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Romanos 5:12
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
En el mensaje del jueves pasado aprendimos que Adán fue creado a imagen de
Dios. Ya que salió de manos de su Creador, Adán no tenía pecado. Su naturaleza
era pura. No tenía ni siquiera la tendencia al pecado. Sin embargo, sí era posible que
Adán pecara porque él tenía libre albedrío. Era libre para decidir obedecer o
desobedecer a Dios.
Dios sabía que Adán necesitaba una esposa, así que hizo que Adán cayera en
sueño profundo. Mientras que dormía, Dios tomó una costilla del costado de Adán y
de ella formó una esposa para éste. Adán la llamó Eva, que quiere decir "madre de
todos los vivientes".
Dios bendijo a Adán y a Eva, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla… (Génesis 1:28).
Dios les puso en un jardín hermoso llamado "el huerto del Edén". El trabajo de Adán
era el de labrar y guardar el huerto.
En el huerto había muchas clases diferentes de árboles, pero dos de ellos eran
distintos de todos los demás
En el huerto había muchas clases diferentes de árboles, pero dos de ellos eran
distintos de todos los demás. Uno de éstos se llamaba "el árbol de la vida", y el otro,
"el árbol del conocimiento del bien y del mal". A Adán y a Eva se les permitía comer
libremente de todo árbol en el huerto, menos uno: El árbol del conocimiento del bien
y del mal. Dios les ordenó específicamente que no comieran de ese árbol y les
advirtió:
…el día que de el comieres, ciertamente morirás (Génesis 2:17).
Adán y Eva eran felices en el huerto del Edén y, tal vez, vivieron así por mucho
tiempo. Una cosa que gozaron en especial fue la comunión maravillosa que
mantuvieron con Dios, su Creador. Durante la frescura del atardecer, Dios llegaba y
les visitaba. Pero un día, ¡algo terrible pasó!
Satanás, en la forma de una serpiente, entró en el huerto y empezó a hablar con
Eva. Le preguntó: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
(Génesis 3:1).
Esa parecía una pregunta inofensiva pero Satanás tenía un plan malvado. Éste era el
de engañar a Eva para que desobedeciera a Dios.
Cómo engañó Satanás a Eva.
SATANÁS, EN LA FORMA DE UNA SERPIENTE, entró en el huerto y empezó a
hablar con Eva
Eva contestó:
Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está
en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis
(Génesis 3:2-3).
La declaración siguiente de Satanás era una mentira atrevida. Dijo:
No moriréis; sino que sabe Dios que en el día que comáis de él, serán abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal (Génesis 3:4-5).
Satanás no solo contradijo a Dios, sino también insinuó que Dios estaba reteniendo
algo bueno de Adán y Eva. Satanás le dijo que, al comer ese fruto, ella y su esposo
serían como dioses.
Eva tuvo que tomar una decisión. Dios había dicho, "Ciertamente moriréis". Satanás
ahora decía: "No moriréis". Eva tuvo que escoger a quién creer: A Dios o a Satanás.
Eva miró la fruta y pensó en lo que había dicho Satanás. Entonces decidió. Tomó la
fruta y se la comió. ¡Eva optó por creer a Satanás!
Cómo Satanás hizo pecar a Adán
El plan de Satanás para engañar a Eva había tenido éxito. ¡Ella realmente creyó a
Satanás! Fue engañada para que creyera una mentira. ¿Por qué fue engañada Eva?
Porque no creyó en la palabra que Dios había hablado. Nosotros también seremos
engañados si no creemos en lo que Dios ha dicho.
Pero eso no fue el fin del plan malvado de Satanás. Satanás también tenía el
propósito de hacer que Adán pecara. Sin embargo, esta vez Satanás no habló
directamente con Adán como lo hizo con Eva. En lugar de eso, dependía de Eva
para hacer que Adán desobedeciera a Dios. Eva le ofreció la fruta a su esposo.
Indudablemente ella le refirió lo que la serpiente le había dicho en cuanto al gran
poder que recibirían al comer la fruta.
Ahora, Adán tenía que tomar una decisión. Él sabía bien lo que Dios había dicho. Le
había dicho claramente que el resultado de comer el fruto sería la muerte, y no el
poder. Adán no fue engañado por lo que la serpiente dijo a Eva; él sabía que eso no
era la verdad. Sin embargo, tomó la fruta y la comió. ¡Adán había pecado!
¿Cuál fue el pecado de Adán? Su pecado fue la desobediencia. Desobedeció la
orden específica de Dios. Prefirió hacer su propia voluntad en vez de hacer la
voluntad de Dios. Al hacer esto, Adán se rebeló contra su Creador y siguió a
Satanás, el primer gran rebelde.
¿Qué pasó cuando Adán pecó?
¡El resultado inmediato de la desobediencia de Adán fue la muerte! Pero, ¿qué clase
de muerte? Fue la muerte espiritual. Sabemos que el cuerpo de Adán no murió en
seguida. Vivió por cientos de años después de su acto de desobediencia, pero murió
espiritualmente ese mismo día.
En la Biblia, la muerte siempre quiere decir separación. Todos sabemos lo que es la
muerte física. Es la separación del espíritu que está unido al cuerpo. Pero, ¿qué es la
muerte espiritual? La muerte espiritual es la separación del Espíritu de Dios del
espíritu del hombre. Eso es lo que les pasó a Adán y Eva cuando pecaron contra
Dios. Sus espíritus fueron separados del Espíritu de Dios; murieron espiritualmente.
Adán y Eva vestidos con hojas de huigera
Lo primero que notaron Adán y Eva después de haber pecado fue que estaban
desnudos. La Biblia dice:
…y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y
se hicieron delantales (Génesis 3:7).
¿Por qué es que Adán y Eva no necesitaban ropa antes de pecar? Porque habían
sido vestidos con la luz de la gloria de Dios. Ya que el pecado había entrado en su
vida, habían quedado separados de Dios, y la gloria de Dios los había dejado. ¡Adán
y Eva eran pecadores!
Dios pronuncia sentencia sobre Adán y Eva.
Tendrían que salir del bello huerto del Edén.
Aquel mismo día, al atardecer, llegó Dios en busca de Adán y Eva, pero ellos ya no
querían verle. En lugar de eso, se sentían culpables y se escondieron entre los
árboles del huerto. Pero realmente nadie puede esconderse de Dios.
Un Dios justo no podía pasar por alto el pecado de ellos. No podía simular que nada
había sucedido. Dios les dijo que se acercaran. Entonces pronunció Su sentencia
sobre ellos. Tendrían que salir del bello huerto del Edén. Desde ese momento, Adán
tendría que trabajar duramente para obtener su alimento de la tierra. Eva tendría que
ser obediente a su esposo y daría a luz a sus hijos con dolor. Aun la misma tierra
sería maldita por causa de su pecado.
Esa desobediencia de Adán y de Eva trajo para ellos y para cada uno de los seres
humanos que descenderían de ellos consecuencias físicas y espirituales, es decir
consecuencias terrenales y eternas.
Veamos cuales fueron esas consecuencias que ese primer pecado produjeron en la
raza humana y en toda la creación de nuestro Dios.
Veamos cuales fueron esas consecuencias que ese primer pecado produjeron en la
raza humana y en toda la creación de nuestro Dios.
Pero tenemos que saber que la única solución para ese temor y culpabilidad en
nuestra vida es experimentar el perfecto amor de Dios (1 Juan 4:18)
REFLEXION: tenemos que comprender que lo que el hombre y la mujer sufrieron
fueron consecuencias no maldiciones, pues Dios ya los había bendecido, Dios
maldijo a la serpiente (Genesis 3:14) y maldijo a la tierra por causa del pecado de
ellos (Genesis 3:17)