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Discurso Ana María Tomassini

Sé que muchos me conocen, pero la mayor parte de Uds. no. A mí, por lo
menos, me da curiosidad saber sobre las personas que están a la cabeza
de algo, así que les quiero contar quien soy.

Nací en 1965, y a los pocos meses mis papás se fueron a trabajar a


Washington D.C. Los años siguientes vivimos también en Londres y en
Buenos Aires.
En 1978 llegué a 8° al Villa María.
Egresé en 1982, y en 1983 entré a Pedagogía en Inglés en la Universidad
Católica..
Ese mismo año empecé a trabajar de voluntaria en niños en hogares.
En 1985, a los 20 años, estando en tercer año de Pedagogía, sucedieron
una serie de eventos que me llevaron a crear, con un gran amigo, una
casa para niños que eran retirados de sus familias por los tribunales de
menores. A partir de ahí crecimos e hicimos una Fundación que
llamamos La Promesa.

En 1987 me titulé. En 1989 entré al Magíster de Ciencia Política de la


Católica, que abandoné 3 semestres después por falta de tiempo pues
estaba implementando un proyecto para un Centro Abierto Comunitario
en la comuna de Renca.
A partir de 1992 trabajé con el Hogar de Cristo, a cargo de ese Centro
donde trabajábamos con unos 100 niños y adolescentes, además de jefas
de hogar en proyectos FOSIS. Mientras tanto seguía con nuestra
Fundación.. En 1996 terminó nuestro convenio con el Hogar de Cristo, y
por falta de financiamiento tuvimos que ir cerrando paulatinamente el
Centro.
En 1997 entré a trabajar al Centro de Análisis de Políticas Públicas de la U
de Chile, inicialmente para organizar una Conferencia internacional con
más de 700 académicos extranjeros, luego durante cinco años como
asistente de la Dirección.
Entre medio retomé el Magíster de Ciencia Política y me titulé de cientista
política en 2002.
A fines de 2003, un día en que vine a retirar la comida de Solidaridad para
la Fundación, como hacíamos todos los meses desde 1985, conversando
con Sister Teresa Catherine le pregunté, por un impulso, si estaban
buscando profesoras de inglés. Cuento corto: en marzo del 2004 empecé
a hacer clases acá.
En 2004 y 2005 hice clases sólo en 7°. En 2006 y 2007 en 7° y 8°. En
2007 me tocó subrogar a la Jefa del Depto. de Inglés durante casi todo el
año, y a fines de ese año Sister Catherine me pidió pensar en la posibilidad
de tomar la Sub-Dirección del 2° ciclo, cargo que asumí en marzo del año
pasado.
El 24 de diciembre pasado me llamó Sister Catherine para invitarme al
Convento el domingo siguiente. Al llegar me encontré con la sorpresa de
que estaba Sister Teresa, quien me explicó la situación de la Congregación
y la decisión que habían tomado, y me invitó a tomar el cargo de
Directora después de que la Sister Catherine se fuera. Tomé un tiempo
para pensarlo, rezarlo, conversar con mi director espiritual, y finalmente en
enero acepté.

Una de las razones por las que tuve que pensarlo bastante y sopesar lo
que significaba este cargo fue, justamente, la Fundación La Promesa. Hay
muchas de Uds. que saben lo que es, pero la mayor parte no tiene idea.
Tenemos un hogar para18 niñas y otro para 18 niños. Los recibimos por
orden de los Tribunales cuando son abusados sexualmente, maltratados,
abandonados o sufren otras situaciones de negligencia. Les damos una
casa, formación, educación y cariño. En estos 24 años, habiendo recibido
a más de 150 niños, hemos logrado reparar familias, poner niños en
familias adoptivas y, cuando ninguno de estos dos caminos han sido
posibles, les hemos dado profesiones. Ya tenemos 3 profesionales
tituladas, y este año se titula un niño de Ingeniero Industrial. La mayor de
nuestras niñas está en 2º año en otra ingeniería.

Nuestro financiamiento proviene en un 60% del SENAME. El resto…


donaciones, tales como las que durante 24 años ha hecho el VMA. Del
colegio la Fundación recibve: comida, útiles, frazadas, materiales de aseo e
higiene, mucha ropa, tanto de campañas como de profesores y
apoderados que nos conocen. Un grupo de profesores apadrina a los
niños para sus regalos de cumpleaños y Navidad. También recibimos
donaciones en dinero, a través de las obras sociales y del Centro de
Padres, del mismo modo que muchas otras instituciones, parroquias, y la
misma Escuela Nuestra Señora del Carmen de Curacaví.

Al asumir la dirección del Colegio dejaré mi participación legal en la


Fundación. Desde que acepté el cargo he estado preparando al equipo
que ha trabajado conmigo durante años para hacerse cargo de las
decisiones y acciones que requieren los hogares, pues obviamente la
Fundación seguirá funcionando y, espero, contando con el apoyo del
Colegio.

Otro detalle que quiero mencionar de mí es que tengo un ‘hobby’ que no


puedo dejar: en 2007 formé a petición de Sister Martina un equipo de
debate en inglés del cual he sido coach hasta ahora. Es lo que me
mantiene en contacto con alumnas, y donde hemos logrado cosas
impresionantes, como ir a la Cumbre Mundial de la Juventud en NY o que
dos de nuestras alumnas formaran parte de la selección nacional de
debate en inglés y partieran este verano a Atenas al Torneo Mundial de
Debate Escolar. No quiero dejar esto en, en la medida de lo posible.
Mientras no interfiera con la Dirección del Colegio, intentaré seguir a
cargo de él, cosa que ya hemos conversado con las Sisters.

Para cerrar, vamos a lo principal: lo que viene

Es claramente un momento emocionalmente difícil. Tenemos todos una


historia con el VMA. Como apoderados, ex alumnas, profesores, en fin. Le
tenemos cariño a las Sisters. Nos cuesta imaginarnos el colegio sin ellas,
quizás sobre todo a las que fuimos alumnas. De hecho, ¡Sister Michael y
Sister Marie me hicieron clases! Personalmente las quiero mucho y he
pasado horas de mi vida conversando con estas y otras muchas Sisters.

Pero es una realidad que no pueden seguir en Chile, y que a pesar de eso
el VMA tiene que permanecer. Y para que permanezca tenemos todos
que estar convencidos de eso.

Si pensamos en detalle, el VMA en realidad es mayoritariamente lo que los


laicos hacemos acá. El liderazgo es de las Sisters, pero la ejecución ha sido
crecientemente nuestra. Algunos ejemplos: profesoras laicas acompañan
a sus niñitas a su Semana de Servicio y misiones; son matrimonios los que
preparan a las niñitas para la Confirmación; las jefas de depto. de religión
son laicas, los entrenadores de atletismo son laicos, los que preparan PSU
también, y así sucesivamente. Por eso es que estoy convencida que el
colegio no tiene por qué cambiar. Mantendremos las enseñanzas de las
Sisters como principios que nos guíen para continuar su proyecto
educativo, su enfoque de la enseñanza y su visión de un Dios que nos
quiere y nos acoge.

Les pido tranquilidad. Confíen en nosotros. Las sub-directoras, las jefas de


áreas, los profesores y yo misma haremos todos los esfuerzos para que no
existan modificaciones que hagan que este sea otro colegio. Cambios
pueden haber, como siempre los ha habido. Somos una comunidad
grande y muchas veces a la vanguardia en materia educacional.
Tenemos el desafío de incorporar la LGE en nuestro currículum y la
obligación de mantenernos al tanto de lo que pasa en el mundo en
educación. Pero esos cambios potenciales no serán gatillados por el
hecho de que se vayan las Sisters, sino por los procesos y desarrollos
educativos.

El colegio NO va a cerrar. NO SE VA A VENDER. El colegio NO DEBE


cambiar. Debemos seguir las tradiciones, todas y cada una de ellas. Y
debemos apoyarnos en 3 pilares fundamentales para continuar siendo el
colegio que somos, y fortalecerlo más:

El primer pilar es la formación. Y ese es un pilar central, grande y gordo.


Todo el colegio debe transmitir en la misma dirección, una formación
católica, con valores firmes, sin dudas ni ambigüedades. Porque nuestro
proyecto educativo es católico, nuestras niñas deben ver el ejemplo en
nosotros: en sus papás y en sus profesores. Seguiremos siendo un colegio
de una espiritualidad amplia, que acoja a quienes no se sienten
identificados con los diversos movimientos de la Iglesia que tienen colegios
propios. Seguiremos enseñando a servir con sencillez y alegría.
Mantendremos y reforzaremos nuestras obras sociales, misiones y trabajo
pastoral. Les mostraremos a las niñitas un mundo variado, compuesto de
muchos miembros diferentes que ayudan a formar un todo. Un mundo
creado por Dios para nosotros, para amarnos, hacer familia, y desarrollar
nuestros talentos. Uds. nos han confiado a sus hijas porque confían en
nuestra espiritualidad amplia y acogedora, pero también firme y clara. Así
debe seguir siendo, y con mucha más fuerza y unidad para fortalecer este
trabajo comenzado hace 70 años.

Buscaremos comprometerlas cada día, como ha sido hasta ahora,


fortaleciendo tanto la formación como la acción. Las alumnas siempre se
han comprometido con obras sociales, misiones, etc. Queremos que lo
sigan haciendo, pero siempre desde una base sólida de formación y
doctrina.

El segundo pilar es mantener nuestro inglés muy fuerte. Seguir con las
tradiciones traídas por las Sisters desde EE.UU. El VMA debe seguir siendo
identificado como un colegio ‘gringo’. Debemos fortalecer la unificación
de criterios, hacer un currículo muy sólido, tener un cuerpo de profesores
muy calificado y seguir con a lo menos los primeros 6 años en inglés,
como es ahora. También intentaremos traer más estadounidenses a los
departamentos de Inglés, para que podamos tener a quienes celebrarles el
4 de julio, una de nuestras fiestas más ‘producidas’ y tradicionales. Esto no
quiere decir que no estarán las Sisters. Ellas siempre estarán invitadas,
después de 2011, a participar de este y otros hitos importantes como las
graduaciones y la semana del colegio. Cuando hemos conversado
acerca de esto, ellas han expresado que vendrán en la medida de lo
posible,

El tercer pilar es la excelencia académica. Como Uds. saben, el Colegio


tiene buenos resultados en las pruebas que generalmente determinan el
desempeño académico, como SIMCE, PSU, etc. También el año pasado
varios de nuestros profesores se ofrecieron voluntariamente para la
prueba de validación del Programa de Asignación de Excelencia
Académica. Nuestros profesores en su totalidad obtuvieron entre 80 y 90
por ciento de logro. Tristemente, el porcentaje nacional rondó el 40%. Sin
embargo, estos indicadores no nos dicen mucho. Obviamente nos
proponemos mantener, es más, mejorar, nuestros logros académicos.
Pero no vamos a transar en dos principios claramente establecidos por las
Sisters. Primero, nuestro colegio acoge a alumnas que tienen necesidades
educativas especiales (NEE), apoyando a las familias cuando es necesario
con un trabajo de nuestras propias psicopedagogas y de nuestros
Departamentos de Estudio. Cuando rendimos SIMCE o PSU los resultados
corresponden a la totalidad de nuestras alumnas,, a diferencia de algunos
colegios que sólo presentan a sus mejores alumnos como parte del
colegio, pidiéndoles a los de menor desempeño que se inscriban
independientemente.

En segundo lugar, en el área académica, lograr un mejor desempeño


tiene costos que no queremos pagar pues limitaría mucho las actividades
que imprimen en las niñas eso que tanta gente llama ‘el sello del colegio’.
En estos días en que he entrevistado a matrimonios que postulan a sus
niñitas para PK 2010 he oído una y otra vez la admiración que tienen por
este ‘sello’. Papás y mamás que provienen de otros colegios, incluso de
regiones, mencionan que nuestras ex alumnas tienen una personalidad
reconocible, una capacidad de liderazgo en lo que hagan, un cariño por
el colegio que no se ve en otros, una preocupación por hacer bien las
cosas, y una disposición positiva y decidida ante la adversidad. Me he
preguntado cómo es que el VMA logra imprimirnos ese sello. Y la
respuesta, creo, no puede ser otra más que la disposición que hubo y que
hay a dar a sus alumnas espacios para que desarrollen todas sus virtudes y
habilidades, para que se ‘crean el cuento’ de que todo lo pueden hacer,
que servir con sencillez y alegría es posible y es satisfactorio, que las
personas somos todas diferentes y únicas, y que todos tenemos dones y
habilidades que sólo tenemos que reconocer y echar a andar. Por eso
para las niñitas es un valor ‘pasarlo bien’, y las Sisters supieron darnos eso.
Convertirnos en un colegio ‘top ten’ en desempeño académico supondría
dejar de bailar en los interescolares, tener una barra más aburrida, cantar y
actuar menos, hacer menos carteles, tener shows más fomes, no participar
en olimpíadas matemáticas o químicas o en debates para no perder horas
de clases, y disminuir retiros, jornadas y actividades de beneficio social… en
fin, un costo que no queremos pagar.

Pero esto no quiere decir que nos vamos a dejar estar en lo académico, o
que permitiremos un desequilibrio que termine en activismo sin
contenido. Estamos bien académicamente, pero también sabemos que
tenemos espacio, y la obligación, de mejorar permanentemente.

Les repito que el colegio no cerrará, el colegio no se venderá a una


persona o grupo que quiera la marca Villa María. El VMA lo hemos
hecho las Sisters, las alumnas y los profesores de todos los tiempos, y lo
seguiremos haciendo así, con ese sello, ese school spirit y ese amor al
colegio.

Finalmente les pido que nos ayuden a cuidar este colegio. No se


muestren temerosos ni dubitativos con las niñas ¿cómo van a confiar en
nosotros si Uds. dudan o nos desautorizan? Sintámonos todos
responsables de que este colegio no cambie, no decaiga, no sea ‘otro
colegio’. Es responsabilidad de todos. Los hago co-responsables
conmigo, las subdirectoras y los profesores. Las Sisters están haciendo un
sacrificio al quedarse en un tiempo de cambios dolorosos para ellas.
Demostrémosles que agradecemos sus 70 años en Chile, el que tantas
Sisters hayan dejado su país, sus familias y sus amigos para venir a Chile a
formar este colegio. Probémosles que no se equivocaron al pensar que
podemos continuar los laicos a cargo del VMA. Porque, como dicen
nuestras niñas, somos bakanes.. Por lo demás, este no es el primer lugar
del que deben retirarse, tanto en colegios propios como en los que
prestan servicio en EE.UU. Si Uds. siguen confiando en nosotros y
transmitiendo esa tranquilidad y confianza a sus hijas cada día, con cariño,
con entusiasmo y, como digo siempre, con pasión, todo va a salir bien.

Cuando asuma la dirección cuenten conmigo para escucharlos y para


conversar lo que necesiten. Mi política siempre ha sido de puertas
abiertas, y no va a cambiar en la medida que el tiempo lo permita. Estoy
disponible para todos. Espero ideas, comentarios y sugerencias. Espero
honestidad cuando me o nos equivoquemos, no rumores y copuchas.
Espero que me digan lo que piensan directamente, para que así podamos
trabajar lo mejor posible. Cuenten conmigo y también con las sub-
directoras para lo que necesitan.

Y… no olviden rezar para que el Espíritu Santo potencie sus dones en


nosotros y nos de tranquilidad y sabiduría para que este sea un proceso
fluido que beneficie a toda nuestra comunidad y haga aún más sólido
este colegio.
Muchas gracias.

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