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PUDO EVITARSE RESPONDER CIVILMENTE POR ACCIDENTE DE TRÁNSITO PERO POR NO

TENER CLARA LA DIFERENCIA ENTRE CADUCIDAD Y PRESCRIPCIÓN DEBERÁ HACERLO. La


caducidad hace referencia estrictamente a acciones y la prescripción a derechos. En el proceso de la referencia, la
demandada propuso la excepción previa de “caducidad de la acción”, aduciendo que, desde el momento en que se
produjeron los hechos es decir el accidente de tránsito y la presentación de la misma, trascurrieron más de tres años, en
este orden de ideas se rechazo la excepción propuesta, aduciendo que no era de caducidad, puesto que la norma
invocada por la defensa hacía alusión, exclusivamente, a la prescripción de la acción. De esta forma es pertinente
mencionar que la caducidad hace referencia estrictamente a acciones y la prescripción a derecho s por lo cual es
necesario confirmar la decisión puesto que la acción impetrada no caduca sino que prescribe , ya que no se involucra el
orden público por la pretensión de responsabilidad extracontractual de la actora y, por lo mismo, puede renunciarse por
los particulares e interrumpirse o suspenderse civil o naturalmente, según el caso. Confirma. M.P. Rodolfo Arciniegas
Cuadros. Documento Disponible al Público en Marzo de 2010. Temas: Donaciones Revocables Caducan. Fenómenos de
la Prescripción. Responsabilidad extracontractual.

TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTÁ, D.C.


SALA CIVIL DE DECISIÓN

Bogotá, D.C., veintinueve de enero de dos mil diez.


Radicado: 29-07-00425-01
Aprobado en Sala de 28 de enero de 2010.
Acta de la misma fecha.
Magistrado Ponente: RODOLFO ARCINIEGAS CUADROS.
Ref.: Apelación Auto. Ordinario de SEGUROS COMERCIALES BOLIVAR S.A. y CEMEX DE
COLOMBIA S.A. contra KEVINTUR LTDA y JORGE ENRIQUE HERNÁNDEZ LOZANO.

Se decide el recurso de apelación interpuesto por la demandada Kevintur Ltda, contra el auto que,
en el proceso de la referencia, profirió el Juzgado Veintinueve Civil del Circuito de esta ciudad, el
veinte de marzo de dos mil nueve.

ANTECEDENTES

En el proceso de la referencia y en la etapa procesal correspondiente, la demandada Kevintur Ltda


propuso la excepción previa de “caducidad de la acción” , aduciendo que, desde el momento en que
se produjeron los hechos fundamento de la demanda, y la presentación de la misma, trascurrieron
más de tres años, superándose así el término de caducidad consagrado por el artículo 2358 del
Código Civil para la reclamación de los perjuicios deprecados por la actora.

El juzgado de conocimiento, con la providencia impugnada, resolvió “RECHAZAR la excepción


previa de PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN propuesta por la sociedad demandada”, aduciendo que,
la excepción planteada, no era de caducidad, puesto que la norma invocada por la defensa hacía
alusión, exclusivamente, a la prescripción de la acción. Agregó, además, que tal precepto se refería
al “daño procedente del delito o culpa de carácter penal, de que deben responder los que son
juzgados criminalmente por tales hechos”, resultando inaplicable, por ende, a la acción civil derivada.

Con la anterior decisión se mostró inconforme la demandada, por lo que interpuso el recurso de
apelación que se desata, indicando, en compendio, que el fenómeno de la caducidad hace
referencia a la extinción de la facultad de ejercer un derecho por no haberse ejercitado en el término
perentorio señalado por la ley, concordando, tal concepción, con lo normado en el artículo 2358 del
Código Civil. Por ende, consideró, en este evento sí se había configurado la caducidad alegada.

CONSIDERACIONES

El demandado en el proceso ordinario y en los demás en que expresamente se autorice, dentro del
término de traslado de la demanda, podrá proponer excepciones previas . Estos mecanismos de
defensa están encaminados a subsanar los defectos en que pudo haberse incurrido en la demanda y
que generarían futuras nulidades o irregularidades procesales, impidiendo el proferimiento de un
fallo de fondo o conllevando a una inadecuada tramitación del correspondiente asunto.

En efecto, las excepciones previas son medios defensivos enlistados taxativamente en el Código de
Procedimiento Civil, a través de los cuales la parte demandada puede alegar la inadecuada
conformación de la relación jurídica procesal y, consecuentemente, evidenciar yerros que, hasta
tanto no sean subsanados en la forma que corresponda, impiden la continuación del proceso; es
decir, que la finalidad de tales medios exceptivos es la de purificar la actuación, desde el principio,
de los vicios que tenga -principalmente de forma-, controlando así los presupuestos procesales para
dejar regularizado el proceso desde el comienzo y evitar posteriores nulidades o fallos inhibitorios.

Pues bien, el presente proceso, conforme se evidencia a folios 1 a 15 del cuaderno 1, versa sobre la
responsabilidad civil extracontractual que, la parte actora, le imputa a la pasiva por el accidente de
tránsito sucedido el día 13 de julio de 2003, y el pago de los daños y los perjuicios derivados de tal
suceso.

Como ya se reseñó, la demandada Kevintur Ltda propuso la excepción previa de caducidad,


aduciendo que la acción impetrada había caducado , puesto que, los tres años consagrados por el
artículo 2358 del Código Civil para su interposición, ya habían transcurrido . La norma que sirvió de
fundamento a tal argumentación es del siguiente tenor:

“Las acciones para la reparación del daño proveniente de delito o culpa que puedan ejercitarse
contra los que sean punibles por el delito o la culpa, se prescriben dentro de los términos señalados
en el Código Penal para la prescripción de la pena principal.

“Las acciones para la reparación del daño que puedan ejercitarse contra terceros responsables,
conforme a las disposiciones de este capítulo, prescriben en tres años contados desde la
perpetración del acto”.

Teniendo en cuenta lo anterior, para la Sala deviene evidente el desacierto de la apelación pues,
como lo consideró el juez de primera instancia, tal precepto erige un término de prescripción , más no
de caducidad, como lo alega la censura, resultando necesario precisar que, en materia de caducidad,
y dado su carácter sancionatorio, la interpretación y aplicación de las normas que la establecen tiene
carácter restrictivo, es decir, que no pueden siquiera aplicarse por vía de interpretación analógica,
disposiciones que regulan situaciones diferentes.
Aunado a lo ya expuesto, y en consideración a la confusión presentada por el apelante en relación
con los fenómenos de la prescripción y la caducidad, es pertinente transcribir lo que esta misma
Corporación ha sostenido sobre el particular:

“El Código Civil ni el de Procesal definen la caducidad. De ahí que la jurisprudencia y la doctrina hayan
realizado innumerables intentos para determinar esa figura jurídica y diferenciarla sobre todo de la
prescripción. Uno de esos intentos justamente condujo a afirmar que la caducidad sólo operaba en las
acciones y la prescripción en los derechos. Aseveración que resultó insostenible con la concepción
moderna de la acción, la cual es considerada como el derecho público subjetivo que tiene todo
ciudadano para acceder al órgano del Estado encargado de administrar justicia sin importar la titularidad
del derecho reclamado. De modo que si la acción es un derecho la definición resulta insuficiente para
determinar su naturaleza jurídica.

“El Código Civil alude a la caducidad en varios artículos, como por ejemplo, en el 1202, 1093 y 1101,
los cuales, en su orden, dicen: las "donaciones revocables caducan por el mero hecho de morir el
donatario antes que el donante"; el "testamento verbal no tendrá valor alguno si el testador falleciere
después de los treinta días subsiguientes al otorgamiento; o si habiendo fallecido antes no se hubiere
puesto por escrito el testamento, con las formalidades que van a expresarse, dentro los treinta días
subsiguientes al de la muerte", y si el "testador falleciere antes de expirar los noventa días subsiguientes
a aquel en que hubieren cesado, con respecto a él, las circunstancias que habilitan para testar
militarmente, valdrá su testamento como si hubiere sido otorgado en la forma ordinaria. Si el testador
sobreviviere a este plazo, caducará el testamento".

“Con fundamento en los ejemplos de caducidad traídos por el estatuto civil, la jurisprudencia ha
establecido ciertos requisitos esenciales para que se configure la caducidad como son su carácter
perentorio, de orden público, irrenunciabilidad por los particulares e imposibilidad de interrupción o
suspensión civil, que la diferencia de la prescripción. De ahí que la caducidad deba declararse de
oficio cuando se configura y constituye motivo de rechazo del libelo según el artículo 85 del Código
de Procedimiento Civil” (auto del 21 de Abril de 1997, ordinario de Humberto Sepúlveda Pedraza y
otra vs Promociones Inversiones y Desarrollo S.A., Pidsa S.A.)

"...No obstante ello -dijo la H. Corte Suprema de Justicia - , en esa misma norma legal, el legislador de
1968 estableció que tales 'efectos patrimoniales' se surten respecto de quienes fueron contradictores en
el proceso, 'únicamente cuando la demanda se notifique dentro de los dos años siguientes a la
defunción' del presunto padre, término este que, tal cual lo ha venido sosteniendo la doctrina de esta
Corporación, es de caducidad y no de prescripción; esto es, es de carácter perentorio, de orden
público, no renunciable en consecuencia por los particulares y no susceptible de interrupción ni
suspensión civil, como ocurre con la prescripción. Se trata en este caso de un plazo prefijado por la ley
para el ejercicio del derecho de acción, a cuyo vencimiento se produce fatalmente la decadencia del
derecho a reclamar que se ponga en movimiento la actividad de la rama judicial del Estado para
proveer, mediante sentencia, sobre la pretensión y, precisamente por ello, la caducidad autoriza al
funcionario judicial para rechazar de plano la demanda cuando de ella o sus anexos aparezca la
extinción del 'término de caducidad para instaurarla' (art. 85 C.P.C.), doctrina reiterada entre otro, en
fallo de 2 y 16 de agosto de 1972 (G.J., tomo CXXXIII, pág. 84), 5 de abril de 1973, 5 de diciembre de
1974, 29 de abril, 2O de junio de 199O... (Se recalca; sent. Febrero 22 de 1995; Mag. Pon. Pedro Lafont
Pianeta; G.J. t, CCXXXIV pp 269 s.s.)
Así, atendiendo los anteriores hechos, concluye la Sala que, en todo caso, la acción impetrada no
caduca sino que prescribe, ya que no se involucra el orden público por la pretensión de
responsabilidad extracontractual de la actora y, por lo mismo, puede renunciarse por los particulares e
interrumpirse o suspenderse civil o naturalmente, según el caso.

De conformidad con lo expuesto, se confirmará la providencia apelada.

DECISIÓN

Por mérito de lo expuesto, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, D.C., en Sala Civil de
Decisión,

RESUELVE:

PRIMERO. Confirmar el auto proferido por el Juzgado Veintinueve Civil del Circuito de esta ciudad,
en el proceso de la referencia, el veinte de marzo de dos mil nueve.

SEGUNDO. Sin costas.

Notifíquese,

RODOLFO ARCINIEGAS CUADROS


Magistrado

JULIA MARÍA BOTERO LARRARTE


Magistrada

JORGE EDUARDO FERREIRA VARGAS


Magistrado.

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