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El don de un niño Jesusino

 Había una vez, en un hermoso pueblo, un niño llamado Pablito, fue a recoger
piedras al rio Lauricocha para el biohuerto de la escuela. Pablito cogió un balde
y se fue corriendo al rio, mientras buscaba piedras lavaditas vio una trucha
cerca de la orilla, se olvidó de las piedras y se puso a atrapar a la trucha,
estaba muy emocionado y se llevó a la trucha en el balde a su casa. Su casa
era humilde y él estaba pensando en dónde tener a la trucha.
 Se le ocurrió una idea, de poner a la trucha en una tina; pero este niño era
especial, porque tenía el don de hablar con los animales, pero su papá no
sabía. Un día Pablito fue a darle de comer a la trucha y escucha decir: ¡hola
amiguito! Pero en el lenguaje de trucha, la trucha creía que nadie le escucha;
pero el niño si le entendía.
Pablito asombrado por haber escuchado hablar a la trucha se fue corriendo y
se encontró con su padre, él le dijo: ¡la trucha que está en la tina me habló y yo
le escuche!; su papá pensó que estaba mintiendo y no le hizo caso.
Cuando Pablito iba a la escuela escuchaba el canto del ACACLIO y entendia
las letras de su canto, Pablito se entretenía conversando con el ACACLIO y
siempre llegaba tarde a la escuela.
Unos días después hizo una reunión con todos los animales de su pueblo para
preguntarles porque solo él podía escucharlos. Los animales le dijeron que él
era un niño especial, que tenía un don.
Cuando Pablito estaba en la reunión con los animales, llegó su perro y empezó
a ladrarle, diciéndole tu papá se ha caído del caballo y está herido, necesita tu
ayuda. Pablito salió corriendo y se fue a buscar a su papá, cuando llegó su
papá estaba muy mal y él lloraba muy triste, minutos después llegaron sus
amigos los animales y el acaclio le dijo que tomará un remedio que lo curaría a
su padre.
Con el remedio que le dieron su papá se sanó y pudo ir a su casa con su hijo,
Pablito le contó a su papá lo que había pasado y esta vez su papá le ha creido
que su hijo puede hablar con los animales. Desde entonces viven felices con
todos los animales de la zona.
Moraleja: Siempre debes crees en tus hijos porque los niños dicen la verdad.
Maryejose Milagros.
El cóndor y el conejo
Había una vez un conejo que le gustaba las zanahorias, él vivía en Kenac,
junto a una montaña dónde vivía el cóndor, el cóndor volaba por las montañas
mientras el conejo se quedaba en Villa Zanahoria que estaba debajo de la cruz
de Kenac.
El conejo era muy glotón y cuando se acababan sus zanahorias robadas los
cultivos de sus vecinos, pasaba eso tan seguido que sus vecinos pusieron
paredes para qué el conejo entrara. El conejo no pudo entrar a casa robar, El
cóndor aprovechó y lo engañó diciendo que lo iba a llevar en un lugar dónde
había muchas zanahorias y se llevó al conejo.
Ellos estaban viajando por una hora y el conejo preguntaba a cada minuto
¿Falta mucho? luego de varias horas el cóndor se cansó y le contó su
verdadero plan; lo iban a comer, el conejo intentó escapar, pero no lo logró y el
cóndor se lo devoró.
La moraleja:
No hay que ser confiados.
Autor: Ariano.
El cóndor y la vizcacha
Había una vez un cóndor era inteligente pero muy crédulo y había una
vizcacha muy astuta, también era inteligente; los dos se encontraban tomando
agua a la orilla de la laguna Lauricocha en distintos extremos.
El cóndor estaba hambriento, Así que realizó un plan para capturar a la amiga
vizcacha, pero la vizcacha no cayó en ninguna trampa porque era muy
inteligente, pero luego la vizcacha le dijo: amigo me avisaron mis amigos en
esa grande laguna hay un Dios qué castigara a todos los animales Que tienen
plumas, mandará una lluvia de fuego porque lo han desafiado al Dios, El
cóndor le dijo: entiérrame en la tierra para que no me caiga la lluvia de fuego.
Luego la vizcacha en terror el cóndor y pasaron meses y años. El cóndor te
pregunto en su mente ¿y la lluvia de fuego? desde la tierra la vizcacha se sintió
alegre y vivió feliz para toda la vida.
Moraleja:
Nunca debemos hacer caso a desconocidos porque nos podría suceder algo
mucho peor de lo que le pasó al cóndor y algo muy importante no creer a las
personas insólitas o extrañas.
Autor: Hendrick E. Carlos Soto.
LA VIZCACHA Y EL ZORRO

Había una vez una vizcacha que vivía en las 14 ventanas de Lauricocha, ella
era una gran cocinera, tenía sus vizcachitas y siempre estaba cuidando de
ellos. Pero en ese lugar también hablaban los animales que había un zorro
malo, este zorro siempre andaba armado.
Un día la vizcacha estaba preparando su desayuno y tocaron la puerta, ¡toc
toc! Y la vizcacha dijo: ¿Quién es? Y, era el zorro, que ese día había viajado
desde el nevado de Yarupaja hasta las 14 ventanas; se encontraba muy
hambriento.
El zorro le dijo préstame tu escopeta para matar a una oveja por que la mía se
ha caído en la laguna de Lauricocha y la vizcacha le dijo no, eres malo, no te
prestaré, todos los animales merecen vivir, el zorro le dijo: ja ja ja… entonces te
mataré a ti.
La vizcacha y sus pequeñas viscachitas escaparon por el puente inca y
corrieron hasta la laguna de Lauricocha, para beber agua, pues estaban
cansadas. El zorro le persiguió muy veloz y las alcanzó. La vizcacha le dijo que
debe estar cansado y que si desea puede tomar un poco de agua; mientras el
zorro bebia la vizcacha no tuvo otra alternativa mas que empujar al zorro en la
laguna.
El zorro cayó a la laguna y pidió auxilio y prometió no matar a nadie si le
salvan; pero era un plan del zorro porque él era malo. La inocente Vizcacha lo
ayudó, cuando salió volvió a perseguirlos y atrapó a uno de sus hijitos y la
mamá vizcacha se enojó mucho.
Cuando el zorro estaba a punto de clavar los dientes en una de las vizcchitas
apareció la oveja, la vaca, el acaclio y empezon a lincharlo. Rescatando a la
pequeña viscachita.
El zorro quedó herido y se cayó otra vez a la laguna; pero está vez nadie lo
salvó porque ya les había mentido y el pobre se murió ahogado. Desde
entonces todos los animales viven tranquilos y felices.
Moraleja: Nunca quieras matar a alguien que no te hizo daño y no mientas por
que puede causarte problemas.
Autor: Fernando.1
El caballo y el burro
Había una vez un caballo y un burro que vivían en la provincia de Lauricocha y
ellos eran jóvenes, pero pereza tenía dificultades porque era corto de vista el
caballo se llamaba “Veloz” y el burro “Pereza”, ellos eran buenos amigos.
Un día Veloz le dijo: a Pereza hay que hacer una competencia pereza le dijo
que ya, pero Pereza pensó que iba a perder porque era corto de vista y no
podía ver tanto el
caballo muy creído le dice yo te voy a ganar y el burro se quedo callado y en la
competencia Veloz se doblo el tobillo y gano pereza después.
Pereza le dijo: amigo en verdad te gane y Veloz no quería aceptar su derrota;
diciendo que se había tropezado; sino jamás un burrito le ganaría.
Moraleja:
Vez amigo por eso no vale ser presumido.
Autor: Owen
LOS AMIGOS Y EL CONEJO
Había una vez un gato y un ratón que eran amigos, ellos vivían en una casa
vieja y abandonada que estaba en Liclapampa, un lugar con pocas casa y lleno
de paja. También tenía como vecino a un conejo. El ratón y el gato eran los
mejores amigos desde que eran chiquitos.
Un día el gato y el ratón estaban jugando en el corral con una piña(fruto seco
del pino) que había caído del pino; el conejo los miraba con envidia y decía yo
también quisiera tener un amigo con quien jugar. Sentía envidia de su amistad,
asi que decidió mentir a uno de los ellos para que dejaran de ser amigos.
Días después cuando el ratón se fue a buscar un pedazo de queso a otras
casas, el conejo aprovecho que gato estaba solo y le dijo: El ratón está
diciendo que eres feo, gordo y dormilón. El gato al principio no había creido,
pero ese conejo era muy hablador; el gato le creyó, estaba muy enojado
porque había creído las palabras del conejo y dijo: ¿dónde está ese ratón?,
¡ahora si va ver!,
El ratón volvió muy contento porque tenia la barriga llena de tanto queso que
comió, cuando se encontró con el gato le reclamó lo que había hablado y
empezaron a discutir, diciéndose cosas feas.
Al día siguiente escucharon decir en voz alta al conejo ahora voy a mentir al
ratón para que se separen para siempre, entonces el ratón y el gato le dijeron
así que nos has estado mentido, ¿Qué hubiera pasado si nos seguías
mintiendo? ¿Qué tal nos hubiéramos golpeado? Dijo el gato. Perdóname dijo el
conejo.
El gato y el ratón se miraron y se apiadaron del conejo, le dijeron que no vuelva
a portarse de esa manera, porque pudo ocasionar un problema y hubiera
separado a dos buenos amigos.
Moraleja:
Nunca mientas por envidia, puedes llegar a lastimar a tus amigos.
Autor: Keila.
El zorro y los dos cuyes
Había una vez un zorro que vivía en un pueblo llamado Tupac Amaru, cerca de
la Cordillera Huyahuash de ahí bajaron dos cuyes o más llamado Cuyasado y
otro Alfalfa.
al pueblo de Jesús y excavaron por la tierra para construir una madriguera. El
zorro estaba mendigando, caminaba muchos kilómetros y de pronto se topó
con los cuyes que estaban en la madriguera. Ellos estaban muy asustados, el
zorro se los quería comer, pero ellos corrieron para escapar y el zorro estaba
detrás de ellos.
Los cuyes Estaban escapando y el zorro dijo muy lentas y pequeño no podrán
contra mi ¡debiluchos! Cuyasado y Alfalfa pensaron en una trampa, excavaron
la tierra y después salieron y lo taparon, dijeron que se rendían y el zorro
estaba a punto de comerlos, pero cayó en la trampa, se cayó al hueco que
habían cavado los cuyes y se quedó sin comida ni agua y los cuyes vivieron
felices.
Moraleja:
Nunca menosprecies a alguien por su tamaño y no te creas mejor que otros.
Jaimito el pastorcito, las ovejas y el zorro
Había una vez un niño llamado Jaimito él era un pastorcito de ovejitas él vivía
en la provincia de Lauricocha.
Un día Jaimito se fue a pastear a sus ovejas, pero de repente aparece un zorro
y se llevó a una pequeña ovejita y Jaimito corrió con su honda, pero no le pudo
alcanzar al zorro era más rápido que él y no lo pudo alcanzar.
Hasta que un día atraparon al zorro y no se pudo comer a más ovejitas y por
eso del zorro que se murió todos vivieron felices para toda la vida.
Moraleja:
No te vayas nunca a lugares muy lejos.
Autor: Jhonny Martel Velasquez.
El burro y la paloma
Había una vez un burro que estaba comiendo pasto en las montañas de la
provincia de Lauricocha en primavera.
Cuando estaba comiendo se dio cuenta que era tarde regresó a su corral
entonces vino su dueño y dijo ¡es inteligente mi burro! se puso feliz.
Al día siguiente el burrito se fue más allá de las montañas, donde había
muchos arbustos y flores en el trayecto de su viaje se encontró con una paloma
le dijo: ¡Qué haces hermosa! La paloma le respondió aquí volando por los
arbustos en búsqueda de amigos a lo que replicó el burro diciendo aquí estoy
podemos ser amigos, la paloma aceptó.
A partir de ese momento empezaron a ser grandes amigos y el burro ya no
regresó nunca más a su corral.
Moraleja:
Cuando eres amigo tienes que ser amigos para siempre y respetarlos con
cariño.
Autor: Astrid Cielo Villena Avalos.
El perro y el anciano
Había una vez un anciano que cuando andaba por Licalpampa un cerro le dijo
“Hola” y el anciano dijo que está ahí y el cerro dijo soy yo y el anciano dijo
dónde estás y él se lo dijo arriba de ti y el anciano se asustó.
el cerro le dijo no te asustado y el anciano dijo qué quieres decir y él se lo dijo
ve a La Laguna de Lauricocha y pesca cuando algo jalo en qué está saliendo
Una trucha de oro y un anciano cómo era pobre y tenía deudas el anciano creo
y fue a la laguna de Lauricocha y cuando estaba pescando jaló el anciano
estaba muy feliz pero luego apareció una neblina, lo rodio y el anciano
apareció en medio de la laguna y nunca más se le vio.
Moraleja
No debemos creer en todo lo que nos dicen, porque pueden ser malos o tal
vez que te lleven hasta la muerte.
Autor: Fiorella Mia Olivas Salazar.
La oveja que se escapa
Había una vez en corral ubicado en la montaña de Jesús, muchas ovejas, una
era llamado Pachin, esa oveja se quería escapar del corral, pero Jacinto el
dueño se le impidió
Un día Pachin con ayuda de otras ovejas escapó en la noche a las 10:00 p.m.
se fue entre los árboles, se adentraba entre los eucaliptos y pinos dónde se
encontró con un zorro, el zorro lo miró con hambre y se lanzó sobre Pachin,
pero la oveja lo esquivó y se escondió entre las hojas y troncos de pino y
eucalipto.
A la mañana siguiente Pachin estaba perdido, Jacinto se dio cuenta, salió
buscando y lo encontró en medio de los árboles y lo hizo volver, desde ese día
Pachin se quedó feliz en el corral sin miedo de que un zorro se lo comiera.
Moraleja:
Nunca pienses qué la vida es fácil cuándo muchas veces habrá dificultades qué
te impidan avanzar sin ayuda de alguien.
Autor: Ghyancarlos Raúl Verde Tadeo.
El lobo GRIS y los CACHORROS
Un día un pastorcillo llamado Pedro se fue a pastar sus ovejas por una
estancia llamado Chirigalpa, su perro llamado Roqui y Dolfi. Era un día soleado
de verano.
El mediodía sus ovejas se asustan y los perritos llamados Roqui y Dolfi
mordieron al lobo, un animal flaco el color gris; el pastorcillo llamado Pedro se
asustó, el lobo se reía a carcajadas Los perritos le mordieron al lobo, el lobo
agarró a una ovejita y el pastorcillo lloró tristemente porque el lobo se llevó a su
oveja, el pastorcillo persiguió al lobo entonces encontró la cueva del lobo gris,
el lobo estaba para devorarlo, en eso el perro llamado Roqui y Dolfi mordieron
al lobo, el lobo quiso escapar del lugar, pero el pastorcillo lo mató con una
pedrada en la cabeza y en su …… el pastorcillo estaba feliz olvidando lo que
pasó con el lobo.
Al pastorcillo nunca le había pasado del lobo el pastorcillo llamado Pedro paso,
pero después de tres años nunca le había pasado y Pedro nunca fue a pastear
por allí porque pensaba que otra vez si fuera los pasaría otra vez él vivió feliz
se liberó del lobo gris.
Autor: Yoshimar Juliano Alvarado Ramos.
ELSAPO Y EL ZORRO
Había una vez un sapo y un zorro que Vivian en la laguna de Lauricocha
El zorro le desafío a correr todo el contorno la laguna; el zorro le dijo al sapo tú
por el agua y yo por el parto.
El zorro era astuto que puso varios sapos

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