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Fichas de lectura para libros Lectura común y Pintando la lectura

Primero básico

El León: J.L. García Sánchez, Ed. Altea. Es un libro donde se cuentan las características principales
del león con gran simpatía y mucho humor, personificándolos por medio de las ilustraciones como
si fueran seres humanos.

El Oso: J.L. García Sánchez, Ed Altea. Libro que entrega las principales características de los osos:
se les caen los dientes al año de vida, son omnívoros, etc.

Mira Mario: Felipe Hernández Cava /Joma, Ed. SM: Colección El barco de vapor. Todos los niños
de la clase, van de excursión al zoológico. Desde que se sube al autobús, Mario se tapa los ojos
durante todo el trayecto. Sus compañeros están extrañados. Llegan a la puerta, entran: miran el
tigre que ruge, luego a los cocodrilos, los monos hacer monerías, las jirafas, jiraferías, los delfines
en el delfinario. Todos gritan cuando se despiden y luego cuando llegan a la sala, Mario abre los
ojos y explica que cuando le manden hacer un trabajo sobre lo que han visto, cómo él no ha visto
nada, no tendrá que hacerlo.

Fred, el pez: Ana Martín Larrañaga, Ed. SM: Colección El barco de vapor. Un simpático cuento que
narra como Fred, era un pez en una pecera, que vivía solo y le encantaba mirar la TV. Hasta que un
día vio un documental donde había varios peces que jugaban y se dio cuenta que él no tenía a
nadie con quien jugar. Entonces vio volar un globo y se le ocurrió tomar aire y volar afuera de la
ventana. Vio un pollito que quedó extrañado; un rebaño que lo vio, pero siguieron comiendo
pasto, un ternerito que le preguntó si era un pez, y finalmente vio un charco de agua con peces,
entonces se metió adentro, respiró, salió volado haciendo un gran oleaje y lo acogieron muy bien
en ese lugar.

Mi tía es verde: Xosé Cermeño/Avi, Ed. SM: Colección El barco de vapor. Es una historia muy
simpática de Juliana que nació de color verde sin saber por qué. Entonces, los médicos le dijeron
que no comiera más aceitunas durante un año, pero igual seguía poniéndose verde. Después con
los pistachos, pero no funcionó; y cuando le pidieron que dejara las escarolas, su madre dijo que
no importaba que fuera verde. Sus sobrinos jugaban con su pelo como si fuera una selva, encima
de su espalda como si fuera un lago, y un día no la pudieron encontrar en un prado, pero en las
fiestas, sí se perdía, preguntaban por una señora verde y todos sabían dónde estaba. Ella era feliz
porque todos los días cambiaba de tonalidad.

El pingüino adivino: Victoria Hurtado/Francisco Javier Olea, Ed. B Grupo Z. Precioso libro con
ilustraciones espectaculares. Trata del pingüino Serafín que era muy estudioso y adivino. Se
dedicaba a averiguar a qué grupo pertenecía cada animal. Consultaba también a su bola de cristal.
Primero fue a consultar la ballena, si era pez o mamífero, luego el caballito de mar, una

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pingüinito, y finalmente, el más difícil, el ornitorrinco. Con él el pingüino tuvo muchas dudas y no
supo si clasificarlo entre ave (porque tiene pico de pato y pone huevos), mamífero (porque
alimenta a sus crías con leche materna) y pez, porque nada y bucea como pez; y el ornitorrinco le
dice que él no aparece en ninguna parte, pero te aseguro que eres la más linda obra de arte. Y
Serafín queda feliz con la explicación leyendo todos los días el mismo cuento.

La gallinita roja y el grano de trigo: Cecilia Beuchat y Mabel Condemarín/Paulina Monckeberg, Ed.
Andrés Bello. Cuento que narra como la gallinita roja le pide al pato, al gato y al perro que la
ayuden a sembrar el trigo, luego a cortarlo, luego a llevar el trigo al molino para hacer la harina,
luego a hacer la masa para el pan y ponerla en el horno. Ninguno quiso ayudarla, hasta que salió el
pan y preguntó quién se comerá el pan; todos querían, pero ella les dijo que no, nunca, jamás y se
lo comió con sus pollitos.

- El cuervo astuto: Fábula de Esopo. Había un cuervo muy astuto que volaba por la ciudad y tenía
mucha sed. Encontró una jarra llena de agua sobre unas piedras, pero no podía alcanzarla
mientras metía el pico en la jarra. Entonces pensó y pensó y se le ocurrió buscar piedras, tirarlas
dentro de la jarra y salió el agua. Luego se alejó del lugar; con paciencia se solucionarán los
problemas

- El guante amarillo: Cuento popular. Un niño vivía en el bosque y salió a buscar leña en su trineo.
Estaba todo nevado. En eso, no se dio cuenta y perdió un guante amarillo que le había tejido su
abuela: Entonces en el bosque había un ratón que se metió adentro, luego un sapito, una lechuza,
un conejo. Todos cupieron, pero luego el zorro sin pedir permiso se metió contra la voluntad de
los otros y rompió el guante. Finalmente llegó el niño a buscarlo y solo encontró a un ratón que
tenía una parte como gorro sobre su cabeza, pero no supo por qué se había roto.

- El elefantito preguntón: Rudyard Kipling. Hace mucho tiempo los elefantitos tenían la trompa
muy corta. Un elefantito quería saber qué comían los cocodrilos al medio día. Entonces le
preguntó al pájaro Colocolo y le dijo que en el río Limpopo vivían los cocodrilos, pero preguntó al
avestruz, a su tía la jirafa a los monos y se molestaban con el cocodrilo. Hasta que se acercó al
cocodrilo que le dijo que se acercara a su oído y lo agarró de la trompa y cada uno tiraba para su
lado hasta que se cansó el cocodrilo. El elefante quedó con la trompa muy larga y se afligió mucho,
pero llegó a su rebaño y vio los beneficios que tenía para sacar los plátanos, etc. De ahí, todos los
elefantes se acercaron al cocodrilo y por eso quedaron con la trompa alargada.

El lobo y el zorro: Cecilia Beuchat y Mabel Condemarín, Ed. Andrés Bello. Un lobo había dominado
al zorro y le exigía que le diera algo de comida porque si no se lo comería a él. El zorro lo único que
quería era deshacerse de él. Lo llevó a una casa de campo donde había dos corderitos. El lobo se
comió uno, pero se engolosinó con el otro. Al comérselo la oveja lo pilló, empezó a balar, salió el
campesino y lo echó con una buena patada. De ahí lo llevó donde una señora tenía panqueques.
Entró a la cocina el zorro y le llevó seis panqueques, pero él quería más; entró y se le cayó la
fuente y por el ruido llegó la campesina, y lo echó con una escoba. Finalmente el zorro lo llevó al
subterráneo de la casa de un hombre donde había carne salada. Le dijo que comiera poquito, pero

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siempre quería más. Se lo comió y el zorro empezó a hacer ruido moviéndose de un lugar a otro.
Entonces apareció el campesino, él zorro alcanzó a escapar y el lobo no pudo salir por la reja.

- Cómo el perro y el hombre se hicieron amigos: Cuento siberiano. Antiguamente el hombre y el


perro no eran amigos. Un día un perro salió a buscar una compañía porque se sentía solo.
Entonces le dijo al conejo que lo acompañara quién aceptó pero cuando ladró de noche, se asustó
porque le dijo que el lobo lo podía comer; entonces se fue donde el lobo, pasó lo mismo cuando le
dijo que el oso se los podía comer, lo mismo porque el hombre los podía cazar. Entonces, se fue a
vivir donde el hombre quien en la noche le dijo ladra así no vendrán ninguno de los tres a
comernos. Este hombre no tiene miedo y se quedó con él.

- La paloma y la hormiga: Fábula de Esopo. Toda buena acción tiene una recompensa. Una
hormiga tenía sed. La paloma le dijo que se acercara al arroyo, pero que no se acercara demasiado
a la orilla. Pero se cayó y la paloma le tiró un pedazo de rama, por la que se salvó., Posteriormente
estaban armando una trampa para cazar a la paloma; la hormiga picó y picó el pie del hombre por
lo que la paloma escuchó los gritos y se escapó de la jaula.

Soy un hospital: G Sánchez-Pacheco/L. Galli, Ed. Altea. Un libro que cuenta de una manera muy
divertida, que es un hospital señalando que por fuera, es un edificio común y corriente salvo que
los autos que llegan tienen una cruz roja, que tiene una recepción como si fuera un hotel,
ascensores grandes, las salas de espera son como las del tren, hay unas habitaciones que tienen
focos como en un cine, pero es la sala de operaciones, departamentos como los bancos y muestra
las habitaciones que tiene como farmacia, radiología, etc. Hay señores haciendo gimnasia, pero no
es un gimnasio sino un lugar que procura que los pacientes se recuperen de los accidentes, gente
con aspecto pintoresco, pero no es un circo, muestra que trabajan médicos con nombres graciosos
según la especialidad, como otorrino: Dr. Tapia, Dr. Rojo, pulmón y corazón, etc. Que intentan que
todos se recuperen de sus enfermedades.

El tigre: J.L.García Sánchez, Ed. Altea. Por medio de los dibujos se recrean las características
principales del tigre. Felino, que vive en Asia, come carne y también humanos, es un excelente
nadador, etc.

Camilón, Comilón: Ana María Machado/Gusti, Ed. SM: Colección El barco de vapor. Camilón era un
cerdito, amigo de todo el mundo, que no era sucio pero muy flojo. Todos sus amigos trabajan
durante el día y él iba a la casa de sus amigos a pedirles comida, y todos le daban mientras
trabajaban. Entonces salió de su casa con una cesta vacía y fue a la huerta del señor Manduca y se
encontró con el perro Fidel que le dio una sandía; luego donde el burro Yoca que le dio dos
calabazas, la vaca que le dio tres quesos y cuatro litros de leche, luego donde la gallina Quica que
le dio cinco mazorcas, luego donde el Mono que le dio seis plátanos, luego le comenzó a costar
que le dieran los amigos, pero tanto les insistió que le daban hasta que consiguió diez ardillas, y
marchó hacia el bosque creyendo que ahí se comería todo. La autora da la opción para que así
termine la historia, pero Camilón se sentó a redactar una invitación para cada uno de sus amigos,

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porque él era amigo de todo el mundo para hacer un banquete en su casa, y les pidió que llevaran
comida, todos fueron y comieron.

El valiente Teo: Erhard Dietl, Ed. Alfaguara. Teo es un niño que le tiene miedo a todo. A que
alguien usara su cepillo de dientes, entonces lo colocaba encima del espejo del baño, a jugar ping
pong con su padre, porque le podía caer un pelotazo en la cara, le tenía miedo a su hámster, a no
despertarse por la mañana por lo que ponía tres despertadores al lado de su cama, de los
monstruos y duendecillos, en fin, de todas las cosas cotidianas. Un día Teo vació su alcancía y
entró en una misteriosa tienda. Se compró una máscara de King Kong, y ahí desaparecieron sus
miedos; pudo ir a cortarse el pelo sin tener miedo que le cortaran la oreja, a dormir solo en las
noches, etc., pero se asomó al espejo y sintió terror; entonces con una tijera la despedazó y solo
dejó un antifaz que se colocó en los ojos y se creyó el Zorro.

Pintando la lectura:

¡Pobre Antonieta!: Lucía Baquedano/Margarita Menéndez, Ed. SM: Colección El barco de vapor.
Antonieta era la única gallina distinta de su gallinero. Tenía las plumas color café, mientras sus
compañeras las tenían blancas, y la granjera la llamaba la Roya. Además, la granjera las trataba
muy bien, les daba buena comida, y tenía que poner huevos. Pero todas las gallinas presumían de
poner los huevos más grandes, algunas ponían con dos yemas, entonces se esmeró en poner un
huevo. Pero le salió frito, es decir, sin cáscara, blandito y jugoso. Todas las otras gallinas
cuchicheaban, se irá a la olla, decían; pero los granjeros se la llevaron a la casa y la mimaron
mucho. Antonieta estaba muy extrañada. Y empezó a poner huevos cada día más grandes, hasta
que pusieron un restorán con la especialidad de huevos fritos, las otras gallinas empezaron a tener
envidia porque ya no consideraban ni los huevos con dos yemas. Hasta que un día puso un huevo
normal, y era que de ahí nació una pollita y todas las gallinas estaban felices y también el granjero.

El domador de monstruos: Ana María Machado/M. Luisa Torcida, Ed. SM: Colección El barco de
vapor. Sergio era un niño que tenía miedo de los monstruos. Una noche se quedó mirando las
figuras que proyectaban las sombras de los árboles en la pared de su pieza. Y éstas formaban
figuras horrorosas. Y así amenazaba a los monstruos y les decía que si lo miraba iba a llamar a un
monstruo para que lo asustara. Y así invoca a un monstruo con un solo ojo, pero éste seguía
mirándole y cada vez iba agregándoles más cosas y se desaparecía el anterior y aparecía el que iba
nombrando y agregaba al anterior hasta llegar a un monstruo con un solo ojo, dos bocas, tres
cuernos, cuatro trompas, cinco ombligos, seis lenguas, siete rabos, ocho jorobas, nueve piernas,
diez corazones, once máscaras, doce sonrisas, trece risas, catorce carcajadas y quince volteretas,
pero Sergio, que ya no aguantaba la risa, asustó al monstruo y éste desapareció.

La cabra cantante: María Vago/Roser Capdevila, Ed. SM: Colección El barco de vapor. Matilde era
una cabra que le gustaba mucho cantar. Hizo la fila en las afueras del Conservatorio, porque
quería entrar a estudiar como cantante, y se imagina que todo el mundo la aplaudirá y la
aclamará. Pero la realidad es muy distinta porque entra y los jueces se tapan los oídos y la echan
fuera. Se pone muy nerviosa y muerde la partitura, porque ella no sabe leer música, solo canta de

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memoria. Pero se presenta de nuevo, con pantalones de razo, la reconocen y quiere viajar al
extranjero, que la aplaudan así es que canta en la plaza y le dejan unas monedas y ahora de
verdad la aplauden y saluda al público muy bien porque ha ensayado muchas veces y decide que
cantará en las plazas, en el metro por todo el mundo y va a su casa a preparar las maletas.

Amigo de palo: Concha López/ Tino Gatagán, Ed. SM: Colección El barco de vapor. Pedro es un
niño que tiene siete años, y que todavía no va a la escuela. Vive en el campo, en una casa rodeada
de una huerta. Le crecerán las piernas para tener pasos largos y poder ir al colegio el año que
viene. Vive muy aislado de otras casas, por lo que no tiene amigos, pero no se aburre porque sus
amigos son un burro, un gallo, su perro y un gallo. Y su amigo que se llama Pepón es un
espantapájaros y tiene un cuerpo de palo, un sombrero de paja, una chaqueta de cuadros, un
pantalón a rayas y una bufanda roja. Lo fabricó su padre, porque los pájaros se comían las frutas y
las plantas del huerto. Lo plantó en el huerto y le amenazó que si no lo hacía bien, lo echaría al
hoguera y se van acercando los pájaros; primero la Señora Estornina con sus críos que se asustan y
se van; luego se fueron todos los pájaros por un tiempo, de pronto volvieron al acecho una
pajarita que no tenía miedo y picó las ciruelas y hacía un canto de burla y todos se posaron sobre
Pepón, pero Pedro lo ayudó, se puso por detrás y empezó a mover sus brazos y su bufanda roja, y
los pájaros huyeron despavoridos, y Pepón se sentía feliz.

El rey solito: Rafael Estrada/Jesús Gabán, Ed. SM: Colección El barco de vapor. Se trata de un reino
muy pobre que todos los habitantes del castillos se fueron al reino de al lado. Todos menos el rey.
Todas las mañanas se despertaba y hacía sonar la trompeta para despertarse a si mismo, se servía
el desayuno en la cama. Entonces el rey comienza a aburrirse y se le ocurre inventar una guerra,
entonces sube y baja por las escaleras; abrió el puente levadizo, se cubría con el escudo lanzando
una lanza, tiró catapultas, etc., se preparó el asado, se contestaba gracias cuando se servía, etc. Y
mirando las estrellas se sintió más solo que nunca e inventó que se casaba, entonces hace toda la
mímica con una mujer que es el mismo disfrazado de reina, sonaron las campanas y jugó a que se
casaba y le enseñaba por las noches sobre las estrellas y planetas y así jugaba a creer que tenía
una familia, hasta que descubrió un día a una pastorcita que lo miraba por la ventana, Florinda se
llamaba y conversa y le dice que los pastores pueden ir a pastar a su pasto si quieren y se casan y
quieren tener un hijo y a él le parece haber vivido eso antes.

El perro y la pulga: Dimiter Inkiow/Gabriela Rubio, Ed. SM: Colección El barco de vapor. El perro
Bello se despertó y despertó a su pulga que vive arriba de él. Entonces le dice que va a invitar a
cientos de pulgas al cumpleaños, que lo picarán pero le cantarán cumpleaños feliz. También se
convierte en un perro filósofo que piensa mucho y dice que no le gusta tener vida de perros y la
pulga le pregunta si le gustaría llevar una vida de gatos, de ratón, de caballo o de burro. Dice que
no, y luego como una pulga y dice que no y la pulga lo pica y piensa que realmente sí.

El ladrón de ladrillos: Fernando Aramburú/Asun Balzola, Ed. SM: Colección El barco de vapor.
Mariluz García, es una niña de seis años que vive en un pueblo de 200 casas. Lo curioso que ocurre
en el pueblo es que misteriosamente empiezan a desaparecer los ladrillos de las casas. Quedan
aprox. 100, cuando muchos vecinos deciden emigrar a la ciudad. En la casa de Mariluz hay un

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agujero en su pieza que le permite, acostada en su cama, mirar las estrellas en la noche. Fue ahí
como por casualidad descubre al ladrón de ladrillos.

Ana está furiosa: Christine Nöstlinger, Ed. SM. Ana es una niña que se pone furiosa ante cualquier
imprevisto. Entonces, los niños la molestan para que se enfade, se metía con todos los que
estaban cerca de ella, se ponía furiosa, hasta que incluso ella misma se hacía daño. Su madre le
dice que tiene que aprender a tragarse sus enfados, entonces se los tragó con agua, pero solo
consiguió tener hipo. Su abuelo que le trajo un tambor con dos palillos, y vio que cuando le llegaba
la furia se ponía a tocar el tambor; y así aprendió a controlar la furia, y los niños en la plaza le
pedían que tocara el tambor y empezó a portarse cada vez mejor.

Abuela de arriba, abuela de abajo: Tomie de Paola, Ed. SM: Colección El barco de vapor. Un niño
llamado Tomi tenía una abuela que vivía en el piso de abajo, y su madre que tenía 94 años y vivía
en el piso de arriba. Los domingos iban a visitarla. Y primero Tomi saludaba a la abuela de abajo y
subía a saludar a la abuela de arriba y ella le decía que comiera caramelos. Una vez la abuela de
abajo sentó a la abuela de arriba en una silla y la ató para que no se cayera, y a Tomi le hicieron lo
mismo. Una noche la madre de Tom le contó que la abuela de arriba había muerto y se puso muy
triste, pero la madre le dijo que su abuela lo acompañaría siempre y un día vio una estrella fugaz y
la madre le dijo que a lo mejor era un beso de la abuela de arriba. Tiempo después se murió la
abuela de abajo y vio otra estrella fugaz y dijo ahora ambas son abuelas de arriba.

Desierto (Bilingüe. Libro pictográfico.): Daniel Moreton, Ed. Scholastic. En el desierto hay arena y
más arena, flores y más flores, rocas y más rocas, agua: Solo hay un poquito de agua.

Soy una hoja: Jean Marzollo/Judith Moffatt, Ed. Scholastic. Es la historia del ciclo de una hoja en
un árbol. Cómo ayuda por medio de la fotosíntesis a fabricar el alimento para el árbol y su papel y
como van cambiando sus características a medida que va transcurriendo el año.

Una pesadilla en mi armario: Mercer Mayer, Ed. Kalandraka. Libro que puede ayudar a los niños
que tienen miedo en la noche a dormirse en la oscuridad; un niño se mete en su cama con su
casco, su escopeta y cierra su armario todas las noches por miedo a una pesadilla. Hasta que una
noche decide enfrentarlo, deja que salga y la pesadilla como monstruo se pone a llorar porque el
niño le dice que la matará, que no llore para despertar a los padres y finalmente decide convivir
con ella y la invita a meterse a su cama.

Ramón recuerda: Joanne Oppenheim/Lynn Munsinger, Ed. Norma: Colección Buenas Noches.
Ramón es un conejo. Su mamá prepara 6 pasteles de zanahoria para cada uno de sus hijos. Sus
hermanos lo acusan de haberse comido el que le correspondía, ya que a ella le extraña que le
falte. Entonces, le da la oportunidad de reconocer su error, y el comienza a mentir diciendo que lo
había sacado un marrano, por lo que la mamá lo quiere bañar; luego dice que fue un perro grande
y lanudo por lo que la mamá le echa un talco para las pulgas; luego un zorro, por lo que la mamá
manda cerrar las puertas, luego reconoce su mentira, la mamá lo perdona y van a hacer el picnic y
Ramón por mientras come un trébol.

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Willy en Zaragoza: Raquel Garrido y Ramón Aguirre/Edu Flores, Ed. Apila. Libro con ilustraciones
espectaculares de los lugares principales de Zaragoza. El perro Willy casi verde, llega a la estación
de Zaragoza, se mete a una cabina telefónica y llama donde un agente secreto para averiguar la
misión que se le encomienda. Él llega junto a unas murallas romanas y la misión se la da a conocer
la rana augusta que es una figura de fierro que está en una fuente de agua donde hay una
escultura del emperador Augusto, y la misión es averiguar cuál es el elemento fundamental para la
vida. Cuento que permite hablar con los niños sobre de los hitos y la historia de la ciudad y el
cuidado de la naturaleza y el agua cotidianamente.

Willy el perro casi verde: Edu Flores, Ed. Apila. Un simpático libro que narra como Willy, que no
sabía porque era verde, conoce a Petra una perrita blanca y juegan todo el día hasta que llega la
noche. Willy se despierta al día siguiente y se da cuenta que amaneció de color rojo, ycomo le da
vergüenza, se va de la ciudad y se encuentra con el búho Don Ramón, que era muy sabio, y le dijo
que se había convertido en rojo, porque se había enamorado; y vuelve a la ciudad y se encuentra
con Petra que se había convertida en una perra roja y ahí supo que los dos se habían enamorado y
aunque volvieron a sus colores normales, sabían que estaban enamorados porque Petra era casi
blanca y Willy casi verde.

Sapo y Sepo inseparables: Arnold Lobel, Ed. Alfaguara. Libro de cuentos muy simpático de dos
amigos sapos Sapo que es bastante más lúcido, pausado y racional, y Sepo que es más divertido,
ligero y atarantado. Hay tres historias dentro del mismo libro:

- Una lista: Una mañana Sepo se despertó y anotó todas las cosas que haría ese día:
Despertarse, tomar desayuno, vestirse, ira a ver a Sapo y dormir. Fue tachando todas las
cosas que iba haciendo hasta que llegó a la casa de Sapo, le cuenta su plan y le dice que
vayan a dar un paseo porque aparece en la lista. En la mitad Sapo, quiere correr, pero
Sepo le dice que eso no está en la lista
- El jardín: Ocurre que Sapo le dice a Sepo que es una tarea muy ardua plantar y hacer un
jardín. Entonces le da a Sepo unas semillas, para plantarlas en la tierra. Y Sepo cree que
inmediatamente van a crecer, les grita para que crezcan, se va a la cama a dormir, pero va
al lado de las plantitas y les canta, les lee un cuento. Finalmente se queda dormido,
cuando Sapo, le dice que despierte porque ya brotaron las semillas y se da cuenta que
realmente es difícil tener un jardín.

Ramón preocupón: Anthony Browne, Ed. Fondo Cultura Económica. Ramón era un niño pequeño
que siempre estaba preocupado por todo, entonces no podía conciliar el sueño. Se preocupaba
por los zapatos, por la ropa, por todo y sus padres trataban de tranquilizarlo. Un día fue a alojar a
la casa de su abuela que le regaló unos muñecos quitapesares a las que él les podía contar sus
penas. Así Ramón durmió bien cuatro noches seguidas hasta que empezó a sentir preocupación
por los muñecos. Entonces se sentó en la cocina y durante todo el día fabricó muñecos
quitapesares para sus muñecos.

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El diente desobediente de Rocío: Mauricio Paredes/Romina Carvajal, Ed. Alfaguara. Al despertarse,
Rocío como todas las mañanas va al baño, y alega que está con sueño en todas partes de su
cuerpo, pero que además tiene algo raro, algo anormal; entonces abre la boca y ¡zas! Aparece un
diente fuera de su boca, y se desespera. Comienza a increpar al espejo diciendo que qué va a
hacer, que ese diente es muy desobediente, que solo podrá comer sopa de verduras hasta que
salga el otro diente, que todos creerán que es una bruja por el diente que perdió y el espejo está
todo el tiempo conteniéndola. Finalmente termina muy amiga de su espejo que le ha enseñado
tanto de su diente y de su boca.

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