utilidad, fijada por el juez y observando el trámite de los incidentes. Uso del bien común (Art 974 C.C.) Cada copropietario tiene de servirse del bien común, mientras no altere su destino ni perjudique el interés de los demás, y el derecho de usar el bien común corresponde a cada copropietario. Se entiende que esta norma resulta perfectamente aplicable a los coherederos. En caso de desavenencia el artículo señala que el juez regulará el uso, observándose las reglas procesales sobre administración judicial de bienes comunes. Indemnización por uso (Art 975 C.C.) Esta norma se refiere a la indemnización por uso total o parcial de un copropietario que usa el bien parcial o totalmente con exclusión de los demás. La norma indica que quien usa el bien deberá indemnizarles a los otros e n las proporciones que les corresponda, salvo lo dispuesto en el artículo731ºC.C.,que es precisamente el caso en el que el cónyuge opta por el derecho de habitación vitalicio y gratuito.