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Corporación Universitaria Minuto de Dios

(Uniminuto)

Asignatura:
Proyecto de Vida

Actividad
Situación Problema

Presenta:
Yuly Natalia Sanabria Parada

Docente:
Judith Marcela Zablet Orozco
Colombia- Ciudad Barranquilla D.C. Noviembre
2019

La crisis humanitaria en La Guajira no da tregua

Ma
dres wayuu atienden a sus hijos hospitalizados en La Guajira, mientras que la Defensoría pidió la
atención al Gobierno Nacional.

Niños de la Guajira
La Guajira 08 de Abril de 2018
Este año han muerto 16 niños por desnutrición o causas asociadas a esta. Si la tendencia continúa,
se prevé que al finalizar 2018 los menores fallecidos serán más de 60, afirmó la Defensoría del
Pueblo. “Quiero tener agua potable fría”, fue la petición de una niña wayuu de la ranchería El
Paraíso, ubicada a 16 kilómetros de Riohacha, al defensor del pueblo Carlos Negret Mosquera,
quien estuvo recientemente en La Guajira. Es un deseo que tienen miles de indígenas que en su
mayoría viven de manera dispersa en esta hermosa y rica tierra que poco le han dado, pero
muchos les han quitado.

Son muchas las razones que se han expuesto en foros, debates, discusiones y diagnósticos por las
cuales estos niños mueren de hambre: la corrupción, la sequía, la migración venezolana, la
inseguridad alimentaria e incluso los usos y costumbres de la etnia wayuu, entre otras.

Sin embargo, el más determinante es la falta de agua potable en los territorios indígenas, donde se
abastecen para su consumo y preparación de alimentos de jagüeyes o pozos, muchos de los cuales
fueron construidos hace cerca de 60 años.

Según la Defensoría del Pueblo, el Gobierno Nacional ha llevado a cabo varios proyectos en La
Guajira en el marco de la Alianza por el Agua y la Vida, pero “los informes presentados no
evidencian los avances en la cobertura del acceso al agua potable de la comunidad wayuu”.

Igualmente, indica que se desconocen cuántas personas efectivamente están accediendo a esta
agua potable. “Para la entidad esto es un abierto desconocimiento de las órdenes judiciales y la
medida cautelar de la CIDH”, asegura el organismo.

Se refiere a varios fallos en los que se ordena al Estado proteger y velar por los derechos del
pueblo wayuu, especialmente los niños.

“Las cifras son catastróficas y los resultados demuestran que aún no se logra garantizar el
derecho a la vida y a la salud en condiciones plenas”, enfatizó y agregó que “con la tendencia que
tenemos este año, cuando van 16 fallecimientos por esta causa, al finalizar el 2018, tendremos 64
niños muertos por desnutrición, ¿y qué vamos a hacer para que esto no ocurra?”.
“Las muertes no han parado, porque cada semana estamos recibiendo el reporte de uno, dos y
hasta tres niños muertos por desnutrición”.
Miembros de una comunidad wayuu, durante el funeral de un niño indígena fallecido por
desnutrición.

Negret recomendó que en materia de seguridad alimentaria es necesario que se formule un plan
de acción a corto, mediano y largo plazo que garantice la disponibilidad de alimentos de calidad,
el acceso y consumo.

“En el abordaje del derecho a la salud se debe ir más allá del discurso ante la realidad encontrada
por la entidad. La cobertura de afiliación no ha logrado llegar al 100% de la población. Así
mismo, la Defensoría encontró que no hay insumos para medir el acceso en condiciones de
oportunidad y pertinencia a la población”, precisó.

Dijo igualmente que en la medida que no se cuente con sistemas de informaciones articuladas e
intersectoriales se dificulta la toma de decisiones oportunas por parte de las entidades que
intervienen y de la misma comunidad.

La Guajira, un buen ejemplo para pensar el sistema de salud


En una región donde predomina el desierto, en sus zonas rurales la temperatura puede llegar a los
42° centígrados, el agua es escasa, hay energía solo unas horas al día y en sus carreteras solo
pueden transitar automóviles todoterreno, vive alrededor de medio millón de colombianos,
muchos de ellos indígenas wayuu. Se los encuentra dispersos en sus rancherías, viviendo el día a
día cerca de sus muertos pero lejos de todo, de sus escuelas y de los servicios de salud.

Hasta La Guajira llegaron investigadores javerianos y de la Johns Hopkins Bloomberg School of


Public Health, de Baltimore, Estados Unidos, para identificar preferencias y percepciones de los
guajiros frente a los servicios de salud de los diferentes regímenes a los que podían estar
afiliados.

Encontraron que, si bien valoran seguros de salud que cubren a la familia, en los que pueden
elegir médicos y hospitales y acudir a especialistas en caso de necesidad, pareciera que no son
capaces de dar el paso del régimen subsidiado al contributivo, aun cuando cuenten con los
recursos necesarios para hacerlo.

Solución del problema:

1. Como profesional en seguridad y salud en el trabajo implementaría un plan de acción para


la salud de la comunidad.
2. Haría un proyecto de salud en el cuál llevaría a cabo los objetivos para la mejora continua
de esta población.
3. Desarrollaría estrategias en el cual, se garantice la buena alimentación de los niños
indígenas y así evitar la desnutrición y muerte de los mismos.
4. Haría auditorias en la cual, estaría pendiente de que los objetivos se llevaran a cabo.
5. Se harían charlas de salud para generar conciencia en la comunidad.
6. Se llevarían a cabo brigadas en las cuales con ayuda de todos los colombianos y países
que quieran colaborar a esta población wayuu, para generar insumos de alimentos y
medicamentos para mejorar la calidad de vida de esta comunidad.
7. Haría un proyecto de mejora en la calidad del agua potable, que todas las rancherías
indígenas tuvieran acceso a algo que no es un privilegio sino una necesidad.
Llevaría este proyecto a la alta dirección para que sea evaluado y aprobado para la
realización del mismo.

Bibliografía

https://www.elheraldo.co/la-guajira/la-crisis-humanitaria-en-la-guajira-no-da-tregua-479626

https://www.javeriana.edu.co/pesquisa/la-guajira-un-buen-ejemplo-para-pensar-el-sistema-de-salud/
 

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