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DIFERENCIAS ENTRE INFRACCIÓN Y DELITO TRIBUTARIO

En la doctrina extranjera el término genérico que comprende a la infracción


tributaria es el “ilícito tributario”, el cual comprende a las contravenciones
(actos ilícitos tributarios administrativos) y a los delitos tributarios (ilícitos
tributarios penales). La infracción tributaria no es falta ni constituye ilícito
penal. Su conocimiento y sanción corresponde exclusivamente a la
Administración Tributaria. Para el Código Tributario de 1996: “Toda acción u
omisión que importe violación de normas tributarias, constituye infracción
sancionable de acuerdo con lo establecido en este título” (artículo 164). Más
adelante
el artículo 172 precisa cuáles son las llamadas infracciones tributarias.
El artículo 172 del Código Tributario establece sanciones por infracciones
formales, es decir, incumplimiento de obligaciones formales. En la
valoración que realiza el Fisco sobre la conducta del infractor, no se toma en
cuenta la tendencia subjetiva del agente aunque esta provenga de
negligencia
o descuido, pues lo realmente importante para su determinación es la
exteriorización material de dicha acción.
Para un amplio sector de la doctrina, la única diferencia entre infracción
tributaria administrativa y delito es de tipo cualitativo, es decir existe, un
distinto grado de reprochabilidad. Para pasar al campo de la causalidad
jurídica a la fgura penal se tiene que establecer la existencia de la calidad
de contribuyente o responsable, para pasar de ahí a la cuantía de la
obligación tributaria, cuantía que consciente, voluntaria y maliciosa o
engañosamente se
pretende dejar de pagar defnitivamente.
De acuerdo a nuestra legislación tributaria entre infracción administrativa y
delito podemos encontrar varias diferencias, siendo las más importantes las
siguientes:

A. En cuanto al aspecto subjetivo.- En el delito tributario es


imprescindible
la existencia de una conducta dolosa manifestada a través del engaño,
el fraude, etc.; en cambio la infracción no es que carezca de este
elemento sino que su apreciación es irrelevante para su configuración
que es eminentemente objetiva.
B. En cuanto a la determinación de la responsabilidad.- En el delito
tributario tiene que probarse la intención del agente de infringir la
ley tributaria con el fin de no pagar definitivamente el tributo, valiéndose
de ardid o fraude. Mientras que la infracción determina objetivamente
la mera desobediencia, el simple quebrantamiento de la ley
tributaria, aunque provenga de negligencia o descuido en la cobranza
por ejemplo, del propio administrador tributario, el contribuyente
simplemente no pagó y por lo tanto su omisión constituye infracción
tributario-administrativa.
C. En cuanto a la naturaleza del sujeto activo.- En los delitos
tributarios
como en todos los delitos, solo podrá ser sujeto activo por ser susceptible
de pena o medida de seguridad, la persona natural, mas no la
persona jurídica. Por el contrario, en las infracciones tributarias, el sujeto
activo es el contribuyente que puede ser una persona natural o
jurídica.

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