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sobre profesorado
principiante e inserción
profesional a la docencia
REPORTE DE INVESTIGACIÓN
Álvarez, Zelmira
DNI 11.990768
zelmira@copetel.com.ar
Porta, Luis
DNI 17.775.218
luporta@mdp.edu.ar
Sarasa, María Cristina
DNI 11.991.689.
mcsarasa@ciudad.com.ar
Grupo de Investigaciones en Educación
y Estudios Culturales
Facultad de Humanidades
Universidad Nacional de Mar del Plata
Resumen
distintos tipos de mentor: amigo, guía de carrera e intelectual, fuente de información. Esto
implica que ser mentor es desempeñar un papel, no realizar una acción.
Un aspecto importante es la pericia del mentor. Aunque éste no sea un profesor,
existe una conexión entre ser mentor y ser profesor, pues este último utiliza su
experiencia docente. Los mentores se consideran a veces profesores experimentados—
maestros o especialistas—, aunque el lazo entre mentor y protegido sea menos
jerárquico y más colaborativo (Monaghan y Lunt 1992). Aquí, las características del
experto incluyen flexibilidad; sensibilidad; representación cualitativa y profunda de
problemas; percepción de patrones significativos; fuentes de información ricas para
solucionar problemas; autonomía; capacidad rápida de cambio; capacidad de reorganizar
el pensamiento al experimentar disonancia y reflexión en la acción; entre otras.
La pericia no se adquiere linealmente, sino a través de itinerarios complejos. En la
investigación sobre mentores, la perspectiva narrativa (McEwan y Egan 1998) ayuda a
examinar el desarrollo de la pericia. En este caso, como se verá, los docentes
memorables identificados en la investigación parecen un “compuesto” de sus propios
mentores y memorables (Lasley 1996:64). Así, una manera de comenzar a preparar
programas de mentores es estudiar casos y narrativas para derivar lo que Connelly y
Clandinin (1994) denominan el paisaje del conocimiento personal y profesional docente.
Las narrativas de mentores y protegidos permiten compartirlas, reflexionar sobre ellas y
utilizarlas colaborativamente para ampliar la base de conocimientos de la formación
docente. El modo narrativo recupera las trayectorias de mentores en su complejidad
(Zeek, Foote y Walter 2001) porque la mayor parte de la evidencia disponible consiste en
anécdotas (Zellers, Howard y Barcic 2008).
En este contexto, este trabajo—enmarcado en una metodología interpretativa,
exploratoria y naturalista (Erickson 1997) —recupera aspectos formativos de las
biografías personales y profesionales de seis buenos profesores identificados por
alumnos avanzados de tres carreras de la Facultad de Humanidades, UNMDP. En los
relatos de vida (Goodson 2003) que estos titulares elaboran—y que nuestro estudio
reconstruye como historias de vida—surge con fuerza la noción de los mentores, guías o
modelos que estos protagonistas tuvieron durante su iniciación en la docencia y en la
investigación dentro de la universidad.
Discusión de resultados
una apertura a otros campos disciplinarios que yo no venía manejando…, y tuve un gran
maestro…”
Muchas de las inquietudes intelectuales de D2 fueron encontrando respuestas en
esos seminarios, con estos grandes expertos. D2 procuró la manera de capitalizar esos
aprendizajes en su trabajo en la escuela: “Cómo se hacía la bajada al aula… era mi gran
preocupación... Y esta persona además había escrito libros para la escuela primaria, y yo
empecé a hacer que la escuela comprara esos libros porque no eran de divulgación…”
Esta línea de trabajo llevó a D2 a especializarse en un itinerario de formación
delineado por los desafíos de su campo: “He leído muchos autores porque hice una
especialización primero en Buenos Aires… Después con toda la línea de…, que viene de
Estados Unidos y que trabajó allá en La Plata y… después fui a Brasilia a continuar el
trabajo con… y después seguí en BA con... Llegué a lograr que… viniera a Mar del Plata
y diera un curso en la universidad.”
Cuenta D3 que se formó en una universidad privada capitalina ya que su familia
prefirió un ámbito más protegido en medio de un clima marcado en 1966 por la Noche de
los Bastones Largos. Relata D3 que en su formación universitaria tuvo la oportunidad de
conocer muy buenos docentes, la mayoría de los cuales habían dejado la universidad
pública buscando un lugar por ese entonces más propicio para el desarrollo del
conocimiento. Menciona figuras importantes de la cultura nacional que habían sido
convocadas por [un docente de la universidad privada] a trabajar con él. Así describe la
figura del mentor que D3 reconoce como de gran impacto en su formación: “¡Sabía
tanto!… aprendí la actualización constante, él tenía una biblioteca impresionante y él no
era de [la disciplina], él era un escritor que era un abogado, por eso tenía la obsesión de
estar más actualizado que nadie… entonces tenía todo lo último y yo me leí media
biblioteca de ahí”.
D3 se refiere a una faceta del tutor muy reconocida por los discípulos: la
generosidad intelectual que facilita el acceso al conocimiento. Aquí se materializa a
través de una amplia biblioteca a disposición de los colaboradores. La figura del mentor
se repite en la propia historia de D3, quien al relatar aspectos de su forma de encarar la
enseñanza y la investigación, pone de manifiesto la manera en que comparte
desinteresadamente con sus alumnos y becarios sus avances en las lecturas teóricas e
investigaciones, socializando el conocimiento sin mezquindades: “Cambiamos los libros
de acuerdo a cómo estamos trabajando, lo que descubrimos, de golpe uno lee algo, [y
dice] “¡Ah, esto es para la cátedra!” Entonces eso hacemos mucho, vamos trayendo lo de
la excelencia inmediata y eso creo que lo sienten los alumnos”.
Bibliografía