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Clave para el montaje de las camisas húmedas

….Así evitará errores de graves consecuencias durante el montaje!!!


La pesadilla de todo mecánico: se instala una nueva camisa en el bloque del motor. Se monta la tapa de cilindro, se
aprietan los tornillos… y repentinamente se oye un leve «pling». Puede comprobarse la causa de este curioso ruido
si se vuelve a desmontar la tapa de cilindro: se ha producido una rotura del collarín de la camisa en toda su
circunferencia. Si se extrae la camisa, se verá que la rotura se produjo por debajo de la superficie de apoyo, en un
ángulo de aprox. 30º. En la propia superficie de rotura se observa una estructura de grano grueso. No obstante no
se pueden reconocer defectos de material ni de colada, ni siquiera utilizando la lupa o el microscopio. Esta clase
de daño es típica de una rotura forzada.

La camisa y su asiento: Como una olla y su tapa


En el bloque del motor hay una depresión circular y plana: el así llamado apoyo de la camisa. Este apoyo asegura la fijación
de la camisa en sentido axial. El collarín debe quedar perfectamente asentado dentro de esta depresión, de modo que la
camisa quede apoyada en toda su circunferencia. A continuación se posiciona la junta de la culata sobre el bloque del
motor, de manera que el cerco de la cámara de combustión (en las juntas de materiales combinados más antiguas es un
reborde metálico y en las juntas metálicas más nuevas un perfilado) quede correctamente apoyado sobre la parte superior
del collarín de la camisa.

Cuando se aprietan los tornillos, la culata se asienta sobre el bloque motor. Los tornillos de la culata y el correspondiente
procedimiento de apriete aseguran que la culata quede firmemente unida al bloque, aun con presiones de trabajo que
pueden superar los 200 bar. De esta manera los tornillos transmiten esfuerzos considerables sobre el collarín a través de la
junta. Tanto más importante será que las fuerzas que actúan sobre el collarín incidan en sentido perfectamente vertical a
través de la junta de la culata (en el esquema 1 se muestra la posición de montaje correcta).

Esquema 1: Esquema 2:
Las partículas de suciedad bajo del collarín pueden
Sólo el correcto montaje asegura una
ser una causa de peligrosos esfuerzos de flexión.
transmisión adecuada de las fuerzas.

Peligro de rotura por flexión


Las camisas están fabricadas en fundición gris. Este material tiene muchas propiedades ventajosas, pero al ser quebradizo
no soporta los esfuerzos de flexión. Si las fuerzas inciden sobre el collarín de la camisa en un sentido apenas oblicuo, la
parte superior de la camisa quedará expuesta a un momento flector que puede provocar su rotura.

Causas más frecuentes de los esfuerzos de flexión


Partículas de suciedad: la limpieza durante el montaje es muy importante para evitar la presencia de impurezas entre el
collarín y el apoyo (suciedad, virutas, restos de la junta, material de sellado, etc.; véase el esquema 2). De acuerdo con el
lema «menos es más», sólo deberán utilizarse masillas de sellado en aquellos casos que lo especifique el fabricante del
motor.
Un consejo:

Al insertar las camisas es conveniente parar la prensa unos milímetros antes de hacer tope, para así poder eliminar
eventuales restos de material del hueco entre el collarín y el apoyo utilizando aire comprimido.

Esquema 3 Esquema 4

Un apoyo oblicuo puede producir la rotura del collarín. (Esquema 3 + 4).

Irregularidades y deformaciones en el apoyo del Block :


la causa de esta anomalía suele estar asociada a las construcciones de motor cada vez más ligeras. Cuanto más delgadas
son las paredes del bloque, tanto mayor es el peligro de deformación. Paralelamente los propulsores modernos entregan
cada vez mayor potencia, trabajan con mayores presiones de encendido y mayor par. De esta manera puede ocurrir que los
motores con 500.000 Km (o las horas de servicio equivalentes) presenten deformaciones tan importantes que sea
necesario rectificar el apoyo antes de la instalación de nuevas camisas. Para el rectificado debe utilizarse una
mandrinadora o un torno manual para refrentar. Lo importante es que la superficie no quede oblicua (véase los esquemas 3
y 4). Tras el mecanizado debe achaflanarse la zona de transición (aprox. 1 x 45°, véase el esquema 5). Si no se hace,
existe el riesgo de rotura (esquema 6).

Además debe garantizarse el saliente especificado para la camisa antes del montaje. Para ajustar esta medida puede
colocarse un aro de metal apropiado bajo el collarín. En muchos casos MAHLE también ofrece camisas con la sobremedida
correspondiente. Al mecanizar el Block deben rectificarse los apoyos con las mismas proporciones.

Esquema 5: Esquema 6:
Achaflanado en el borde del asiento del collarín. Daños como consecuencia de la falta de chaflán.

Utilización de una junta de culata indebida:

También una junta indebida puede dar lugar a la incidencia de fuerzas oblicuas sobre el collarín de la camisa (esquema 7),
o bien debido a un diámetro demasiado pequeño del cerco de la cámara de combustión o por el incorrecto grosor de la
junta. Nuestro consejo es utilizar sólo las juntas especificadas para el motor. Las imitaciones más baratas pueden diferir en
materiales o dimensiones y las consecuencias pueden ser muy costosas.

Esquema 7: Esquema 8:
Esfuerzos de flexión debidos a la utilización de una junta Mecanizado de la culata: si no se rectifica la ranura, las
indebida. fuerzas se transmiten a través del reborde cortafuegos con
la consecuente rotura de camisa.

Mecanizado incorrecto:
Algunas tapas de cilindro de motor, por ejemplo, en determinados modelos de Volvo, están provistas de una ranura circular
donde se introduce el reborde cortafuego de la camisa; pero la tapa de cilindro y la camisa no deben estar en contacto. Si
se rectifica la tapa de cilindro por deformación o daños, deberá mecanizarse también la ranura con la correspondiente
profundidad. De lo contrario existe el riesgo de que la transmisión de fuerzas tenga lugar a través del reborde cortafuegos
de la camisa en lugar de la junta (esquema 8).

Ignorar puede costar caro


Para apretar los tornillos de la culata se necesita buen oído, pues quien reconozca el ruido de una rotura de forma
inmediata ha tenido suerte dentro de su desgracia. Puede desmontar el cilindro de inmediato, analizar las causas y
corregirlas, y a continuación instalar una nueva camisa.

De lo contrario el daño puede ser aun peor: tras la puesta en funcionamiento del motor, la camisa dañada comienza a
desplazarse hacia el cigüeñal. Tan pronto la zona de la rotura alcance la altura del primer segmento en su PMS, este se
destruirá. Con su próximo movimiento descendente, el pistón arrastrará la camisa hacia abajo. El cigüeñal en rotación
destruirá la camisa, y también se romperán el pistón y la biela. Una biela acabará sobresaliendo lateralmente al bloque del
motor

Una camisa con rotura de collarín como


consecuencia de un error de montaje.

La estructura de grano grueso


– indicador seguro de una rotura forzada.

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