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FAGOCITOS: entre los que se cuentan los neutrófilos y los macrófagos, son las células cuya
principal función es ingerir y destruir los microbios y deshacerse de los tejidos dañados
FAGOCITOS MONONUCLEARES:
Comprende células circulantes llamadas monocitos y células residentes en los tejidos llamadas
macrófagos.
Los macrófagos, que se distribuyen ampliamente en los órganos y el tejido conjuntivo,
desempeñan funciones centrales en la inmunidad innata y adaptativa. En los adultos, las células de
línea macrofágica surgen de células precursoras comprometidas que existen en la médula ósea,
dirigidas por una proteína llamada factor estimulante de colonias de monocitos (o macrófagos)
(M-CSF). Estos precursores maduran en los monocitos, que entran y circulan en la sangre y
después emigran a los tejidos, especialmente durante las reacciones inflamatorias, donde se
convierten en macrófagos.
Los monocitos tienen diámetros de 10a 15 |xm y poseen núcleos en forma de riñón y un
citoplasma finamente granular que contiene lisosomas, vacuolas fagocíticas y filamentos del
citoesqueleto Los monocitos son heterogéneos y consisten en diferentes subgrupos distinguibles
por marcadores de la superficie celular y funciones
Una función importante de los macrófagos en la defensa del anfitrión es ingerir y matar microbios
también ingieren células muertas del anfitrión, incluidas las células que mueren en los tejidos
debido a traumatismos o interrupciones del aporte sanguíneo y los neutrófilos que se acumulan en
los lugares de infección. Esto forma parte del proceso de limpieza que sigue a la infección o la
lesión tisular estéril. Entre los mecanismos de eliminación, están la generación enzimática de
especies reactivas del oxígeno y del nitrógeno, que son tóxicas para los microbios, y la digestión
proteolítica. Reconocen e ingieren células apoptósicas antes de que estas puedan liberar su
contenido e inducir respuestas inflamatorias
Los macrófagos activados secretan distintas citocinas que actúan sobre células endoteliales que
recubren los vasos sanguíneos para potenciar el reclutamiento de más monocitos y otros
leucocitos de la sangre hacia las zonas de infecciones, lo que amplifica la respuesta protectora
contra los microbios.
Los macrófagos sirven de APC que presentan antígenos a los linfocitos T y los activan. Esta función
es importante en la fase efectora de las respuestas inmunitarias mediadas por linfocitos T.
MASTOCITOS
Son células derivadas de la médula ósea presentes en la piel y los epitelios mucosos que contienen
abundantes gránulos citoplásmicos llenos de histamina y otros mediadores.
La citocina factor de célula troncal (también llamada ligando de c-Kit) es esencial para el desarrollo
del mastocito. Los mastocitos maduros no se encuentran normalmente en la circulación, sino que
están en los tejidos, habitualmente junto a vasos sanguíneos pequeños y nervios
BASÓFILOS
Los basófilos derivan de progenitores de la médula ósea (una línea diferente a la de los
mastocitos), maduran en la médula ósea y circulan en la sangre. Los basófilos constituyen menos
del 1 % de los leucocitos sanguíneos
Aunque normalmente no están presentes en los tejidos, los basófilos pueden ser reclutados en
algunas zonas inflamatorias. Los basófilos expresan receptores para la IgE, ligan IgE y pueden
activarse por la unión del antígeno a la IgE.
EOSINÓFILOS
son granulocitos sanguíneos que expresan gránulos citoplásmicos que contienen enzimas lesivas
para las paredes celulares de los parásitos, pero que también pueden dañar los tejidos del
anfitrión. Las citocinas GM-CSF, IL-3 e IL-5 promueven la maduración del eosinófilo a partir de los
precursores mielocíticos. Algunos eosinófilos están presentes normalmente en los tejidos
periféricos, en especial en los recubrimientos mucosos de las vías respiratoria, digestiva y
genitourinaria, y su número puede aumentar por su reclutamiento de la sangre en el marco de la
inflamación.
CÉLULAS PRESENTADORAS DE ANTÍGENOS
Son células que capturan antígenos microbianos y de otros tipos, que los muestran a los linfocitos
y producen señales que estimulan la proliferación y diferenciación de los linfocitos.
El principal tipo de APC que participa en la iniciación de las respuestas de linfocitos T es la célula
dendrftica. Los macrófagos y los linfocitos B presentan antígenos a los linfocitos T en las
respuestas inmunitarias celulares y humorales. Un tipo celular especializado llamado célula
dendrítica fo licu lar presenta los antígenos a los linfocitos B durante fases particulares de las
respuestas inmunitarias humorales.
CÉLULAS DENDRÍTICAS
Las células dendríticas son las APC más importantes que activan a los linfocitos T vírgenes y
pueden desempeñar funciones importantes en las respuestas innatas a las infecciones y en la
alianza entre las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas. Tienen proyecciones
membranarias largas y capacidad fagocítica, y están distribuidas ampliamente en los tejidos
linfáticos, el epitelio mucoso y el parénquima de los órganos. La mayor parte de las células
dendríticas constituyen la línea mielocítica de células hematopoyéticas y surgen de un precursor.
La maduración de las células dendríticas depende de una citocina llamada ligando de Flt3, que se
une al receptor tirosina cinasa Flt3 situado en las células precursoras.
La mayoría de las células dendríticas en la piel, las mucosas y el parénquima de los órganos, que se
llaman células dendríticas clásicas (o tradicionales), responden a los microbios emigrando a los
ganglios linfáticos, donde presentan los antígenos proteínicos microbianos a los linfocitos T. Una
subpoblación de células dendríticas, llamadas células dendríticas plasmocitoides , responde pronto
a la infección vírica. Reconocen ácidos nucleicos de los virus intracelulares y producen proteínas
solubles llamadas interferones del tipo I, que tienen potentes actividades antivíricas.
LINFOCITOS
Las células más características de la inmunidad adaptativa, son las únicas células del cuerpo que
expresan receptores para el antígeno distribuidos deforma clonal, cada uno específico frente a un
determinante antigénico diferente. Cada clon de linfocitos T y B expresa receptores para el
antígeno con una sola especificidad.
El número total de linfocitos en un adulto sano es de 5 X 1011. De ellos, ~2% están en la sangre, ~4
en la piel, ~10% en la médula ósea, ~15% en los tejidos linfáticos mucosos de las vías digestiva y
respiratoria y ~65% en los órganos linfáticos (sobre todo, en el bazo y los ganglios linfáticos).
LOS LINFOCITOS B,
LOS LINFOCITOS T
los mediadores de la inmunidad celular, surgen de la médula ósea, migran al timo y maduran allí;
linfocitos T se refiere a linfodtos derivados del timo.
Estos linfocitos B y T maduros se llaman linfocitos vírgenes. Los linfocitos vírgenes no tienen
actividad funcional, pero después de activarse por el antígeno, proliferan y experimentan cambios
espectaculares en su fenotipo y en su actividad funcional.
Comprenden varios subgrupos de células relacionadas que derivan de la médula ósea, con forma
de linfocito y funciones efectoras similares a las de los linfocitos T, pero que carecen de receptores
para el antígeno del linfocito T. Las principales funciones de las ILC son proporcionar una defensa
temprana contra los microorganismos patógenos infecciosos, reconocer células estresadas y
dañadas del anfitrión y ayudar a eliminarlas e influir en la naturaleza de la respuesta inmunitaria
adaptativa posterior.