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Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa

Curso de Ciudadanía e Interculturalidad

Actividad Virtual 02-III

APELLIDOS Y NOMBRES: Pezo Navarro, Marx Carmelo Junior

CONSIGNA:
En base a los videos sobre Racismo en el Perú
https://www.youtube.com/watch?v=VIlMI088wDc

y Migración en el Perú
https://www.youtube.com/watch?v=nMxjPZbfKtM

1.- Elabora un ARTÍCULO DE OPINIÓN sobre ¿Cómo la migración puede generar racismo?
2.- Desarrolla tu artículo en este mismo documento considerando como máximo 03 páginas (NO
incluida esta página) y luego cárgalo en el aula virtual en formato PDF.
3.- El plazo de entrega será indicado por el docente en la sesión de videoclase

DESARROLLO:

Discriminación: Racismo e inmigración en el Perú

Hay quienes dicen que los mayores crímenes de la humanidad se han realizado en nombre
de la fe. Sin embargo, dicha impresión es completamente errónea, los mayores indicios de
la brutalidad humana, se han manifestado en nombre de las diferencias. Esto debido a que
existe una tendencia sumamente arraigada en la idiosincrasia humana a temer a lo
desconocido, a lo ajeno, a lo externo, al otro. El trato entre ser humano a ser humano también
se ha visto marcado por dicha tendencia, la cual ha tomado un matiz incluso más deplorable,
ya que no se limita simplemente a desligarse del trato con el otro, sino que lo inscribe en un
marco ideológico absurdo en el cual otorga una determinada jerarquía dependiendo de
ciertos rasgos físicos como son el color de la piel del individuo. Ejemplo claro de ello, es lo
acontecido durante la época del nazismo y el holocausto, como en nombre del Darwinismo
Social, una pseudociencia que glorificaba determinados rasgos, se produjo uno de los
mayores genocidios de la toda la historia humana.
Lamentablemente, el Perú no es un caso aislado en la tendencia antes mencionada, sino que
el racismo ha estado presente a lo largo de toda su historia, hallando su mayor expresión y
sustento en la xenofobia de la que el peruano suele hacer una gala magistral. Pero, ¿en qué
se sustenta dicha xenofobia? ¿el Perú no es acaso el cúmulo de una mezcolanza de todas las
razas? ¿no es cierto que el que no tiene de inga tiene de mandinga? En dicho contexto, el
pensar en la existencia del racismo y la xenofobia puede parecer ridículo, e incluso existen
quienes defienden la imposibilidad de la existencia del mismo, sin embargo, la realidad nos
presenta un panorama distinto, dado a que día a día nos encontramos ante más casos y
manifestaciones de dicha problemática. Y es que sucede que, tristemente, el ser humano
presenta una capacidad increíble de encontrar manera de distanciarse y diferenciarse de otros
grupos en su lamentable afán de envanecerse de su supuesta particularidad y originalidad.

Es así que, en un País como el nuestro, donde la inmigración es una realidad constante, que,
en los últimos años, dada la crisis en Venezuela, se ha visto magnificada. Como resultado
de ello, en la idiosincrasia de múltiples individuos se genera cierta diferenciación, están
“ellos” y estamos “nosotros”, los que “siempre” estuvimos, y son ellos los que vienen a
quitarnos oportunidades, a aprovecharse de lo “bueno” que da el país. Tristemente, no son
conscientes en realidad que ese “nosotros” que defendemos con tanto ahínco, en algún
momento también tuvo que afrontar dicha realidad, dado a que lo más probable es que gran
parte de los antepasados de estos mismos individuos hayan sido también migrantes.

Y es en lo anterior, que encontramos otra sorprendente particularidad del peruano, que es


capaz de discriminar a otros peruanos, e incluso de discriminarse a sí mismo. Es común en
nuestro país el uso de determinadas denominaciones como “cholo”, “serrano”, “charapa”,
entre otras muchas, con acepciones y connotaciones claramente negativas. Se ve con malos
ojos no solamente al inmigrante extranjero, sino también a aquel que viene de determinadas
zonas de nuestro país, buscando también las mismas oportunidades que tal vez, en el pasado,
los abuelos y bisabuelos de aquellos que ahora discriminan también vinieron a buscar. Sin
embargo, no toda inmigración es vista con malos ojos, sino que la discriminación es
selectiva. No tratan de la misma manera al extranjero europeo o norteamericano, sino que
los rodean de un aura positiva, como si fueran la representación máxima del cúmulo de
virtudes anheladas, como si encarnaran los ideales del desarrollo y el progreso. Es allí donde
vislumbramos la capacidad del peruano para discriminarse a sí mismo, al menospreciarse
ante lo foráneo.
En conclusión, un país que se caracteriza por la gran variedad de diversidad y mezcla que
presente, tiene también entre una de sus mayores problemáticas a una manifiesta tendencia
discriminadora y xenofóbica aún persistente en la psique popular. Aún resulta común la
práctica de otrificar y diferenciar de aquel que, movido por la necesidad, llega a nuestro país
o a la ciudad en búsqueda de oportunidades. Quienes practican y predican dicho
comportamiento, se olvidan muchas veces de que, en realidad, muchos de los mismos
presentan sus orígenes y raíces en la migración misma. Son poco consientes, además, de las
bondades que pueden traer dichos procesos demográficos, dinamizando y revitalizando
nuestra economía, generando crecimiento y demanda. Eso no implica negar las
consecuencias que tiene el excesivo crecimiento poblacional, sin embargo, esa es una
realidad propia de todo proceso demográfico, sin importar si existe o no presencia de
migración en el mismo. Es por ello, que, si bien los procesos migratorios tienen como
respuesta el fortalecimiento de las prácticas discriminatorias, estas no presentan ningún
sustento real, sino que se basan simplemente en la tendencia humana de distanciarse y
diferenciarse de lo otro, de lo desconocido. Si a eso le sumamos la presencia de una gran
cantidad de prejuicios e ideas arraigada en el imaginario popular, nos da como resultado la
grave problemática que ahora vivimos.

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