Está en la página 1de 6

¿Qué se siente ser murciélago?

Primera formulación del problema

1) Thomas Nagel comienza el texto ¿Qué se siente ser murciélago?, por una parte, advirtiendo que
hay un problema que él llama "mente-cuerpo" (274). Por otra parte, reprendiendo tímidamente al
menos en principio a la "reciente ola de euforia reduccionista" (274), por desatender "lo que
vuelve único al problema mente-cuerpo" (274).

2) Nagel se refiere a los "ejemplos inconexos" (275), como él califica a los "ejemplos comunes" del
reduccionismo (275). Le parece "improbable" (275) que de ellos alguno "arroje luz sobre la
relación de la mente con el cerebro" (275). Sin embargo, a su juicio, son comunes. El problema
entonces lo generaliza Nagel. Según él, hay una "generalizada debilidad humana por las
explicaciones para lo que es incomprensible" (275). De alguna manera esa debilidad "ha llevado a
que se acepten explicaciones no factibles de la actividad mental" (275). Pero, independientemente
de por qué para él hay explicaciones aceptadas que son no factibles, lo relevante, a mi juicio, es la
razón para que él mismo sugiera que hay una tal infactibilidad.

3) Entonces Nagel expresamente dice cuál será su propósito. "Trataré de explicar", dice Nagel,
"por qué los ejemplos comunes no nos ayudan a comprender la relación entre mente y cuerpo;
por qué, de hecho, no tenemos actualmente una concepción de lo que sería una explicación de la
naturaleza física de un fenómeno mental" (275). Nagel se fija un propósito todavía más ambicioso,
al decir que tratará de explicar "por qué, de hecho, no tenemos actualmente una concepción de lo
que sería una explicación de la naturaleza física de un fenómeno mental " (275).

4) "La experiencia consciente", según Nagel, "es un fenómeno generalizado" (275-76). Pero su
generalidad ni es completa con certeza ni, para algunos que Nagel califica de "extremistas" (276),
ni parcialmente completa con certeza.

5) Entonces Nagel resuelve distinguir entre el tener experiencias conscientes del ser determinado
organismo (276). Y, por tanto, parece dejar a un lado el problema de tener experiencias
conscientes, optando por estudiar la cuestión de que haya algo que determine a un organismo "a
ser ese organismo" (276).

6) Nagel afirma el siguiente bicondicional: "un organismo tiene estados mentales conscientes y, y
sólo si, hay algo que lo determine a ser ese organismo, algo determinante para el organismo"
(276). A este algo determinante Nagel lo llama "el carácter subjetivo de la experiencia" (276).
7) Nagel disputa que "una explicación de la base física de la mente" (277) pueda elucidar "el
carácter subjetivo de la conciencia" (277). Pero, también, disputa que las "características
fenomenológicas" (279) puedan ofrecer "una explicación física", ya que "cada fenómeno subjetivo
está conectado esencialmente con un solo punto de vista" (278).

Segunda formulación del problema

"Permítaseme, en primer lugar, tratar de formular el problema de una anera más completa que
simplemente refiriéndome a la relación entre lo subjetivo y lo objetivo, o entre lo pour soi y el en
soi" (278).

1) Nagel, en primer lugar, anuncia la distinción "entre los dos tipos de concepción: el subjetivo y el
objetivo" (278).

2) En segundo lugar, Nagel se propone "dilucidar la relación entre la subjetividad y un punto de


vista, y 8...) poner de manuifiesto la importancia de las características subjetivas" (278).

3) En tercer lugar, Nagel encuentra "útil", para probar la distinción anunciada en 1), "explorar (...)
un ejemplo" (278). Entonces empieza a hablar de los murciélagos.

4) Nagel empieza su ejemplo de los murciélagos con un supuesto: "todos creemos que los
murciélagos tienen experiencias" (278).

5) Entonces Nagel aclara por qué eligió a los murciélagos y no a a los ratones, a las palomas, a las
ballenas, a las avispas "o a los lenguados" (278). Por una parte, asegura que "los murciélagos están
más relacionados con nosotros que esas otras especies" (278). Por otra parte, asegura que los
murciélagos "tienen, sin embargo, un rango de actividad sensorial tan diferentes a las nuestras"
(278-79).

6) Nagel califica de "alienada" (279) a la "forma de vida" (279) de los murciélagos.

7) Entonces Nagel habla de la experiencia de un murciélago. Hace tres observaciones.


Primera. "los murciélagos - los microquirópteros, para ser exactos- perciben el mundo externo
básicamente por sonar, o ecolocación, detectando los reflejos, de los objetos a su paso, de sus
propio chillidos, rápidos, sutilmente modulados y de alta frecuencia" (279).

Segunda. La información que adquieren sensorialmente los murciélagos "les permite hacer
determinaciones precisas de distancia, tamaño, forma, movimiento y textura, comparables a las
que hacemos con nuestra vista" (279).

Tercera. El sonar, como "forma de percepción" (279), según Nagel, "no funciona de manera similar
a ninguno de nuestros sentidos, y no hay ninguna razón para suponer que se parece en términos
subjetivos a algo que podamos sentir o imaginar nosotros" (279). Por consiguiente, es dificil
responder a la pregunta: " qué se siente ser murciélago" (279).

Desarrollo de la pregunta por "algún método que nos permita extrapolarnos a la vida interior del
murciélago desde las ideas mentalistas que aplicamos sin problema" o por "otros métodos (...)
para comprender esta noción" (279-80).

1) Nagel deja muy claro su propósito: "Deseo saber qué se siente para un murciélago ser
murciélago" (280).

2) Nagel llega a concluír, en primera instancia, que hay una extrapolación que "debe ser imposible
de completar" (281), a saber: "la extrapolación a partir de nuestro propio caso (...) en la idea de
qué se siente ser murciélago" (281).

3) En segunda instancia, Nagel concluye que "Sólo podemos desarrollar una concepción
esquemática de a qué se asemeja" (281) el sentir ser murciélago. Esto quiere decir que "no
podemos concebir" (281) el carácter subjetivo de determinadas experiencias propias del
murciélago, como el de su dolor, el de su temor, el de su hambre o el de su placer (281).

4) Según Nagel, "no poseemos un vocabulario para describirlo adecuadamente" (282). Todavía
más: "no podremos jamás formular con nuestro lenguaje una descripción detallada de la
fenomenología de un marciano o de un murciélago" (282). Reconoce, por tanto, "las limitaciones
de nuestra naturaleza" (283).

Análisis sobre "la relación entre, por un lado, los hechos y, por otro, los esquemas conceptuales o
sistemas de representación" (283).

1) Nagel reconoce que el que llama "Mi realismo" (283) tiene una implicación de creencia. "implica
una creencia en la existencia de hechos fuera del alcance de los conceptos humanos" (283). Y, por
otra parte, también cree "que hay hechos que los seres humanos no podrán representar o
comprender (...) simplemente porque nuestra estructura no nos permite manejar conceptos del
tipo requerido" (283). A esta segunda hipótesis Nagel la llama "la hipótesis de que hay hechos
humanamente inaccesibles" (283).

2) Por consiguiente, como anticipé en el último 4), Nagel concluye "que hay hechos que no
consisten en la verdad de proposiciones expresables en un lenguaje humano" (284).

"observación general sobre el carácter subjetivo de la experiencia" (284)

1) Según Hagel, hay ciertos "hechos" particulares, por cuanto "parecen ser hechos que entrañan
un particular punto de vista" (384). \

2) No se trata de unos hechos que sean accesibles "sólo a un único individuo" (384), no se trata de
unos hechos cuya comprensión "se limita al caso propio" (384).

3) Pero la razón por la cual los hechos son accesibles o comprensibles a otros es por el "poder
adoptar su punto de vista" (284) que concluya exitosamente.

4) Y la cuestion de adaptar el punto de vista ajeno es cuantitativa. Se puede adaptar más así como
menos. "incluso para formar una concepción de qué se siente ser murciélago", dice Hagel, "y a
fortiori saber qué se siente ser murciélago, debemos adoptar el punto de vista del murciélago. Si lo
podemos adoptar aproximada o parcialmente, entonces nuestra concepción será también
aproximada o parcial" (285).

5) Entonces Hagel habla de un "tipo de hechos" (285), que él llama "objetivos" (285). Estos son los
que "pueden ser observados y comprendidos desde muchos puntos de vista y por individuos que
tienen diferentes sistemas de percepción" (285).

6) En consecuencia, Hagel asegura, por ejemplo, del rayo que "es legítimo distanciarnos lo más
que podamos de un punto de vista estrictamente humano" (287).

7) Entonces es cuando Hagel interroga por "qué puede significar el carácter objetivo de una
experiencia, aparte del punto de vista particular desde el cual su sujeto la comprende" (287).
8) Hagel entonces advierte sobre la que llama reducción psicofísica (287) que asegura que la
reducción "es un camino hacia una mayor objetividad" (288). Lo que se reduce, según la corriente,
es "nuestra dependencia de puntos de vista individuales o específicos de la especie hacia el objeto
de investigación" (288). Hagel disputa esa reducción. Y dice tajantemente que "cualquier cambio
en busca de mayor objetividad, esto es, menos vinculado con un punto de vista específico, no nos
acerca de la naturaleza real del fenómeno: nos aleja de ella" (289).

9) Sin embargo, Hagel habla de "los casos exitosos de la reducción" (289). En efecto, para Hagel
"Sería una error concluir que el fisicalismo debe ser falso" (291). Uno de estos casos exitosos es el
del descubrimiento de lo que era el sonido: "era, en realidad, un fenómeno ondulatorio en el aire
o en otros medios" (289), por lo que, dice Hagel, "abandonamos un punto de vista para adoptar
otro" (289).

10) Entonces Hagel, por una parte, disputa contra el reduccionismo psicofísico, como en 8). Pero,
por otra parte, acepta 'casos exitosos de la reducción', como en 9). Por lo que se ve obligado a
concluír confusamente que, con respecto al punto de vista, cuando buscamos "una compresión
más plena del mundo externo, no podemos pasarlo por alto permanentemente, pues es la esencia
del mundo interno y no nada más un punto de vista sobre éste" (289; letra cursiva mía). Ese
adverbio es muy problemático, ya que sólo restringe a la continuidad, pero no a la inconstancia del
acto de "hacer a un lado este punto de vista" (289). Hagel, por decirlo de una manera justa, acepta
una especie de dualismo, porque por una parte dice sí y por otra parte dice no.

11) Hagel reconoce que "una teoría física de la mente debe explicar el carácter subjetivo de la
experiencia" (290) y que "ninguna concepción disponible en la actualidad nos ofrece una pista
sobre cómo podría hacerse eso" (290). Pero Hagel es más claro al especificar el problema. Dic3e
que "Nos falta la idea de cómo un término físico y uno mental pueden referirse a la misma cosa"
(293, al comienzo). Y lo escribe explícitamente como una pregunta: "¿tiene sentido preguntar
cómo son realmente mis experiencias, como opuestas a cómo me parecen? " (294).

"una propuesta especulativa" (295, en la primera línea)

1) Anuncia Hagel: "quizá sea posible enfocar desde otra dirección el abismo entre lo subjetivo y lo
objetivo" (295). Sugiere Hagel que el ser humano en su época se veía limitado a pensar en el
carácter subjetivo de la experiencia, necesariamente apoyándose "en la imaginación" (295). Por lo
que Hagel sugirió contravenir esa necesidad en el futuro de alguna manera. Planteó el siguiente,
que llamó reto para crar nuevos conceptos y concebir un nuevo método (295): "una
fenomenología objetiva que no dependa de la empatía o de la imaginación" (295).
2) Y Hagel fue más allá, porque planteó el objetivo de esa fenomenología objetiva, que claramente
está en el plano de lo hipotético, a saber: "describir, por lo menos en parte, el carácter subjetivo
de las experiencias en forma comprensible para los seres incapaces de tener esas experiencias"
(295).

3) Una función ¿social? de esa fenomenología hipotética consistiría en"explicar a un ciego de


nacimiento qué se siente ver" (295). Nada más perverso.

También podría gustarte