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PRINICIPIOS DEL DERECHO MINERO

De acuerdo a la Constitución Política de 1991 se establecieron los principios que


guían la actividad de la minería en Colombia, a saber: El principio de participación
ciudadana como fin esencial del Estado (art. 2º), el derecho de todas las personas
a gozar de un ambiente sano y participar en las decisiones ambientales (art. 79).
Así mismo, consagró en sus mandatos, artículos que establecen las obligaciones
del Estado de: proteger las riquezas naturales y culturales de la Nación (art. 8º) y
su diversidad étnica y cultural (art. 7º), planificar el manejo y el aprovechamiento
de los recursos naturales para garantizar su desarrollo sostenible, conservación,
restauración y sustitución (art. 80); intervenir en su explotación, en ejercicio de sus
competencias en la dirección general de la economía (art. 334); identificó al
Estado como propietario del subsuelo y de los recursos naturales no renovables
(art. 332) y le impuso el deber de velar porque los ingresos generados como
contraprestación por la explotación de esos recursos se destinaran a financiar
proyectos para el desarrollo social, económico y ambiental de las entidades
territoriales y, en general, a mejorar las condiciones sociales de los colombianos
(art. 316). En cuanto a la interacción de los principios de Estado Unitario y
Autonomía territorial, las entidades del Estado deben aplicar los principios de
coordinación, concurrencia y subsidiariedad (art. 288). Así las cosas, esta norma
suprema eliminó el debate sobre los límites privados y públicos de la propiedad
minera, a través del artículo 332 señalado, en el cual traslada la propiedad de
manera exclusiva en cabeza del Estado, estableciendo que “El Estado es
propietario del subsuelo y de los recursos naturales no renovables, sin perjuicio de
los derechos adquiridos y perfeccionados con arreglo a las leyes preexistentes”.
Sin embargo, respecto al último aparte señalado, se continuaron respetando los
títulos mineros adquiridos con anterioridad a la expedición de esta norma, en los
que se hubiese reconocido la propiedad privada del subsuelo bajo la vigencia de
normas anteriores.
Así mismo se desarrollaron principios Ley 685 de 2001 que rigen la actividad
minera en Colombia. Los principios básicos de la política minera colombiana están
contenidos en este Código, y los principales elementos de dicha política son:
 La propiedad de las minas, los recursos minerales del suelo y el subsuelo
es exclusiva del Estado.
 El Estado central es regulador, promotor, administrador y ejerce función de
fiscalización del sector.
 Una entidad descentralizada adjudica y administra títulos mineros.
 Se ha dado la delegación parcial de funciones de titulación a
gobernaciones.
 La Industria minera es de utilidad pública e interés social en todas sus
ramas y faces.
 La primera propuesta de contrato presentada tiene prelación (primero en el
tiempo es primero en el derecho).
 Existe un sistema único de contratación minera (contrato de concesión) a
partir del cual se otorga el derecho a explorar y explotar un yacimiento.
 Se dota de autonomía empresarial al concesionario.
 Necesidad de un plan de gestión ambiental debidamente aprobado por la
autoridad ambiental para autorizar las obras y los trabajos mineros.
 Las contraprestaciones económicas son dos: canon superficiario y regalías
 La información sobre los recursos mineros es de utilidad pública y debe
estar disponible en un Sistema Nacional de Información Minera
 La explotación de yacimientos minerales sin título minero es un delito
calificado en el Código Penal.
 Se establecieron “Zonas de reserva” para ser investigadas por el Estado
(desde 2011).
 Se definieron Zonas excluidas y restringidas para actividades mineras
Por otro lado, a partir del estudio del Código de Minas de 2001, tal y como se
identificó en la ponencia para primer debate del Proyecto de Ley No. 010 de 2007,
los propósitos y principios establecidos por este fueron:
 La propiedad estatal sobre los minerales del suelo y del subsuelo;
 El nuevo papel del Estado como facilitador y fiscalizador y no empresario,
no le corresponde desarrollar funciones de operador minero;
 El énfasis de la fiscalización de las obligaciones de los concesionarios: La
autoridad minera le corresponde administrar el recurso, otorgar derechos
para su aprovechamiento y fiscalizar el cumplimiento de obligaciones
contraídas por los titulares mineros;
 El propósito de elevar productividad y competitividad del negocio minero;
 El desarrollo de una minería económica y ambientalmente sostenible;
 La autonomía del sector privado para adelantar las labores de exploración y
explotación,
 Simplificación en las relaciones entre el Estado y los particulares.

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