Está en la página 1de 3

BASES Y PUNTOS DE PARTIDA PARA LA ORGANIZACIÓN

POLÍTICA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA DE JUAN


BAUTISTA ALBERDI

La Educación no es la Instrucción

No es original la idea de que la educación era el modo de acercar a los pueblos a


la realización efectiva de la república, pero se había confundido educación, que es
el género (se puede educar, por ejemplo a un animal), con la instrucción que es la
especie (solo se instruye a seres racionales). De esa confusión, se deriva otro
error, el de desatender la educación que se opera por la acción espontánea de las
cosas, la educación que se hace por el ejemplo de una vida más civilizada que la
nuestra, educación fecunda. La educación debe tener el lugar que le damos a la
instrucción, por ser el medio más eficaz y más apto para sacarlas con prontitud del
atraso.

La instrucción es el medio de cultura de los pueblos ya desenvueltos. La


educación por medio de las cosas es el medio de instrucción que más conviene a
los pueblos que empiezan a crearse.

La instrucción que se les dio a nuestros pueblos, copiada de otros pueblos en


otras condiciones, fue siempre estéril y sin resultado provechoso. La instrucción
primaria fue más bien perniciosa, un medio impotente de mejoramiento,
comparado con otros. La instrucción superior no fue mejor. Se formaron
charlatanes, ociosos, demagogos. En la instrucción secundaria se prefirieron las
ciencias morales y filosóficas a las ciencias prácticas y de aplicación. No pretende
el autor que la moral sea olvidada, pero sostiene que se llega a la moral más
presto, por el camino de los hábitos laboriosos y productivos de esas nociones
honestas, que por la instrucción abstracta.

Estos países necesitan más ingenieros, geólogos, naturalistas, que abogados y


teólogos. Que el clero se eduque a sí mismo, pero que no se encargue de formar
a nuestros abogados y estadistas, a nuestros negociantes, marinos o guerreros.

La instrucción debe ser fecunda, debe contraerse a las ciencias, y artes de


aplicación a cosas prácticas, a lenguas vivas, a conocimientos de utilidad material
e inmediata. El idioma inglés (idioma de libertad, industria y orden) debe ser más
obligatorio que el latín, no debería darse el título universitario a joven que no hable
o escriba ese idioma. El plan de educación debe multiplicar las escuelas de
comercio e industria, la juventud debe ser instruida en las artes y ciencias
auxiliares a la industria.

El hombre debe poder vencer al enemigo: el desierto, el atraso material, la


naturaleza bruta y primitiva de nuestro continente. La industria es el medio para
encaminar la juventud al orden. Ella conduce por el bienestar y por la riqueza al
orden, y por el orden a la libertad. Ejemplos: Estados Unidos e Inglaterra.

La industria es también el gran medio de moralización, facilitando los medios para


vivir previene el delito, que es hijo de la miseria y del ocio.

La religión base de toda sociedad, debe ser parte de la educación, no de la


instrucción. Prácticas y no ideas religiosas, es lo que necesitamos.

Para el rol de la mujer propone: que su instrucción no sea brillante, necesitamos


señoras, no artistas, la mujer deber brillar con el brillo del honor, la dignidad de la
modestia de su vida. Sus destinos son serios, no ha venido al mundo para ornar el
salón, sino para hermosear la soledad fecunda del hogar. Es necesario una mujer
laboriosa, y si es así, no tiene tiempo para vanas reuniones.

Acción Civilizadora de Europa en las Repúblicas de Sud América

Todo en la civilización de nuestro suelo es europeo. La América misma es un


descubrimiento europeo. Aún bajo la independencia, el indígena no figura ni
compone mundo en nuestra sociedad política y civil. Nosotros no somos otra cosa
que europeos nacidos en América, así el indígena que hace justicia nos llama
españoles.

El idioma que hablamos es de Europa. La religión cristiana  ha sido traída a


América  por extranjeros. Nuestras leyes antiguas y vigentes fueron dadas por
extranjeros. El régimen administrativo de hacienda, impuestos, rentas, es obra de
Europa. Educación universitaria, moda, etcétera.

En América, todo lo que no es europeo, es bárbaro. Sólo hay una división del
hombre americano, el indígena (salvaje) y el europeo (los nacidos en América). La
división entre hombre de la ciudad y hombre de la campaña es falsa.

Los principales unitarios, fueron hombres de campo. Rosas no ha dominado con


gauchos, sino con la ciudad, Los partidarios de Rosas fueron educados en la
ciudad, la mazorca no se componía con gauchos.

La única división posible es la del hombre del litoral y hombre de tierra adentro,
mediterráneo. El primero es fruto de la acción civilizadora de la Europa de este
siglo, influenciado por el comercio y la inmigración. El segundo es obra de la
Europa del Siglo XVI, del tiempo de la conquista, está puesto por el europeo en el
interior del país con el objeto de que se conserve siempre así. Desde el siglo XVI
hasta hoy no ha cesado Europa de ser el manantial y origen de la civilización de
este continente.

Con la revolución americana cesó la acción de la Europa española, para tomar


lugar la acción de la Europa anglosajona y francesa, pero siempre, en uno y otro
caso es Europa la obrera de nuestra civilización. La guerra de la conquista,
supone civilizaciones rivales, el salvaje y el europeo, pero este antagonismo no
existe, el salvaje está vencido en América, somos nosotros, europeos de
civilización y raza, los dueños de América, es preciso reconocer esto y volver a
llamar a Europa en socorro nuestro, aquella misma que hemos combatido con
armas, pero que no podemos vencer en el campo de pensamiento y la industria.

En tiempos de la conquista, España odiaba todo lo que era extranjero, no español,


y luego de 1810 nos enseñaron a odiar todo lo que era europeo, no americano. El
primer odio se llamó lealtad, el segundo patriotismo, oportunos en algún tiempo,
pero inútiles ahora en tiempos de preocupaciones por la prosperidad.

La prensa, la instrucción, la historia, deben trabajar para destruir esa preocupación


por el extranjero. Hay que recordar que la patria no es el suelo, tenemos suelo
desde hace tres siglos, y patria sólo desde 1810. Los patriotas del período de la
revolución han puesto el énfasis en la gloria militar y les asustaba todo lo que
pudiese afectar el objetivo: la independencia. Hoy, América no está bien, está
desierta, pobre, solitaria, pide población y prosperidad, pero, ¿de dónde vendrá?:
De Europa, responde Alberdi.

También podría gustarte