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UNIVERSIDAD DE LA CUENCA DEL PLATA

Facultad de Psicología, Educación y Relaciones Humanas

Actividad Áulica:
Caso Daniel - Estructuración del Psiquismo

Fecha:
06/04/2020

Cátedra:
Psicología Clínica con Niños y Adolescentes

Docente:
Lic. Esp. Valeria Núñez

Adscripta:
Lic. Pamela Sena

Carrera:
Lic. en Psicología

Comisión:
B

Alumnos:
Castillo, Cintia
Diaz, Mayra
Mela, Lara
Paredes, Fabián
Riveros, Antonella
Zach, Fernando

1. Ubique la historia familiar de ambos padres.

La madre de Daniel es médica. Narra que tuvo muchas dificultades en el


vínculo con su madre (abuela de Daniel). Se refiera a ésta como una mujer
infantil y competitiva que siempre rivalizó con ella; y que ella era la hija
“preferida” de su papá. Comenta también que tiene un sobrino favorito de cinco
años (Ale), hijo de su hermano al que siempre tuvo mucha envidia, y que
siempre deseó que Ale fuera su propio hijo.

El padre de Daniel, por su parte, expresa que su madre era una mujer
violenta e intrusiva, siempre pendiente a que él satisficiera sus deseos: por
ejemplo, que comiera lo que ella le cocinaba. Le recriminaba también que haya
estudiado ingeniería cuando “ella quería un hijo médico”. A él siempre le irritó
profundamente toda esta violencia y que su propio padre nunca se haya
opuesto a ella.

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2. ¿Cuáles eran las manifestaciones que presentaba Daniel por las cuales se
decide la consulta?

Daniel sufría una perturbación del sueño que le impedía conciliarlo. De las
veinticuatro horas del día apenas dormía unas cuatro. El resto de las horas
lloraba y sometía a sus padres a una situación de mucha tensión hasta el punto
de quedar exhaustos, ya que ellos tampoco podían dormir ante esta situación.
Además, la madre comenta que Daniel manifestaba un apetito voraz, sin llegar
a calmarlo completamente después de cada mamada. Los padres deciden
consultar recomendados por el pediatra que había descartado cualquier
patología de tipo orgánica que estuviera provocando el trastorno. Decían “no
poder acertar” en lo que el niño requería, y haber probado diversas estrategias
y propuestas que las abuelas les habían realizado, todas fallidas. Esto les
provocaba mucho desconcierto y frustración.

3. ¿Qué le impedía a la madre ubicarse en un contexto empático?

Durante el análisis se observa que la madre realizaba los cuidados hacia el


bebé de manera mecánica: sostenía al bebé con dificultad, sin encontrar una
posición correcta que le permitiera estar cómodos a ambos y no lo acariciaba.
Existía además un acoplamiento displacentero con el pecho, donde la madre
impedía la mediación del chupete pero a la vez se le dificultaba el dar de
mamar. Esta dificultad “de contacto” imposibilitaba un encuentro suficiente
entra la madre y el bebé. La madre se justificaba en un “no saber qué quería
él”. Relata que para ella fue muy difícil pensar en tener un hijo ya que siempre
estuvo abocada a su trabajo, y que pensaba que la llegada de un hijo iba a
“llenar” todo su tiempo. Que durante el posparto sufrió terribles sensaciones,
dejada sola una hora en una sala apartada mientras esperaban a que se
desocupara la principal, llorando sin tener en claro qué le pasaba con una
mezcla de tristeza y odio que se le hacia incomprensible. Que muchas veces
esta sensación de hostilidad la volcaba a su hijo y se sentía culpable. Que
sufrió de unas lesiones en los pezones a los pocos días del nacimiento de
Daniel y que esto le dificultó darle de mamar. Que se sentía atrapada y
despojada de su propia vida.

Lo primero que emerge de este material es la imposibilidad de reconocerlo


como su propio hijo, y que se manifiesta con la confusión en el nombre: lo
llama a veces con el nombre de su sobrino Ale. Esto también delata la
imposibilidad de reconocerse a sí misma como madre y que explica la
sensación de extrañamiento y confusión que a veces atraviesa. Es importante
mencionar también que hay un monto de odio que insiste en ella y que funciona
como las primeras inscripciones en Daniel y se expresa en su discurso de
manera permanente remitiéndola directamente al vínculo con su propia madre.
Por otro lado, la intrusión del padre entre ambos tampoco facilita la función
materna, ya que él proyecta en su mujer la relación que tenía con su propia
madre violenta y que no quiere que se repita con su hijo. Es una falla conjunta
tanto en la función materna como en la paterna.

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Esto obtura la capacidad de la mamá -que plenamente no podría
considerarse función de madre- de metabolizar las necesidades y ansiedades
básicas de Daniel, de saciar su hambre ni de descargar a cero su motilidad,
devolviéndole una mirada pacificadora que le permita descansar del otro y de sí
mismo -ya que no hay función plena del otro ni proyecto de sí mismo-. Por lo
que se podría hablar de que esta dificultad para dormir se trata de un trastorno
ya que acontece antes de la posibilidad de poder constituir un psiquismo.

4. ¿Ocurre el trasvasamiento narcisista?

La precondición de “ser pensado” y “ser amado” que plantea Bleichmar no


se cumple, por lo que no puede hablarse de que exista un trasvasamiento
narcisista. La madre no puede investir libidinalmente a su hijo -lo que se
traduce en la imposibilidad de acariciarlo y sostenerlo- y tampoco pensarlo -no
lo nombra correctamente y expresa de manera literal que para ella “fue muy
difícil pensar en tener un hijo”-. No están dadas las vías colaterales por artificio
del narcisismo yoico materno, que permita que las pulsiones del bebé
adquieran otras formas de ligazón simbólica que habiliten la tramitación del
excedente de placer (llanto, hambre).

5. ¿Cuál es a técnica que utiliza Bleichmar? ¿Puede ubicar alguna


interpretación?

6. ¿Qué modificaciones se produce?

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