FUENTES FORMALES DEL DERECHO

Elaborado por:

Jean Carlos Hurtado Cárdenas ID: 732474

Andrea Johanna Joya ID: 731237

Lisbeth Katherine Ortiz ID: 735737

Presentado a:

Francisco Javier González

FUNDAMENTOS DE DERECHO

NRC: 12771

Corporación Universitaria Minuto de Dios- UNIMINUTO

Marzo 2020
 INTRODUCCION

El tema de la clasificación de las fuentes del Derecho ha sido siempre una de las

cuestiones más complejas y discutidas en la Teoría General del Derecho, al punto que se

han creado diversas tipologías para su distinción, persistir en que las fuentes del Derecho

“son aquellos hechos o aquellos actos de los cuales el ordenamiento jurídico hace

depender la producción de normas jurídicas, es desconocer que en el escenario

globalizado actual las distinciones sugeridas no son del todo exactas

 FUENTES FORMALES DEL DERECHO

La constitución tiene supremacía sobre las demás, ya que allí se reglamentan los principios

y derechos fundamentales de todo el ordenamiento jurídico. Es por ello, que en caso de

conflicto de normas se debe acudir a la que más se ajuste constitucionalmente. La corte

constitucional es la guardiana de la constitución, y por ende es la que resuelve conflictos de

leyes, decretos, reglamentos que van en contravía de lo pactado en la carta constitucional,

pero hay casos en los que prima el derecho internacional o comunitario, donde no hay

autoridad mandante si no apenas acuerdos.

Tenemos el siguiente ejemplo:

Si Juan le vende a Pedro su casa y María le compra a Pedro, pero Pedro no le paga a Juan.

¿Juan puede recuperar su casa?

Para entrar en materia empecemos por saber que un contrato, es un acuerdo de voluntades

que crea o transmite derechos y obligaciones a las partes que lo suscriben. El contrato es un

tipo de acto jurídico en el que intervienen dos o más personas y está destinado a crear

derechos y generar obligaciones. Se rige por el principio de autonomía de la voluntad,

según el cual, puede contratarse sobre cualquier materia no prohibida. Los contratos se

perfeccionan por el mero consentimiento y las obligaciones que nacen del contrato tienen

fuerza de ley entre las partes contratantes.

Además de conocer la definición debemos saber quién puede firmar un contrato.

Es elemento esencial para la validez del contrato que las partes tengan capacidad legal para

contratar y que cumplan con la actitud jurídica para ejercer derechos y contraer

obligaciones. Pueden ser partes del contrato:

1. Los mayores de edad (18 años).

2. Los menores de 18 años legalmente emancipados.

3. Mayores de 16 y menores de 18 si tienen autorización de los padres o de quien los

tenga a su cargo (si viven de forma independiente, con el consentimiento expreso o

tácito de sus padres o tutores).

No pueden firmar un contrato los menores no emancipados ni los incapacitados.

Ahora bien como no se tienen datos suficientes de lo que realmente sucedió en cada uno de

los casos del ejemplo se pueden plantear varias hipótesis, donde basándonos en el código

civil y la jurisprudencia trataremos de evidenciar cual articulo nos puede dar un mejor

argumento.

En esta primera instancia Juan para recuperar su casa se puede basar en el título XXII en su

artículo 1849 del código civil donde se define el concepto de compraventa y dice que “es

un contrato en que una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero.

Aquélla se dice vender y ésta comprar. El dinero que el comprador da por la cosa vendida

se llama precio.

A su vez esta compraventa deberá elevarse a escritura pública, donde conste de sus

características, medidas, linderos y demás tipos en que se pueda identificar el predio; esta

escritura debe registrarse en la oficina de instrumentos públicos, donde están inscritos la

mayoría de los bienes inmuebles, identificados con su número de matrícula, además se

plasman los propietarios que ha tenido desde el momento de su existencia.

Sin esta inscripción en la oficina de instrumentos públicos, la venta del dominio del

bien inmueble no puede ser traspasada del vendedor al comprador. Esto también

puede alegar Juan para poder recuperar su casa, al ver que no se cumplió el artículo

1857 y 1858 del código civil por que ni se perfecciono la compraventa ni Pedro se

retractó sobre la compra de la misma, Juan puede invocar el artículo 1932 del código

civil “EFECTOS DE LA RESOLUCION POR NO PAGO. Donde dice la resolución

de la venta por no haberse pagado el precio dará derecho al vendedor para retener las

arras, o exigirlas dobladas, y además para que se le restituyan los frutos, ya en su

totalidad si ninguna parte del precio se le hubiere pagado, ya en la proporción que

corresponda a la parte del precio que no hubiere sido pagada, y si Pedro no aceptara

hacer la devolución Juan lo puede acusar de estafa el cual se encuentra estipulado en

el artículo 246 del código penal que dice “El que obtenga provecho ilícito para sí o

para un tercero, con perjuicio ajeno, induciendo o manteniendo a otro en error por

medio de artificios o engaños, incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a ciento

cuarenta y cuatro (144) meses” infiriendo que este violo el derecho a su vivienda el

cual se encuentra consagrado en el artículo 51 de la constitución política de Colombia

“ Todos los colombianos tienen derecho a vivienda digna. El Estado fijará las

condiciones necesarias para hacer efectivo este derecho”, en base a estos artículos y

aportando las pruebas suficientes Juan puede argumentar y así poder recuperar su

casa.
En cambio María por su parte puede aportar que ella obro de buena fe como lo

consagra el artículo 768 del código civil que dice “La buena fe es la conciencia de

haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos exentos de fraudes y de

todo otro vicio. 

Así, en los títulos traslaticios de dominio, la buena fe supone la persuasión de haberse

recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla y de no haber habido fraude

ni otro vicio en el acto o contrato. 

Un justo error en materia de hecho, no se opone a la buena fe. A su vez ella dirá que

todo lo hizo con solemnidad esto quiere decir que todo el trámite de compra que ella

hizo con Pedro tiene validez.

Pero para poder definir si aún la casa le pertenece a Juan lo tendrá que determinar un

juez especializado y cada uno de ellos llevar las pruebas y argumentos suficientes,

cabe resaltar que el derecho siempre es lógico y la lógica por lo tanto es razón, y

quien tiene el derecho es aquel que pueda comprobar y argumentar todo con hechos.