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RASGADA
Giulio Girardi
Indice
Introducción:
En el corazón del proyecto de Jesús' ¿la constitución
de la lglesia o la liberación de los marginados? 2'.1
Primera Parte
EL PROYECTO DE RESTAURACION
DE LA IDENTIDAD CRISTIANO.CATOLICA
Capltulo I
El <wojtylismo>: proyecto de restauración de la identidad
cristiano-católica sobre el modelo polaco 45
Un catolicismo fiel . 57
Crisis de civilización y restauración
de la identidad cristiano-católica 58
Para la resüauración de la Europa cristiana 59
Unificación del mundo y paz cristiana .... . 63
Restauración católica y restauración imperial norteamericana 64
Capltulo 2
Disolucién y restauración de la identidad cristlano-católlca
en el posconcilio según Ratzinger 69
Capltulo 3
Alma de la restauración: el eclesiocentrismo 109
Segunda Parte
EL PROBLEMA DE LA IDENTIDAD CRISTIANA.
DEL CONCILIO A LA TEOLOGIA DE LA LIBERACION
Capltulo I
La dialéctica conciliar y posconciliar
entre antropocentrismo y eclesiocentrismo . 157
Capítulo 2
La dialéctica conciliar y posconciliar
entre diálogo y comunicabilidad 169
Capftulo 3
Capítulo 4
La teologfa de la liberación'
interpretación creativa del Concilio 209
Capítulo 5
Identidad cristlana, Concilio y teología de la liberación
en el pensamiento de Karl Rahner ..... 229
Tercera Parte
IDENTIDAD CRISTIANA, TEOLOGIA DE LA LIBERACION
Y MARXISMO: EL SENTIDO DE UNA CENSURA
Capttulo I
Teologla de la liberación y marxismo:
relaciones y problemas a nivel ideolégico 279
Capítulo 2
<Punto de vista de los pobreo y <punto de vista
del proletariado en la teologfa de la liberación 293
Presupuesto socio-analítico: la teología adopta
siempre un punto de vista partidista 295
La ruptura epistemológica: una teología elaborada
desde el <punto de vista de los pobres 297
El <punto de vista del proletariado)> ... 299
<<Punto de vista de los pobres>
y <punto de vista del proletariado> ... 303
El punto de vista de los pobres y el Nuevo Testamento . .. ... 30'l
Capltulo 3
Marxismo y teologfa de la liberación:
a las ralces del <malentendido estructural> 309
Cuarta Parte
IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
Capltulo I
¿Qué es la opcién liberadora? 333
I. Intento de caracterización general ...... 334
II. Un ejemplo concreto de opción liberadora:
las comunidades de acogida 340
t2 LA TUNICA RASGADA
Capltulo 2
Identidad cristiana y opción liberadora:
planteamiento del problema ... 347
Capltulo 3
Opción liberadora y relectura del Evangelio:
cuestiones metodológicas .. . .. 357
Capltulo 4
El dlsenso y el proyecto de Jesús 373
Capítulo 5
Inspiración cristiana y opciones históricas 395
Capftulo 6
Los cristianos revolucionarios nlcaragüenses
ante la crlsis de civilizaclón 439
Conclusión 47r
La contradicción Iglesia-marginados: una larga marcha
hacia la realización del proyecto de Jesrls 471
La fe cristiana, praxis de liberación histórica 475
¿Puede el Evangelio llegar a ser anuncio
de liberación integral? 477
¿Es posible cn la lglesia católica
una conflictividad sin excomuniones? .. .. 480
Presentación
Documentos conciliares
Parte primera
El proyecto de restauración
de la identidad cristiano-católica
Parte segunda
El problema de la identidad cristiana'
Del Concilio a la teología de la liberación
Parte tercera
Identidad cristiana, teología de la liberación, marxismo:
el sentido de una censura
Parte cuarta
Identidad cristiana y opción liberadora
Primera Parte
El proyecto
de restauración
de la identidad
cristiano-católica
El pontificado de Karol Wojtyla no se caracteriza solamente
por la personalidad de su titular, sino también, y sobre todo,
por el modelo de cristianismo que lo inspira, el <wojtylismo>.
Es importante analizarlo rigurosamente, ya porque la btlsqueda
eclesial, teológica, política de los católicos no puede prescindir
de é1, ya porque en él ocupa un puesto central esa identidad por
la que nos estamos preguntando.
Nos detendremos sucesivamente, con particular atención,
en el proyecto wojtyliano en relación a dos fenómenos que
intentamos estudiar más de cerca: el Concilio y la teología de
la liberación. Para reconstruirlo, nos referiremos sobre todo a
la lectura que nos propone el cardenal Prefecto de la S. Con-
gregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger. Aunque
sus posiciones sobre el Concilio las ha expresado en la forma
m"nor comprometida de una entrevistar, ésia desarrolla, en for-
ma amplia y sistemática, un <<informe sobre la fe> que es ple-
namente confirmado después en los documentos oficiales fir-
mados por el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de
la Fe, particularmente en sus dos Instucciones sobre la teologfa
de la liberación".
EI <informe>>, además, es perfectamente coherente, como
verifica¡emos, con el modelo wojtyliano de cristianismol tanto
LaclavedelecturamásclarificadoradelproyectodeJuan
Pablo II viene proporcionada, indudablemente,. por el modelo
toda persona, está
;;h.t. Por varias iu"on t. Porque
y
-pqré1, como
sus propias- rafces; po.r
marcado por su experiencia
y políticamente,
:l
de.la
..á"t", eicepcionaimente ricó, óristiana
experiencia poluca; por la particularimplicación de Karol WgjtY-
la en las viiicitu¿ei profunas y religiosas de su pueblg' P.ero
iambién porque él miimo ha interpretado.abiertamente la elec-
.ián ar póntiñcado, por primera ve1 en- la historia, de un polaco
.o-o unu indicacióñ próvidencial de la misión de este pueblo
ft*t a la lglesia univerpal y a la humanidad' Como si hubiese
sido designádo por Dios, én lo más vivo de la crisis, para
oroporcionar al mundo las certezas que tan urgentemente
'ná.'rritut. Ahora bien, salientes de
¿cuáles son los rasgos más
este <<modelo>?
percibe Juan
l. Para la reconstrucción del <modelo polaco> tal como lo
paUtolf,lafuenteprincipallaconstituyen,naturalmente'losdiscursosdel
propio pbntince, en partióular los pronúnciados con ocasión de sus dos pri-
iiujtt a Polonia. He utilizado, además: Kntus, Adalbert' ly9slo^o
;;ir;;r;d:rl-lt;á, nt piu, México 1984: Ezcunn¡, Ana M", El vaticano v'
"rior
'lo
'íáAd^inirtrorión Rrogoni, Nuevomar, México 1984; Ip' , Doctrina-Social de
iilrit¡á. IJn reformismo antisocialista, Nuevomar, México 1986;.Ztzat'¡'
óiañcarto, La ristauración del papa l4rojtyla, Cristiandad, Madrid 1986'
46 EL pRoyEcro DE RESTAURACI.N DE LA IDEMTDAD cRIstANo.cAToLIcA
La identidad católica,
fundamento de la identidad nacional
8, <Es imposible entender sin Cristo a esta nación con un pasado tan
54 EL pRoyEcro DE REsTAURACIoN DE LA IDENTIDAD cRrsrrANo-cAToLrcA
Un catolicismo fiel
Restauración católica
y restauracién imperial norteamericana
I. La <decadencia> Posconciliart
disolución de la identidad cristiano-catélica
Raíces de la decadencia:
las concesiones al antropocentrismo moderno
.
Aparece claramante en esta declaración cómo, en el pen-
samiento de Ratzinger, se articulan: l) la confianza humaná en
la posibilidad de conocer la verdad; 2\ el reconocimiento de
una verdad religiosa y cristiana consignada en la Sagrada Es-
critura; y 3) el magisterio de la,Iglesia católica.
Al centro, pues, de las preocupaciones metodológicas se
encuentra la restauración de la autoridad doctrinal de la lglesia
catófica, parte integrante de su hegemonía. La afirmacióñ me-
todológica central, en esta perspectiva, suena de esta manera:
es la lglesia, en su conjunto, el sujeto de la teología: <<Gran
parte de la teología parece haber olvidado que el sujeto que hace
teología no es el estudioso individual, sino la comunidadtatólica
en su conjunto, la lglesia entera> (p.79; cfr.216). pero sabemos
ya que, cuando Ratzinger habla de la <<Iglesia entera>), se refiere
ante todo a la jerarquía, es decir, a una autoridad que <<no se
basa en los votos de la mayoría; se basa en la autbridad del
mismo Cristo>> (p. 57); por tanto, en la esencia sobrenatural de
la lglesia, llamada a <<defender un depósito que no es suyo>>
(p. 28) y a ser el lugar privilegiado de la preséncia de Dioj en
DISOLUCION Y RESTAURACION EN EL POSCONCILIO SECUN RATZINGER 9 I
8.EsimpresionantelainsistenciayvirulenciaconqueRatzingerpole.
miza con los óxpertos y los profesores y de-nuncia sus pretensiones
hegemÓ-
ni.ur, tu magisterio oparaleio". Resultá difícil para el lector sustraerse a la
;;;;ió" ¿" iue n".é, (aunque sea inconscientemente) el profesor Ratzinger
está procediendo," desde la nueva cátedra, a un arreglo de cuentas con
sus ex-
colegas.
92 EL pRoyEcro DE RESTAURACToN DE LA TDENTIDAD cRtsnANo-cAToLICA
Miedo a la libertad
En la lectura de los textos bíblicos dirigida a caracterizar
la concepción cristiana de la liberación con relación a otras, el
magisterio se preocupa de entender, ry41qu" la esencialidad de
la ñberación úistOrici en el plano de Dios, su subordinación a
la salvación; de contestar, por tanto, la validez del amor humano
y O" tu empeño de liberación cuando se pretende ignorar a Dios
y su acciOri liberadora. Se preocupa de disuadir de la búsqueda
útOpi.^ y peligrosa de un mundo perfecto, g9lque <<pasa la
apariencía de este mundo> (1 Cor. 7,31) (n' 62)'
Presupuesto implícito de este plante-amiento es el principio
por el cual afirmar lá autonomía dsla esfera profana en el plano
he los valores equivale a afirmar su autonomía en el plano del
ser, cayendo así en el ateísmo.
Es decir, sigue actuando en el discurso del magisterio- un
miedo a la ü6eriád, como si fuese inevitablemente asociada a
106 EL pRoyEcro DE REsrAURActoN DE LA ¡DENT¡DAD cRrsnANo-cAToLrcA
- Al hombre,
hablar aquí de lglesia, y al contraponer su centralidad
a la del nos referimos a la Iglesia cátólica. Ar carificarla
luego como <institucional>>, o sea, como sociedad visible y
jenírquica, no queremos decir, por cierto, que en la óptica. pon-
tificia no sea una realidad más rica y mistériosa, sinó, simple-
mente, resaltar que la distinción entre comunión e institución,
entre misterio y estructura, no juega, en el discurso oficial,
ningún papel significativo. Una primera característica del ecle-
siocentris-mo es precisamente designar habitualmente con la pa-
labra <<Iglesia> indistintamente la comunión y la institución, et
misterio y la estructura jerárquica.
ALMA DE LA RESTAURACION: EL ECLESIOCENTRISMO lll
El capitalismo:
valoración crítica y fundamentación
La ideología eclesiocéntrica,
cortina entre la lglesia y la humanidad
El problema de la
identidad cristiana.
Del Concilio a la
teología de la liberación
Problema de la identidad cristiana
e interpretaciones del Concilio
La dialéctica conciliar
y posconciliar entre
antropocentrismo y eclesiocentrismo
I dentiJicación y represión
Identificación y liberación
la interpretación
Excluida la función activa de los fieles en
niot, qu"du pot eso mismo excluida y crimi-
¿e fa-pataUru A" ^diu"tti¿ud interna en la lglesia y' por
Álliiada toda forma d"
tanto, toda forma de diálogo'
de aceptar o
La idea de que el hombre tenga el derecho
rechazar una verdaá,-.t"tq"t sea réve-lada
y salvífica' es del
condena del-principio
rodo extraña u.r,u u"iriái'J; ta igtesiu. La
en general de la libertad de
mismo de la libertad religiosa,-y
magisterio hasta el
conciencia, qu" nJ,ioá-inu áiír.ttii del
de la minoría
Vaticano II y que intfitO la tenaz resistencia de
más elocuente de esta concepción
conciliar, es la expresiSn
la Iglesia Y de la comunicación'
D¡ALOCO E INCOMUNICABILIDAD t79
Didlogo y antropocentrismo
en sí mismos o como parte del orden temporal'. Y vio Dios todo lo que había
hecho, y era muy bueno (G¡ l,3l). Esta bondad natural de las cosas recibe
una cierta dignidad especial de su relación con la persona humana, para cuyo
servicio fueron creadas. Plugo, por fin, a Dios, aunar todas las cosas, tanto
naturales como sobrenaturalei, eñ Cristo, para que lenga Él la primacía sobre
todas las cosas (Col I , I 8). No obstante, este destino no sólo no priva al orden
temporal de su autonomía, de sus propios fines, leyes, ayudas e imPortancia
para el bicn de los hombres, sino que más bien lo perfecciona en su valor e
importancia propia, a la vez que lo equipara a la fntegra vocación del hombre
sobre la tiena> (AA 7).
por 'autonomía de la realidad terrena' se quiere decir que las cosas
"Si
creadas y la sociedad misma gozan de leyes y valores propios que el hombre
ha de descubrir, emplear y ordenar paulatinamente, es absolutamente legftima
esta exigencia de autonomía. No es sólo que la reclamen los hombres de
nuestro iiempo; es que, además, responde a la voluntad del Creador' Pues,
por la propia naturaleza de la creación, todas las cosas están dotadas de
ionsistenciá, verdad y bondad propias y de un propio orden regulado que el
hombre debe respetar, con el reconocimiento de la metodologfa particular de
cada ciencia o arte...
Pero si por 'autonomfa de lo temporal' se quiere decir que la realidad
creada es independiente de Dios y que tos hombres pueden usarla sin referencia
al Creador, nó hay creyente alguno al que se le escape la falsedad envuelta
en tales palabras> (GS 36).
IDENTIDAD CRISTIANA Y AMOR FRATERNO SEGUN EL CONCILIO r95
De la evangelización integrista
a Ia evangelización dialogante y participativa
g.Heaquleltextodelacarta,recogidopor-larevistadelosjesuitas
centroamericanos Diakonia, de Managua, en el número de
junio de 1984'
p. ló8:
-
'' Cardenal Juan Landázuri Ricketts. Innsbruck, 16 de marzo de 1984'
<Excelentfsimo Señor Cardenal: Por diversas circunstancias de carácter
238 el pRoBLEMA DE LA IDENTIDAD CRISTIANA. DEL coNctl.ro A LA TDL
EnunaintervencióndelgTg,Rahnerafrontaelproblema
crucial de la teología de la liberación, el de la relación entre fe
y piítico en la experiencia fundamental de los
"o-pto-iso
óristianos; relación que, según los críticos de esta teología, es
de contradicción y én la que, además, la fe viene a quedar
subordinada al compromisopolftico y, por tanto, vaciada de
su
carga original.
ElanálisisdeRahnermuestra,encambio,lacoherencia
profunda entre estas dos dimensiones de la experiencia,.y aun
el vínculo necesario entre ellas: en tales términos, sin embargo,
qu" i"tp"tun la originalidad de la una y de la otra' La fe en la
iÁuneóciOn pon" iá exigencia de la insurrección, sin reducirse
a ella en modo alguno-'.
Pero la reflexión de Rahner se fija también en el problema
metodológico: para él la praxis de liberación se convierte tam-
biéninteiéctuaimente en el itinerario obligado de la fe en la
resurrección.
La pregunta que se le dirige contemplá la dificultad' para
los puebios-que sólo conocen sufrimiento.y opresión, d" :lt-:I
en lá resurrección. <<Quisiera decir ante todo: recurmr a un
Jesus
que no fuese al mismo tiempo el que ha vencido la
"*"ifi.áá"
f" destrucción, serla volverse al símbolo de un absurdo
"-r-V
absoluto y mortífero que todo lo engulle' Pero no es esto lo
que
los latinóamericanos pretenden. Ellos se vuelven a Jesús su-
propia existencia' Pero esperan que
friente y reconocen en él su
,n.u.nt,uenelcentrodelatdl:l)esencialdistinciónentre
de contra-
salvación cristiana y liberación social; 2) ausencia
ñ.iño de cualqúier rivalidad entre los dos procesos'.entre
profunda.co-
ias ¿os dimensionés de la historia; 3) más bien,
la libe,11ción'
herencia, nexo necesario entre ellas; 4) la lucha.por
de la salvaclon
lugar privilegiado para acceder a la comprensiÓn
cristiana.
Se le dirige a Rahner esta pregunta: <<Existen
hoy' indu-
dabtemente, te-ntativas de nueva intérpretación de la salvación
proyecto de liberación social' donde las trans-
cristiana como
io.rnu"ion"t o revolucionarias de las estructuras' la
"uólutiu"t una perfecta hu-
solidaridad con los oprimidos y la utopía de
de
manizaciOn del munó prometón al hombre la instauración
ilimitado de libertad' ¿Puede entonces el concepto
"r
á" "tp""l"
;"-ñ"n"ipación' sustituir al de salvación cristiana?>'
y
Respuesta: <No' Si emancipación'.igualdad l"ti"l|ig.:
y ilusiones' entonces el anun-
ffena se intienden rectamente sin
único.y d-efinitivofin del
de Dios-como uuíénti"o,
"io ".irti.no en contradicción con ellas' La
hombre no está en modo alguno
a nadie.
iiñ;á y ia felicidadin u tí"rru no pueden ser negadas
más bien a través
Todos los hombres á"U"n tender a eilas' Y es
terrena, por la justicia y.pot.
á"iálp"n" por la felicidad lu
la.vida
t"p"i""lJ" ¿ót egoisÁo social como ef cristiano espera prójimo
y sabe qu! sólo con esta actitud de amor total al
.ru"¿"'aicanzar la vida eterna prometida por Dios
"téÁu, y' por tanto'
["- tai*"iOn. En este sentido, los esfuerzos contemporaneos
e individuales de críiica social, dirigidos a.conquistar
""f""iirr. posible de libertad, de felicidad y de
justicia gn.este
"iÁáii.o
rnunOo, estin inseparablemente vinculados al mensaje cristiano
25O zt pRoBLEMA DE LA IDENTIDAD
cRrsnANA. DELcoNcrllo A LA TDL
revolucionaria
Nicaragua, una teología ortodoxa en situación
Rah-
esplritu de tolerancia, sino de comunión' El testimonio de
n", desde este punto de vista, un testimonio extraordinario
"r,
de simpatla inteleciual fundada en el amor a los hermanos'
Pistas de búsqueda
antropológico>.
marca
El mismo Rahner no niega que el antropocentrismo
su teologla, pero óon una doble precisión' Ante
decisivamente
<<trascendental>>' es decir'
tJ;;; rata de un antíopoientrismo fundado él; en segundo
;;;;üÑ"sto al teocenirismo, sinopropiamenteen una caracterís-
lugar, este antropocentrismo no es
256 * pRoBLEMA DE LA TDENT¡DAD
cRtsnANA. DEL coNct¡-ro A LA TDL
Antropocentrismo Y Vaticano II
Es ante todo el <<giro antropológico> el que pone a Rahner
en sintonía con la teológía conciiiar. El reconocimiento del valor
absoluto del hombre tiene como primera consecuencia (para
Rahner como para el Concilio) una actitud nueva y positiva
frente al ..mundorr, es decir, frente al proceso de secularización'
El reconocimiento del valor propio y autónomo de la esfera
profana y, en general, de la construcción de la ciudad terrestre
no yá.considerado como una contestación del primado de
"t iino como un nuevo modo de afirmarlo: viendo en la
Dios.
de hecho'
búsqueda del poder por parte de la.Iglesia no coincide,
afirmaiiónalt pbaer de Dioi, cuyos caminos son los de
"oniu
la verdad, la libertad Y el amor.
para
Superar el eclesiocentrismo y el monolitismo significa
la instiüción eclesiástica salir del <ghetto> en que se ha ence-
todos
rrado demasiado tiempo y abrirse a todas las realidades, a
los valores que se desarrollan fuera
los movimientos, a tódos
¿e eita. Es decir, significa adoptar una leal acritud de diálogo:
cris-
con las otras confesiones cristiánas' con las religiones no
mismos ateos. Sobre cada uno de estos terrenos
tianas, con los
Rahner se ha comprometido expresamente a abatir barreras
ya
abrir caminos de nuevas y fecundas relacioltes'
B) Dr LA EvANcELrzAcroN DrALocrcA
A LA EVANGELIZACION LIBERADORA
que
ralista dialógica. La perspectiva monolítica es aquella
y
el evangélico en
il;;;"i óuru ínu lglesia particular, mensaje
así integrar nuevas
."íót"órlt categorás culturales, buscando La perspectiva plu-
criitianas en la propia cultura'
pensar d:
t"ltüi"tpli"u, po, el contrarib, un esfuerzo por
"á*iuniOu¿"s
los
T:":
nuevos destrna-
Li-Á."t".i'it categorías culturales.de
que no pJede acontecer sin un diálogo profundo
tarios, cosa"n'iut
hace violencia
;;;;il"t. en el prinier caso' la evangelización
eñ el segundo' en cambio'
u ü i¿"nti¿u¿ de los evangelizadot;
misma en un componente oe su loen-
tiende a convertirse ella
tidad.
y
lo que se refiere al ejercicio de la colegialidad a llfltyi:i:i
de ios laicos. Ve que la Congregación para la Doctrtna de la re
m4s.ul orea¡i1m9.!:
"rta-"*po".ta
al póligro de sér
teolÓglca ' Avlsa
:rt^flJ
de reprósión que de promoción de la búsqueda
sus
'teologfa polftica', ¿no encontrarían quizá.más audiencia también Para
dirigen, si es verdad que' según las
verdades rlltimas rn uqu"lfot u quienes se
i"uniurniJnio o"l u*ot"ul próiimo coincide con el del
;;il; J" Porque
¡"r,nr'
"r n" J"iu J" ser bastante sorpréndente el que la.lglesia
amor a Dios?
;;;i"-.;; q"" 'áihunoo' vá a encontrar su mensajedisp"'"-t"* v-:1ti:d:
s;;;l; ;; ier¿ad, ¿no deberla ella revisar autocríricamente su predrcacron
y el amor.no está siendo presentada
para ver si su doctrina toúi"-i"justicia
á;';"';"á;;-cesivamente acornodaticio y abstracto, dado que d-icha doctrina
iá to-pu .on ninguna contradicción? (Im Gesprrich I'
pp' 334-335)'
la crítica de la
40. Particularmente interesante para nuestra renéiión es por Rahner en el
p"*'iá pátttina de la Fe formulada
Congregación romana
Comisió¡ Teológicq
informe que presento en ,ultit*tg^1"u¡tión de ta Pontificia
isos). elli, enrr.e orras cosas, se lee lo siguiente:
i"'üÁ*ü".i 16 ¿e octuureie
creyó deberfan ser rechazadas'
<<Las nuevas posiciones áo.1tinuiót, que se
fueron consideradas o Vu conotüus' o como fácilmente t"Tg:Iibl::
;;;;;;; "otl proPosrcrones
Ñ;itgencia media, ó to'no rápidamente traducidas en prestado aten-
;;;*;;¡..r;n directamente la doctrina tradicional' No se ha
u
Hl,"uüTi;*'.""i"ii¿"¿, a los presupuestos que.subyacen las nuevas "-111,1:lt
oplnrones'
.lp"r'l""f"t "" t"n.¡ut, en cuyo trásfondo lil lTid"romanos' eran' sin duda'
[,os censores romanos' que trabajaban en organlsmos
personas agudas y ¿o.tut, p"toütniiáttuuui su
propia nentalidad y su propio
ámbiente cultural .o*o ío', únicos existentes
y como accesibles a todos los
demás. La historicidad i.i" pi"pi^ mentalid;d y los condicionamientos de
humano, no eran ni expresamente
l"'.ñfr""," .ultural cientlficó, y hastadecisiones
cuentain las que tomaban'
i..""á.i¿", ni tenidos en
En las condenut totá-tt ¿"-tot tittimos cien años se ha defendido'
de un modo estéril y casi
ciertamente, tu u"r¿.o"ru i";-;; tt ha hecho
represivo, tiit'qut de esa acción romana se haya
;;Ñ;¿"" a través
los nuevos problemas v sin evitar que tales
iü;;;;;ilLgrácion potit-iuti"
próbl"mur rr resólvieran con decenios de retraso y' generalmente' por personas
que para los organtsmot iátnánot resultaban baitalte so.spech:-T:: 11*11:
-níári""ái¿o"asf
l" vinculándola muchas veces a oprnrones
la fe cristiana, pero
personas que
á.-.r.u"lu ya obsoletas. De este modo se ha perdido a muchas
que haberse adherido a esa verdad y que.estaban dispuestas a hacerlo'
tendrlan cultural
;;;ñ;;e,dtion la f" poté;t, por un laáo' vivían en un ambientc
ii"V áitii"t" del de losboito'es romanos y' por otro' aquella doctrina se
desea juzgar hones-
presentaba de una manera inadecuada para-éltos' Si se
siglo, se verá que aparece
íirJ"i" i. r,i.,oria de estu congregación enyel último perdidas; cor.no, una
;;;';r; iis*oria calamitaulm ároru^ de ocasiones
poner en duda su
historia hecha por personas que -sin querer por mi Parte
autoriiad y ,u i"tpóntubilidad de defender la verdad
católica- se
i[ffi"
266 et pRoBLEMA DE LA TDENT¡DAD
cRtsflANA. DEL coNctlto A LA TDL
de su
voluntad salvífica y el amor de Dios y no considera que su fe dependa
eficacia verificablé. Yo creo en Dios, pero no en un poder políticarnente
verificable de la lglesia> (lm Gesprrich ll' p' 281)'
268 ¿t pRoBLEMA DE LA IDENTTDAD cRrsrrANA. DEL coNcrLro A LA rDL
y
,.La voluntacl salvlfica universal de Dios, que abraza sosliene.a
M. mí un punto oe vlsla
toda la humanidad y tocla su historia espiritual, es Para
y ocupa unlugar teológico más.ielevante que lo acaecido
más fundamental
ñi;ñ;." la tálogfi al uio. Ñ¡i.nt..rérra, fundamentalmente, se ocupaba
con su fe y su reconocimiento expllcito
i- rOfr á. ios cristiaños bautizados, preguntabá qué ocurría con la salvación
d" ói;; y de Jesucristo, r.inu se
á, lo, áén'¿. (es decir, il-nio. veldaderaménte una voluntad salvífica
tenía
a todos los hornbres), en mi teologla está
""li,"rJ i"" aicanzara eti"azmente
el hombre de hoy con su atefsmo manifiesto.
ilil;'ü6"fóo-i"n"o éste es quizá otro rasgo característico de mi
teo-
En consecuencla
-y
losfa-, la universal 1en Lt Lspacio y en el tiempó) historia de la salvación y
ilÍ*.ri"*ü'"ni"""ir ("n erispa.io y en el tiempo) historia de la revelación
nuidun entre sí un lazo indisoluble'
""^T;;ffi;il;;i;;""""riri*t" de que toda.la historia de la humanidad
fru qu.áu'¿-o-iu finalizada y, si usted quiere, divinizada puede
"tti::111t:^",11
iu .l,rt"ru ¿e fe ¿e que la ñuestra es una historia en la que Dios' con su poder
todos los hombres.
(con el poder d" .u uolunüJ-*iuiii.ul, actúa en relación a
vez valotuóíón más positiva de la historia universal
ñ" Oo"á" se sigue tal una
y de depravaciones
de las religiones, que es turnUi¿n una historia de errores
"'--
morales.
de la
in mi opinión, con esta visión teológica me distancio claramente
encuentro en plena confor-
p"ttp"oiuu á[ .ániúno de San Agustfn,.Perg-m9
midad con ta intencrón prÁiunJ, áéi conóliio vaticano
lI... Para mí, la historia
que los hombres han conocido'
de la humanidaO (a pesaráe ioáot los horrores
;-ni;ó ¡uscnwiiz y de todas las catástrofes que acaso pod"ttt iil
lt-T::
del agotamiento de los recursos naturales y de la locura iytl::t-l "^:
"ír"rón poder de la gracla y et
una historia dó salvación, una historia universal del y
posible la-esperanza para todos no
.ro, ¿" Dios, una historü en la que es
.áio putu uno, po"otr, (Im Gesprtich II, pp' 300-3Ol)'
270 et pRoBLEMA DE LA TDENTIDAD
cRIsnANA. DEL coNctLlo A LA TDL
reservado a una secta, sino que está destinado a todos los hom-
bres. Como Jesús, se preocupa por hacer ver que muchos sa-
maritanos practican lo esencial del mensaie, et amor oDerante
a los hermanos, mejor que los fieles ortod-oxosot. En p"r.-
pectiva la teoría de los cristianos anónimos (el "riu de
que habla Jesús) descubre toda su profundidad. "próiimol
Nos interesa aquí en particular hacer patente la nueva ac_
titud que, desde sus premisas teológicas, se-hace posible y obli-
gada frente al ateísmo, y en especial frente al marxismo. El
diálogo que abre con estos movimientos no tiene, en este punto,
nada de instrumental, porque se funda en una estima p.oiunda,
humana y cristiana, por las doctrinas y por las personas; en lá
convicción de que el creyente y la Iglésia tienen mucho que
aprender de ellas; en la convicción, finálmente, de que la verdad
y los valores humanos auténticos están, por su misma naturaleza,
en tensión hacia el Absoluto. por lo cuáI, no es contestándolos,
sino valorando al máximo su riqueza humana, como se ponen
las premisas para un redescubrimiento de Dios.
Conclusión
de res-
47. <¿Qué significa 'marxista'? Habría que aclarar esto antes
puede adherirse a
ponder a llii.guñtu. Evidentemente, el cristianismo no
fundamentales. Pero,
irna ideologíá que se contraponga a los valores cristianos
en contra
como crisñano, ¿tengo qué esiar yo, por ejemplo' necesariamente
Oé la gran industria? El propio Concilio deja expresamente
áá iu
árt"r.inadas sol-uciones políticas y.oiial"t que pueden ser discutidas
".tutut¡raóién
propia postura
.ni..-lot-.tittianos. Y nadie tiene derecho a reivindicar para su
"ü¡"im,
la autoridad de la lglesia" (lm Gesprrich I' p' 316)'
272 et DE LA TDENTTDAD cRtsrANA. DEL coNcrLlo A LA TDL
'R'BLEMA
Identidad cristiana,
teología de la liberación
y marxismo:
el sentido de una censura
nos per-
La reflexión que hemos desanollado hasta ahora
precisa por qué hoy' en la
mite ámliender áe manera más
Nos hemos preguJr:
iniltiu. la tdl es un signo de contradicción'
desarrollo coherente del
ffi;;;l;l""i"gi" ¿üra tiberación unrespuesta
La a la que hemos
concilio o su enmascaramiento?
putt"t. un lado, lá tdl surge en profunda
lleeado ha ido pot Por
innovador' Re-
ffi;;;tüi;; "l'Concilio, en su componente
por.llevar
oresenta, efectivamente, el esfuerzo más importante
^hasta crtstlano
sus últimas consecuencias el antropocentrlsmo
del amor como ley de trans-
;ñ.d" p* éf , y el mandamientotraducción
i"i-."ioti del mündo, que es su operativa'
que algunas
Al mismo tiempo, la tdl constituye la prueba de
por el..Concilió no ie pueden desarrollar
".ig"i.i.t-"iitm1dá.s
coherentemente sln tt utt¿ ¿"1 Concilio mismo' accediendo
a un nuevo horizonte cultural y teológico'
"ttát
Pero, al desarrollar de este modo las implicaciones..del
de agudizar
unttopó..nttismo cristiano, la tdl no puede menos
lu dialéctica conciliar' con el ecle-
su contraste, ya present"
rú."niti.*o.'Dé ahí la dura"n reacción de la jerarqufa.' que,se
que ve.más bien' no sin razón'
ti"ni", no sin razÍn,cuestionada:
del Concilio;
en la tdl una contestacián de la cuitura dominante
en ella una amenaza para el
y, más concretamente, descubre
católica que' como hemos visto' carac-
íiot""to de hegemonía
ienza al actual Pontificado'
La importancia de la tdl, como ya sabemos' deriva
del
fruio de la ieflexión de este o aquel
hecho de que, antes de-ser
t.Oülo, traduce la eiperiencia de fe.militante de una comuni-
áuJ. É*pttiencia qué i" revela en toda su riqueza v-f"::flllo
se ven actl-
en situaiión revolucionaria cuando los creyentes
276 IDENTIDAD CRISTIANA. TDL Y MARXISMO
mar-
tanto, no se distingue esencialmente de las organizaciones
xistas?
sonaba de esta
La primera pregunta que nos hemos hecho
la cual la tdl sería una
nlunJ*:;ñd;d;la acúsación según
y la iglesia popular una
r"J".COi Oel cristianismo al marxismo'
organización marxista?
Para responderla, es necesario aclarar:
a) si es exacto que
marxistas y que
for t"Ofogót áe la libeiación adoptan categorías
i;!ñ;f p"pular persigue los mismot objetivos que las orga-
desde el punto d-e^vista
nizaciones marxistas;-bi qué significa' con
I" iu¡", fu utilización de iales categorías y la convergencla
si esto implica
organizaciones marxistas; más concretamente'
tlu"-tJi*"ién ¿e la fe y de la Iglesia al marxismo'
"""" a mi juicio'
A la primera pregunta, la respue-sta debe ser' de la
es verdad que los teólogos
"-pli;;il; ¡.titi";:¡iuí"n de la necesidad de
liberación hablan rn"nu¿o genéricamenie
"
recurrir a las <<cien.iut to"iíf"s>> o de desanollar
un análisis
estructural, también es cierto que'.en su-perspectinu' lo-p,:*:
ü;* d"'"ualquier tipo de aploximación. sino de una ciencra
de los opri-
v un análisis elaboradbs ,,desde el punto áe vista marxistas'
categorías
ilü;;:-i';;"to ááopun preferentemente a base' no de referencias
ffiü;'"ti; .u""¿"'con tre"uencia de una cultura difusa entre
precisas a este o aquel autor, sino
y categorías de matriz m.ar-
los militantes que tncluye términos
fu fidelidaá de la aproximación
xista. Lo que les into"íu
"" "i
280 IDENTIDAD CRISTTANA, TDL Y MARXISMO
cristiano
¿Es el marxismo para el militante
el criterio fundamental?
Estemodelodemarxismocumpleunafuncióndecisivaen
ta polemica contra el propio marxismo.y: Por.9¡ro !q:'-,t^Tl:
por lo demas'
ta iOt y la iglesia popular. El mismo modelo actúa'
jerarquía eclesiástica y por
;; ü ¿".i"ña dósencadenada por la
Y base for-
;i'ññ; ideológico norteamericanb.
su
sobre
acusación
esta
fundamental
mulan los documentos eclesiásticos
po.sibilidad
tJf de subalternidad al marxismo, excluyendo la
"ll
misma de un recurso crítico y selectivo' La lógica del.sistema
es tal, efectivamente, que poner el dedo en el
engranaJe.slgm-
por é1. En esta óptica, la
ficarfíinevitablemeni"'r"r'uoollados
nacería del hecho de que los. cre-
oiJ"nriOn de <seleccionar>
i;;;;1"; mismos teólogos no prestan suficienre atención a
pol conocimiento del mar-
í"-'l*i.á ¿Lt rirt"n'u, o insufióiente
que coffen
;i;; o por escaso discernimiento cristiano' El riesgo
cristiana- es' por con-
que'hacen coner a la comunidad
-y
sisuiente, muy grave. Muchos no lo perciben' pero
la comunidad
de las intenciones de qulenes la
t;;;"J*;y
nñcede indeóendientemente
a'rn"nudo en contraste con ellos' De ahí el peligro
un
en oue creyentes y teólogos se encuentran de sorprenderse
poí donde-inicialmente no tenían ninguna itrten-
;f;:!i¡¡ñ¿o
;iilA ir. Por lso la lglesia, maternalmente preocupada' lanza
su grito de alerta.
precisando. el
el sentido. Y lo hace, por un lado,
esclarecer
;;;6id" esencial de esa ideología: ateísmo
<<el y la negación
sus derechos' son
áó-lup"ttona humana' de su libertud.y--9"
centrales en la concepóiótt n'ut*ista"
(i/I, 9); y proponiendo,
pái ott" lado, como ejemplo de una :"t:g"1ii-i?1"^1t:l:?:
impltcaclones loeoto-
.,emoírican, pero en realidad cargada de
gicai, la de .,lucha de claseso (VIII,2)'
Lasistematicidadmonolíticaquelalnstrucciónatribuyeal
sino también
rnur*irrno no se refiere sólo a su estiuctura teórica'
En el texto de la Oc-'
u sut aonttcuencias prácticas necesarias'
leíamos que sería
togrti*o Adveniens que hemos recordado'
percibir <el tipo de sociedad totalitaria v
;;iü;;;; dejar deproceso conducé"' Pero la Instrucción aclara
violenta a que ese
uá".¿r el vínculo-entre la teoría materialista y la.práctica to-
oe la
talitaria: <<el desconocimiento de la naturale.za esplntual
esta última a la cotectl-
Dersona lleva a subordinar totalmente
íiáil ;G; u.i iot principios
9:.yn:.
vida social v política
confoime a ú dignidad humana> (VII' 9)'
Al analizar el procedimiento de los teólogos de la libera-
no es aceptar et
ción, el documento reconoce que su intención
particular' adherirse ul T1-
r*iitto en su globalidad ni, en que se proponen."t ul,t-
terialismo metafísico y al ateísmo' Lo
un anallsls>' t\o
camente <aceptar lo que se presenta.como
<esta disociación
ilñ;, pár ta togica que atraviesa al sistema,aceptar al mismo
ú;;;-; ;t irnpoiut"... v resulta obligado
tieñrpo la ideología> (VII, 6)'
El documento, en definitiva, no se preocupa propiamentea
¿" fo qu"-ü, t"ólogo. de la liberación piensan efectivamente
q::::t^i::
.rt ptópOrito, sinide lo que tendrían qu.e pens.allas exlgenclas
fütu.o pensarán) si fuesen coherentes con
"n.j
de sus <préstamos> Áarxistas' Se trata más de una crítica del
oensamiento inconsciente que del consciente'
del pensamiento
entre los aspectos cons-
iittr"l actual. La distinción
que del
en la presen-
cientes e inconscientes es, por lo demás' explícita
Porque <(esta co¡cep-
iu"ián de la tdl que realiza el documento. 'teologlas oe
ción totalizante impone su lógica y arrastra a las
posiciones incompatibles
la liberación' u u""fát un de
hombre" (Wil, t). No obstante,.des-
;;;1" visión cristiána ¿el "oniunto
Ñr;"úñafo (ittt) dedicado a identificar el <núcleo ideo-
288 IDENTIDAD CRISTIANA, TDL Y MARXISMO
Un malentendido estructural
en su fun-
l. Lo documenta y analiza agudamente José R¡vos Rtc¡oon
C]2si e ií risveglio degli oppresi' Mondadori' Milaltg
¿.rn"ntat ertuOio sintétióo
réiii,-lp.lor -267. (Trad. iatt: J"úív et iespáinr de los oprímidos' sí-
E.w"N.t Salamanca 1984).
sueme,
en la obra
il;';;;;I,., ;oí ejemplo, de la inve-stigación.publicada
Uomlniil ¡intiuo.' iSceln di'classeD e trasfor.mazioni della coscienza crts'
ai oggi, editadapor-Giulio Grn¡nor (cooperativa
l¡áiiiioí¡n" dat Concitii
pp.), especialmente en los
;ióid; <<Lorenzo Milani", T"o"rino 1984,'850
294 IDENTIDAD CRISTIANA, TDL Y MARXISMO
más
Por eso el punto de vista de clase epistemológicamente
oor todas' sino que
válido no purde ser señalado de una vez
de las fuerzas
debe ser identificado""n iun"iOn del desanollo
El punto áe üista de la burguesía ha sido el más
;il".ri";;.y translormudot
verdadero la fase dJla transición al capi-
"n al de la monarquía y al de la
r" .onúulonía
talismo, cuando no
la.burguesía
Jig"tq"i" i""¿al. Hoy esiá superado'- porqueproductivas, cuyo
;;i"#; condiciones de controlar las fuerzas
desanollo ha entraoJasi tonttt¿icción con las relaciones de
"n
producción.
la hege-
Están en crisis, por tanto' el sistema capitalista'
de com-
rnoná i"la burguesíá Y, por eso mismo; su capacidad
prender el sentido de la historia'
por el
Pero, al mismo tiempo, emerge la clase destinada
capitalista' a instaurar
desanollo histórico u ,"pultut el sislema
;tlducción: juitamente el
proleta-
y dirigir el nuevo ;"dJ;; es hoy objetivo
riado. Por eso el ..punto á. uiJta del proletariado>>
Pot eso son hoy el proletariado y cuantos
se
uliuntrái-u¿or.
ídiltñ;;;';;; ér1", que entienden ei sentido de la historia.
Engels la.v'erdad
En definitiva' pues' también para.Marxy
sobre la historia está en'el punto áe
vista del grupo socia!::;
pero que manana
.ááot, que hasta ayer lo ha sido la burguesía'
lo será el Proletariado.
Por eso polemizan duramente con Kriege'
d",lT:lT*.:Y
proletariado v sus <<derrettmtentos
confusión enfre los pobres y el
;;;#;3' ;;i,';i,:ñ;;;; f dn vur* stirner' advierten: <rden-
üii"", l""f lbgicamente, proletarlld.g v gauperismo.' liert¡1s
"so la condición del proletariado amrt-
;;;;ilauperisnio no es sinóque- desciende el proletario que no
nado, el rlltimo estadio al
de la burg"uesía; y sólo
tiene va capacidad CI t"t[tii u la presión
ffi;J#á;;;á; ióáu es un Pobre"o'
'n"igiu
Sobreestarelaciónentreamoraloshermanosyconoci-
miento teológico es explícito S. Juan, en su primera carta: *t:-
ridos, amémonos unos a otros, porque el amor vlene de t-rlos'
no
T;á;'"i que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios' QuienDios
ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor"'
A
nadie le ha visto nunca. Si ños amamos unos a otros'
Dios
Dermanece en nosotros y su amor ha llegado
en nosotros a.su
auténtico
[i""i*J" f¿ l-tz>' No úay, por tanto, conocimiento
á;r,i;; qu"'no impliqueini orientación que no esté cen-y
práctica hacia.El;
ná ttuy orientación pra'ctica hacia Diüs-Amor
trada en el amor a los hermanos'
En cambio, disociado del amor, el conocimiento de Dios
de Israelo'
es ilusário y miitificante, como el de los <<maestros
guías de
u-to, qu" Jésús denuncia como ciegos que quieren ser
ciegos (Mt 15,14).
La centralidad epistemológica del amor no es' por tanto'
..pu*bl", en el Nuevo Testarnento, de su centralidad ética y
religiosa.
Al planteamiento de Juan subyace una concepción.del co-
de Santo
nocimiento <por simpatíao; o también, según la fórmula
con
Tomás, .,poiconnaturalidad". La identificación intelectual
de la identificación práctica realizada
Dios-Amor pasa a través
308 IDENTIDAD CRISTIANA, TDL Y MARX¡SMO
es una
Dertenecientes a la clase de los opresores' Su teologla
iliüi;;".1ut". Átgumento! y enseñanzas no son examinados
Por ello'
,iioit-os, pues sálo reflejañ los intereses de clase'
(X' I)'
"n
su conteni¿o'ei decretado, en principio, falso>>
estructural
Una explicación mecanicista del malentendido
respuesta
A partir de estas premisas podemos intentar una
que nos ocupa:.¿cuáles
conscientemente partiáista al póblema
t"rces dei ..malentendido estructural>> y de
la incomu-
,""-ür y sus
nicabilidad tot i"Ologos de la liberación -críticos
r.óm;; y "nt.e
tutinou.ntricanoi entre la iglesia popular y la jerar-
qli" latinoamericana, nicaragüense?
".tiJ*a, a menudo
En la cultura de inspiración marxista sepropone
Partiendo del presuptlesto'
unu J"tp*tá Áet bien mecanicista'
(como el que Ratzinger
fundado en un .uoir.o dogmático
según el cual la ex-
ffi;t; a los teólotot consistencia autónoma'
¿" tu"liueración)'
sino que es
o"ti"í"iu religiosa nó tiene ver en la religión
il;fÉJ.-á;-ü lucha de clases, se pretende y del-imperialismo' y
un simp"le <instrumento> de la burguesía
esta relación como una
on proüu.to de su cultura' Se describe
lmffilñórr,'. S;;iplica así.que persiga los mismos fines v
esté af servicio de los mismos intereses'
sólo' para el
Esta concepción de la religión no contradice
.r"V"*", t"tiirnánio-d" tu fi, sino también observación
la
"t
316 IDENTIDAD CRISTIANA. TDL Y MARXISMO
y como
vía>> entre el extremismo de derechas y el de izquierdas
de donde venga'
recrrazo indiscriminado de la violencia, venga
conducta
Sin embargo, desde aquel momento' su regla de
pueblo' La muerte de uno de sus más
es la identificuc-ión con el
colaboradores e intimos amigos' el P' Rutilio
Grande'
mtt..ftot traumático'
;Ñ;;á" por la derecha, produce-en él un efecto
Desde
le obliga a salir de la neutralidad.
il;;ñino."nt" en
uou"i-tño."nto su identificáción con el pueblo se convierteene-
partido en el conflicto entre el pueblo
¿e
y sus
"i"-t"."
migos.
según el testi-
Pero nos interesa destacar aquí la que fue,
colaboüdores' la expresión teológica
monio de sus más cercanos
existe para
il;;; cambio: la lglesia, repetía el arzobispo' no
sí misma, sino para el mundó, para los
pobres' para el pueblo'
tomar sus
il.t-p.Ui!" son el criterio con él que la lglesia debe
ser el suyo' El
onciones: el punto o" de los pobreJdebe
"ittu a Jesús en el
i,í;;ft;i;üü;, putu ununtiar auténticamente
ffiil;no ei .t pbá.t, sino la debilidad y la opresión'
La alternativa radical:
ñ;;;iid"a ¿e ra lglesia o de los marginados?
creyente.de
Se vuelve a plantear aquí la que 9s. para todo
decisiva: centralidad
noV fa afternativaiunJamental, la cuestión
de la cen-
dJi; üi;th " ie lot marginados' .Si la con los poderes
afirmación
im-
tr.fiá"í ¿. la Iglesia ha irñpuesto alianzas alianzas con las
exige
;;;1";,1;."ní*ri¿uJ áe lós marginados que-conducen
il;;il; en tu t ittotiu representan sus intereses'
d" t:li
;ñ;ü; lue defiená"íti' "uttuta' La percepción
para resolver
1!
nuestro
t*nuÑu'tu'.lical nos suministra una clave
problema.
Es decir, para comprender, por. un lado' la convergencla
objetiva, uun la diveriidad de motivaciones subjetivas' entre
"n imperiutit-o (por ejemplo' entre la jerarquía
i;'i;i;i" y el gn los últimos decenios'
y la oposición buiguesi)'
"i""?ugti."áett ttu pi"á.upado mlcho de aquellos planteamientos
i"l"i"tq"r" cuilquier. tipo de
filosóficos y teofOiüJ"qu" üo.ir"ban sóbre
entrelristiunitto y marxismo' Pero no se ha preo-
"ánnr.g"n.ia
320 IDENTIDAD CR¡STIANA, TDL Y MARXISMO
.Sin
embargo, a partir de su opción por los marginados y,
consiguientemente, por los pueblos-oprimidos, ta tOt íeUe
ponái
en cuestión la organización del instaurada por la colo-
-undo
nización y consolidada por la afirmación del imperialismo
noi_
teamericano. Pero, por eso mismo, la tdl debe Lontestar
cohe-
rentemente la cultura y la teología solidarias con esa
organi-
zación del mundo.
Pero es esto lo que no puede tolerar la jerarquía. Aquí
está
objetivamente el motivo fundamentar (er ¿át".ri-
nante), según el lenguaje de la Instrucción)"principro
de su reacción. La
tdl, al poner en tela de juicio a la Iglesia de la conquista, aparece
como una contestación de la Iglesia como tal.
¿No será, i"uro,
porqu.e.la Iglesia jerárquica di hoy y su teológía no áifieren
esencialmente de las de la conquisü?
Desplazamiento de la contradicción
^.
¿Cómo se opera esta transposición? para que sea posible
y eficaz, es necesario que la contradicción ideológica y teólógi"a
sea clara y ocupe en la opinión pública el centro de la atenclón.
De ahí la importancia de un modelo de marxismo que no deje
lugar a dudas sobre su carácter ateo y anticristianó. Se com-
prende así la función que desempeña en la estrategia ideológica
de la jerarquía carólica y en la del imperialismoil modeló de
marxismo dogmático que hemos analizado anteriormente. Se
comprende también la necesidad de establecer a cualquier precio
su estrecho vínculo con la tdl, con la iglesia popular, óon la
revolución popular nicaragüense.
En el mismo orden de ideas, se comprende la función de
los <<modelos> de <<teología de la liberacióno y de <iglesia po-
pular> que la jerarquía propone como fundamento de lalondena.
Modelos que en realidad hacen superflua la condena; porque,
si la tdl y la iglesia popular fuesen realmente lo que afirmá la
jerarquía, sería evidente para todo creyente que se áutoexcluyen
de la comunión eclesial. Sin embargo, como hemos visto, nin-
ESTRUCTURAL" 323
MARXISMO Y TDL: A LAS RAICES DEL <MALENTENDIDO
Conclusión
mensaje evan-
sienifica ser cristiano?; ¿qué es lo e,se¡cial en el jerarquía
;ádilüüri"-; ñen la óitica de la centralidad delala tglesia'
il,arginados?. La actitud de
E, y cóherente
Lu "iutu de la tdl y coherente a partir de la centralidad
""tii"i
¿t foJ-poUt"s y los", "luru
marginádos' Con.otras palabras'.d¡ 11 cen;
de que
;;ltá;á del amor fratern-o. Es decir, desde la convicción
el mandamie¡t¡9
iu iátntifi"u.ión con los marginados constituye
tanto, la sustancia de la converston
nuevo e innovador Y, Por
para todo creyente y para la misma lglesla'
Cuarta Parte
Identidad cristiana
y opción liberadora
Elfragmentodehistoriadelasideas,delConcilioalatdl,
reconstruidi en las páginas precedentes nos ha- permitido res-
plan-
oonder a algunos ¿e tos intenogantes que nos habíamos
L"áo ar inic-io de esta reflexión y precisar el sentido de algunos
otros. Nos hablamos preguntado: fes la teología de la liberación
La
un ¿esanotto coherente áel Conciiio o su enmascaramiento?
ir*fu"ttu resultante es un tanto compleja' Por un lado' tdl la
,uó, profunda continuidad con el concilio en su tendencia
"n
innóvadoia. Representa, en efecto, el esfuerzo más importante
oor llevar hasta las últimas consecuencias el antropocentrismo
;;;i;;;ii.tnu¿o por él y el mandamiento del amor operativa' como ley
áe tu transtormacióñ del mundo, que es su traducción
de que
Contemporáneamente, la tdl constituy-e una demostración
afirmadas Pot.9l Con*lio no se pueden asu-
ufgonut
"*igencias
mír cohereñtemente sin ir más allá del concilio mismo; acce-
diendo a un nuevo horizonte cultural y teológico'
Pero, al desarrollar de este modo las implicaciones..del
unttopá.tnttismo cristiano, la tdl no puede menos de agudizar
el contraste, ya presente en la dialéctica conciliar' con el
ecle-
jerarquía, que.se
siocentrismo. nó ani la dura reacción de la
siente, no sin razón, cuestionada; que ve incluso' no
sin tazón'
en la tdl una contestación a la cultura dominante en el Concilio'
pót"to es igualmente posible, en nombre del Concilio' defender
i;idl, a sus desarrollos coherentes y creativos,
"d.úbiéndola
y denunciarla como su suPeración'
Latrayectoria que hemos reconstruido no ha sido sólo el
desarrollo .onrr.u"rrt. de un sistema de ideas, sino también.el
cris-
camino fatigoso, sufrido, conflictivo, de una generación
todas las partes del mundo, aunque también
tiana presente en
en todas partes minoritaria.
330 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
por
La expresión <<opción liberadora> no es suficiente' de
significa' en una primera
ri, plu ctenzar una praxis. !--o que
es fin y
aóroximación, es una érientación én que la libertad
"utu
pero es la libertad? ¿De
;iii;;;fr;áun1"ntut de la acción. ¿qué
que liberarse? quién se prétende liberar? La libe-
áu¿ nun ¿A
ililá q""" r" fr""" reféreniia ¿es ética individual o colectiva? ¿Es
y política o, más bión, y cultural? ¿Se ha de
""lnO-i"'u
conseeuir cón cualquiei medio o implica también
un discerni-
cónseguir por vías paclficas
t"i""i8 ¿Se ha de
"",i"iot."iiotr
o Dasa necesariamente a través de los conflictos'l ¿Puede legl-
iirirar incluso el recurso a la lucha armada?"'
<opción li-
Son preguntas que, naturalmente, el término
U"tuJota" Oeia abierüs y que, por tanto, exigen ,"t
t:T-t
rigor el proDlema -"ii
qe
respuesta sumaria si se quiere afrontar con
i;,:i;id entre opción liberadora e identidad cristiana.
porque es un
Esta caracteización se impone, ante todo'
dé las relaciones entre teoría y
Dresupuesto de todo análisis
es' como hemg¡
;;;;. E" definir la opción liberadora
"fecto,
5iñiili"'irt""#iun tipo pieciso de praxis' en función del
y
.u¡ uáqúitirán pleno signifiiaao muchal posturas culturales
teológicas.
que el
Porque cualquier teólogo 9f".t? dispuesto a afirmar
liberadora; que le es esencial
cristianismo propugna una opción
i" óp.io" prereránJiat po1 lo9 po!¡es (salvo que luego se.metany
üj. ;;r iérminos significadoi diversos y hasta antagónicos;
334 IDE¡ITIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
los offos?
La alternativa: ¿afirmarse sobre los otos o con
se expresa
Con otras palabras, la identidad de-cada hombre
también en su proyecto fundamental' Lo
que cada
en lo que sueña
.uno
ser' Ahora Dlen'
:: :
exDresa también (o sobre todo)
es pro-
la alternativa fundamental frente a la que se encuentra
tl
vrJiit-t" i¿"niiáuo, éiito, su realiáción' como afirmación
áe sí sobre los otros o como afirmación de sí con los otros'
;;; í;; ,n los otos. El primer proyecto es el del <su-
"¡-lr, en la primacía y el dominio' Los otros son
ittño.Ut"". Sueña rivales de su éxito'
oara él instrumentos y espictadotes, o acaso
5" iiülr..it" i*pri.á el sometimiento de los otros. su vida se
identidad
;;;;;;i;r-necesario, de la muerte de los demás' Su
tiende a imponerse sobre ellos, expropiándoles
la suya'
Un compartir liberador
más
En este sentido, estar de parte de los marginados significa
necesidad una opción'
1"" i", marginados: significa hacer
de la
denuncian
sentes. Por eso, cuando diversas formas de ateísmo
fundamento. Posiciones
3r.l""tiñe, sús análisis no carecen de
..cristianas> claramente contraPuestas a la opción liberadora
sin género de dudas, y no sería.difícil mostrar cómo han
"iiri"n
;iñ ; travéi de la historia, y-siguen siéndolo hoy' amplilmqnte
áoÁinont"t en el pensamiénto y en la praxis de las lglesias'
P;;;;;b* todo, lá campaña que la¡erarquía católica ha lanzado
últimos años contra la teologla dé la liberación esgrime,
iá" principales capítulos de acusación contra ella' la su-
"n "rto,
""ti"
bordinacién dela teoríá a la praxis, de la ortodoxia
a la orto-
políticas'
oiuiirt es decir, de la verdad révelada a las exigencias
esas acu-
i-troia'Uien, la praxis política a que hacen referencia
;;;i;; nr"óiru,n"nt" la inspiiada.en una opc ión I ibtl{.", :1:
es
";
decir, oriéntada a hacer de los marginados un verdadero suJeto
histórico.
En definitiva, pues, los crlticos de la teología de la
libe-
el marxismo <<ortodoxo>> en pro-
ración están de acuérdo con
y fe cristiana hay que elegir'
clamar que entre opción liberadora
gttá" Oó acuerdo, por tanto (al menos objetivamente)' en,so¡;
y de las clases
tener que las luchai de liberación de los pueblos
y aun
deben'desenvolverse sin la aportación del cristianismo,
;;6;tt.t¿; al mismo, siempre que la liberación no respete los
valores,,superiorestt que comporta'
Para un número creciente de cristianos, en cambio-' Y P.af-
ticutarmenie fara los que se reconocen en la tdl'
la fracción
constituye uno
entre cristianiimo y móvimientos de liberación
no sólo de la historia cristiana'
á" io. problemas más graves,
pro-
,ino O" la historia sin ñrás, porque ha provocado y.sigue
como
vocando un grave empobrecimiento tanto del cristianismo
en cuanto que'
de los pro.eiot de liberación: del cristianismo'
oá. intlrerutse en el campo del conservadurismo social'
se ha
procesos
;irt;;bfig"do a tlesplazarsu potencial liberador; de los
de liberación, en cuanto quó, al contraponerse al
cristianismo
y-u-iá i"figiáir, ," han visto privados nó sólo de la aportación
masas creyentei, sino también de la contribución
cualitativa de
iJ""i q"" fe liberadóra puede aportar tanto a la motivación
""a
de los militantes u la ionstruciión del hombre y el mundo
nuevos.
"o-o
Y es precisamente esta contradicción la que. los teólogos
con-
de la liberación, y antes aún sus comunidades cristianas'
3s0 IDENTIDAD CRISTIANA Y OrcION LIBERADORA
la misma lengua'
munidad eclesial, no se comprenden, no hablan
problemática' no pertenecen
;;iñ"" al interior de la misma falsear el significado
;j";ü; Son, pues, propensos a
del oú (i g'iul mi'ma'. pfs"lll'^t'-g::":l
""rt,rt".
á' r' pá'i.lón
estas razones' cr
antes de valorarla y condenarla' Por todas
no su radicalidad
ñ;lñ ¿" ü i¿"itiáad cristiana, obstante
J" Ltla) es uno-de. esos p'9btT:::i^I:
(o más bien a
"uutu
;;; i;t diversas solucionescómo'influyen decisivamente en su mrsmo
planteamiento. Veamos
se define en
La identidad cristiana, como toda identidad'
Los términos
relación a otra cosa;"o ."u,'torno una diversidad'
se realiza la caracteri-
de confrontaciOn respJá'a los cu¿les
diversos' según los contextos
;;"td;;;¡en, evideñtemente, ser
por tanto' es <his-
culturales en que surle et problema' el cual'
;;;;;; t" ,u hir-u'rormulación'significa Ahora bien' privilegiar este
iérrnino de comparación acentuar un aspecto
"ilñil"'i"
"0""f iá*ii¿aá: precisarnente aquel en el que se di-
'versifica del término de comparación'
-. Ahora bien, si, a los ojos del laico que analiza el fenómeno
religioso, éste se resuelve én estos urp"ótor, el
creyente reivin_
dica, también en el terreno científico,'el derecho
a áe¡ai ;bil;
el problema de la cuarta dimensión. El análisis cieitífico,
en
efecto, verifica el carácte¡ profano del hecho ,"ligior;
leyes que miden su.evolución,. pero no está tl; h,
considerarse exhaustivo. Es decir, puede y
l.átiruá" puru
debe d'eiar abierto v
problemático el espacio. de las opciones fii.;¿fi;;-i;ü;;;J,
9n pro o en contra de la trascendencia, en pro o en contra de
la afirmación del misterio.
Es claro, por lo demás, que el creyente moderno,
habiendo
reconocido la secularidad de ra rerigión y der cristiani..o,
¿"u.
replantear en este nuevo context; el problema
identidad. Es decir, debe singularizar
d" su ór.pi;
ri
periencia religiosa y cristianaár interior de
originaridad ¿"ia óx-
su identidad humana
y profana.
Preguntarse por la identidad cristiana significa,
por tanto,
tratar de comprender cómo se sitúa un creyente
en relación a
esa. evorución que, antes del concilio,
ra Igresia oriciai rráuá
rechazado como una tentativa de usurpar
loJderechos de Dios.
Para ella la identidad cristiana consiitia en
la percepción del
9ar{cter sacral, es decir, esencialmente religioso, d;i ;;;J;;
de la historia, de la moral; en la resistencia, pues,
a la tentación
1"-,llllt:1".í1, ege retanza en el -unáo moderno ñto á;
ra reDetron ongrnaria contra Dios: <<non serviam>> (<no-seré
"t tu
slervo)).
define la identidad
bargo, el problema de comprender cómo-se
estos procesos lalcos y en relación con
d'esde dentro de
"¡iiinu á la esfera de la
ellos. El intenogante;;;;i;,';; particular' partidos y a otras
;;;tó" polftica, ón referencia, pgr ejemplo' a
;;;;;;;;ó"ienáo lá racioñalidad propia del
orsanizaciones que'
¿" cristianos. pero problemas análogos
se
;;Írffi;'i.liii"á" iu *orul"' a lá."filosofía>' etc' Evi-
il;";ñ;."i""i0" lu.i*tu
ilñ;;i", aquí, " formulación de la pregunta inducía
en términos <religiosos> contra-
; d"l;i; ü i¿enti¿a¿ cristiana
Ñ-só; profanos, reconocidos como autónomos'
"bt en relación a las
El intenogante se volvía aún más agudo
luchas de liberación' qu" tt acentúa.lnás la reivindicación
"n y de las noffnas que.orientan
de autonomfa det proyecioiittOtito
su realización. Los ;;;" cristiános <<revolucionarios> han
acríticamente) esta for-
hecho suya con f.""u"n"iu tmás bien
muchas energías en
rnui""ián"".tar aer piá-ui"ma, derrochando que
il;;Ñtú de lo ..e'specífico>, en la definición de esa <C>
organizaciones militantes
se encuentra en las siglas de muchas
como la JOC, la HOAC, etc'
religiosa lo esPecífico
Pero, buscando también en la esfera
problema de los contenidos que
cristiano, permanece-uUi"tto el
se atribuyen u en los diversos terrenos en cuestión
ñ;;Jffio, J" i" Áá*r v la política) v' antes aún' del
"tu "tr"iu
"r
"n nuylu"
con que
método abordailos' Es.decir' el prob^lema de-
fun-
cisivo es entonces!"ü"' ton qué cri.terio se debe definir
<voful1d
lo.que expresa la
damentalmente ro quJ"el"i"íigi;*"' puesto que
evidentemente,
;;ñi;;;. cuestióñ no tan simple,
y su
ó-i"t-"tlup"a la experiencia órdinari.a de los hombres'
través de signos que hay
voluntad no puede Jéscubrirse sino a
;;;:.d*"iftarr,. donde se.plantea.particularmente' en
Y es aquí
Con esta al-
;J";;;-plejidad" ei problema.hermenéutico' la referen:i1-.111'
ternativa fundamenül: eltriterio último ees
lglesia) o a alguna otra señal que los creyentes
."i"iiJ.O (la de la perional o co11ni-
tienen la tarea de discernir por sí mismos'
va sabemos' es la
tariamente? La respuesta pievalente' 99*o la
y
primera: unu ,"rpuliiquJ J"rin" implícita explícitamente
íi""ir¿"¿ .istiaña comó identidad ecle1ia'r..y it'u
(católico) en "9.T-:.1t":-
cuanto ots-
no.iÁi"nto del magisterio eclesiástico no lo es'
y lo que
criminante último fnt lo que es cristiano
"
354 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCTON LIBERADORA
Opción liberadora
y releótura del Evangelio:
cuestiones metodológicas
La
¿dónde buscar la solución?
Si éstos son los problemas,'ei
el Evangelio' releído. desde
orimera respuesta es unánime:
á;;i;;;;Ésituación contemporánea' Unánime' P9r9 sólo apa-
;;;ñ;tt Fo.qu" la mismá expresión <<releer el Evangelio>
profundamente
es entendida pof unos y por otrós en senlidos
cliversos y contrasmntes, iobre todo en.relación
a las opciones
políticas. En gran rnediáa, las orientaciones teológicas y polí-
[i.ut próontenidas en los métodos adoptados'
"ttan
. ^.
Otro problema metodológico fundamental se refiere al sig-
nificado de la identificación con Jesús por parte de sus disclí-
pulos. Un problema que se vuelve particularm-ente agudo cuando
se nos pregunta por las opciones políticas más coherentes cdtt
la inspiración evangélica: ¿de qué modo concreto la acción de
Jesús, desarrollada en un contexto social y cultural tan distante
del nuestro, podría orientar nuestras opciones políticas?
359
Orc¡ON LTBERADORA Y RELECTURA DEL EVANCELIO"
. -Quisiera
profundizar ahora en esta afirmación formurando
dos hipótesis: que la categoría de <identificación> es central
en
el pensamiento de Jesrís y que s-rt significado heurístico
V oO._
rativo puede ser iluminado por ra in-vestigación freudianá,-é.i-
ticamente reelaborada, sobie la <identifícación> tal como la
hemos evocado sumariamente más aniba (parte II, cap. II).
al mismo
oroblema de la identidad se plantea, ante todo, respecto
i"r'nr, y es esencialmente él de su divinidad y, estrechamente
vincuiído a ésta, el de su misión espiritual, es decir' ético-
;;iigi;;;; no politica, en el sentido de conflictiva y clasista' como
Ad{uieren, por tanto, particular relieve los milagros vistos
y poder de Jesús, cuyo signo supremo
o.éUut de ia divinidád
'"r tu t ruo"cción. El cónficto en que se vio envuelto, y que
el
desembocó en su condena a muerte' opone esencialmente
üi." V mal, la gracia el y pecado, Dios y Satanás' La muerte
"f pugu"do poi Jetiit para reparar la ofensa a Dios
y
"r "r'pi".io
."t"ut'u. al hómire dó la pena que poiella había merecido'
La
de Jésús se define en términos esen-
i¿rnii¿u6 de los discípulos
religiosos y eclesiales' Su .mensaje.es un '!1i':
"luitn"nt" centratloaq
miento decisivó del <primado de lo espiritual>' de la
áñ it y de la insiitución que !a c_ustodia.Testamento
En esta clave se
con el
itrt"-."íu también la relación del Nuevo en la
Dios
;;ü;;;;i*r.¡.to la intervención liberadora de
como espiritual y es-
iril;itse caracterizaúam6s claramentepueblo de Israel de la
.uiálOgi.u. La liberación política del
revestiría'
eiclavítud de Egipto y de lai otras formai de opresión
un slg-
desde el punto-dé vista de la historia de la salvaclon'
nificado más simbólico que literal'
_ . "E-n una Iglesia que cada vez rima más con crisis, prosigue
Belo, el nuevo hecho de los últimos años es el ."su.gi.i"n"tá,
tanto en América como en ra Europa Latina, de una góneracion
de. cristianos que se dice resuelta.ent" marxista
en- su termi-
nología y en sus análisis, en_ sus compromisos políticos
y en
sus polémicas estratégicas. Nuevo en él sentido
ya que, más que en ciertas asambleas neo_religiosas-ár g"núino,
¿eíOvenes,
.t único lugar donde se pueden ¿iscJrnir tos g'e*.-nü
:: Í:? de nuevas formas de
poslbles referencia a la tradicióñevangé-
licarr'.
Es en relación a este hecho nuevo donde Belo plantea
la
cuestión de partida: <¿No es ra fe una ideología .ontiu¿i.toria
.on_ l^u.n prácticas de liberación en las que ie
intenta tomar
pane t>> . progresrvamente, la pregunta se concreta: en
la medida
en que el cristianismo cesa dl aparecer contradictorio
con las
prácticas de liberación, resta poi verificar si,
en relación con
ellas, no es en definitiva superfiuo. Es ra cuestión de
la identidaJ
cristiana, c-on que se cierra ia obra: .¿eué queda del
cristianismo
cuando se logra situarse en eJ campo"donde anárisis y
.rtrut"gi;,
se elaboran en la fatiga y la polémi ca? La
fe qué to¿uufi ,.
exige,.¿no se reduce cá¿á vez más a un subjetivismo
más bien
aquí erl lugar del debate en el que quisiera
lT"tAf1.^11r"1^H"
oesembocar este ensayo>>'.
6. Ib., pp.429-430.
366 IDE},TTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
revolucio-
otro campo que intentamos realizar hoy, en la lucha
o" ptoouóóión capitalista''o' Ade-
naria que rompe
"""
.et, iu resurrección "i.ááo
de los cuerpos es.-nada menos qu:^u1lu
vence.J>
pregunta: <<entre la vida y la muerte, ¿cuál de las dos
que es precisamente la que hoy nos hacemos'
..Es-ta pr"gunta,
v que seguramente tt"á lu última preguñta de una revolución <no- es
áoiitunittá radicalu'6. A esta pregunta, sin embargo'
actual el
nosible dar una respuesta>>, <porque en el lrorizonte
t..i,"-.ri,*;;';ü;;" ¿L la muerte'''' "Toda respuesta
oositiva a la pregunta "i
ialdría del horizonte de la finitud' que es
;il;i dg;4F íe nuestra práctic4 se situaría en un nivel ima-
ginario, a la manera del sueño' Ese" salto en lo imaginario es
óonstitutivo del discurso teológico>'"'
Pero esa pregunta, destinada a quedar sin respuestl' ¿e:
suficiente para caracterizar la esperanza cristiana?
Y si está
el debate que
á.tii."¿" a'quedar sin respuesta, ¿iobre qué versa
B"l; no. pide abrir? ¿Noestá acaso ya cerrado?
No es extraño, en estas condiciones, que lo
<<teológico>>,
el
c) Asume una importancia central.en esta perspectiva
entendido como lucha por la
nivel íultural del conflicto social
cultural permite com-
hegemonfa. La atención a la dinámica
orender con mayor precisión el empalme entre política
y reli-
il;: "ttre-.onii"to político y conflicto religioso' E induce a
pro-
ñ;ii%il"n tu figutu y en la obra de Jesús la dimensión
fética.
del Evan-
;.Cómo se plantea, pues' a base de esta lectura
Concentra la aten-
g"nol .i pioblema de lá identidad cristiana?
y su aventura humana'
óión Jósús como personaje histórico en-
y
"n
situándola en las cóndiciones sociales, políticas,. económicas.
culturales en que se desenvolvió' No porque t:
tYp:iTi-d:l
Evangelio el hórizonte teológico, sino.porque * t1-oil,1Ti:ii:
sólo en lenguales-y en.vlclsltuoes
la enóarnación Dios se revela
y antes que nada, en el lenguaje' en las vlclsltudes y
humanas;
en los conflictos del hombre Jesús'
opuso'
El conflicto fundamental en que se vio envuelto le
sino a determinadas
no senéricamente al <mat>> o al "pecads>>'
ili;;i;iJáti*t, "l bloque sociil dominante v' dentro de él'
Iarr-
al grupo religioso constituido por-sacerdotes' escrloas'
y la ideología
este grupo
,.oi.. i Desigñaré uqui' po, brevédad, a
Jesús
i. f"tp*.on "t t¿i.ino <<sinagoga>'' Con la sinagoga'al brazo
á-,t"
y poi ella fue entregado
entró directamente en conflicto,
Es interesante al res-
secular, porque amenazaba su hógemonía'
evocan a menudo
;;;ü cOmo ercriUas, fariseosl sacerdotes
con algún éxito
:i;;;;;i" Jiti"".io" de Jesúó en coúexión
popular suyo que les ha initado'
En esta perspectiva, descubrir la identidad de Jesús sig-
nifica, ante todo, cuál es su.proyectoi""liT:"t:l
y en qué se opone exactamente a la sinagogu' o-l,ill]t'^a.la
"o.piénO"r
antitesls ll
i¿enti¿a¿ se curte en términos conflictivos' en
;i;üú;y" su siste¡na de valores' Cierto que se 9"ftn" también
al "mundo>' y a Satanás' "príncipe de.este
"n "?nituiosición
Áunáorr.'Pero el conflicto históricamente fundamental es el Que
i" ópon" a la sinagoga. Incluso porque' en definitiva' la instru-
mentalización y conipción a que somete a la religión tiene como
ía decádencia de los valores <religiosos> y -su
;á;;ó" u to. ¿"i <<mundo>, con su lógi.ca comp€titiva. La
"ont""u"."ia
t"figi* .i*e ya sólo para enmascarar la lógica mundana y para
372 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
!liig_l."r susporque
precrsamente
sepulcros. Jesús se yergue contra la sinagoga
ésta se ha vuelto incapaz de represénrar
una alternativa frente al mundo y, por eso n,ir-o,
de revelar la
yvgdld de F)ios y de su Amor. En bsta perspectiva, la identidad
i
de Jesús se define en contraposición, no lo ,,profunorr,
más bien a una cierta versién de lo religioso, conveÍiáo
,ino
en
instrumento de poder y opresión; a una in-stitución
eclesiástica
convertida en fin y criterio último de su acción;
u un l*po á.
poder religioso aliado.con el poder político y
económ-ico paru
legitimar una sociedad discriminatoria y Áarginadora.
Capítulo 4
El disenso
y el proyecto de Jesús
res-
A la pregunta sobre la identidad cristiana queremos.
al mismo
ponO"r,-pü.riint"rrogundo a trlvé¡ del Evanselio
su proyeclo fundamental'
Jesús; es decir, tratandó de reconstruir que le
que no puede ,", a laiuz del disenso
opone a la sinagoga.
"ornitii;i¡;;ñ
I. El disenso de Jesús
para los
relaciones sociales que éstas determinan, especialmente
.utginuAot. En esti lectura de la historia es donde hunde sus
Juan
nos ofrece una vez más la clave de interpretación de
esta ceguera: que el amor a los hombres es el únicb
itinerario,
amor de Dios, sino también puru lt.gui
1,"^t^1t1p"la lle8,ar,.ll por
conoclmrento
ar de El. tanto, <<quien no ama no há conocido
a Dios, porque Dios es amor> (l J; 4,g).
. !o: que pretenden, pues, conocer a Dios y ser maestros
de religión, si no aman. a los hermanos, se estáñ
engañando a
sí mismos y a los demás, porque no eslán conociend'o a Dios.
sino que están consrruyendo fetiches; no están
verdadero Dios, sino que están difundiendo el cul'to
ñJ¿;";;;i
de los ído-
los. Están abdicando así.de ra originaridad rerigiosa y
de Israel, sacrificando su identidad-nacional: ,,Voiotros "ulturur
reconéis
pur.y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, lo
!f9Lr hijo de condenación el dobló más que vosotros>> (Mt
23,15).
Signo de identificación :
el-mandamiento nuevo e innovador del amor
, Una.cierta
- ros
en
apologética católica nos ha acostumbrado a ver
m¡tagros de Jesús,
.e.n.primer
lugar, los signos de su poder
y de su divinidad. En realidid, Jesús-apárece rñucho más!reo-
cupado por manifestar con ellos su humanidad
y ,u urnár, i-po,
383
EL DTSENSO Y EL PROYECTO DE JESUS
Amor conflictivo
hemos
Es a causa de su fuerza de contestación radical -lo
visto- por lo que el amor de Jesús tuvo que ser.conflictivo'
i".,,i, no'podía ser fiel al amor sin poner en cuestión la cultura
y social q"" ¡ttiri.uban ia segree,111o1:il1liii::
"ititt"Á"
tamente a sus enemrgos' pero no por ello dela de comDatlrlos
hasta el fin.
aún'
Porque él sabe que esta lucha puede ser mortal' Más
póco llega a ia convicción de que lo será' Pero no por
Doco a
que le
;il; il;á;.
É" ta misma disposición de la sentencia
esa faJl!1!
condena se expresa clamorosamente esa hipocresía'
cada día' El Hijo de Dios es condenaqo
oue él había dénunciado
a Dios'
il-";;;; d"-nio.; es condenado por haber insultado
el Sumo
oór haber blasfemado, como exclama escandalizado
por
5;;;;; á".l"te"a*e las vestiduras; es condenado más'
Pero' una vez
{e-
r*J"iáiptimído de Dios y de lo espiritual'
ri nornutó de Dios no sirvé para proilamar la verdad' sino para
;;;li;;i" y defender así los'inteieses del s.tlp9 d9*lnul'!:il
Jesús' y sobre
los propieiarios de Dios. Porqug la predicación de
;;áé práctica, contesta rádicalmente el sistema de valores
ü
átlninuni"; Jesús seduce a las turbas con sus ideas subversivas'
au misma existencia pacífica, con su mensaje
de amor' con
"on al poder ideo-
su identificación con los segregados; amenaza
lógico, y no sólo a é1.
de
Este trasfondo nos permite comprender mejor el sentido
Pero es un
la muerte de Jesús. Mu-ere por amor, ciertamente'
por los pe-
amor que pone en cuestión él orden social' Muere
por
cados áe lós hombres, ciertamente' pero más concretamente
388 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
NonossorprendeelhechodequeJesúsnopropongaun
extrañarnos' en cambio'
proyecto definido ¿f*o"i"¿uJ; puedé
Habituados como es-
que no proponga un p'oy""to dé lglesia.'
a ver atribuidas a
il;;, !rpi"iu"l-",r,Jeíia tgtesia-católica, machistas' que ha
Jesús las formas ¡"tátq"r""t' áictatoriales' que'
rt".rá" u tltesiá, no deja dg se¡ una qozosa sorpresa de
lleguerños a la conclusión
leyendo y releyenoo eiguangefio'
390 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION L¡BERADORA
l)
La eclesiologíg negativa de Jesús está, pues, implícita
en su contestación de ra rerigión oficiar de
su tiempo, y tuinuien
en la predicación de los prófetas que le precedieron.
Esas po-
lémicas, efecrivamente, aünque refiridas ; i";;;; ;;;;d;rü.,
religión, identifican líneas. dó tendencia generales
y peligros áe
involución reincidentes. A ra luz de ra"experienóiá
n¡í¡o.i"u,
sabemos hoy que el peligro de involución'ha
pesado t;É;;
lglesia que lteva el nombre ¿i j"..ir;'q"Jl"
l:,r^1T:.,:",bT.ta
tgtesla de Jesús se ha encontrado y se encuentra,
paradójica_
mente, reproduciendo muchos rasgos de aquella
qu.i.
a mu.e-rte; que los sacerdotes del témplo, déspués'de "oná"nO
haber con_
seguido la eliminación física de Jesúi, lograron
en gran medida
neutralizar su memoria, apropiándor" ,u'figuru y
reconstruyén_
dola a su imagen y semejanáa. El segundo ¿rama
históricó de
Jesus, su segunda crucifixión, es la que liga
su nombre a formas
de religiosidad, de ritualismo, de legaliímo, que
él combatió
ásperamente. La riberación de los de ias redes de una
"."!"ntir
391
EL DISENSO Y EL PROYECTO DE JESUS
así' también'
cultura y una religiosidad de la ley se convierte
."-iiUtt*iOn de Jésús de su segundo encarcelamiento'
institución
La lglesia de Jesús no puede ser' pues' una
de ritos'
construida sobre un sistema dé leyes, de observancias' primado del
p"maoo ¿e la vy,,i'usóxual.sustituva al
il;; sea lá obediencia y la
amor; en que el criterio de pertenencia en
ser una institución
;;e;;i;.'a" Iglesia áe Jesüs no puede je-
;;; t;'ñ;"ilfi;" las relaciones de dominio' las formas
se practica la división
rárquicas que ngen ta sociedad en que
social del trabajo'
que' a
La Iglesia de Jesús no puede s€r una institución
excluyéndola de
imasen de la sociedJ, áitt¡inine a la mujer'
los ñinisterios Y del Poder'
que se
La tglesia de Jesrls no puede ser.una institución de bús-
.onrillr""iulut "^"rutiuo de^construcción del Reino'
ñ;á;á;*lEi"t,para ¿"i"ntion i¿eut' convirtiéndose así en motivo
Una Iglesia
de marginacion liun futt".áe la humanidad'
la lglesia que Jesús
fuera de la cual no'ft?y táfuación no es
quiere.
que se
La Iglesia de Jesús no puede ser una institución Dios'
exclusivo de éncuentro con el verdadero
"onril.r""tolar
á""-t"i"i"¿i!ue el monopolio de la verdad'
que se
La lglesia de Jesrls no puede ser una institución
último de
considere a sí misma-V proi'io poder como criterio
"f desus alianzas: una lglesia
su acción, de sus opciónes'de óampo'
que Jesús quiere'
eclesiocéntrica no es la tglesia
La Iglesia de Jesús no ptrede ser una institución ligada al
-a'ia colonizadores'
poOer-y cultura O" f"t pueblos más fuertes'
del Evangelio a la
dominadorer; no puJJ" "tñfiut la difusión no
y á"t capital' Una lglesia eurocéntrica
fuerza de las
"t^ut
es la'tglesia que Jesús quiere'
que rei-
La fglesia de Jesús no puede ser una institución de-
ti.-itÁu, p-u *u clero' para sus miembros'
"itdü;";;;
rechos que no ,"rurnJiqu"'para tooos.loi
hombres; que defienda
del primado de Dios: una lglesia
ilr"rig ,*u¿ottnp"tiui,
"n-iá",ir"
concordataria' no es la lglesia que
constantlnlanu,
Jesús quiere.
392 ¡DENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
"
r"" I p..runáo qi"" ri"v ;**
" " ése pronunciamiento no acaeclo
ciencia,
. ¡:::t l"ill;,1| ffi::;
tradición mul-
a una
internas, y ,rpr.r"iü;;;;pt"ta
frente
secular de intolerancia'
cristiana lo mismo
Hoy, además, reivindican la inspiración
defensores'de la.ci-
resfmenes racistas il;;;;;b;-ltnotidut'
;ffi;ilít ;i-*;;":qlie militañtes perseguidos por ellos' tor-
turados Y asesinados'
la Democracla
La reivindica' en el plano internacional' o
en posiciones conservadoras
Cristiana, alineada poi Oo{uitt
inspiración ttrn!1::'1'::t
reformistas, y qu" á no*b'" de esá que persrguen
militantes y asociaciones
."r-iri"r; rui"inin¿i"un en estrecha
de la sociedad
un proyecto o" o."ii"á""i?"iadióal
colaboraciónconmarxistas,aunquenoadoptenellosmismos
el método de análisis marxista'
398 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
Lainspiracióncristianaintervieneeneltenenopolítico,
sobre todo, a nivel de la orientación de fondo. Pero ¿qué
orien-
por
tación? Hemos visto que esa orientación es reivindicada
406 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
es un
oue dice'le conozco', pero no guarda sus-mandamientos'
il"nii*o, y la verdad-no está en élo (l Jn 2'8)'
a Dios'
Al poner en guardia contra las ilusiones del amor
nos da el criterio
de
¡uun-ü¿l.u et cañino-fara disiparlas. ,Y
Éste es el mandamiento
autenticidad: el amor a'los hermanos'
la identificación de los creyentes
nuevo, el momento central de
seránreconocidos por los hombres'
.on ¡"rrir, el signo por el que
política que
la fe, se polarizan luego de tal manera en.la lucha
por la religiosa'. Muchos
ii.;; ; ierder el intlerés búsqueda
políticas' ela-
áir"or, ,in al madurar nuevas opciones
"mbargo, concepción de ia fe' una nueva clave
boran también una nueva
opciones y ton,f1
de lectura del Evangelio, coherénte con esas
oraxis que orientan' Es justamente esta experlencla lu.qu: lu
la nlstorla
fermitiáo, como sabemos, abrir un nuevo capítulo en
he la teología: la teología de la liberación'
y
Los cristianos europeos, entre integrismo dualismo
cristiana
La intervención más importante de la inspiración
como hemos visto'
en et-teneno político consiste ciertamente'
." rti"n,ui fa bpción fundatental de los creyentes€n s:ill:
Pero"t su tnct-
áe ta i¿entificaiión con los grupos subalternos' de
á"*in no debería limitarse u- ttto' En realidad' militantes
veces el pa-
muchas
."lii, cristiana han considerado concluido en que han co-
oJ- oofiri"o-cultural de su fe en el momento
menzado a mititar en la izquierda'
entre la
Puede ser fecunda al respecto una confrontación
y la nuestra; más concretamente' entre
lslesia iatino-americana
;ffiffi;; üiinou."ri"anos y europeos que han puesto en el
la <opción pre-
centro de su compromiso y de su renovación
un lado' existe entre ellos una
i.."n.iuf por los pobres". Pot y tt"lf,gi
políticas.
fundamentat .onu"ti"n.iu ¿t orientaciones
en la capacldad de lncloen-
cas; por otro, una enorme distancia
Latina' aun siendo
;i;: L. <Iglesia d" Ltt';;bt"s> en A.mérica
de masas a la Iglesia
minoritaria, ,"pr"."rrtu'una alternativa
jerárquica; nuestras cámunidades de base' ciertamente
no' ¿Por
qué?
de las con-
Larazón principal es, sin duda, la diversidad
que para
diciones objetivas, qüe hacen para ellos más evidentes
de..la opción'
noroi.or las contradicciones sóciales y la urgencia
las dllerenclas'
Pero esto no basta, en mi opinión' para explicar
quisiera avanzar no es alternativa' sino com-
La hipótesis que fa-
plementaria. Y es.án.."tut"nte que los latino-americanos'
í;;;;il;". cultural, han captado las potencialidades
"t "ti*u
tirtOri"ur,'políticas y culturales de la ie cristiana mucho mejor
que nosotros' que uótuumot en un contexto de secularización'
4t2 ¡DENTIDAD CRISTTANA Y OPCION LIBERADORA
En el corazón de la crisis
Las indicaciones
operativas de ra inspiración cristiana no
pueden ser unívocas y metatemporales (como
sugiere, en cam_
bio, el modelo de la <doctrina social tristianari .i;,
concretan diversamente en función de los diversos ;;-;"
contextos.
Ahora bien, en la situación actual es particulañ"4;-;;;;;;
po.ner a prueba las.potenciaridades de
ra inspiración cristiaña en
relerencra a la crisis de civilización que aftávesamos;
y en ella,
sobre todo, a la crisis de la izquieráu
Una situación
que es descrita dive¡samente: réflu.¡o, "u.op.u.
desencanto, cansancio,
caída de los mitos, fin de las ideologias, ocaso
de las utopías,
crisis de militancia y de esperantu..l La curtura
de ra crisis se
caracteriza fundamentarmente rutuiirmo históricá,
a menudo disfrazado en formas "o-á ""no;;
más respetables, como ,,.aui'ir-
mol>, <<respeto de las compatibilidades>, ..orrr_
lgficiencia>,
petitividad>, etc.
Esta crisis ha seguido a otra situación de movimiento,
de
optimismo histórico difuso, de exaltación política,
culmiíada
en el 68-69 y prolongada hasta la mitad de loi
años 70. Respecio
a entonces,-el problema de la inspiración cristianu
ooiíti"u
se..plantea hoy en términos bastánte ¿iuerrort.--ent-;;;'i;;
"n
militantes cristianos y sus asociaciones venían
de una rr.gu t.á-
d: l;;;;;_
$:: :g.nrrapglit¡on al mouiÁ¡er,to ábr".o
mrenros de rrberación. Estos se habían constituido
yu
y desanollado
independientemente der cristianismo, y a menudo
en antítesis
con é.1. un ideal de transiormación radical
.Perseguían de la
que la lglesia esraba ampliamente alineada
::"i.dld,,Tienrras
oe parte ctel orden establecido y de la repreiión.
En esas con_
aPresada'
shurar un movimiento
La tarea de los cristianos no era.lni
finalmente en un movimiento
por la alternativa, i"á'""t"f"tse
combatido' No era
ya existente V qut'iiutü-"ntont"t habían afirmado sin ellos
fundar una esperan- hil;t"t lu"
t" había
sino proclamarse sincera; activamente partícipes
y contra ellos,
como ciudadanos del cielo'
de ella, mientras qul hu'ta entonces'
de la misma'
se habían desentenáido desdeñosamente
cristiana en el
;Cómo actúa, en cambio' la inspiración
involucrada ella misma
nurnS-.lo'nüñ? ;b;G-Á"ái¿. está originales capaces
energía.s
en la crisis y .n quJÁ"hida contiene crlstlana
qlre la inspiración
de contribuit u tup"tutfu? Cierto lroy
u piomouer la parti-
no puede, ur -"nJ'ttiil;ó;:l1i*t"
* preexrsten-
;id"iil á" los creventes t:::-:?: de liberación
en fuente de resistencia
tes, sino que esta llamada a convertirse
4t6 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
la tradición
El potencial de paz, pues, de que.es.portadora
para invertirio fu nu"nu hisioria debe ser liberado
"uungéIi.", "n las culturas de guerra' que
él mísmo dé tos compromisos con
Ahora bien' sólo en
r""'"i'pt"l" pagado'al eclesiocentrismo'
;ilü á" ,u ideñtiricacion con los marginados ,la paz de Jesús
en virtud de esa iden-
es alternativa a ta paz Oil mundo; y sól'o
con-
;il.ñón, los discípulos de Jesús sé encontrarán alineados,
iiulá pur'¿el imperio, por la paz de los pueblos'
sociales
Inspiración cristiana y refundación de los suietos
una alternativa de
minio capitalista, Pero no han representado
dominio había impuesto.
lil; ;üi¿y de la violencia quaese
A;?;;ñ;#""ionalismo comunista no ha logrado instaurar una
quedado dentro
;il;il; hlra¿rica aliernativa, sino que se ha
de <lógica
;;;;;i;y mundial de la violencia que toma el nombre
de los bloques>'.
la que trata de
En cambio, esta dinámica alternativa es
t ¿"ino alineamiento: naturalmente' cuando
"fit.;;;;, "niu.
no es puram"nt" norninui, sino real.
Es decir, cuando los pueblos
;;,;;"t*ñ;;i" á" rüg.i a sercaersujetos de su historia v rechazan
salir de un imperialismo para en otro'
Enlamedidaenquelospueblos,lasrazas,losgrupos
iu"ftu pó'-"onntttirse en sujetos histó-
sociales oprimidos,
"n de ellos es la causa de
ricos, intuyen que ;;";;¡"'cada uno
internacionalismo:
i;;;,;;iT"seniadas las bases para un nu€volos nuevos sujetos'
la solidaridaO op"runie-y creativa de todos propia iden-
;;üi|;;tpoJ,inu.fáíuergen la conquista la de
nuevo'
tidad y lá construcción de un mundo
aportar algo a esta
Pero ¿puede la inspiración cristiana
hisioria del pueblo de
refundación ¿"1 int"'nu""i'onuli*of En.la
Israel, en camino h";;i;-tit*a prometida'.se paz Puedel dl:TH:::
un poco, dos proyectos de uno que tlene
"rÑI"árit"ndo
como eje exclusiuo'lá-riü*""i?i^
y tu ptotn-tridad nacional' y
orro que riene como ;" l;itü.ián
ná"iotial vista en estrecha
relación con la liberación social'
emerge con
El sentido de este segundo proyecto bíblico la liberación
.siablece entre
claridad de la relacú"n-quJÍuttue
l" fiLJt*ián ¿e tsraetde Egipto: la fidelidad
de los esclavos V
áá irtu.f al Dioi que lo ha liberado
le obliga a comprometerse
Lo cual implica' por
en la liberación Oe iodos los oprimidos.
un lado, tu irnpo,tun"iu ¿"-tu tiU"tución
social Y' Por otro' el
y etnocéntrico' En esta
rechazode un nacionáii.*o exclusivista
d;il;;;i h" ;ido elegido' no para-serun nuebl-o
opti"", de un mo-
"ipt"ul;
privilegiado, superior, sino para ser la vansuardia
dé Dios' la que llega
vimiento mundial o" iiU"tt"ián' La palabra
produciendo en el pueblo
sobre todo u truue,-á" iot ptof"tut'.
para aquel tiempo' le
de Israel una concienciacióñ excepcional
v universal' Laalianza
otorga una respons"uiii¿"¿
garántice a lsrael una su-
"-traorbinaria
con Dios no es, pues, un pacto que
428 IDENTIDAD CRISI'IANA Y OPCION LIBERADORA
la ins-
Cierto que también en relación al internacionalismo
diversas' en
pir".iOn-.iit'tiunu influye, en sentidos Y-formas
se concreta' El criterio confesional
función del criterio
perseg-uir las condiciones de una presencla
itpuftu a la tglesia a"on"qú"
unineisal iiándose con los grupos y pueblos
""irgliit"aoá
dominantes; a promover, por tanto, un internacionalismo
que
realizado en
-y el de la cristiandad, tal como se ha
Dersesuido es
;i';-.'Ji; en ta edad moderna por la Santa Alianza' Ese
al nuevo
.it*o ptoyecto que la conquista ha intentado extender
mundo.
Una Europa cristiana así entendida se caracteriza también
contra
pot fu á"f*sa üe los ..valores espirituales> y de la lglesia
Se presenta'
iot f-yt.tos y los movimientos que les-amenazan'
contra
ou.^r. .b-o báluarte contra el avance de la secularización'
á."lir"á. t Áouirni"ntos ateos, sobre todo contra el comunismo
y el marxismo.
pleno derecho al
Esta Europa cristiana pertenece, pues' de
y
bloq; occidental, del quf sigue siendo el centro cultural
ser su centro económico y
;;iüñ;, yñ "uui¿o ha cesado ydereligiosa
ooiíti"o. esta función cultural le atribuye una po-
grave'
íi""'i* L*trninunt" en la batalla anticomunista' la más la
comprometida
;ü; ia ideología dominante, en que está
humanidad contemPoránea.
tierra de
Ciertamente, al reflexionar sobre Europa como
que constatar que
elección del cristianismo, las lglesias tienen
Pero ra-
es, ut mismo tiempo, tierra dJelección del ateísmo'
ramente ," pr"guntun por las razones de esta
coincidencia' si
ese respecto un
bien es cierio que el ioncilio había abierto a
..-i"á ---qu" ha sido, de hecho, poco practicado- allí donde
en la génesis
denunciaba tut t"tpontubilidades de los-creyentes
del ateísmo (GS 19).
de
El ateísmo, en efecto' en varias de sus formas' antes
,". tu n.!u.ión de Dios, es la afirmación vigorosa de,^"*t::
humanos que parecen incompatibles con
el reconoctmlento tre
una opción¡9r el
bi"t, -át'que rechazo de Dios, es entonces
el Con-
hombre. Pero que una opción por el hombre
pátut u través de-advierte
una negación
cilio- considere n"""sátio -de
óior, algo que no u.u"ó" sin una responsabilidld !e los
"t
creyentes, sea a nlvel personal, sea a nivel
colectivo' Por tanto'
difundidas
;
;i Jt Éuropu oon¿á han surgido las formas más sin una precisa
del ateísmo.ont"*fáianeo, elló no ha acaecido
responsabilidad de las lglesias europeas'
de la
En particular, al hecho de que la teoría marxista
en sentido ateo puede con-
revolución se haya desarrollado ¿se
432 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
los trabajadores y
sino cuanto más reconozca los derechos de
ü;;;;;;lut fon¿i"io*s para hacerlos operativos' s:tlT1t
para el culto de Dios'
cristiana, no por muttiplicai los templos
de ellas' Será más
sino las casas para todos los que carecen
concordatos mejores'
foi estipular con lás lglesias
"iitiit"",-""
sino por crear una siiuación "n q-u" los
concordatos resulten
r"p"t:n""t. Será más cristiana, no por mandar más misioneros
tglesias del Tercer Mundo' sino por
l"it-.p"ttaciones a laspoi tut rupturas necesarias' en la trans-
comprometerse, pasando
y saqueo en formas
formación de las relacion", d" explótación de
de colaboración efectiva.
clases y de los pueblos
Es este proyecto de liberación de las
oprirlüJ.'"iqít¿"uáiía ser alma>' de Europa: esa utopía
"el todas las formas de explo-
de un mundo qu"-r"un p'ot"titus
"n sienten para todos
tación v de opresión; un mundo en que- se
i"t'"."ái"i.nJ" oU¡etiuas del amor y de la libertad' i
. ^ Lo que
si cristo
a este respecto divide a los creyentes no es saber
ha resucitado o no verdaderar¡rente: esta convicción
nos es común. Nos divide, en cambio, la percepción de Io que
esta certeza.d. qygfy de mañana cambia én la ñistoria de hóy,
no sólo de los individuos, sino de la humanidacl entera. Nóé
divide la identificación en er hoy de ros signos eficaces de ia
liberación total de mañana.
Porque la originaridad der Evangerio está en er anuncio de
que Dios se ha hecho carne; es decir, de que el amor
eterno de
Dios se manifiesta y se realiza proy"cto histórico de li_
"orno
Deraclón. Que la utopía de la comunidad eterna no pertenece
sólo a un remoto futuro,. sino que se hace operativa iroy en la
tensión hacia la utopía histórica de ra socieduo srn ctases. que
INSPIRACION CRISTIANA Y OPCIONES HISTORICAS
437
no ha significado
La denota electoral del Frente Sandinista
rlnicamente un giro ttittotia de Nicarug:u'-tin:^f:bf,n
;;;i;;" ,a"uóidu "niu
a la'conciencia del país' Para muchos mr-
ha repre-
litantes sandinistas y compañeros internacionalistas una serie
que ha cuestionado
sentado una experien"iá ttuüt¿tica
á;;tt.;;t fundamentales, porque el sandinismo no era para
sino que-representaba ade-
ellos tan sólo un p-giuÁu'pblítico' y un pro-
más, y siguerepresentando, una perspectiva histórica
yecto de vida.
cristianamente se sentirá par-
Quien pretenda reflexionar
ticufñenlJ motivado a intervenir enque este.aspett?"lbet-::J
ia crisis, convencido de ella puede convertilse
ilsil;iñproceso revoiucionario en un momenio de maduración
para el
y crecimiento.
su alcance el sentido
Sin embargo, para percibir en todo
dentro de un horizonte más
de la crisis parece n"""tuiio situarla
el proyecto histórico sandinista
amplio, porque' uun
"uun¿o
presenta unos rasgos originales que impiden reducirlo al esque-
ia crisis del sandinismo no se
í"i"á"i-..."r*isrío-lenin"ismorr,
ñ;;;i;;;t" añosr^;flig; ¿"r Á*.ismo v el socialismo' que desde
hace muchos ;¡u izquiérda internacional y que.el
.<dem¡mbe ¿et comun-i-smoo en lós países
del Este europeo ha
agudizado, indudablemente'
440 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
. 9.1
Nicaragua, la misma ideología liberal_demócrata inspira
el análisis de la situación por er qul se rige el nuevo gobiórno
y los planes de resrauración capitárista coñ que dicho
pretende realizar la <sarvación nacionar>>. ségún
lobierno
este iunto de
vista,.!a actual. coyuntura nicaragüense refleJaría fietmente la
situación mundial en sus dos aspeótos fundamóntares: er fracaso
del comunismo y er triunfo det iapitatismo. Er fracaso del mar-
xismo y del sandino-comunismo sería evidenciado po. ,u iá-
talitaris.mo y por la guerra civil que supuestamente deséncadenó,
por la desastrosa situación económica en que habría p.""ipiiuJo
y por la clamorosa desautorización que er puebio re habría
3l p3ír
infligido en sus primeras elecciones libres.
Este voto democrático sería, justamente, la primera
victoria
del capitalismo, er cuar se habríá impuesto a ri conciencia,de
la mayoría como el único camino ¿e la <salvación nacional>.
La segunda victoria tenía que constituirla la recuperación
eco-
nómica, cuyos signos evidentes iban a aparecer lo, primeros
cien días de la nueva era, demostrandb cómo"net caiitatismo
conseguía éxitos allí donde el sandinismo había fracaiado.
En realidad, los nicaragüenses tenemos hoy, más que
nun_
ca,.la posibilidad de experimentar en carne própia fo
,il_
nifica, para nosotros y para todo el Tercer Itlunio, el iue
otriunto
del capitalismoo. Todoi ros días podemos verificar qu"
.J áL-
sarrollo económico operado según esta rógica i-"á.páiiuit
con el desarrollo sociar, porqué, para imfursar"rra rentabilidad
y la_competitividad de tas privaáas, impone d;;.ii"*
pasan por la"-pr"rá,
reáucción del cosre del trabajo, io
T"9i-{ur .?ue
cuar slgnltlca, concretamente, bajos salarios, despidos _aéiuos,
desempleo, etc. Asimismo exigé, para alimentár la economía
privada, una fuerte reducción Aét gisto público,
"rp""iut*enie
en el te¡reno social, y una reducción de'la propiedád
estatar, a
través de un proceso de <privatización> qué piemia
a menudo
a los antiguos propietarioJ somozistai regiesados de
Miami.
En otras palabras, la lógica capitalista define la eficacia
del sistema con la oportunidaá ofrecida a una minoría de crear
empresas.competitivas y lucrativas, así como la obligación
im_
puesta a la mayoría de posibilitar estos éxitos renrinciando
a
NICARAGUA 441
CRISTIANISMO Y REVOLUCION EN
El<demrmbedelcomunismo>>yladenotadelsandinismo
han representado un triunfo para la tglesia-católica institucional,
a; t'it largo de los dos úitimos siglos había visto en el <<co-
munismo ateo>> a su principal enemigo y había orientado en
sentido anticomunista su plánteamientó teológico y su práctica
pastoral, organizándose como una ciudadela sitiada'
El comunismo parecía tan peligroso que hizo.que.quedara
en un segundo plano la polémica con el laicismo liberal'
contra
qu" taln dura^mente se había manifestado el <Syllabus>. Más
"i
aún, en la lucha anticomunista las iglesias (católica y protes-
tantes) llegaron a considerar a la burguesía liberal como
su
o¡nciíl iliudo, a la democracia liberal como la alternativa
i"iitiü .L totalítarismo marxista, y al capitalismo reformado
iomo la alternativa económica al colectivismo estatalista.
A su
U"iguesía liberal reconoció en las iglesias la principal
"ár,-f" y
fueiza ideiógica en la lucha mundial contra el comunismo
,n ru árrinra tel capitalismo. se explica así el papel fundamental
que Drogresivamenle fueron asumiendo las iglesias-en la difusión
ürlá i¿lol"gía liberal-demócrata, incluso entre las clases po-
pulares.
Durante la <<guerra fría>> que, tras el segundo conflicto
co-
mundial, estalla eñtre el Este y el Oeste, entre el campo
munista'y el campo capitalista; las iglesias se integran.decidi-
áu-"nt" este ültimó. La misma <<doctrina social cristiana>
"n
elaboradaporlajerarquíacatólic¿sepresentaabiertamentecomo
inter-
un iófor.irmo ánticómunista. En virtud de esta alianza
occiden-
,""ián"f en1,e cristianismo y burguesía, la civilización
iul t""iU" el calificatiuo áe <<cristiana>, y su lucha c.onlra
la amenaza comunista asume la categoría de una autentlca
<<cruzada>>.
que
de liberación de los pobres y su propia práctica histórica'
que transforma
iu, pon" objetivamenie ¿"1 tabo de los opresores;
el ávangelio, por tanto, en una justificación de la violencia
estructtñal, de-la que los pobres son víctimas'
2. Contribuir a la reconstrucción
del sujeto revolucionario
histórico lle-
Droceso. Además, si en un determinado momento
esta toma de partido no tiene
ü;ffi;;;;.irt,"uolucionario, de una vez para siempre' sino que
Eue conti¿Lrarse establecida La educación
debe ser incesantemente alimentada y renovada'
nopular liberadora, que es justamenté el proceso de formación
á;ilüeü;uolu.ittiutio, Je convierte,-pbr tanto' en el eje de
unu no-violenta, es decir, radicalmente revoluciona-
por su
;t t "rttu,"gia
es éíte uno de los terrenos en que los cristianos,
la mi-
,üriUiii¿u¿ hacia las áimensiones éticis y subjetivas-
de
iit"."i", particularmente presentes' tanto en Nicaragua
.n "ttán
toda Ámérica Latina y en el mundo entero'
"o.oAhora bien, la tarea educadora así entendida no es esencial
que lo es de un
únicamente en la fase pre-insurreccional' sino
Los cristianos
modo permanente' como la propia revolución'
con el mismo vigor
están llamados a participar hoy eñ esta tarea
fin de hacer,
||f ñ lo hicierón en lós años sesenta
un
y setenta,
sujeto
a
revolucionario'
á"-"i pt"Ufo dividido y resignado,
En la actual etapa, esta tarea será particularmente
difícil'
la democracia bur-
Doroue el carácter viólento y antipopulai de
il;;-; evidenté que el de la dictadura' Sin
-""tt" menosevidenciarlo progresivamente a partir de
3-u?g", ."ilpotiur" medidas
la coherenciá entre las diversas
los hechos, mostrando
r"""é.i.u* del gobierno y el carácter antipopular del plan que
va realizando.
Asimismo, cada vez resultará más evidente en la
práctica
qu" iu llamada'<<democracia> no interpreta la voluntad y los
burguesía y. el
intereses de las clases populares, sino ios de la
una maduración
i.p"iiAit.o. Esta críticabeligerante provocará pueblo como sujeto
deia conciencia de clase, la emttgtncia del
popular oe
antagonista y el descubrimiento de una concepclÓn
la democracia.
liberadora
Otro objetivo esencial de una educación popular
será la formatión del pueblo como sujeto anti-imperialista..Tarea
ourti.uturn'"nte difícil, porque en la sociedad capitalista.liberal
y
il;;ú;;i; nacionat púede ser hipotecada de un modo legal
forma de
oculto. La dominación internacional se presenta-en
ÑersiOn, de ayuda al desarrollo o de <colaboración>' Es'
una
concretas que estas
vez más, a pariir de de las consecuencias
interuenóionls tienen sobre la vida ordinaria --especialmente
464 IDENTIDAD CRISTIANA Y OPCION LIBERADORA
marcha
La contradicción lglesia'marginados: una larga
hacia la realización del proyecto de Jesús
signo de
La identidad cristiana es, hoy más que.nunca,
que debía pernanecer
contradicción en la lglesia' La túnica'
Para una generación de cristianos' pre-
ináiuiru, se ha rasgadó.
;;;it;; todas las-partes del '''uñdo, con la túnica se ha des-
en
p.á-"J" ,umbién iu propia vida' Las opcioneslamaduradas
práctica, las
este esfuerzo han trurto."do el pensamiento,
solidaridades de su juventud'
sin sufri-
A lo largo de estas páginas hemgl tratado' nopt.gYnLu9o
miento interior, O" pot qué. Nos hemos
"ornfténí"t
justifiiado; si significaba una infide-
si nuestro disenso
lidad a Jesús de N"r;;;;¡e
"rturi.i verdad, una ñúsqueda de fidelidad
más profunda.
una idé¡tica
Hemos constatado, a veces con sorpresa' 999
p.Jñ;;i¿n ¿" ii¿"iüad a Jesús se ha desanollado en direc-
que él fundó. o."n-l::
ciones diversas, ."niruiut in la tglesia
cierto' que
*áigin"¿"t a los que él amó' DoJdirecciones' por pero que' de
iiuui"iun podido o J"ui¿o ser complementarias'
-h;;ú,
han resultado antagónicas' ¿Por qué?
del hecho
El contraste no surge, como a veces se insinúa'
de que un planteamiónt6 é"a teocéntrico v el otro antropocén-
centralidad
trico. De hecho, t""ono"itiento de la misteriosa
"f
á"-niot en la historia es' para todo creyente' constitutivo esen-
cial de su identidad.
472 LA TUNICA RASCADA
es una
dicción persiste, pero no es definitiva' Su superación
a q-ue
iui"u f,itiOtica de^la lglesia, la más ardua.e importante
aproxlma
día como se
está llamada. Y es real'ízándolo de día en
más creíble del Amor
;ü;t; áe Jesús y se hace testimonio
del Padre.
Porlodemás,deestaconcretaunidaddefe,arnorycom-
pro-i* político no ," ninguna sacralización de la acción
'igu"
476 LA TUNICA RASGADA