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ÍNDICE

CAPÍTULO 1: VIOLENCIA FAMILIAR

1.1: INTRODUCCIÓN: Definición de violencia familiar


1.2: CONTEXTUALIZACIÒN DE LA VIOLENCIA FAMILIAR
1.3: CLASIFICACIÓN DE VIOLENCIA FAMILIAR
1.3.1 Violencia física
1.3.2 Violencia psicológica
1.3.3 Violencia sexual
1.3.4 Violencia abandónica
1.3.4.1 Abandono parcial
1.3.4.2 Abandono Total
1.3.4.3 Índices infantiles para determinar violencia abandónica
1.4: CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR
1.4.1 Conductuales
1.4.2 Emocionales
1.4.3 Físicos
1.4.4 Sociales
1.4.5 Cognitivos.
1.4.5.1 Repercusiones lingüísticas.
1.1: INTRODUCCIÓN: Definición de violencia familiar

La violencia es entendida como la acción de fuerza física o de la coacción psíquica o moral


por parte de un individuo o grupo de sujetos en contra de sí mismo, de objetos, o de otra
persona o grupo de personas víctimas, por lo que constituye una amenaza o negación de las
condiciones de posibilidad de realización de la vida y de la supervivencia (Basanta M,
González J. Violencia en la mujer. Taller sobre Sociedad, Violencia y Salud, IML. Enero.
1995).
Existen dos ámbitos, que es necesario destacar, en cuanto el ejercicio de la violencia:
violencia social, económica, política, en el ámbito laboral, etc., y en el “ámbito
intrafamiliar” que es la violencia ejercida por un individuo contra otros en su propio grupo
familiar, que puede ser violencia a los adultos mayores, violencia contra la mujer, violencia
a las personas con discapacidad, violencia contra niños (según la Ley se los considera a
estos menores de 18 años de edad), etc. (Paz, P.S.G. Violencia infantil intrafamiliar. 2012).
La violencia familiar, dirigida a infantes, también comprendida como maltrato infantil,
pudiera ser definida según la ley de violencia familiar n° 9283 como “toda acción, omisión
o abuso dirigido a dominar, someter, controlar o agredir la integridad física, psíquica,
moral, psicoemocional, sexual y/o la libertad del infante en el ámbito del grupo familiar,
aunque esa actitud no configure delito” Dicha ley es aplicada por el ministerio de justicia,
del poder judicial de la provincia de Córdoba.

Según la Organización de las naciones unidas (ONU), la violencia familiar puede definirse
como: “Toda forma de violencia, perjuicio o abuso físico y mental, descuido o trato
negligente, malos tratos o explotación, mientras que el niño se encuentra bajo la custodia de
sus padres, de un tutor, o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo” (Perea-
Martínez, A., Loredo-Abdalá, A., Trejo-Hernández, J., Baez-Medina, V., Martín-Martín, V.,
Monroy-Villafuerte, A., & Venteño-Jaramillo, A. (2001). El maltrato al menor: propuesta
de una definición integral).

Para Unicef las víctimas de maltrato infantil pertenecen al Segmento de la población


conformada por niños, niñas y adolescentes hasta los 18 años, que sufren ocasional o
habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, en el grupo familiar o en las
instituciones sociales. El maltrato puede realizarse por omisión (por ejemplo abandono),
supresión o transgresión de los derechos individuales y colectivos. (Perea-Martínez, A.,
Loredo-Abdalá, A., Trejo-Hernández, J., Baez-Medina, V., Martín-Martín, V., Monroy-
Villafuerte, A., & Venteño-Jaramillo, A. (2001). El maltrato al menor: propuesta de una
definición integral).

La violencia familiar o maltrato infantil es una problemática que afecta a la sociedad en


general, perjudicando el contexto familiar, escolar o comunitario. Esta problemática
vulnera los derechos de quienes son víctimas, dejando en ellas múltiples consecuencias que
dañan su salud física, psicológica y su desarrollo emocional y social. Las secuelas pueden
manifestarse inmediatamente o en etapas futuras del desarrollo de niños, niñas y
adolescentes. (Gaona, O. Estudio sobre maltrato infantil en el ámbito familiar - paraguay.
Abril de 2011).

1.2: CONTEXTUALIZACIÒN DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

Es oportuno contextualizar a la violencia familiar respecto al marco o situación en la que


esta es proyectada, la manera en que es comprendida y abordada y la legislación que
contempla a la violencia como tal en el ámbito latinoamericano y nacional.

En 1990 la República Argentina ratifica la Convención Internacional sobre los Derechos


del Niño, quedando incorporada como ley nacional 23.849. Esta ley promueve “el interés
superior por los niños” obligando a los estados a adoptar las medidas necesarias con el
objetivo de proteger a niños y niñas de toda forma de maltrato por parte de sus padres,
representantes legales o cualquier persona que lo tenga a su cargo. En 1994 dicha ley se
incorpora a la Constitución de la Nación Argentina. En el año 2005 se promulga la Ley
Nacional de Protección Integral de la Infancia, ley 26.061 que asegura “la protección
integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes que se encuentren en el territorio
de la República Argentina, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y
permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados
internacionales en los que la Nación sea parte…”. (Aranda, N. MALTRATO INFANTIL
Introducción a la problemática del maltrato hacia los niños)

A su vez el país confirma su compromiso con otros instrumentos normativos entre los que
se destacan: Ley de Protección Contra La Violencia Familiar (24.417), la Ley de Creación
del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (Ley 25.673), la Ley de
Migraciones (Ley 25.871), Ley del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (Ley
26.150), la Ley de Educación Nacional (Ley 26.206), la Ley de Prevención y Sanción de la
Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas (Ley 26.364) y la Ley de Prohibición del
Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente (Ley 26.390).

Con estas leyes se privilegia al niño como sujeto de derechos, cuya voz debe ser escuchada
y respetada. Sin embargo, a pesar del derecho a los niños a una protección que garantice su
desarrollo integral como personas en el seno de la familia; en todo el mundo, millones de
niños de todos los estratos socioeconómicos y de todas las edades, religiones y culturas
sufren actos de violencia, explotación y abuso todos los días.

Aunque hay muy pocos datos fiables, se estima a nivel mundial que los casos que logran
visibilidad publica, representan entre un 10 y un 20% de los casos reales, solo constituyen
una pequeña parte de una realidad mucho más amplia y generalizada. (Aranda, N.
MALTRATO INFANTIL Introducción a la problemática del maltrato hacia los niños)

Según estimaciones de UNICEF todos los años, 275 millones de niños y niñas en el mundo
son víctimas de violencia intrafamiliar y alrededor de 40 millones de menores de 15 años
sufren distintos tipos de maltrato, tanto dentro de los hogares como en las escuelas, la
comunidad y las calles. (Gaona, O. Estudio sobre maltrato infantil en el ámbito familiar -
paraguay. Abril de 2011).

En América Latina alrededor de 6 millones de niñas y niños son agredidos severamente por
sus padres o familiares y 85 mil mueren cada año como consecuencia de estos castigos.
(Unicef. Maltrato infantil en Chile).

En argentina no se conocen datos oficiales, pero según noticias recientes El área de


Investigación del Programa Las Víctimas contra Las Violencias, que depende del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, en conjunto con el área de
Protección de Derechos de Unicef Argentina, analizó la información de 12.426
intervenciones ante llamados de emergencia a por violencia familiar entre 2009 y 2013,
poniendo la lupa sobre los más chicos. La cifra de chicos maltratados en sus hogares, en la
Ciudad de Buenos Aires, alcanzó a los 9727.

El Programa Las Víctimas Contra Las Violencias desde su creación en 2006 a 2015, recibió
un total de 98.454 llamados. Del total de comunicaciones, 23.404 víctimas fueron atendidas
y acompañadas, de las cuales 13.359 fueron niños, niñas y adolescentes.

Si bien a partir de la ratificación de los derechos del niño en argentina han habido grandes
avances, los cuales se reflejan en, un aumento de los dispositivos asistenciales de salud,
conjuntamente con el estudio teórico de la problemática, y el mejoramiento del marco
jurídico-legal, que han derivado en una mayor toma de conciencia de la población acerca de
la importancia de prevenir y denunciar los hechos de maltrato hacia los niños, aún queda
mucho trabajo por realizar, Argentina enfrenta grandes desafíos para mejorar la calidad de
vida de su población, especialmente de los niños, niñas y adolescentes. (Aranda, N.
MALTRATO INFANTIL Introducción a la problemática del maltrato hacia los niños).
(Bringiotti, M.I. Violencia social y maltrato infantil en Argentina Cómo afectaron a su
crecimiento y desarrollo los cambios socioestructurales de los últimos años. Agosto 2010)

“Siendo el maltrato infantil un fenómeno multicausal y universal, que afecta a la salud,


pues atenta contra la integridad física y psíquica de la persona consideramos que la
divulgación, instrucción y educación de la población en general sobre el mismo son
estrategias prioritarias que pueden permitir hacer conciencia a todos; es necesario dar a
conocer que no sólo el trauma físico lesiona a un niño, sino que también los otros tipos de
maltrato, como el emocional, el psicológico y la negligencia, deterioran la personalidad del
pequeño, y de aquí la importancia de identificar cada uno de estos indicadores”. (Santana-
Tavira, R., Sanchez-Ahedo, R., Herrera-Basto, E. El maltrato infantil: un problema
mundial).

Por esto se considera que para la erradicación de la violencia se requiere, no solo de


recursos económicos tendientes a defender y proteger en forma real a los pequeños, sino
también de la implicación de toda la sociedad y especialmente, de los poderes públicos. En
este contexto, la actuación de los profesionales de la salud representa un elemento clave en
la prevención y detección de este grave problema.

1.3: CLASIFICACIÓN DE VIOLENCIA FAMILIAR

Existen varias clasificaciones de la violencia familiar según su forma, quiénes y desde qué
lugar lo ejercen. Una de las clasificaciones es la definida por la Unicef (Fondo de las
naciones unidas para la infancia), según la cual la violencia familiar se clasifica en:

1.2.1 Violencia física

Toda agresión que puede o no tener como resultado una lesión física, producto de un
castigo único o repetido, con magnitudes y características variables.

1.2.2 Violencia psicológica o emocional

El hostigamiento verbal habitual por medio de insultos, críticas, descréditos,


ridiculizaciones, así como la indiferencia y el rechazo explícito o implícito hacia el niño,
niña o adolescente. También se incluye el rechazo, el aislamiento, aterrorizar a los niños o
niñas, ignorarlos y corromperlos

1.2.3 Violencia sexual

Es toda forma de actividad sexual entre un adulto y un niño, niña o adolescente. Incluye la
explotación sexual

1.2.4 Violencia abandónica o negligencia

Es la falta de protección y cuidado mínimo por parte de quienes tienen el deber de hacerlo y
las condiciones para ello. Existe negligencia cuando los responsables de cubrir las
necesidades básicas de los niños no lo hacen. (Unicef. Maltrato infantil en chile).

Existe una clasificación, según los distintos niveles de gravedad en que se da la negligencia,
así se diferencia entre: Leve, hay una conducta negligente por parte de los padres, pero el
niño/a no sufre ninguna consecuencia negativa a nivel físico, cognitivo, social o en los
ámbitos donde se desenvuelve; Moderado: hay una conducta negligente por parte de los
padres, que genera consecuencias negativas en ámbitos o contextos donde se desenvuelve o
interactúa el menor; Severo: hay una conducta negligente por parte de los padres,
generando consecuencias negativas a nivel físico, cognitivo o social, que requieren atención
o tratamiento especializado.

El abandono se considera la forma más grave de negligencia, ya que en esta los padres se
desentienden completamente del cuidado del menor. (Alcantara Lopez, M. V. Las víctimas
Invisibles: Afectación psicológica en menores expuestos a violencia de género. 2010)

Este abandono, según Pérez Álvarez S. (1981) en su libro Familia abandónica, se puede dar
de manera parcial o total.

1.2.4.1 Abandono parcial

En este tipo de abandono los padres conservan la patria potestad pero no la ejercen. Este
caso de abandono es peor que el anterior. Se deja a los hijos al libre albedrío, a la propia
discriminación de lo bueno y lo malo, sin dar posibilidad de que otra familia pueda hacerse
cargo de ellos.

1.2.4.2 Abandono Total

Aquella en la cual el abandono es total: Como abandono total entendemos aquel por el cual
la patria potestad fue delegada. En estos casos el abandono puede no ser tan traumático para
los niños, dado que queda la posibilidad de que otra familia se haga cargo del menor
adoptándolo.

1.2.4.3 Índices infantiles para determinar violencia abandónica

Hay diversos índices observables en el niño, que permiten sospechar de este tipo de
maltrato, se destacan los siguientes:

 Retraso en el crecimiento y desarrollo.


 Enfermedades: defectos visuales, ortopédicos, auditivos, desnutrición; necesidades
médicas no atendidas: heridas sin curar o infectadas; o bien, ausencia del control y
de los cuidados médicos rutinarios.
 Signos o cicatrices de accidentes domésticos frecuentes.
 Hábitos de alimentación y horarios inadecuados.
 Deshidratación.
 Sueño excesivo.
 Deterioro en el vestuario, ropa sucia, insuficiente o inadecuada para la estación.
 Falta de higiene.
 Absentismo escolar.
 Problemas de aprendizaje escolar.
(Herrera-Basto, E. (1999). Indicadores para la detección de maltrato en niños). (Zarza
Martin, B. Los menores ante la violencia doméstica. Junio 2011.)

1.3: CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

La violencia en el interior de la familia es frecuente en nuestra sociedad. Los niños suelen


ser testigos y víctimas de diferentes tipos de maltrato que le afectan directa e
indirectamente y cuyas consecuencias pueden estar presentes a lo largo de toda la vida o
incluso ser transferidos a generaciones posteriores. (Norte, S. M. Violencia familiar y su
impacto sobre el niño. 1996)

Entre las consecuencias asociadas con la exposición de los niños a la violencia doméstica,
las más significativas tienen un impacto directo en la salud física y psicológica de las
víctimas, así como en su vida cotidiana. (Moura Lourenço, L. Nunes Baptista, M. Xavier
Senra L. Almeida A.A. , Basílio, C. Monteiro de Castro Bhon, F. Consecuencias de la
Exposición a la Violencia Doméstica a los Niños: Revisión Sistemática de la Literatura).
En numerosos estudios se han descripto tales consecuencias que se nombraran a
continuación:

1.3.3.4 Sociales

En el plano social se han descrito, cogniciones sociales alteradas, baja autoestima, falta de
empatía, introversión o retraimiento, depresión, aislamiento, inseguridad, pasividad, miedo
de establecer relaciones nuevas o comenzar actividades También es frecuente la
incompetencia en el reconocimiento e identificación de las emociones (miedo, disgusto,
felicidad, tristeza, rabia, etc) de los demás a través de la expresión facial, dificultad o
incapacidad para depender, confiar, querer, relacionarse con otros y refrenar los impulsos
ante el surgimiento de la mínima presión ambiental o contrariedad, reacciones de
agresividad verbal y física. (Norte, S. M. Violencia familiar y su impacto sobre el niño.
1996) (Tizard, Cooperman, Joseph y Tizard, 1972; Bousha y Twentyman, 1984; Rutter y
Lord, 1987; Martínez y De Paúl, 1993; Gaudin, Polansky, Kilpatrick y Shilton, 1996;
González, Quintana, Barajas, Linero, Goicoechea, Fuentes, Fernández y De la Morena,
2001; Ruiz y Gallardo, 2002; Moreno, 2003)

1.3.3.3 Físicos

En el plano físico las consecuencias van desde el retraso en el crecimiento por desnutrición,
inapetencia, trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia, obesidad), trastornos del
sueño (insomnio, terrores nocturnos) e irritabilidad, síntomas psicosomáticos (cefalea,
eczemas, asma, ulceras, dolores de estómago), regresiones (eneuresis y ecopresis); hasta el
síndrome del enanismo psicosocial causado no sólo por las deficiencias alimentarias, sino
también por la depravación social y afectiva. (Zarza Martin, B. Los menores ante la
violencia doméstica. Junio 2011) (Blázquez Alonso, M. Manso, JM. Estimulación del
lenguaje en niños maltratados. intervención en un centro de acogida de menores).

1.3.3.1 Conductuales

Agresividad, ansiedad, impulsividad, hiperactividad, consumo de alcohol y/o drogas,


desordenes de conducta, delincuencia, destructividad, inmadurez, oposicionismo,
absentismo, agresión, crueldad con animales, rabietas, desinhibiciones, conductas sociales
desadaptadas, problemas de disciplina, atención y concentración. Pobre sentido crítico
hacia las realidades objetivas, mientras que la imaginación es desbordante y muy
fantasiosa. (Norte, S. M. Violencia familiar y su impacto sobre el niño. 1996) (Tizard,
Cooperman, Joseph y Tizard, 1972; Bousha y Twentyman, 1984; Rutter y Lord, 1987;
Martínez y De Paúl, 1993; Gaudin, Polansky, Kilpatrick y Shilton, 1996; González,
Quintana, Barajas, Linero, Goicoechea, Fuentes, Fernández y De la Morena, 2001; Ruiz y
Gallardo, 2002; Moreno, 2003)

1.3.3.2 Emocionales

Entre las consecuencias de índole emocional, se observaron, ansiedad, ira, depresión


(llanto, tristeza, aislamiento), inseguridad, miedos, baja autoestima, aislamiento, pasividad,
excesiva dependencia, tristeza, retraimiento y timidez, síntomas de estrés post-traumático
(insomnio, pesadillas, ansiedad, fobias), culpabilización, suicidio. En ciertos casos se
detectó cierta inhibición en el plano emocional que condujeron a conductas regresivas.
(Zarza Martin, B. Los menores ante la violencia doméstica. Junio 2011) (Blázquez Alonso,
M. Manso, JM. Estimulación del lenguaje en niños maltratados. Intervención en un centro
de acogida de menores).Consecuencias de la exposición a la violencia en el hogar para
niños: una revisión sistemática de la literatura

1.3.3.5 Cognitivos.

Entre los problemas cognitivos encontramos, retraso del desarrollo, retraso escolar
(problemas de rendimiento en la escuela, falta de concentración), atención fluctuante,
dispersa y débil, limitaciones en el razonamiento lógico, obsesiones, compulsiones, y
diversas repercusiones en el lenguaje.

1.3.3.5.1 Repercusiones lingüísticas.


En cuanto a la repercusión lingüística, diversos estudios que abordan el maltrato infantil,
señalan que la falta de afecto durante los primeros años de infancia, el estilo comunicativo
de los cuidadores y la interferencia o falta de respuesta a la comunicación del niño,
dificultan el desarrollo lingüístico. Por lo tanto, cabe esperar que la ausencia de calidad de
la interacción padres- niño, que se da en casos de negligencia o violencia abandónica,
influya en el desarrollo socioemocional y comunicativo, por ende el desarrollo del lenguaje
se va a ver afectado desde la etapa prelinguistica. (Koponen, Kalland, & Autti-Rämö,
2009). (Sylvestre, 2010). (Prathanee, Thinkhamrop, & Dechongkit, 2007)(Tamis-LeMonda
& Bornstein, 2002) Manso , J. M. M., Sánchez, M. E. G. B., Merino, M. J. G., & Muñoz,
Á. S. (2011).

Diversos estudios consideran que todas las formas de maltrato infantil tienen un efecto
importante en la adquisición y el desarrollo del lenguaje, sin embargo se observaron
mayores limitaciones en víctimas de maltrato y abandono emocional. (Moreno, 2003;
Moreno, 2005; Moreno, García-Baamonde, & Rabazo, 2007, Moreque no, Rabazo, &
García-Baamonde, 2007).

Entre las consecuencias observadas: retrasos en la adquisición, desenvolvimiento y


aplicación correcta del lenguaje común de uso, incapacidad para abstraer y generalizar los
conceptos. la comprensión verbal puede verse retrasada, sin embargo la afectación de la
vertiente expresiva es siempre la más importante: pobreza de vocabulario, articulación
defectuosa, deficiente estructuración de las oraciones e incluso dificultad para comprender
la sintaxis compleja, escasez de lenguaje interno para dirigir las acciones, alteraciones en la
fluidez verbal (disfemia), uso restringido del lenguaje, bajos resultados en operaciones de
razonamiento aritmético relacionados con el lenguaje receptivo y expresivo, etc.

(Tizard, Cooperman, Joseph y Tizard, 1972; Bousha y Twentyman, 1984; Rutter y Lord,
1987; Martínez y De Paúl, 1993; Gaudin, Polansky, Kilpatrick y Shilton, 1996; González,
Quintana, Barajas, Linero, Goicoechea, Fuentes, Fernández y De la Morena, 2001; Ruiz y
Gallardo, 2002; Moreno, 2003)

Dos investigaciones recientes realizadas en España, que abarcan el estudio de los niveles
del lenguaje en víctimas de violencia familiar, han concluido que se observan mayores
dificultades en pragmática y morfología, que en sintaxis y semántica. Concluyendo que la
interpretación que los niños hacen de las situaciones y la manera de asimilar y responder
ante estas, esta marcada por las experiencias vividas (Manso, J. M. M., Sánchez, M. E. G.
B., Merino, M. J. G., & Muñoz, Á. S. Intervención logopédica en un caso de negligencia
infantil con graves repercusiones en el lenguaje. 2011)
Bibliografía
1
2 Batista, E. Repercussões da violência doméstica contra crianças e adolescentes.
Disponible en: http://www.adolescenciaesaude.com/detalhe_artigo.asp?
id=316&idioma=Espanhol
3 Bazán Bravo, S. C. Evaluación y análisis del maltrato por negligencia y su efecto
pernicioso al desarrollo personal de la población infantil en las comunidades de
Kawache, Villa Unión y Las Américas durante el período 2006-2007. 2010.
Disponible en:
http://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/cybertesis/2667/1/bazan_bs.pdf
4 http://web2.cba.gov.ar/web/leyes.nsf/85a69a561f9ea43d03257234006a8594/125f4c
39c0f42f660325729c005de7f7?OpenDocument
5 http://www.unicef.org/argentina/spanish/UNICEF_violencia_3_publi_cronica_18-
12.pdf

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