La centralización del poder hacía y hace

acrecentar la desigualdad entre un grupo y otro,

Cuando se aborda el tema del bautismo
generalmente se habla de la formula bautismal la cual
consiste en la expresión del que bautiza, “en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, dato curioso
que solo aparece en el evangelio de Mateo haciendo
énfasis en la trinidad, cuestión que los demás
evangelios no mencionan, ni en Hechos de los
Apóstoles, esto ha creado gran debate en la historia
para determinar si fue esa la verdadera formula
cristiana para bautizar o simplemente en Nombre de
Jesús, pero también existe otro conflicto sobre si debe
el aspirante al bautismo sumergirse totalmente en agua
o simplemente por aspersión, si es lo más correcto
para bautizarse, además se plantea en el mismo tema
otro debate histórico, si el bautismo quita pecados o
no. Estos conflictos han opacado la relevancia de lo
que significaba para las personas del ayer, el tema del
bautismo. Pero la realidad que vivieron las personas
antes, durante y después de Jesús, es más que señalar
un aspecto que no nos conduce a un acercamiento a
Dios ni al prójimo, al contrario nos divide como
pueblos debilitando el poder del cristianismo. En
consecuencia trataremos de buscar y encontrar las
fuerzas que conducen a las causas que escudriñamos
como acontecimientos históricos, que es lo que le dará
sentido en nuestros tiempos sobre el bautismo.
Por tanto el desconocimiento de las causas que
hicieron surgir a los movimientos que subvirtieron el
mundo del el primer siglo se abordara en este pequeña
aproximacion al tema.
I. La realidad en tiempos de Jesús.
“la situación social depende
estrechamente de la situación
económica, en realidad se funde sobre
esta”1.
los dominados se volvían y se vuelven
dependientes del dominante por las necesidades
más apremiantes como el pan de cada día.
Entre los dominados se encontraban los
colonos, establecidos con el dominante, estos
residían en los terrenos del dominante con algunos
beneficios.
También, de los dominados destacaban, los
obreros asalariados, pero ante la creciente
población, el trabajo se reducía, los dominantes se
aprovechaban reduciendo el pago del obrero,
encareciendo aún más su precaria existencia.
Pero el grupo más afectado de estos, eran los
esclavos, perdían todo derecho, el amo era el
dueño de todo su ser, podía hacer con él o con ella
todo lo que se le ocurriera, marcarlos con fuego,
los ataban, los alquilaban… el esclavo no era
reconocido como persona, sino “como animal o
cosas y ni los barbaros (los extranjeros), ni los
hombres no nobles ni, por supuesto, las mujeres
tenían derechos similares, sino limitados al igual
que su reconocimiento social”2. Por lo tanto la ley
estaba en su contra y no reconocía su humanidad.
La injusticia social era el pan diario de parte
de la estructura o súper-estructura, política-
económica establecida que velaba por el
sostenimiento de los poderosos, en detrimento de
las grandes mayorías empobrecidas, cuestión que
se ha repetido en la historia.
Bien lo describe el doctor Darío Villalta: “La
concentración de la riquezas en pocas manos, trae

1 2
Leguido, M. (1986). Fraternidad en el mundo, un Burgos, J. M. (2003). Antropología: una guía para la
estudio de eclesiologia paulina. Salamanca, España: existencia. Madrid: Ediciones Palabra, S.A. de C.V. p.27
Ediciones Sigueme, S.A. p.20

1
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paralelamente la miseria de la mayoría de la
población libre, y el aumento desmesurado de la
esclavitud”3
En este sentido la desigualdad, la corrupción,
el desprecio al ser humano y a la naturaleza…
crea en las capas más bajas de la sociedad: la
prostitución, mendigación, odio, crueldad,
individualismo, hipocresía, mentira, robo,
extorsión, engaño, asesinato y cuanto mal se
conozca. Ni políticos ni religiosos, se salvan de
esta visión de mundo, antes y después de la vida
de Jesús de Nazaret.
Ante la visión de mundo que existía o mejor
anti-mundo, surgen movimientos que subvierten
el “orden” conocido, lo cual no significaba un
aislamiento de la vida en común, sino una
confrontación con los generadores de injusticia. Y
ante la centralización del poder, cualquier
oposición, hacía que las fuerzas del mal se
abalanzaran hacia la posible agresión a sus
intereses (poder-economía-capital-medios de
producción).
El Evangelio de Mateo antes de hablar de Juan
el bautista, presenta el asesinato de los niños
menores de dos años (Mateo 2.13) por Herodes el
Grande, quien era el rey en esa época. La tan sola
señal de agresión a sus intereses particulares o
grupales, hizo que asesinaran con brutalidad a
pequeños que comenzaban a experimentar la vida.
A pesar de los grandes cambios en obras que
Herodes el Grande realizó en beneficio de su
pueblo, terminó sus últimos días con una paranoia,
pensaba que medio mundo conspiraba contra él.
La figura de Herodes el Grande fue re-presentada
por los escritures Bíblicos, como el nuevo faraón
levantando grandes edificios; pero apartando a
todo opositor.
3
Baldovinos, D. V. (2002). Teoría del Estado. San
Salvador, El Salvador: Editorial e Imprenta Universitaria.
P.53
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de su camino 4. Pero el fondo del conflicto de
Herodes eran las grandes posesiones, riqueza que
había adquirido y el temor a perderlas.
Ante la muerte de Herodes el Grande,
Arquelao gobernó Samaria y Judea (Mateo 2.22),
Antipas gobernó Perea y Galilea. Tanto Arquelao
y Antipas fueron hijos de la Samaritana Maltace 5,
una de las esposas de Herodes el Grande; pero
además Filipo, hijo de Cleopatra, gobernó las
tierras de Gaulanítida, Traconítida, Batanea y
Pameas6 (Lucas 3.1), sosteniendo a si el poder, en
manos de la familia Herodiana.
También, la realidad en tiempos de Jesús no
era un cuento de hadas, era la vida de los más
afectados, las victimas; de las cuales no se habla
mucho en la mayoria de los discursos religiosos.
Al contrario, las victimas no se comprenden como
tales, sino como algo secundario a la vida,
espiritualizando los hechos reales y concretos. La
historia de manera parcial, habla más de los
victimarios7 y su posición del porque actuaron
salvajemente contra “los revoltosos”8. Poco se
habla de los más afectados y sus motivos que les
llevaron a actuar de la manera que lo hicieron.
4
Horsley, R. A. (2005). La revolucioin del Reino,
como Jesus y Pablo trasformaron el mundo antiguo.
España: Sal Terrae. p.16
5
Paul, A. (1982). El mundo judio en tiempos de
Jesús, historia política. Madrid: Ediciones Cristiandad. p.55
6
Horsley, Op, Cit., p.23
7
De manera general son los poderosos los que escriben su
historia, desde su perspectiva, ocultando muchos hechos
deshumanizantes.
8
Con relación a los revoltosos es de aclarar que no siempre
están equivocados, casi siempre los que actúan violentos en
contra del sistema establecido, están en busca de justicia
social. Como por ejemplo en El Salvador varias
comunidades salen a las calles y cierran los caminos con el
fin de protestar por la falta de agua potable, agotados todos
los medios legales, crean caos; pero su comportamiento no
es fortuito sino provocado por la falta del vital líquido para
la vida, que por semanas o meses se les es vedado.
2
 Los evangelios presentan la acción de
hombres y mujeres desde una perspectiva de las
víctimas9. Algunos personajes que subvirtieron el
mundo conocido como Juan el bautista y Jesús de
Nazaret serán los protagonistas de este bre escrito.
II. Juan el Bautista
Tanto Juan el bautista como Jesús, nacen
en un mundo con mucha injusticia: la sangre, la
muerte, las enfermedades terminales, la peste, la
opresión de parte de los poderes religiosos y
políticos… eran la evidencia de la
10
deshumanización que se vivía . Y como un
movimiento alterno, surgen desde las capas más
bajas de la sociedad, como una propuesta de vida,
siendo reconocido por el pueblo como portador
del mensaje de restauración, Juan apodado el
bautista. El movimiento del bautista no parte de la
comunidad del templo ni mucho menos del
palacio del rey, sino en el desierto, símbolo pleno
de dependencia del Dios de la vida.
Sus padres pertenecían a la religión
ancestral de su pueblo, los hebreos, de hecho
Zacarías era sacerdote y estaba casado con
Elizabeth según Lucas 1.5-13, la rectitud, la
obediencia a la ley de Moisés, que los padres de
Juan vivían, fueron su primera escuela. La
relación que Juan en su ministerio llegó a tener
con Jesús, no puede reducirse, en el sentido de que
Juan conoció a Jesús en el instante del bautismo,
ya que a estos dos personajes les unían lazos
familiares, de hecho
9 11
Aunque las enseñanzas cristianas que se han impartido a
las grandes mayorías de los países centroamericanos
presentan este hecho (victimas) de forma aislada o
simplemente se desconoce, no dándole la importancia o
relevancia que tiene en la historia del cristianismo.
10
Esto se evidencia por la acción de Jesús en favor de
los personajes excluidos por la religión, los políticos y la
familia, la sociedad completa se volvía en contra de los más
afectados.
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María, la madre de Jesús era pariente de Elizabeth,
según Lucas 1.36, y con fuertes lazos familiares
podemos decir que posiblemente eran muy
unidos11. La infancia y adolescencia de Juan y
Jesús debieron unirlos mucho más, donde
externaron sus ideales y experiencias de la vida
cotidiana con todos los que les rodeaban,
familiares, amigos y aldeanos. Además, debieron
tener un mismo maestro o "rabí" que les enseñó el
sendero de vida, probablemente haya sido el
mismo padre de Juan, por ser sacerdote o algún
maestro de la comunidad, ¿Galilea o Qumran?.
Aunque es imposible saber con seguridad, quien
fue su maestro, lo que no se discute es que hubo
alguien que trazó el camino, como todo proceso
de instrucción en su pueblo.
a. La gran decisión
Juan no es diferente a los hombres y
mujeres en común, debió pasar por una crisis para
decidirse al servicio para con Dios y para con su
pueblo. Los grandes personajes del Antiguo
Testamento, hicieron resistencia al llamado de
Dios, y en especial Moisés, que en diversas
ocasiones trató de evadir el sendero de vida o la
voz de Dios (Éxodo 3.10-14). Existe un detalle
evadido por la mayoría de los escritores bíblicos
en la actualidad12, y es que todos los personajes
que sirvieron a Dios, tenían como punto de
referencia (semejante a una espina incrustada en el
cuerpo) a los perdidos, a los afligidos, a los justos,
los pobres, los enfermos, los hambrientos… como
el caso de Moisés, donde el sufrimiento de su
Las visitas inesperadas de aquellas familias son
parecidas a las visitas que en Latinoamérica y en especial en
El Salvador, a los pobres no les interesa el tiempo como en
las “sociedades del primer mundo”, que todo lo programan
según su agenda y regularmente no tienen tiempo para
relacionarse con sus parientes.
12
Con nuestras reservas a los teólogos de la teología
de la Liberación y los hermanos de la Primera Iglesia
Bautista de El Salvador
3
pueblo hebreo, esclavo en Egipto por más de 400
años. Se puede decir que era el impulso del Señor,
por medio de la realidad de su pueblo, que le llevó
a tomar la gran decisión de hacer la diferencia y
trabajar en favor del reino de Dios; era testimonio
viviente de lo que le sucedía a su pueblo, era parte
de su historia, y por amor a Dios y a su pueblo
decide voluntariamente servir en medio de la
humanidad.
Juan con ojos y oídos de Dios conocía que
las condiciones de su pueblo no eran la más
favorables, por tal motivo debió existir una
"conversión", un volverse a favor de la Palabra de
Dios y en consecuencia en favor del pobre o
sufriente.
b. El maestro
Juan el bautista, fue llamado, en hebreo
rabí, que significa maestro (Juan 3.26), esto
representa, que el pueblo le había facultado13,
según las exigencias éticas de los hombres y
mujeres que buscaban a Dios: en las enseñanzas
de las Escrituras, en la práctica de la vida, en la
justicia, en el amor y la verdad. Como maestro
trata de ayudar a sus discípulos, que no eran un
par, sino incontables. A sus discípulos les enseñó
a ayunar (Marcos 2.18), a orar, (Lucas 11.1), pero
sobre todo enseñó a ejercer la justicia.
En su emblemático discurso se desprenden
las grandes enseñanzas y en especial el
"arrepentimiento", un abandono de una vida
injusta y el bautismo en agua, para certificar un
cambio de vida, que ya se había efectuado, por
medio del arrepentimiento.
13
No según el esquema estructural dominante de las
autoridades del templo, quienes eran los únicos facultados
para decidir quién era maestro y quién no. El caso de Juan
no está atado a la jerarquía de la comunidad del Templo sino
a Dios.
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En su ética de vida encontramos en el
Evangelio de Lucas 3.2-14, algunas frases que
reflejan la realidad de su tiempo y su aporte para
la superación de la realidad desfavorable que se
vivía:
“…frutos dignos de
arrepentimiento…, el que tiene dos
túnicas, de al que no tiene; y el que
tiene que comer haga lo mismo…a los
publicanos les dijo: no exijáis más de
lo que esta ordenado… a los soldador
les dijo: No hagáis Extorsión a nadie,
ni calumniéis; y contentaos con vuestro
salario”14.
El justo Juan, no pretendía con su acción
en el mundo, fomentar una jerarquía, como el caso
de algunas familias que se habían apoderado del
templo (Juan 18.13 y Hch.4.6), en compadrazgo
con los poderosos políticos, legitimando a los
dominantes. La influencia del poder político sobre
los asuntos de la religión era (y es), una cuestión
importante en la política romana, ya que por
medio de la religión se puede controlar una gran
parte del pueblo, haciéndolo sumiso a las
autoridades. R. Brown agrega: “En 47 a. C., Julio
César nombró al sumo sacerdote asmoneo Hircano
II etnarca por su ayuda en las guerras civiles
romanas, otorgándole autoridad sobre la mayor
parte de Palestina…”15
Juan no quería una vida similar como los
religiosos influyentes del templo, sino empoderar
a sus discípulos por medio de la enseñanza y la
acción de la Palabra, desde el Dios de la vida,
comprendiendo que el conocimiento bien
entendido sobre Dios y el mundo, trae liberación.
14
Santa Biblia Reina y Valera 1960, Lucas 3.8-14
15
Brown, R. E. (2005). La muerte del Mesias, desde
el Getsemaní hasta el sepulcro, tomo I. Estella, Navarra,
España: Verbo Divino. P.411
4
 Hoy no podemos contemplar la figura de
Juan como una persona aislada de la realidad que
afectaba a su mundo, su pueblo, y esto se
demuestra por medio de la vida que reflejó. Su
lugar de reunión era el mundo (Salmos 24.1-2),
creyendo que Dios no puede ser limitado en un
lugar específico16; su vida en el mundo
simbolizaba su negatividad contra el templo y de
sus dueños en Jerusalén. Su trabajo lo realizaba en
el desierto, su alimento dependía de lo que Dios
daba por medio del fruto de la tierra. Pero también
Juan enseñaba sin temor, a denunciar las
injusticias de los que se creían dueños de todo aun
de la vida de los hombres.
Además la presentación del mensaje de
Juan, y su exhortación al mundo incluía lo que el
cristianismo realiza a los convertidos en nuestros
días, o a los que han decidido seguir el Camino o
el Sendero de Dios voluntariamente, el bautismo.
c. El bautismo de Juan
El bautismo palabra griega baptizo, que
tiene un sentido de sumergir, cubrir, rito hebreo y
de otras religiones que representaban la limpieza
de las impurezas o pecados por medio del baño
con agua. El caso de Naamán17, el general del
ejército sirio cuando se zambulló en el Jordán para
ser sanado de la lepra.
Era conocido que los religiosos hebreos
realizaban baños de purificación para realizar las
ceremonias establecidas, de aquí que algunos
teólogos han abordado uno de los temas
importantes de la iglesia de hoy. J. Ratzinger se
queda corto al exponer que el bautismo es el inicio
de una vida diferente:
16
El mensaje del bautista refleja un mensaje anti-
templo, su presencia en el desierto testifica este hecho.
17
2 Reyes 5.10-14
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“se trata realmente de superar
la existencia pecaminosa llevada hasta
entonces, de empezar una nueva vida,
diferente”18.
El bautismo no tiene el poder para quitar
pecados, ni tampoco es el inicio de una vida
diferente, James Dunn aborda este punto de la
siguiente forma:
“el perdón de los pecados es
un producto o un resultado del
arrepentimiento… el bautismo de Juan
es la expresión del arrepentimiento que
trae como resultado el perdón de los
pecados…Hechos 3.19; 5.31; 10.43;
11.18; 13.38; 26.18”19.
Además agrega una cita del
historiador judío Flavio Josefo:
“…el bautismo de Juan no era
para pedir perdón por los pecados
cometidos, sino para la purificación del
cuerpo, cuando el alma se había
purificado previamente con una
conducta recta”20.
Cuando en el Antiguo Testamento los
israelitas se apartaban de los caminos de Dios,
los profetas surgían para volverlos al camino y
esto por medio del arrepentimiento:
“… los profetas los combatían y
llamaban al arrepentimiento sin el
ritual (por ejemplo Dt.10.16; 1S.15.22;
Jer.4.4, 7.3, 4; Ez.18.30, 31; Os.6.6;
Am.5.21-24). Porque aun entonces era
evidente que es el arrepentimiento el
que recibe el perdón, no el ritual…
pero la intención de Dios era que el
ritual y el arrepentimiento se unieran,
18
Ratzinger, J. (2007). Jesus de Nazaret. Ciudad del
Vaticano: Libreria Editrice Vaticana. p.15
19
Dunn, J. (1977). El bautismo del Espiritu Santo.
Buenos Aires, Argentina: METHOPRESS. p.22
20
Ibíd. p.22
5
 que el primero diera expresión vital a
este último, y que este diera significado
al primero… el bautismo de Juan era
en esencia preparatorio, no
iniciador”21.
En este sentido el bautismo es la
identificación pública, que su vida es
totalmente otra, y que sus ideales no son los
mismos que el mundo vive. Además el
bautismo le identifica con una comunidad en
particular, pero sobre todo lo identifica con
Dios y el prójimo.
Juan llama al arrepentimiento a sus
oyentes, lo hacía porque la condición del
mundo era deplorable: injusticia, desprecio,
exclusión, robo corrupción, opresión…
abonando más al conflicto, que los pobres,
también vivían un alejamiento de Dios y por
lo tanto deshumanizante, con su mismo
hermano, el pobre.
d. La muerte de Juan
El movimiento de Juan, subvierte la
visión de mundo que produce la pobreza de los
dominantes hacia los dominados y de los
dominados hacia ellos mismos.
Este movimiento no dejaba de tener sus
opositores, entre ellos estaban, los religiosos
que se habían extraviado del sendero de vida 22,
imponiendo cargas que ni ellos podían cargar y
los gobernantes que detestaban a los
“revoltosos”, encontrando en ellos síntomas
mesiánicos de liberación para el pueblo que
anhelaba libertad.
21
Ibid.p.23
22
En tiempos de Juan el bautista, se había revelado el
maestro de justicia construyendo una comunidad cerca del
Mar Muerto en Qumran, en contra del dominio religioso de
parte de los poderosos del templo, Juan era uno más de los
inconformes contra los líderes de su tiempo.
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Juan como profeta de Dios no
solamente se dedica a enseñar el camino de
justicia a su pueblo, sino también a denunciar
la mala práctica de los hombres que
sustentaban el poder, ya que ellos eran
considerados como representantes de Dios,
gobernando a los hombres, pero ese gobierno
no era muy humano, sus intereses eran
personales y sectoriales, y en ese sentido
permitían la corrupción, desde el más grande
hasta el más pequeño, desde el más rico hasta
el más pobre. La denuncia de Juan era mordaz,
su temor era Dios, no el hombre.
Juan decía a los líderes religiosos:
“Pero al ver que muchos fariseos y
saduceos llegaban a donde él estaba
bautizando, les advirtió: ¡Camada de
víboras! ¿Quién es dijo que podrán
escapar del castigo que se acerca?23
Al rey Herodes le dijo:
“La ley te prohíbe tenerla por esposa”24
La acción de Juan le llevó a ser odiado,
no por el pueblo, sino por el poderoso. La gente
acostumbrada a dejarse oprimir por el
poderoso, al ver que había alguien que se
enfrentara a los poderes temporales, se sentían
representados y con mucha más razón
examinaban que Dios no los había olvidado,
reconociendo en Juan a un profeta. Pero
Herodes quería matarle por señalar su pecado,
“viviendo con su ilegitima esposa-hermana-
sobrina”-25. Aunque la Biblia señala un pecado
de tipo moral, Juan debió hacer una crítica
23
Texto bíblico tomado de la Santa Biblia Nueva
Versión Internacional 1999 por la Sociedad Bíblica
Internacional. Mateo 3.7
24
Biblia Nueva Versión Internacional Mateo 14.4
25
Horsley, Op. cit., p.44; Mateo 14.5-12
6
política-económica, como lo hacían los demás
profetas del antaño a los reyes:
“excluyendo del juicio a los débiles,
atropellando el derecho de los míseros
de mi pueblo, haciendo de las viudas
su botín, y despojando a los
huérfanos”26.
Las intenciones del malvado ante la
injusticia cobra victimas, la sangre inocente
corre por las calles y todo por el miserable
placer que corrompe el corazón de los
hombres, especialmente de los más poderosos.
Juan es asesinado por Herodes, le
mandó a cortar la cabeza, escena dantesca,
presentándole a los poderes temporales la
cabeza del “agitador de las masas”, que lo
único que quería era justicia para los más
necesitados27. Desde ya se puede hacer una
idea del poder diabólico, aunque no es una
simple representación de fuerzas espirituales
negativas, sino de hombres malvados que
asesinan a los que estorban a sus intereses.
El poder temporal cree que asesinando a
las cabezas o líderes de ciertos movimientos
que apelan a la justicia, detendrán las ideas que
subyacen en el corazón del pueblo. Con el
asesinato de Juan el bautista, surge otro con un
mayor espíritu, Jesús de Nazaret. De hecho
Herodes creyó que Juan había resucitado; pero
fueron sus enseñanzas las que quedaron
impregnadas en el pueblo. Y al igual que Juan
Jesús es asesinado pero Jesús resucitó en su
pueblo, de ahí que cristianos.
26
Biblia Jerusalén 1998, Isaías 10:1-2
27
Marcos 6:27 “Y en seguida el rey, enviando a uno
de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan”.
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III. Jesús de Nazaret
Jesús de Nazaret, personaje más relevante
en los evangelios. Nacido por obra y gracia de
Dios en el ceno de un hogar humilde y
religioso. Con sus padres; José y María28,
descritos como justos, fueron su primera
escuela. Antes y durante la manifestación de
Jesús existía un mundo difícil, el cual María su
madre describe en el magníficat (el canto de
María):
“…desbarató las intrigas de los
soberbios. De sus tronos derroco a los
poderosos, mientras que ha exaltado a
los humildes. A los hambrientos los
colmó de bienes, y a los ricos los
despidió con las manos vacías…”29
El cántico de María manifiesta el conflicto
que vivían los pobladores y María representa al
pueblo sufriente de su época y su anhelo es que
el poderoso salga de sus tierras dejando a su
pueblo cosechar y disfrutar el fruto de la tierra.
Jesús nace en ese mundo real vivido y
descrito por su madre.
De la vida temprana de Jesús se conoce
poco, y razón hay, se habla de lo más
significativo de su vida, nacimiento, obra,
muerte y resurrección. Temas que se repiten en
todos los evangelios30.
28
Biblia Nueva Versión Internacional, Lucas 2.23-24.
En estos textos se reconoce el sector de procedencia de
Jesús, los pobres, la ofrenda de tórtolas o palominos era la
ofrenda de los pobres, según Levítico 12.8
29
Biblia Nueva Versión Internacional Lucas 1.46-55
30
Un escrito muy importante a considerar sobre los
años de la infancia de Jesús de Nazaret, es el libro de Aron
Robert “Los años oscuros de Jesús” Ediciones EGA, Bilbao
1991
7
 Aunque de manera somera Lucas revela
parte de su nacimiento31, y adolescencia”32, la
vida que Jesús vivió fue una vida cercana a su
pueblo, las charlas de los adultos o ancianos
contándoles las entretenidas historias de su
pueblo, reflexionaban sobre la Torah o TaNak,
instruyendo el corazón de los suyos (tradición
oral), pero también debió estar en medio de
alguna disputa entre los suyos y de cómo
llegaban a solucionar los conflictos…. además
es importante conocer que Jesús no desconocía
la realidad que se vivía, no vivía un mundo
ficticio, corroído por las ideologías, sino, en un
mundo natural, parecido a nuestros pueblos
latinoamericanos.
Jesús recibió educación como todos los
niños de su edad, y Lucas lo confirma:
“Jesús siguió creciendo en
sabiduría y en estatura, y cada vez mas
gozaba del favor de Dios y de toda la
gente”33
Jesús tuvo muchos amigos en su
infancia, y Juan el bautista debió ser uno de
ellos. Los detalles de la vida de Jesús, en su
niñez y adolescencia no se hallan descritos en
la Biblia, pero algunos relatos de su infancia se
encuentran en los evangelios apócrifos34, con
una influencia gnóstica. Esto nos da la pauta a
expresar que en el mundo cristiano no podemos
abordar a Jesús de manera plena, como un
biografía, sino más bien una parte de él.
31
Lucas 2.7
32
Lucas 2.41-47
33
Biblia Nueva Versión Internacional Lucas 2.52
34
Buscar más detalles al respecto, en el libro de
Aurelio de Santos Otero “Los Evangelios Apócrifos,
estudios introductorios y versión de los textos originales”.
Biblioteca de Autores Cristianos, 2005
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a. La gran decisión
Es importante señalar que Jesús debió
tener de 30 a 35 años de edad cuando decidió
servir al Padre de amanera más pujante en medio
de su pueblo. Aunque los evangelios no lo
describen, es muy probable que Jesús haya
meditado su decisión de servir al Dios de la vida,
tomando en consideración su mundo, sus
hermanos israelitas, sus padres, amigos; pero el
caso particular que debió influir en su vida fue el
caso de Juan el bautista. El ejemplo de integridad
y valor de Juan el bautista, y la brutalidad con que
fue asesinado, debió ser para Jesús uno de los
motivos más significantes para servir a su pueblo,
a Dios. De hecho Jesús tenía plena conciencia de
los poderes temporales (político-religioso), al
servicio de satanás y la memoria de las
atrocidades cometidas principalmente por sus
compatriotas religiosos auxiliados por el imperio:
¡Jerusalén, Jerusalén, que
matas a los profetas, y apedreas a los
que te son enviados! ¡Cuántas veces
quise juntar a tus hijos, como la gallina
a sus polluelos debajo de sus alas, y no
quisiste!35
Los evangelios presentan a Jesús
legitimando su decisión a la vista de sus
hermanos, su vida no estaba condicionada por los
ideales del mundo, caminaba con el Padre,
ejerciendo su voluntad. Aunque la decisión de
Jesús no era para que sus conocidos lo alabaran,
no buscaba la alabanza de los demás, si no hacer
la voluntad del Padre, que equivale a obedecer su
Palabra. El ejemplo de dependencia a la Palabra lo
encontramos en la tentación de Jesús y su repetida
frase “escrito esta”36.
35
BRV1960 Lucas 13.34
36
Mateo 4.1-11
8
 b. El maestro
A Jesús de Nazaret le llaman rabí que
significa maestro. Nicodemo (probablemente
fariseo), uno de los dirigentes judíos visita a Jesús
de noche y lo identifica como rabí37. Ser maestro
en tiempos de Jesús no era tarea fácil, las
comunidades, representaban una estructura ético-
religiosa que se encargaba de enseñar los
principios e historia de sus ancestros, teniendo
como baluarte el ejemplo de Moisés el cual
recibió la ley, este a la vez las repartió a los
ancianos y los acianos al pueblo y dentro del
pueblo estaban los padres que tenían que enseñar a
los pequeños, lo que habían recibido 38.
Jesús creció en sabiduría39, significa que
fue progresando su conocimiento, y con mucha
certeza debió haber tenido un maestro, como era
costumbre en su pueblo, es probable que haya sido
el mismo maestro de Juan el bautista, el que
transmitió el conocimiento a Jesús, pero se debe
considerar también que la tradición mandaba a los
padres a enseñar la ley, en este sentido el silencio
de José no debe ser considerado un silencio total
ya que en la vida misma de Jesús se encuentra un
profundo amor por el Padre, posible herencia de
José40.
Jesús de Nazaret, con mucha conciencia de
la realidad, y considerado por la comunidad como
un hombre recto, o justo, decide de manera más
palpable salir a la luz41, sin vacilar.
37
Juan 3.1,2
38
Deuteronomio 11.19
39
Lucas 2.52
40
Boff, L. (2007). San José, padre de Jesús en una
sociedad sin padre. Santander, España: SAL TERRAE.
41
Por supuesto que su salida a la luz tiene que ver con
el asesinato de Juan el Bautista.
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Su bautismo identifica
su compromiso con Dios y con el pueblo. De este
hecho, la mayoría de las iglesias que deciden
separarse de la gran iglesia católica romana, no
bautizan infantes, sino hombres y mujeres con
conciencia de la realidad, de la vida.
Jesús no recibió la denuncia de Juan como
a los demás líderes religiosos “víboras”, sino
como “cordero de Dios”, sinónimo de inocencia;
aunque este nombre que recibe, es un escrito post-
pascual, antes no se le reconocía de este modo42,
sino que fue una reflexión posterior a su muerte.
Pero la comunidad y el mismo Juan le conocían,
por eso llegaron a comprenderle de ese modo.
Jesús era considerado un maestro, pero no
cualquier maestro sino, uno con mucha sabiduría
superior a la de Juan y por lo tanto, Jesús debía
bautizar a Juan, de ahí la negación de Juan para
bautizarlo, pero es de rescatar la humildad de
Jesús al ser bautizado por Juan. También en la
vida de Jesús observamos que, discípulos de Juan
se anexan a la comunidad donde Jesús de Nazaret
es el rabí o maestro43.
c. Jesús es bautizado
El bautismo que recibió Jesús, no era para
quitar pecados, sino un acto o rito, a la vista de
hombres y mujeres de su pueblo que, legitimaban
tal acción. La comunidad estaba de acuerdo que
Jesús diera ese paso, porque su vida lo
demostraba; anunciando que estaba listo para
desempeñar la obra del Padre con mayor fuerza en
la comunidad, aunque Jesús, según su obra,
reconocía al mundo como su comunidad y así
debe de entenderse.
42
“varón profeta” Lucas 24.19; “rabí o maestro” Juan
3.2; “justo” Mateo 27.19; “hijo de Dios” Lucas 1.32…
43
Juan 1.35-37
9
 Los evangelios presentan el movimiento
como Juan el bautista como pre-cursor del
movimiento de Jesús, con gran impacto en las
comunidades, que se identificaban con Juan y su
mensaje, les hablaba en su idioma:
“Acudía a él la gente de
Jerusalén, de toda Judea y de toda la
región del Jordán”44
La mención de Juan es importante en los
evangelios, para hacer memoria de su
intervención en el mundo, pero también
porque las comunidades45 expresan la
presencia de Jesús, como una luz más intensa
que la de Juan.
El rio Jordán lugar donde Jesús fue bautizado,
no era único para el ritual, “Enón”46, era otra zona,
en este sentido no había exclusividad del lugar
para ser bautizado47.
A Jesús lo bautiza Juan, en este sentido es
importante mencionar que debe haber una persona
que bautice y que conozca al aspirante al
bautismo, de ahí la importancia de vivir en
comunidad.
Además debe existir una experiencia
previa con el Dios de la vida, y ser consciente de
la lucha contra las fuerzas del mal, como lo estuvo
Jesús y sus seguidores.
d. La muerte de Jesús
La muerte de Jesús no fue la voluntad de Dios,
sino la acción de hombres malvados que le
44
Biblia Nueva Versión Internacional, Mateo 3.5
45
Mateo, Marcos, Lucas y Juan
46
Juan 3.23
47
En la actualidad en El Salvador son rarísimos los
ríos que no tengan un grado de contaminación, por lo tanto
no es recomendable que los bautismos se realicen en ríos
sino en lugares preparados por cada comunidad en
particular, se le llama bautisterio.
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quitaron la vida (el mundo), la voluntad de Dios
fue la resurrección de Jesús y ante la injusticia del
mundo sobre-sale la justicia de Dios.
El camino que eligen los hombres de Dios no
es un camino lleno de fantasías, es la
confrontación con la injusticia que llena el
corazón de los seres humanos. Los profetas, Juan,
Jesús, y todos sus discípulos comprometidos por
la instauración del reino de Dios en este mundo,
tuvieron que pagar un gran precio, su vida.
Jesús tomó una postura bien definida en favor
de los débiles, los excluidos, aunque el mensaje
llegaba hasta lo más alto en los estratos sociales,
lo que significa que el reino no está lejos de los
poderosos, pero los poderosos tienen que tomar
una postura en bien del ser humano y apartarse de
ser esclavos de Capital, donde el hombre no es
reconocido por lo que es, sino que se vuelve un
utensilio para los intereses de los más pudientes.
Conclusión:
El cristiano de hoy debe estar muy consciente
de las injusticias que día a día acontecen en
nuestro tiempo, desde lo más básico, la familia,
hasta lo más complejo, los poderes establecidos,
como la religión, el poder político, el crimen
organizado, la corrupción, la deshumanización…
El bautismo en resumen es el acto que me
certifica ante mi comunidad, que soy una persona
que ama a Dios y al prójimo, que le sirvo a Dios
no por la fuerza sino por amor. Que tenemos
mucho por hacer en este mundo que espera que
surjan hombre y mujeres de verdad. Que nuestra
vida no nos pertenece sino a uno solo, a Dios.
La injusticia es nuestra enemiga, la justicia es
nuestra senda a recorrer, el amor y la verdad.
10
Bibliografía:

Biblia Jerusalén 1998

Biblia Nueva Versión Internacional 1999

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