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Santiago de Cali, Abril de 2016

Clínica y Estética – Grupo: 0025


Docente: Elsy González Velásquez
Integrantes: Laura Tamayo - 1125101
Angélica Salazar – 1123818
Lina Londoño - 1120548
Eliana Estupiñán - 1125068

Se danza para llegar a la libertad.

Deberíamos considerar perdidos los días en que no hemos bailado al menos una vez.
Friedrich Nietzsche.

Pensar en la danza es abrirse a un mundo con infinidades de beneficios tanto para el cuerpo como
para el alma, lo anterior si se ve desde una óptica simbólica y se le añade la importancia y el
sentido a ésta acción.

Desde tiempos muy remotos ha existido la danza, teniendo diferentes connotaciones sociales; a
modo de ejemplo, los hombres primitivos danzaban como forma de ritual y para cazar, en la
antigua Grecia, se asociaba a los ritos sagrados, ya que permitía la comunicación entre seres
terrenales y dioses, después fue un medio de expresión del espíritu del pueblo, de igual forma, en
nuestros días, se sigue presentando no solo en festividades, ni como una manera de congregación,
si no como un medio para manifestar la alegría y la vida, así, con la integración rítmica del
cuerpo y los sentidos se da origen a un movimiento, un movimiento que llena a las personas de
vida, se deduce que se danza cuando se esta alegre, se danza para dejar la tristeza atrás y se danza
para llegar a la libertad.

Lomelí (2015) desde una visión filosófica, enfatizando a Nietzche, afirma que bailando se llega a
la libertad, a la autorrealización; cuando se baila se unifica el cuerpo, las emociones, el tiempo y
el espacio, por ello, existe una sincronía donde se incluye el ritmo, de este modo, los
movimientos y la danza se encuentran en cada interacción humana, éstos pueden ser vistos desde
la mirada de los demás como una representación armónica o por el contrario el reflejo de un caos
interior.

Por lo anterior, cuando se danza “el ser humano no es ya un artista, se ha convertido en una obra
de arte” (De Santiago, L. s.f.) ; de esta forma, se habla de un posicionamiento más alto del
hombre que danza, ya que transgrede los parámetros sociales, esos aspectos que impiden que los
seres humanos experimenten su libertad, lo anterior desde una visión psicoanalítica, se
remontaría al ideal del yo y al yo ideal, cuando se danza las personas rompen con las leyes, el
super yo, la pesadez que los impide trascender, para encontrarse con su yo ideal, con lo que la
persona es en toda su esencia, Freud ya daba indicios sobre la danza como forma de expresión al
afirmar una frase memorable “el que tiene ojos para ver y oídos para oír puede convencerse de
que ningún mortal puede mantener un secreto. Si los labios están silenciosos, charla con la punta
de sus dedos; se traiciona por cada poro, por lo tanto la tarea de hacer consciente lo que se oculta
en el escondrijo más recóndito de la mente es un logro posible” (Fishman, 2015 citando a Freud,
1972) es un logro posible que puede manifestar en el cuerpo, por ello, “para Nietzche el bailarín
es el que sabe escuchar su cuerpo” (De Santiago, L. s.f.), escucha y teje historias coreografiando.

Diversos estudios afirman que la danza es una arte muy antigua, porque para realizarla no se
necesitaba un implemente externo, sino el propio cuerpo.

Por ello, la danza es una forma de expresión que da inicio a un camino donde los seres humanos
desde un recóndito lugar interior va abriendo espacios hasta llegar a lo tangible, mientras se
transita éste camino afloran diferentes emociones tanto negativas como positivas, que se expresan
mediante el cuerpo por movimientos; la danza es un arte que inscribe muchas otras más, como la
música, la puesta en escena, el juego con el cuerpo, etc. Por ejemplo, en los griegos, existe una
díada entre la música y la danza, así “la música le debe saber tocar al cuerpo y hablar para
incitarlo y que el responda danzando” ( De Santiago, L. s.f.)

De igual forma, la danza permite una comunicación, es un lenguaje, donde los pensamientos se
pueden materializar danzando, además de transmitir mensajes, insonoros para los oídos pero
visible.

Lo anterior abre un sendero para explorar la unión de danza y movimiento en la intervención


terapeuta, además de ser una herramienta importante para el que hacer del psicólogo en la que se
conjunta el arte con la ciencia como una forma de conocer las distintas realidades y concepciones
que el paciente tiene del mundo.

Danza movimiento terapia.

“Bajo el impulso de la alegría el hombre grito;


el grito convirtióse en palabras, pero éstas no fueron suficientes
y el hombre moduló las palabras en el canto;
luego insensiblemente fue moviéndose sobre el canto,
hasta que de pronto tradujo en el baile la alegría de la vida.”

Confucio.

Partiendo del aporte realizado por Isadora Duncan y Mary Wigman, donde el lenguaje expresivo
de la danza moderna y contemporánea permite al individuo crear nuevas formas de significar el
movimiento, y utilizar el cuerpo sin limitaciones técnicas, lo cual desarrolla la expresividad, la
espontaneidad y la creatividad de la persona. Además del interés de recuperar la conexión entre
mente – cuerpo (Rodríguez, R. M., 2011), lo cual permite dar inicio a la “danza-terapia”.

En la década de los años 30 y 40, en Estados Unidos comienza a surgir las primeras pioneras de
la danza movimiento terapia, las cuales destacaron la potencialidad de la danza como herramienta
terapéutica, identificando elementos que aportan al desarrollo personal hacia las personas que la
practicaban (Rodríguez, R., 2011). La danza tiene diversos efectos positivos para el ser humano,
por ello “la danza movimiento terapia apunta a la comprensión de la subjetividad a través de la
exploración del movimiento corporal ligado a la reflexión consciente de la experiencia”
(Fishman, 2005. p. 8).

Posteriormente, Marian Chace (1896-1970) considerada como la gran pionera del DMT,
estableció una metodología de trabajo dando paso a la creación de la American Dance Therapy
Association, basada en sesiones individuales y grupales destacando cuatro puntos fundamentales:
una relación terapéutica en movimiento, donde el terapeuta se involucra en el movimiento del
otro (reflejo empático) y le aporta un significado que ayuda a darle un valor a su experiencia; la
utilización de la narración verbal como un modo de reflejar el proceso individual o grupal; el
ritmo como una forma de organizar la expresión de pensamientos y sentimientos. Y por último,
el proceso grupal a través de la danza. (Rodríguez, R., 2011)

Por otra parte, “Chace toma las manifestaciones no verbales, considerándolas aspectos
comunicativos presimbó-licos.” (Fischman, D., 2005). Lo cual facilita la ampliación, expansión y
clarificación del movimiento y el significado que le otorga la persona, logrando la comunicación
y comprensión por parte del terapeuta con el paciente aceptándolo en un nivel profundo y
genuino.

Por lo anterior, la DMT se posiciona en el grupo de las artes creativas en psicoterapia como lo
son el arte terapia, la musicoterapia y el psicodrama. Puesto que permite, que la persona se
encuentre con su propia unidad psico-corporal (mente - cuerpo) orientada en la conexión entre
movimiento y emoción (Rodríguez, R., 2011), es decir, la persona por medio del movimiento
identificara aspectos de su propia vida, la forma como siente el cuerpo y su capacidades para
expresarse a través de este. Promoviendo, la integración emocional, cognitiva y física.

Finalmente, “la ADTA hace también hincapié en la necesidad de distinguir el uso de la danza
como medio puramente estético, educacional o de recreo” (Rodríguez, R., 2011), ya que, la DMT
como herramienta terapéutica, permite solventar los conflictos emocionales o psicológicos de la
persona por medio de la observación y análisis del movimiento, y posteriormente una
intervención psicoterapéutica.

Movimiento Autentico.
Movimiento Autentico.

El movimiento auténtico (MA) nace entre los años 60 y 70 con las investigaciones de Mary
Whitehouse, bailarina y pionera de la Danza Movimiento Terapia (DTM). Mary En sus
indagaciones por posibilitar un dialogo entre consciente e inconsciente parte de la técnica de la
Imaginación Activa creado por Jung ampliándola e incluyendo el cuerpo, el movimiento y las
sensaciones físicas. Disponible en:
http://www.integracionpersonal.com/articulos/movautentico.html.

“El movimiento auténtico surge a partir de la pregunta ¿Qué es lo que mueve a una persona desde
adentro?” (Ramírez, 2011, p. 4). Inicialmente, Whitehouse basándose en sus estudios de
psicología analítica y en su entrenamiento de danza moderna pensaba que la danza solo hacía
énfasis en la forma y en la técnica, y que no tenía un componente sustancial. Más adelante, Mary
empieza por motivo de su propia transformación a interesarse más en la persona que se movía,
que en la danza en sí misma; de esta forma se plantea el objetivo de liberar el impulso natural y
descubrir el movimiento auténtico en las personas. Con el concepto auténtico quería referirse a un
movimiento que no necesariamente seguía una estructura o una forma establecida. Así mismo,
con esta herramienta se quería resaltar la importancia de aprender a esperar ese impulso de
movimiento, en vez de hacerlo de una manera determinada.

De acuerdo con Mary (citada por Ramírez, 2011), “nuestro movimiento es nuestro
comportamiento; existe una conexión directa entre cómo somos y cómo nos movemos” (p. 5).
Estos estudios los realizó por medio de la terapia física y la indagación sobre la posibilidad que
tiene el individuo de conectarse con sus procesos corporales internos (interiorización, auto-
conciencia, auto-conocimiento) y sus vivencias.

Por otra parte, la práctica del Movimiento Auténtico se realiza generalmente entre dos
individuos, uno de ellos se mueve con los ojos cerrados, la idea es que busque impulsos que lo
lleven a moverse libremente y no de una manera que ya se encuentre establecida, el desarrollo de
este proceso va a depender de factores como el espacio en donde se éste y el de la persona, el
tiempo que se invierta, ya que el propósito es que la persona permanezca en un momento abierto
y receptivo frente a lo que el cuerpo quiere decir. La otra persona actúa como testigo, por lo cual
participa de una forma activa en la observación; en palabras de Mary (citada por Ramírez, 2011,
p. 5) “el que observa no solo ve al otro con carácter pasivo, sino se auto cuestiona, reflexiona,
auto descubre y auto conoce a partir de la experiencia del otro”.

A través de esta técnica se explora diferentes aspectos como imágenes, emociones, estímulos
espaciales o sonoros, también permite observar la manera en que influye la presencia del testigo
en la persona que se dispone a realizar los movimientos, de esta forma como observador se puede
identificar como la persona que se mueve va pasando por distintas facetas que se reflejan en sus
movimientos, un ejemplo de ello, es que si la persona se muestra quieta, hace gestos repetitivos,
se resguarda en una parte del espacio como una esquina, cruza los brazos y piernas o abre sus
ojos durante la práctica, probablemente la persona no está cómoda, siente vergüenza, miedo o una
necesidad de defenderse. Por lo anterior, se evidencia que el hecho de ser observado por otra
persona para un fin determinado no siempre es fácil, es por esto mismo que el papel de testigo es
indispensable debido a que el permite que la situación ocurra de otra manera, a través de su
propio cuerpo o de utilizar el lenguaje hablado para involucrar al que se mueve en un ambiente de
mayor confianza. Es relevante, entonces, que exista una colaboración mutua entre el que se
mueve y el testigo.

En relación a los principios del Movimiento Auténtico se encuentra que según Whitehouse
(citado por Ramírez, 2011, p. 7) resalta 5 puntos característicos:
1. Es un modelo orientado hacía el crecimiento humano
2. Está más orientado al proceso que a un tema específico
3. Se basa en la creencia de que el individuo puede conectar su subconsciente a través del
movimiento y que este proceso por sí mismo tiene valor curativo
4. Considera que el movimiento refleja a la persona
5. Promueve que el movimiento con conciencia produce cambios en la autopercepción.

Para finalizar, es significativo mencionar que la práctica del Movimiento Autentico como técnica
terapéutica posibilita dar el primer paso hacia el autoconocimiento ya que nos permite estar
conscientes y conectados con nuestro cuerpo, lo que facilita hablar sobre el mismo, de lo que
sentimos y lo que nos sucede.

Como conclusión es relevante mencionar que la danza como herramienta del que hacer del
psicólogo es enriquecedora, dado que, permite expresar por otro medio lo que le sucede
interiormente, si se avanza a otro estado, con la compañía del baile, se puede restablecer una
conexión entre cuerpo y mente , además por medio de la improvisación, una imaginación activa,
se logra llegar a la representación de un mundo introspectivo, ya en un momento desde un
enfoque sociocultural Vygotsky expresa “solo en movimiento el cuerpo muestra lo que es”
(Vygotsky, 1984, citado en Elejalde & Camera, 2002, p. 29)

Referencias bibliográficas

Carriera, A. & Elejalde, M. ( 2002). De la psicología a la danza. Una aproximación a los


requerimientos psicológicos para enfrentar las exigencies danzarias. Revista cubana de
psicología, 28 – 35.

De Santiago Guervós, L. (2016). Nietzsche y la expresión vital de la danza. Otra forma de


lenguaje (Fragmento) Disponible en: http://www.movimiento.org/group/grupo-danzabismal-
artesanos-de-la-danza/page/nietzsche-y-la-expresi-n-vital-de-la-danza-otra-forma-de-
lenguaje [Tomada el 16 de Abril - 2016)

Fischman, D. (2005). La mejora de la capacidad empática en profesionales de salud y la


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Argentina.

Fischman, D. (2005). Danza movimiento terapia. “Encarnar, enraizar y empatizar. Construyendo


los mundos en que vivimos”. I Congreso de Artes del Movimiento. IUNA (Instituto
Universitario Nacional del Arte), Buenos Aires. Disponible en:
http://www.brecha.com.ar/danzamovimientoterapia.pdf

Lomelí, N (2015). Nietzsche y Sócrates, dos amantes de la danza - Cultura Colectiva. [online]


Cultura Colectiva. Disponible en: http://culturacolectiva.com/nietzsche-socrates-dos-
amantes-la-danza/ (tomada el 16 de Abril - 2016)

Ramírez Salgado, A. I. (2011). Capitulo I. El movimiento como herramienta de comunicación.


Universidad de las Américas Puebla, Escuela de Artes y Humanidades. Departamento de
Artes. P 1-10. Disponible en:
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lda/ramirez_s_ai/capitulo1.pdfl

Rodríguez Cigaran, S. (2009). DANZA MOVIMIENTO TERAPIA: CUERPO, PSIQUE Y


TERAPIA. Revista Internacional On-Line / An International On-Line Journal, 1-20.

Rodríguez, R. M (2011). Uniendo arte y ciencia a través de la danza movimiento terapia.


Danzaratte: Revista del Conservatorio Superior de Danza de Málaga, 4-11. Disponible en:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3675957

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