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EL PROPÓSITO DE LA LEY

1. Varios pasajes hablan del propósito de la ley. Gálatas 3:19 enseña que la le fue dada "a causa de las
transgresiones". Así uno de los propósitos primarios de la ley fue hacer que los seres humanos estuvieran
conscientes de las distinciones entre lo bueno y lo malo, entre lo recto y lo incorrecto.
2. Una segunda razón relacionada con la primera se halla en 1 Timoteo 1:8-11, que enseña que la leyes buena
si uno la usa legítimamente. Del contexto se hace evidente que un uso legítimo de la leyera la restricción de
la maldad. Así al alertar a los seres humanos que algunas acciones son moralmente incorrecta, la ley sirve al
menos en algún grado como un inhibidor de la maldad.
3. Un tercer propósito de la leyes actuar como custodio para llevar a las personas a Cristo (Gálatas 3:22-24).
Al mostrarles su pecaminosidad, la ley sirve como guía o tutor. Les muestra que su única esperanza de
justificación es por medio de Cristo.
4. Un cuarto propósito de la leyes servir de guía para la vida piadosa. El contexto original de la entrega de la
ley siguió inmediatamente al compromiso de los israelitas de ser fieles a la verdad de Dios. La ley fue una
guía para revelar cómo ellos podían permanecer fieles a su compromiso mientras que eran rodeados por
todos lados por la idolatría y las naciones inmorales.
En el Nuevo Testamento igualmente, nunca se considera la obediencia como algo opcional en la vida del
creyente. Jesús dijo: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15). En Juan 15:10 se le cita diciendo:
"Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor" 1 Juan 3:9 enseña que un verdadero creyente no
hace del pecado la práctica de su vida, y toda la epístola de Santiago es dedicada a enseñar que la fe verdadera
resultará en una conducta piadosa. El motivo de la obediencia es el amor en vez del temor (l Juan 4:16-19), pero
la salvación por gracia de ninguna manera quita el hecho de que la obediencia a la ley moral de Dios es un
resultado intrínseco de la fe salvadora.
El creyente neotestamentario no está "bajo la ley" en tres sentidos: (1) él no está bajo la ley ceremonial porque
ésta se ha cumplido en Cristo, (2) él no está bajo la ley civil judía porque esa no estaba destinada a él, y (3) él
no está bajo la condenación de la ley porque su identificación con la muerte vicaria de Cristo lo libra de ella.
En resumen, entonces, la ley continúa desarrollando la misma función en el Nuevo Testamento que la que
desarrolló en el Antiguo. El malentendido de que la leyera en realidad un segundo medio de gracia se basa en
que los israelitas mismos entendieron mala ley de manera similar, y desviaron la ley de su propósito correcto
hacia el legalismo, tratando de ganar la salvación al guardarla. La evidencia bíblica parece apoyar la creencia
luterana de que la ley y la gracia permanecen como partes continuas e inseparables de la historia de la salvación
desde Génesis a Apocalipsis.

Romanos 7:7-9 7¿Es que acaso estoy dando a entender que la ley de Dios es pecado? ¡Claro que no!
La ley no es pecado, pero fue la ley la que me enseñó que en mí había pecado. Jamás me habría
dado cuenta del pecado que había en mi corazón, ni de todos los deseos perversos que encerraba, si
la ley no me hubiera dicho: “No darás albergue en tu corazón a los deseos impuros”. 8Pero el
pecado usó aquella ley que condena los deseos perversos para despertar en mí los deseos impuros.
Si no hubiera ninguna ley que transgredir, técnicamente nadie pecaría. 9Por eso, antes de entender
lo que la ley demanda realmente, me sentía bien. Pero cuando lo entendí, comprendí que había
quebrantado la ley y que estaba sentenciado a muerte por pecador. (BAD).
Gálatas 3:19a,24 19Pero entonces, ¿para qué se nos dio la ley? Fue algo que se añadió, después que la
promesa había sido dada, para mostrarle a la gente sus pecados… 24Digámoslo de otra manera: La
ley judía fue nuestra maestra y guía hasta que Cristo vino a justificarnos ante Dios por medio de
nuestra fe.
1Timoteo 1:8-11 8Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9conociendo esto, que
la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y
pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
10
para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y
para cuanto se oponga a la sana doctrina, 11según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí
me ha sido encomendado.

De estos pasajes podemos concluir que los propósitos de la Ley eran:


5. Según Gálatas 3:19 hacer que los seres humanos estuvieran conscientes de las distinciones entre lo bueno y
lo malo, entre lo recto y lo incorrecto.

6. Según 1 Timoteo 1:8-11, un uso legítimo de la ley era la restricción de la maldad. Así al alertar a los seres
humanos que algunas acciones son moralmente incorrecta, la ley sirve al menos en algún grado como un
inhibidor de la maldad.

7. Según Gálatas 3:22-24 actuar como custodio y guía para llevar a las personas a Cristo. Al mostrarles su
pecaminosidad, la ley sirve como guía o tutor. Les muestra que su única esperanza de justificación es por
medio de Cristo.

8. Servir de guía para la vida piadosa. El contexto original de la entrega de la ley siguió inmediatamente al
compromiso de los israelitas de ser fieles a la verdad de Dios. La ley fue una guía para revelar cómo ellos
podían permanecer fieles a su compromiso mientras que eran rodeados por todos lados por la idolatría y las
naciones inmorales.

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