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"De modo que si alguno está en Cristo, nueva

criatura es…" 2 Corintios 5:17


Lección 5: En Adán

DEFINICIONES
En las últimas dos lecciones vimos cómo el
pecado entró en el mundo. En primer lugar, Satanás se
rebeló contra Dios y formó un reino opuesto al de Dios. Luego
Adán, cuando fue tentado, también se rebeló contra Dios.
Satanás dijo: "Yo haré" y puso su voluntad contra la voluntad de
Dios. Después Adán dijo en su corazón: "Yo haré" y opuso su
voluntad a la de Dios.
El pecado de Adán afectó cada parte de su ser: espíritu,
alma y cuerpo. El espíritu de Adán fue separado de la vida de
Dios. Su alma fue afectada por el pecado. Su cuerpo quedó
expuesto a la muerte física porque, "la paga del pecado es
muerte".
En esta lección veremos las terribles consecuencias del pecado de
Adán sobre la raza humana. Veremos la ruina completa
del hombre en el pecado.
¿Por qué debemos preocuparnos por Adán y lo que
le pasó a él? La razón es esta: que de Adán nació toda la raza
humana. Adán era diferente de todos los demás hombres en que
él era el primer hombre: la fuente de toda la raza humana.
Puesto que Adán fue el principio de la familia
humana, lo que le pasó a él afectó a la familia humana entera;
y por lo tanto, te afectó a ti y a mí. Dios no creó millones de gente
para poblar la tierra. Él creó sólo un hombre: Adán. De este
hombre nació toda la raza humana. Así que Dios mira a toda la
raza humana como nacida de Adán.
¿Cómo es que estamos en Adán? ¡Por nacimiento! Todos los que
nacen en la familia humana están en Adán.
¿Qué quiere decir estar en Adán?
Estar en Adán quiere decir participar de todo lo que Adán
era y de lo que hizo. Hay ciertas cosas que son verdaderas acerca
de cada persona que está en Adán. Las siguientes son cinco de
ellas:
1 Está separado de la vida de Dios.
2 Está en el reino de las tinieblas.
3 Es pecador.
4 Está bajo el poder del pecado.
5 Está condenado a muerte.
Ahora consideraremos cada una de estas cinco cosas para ver
cómo sucedió todo esto.
El pecado de Adán separó a los hombres de la vida de Dios.

El pecado separa de Dios. Cuando Adán pecó, quedó


aislado de la vida de Dios. Quedar separado de la vida de Dios es
estar muerto espiritualmente.
El pecado de Adán resultó en la muerte espiritual, no
sólo para él, sino para toda la raza humana. Todos los hombres
quedaron separados de la vida de Dios. ¿Por qué? Porque todos
los hombres están en Adán, es decir, que todos heredamos la
naturaleza pecaminosa de Adán.

El pecado de Adán llevó la raza humana al reino de las tinieblas.


Cuando Adán se rebeló contra Dios, se alió a Satanás,
el primer rebelde. Entró al reino de las tinieblas, del cual Satanás
es el gobernador. Así Adán quedó sujeto al poder de Satanás.
Puesto que Adán fue el principio de la raza humana, llevó a toda
la raza humana al reino de las tinieblas.

El pecado de Adán dio como resultado una raza de pecadores.


Así como fue creado por Dios, Adán era un hombre con
todo su ser centrado en Dios. Él amaba a Dios y quería hacer Su
voluntad. Dios era el rey en el trono de su corazón.

Después que Adán pecó, ocurrió un cambio en su corazón. En vez


de amar a Dios y desear hacer su voluntad, ahora Adán se amaba
a sí mismo y quería hacer su propia voluntad. Dios ya no reinaba
como Rey en su corazón. En vez de eso, su propio "YO" reinaba
en el trono de su corazón. Adán tenía ahora una naturaleza
pecaminosa.
Adán heredó su naturaleza pecaminosa y egocéntrica a sus
hijos. La Biblia dice que Adán engendró un hijo
a su semejanza, conforme a su imagen (Génesis
5:3).
El mismo Adán había sido creado a imagen de Dios, pero
engendró un hijo a su propia imagen pecaminosa.
En la lección 4 vimos la rebelión de Caín contra Dios cuando
rehusó adorar a Dios como Él lo había ordenado. Caín quiso
adorar a Dios según su manera. Más tarde demostró su
naturaleza pecaminosa cuando mató a su propio hermano.
Pero los efectos del pecado de Adán no tuvieron fin con
sus propios hijos. Adán era el principio de toda la familia
humana, y heredó su naturaleza pecaminosa a ella. La
desobediencia de Adán dio como resultado una raza de
pecadores. La Biblia dice:
Por la desobediencia de un hombre los muchos
fueron constituidos pecadores… (Romanos 5:19).

El pecado de Adán dejó a todos los hombres bajo el poder del


pecado.
Debido a que los hombres son pecadores, están bajo
el poder del pecado. La Biblia dice:
Todo aquel que hace pecado, es siervo (esclavo)
del pecado (Juan 8:34).
En el reino de las tinieblas, el pecado señorea como un rey, y
todos los que están en este reino viven bajo el poder del pecado.
El pecado de Adán trajo la muerte y la condenación a la raza
humana.

El pecado entró en el mundo por un hombre:


Adán, y la muerte llegó como resultado del pecado. La Biblia
dice:
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por
un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron (Romanos 5:12).
Después de la muerte viene el juicio
Después de la muerte, toda persona inconversa será juzgada por
sus pecados. La Biblia dice:
Y de la manera que está establecido a los hombres
que mueran una vez, y después el juicio (Hebreos
9:27).
Cada persona en Adán es culpable ante Dios. Algunas
personas piensan que son aceptables ante Dios tal como son,
pero Dios dice lo contrario. Él conoce el corazón de los hombres
y, en cuanto a la raza de Adán, Dios dice en Su Palabra:
No hay justo, ni aun uno: No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios; No hay quien haga lo
bueno, no hay ni aun uno … Por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios
(Romanos 3:10-12, 23).
Ahora comprendemos por qué la Biblia dice:
Os es necesario nacer de nuevo… (Juan 3:7).
¿Por qué es necesario que cada persona nazca de nuevo? Porque
cada persona ha nacido dentro de una raza pecaminosa que está
bajo la condenación de Dios.

Miremos otra vez el cuadro de cada persona en Adán:


1 Está separado de la vida de Dios.
2 Está en el reino de las tinieblas.
3 Es un pecador.
4 Está bajo el poder del pecado.
5 Está condenado a muerte.
Así vemos la ruina completa del hombre en pecado.
Debemos ver que cada persona en la raza de Adán está
condenada. Y no podemos excluirnos de la raza de Adán. El hacer
buenas obras, ser religioso, hacernos miembros de una iglesia,
nada de eso nos eliminará de la raza de Adán.
Para salvar a la raza arruinada de Adán, Dios tuvo
que hacer algo. Nosotros no podíamos hacer nada para salvarnos
a nosotros mismos, pero Dios nos ama e hizo algo maravilloso:
envió a Su Hijo al mundo para ser nuestro Salvador. La Biblia
dice:
…el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del
mundo (1 Juan 4:14).

El Señor Jesús fue crucificadopor nuestros pecados. Él


llevó los pecados de todo el mundo.
Dios no pasa por alto nuestros pecados; pero los perdona porque
ve la sangre de Su Hijo que fue derramada por ellos.
Por su muerte y resurrecciónel Señor Jesús hizo posible
que todo ser humano saliera de la raza pecaminosa de Adán y se
convirtiera en miembro de la familia de Dios. Por fe en el Señor
Jesucristo los hombres pueden nacer de nuevo.
Así vemos que la salvación de Dios está en una Persona: El Señor
Jesucristo. La Biblia dice:
Porque así como por la desobediencia de un
hombre (Adán) los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno (el
Señor Jesucristo) los muchos serán constituidos
justos (Romanos 5:19).
En la lección siguiente aprenderemos más acerca del Remedio
perfecto que Dios proveyó en Cristo.

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