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Dialéctica de la identidad nacional

ESTEBAN EMILIO MOSONYI

Identidad es el conjunto dialéctico ción, la apariencia de que estamos nave- permanece inalterable con el correr de
de especificidades - tanto objetivas co- gando a la deriva. los años. La persona humana cambia en
mo subjetivas— actuantes dentro de una Ninguna de estas improvisaciones cada fracción de segundo sin dejar de ser
sociedad, por pequeña que ella sea y por es totalmente falsa, pero todas ellas dis- ella misma. Durante su historia de vida,
menores que sean sus diferencias aparen- tan muchísimo de representar la verdad desde la infancia hasta la vejez, pasa por
tes respecto de otras colectividades. histórica o de ofrecernos una explicación transformaciones de mucho calibre, aun
Mucho se ha discutido reciente- coherente y articulada. Venezuela es siendo siempre el mismo individuo. La
mente en torno a la problemática de la una nación joven en su conformación personalidad es algo tan dinámico que
identidad nacional del venezolano y de actual, pero se cimienta sobre raíces mi- todo ser humano normal puede alber-
todo un conjunto de planteamientos lenarias. El mestizaje es real, mas en el gar en un momento dado pensamientos
íntimamente ligados, tales como especi- fondo no hace más que recombinar in- contradictorios y sentimientos encontra-
ficidad latinoamericana, mestizaje socio- gredientes previamente existentes. Lo dos.
cultural y otros tópicos. Primero que del nuevoriquismo y lo de la cultura del Si esto es así en el individuo hu-
nada es bueno señalar que estas discusio- petróleo son concreciones muy caracte- mano, con más razón observaremos que
nes no son gratuitas. Obedecen a una rísticas de la historia venezolana del si- las sociedades humanas son dialécticas
profunda necesidad de definir lo que no glo XX, que han alterado y desviado la —internamente contradictorias— y que
está definido, llenar un vacío colectivo marcha de nuestra sociedad, pero no al cambian sin cesar, preservando no obs-
sentido por casi todos, enrumbar a toda extremo de haber socavado totalmente tante toda su identidad. El venezolano
una sociedad por un sendero distinto de nuestra personalidad colectiva. de hoy es tan legítimo como el del si-
la rutina convencional e inerte por la Existe aún un país que se llama glo pasado o el de comienzos del pre-
que hemos transitado. Independiente- Venezuela y cuyos ciudadanos somos sente, aunque use automóvil, vea pelí-
mente de los resultados finales de la los venezolanos. Cada cual sabe a cien- culas en el cine o vote cada cinco años
búsqueda, el solo hecho de existir esta cia cierta si es o no es venezolano, salvo para elegir al presidente de turno. Sabe-
preocupación justifica con creces nues- algunos casos marginales que siempre mos que hay contradicciones antagóni-
tra dedicación al problema. se dan en cualquier colectivo. Un vene- cas entre un venezolano pobre y otro
Más no podemos entrar a caracte- zolano no suele tener dificultad en reco- multimillonario, las cuales tendrán que
rizar algo tan complejo como la identi- nocer a un compatriota en el exterior o resolverse históricamente a favor del
dad, sin enfrentar primero una serie de al extranjero en su propio suelo, aunque primero. Pero entre tanto ambos coexis-
preconcepciones que obstaculizan nues- este tenga muchos años en Venezuela. ten en el mismo espacio social y com-
tro entendimiento de todo cuanto este Es verdad que ni el idioma, ni la forma de parte ciertas características que los iden-
concepto pueda implicar. Es sintómá- comportarse ni la identificación viven- tifican como venezolanos. En otros ca-
tico que nada ni nadie haya podido apa- cial con el país son criterios absolutos sos las contradicciones no son —o al me-
gar el vivo interés que sectores crecien- para definir a un venezolano. Hay vene- nos no tienen por qué ser— antagónicas,
tes de nuestra opinión pública profesan zolanos que no hablan bien el castella- como las que se dan entre un oriental y
por este tipo de reflexiones. Pero como no y extranjeros que lo pronuncian con un zuliano o cualquier venezolano de o-
ha habido muchos intentos de minimi- acento caraqueño. Tenemos observacio- tra región del país.
zar y desviar el tratamiento del tema de nes análogas para cualquier otro criterio
todas las formas posibles, nos parece in- identificador. Pero todo esto no quita 3. LA IDENTIDAD NACIONAL NO
teresante rebatir en algunos puntos las a- que un venezolano reconozca casi infali- TIENE POR QUE PRIVILEGIAR A
berraciones más corrientes que hemos blemente a cualquiera de sus compatrio- CUALQUIERA DE SUS COMPONEN-
podido encontrar. A través de ellos se tas con sólo tener con él un trato sufi- TES ETNICOS
entreverán los mecanismos que mueven cientemente prolongado para disipar las Muchos creen equivocadamente
la diálectica de la identidad nacional. posibles confusiones o equivocaciones que quienes hablan de identidad tienen
iniciales. en mente solo la población indígena,
1. ES FALSO QUE EL PUEBLO VENE- Un venezolano normal no podrá descuidando totalmente la contribución
ZOLANO CAREZCA DE IDENTIDAD desprenderse jamás de las marcas de su i- de otras etnias. Otros se ponen e elucu-
Muchos tratan de esgrimir, sin ar- dentidad, aun cuando quisiera hacerlo. brar sobre si la identidad del afrovenezo-
gumentos de fondo, la inexistencia de En todo caso quienes lo rodean no tar- lano o del venezolano de origen hispano
la identidad nacional. Para ello se basan darían en descubrir su verdadera filia- es la que conlleva mayor dosis de auten-
en síntomas superficiales, no tan dif(ci- ción. ticidad. Lo cierto es que cualquier plan-
les de detectar. Se habla de que Vene- teamiento unilateral y exclusivista es
2. ES FALSO QUE HABLAR DE IDEN- necesariamente reductor. Es insostenible
zuela es un país joven y siempre cam-
TIDAD E IDENTIFICACION NOS RE- que lo venezolano sea resultado exclusi-
biante. Se recurre al argumento del mes-
MITA A LA NOCION DE LO UNIFOR- vo de lo indio, de lo negro, de lo hispa-
tizaje para sostener que somos una mez-
ME Y DE LO INMUTABLE no o de cualquier otra fuente étnica to-
colanza indefinible. Se echa mano de
todo un conjunto de constataciones co- Ni siquiera el individuo humano mada aisladamente.
mo la ideología del nuevorriquismo, la —prototipo de identidad biológica y psi- Es un hecho elemental que la Ve-
tendencia al facilismo y a la improvisa- quíca— es internamente homogéneo o nezuela de hoy es multiétnica y que por

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este concepto no debería haber discrimi- también indirectamente a través del bibles antes de la conquista de América.
nación alguna, por más que esta directriz mestizo, quien recoge una importante El cuadro se nos complica mucho más si
no se cumpla en la práctica. Es particu- herencia sociocultural autóctona más a esto agregamos el aporte europeo no
larmente oneroso el racismo que existe allá del mero cruce biológico. Cuando hispánico y el de distintas etnias asiáti-
contra el indio y el negro, fácil de poner por ejemplo el inmigrante italiano se cas.
en evidencia a pesar del manto ideológi- convierte en fervoroso creyente de Ma- El mestizaje sociocultural es aún
co de un presunto igualitarismo que lo ría Lionza, asume en realidad una reli- más importante que el biológico, una
encubre. gión mestiza pero enraizada en una me- vez hecha la salvedad de que las ideolo-
Ahora bien, si no existen etnias moria colectiva cuyos orígenes se retro- gías dominantes han pretendido siempre
más importantes o valiosas que otras, traen a la historia aborigen milenaria. opacar las contribuciones provenientes
también es verdad que la inserción his- de los pueblos no europeos en favor del
tórica de cada una de ellas en la forma- 4. PESE A LA I MPORTANCIA EXTRA- legado propiamente europeo y occiden-
ción de la nacionalidad venezolana es ORDINARIA DEL MESTIZAJE, LA tal. En este contexto el pensamiento po-
altamente diferencial. Los primeros mo- IDENTIDAD NACIONAL NO SE AGO- sitivista y tecnocrático rechaza no sola-
delos societarios integrales presentes en TA EN ESE PROCESO mente todo lo indoamericano y afroa-
lo que es hoy el territorio venezolano Es cierto y plenamente comproba- mericano sino hasta los propios aportes
son sin lugar a dudas, las sociedades in- do que una gran mayoría de la población ibéricos, ya que esa concepción práctica
dígenas. Este primer contingente pobla- venezolana actual es producto del mesti- un europocentrismo a ultranza donde
cional influyó de las más diversas mane- zaje de la población india con la hispana sólo salen favorecidas las culturas anglo-
ras en todas las sucesivas capas de pobla- y la africana, incluyendo en esta última sajona, francesa y alemana.
miento que se han venido agregando, a la guanche canaria. Se trata de un Sea como fuere, existe en nuestro
por lo cual la identidad del indio es tam- mestizaje tricontinental de característi- país un sector de opinión para el cual el
bién la proto-identidad del hispanoame- cas únicas y productor de tipos huma- prototipo del venezolano es el mestizo
ricano. El indio no sólo influye directa- nos absolutamente nuevos y muy varia- de habla hispana y con códigos cultura-
mente sobre los nuevos pobladores sino dos, desde luego absolutamente inconce- les desarrollados durante la colonia.
Dentro de esa visión —que proclama la
hegemonía de la mayoría poblacional-
el indio actual es un rezago del pasado,
el negro mantenedor de su cultura afro-
americana es un sub-producto "acciden-
tal" y "efímero", mientras que los nue-
vos inmigrantes no mestizados serían
si mples advenedizos, muy al margen de
la verdadera venezolanidad. Los repre-
sentantes más ortodoxos de esa corrien-
te ideológica exigen que todos —absolu-
tamente todos— se incorporen acelera-
damente al gran contingente mestizo de
lenguaje hispánico y cultura relativa-
mente homogénea si se descuentan cier-
tas particularidades regionales y locales.
En otras publicaciones hemos de-
sarrollado —"in extenso"— distintas l(-
neas de argumentación frente a esa pre-
tensión hegemónica de lo mestizo como
factor determinante. Para abreviar, aquí
diremos solamente que no hay nada más
empobrecedor y reaccionario que apli-
car una suerte de aplanadora cultural
que pretenda acabar con las legítimas
manifestaciones socioculturales de los
pueblos y comunidades indígenas, afro-
americanas y otras que no encajen en el
exclusivismo del mestizo "hispanizado".
Casi todos los países del mundo son
multiétnicos y pluriculturales, cuentan
con mayorías y minorías en su seno y
a menudo hasta las diferencias regiona-
les se ven muy marcadas.
Pero la coexistencia normal y ar-
moniosa de una gran diversidad de cul-
turas populares es perfectamente facti-
ble al no mediar mecanismos de domina-
ción económica, social y política. La
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manipulación y enfrentamiento de las
etnias como tales es producto de inte-
reses hegemónicos bien conocidos que
raras veces tienen algo que ver con la
dinámica interna de las culturas étni-
cas diferenciadas.
Por otra parte, pretender horno-
genizar las etnias para producir un tipo
humano uniforme es tan estúpido y pre-
cario como tratar de erradicar las dife-
rencias individuales entre los hombres
para promover la aparición de una per-
sonalidad única y estandarizada. En rela-
ción al mestizaje hay que agregar, ade-
más, que las culturas minoritarias no van
a ceder necesariamente por el solo he-
cho de producirse un mestizaje biológi-
co con la población mayoritaria. De
hecho tenemos en toda América cultu-
ras indígenas muy fuertes y estables cu-
yos portadores están bastante mestiza-
dos.
5. ES FALSO E INOPERANTE SITUAR
LA IDENTIDAD NACIONAL EN EL
PLANO DEL PRESENTE CON PRES-
patible con la práctica social. Por el con- llar mecanismos de defensa muy espe-
CINDENCIA DEL PASADO
trario, es una confrontación de fuerzas ciales, montados sobre actitudes de
Por un lado es verídico que las di- étnicas, regionales, locales y asociativas; frustración y agresión hacia los pueblos
versas identidades étnicas, locales, re- todas ellas impregnadas de su codifica- vecinos y hacia el extranjero en general.
gionales que se han dado y se dan en ción cultural propia cuyo origen se re- El sentimiento de identidad —lo-
Venezuela no se han articulado —hasta monta a nuestra historia precolombina, cal, nacional o el que fuere— entendido
la fecha— de manera suficiente para po- pero cuyo desenvolvimiento ha adquiri- en sus justos términos se afinca en la de-
der hablar de una identidad nacional do caracteres novedosos e inéditos du- bida valoración de los componentes in-
bien estructurada y plenamente perfila- rante los períodos de la conquista, la dividuales y colectivos, en la permanen-
da. Acabamos de expresar, en párrafos colonia y la neocolonia contemporánea. te codificación y descodificación del
anteriores, que existe la tendencia hacia El presente histórico —lejos de ser acontecer societario, en la coparticipa-
la conformación de una identidad diná- un corte transversal en el tiempo, como ción activa aunque diferenciada de to-
mica y múltiple que se basaría en la in- creen algunos historiadores positivistas— dos sus miembros, dentro de un deter-
teracción creativa entre comunidad y es el fruto evidentísimo de la confronta- minado sistema de convivencia huma-
región, región y etnia, etnia y nación. ción ' dialéctica, a menudo agónica, de na. El patrimonio colectivo hay que de-
Las identidades más restringidas y loca- todos los aportes societarios que han fenderlo con todos los recursos a nues-
les alimentarían a la más inclusiva que confluido en la Venezuela de hoy. La tro alcance ante cualquier amenaza pro-
seria la nacional, mientras que esta ten- historia es una pancronfa, ya que en ca- cedente del extranjero. Tal es el caso
dría igualmente un efecto enriquecedor da uno de sus momentos específicos es- evidente de la defensa irrestricta que
sobre las identidades particulares de ca- tá presente la carga acumulada del pasa- muchos venezolanos asumimos de nues-
rácter microsocial. do así como un abanico de expectativas tro territorio y nuestros límites terres-
Esta interrelación dialéctica entre y alternativas para el futuro tanto inme- tres y marinos, ante las pretensiones de
lo grande y lo pequeño —sin buscar des- diato como mediato. las oligarquías y gobiernos vecinos.
truirse mutuamente— es todavía un desi-
deratum, pero perfectamente factible, Pero conociendo la similitud étni-
hasta el punto de que está produciéndo- 6. ES INCIERTO QUE LA AFIRMA- ca y cultural que hay entre los pueblos
se ante nuestra mirada. Las comunida- CION DE LA IDENTIDAD NACIONAL de Venezuela y de otras naciones latino-
des indígenas, la población afrovenezo- CONSTITUYA, DE POR SI, UN PLAN- americanas, es contradictorio a nuestro
lana, las distintas regiones culturales del TEAMIENTO PATRIOTERO O CHAU- propio sentimiento, de identidad asumir
país, los barrios y urbanizaciones de las VINISTA posturas anticolombianas antiecuatoria-
ciudades, los sindicatos, gremios y aso- El chauvinismo es una exaltación nas o antidominicanas. Más aún, todo ti-
ciaciones de toda índole, pugnan por aberrante y fraudulenta de la identidad. po de identidad debe permanecer abier-
hacer sentir su presencia en el escenario Puede hasta encubrir la falta de una ver- ta al intercambio fructífero con las de
de las corrientes populares cuya dialécti- dadera identidad nacional bien cimenta- otros colectivos humanos, comunicán-
ca va moldeando y definiendo nuestra i- da y consolidada, en la medida en que se dose con ellos en todos los ámbitos del
dentidad nacional. apoya en la agresión hacia el otro en lu- quehacer humano sin por eso perder su
De manera que hablar de identi- gar de afirmarse a sí mismo. Pareciera originalidad ni su especificidad. En efec-
dad no viene siendo una mera aspiración que el patriotero, para darse cuenta de to, las etnias y naciones son tan abiertas
subjetiva, un hermoso deseo poco com- que es venezolano, necesitara desarro- que siempre es posible —con grandes res-

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tricciones, claro está—, cambiar de na-
cionalidad o de filiación étnica en el
transcurso de la vida de un individuo.
La sociedad venezolana puede rea-
lizar, en pie de igualdad, muchos inter-
cambios fructíferos con la sociedad
francesa, vietnamita o nigeriana, ponga-
mos por caso. Todo lo cual resultará a la
postre mucho más enriquecedor para la
experiencia humana universal, que el
tratar de reprimirlos y desprendernos
totalmente de nuestra creatividad y pa-
trimonio propios, únicamente para ser-
vir de receptáculo inerte a toda inunda-
ción de manifestaciones que nos inva-
den desde el exterior. Y lo que es mu-
cho más grave aún, la invasión tiene por
punto de partida casi siempre a los cen-
tros hegemónicos de un poder mundial
explotador, genocida, reductor y homo-
genizante en grado creciente.
7. NO ES VERDAD QUE LA IDENTI- Al pueblo venezolano, en su con- que llegan a convertir en letra muerta su
DAD NACIONAL SEA UN CONCEPTO junto, el proceso de colonización y neo- propio programa de gobierno. Cuerpos
POLITICAMENTE LIMITANTE. POR colonización lo ha hecho internalizar represivos que inhiben.de tal manera su
EL CONTRARIO, ASUMIRLA PLENA- una profunda verguenza étnica de sus identidad con el pueblo, que pueden lle-
MENTE EMS UNA EXIGENCIA IMPOS- orígenes, de su conformación y situa- gar a los peores excesos en materia de
TERGABLE DE NUESTRO PORVE- ción actuales, de sus potencialidades y asesinatos y torturas sin ser siquiera san-
NIR COMO PUEBLO perspectivas futuras tanto en el plano cionados. Funcionarios públicos que
individual como en el colectivo. Es co- manifiestan un perfecto cinismo frente a
Primero que nada, está suficiente- rriente y cotidiano minimizar tanto al los problemas de su competencia que se
mente debatido que la identidad nacio- indio como al negro y al mestizo, inclu- les plantean. Profesionales e investigado-
nal no está llamada a reemplazar sino a sive al hombre hispano-luso, frente a las res que menosprecian el estudio de su
complementar a la lucha de clases. Ade- supuestas excelencias del mundo anglo- propia realidad y cuando lo realizan
más, rechazamos toda pretensión de sajón. Por consiguiente el campesino ve- aplican teorías y métodos diseñados en
convertir a la identidad en un fetiche o nezolano es percibido como globalmen- otros países. Dirigentes obreros, campe-
en parámetro único, dominante o deter- te "inferior" al europeo, al igual que el sinos y estudiantes que desprecian y
minante para el devenir histórico de las obrero, el profesional, el pequeño bur- marginan a las mayorías que pretenden
sociedades y pueblos. Sabemos que la gués, el artista, el estudiante y el que representar. Gobiernos —incluso demo-
identidad, al igual que toda otra cate- fuere. El propio hombre de izquierda crático-representativos— que en sus ac-
goría, se inserta en lo societario total. —socialista convencido— desconf(a de s( tos contradicen expresamente los dere-
Por ello calificamos de barata a la pos- mismo como ente revolucionario y duda chos constitucionales fundamentales a
tura extorsionista y maniquea de for- del pueblo venezolano oprimido como la vivienda, al trabajo y a la vida misma.
mular falsas oposiciones entre "iden- sujeto de su propio destino en un proce- Con todo y eso, la gente aparenta apatía
tidad y lucha de clases", "etnia y cla- so de esta naturaleza. La subestimación y conformismo ante la ausencia de toda
se social", entre el "espíritu de cam- de los referentes étnicos hace perder de solución alternativa con visos de practi-
panario" y la "solidaridad universal vista la especificidad y la capacidad ac- cabilidad.
entre los pueblos". tuante de los pueblos latinoamericanos. Finalmente, la represión de la
Para poder desarrollar un marco Y si la propia vanguardia se deja desar- identidad inhibe en gran medida el sur-
de referencia universalista es un pre-re- mar tan fácilmente en sus pretensiones gimiento, expansión y triunfo de todo
quisito obvio articular esa universalidad transformadoras, ¿cuál no será el efec- movimiento contestatario. Hay much(si-
con toda la constelación de identidades to desmovilizador que el complejo de mos críticos del sistema quienes, debido
grupales y societarias que enmarcan al inferioridad étnica induce en nuestras a su inseguridad personal y al rechazo
individuo. Un científico social que se grandes mayorías? visceral que les han inculcado contra los
defina como "ciudadano del mundo" y Para concluir, constatamos que la demás, prefieren trabajar solos —o en
trate de borrar su filiación regional, étni- desvalorización de nuestra identidad na- pequeños grupos— antes que unidos y
ca y nacional tiene muy poca posibili- cional y étnica convierte a la domina- organizados. Y mientras ellos se celan y
dad de contribuir a la comprensión de ción político-económica y a la lucha de se destruyen mutuamente, Venezuela
una realidad específica y, menos aún, clases en verdaderos holocaustos etno- avanza a pasos agigantados hacia el de-
de participar en ella. Un sindicalista que genocidas en que los sectores en el po- sastre ecológico, la depauperación colec-
predique la solidaridad proletaria inter- der manipulan y destruyen sin ningún tiva, la dilapidación de todos sus recur-
nacional sin estar inserto en una lucha tipo de limitaciones a las clases y secto- sos, la despersonalización cultural, la
obrera específica de algún rincón del res oprimidos. He aquí algunos síntomas indiferenciación étnica y la incapacidad
mundo, corre el riesgo de practicar una claves: Mandatarios que irrespetan a tal histórica de asumir un proyecto colecti-
retórica sin arraigo ni trascendencia. extremo a las naciones donde gobiernan, vo.
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