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PRESENTACIÓN

El texto que ahora se ofrece al lector tiene por objetivo fundamental desarrollar uno
de los derechos fundamentales reconocidos por nuestra Constitución (sin mencionar los
Tratados Internacionales de Derechos Humanos): el derecho a la seguridad social.

Escribimos dicho derecho en minúsculas y no en mayúsculas porque entendemos


que el mismo no es un sustantivo (algo de lo que se puede predicar algo) sino que es el
predicado. Nos explicamos, no es que el derecho a la seguridad social sea algo que se
debe alcanzar o que es exterior a los seres humanos sino que es un derecho que es
intrínseco al ser humano, es parte de su ser. En este sentido, cuando hablamos del
derecho a la seguridad social, lo debemos de hacer en referencia al sujeto que lo posee. La
seguridad social es un derecho inherente al ser humano. El ser humano tiene el derecho
fundamental a la seguridad social: el ser humano es el sujeto, el derecho fundamental a
la seguridad social es el predicado.

Por otro lado, debemos resaltar el hecho de que en nuestro país el derecho a la
seguridad social, a pesar de estar reconocido en la Constitución, en la práctica es
grandemente afectado. Se han emitido en la última década, leyes inconstitucionales que
afectaron este derecho fundamental.

Nuestra preocupación, es dar a nuestros lectores, en la medida de lo posible,


elementos esenciales para poder entender la seguridad social como derecho fundamental.
Asimismo, agradezco la colaboración en la preparación del presente libro al Bachiller en derecho
JOSE MARIA PACORI CARI.
INTRODUCCION

1. EL ESTADO DEL BIENESTAR Y EL NEOLIBERALISMO


EL ESTADO DEL BIENESTAR Y SU CRISIS

El Estado del Bienestar resume el tipo de régimen político nacido después de la


Segunda Guerra Mundial. Su nacimiento es el resultado de un compromiso histórico,
social y político. La mejora de la situación de los trabajadores fue la contrapartida al
mantenimiento consentido del sistema capitalista. El ensanchamiento de la protección
social, permitía un aumento continuo de la demanda y un crecimiento sin recesión
inédito en la historia del capitalismo. El Estado del Bienestar corresponde al tipo de
reestructuración política y económica que surge en las sociedades avanzadas bajo las
condiciones de producción y consumo del “fordismo”. Se concreta en un conjunto de
políticas públicas destinadas a gestionar los procesos de crecimiento económico y
distribución de la renta.

Lo que se ha venido a denominar sistema de “pleno empleo keynesiano fordista” se


caracterizaba por:
- una división sexual de trabajo basado en altas tasas de ocupación masculina y la
dedicación de las mujeres a las tareas domésticas, profundizándose hasta comienzos
de los años sesenta el retroceso de la actividad asalariada femenina que se había
iniciado a finales del siglo XIX;
- una organización de la empresa basada en la fabricación en serie de productos
estandardizados, mediante una disciplina taylorista de un trabajo repetitivo y en
cadena.
- una política salarial basada en el incremento del poder adquisitivo mediante la
asignación a este objetivo de parte de los elevados incrementos de productividad,
gracias al desarrollo de la negociación colectiva y el sindicalismo.
- un sistema de protección social mediante el desarrollo de sistemas públicos de
sanidad, enseñanza y vivienda y la atención a los sectores excluidos del mercado de
trabajo, así como un sistema de pensiones que concedía rentas de sustitución
próximas a los salarios.1 A través de los mismos se realizaba una cierta corrección de
la desigualdad social producida por el funcionamiento del mercado y de esta forma
permitía hacer efectiva la idea de la ciudadanía social.2

Esta política tiene como fundamento económico la idea keynesiana de utilización del
gasto público como instrumento contra los ciclos económicos, a la vez que buscaba
modernizar el aparato productivo mediante una política industrial activa y que
mantuviese el pleno empleo. En este último objetivo jugaba un papel el recuerdo de las
convulsiones sociales de los años treinta, más aún en un contexto de fortaleza de la
Unión Soviética y de la amenaza comunista que se asociaba con ella.

A comienzos de los años setenta se inicia una fase recesiva de la economía


internacional que, más allá de los ciclos coyunturales, se caracteriza por una sustancial
reducción del crecimiento económico y el progresivo desarrollo del desempleo masivo y la
precariedad en el empleo. En este contexto, las clases dominantes se plantean la
necesidad de reducir substancialmente el Estado del Bienestar para recuperar las tasas
de beneficio anteriores.

La ideología keynesiana fue perdiendo terreno en beneficio del neoliberalismo, que


aparecía como el instrumento más apto para superar la fase recesiva. Para imponer tal
política el pensamiento neoliberal ha combatido - y combate - las ideas igualitarias
ligadas a la tradición del movimiento obrero, presentando a la economía de mercado como
el único sistema eficiente de organización social. La intervención estatal se presenta como
causa de todos los males. Se cuestionan los mecanismos de la “democracia económica y
social” de la postguerra y se desarrolla una visión de la sociedad reducida al mercado. Se
asigna a la política económica la función de garantizar el funcionamiento eficiente del
mercado, mediante la privatización de los servicios públicos y las empresas públicas
rentables. Cada vez resultan más difíciles de compaginar el principio de legitimación
mediante la protección social de la mayoría de la población con el principio de garantía de
funcionamiento eficaz y rentable del sistema económico. De forma creciente la función
fundamental que se asigna al Estado del Bienestar es la de garantizar que no estallen
conflictos sociales.

A partir de los años ochenta, con la crisis del modelo tayloriano-fordista, se producen
modificaciones en el acceso masivo de las mujeres al mercado de trabajo y las formas de
organización del trabajo para hacer frente a una competencia exacerbada (“el trabajo
flexible”). A estos cambios van ligados otros que al afectar al salario y su estructura,
repercutirán decisivamente el sistema de protección social. La norma neoliberal de
reparto de las ganancias de productividad consiste en la atribución de la casi totalidad de
las ganancias de productividad a los beneficios, de forma que así se satisfagan las
exigencias de unos mercados financieros que se han convertido en los principales
suministradores de fondos de las empresas. El salario directo se hace cada vez menos fijo
y más dependiente del rendimiento del trabajador o de la empresa, a través de las
políticas de “recontractualización” e “individualización” de los salarios y de “participación
en los beneficios”.3 Se tiende, como en el caso de los trabajadores “externalizados”, a
transferir la integridad del “riesgo comercial” sobre el trabajador: si disminuyen los
pedidos se reducen las tarifas o se rescinde el contrato con el trabajador seudo-
independiente. En el terreno de la protección social se consagra un sistema dual que
comprende una asistencia mínima para los desprotegidos y una sobreprotección para las
capas privilegiadas, que compaginan los derechos de los sistemas públicos de pensiones
con el acceso a la protección privada (beneficios fiscales incluidos).4

La fase actual tendría por objetivo adaptar los sistemas maduros de protección social
de la Unión Europea a la presión por la reducción de los costes laborales directos e
indirectos bajo el pretexto de la mundialización, la flexibilización máxima del mercado de
trabajo y la reducción de la intensidad protectora. Mientras el aspecto redistribuidor y
desmercantilizador del Estado del Bienestar sufre una contracción, y los más
ideologizados y radicales de los neoliberales llegan a plantear la desaparición del Estado
que dejaría lugar para una sociedad-mercado integral. Estas teorías, aunque no se hayan
puesto en práctica, han servido para la radicalización de las políticas neoliberales.

La política económica neoliberal ha conseguido victorias en varios terrenos. Así, ha


logrado una prolongada disminución de la inflación. Se ha producido un restablecimiento
de las tasas de beneficio que de porcentajes negativos en los años 70 pasaron a
porcentajes positivos de hasta el 15% para los principales países industrializados. Este
crecimiento se ha debido más a un descenso en el crecimiento de los salarios y/o al
incremento del desempleo mediante los procesos de reconversión industrial, que a un
incremento de la productividad. Otro terreno de “éxito” ha sido la reducción de los gastos
sociales: tras un crecimiento del 8,2% durante el período 1970-1979 (promedio para los
países de la OCDE) se pasó a un crecimiento del 1,6% durante los años 1979-1989. Como
resultado de esta política, se ha reducido la participación de los salarios en la renta
nacional en la mayoría de los países de la OCDE y se ha incrementado la pobreza en
varios países de la Unión Europea y en EE.UU. Sin embargo, el desequilibrio que provoca
en el reparto de las ganancias de la productividad, le plantea graves problemas para
obtener un crecimiento prolongado a largo plazo, en la medida en que resulta difícilmente
aceptable socialmente la agravación de las desigualdades.

Sobre el significado de conjunto del neoliberalismo se puede concluir, de forma


provisional ya que es un fenómeno aún inacabado, que el relativo fracaso económico del
neoliberalismo era y es simultáneo de su éxito social, político y cultural. El maximalismo
neoliberal ha proporcionado un mensaje radical, al proclamar abiertamente, sobre la base
del valor de la desigualdad social, la redistribución de los ingresos de los pobres a los
ricos. Aunque no se haya realizado en ningún país la integridad del programa neoliberal,
ello no implica su ineficacia. Como dice el marxista inglés PERRY ANDERSON, “fue
solamente porque la teoría neoliberal era tan intransigente, que gobiernos de derecha
pudieron llegar a políticas tan drásticas: la teoría neoliberal proveía, en sus principios,
una especie de temario máximo en el que los gobiernos podían elegir los items más
oportunos, según sus conveniencias coyunturales políticas o administrativas”.

2. LA MUNDIALIZACIÓN Y EL PENSAMIENTO NEOLIBERAL


La internacionalización de la economía ha ido estrechamente ligada a la política
neoliberal, proporcionando una coartada permanente para la puesta en práctica de las
políticas de recortes sociales.5 La utilización del término globalización – o mundialización
usado a menudo de forma equivalente - desde los años ochenta, no se presenta sólo en
términos de criterio interpretativo de la creciente multiplicación e interrelación de redes
productivas e informativas mundiales, sino que por parte de los medios políticos y
empresariales se propone como objetivo a alcanzar.

El argumento de la globalización juega el papel de pretexto para justificar las políticas


antisociales derivadas de las opciones de los empresarios y gobiernos europeos. Más que
sobre un desarrollo de las fuerzas productivas, la mundialización se desarrolla sobre la
base de la financiarización incontrolada. El Estado-Nación no desaparece con la nueva
fase del capitalismo, sino que más bien se opera un proceso de regionalización económica
–la llamada “Tríada”: Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, con sus respectivas
zonas de influencia- en la que cada Estado se esfuerza en defender a sus propias
empresas.

En todo caso, la puesta en práctica de una política social europea digna de tal
nombre, que tendiera a equiparar por arriba las prestaciones sociales en todos los países
de la Unión Europea, permitiría dar una respuesta cooperativa y progresista a la
extensión de los derechos sociales en el contexto de mundialización económica. Sin
embargo, la política social contemplada en la normativa comunitaria pesa poco en la
escena social de Europa. Los factores determinantes están fuera: en la construcción del
mercado único, en las políticas de austeridad que acompañan a la puesta en marcha de
la moneda única, en la manera en que son abordadas otras cuestiones distintas de la
llamada “cuestión social”. Así, el impacto de las reglas comunitarias sobre la competencia
con lo que implican para los servicios públicos (privatizaciones, reorganizaciones) es más
importante socialmente que el conjunto de las directivas comunitarias sobre el derecho
del trabajo.

El asunto es que los países más flexibles ejercen una fuerte presión sobre los más
“rígidos” y en lugar de proceder a una armonización sobre la base de las normas sociales
y fiscales de los países más avanzados, se produce el efecto de que la mala
reglamentación expulsa a la buena, “el mal capitalista expulsa al bueno”. El ejemplo más
claro, pero no el único, se da en materia fiscal: la desreglamentación financiera en
materia de ingresos de capital en un contexto de movilidad acrecida de los capitales hace
que éstos se desplacen hacia las zonas de menor imposición y fuercen a un movimiento
hacia abajo. Algo análogo sucede en lo referente a la normativa laboral. La consideración
del empleo como asunto de “interés común” efectuado por el Tratado de Amsterdam y las
medidas acordadas en la cumbre de Luxemburgo, en abril y noviembre de 1997, no da
razones para cambiar de opinión, en la medida en que su contenido fundamental insiste
en la orientación flexibilizadora y desreguladora. Resultado de la desreglamentación es el
conocido efecto de deslocalizaciones de las multinacionales hacia los países europeos de
mano de obra más barata y/o imposición más baja, con los riesgos de enfrentamiento
entre los asalariados. Los países de modelo “socialdemócrata” registran brechas
importantes en los sistemas de protección social y se produce asimismo una convergencia
regresiva hacia tasas medias de paro que durante los años de recesión económica han
superado los dos dígitos y alcanzado a casi todos los países. El “modelo anglosajón” de
capitalismo se hace cada vez más expansivo y se extiende la idea de que sus
prescripciones deben ser puestas en práctica de forma inmediata sin consideración
alguna por la cohesión social.

Es en el ámbito financiero donde más se ha desarrollado la globalización. La


magnitud del desvío de recursos a la inversión especulativa se puede apreciar con
algunas cifras. Actualmente (datos de 1995 según la Banca de Pagos Internacionales), en
los mercados financieros mundiales hay disponibles diariamente un billón cuatrocientos
mil millones de dólares, que se pueden mover de punta a punta del mundo gracias a los
avances en las telecomunicaciones y la informática, buscando rentabilidad a corto plazo.
La magnitud de estos movimientos monetarios queda aún más patente si tenemos en
cuenta que los intercambios comerciales internacionales de mercancías no superan el
10% de dicho valor, que algunos analistas reducen al 2%. Dado que la inversión
productiva es de mayor riesgo y genera unos beneficios menores y a más largo plazo, este
proceso se convierte en una espiral que se alimenta a sí misma, con el consiguiente
desvío creciente de recursos de la actividad productiva a la financiera, dándose la
aparente paradoja que algunos grupos cuya actividad industrial produce pérdidas,
aumentan su rentabilidad financiera, como la Renault en 1997: cuando anunciaba el
cierre de su factoría en Vilvoorde (Bélgica), se incrementaba la cotización de sus acciones
al 11,7%.

La debilidad de los mecanismos reguladores de los mercados financieros produce una


inestabilidad generalizada, sucediéndose incrementos espectaculares y estallidos de la
“burbuja” especulativa, como el que estamos conociendo.

3. RECORTE DE LAS PRESTACIONES SOCIALES


La reestructuración del Estado del Bienestar se ha realizado bajo dos tipos de
opciones políticas, la alternativa neoconservadora y la socialdemócrata. La opción
neoconservadora cuestiona los derechos sociales a los que se hace depender de la
disponibilidad de recursos financieros, se convierten en meros “intereses legítimos” y
excluidos por tanto de los derechos de ciudadanía. No sólo se propone una reducción
cuantitativa de las prestaciones sino que paralelamente se reducen las garantías. Por su
parte, los gobiernos socialdemócratas, con diferencias de grado según los países,
utilizando su influencia en el movimiento sindical han llevado a cabo políticas
materialmente neoliberales, en particular en materia de Seguridad Social y fomento de la
previsión privada.

En el debate sobre las relaciones entre lo público y lo privado para el aseguramiento


de los riesgos sociales, la opción privatista no sólo se defiende por la explosión del gasto,
debido a la evolución demográfica y del empleo -aunque utilice de forma destacada esta
argumentación-, sino también por razones de eficiencia económica.

La reducción de las prestaciones sociales6 y la privatización de las mismas se


presentan como exigencias del crecimiento económico y la creación de empleo. Se
presume que hay un conflicto entre la eficiencia económica y la equidad: la redistribución
progresiva de la renta, debida al incremento del gasto social, al afectar a la renta de las
rentas más elevadas, estaría disminuyendo la capacidad de ahorro y con ello de inversión
de las economías. Sin embargo, tales conclusiones no tienen base. VICENÇ NAVARRO ha
examinado una serie de estudios que acreditan que la mayor desigualdad no ha
entrañado un crecimiento del empleo sino la extensión de la miseria. Las políticas
neoliberales propias de Reagan y Thatcher, además de disminuir la equidad, supusieron
una reducción del ahorro, la inversión, un menor crecimiento de la productividad y del
empleo. El mismo Banco Mundial reconoció en su informe de 1991, World Development
Report, que “no existe evidencia de que el ahorro dependa de la desigualdad social, o que
ésta conduzca a un mayor crecimiento económico. En realidad, la evidencia apunta a un
sentido contrario, es decir, que mayor desigualdad lleva a menor crecimiento económico”.

CAPITULO I
LOS PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL
En primer lugar la seguridad social debe tener en cuenta que “el sujeto de su
preocupación, y de sus afanes, es el hombre un ser digno, libre, permanentemente
acuciado por ideales que tienden al desarrollo de su persona, a su plena realización. Esto
quiere decir que sin menoscabarlo como ejecutor y administrador de su propio destino, y
el de su familia, debe recibir los auxilios de la comunidad que integra para afrontar todas
las alternativas que pudieran comprometer sus recursos habituales.”7

Estos principios son los caracteres mínimos que debe reunir la seguridad social. 8 Y
pueden ser divididos en dos grupos:

1. LOS QUE SE REFIEREN A LA PRESTACIÓN EN SÍ MISMA, QUE SON:


1.1 El Principio de Universalidad, que consiste en la tendencia a suministrar las
prestaciones de seguridad social a todas las personas.9

1.2 El Principio de Internacionalidad, que deriva del principio de universalidad. Por


este principio una persona y particularmente un trabajador y su familia, que se desplaza
de un país a otro por razones de trabajo o por cualquier otra causa deben tener derecho a
recibir las prestaciones de la seguridad social allí donde se encuentren y a añadir a su
récord de trabajo o cotizaciones el tiempo de trabajo acumulado en otros países para no
sufrir una reducción de sus pensiones u otros derechos, cuando este requisito es exigible.

1.3 Principio de Integralidad. Consiste en que las personas deben tener acceso a
todas las prestaciones que les sean necesarias para defenderse de los riesgos sociales y la
necesidad.

1.4 Principio de Uniformidad. Tiende al otorgamiento a todos los beneficiarios, de


prestaciones semejantes en calidad y cantidad. Las prestaciones deben bastar para
neutralizar adecuadamente los riesgos en función de la necesidad.10

2. LOS QUE SE REFIEREN A LA ORGANIZACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL, QUE SON:


2.1 Principio de Solidaridad11, consiste en que todas las personas de la sociedad
tienen el deber de contribuir a financiar las prestaciones de seguridad social. De este
modo, las personas capacitadas para el trabajo, o con recursos suficientes para
contribuir, suministran, en cada momento, los recursos que las personas incapacitadas o
necesitadas reciben como prestaciones para beneficiarse.

El profesor VÍCTOR DANIEL ALVAREZ señala respecto de este principio lo siguiente: “Ya
hemos explicado que la solidaridad constituye el basamento de la protección, o del
auxilio, diríamos, puesto que este sentimiento permite tomar el problema individual del
individuo, como en un problema de toda la comunidad. Al acudir en ayuda de quien la
está necesitando, el cuerpo social, indiscutiblemente, está asegurando su propia
protección, está ayudándose a sí mismo.”12

2.2 Principio de Unidad, presupone que todas las prestaciones de la seguridad social
deben ser suministradas por una sola entidad o por un sistema de entidades entrelazadas
orgánicamente y vinculadas a un sistema único de financiamiento.

La unidad de gestión permite, en efecto, una mejor planificación , dirección,


coordinación, organización y control, y la economía en los gastos de administración.

Respecto a la subsidiariedad y autonomía, el Profesor JORGE RENDON VASQUEZ señala


que no parece que tengan la categoría de principios, porque parecen de necesaria
universalidad.
Por la subsidiariedad la seguridad social sólo debe acudir en auxilio de las personas o
de las entidades cuando ambas no puedan resolver sus problemas o satisfacer sus
necesidades con sus propios medios. Esta situación se da en aquellos países capitalistas
en los que el seguro social es privado o está a cargo de entidades autónomas, a las cuales
se considera que el Estado o entidades de mayor alcance deben auxiliar cuando sus
recursos son insuficientes.

El profesor VÍCTOR DANIEL ALVAREZ señala que: “La subsidiariedad del Estado es todo
principio de la seguridad social en la actual organización del sistema, pues ello permite
compensar, mediante la solidaridad colectiva, la insuficiencia de la protección que
pudieran recibir importantes sectores de la población”.13

Por la autonomía se postula que la entidad o las entidades de seguridad social deben
ser independientes del Estado en diverso grado, darse su propio estatuto, autogobernarse,
proveer a su financiamiento con recursos propios. Resulta una manera de defender los
recursos de la seguridad social de determinados gobiernos e impedir que los sustraigan al
cumplimiento de sus fines, cuando la protección está limitada a los trabajadores y sus
familias.

Cuando la protección se extiende a toda la población, la tendencia es darle la


responsabilidad de suministrarla al Estado.

CAPITULO II
LA SEGURIDAD SOCIAL

1. CONCEPTO Y TIPOS DE SISTEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL


La Seguridad Social surge como una técnica de resolver los riesgos sociales
originados por la revolución industrial, que otras técnicas tales como el ahorro, la
beneficencia, la mutualidad y el seguro privado no podían atender de forma mínimamente
satisfactoria.14  Su antecedente inmediato son los Seguros Sociales, que se iniciaron en la
mayoría de los países europeos a finales del siglo XIX y la primera parte del siglo XX. En
su primera etapa abarca sólo a los trabajadores manuales y de menores ingresos, para
irse extendiendo progresivamente al conjunto de los asalariados y a profesionales y
autónomos.

Los seguros sociales surgen para cubrir cada riesgo social aisladamente: enfermedad,
vejez, invalidez, cargas familiares... y se organizan de forma separada por cada necesidad
cubierta. Se financian mediante cuotas abonadas conjuntamente por los empresarios y
los trabajadores o solamente por los empresarios (cuando la situación de necesidad se
deba a riesgos profesionales), aunque en una evolución posterior los Estados empiezan a
asumir una parte de la financiación.15 Los seguros sociales son escogidos por el
movimiento obrero de forma preferente a las formas de protección asistenciales, 16 por
cuanto que en éstas la necesidad de probar el estado de necesidad era visto como una
humillación, mientras que los seguros sociales eran considerados como un salario
diferido al que se tenía derecho como consecuencia del trabajo.17
La Seguridad Social en sentido propio surge en los años treinta y cuarenta de este
siglo (el término se usa por primera vez en la Ley de Seguridad Social de los Estados
Unidos en 1935) y supone una superación de los sistemas de seguros sociales en varios
sentidos:18
- se incrementa la aportación estatal en la financiación.
- se introducen pensiones mínimas garantizadas, lo que implica una diferencia con el
método de los seguros sociales de estricta correspondencia entre cotizaciones y
prestaciones.
- junto a las prestaciones económicas, se incluyen prestaciones de servicios, no sólo
recuperadoras sino también preventivas.
- los riesgos se gestionan conjuntamente y su gestión se publifica.

2. TIPOS DE SISTEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL


Se distinguen históricamente dos tipos de sistemas:

2.1 Los Universalistas o Asistenciales


El título de inclusión es la ciudadanía, a veces unida a la carencia de rentas. Se
financian mediante impuestos. Sistemas de este tipo han sido el inglés, diseñado después
de la Segunda Guerra Mundial por una de las figuras en la historia de la Seguridad
Social, WILLIAM BEVERIDGE, el neozelandés y los escandinavos. Se financian mediante
cotizaciones uniformes e impuestos e inicialmente proporcionaban prestaciones
uniformes. En el caso de Inglaterra lo limitado de estas prestaciones ha conducido a que
sean complementadas por prestaciones de empresa y sector, basadas en el ahorro forzoso
de los asalariados y sin participación de los actores nacionales-estatales de la relación
salarial. Las prestaciones se gestionan por la administración fiscal para los sectores de
menor poder adquisitivo de los trabajadores y por la industria financiera para las
prestaciones complementarias del resto.

Las situaciones de privación de empleo no son cubiertas según este modelo por los
empresarios, sino por los poderes públicos a través de ingresos mínimos. La distribución
de los ingresos es confiada al mercado y una cierta redistribución -escasa en Inglaterra,
más elevada en los países escandinavos- es confiada al Estado. La falta de un sólido
anclaje salarial en el modelo inglés de Seguridad Social le origina una permanente
incapacidad para escapar de la asistencia pública.19

2.2 Los Contributivos


Son aquéllos que se entroncan de forma más nítida con los Seguros Sociales. El título
de inclusión en el sistema se basa en la realización de una actividad profesional. La
fuente principal de financiación está constituida por las cotizaciones basadas y
proporcionales a los salarios y que son abonadas por empresarios y trabajadores. Se les
suele llamar también como continentales, en la medida en que los sistemas más típicos
de este tipo son el francés y el alemán. Estos sistemas están orientados hacia el
mantenimiento, cuando sobrevenga un riesgo como el accidente o la vejez, del nivel de
ingresos de que se disponía con anterioridad. Así pues, proporcionan prestaciones
proporcionales al ingreso al que reemplazan, a menudo con un límite máximo para la
cuantía de las prestaciones, paralelo a otro límite para las cotizaciones. 20

Si el nivel de prestaciones es elevado, como ha ocurrido hasta hace poco en el sistema


francés, se hace innecesario el ahorro de los trabajadores y la redistribución mediante la
fiscalidad. En este tipo de sistemas la protección social es de tipo salarial: junto al salario
directo, la cotización es un salario indirecto mediante la cual cada grupo social de los
asalariados -jubilados, enfermos recupera las cotizaciones de los activos ocupados bajo
forma de prestaciones, sin necesidad de previa acumulación en ahorro, ya que son
inmediatamente distribuidas. En estos sistemas el salario juega el papel de elemento de
distribución que en los sistemas anglosajones desempeñan la redistribución mediante
impuestos y el ahorro salarial.

La respuesta a las necesidades derivadas de la carencia de rentas ofrece una


plasmación importante de la lógica de respuesta de los diferentes sistemas de Seguridad
Social. En el último período está surgiendo un importante debate sobre si estas rentas
deben ser “incondicionales”, es decir con independencia de la disposición de acceder o no
a un trabajo asalariado o estar condicionadas a la imposibilidad de acceder al mismo.

La defensa del carácter incondicional de las rentas mínimas conduce a una


disociación definitiva entre el derecho al ingreso y el derecho al empleo, considerado como
obsoleto por sus defensores, en general sobre la base de considerar la “pérdida de
centralidad del trabajo” o la optimista tesis de “El fin del trabajo”, por usar el título del
famoso libro de J. RIFKIN. Estos proyectos favorecen el desarrollo de antagonismos entre
los asalariados, entre los estables y los precarizados, en la medida en que se atribuye a
los primeros la financiación de los ingresos de los segundos.

Esta posición obvia que la solidaridad social sólo es sólida cuando se basa en la
homogeneidad de la condición de los asalariados, se construya ésta sobre la base de la
cotización (modelo francés) o por un sindicalismo fuerte que consiga un Estado de
Bienestar con un alto componente desmercantilizador sobre la base de una fiscalidad
muy progresiva y el pleno empleo. Este ha sido el caso de los países escandinavos.
Elementos del modelo -hoy cuestionados- eran la centralización de la negociación
colectiva y la alta tasa de afiliación de los sindicatos, el desarrollo de los servicios públicos
personales que permitía un empleo muy elevado y en particular una alta tasa de actividad
de las mujeres. Por estas razones parece mejor solución que el aseguramiento de rentas
mínimas se centre en una política radical de pleno empleo, mediante la reducción del
tiempo de trabajo y de forma complementaria mediante el desarrollo de prestaciones de
desempleo, sin requerirse la previa cotización de cada desempleado.21

CAPITULO III
EL DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL
De acuerdo a la Constitución Política es deber del Estado asegurar a los trabajadores
y a sus familias las condiciones económicas de una existencia digna y además, asegurar a
los habitantes de la República el bienestar económico y la justicia social. 22

En cuanto concierne al personal de la Administración Pública, el Estado está en la


obligación de proporcionar a sus servidores los medios de vida decorosos al final de su
carrera, procurándoles la debida protección, cuando como consecuencia de su invalidez,
vejez o muerte, cesa la percepción de sus salarios y se produce el consiguiente perjuicio
económico para sus familias;

De esta manera, es considerable el aumento que anualmente se opera en el rubro de


las clases pasivas, lo que evidencia la necesidad de implantar un nuevo sistema que
garantice la protección del servidor público en la forma indicada, y este nuevo sistema
sólo puede ser viable, mediante la participación de los mismos servidores en el
financiamiento de las prestaciones a que tengan derecho y en la administración del
referido sistema;

En consecuencia, para el debido cumplimiento de las obligaciones estatales y


garantizar su eficacia en el otorgamiento de las prestaciones de que se ha hecho
referencia, es necesario crear una institución oficial autónoma, que a la vez que tenga a
su cargo la administración de las pensiones, centralice el trámite de las mismas y maneje
como recursos propios los fondos destinados al pago de ellas, provenientes del Estado y
de los asegurados comprendidos en el sistema.

1. NATURALEZA Y OBJETIVO DEL INSTITUTO


Se hace necesario la creación del “Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados
Públicos” como una entidad oficial autónoma de derecho público, con personería jurídica
y patrimonio propio, que tendrá por objeto el manejo e inversión de sus recursos
económicos destinados al pago de prestaciones, para la cobertura de los riesgos de
invalidez, vejez y muerte, de los empleados públicos, en la forma que se prescribe en esta
ley.23

El Instituto gozará de exención de impuestos, tasas y de cualquiera otra clase de


contribuciones fiscales y municipales, establecidas o por establecerse, que puedan recaer
sobre sus bienes muebles o inmuebles, sus rentas o ingresos de toda índole y
procedencia, y sobre las operaciones, actos jurídicos, contratos o negociaciones que
realice; y, en general, de toda prerrogancia o franquicia concedida a la administración
central.

2. DEFINICIONES
Dentro de las definiciones que se deben tomar en cuenta tenemos las siguientes:
a) Empleado Público: Dentro del cual podemos distinguir al:
• Empleado Administrativo, que es todo empleado público o municipal incluso el
funcionario, que recibe remuneración por sus servicios al Estado, y;
• Empleado Docente, que son los educadores escalafonados o no que desempeñen
cargos de docencia, dirección en centros educativos, supervisión y orientación
educativa y vocacional y los cargos de técnica pedagógica en los niveles educativos
parvularios, básico, medio, superior no universitario y especial.
b) Asegurado: Empleado comprendido en el sistema nacional de pensiones y que
participa en su financiación mediante cotizaciones.24 
c) Aportaciones: Pagos periódicos, proporcionales a los salarios básicos, a cargo de los
organismos del gobierno central, instituciones oficiales autónomas o semiautónomas
y municipalidades.
d) Cotizaciones: Pagos periódicos que hace el asegurado, proporcionales al salario básico
que recibe.
e) Pensionado: Asegurado o derecho-habiente que goza de una pensión.25
f) Derecho-Habiente: Persona a quien trasmite el asegurado el derecho a recibir una
prestación.
g) Pensión: Prestación en dinero, con periodicidad mensual, que reciben los asegurados
o derecho-habientes, de acuerdo al Sistema de Pensiones.26
h) Prestaciones: Asignaciones o pensiones que se otorgan por ley.27
i) Asignación: Pago en dinero en forma de capital y por una sola vez, que recibe el
asegurado o derecho-habiente, de conformidad a las normas y requisitos de ley.
j) Salario Básico: Retribución real en dinero que el empleado recibe periódicamente por
los servicios ordinarios que presta, sin considerar otras remuneraciones adicionales.

3. RÉGIMEN DE PRESTACIONES28
El sistema de pensiones, otorgará a los asegurados, prestaciones en forma de
pensiones o asignaciones, en los casos en que se produzcan los riesgos de invalidez, vejez
o muerte.29

Las prestaciones de abonarán en dinero, en forma de pagos periódicos cuando se


trate de pensiones y en forma de capital por una sola vez en el caso de las asignaciones,
de acuerdo a los derechos y obligaciones establecidas en la ley.30

Se considera como tiempo de servicios reconocidos para establecer el derecho de los


asegurados a prestaciones, los prestados con retribución pecuniaria en las entidades del
gobierno central, instituciones oficiales autónomas o semi-autónomas y municipalidades.

Para la valorización de las pensiones, se tomará en cuenta el tiempo de servicios en


años completos. Cuando en la suma del tiempo de servicios resultaren fracciones
superiores a seis meses, éstos se considerarán como año completo.

El pensionista o el beneficiario de pensiones de sobrevivientes, debe cumplir las


disposiciones legales y reglamentarias, como las relacionadas a los exámenes médicos
para la certificación de invalidez o según sea el caso, la presentación de los certificados de
supervivencia, viudez, orfandad o defunción.

4. PENSIONES DE INVALIDEZ
Los asegurados adquieren el derecho de pensiones por invalidez31 en los casos en que
debido o a consecuencia de enfermedad o accidente, se produce su incapacidad
permanente para ganar más de un tercio del sueldo que percibiría otro trabajador de la
misma categoría, en una ocupación igual o similar en la misma región.

Para el goce de la pensión de invalidez, el asegurado deberá cumplir necesariamente


con el requisito de ser declarado inválido permanente, de conformidad a la definición de
incapacidad.

Este tipo de pensiones da lugar a dos hipótesis diferentes:


a) Si el asegurado mantiene su calidad de inválido para un trabajo remunerado y por lo
tanto continúa en el goce de pensión y con el carácter de definitiva; o
b) Si el asegurado ha recuperado su capacidad para empleo remunerado y por ello
termina su derecho a pensión de invalidez.

Las pensiones de invalidez se devengarán a partir de la fecha en que el asegurado


cese en el empleo remunerado por causa de invalidez, y terminarán en los siguientes
casos:
a) Por fallecimiento de asegurado, y
b) Recuperación de la capacidad para empleo remunerado, cese del estado de invalidez
total y permanente. Salvo que el pensionista haya cumplido o cumpla la edad mínima
para tener derecho a la pensión de vejez, en cuyo caso la prestación es vitalicia, en
tanto no reingrese al servicio activo como empleado público.32

5. PENSIONES DE VEJEZ
El asegurado o ex-asegurado tendrá derecho a percibir la pensión de vejez cuando
alcance a cumplir con los requisitos siguientes:
a) Haber cumplido 60 años de edad los asegurados que sean varones y 55 años de edad
las mujeres;
b) Contar con un tiempo de servicio establecido por la ley;
c) El cesar en el cargo, por retiro voluntario antes de los setenta años de edad o forzoso
después de cumplir dicha edad; y
d) Presentar su solicitud de pensión, con los datos y documentos necesarios que se le
soliciten para establecer su derecho de pensión.

La pensión de vejez se otorgará al asegurado, con carácter vitalicio y se abonará con


periodicidad mensual a partir de la fecha de su cese en el empleo remunerado.

No obstante, el asegurado o ex-asegurado del régimen administrativo podrá solicitar


pensión anticipada de vejez.

El goce de la pensión por vejez es incompatible con el desempeño de cualquier empleo


público remunerado. Si el pensionado por vejez reinicia su actividad como trabajador, se
suspenderá automáticamente la pensión; al cesar en el nuevo empleo, recuperará el
derecho al pago de su pensión.

6. PENSIONES DE SOBREVIVIENTES
El asegurado o pensionista, al fallecer será causante del derecho a pensión de
sobrevivientes en los siguientes casos:
a) Al fallecimiento de un asegurado, con empleo y cotizante al Sistema Nacional de
Pensiones;
b) Al fallecimiento de un pensionado por invalidez o por vejez;
c) Al fallecimiento de un asegurado, con empleo y cotizante por causa de accidente de
trabajo común;

Las pensiones de sobrevivientes se otorgarán a los derecho-habientes del causante,


que a continuación se indican:
1) pensiones de viudez a la viuda, o al viudo inválido que dependiera económicamente
de la causante;
2) pensiones de orfandad para los hijos menores de dieciocho años de edad y los que
sean inválidos. Se extenderá la pensión de los hijos no inválidos hasta los 21 años de
edad si siguen estudios regulares en establecimientos oficiales o particulares
autorizados por el Estado.

Se extenderá la pensión de los hijos no inválidos hasta los 21 años de edad si siguen
estudios regulares, con obligación de asistir a clases, en establecimientos oficiales o
particulares autorizados legalmente, en los distintos niveles educativos, inclusive el
superior, universitario y técnico. Se exceptúa el caso de cursos o estudios por
correspondencia, en los cuales no procederá la extensión de la pensión.

Cuando no exista viuda, la pensión de sobreviviente, se concederá a la compañera de


vida con quien el asegurado hubiere hecho vida marital. Es indispensable que ni la
compañera de vida ni el causante sean casados.

En el caso de que el asegurado o pensionista no dejare a la fecha de su fallecimiento,


dependientes con derecho a pensiones de viudez o de orfandad, la pensión de
sobrevivientes se otorgará a los ascendientes que sean inválidos o con sesenta o más años
de edad, en el siguiente orden prioritario y excluyente:
a) Padres legítimos; o
b) Padres adoptivos; o
c) Madre legítima.

La pensión de viudez tendrá el carácter de vitalicia, salvo que se produzcan las


siguientes circunstancias: por matrimonio o fallecimiento del beneficiario de pensión.
También en el caso de matrimonio de la viuda o compañera de vida.

Las pensiones de orfandad terminan cuando el beneficiario fallece, o contrate


matrimonio o alcanzan los huérfanos los límites de edad, salvo las pensiones otorgadas a
los hijos inválidos que sólo terminarían si éstos se recuperan de su incapacidad.

Las pensiones de ascendientes cesan al fallecimiento de los beneficiarios.

Las pensiones de sobrevivientes, se devengarán desde el día siguiente al fallecimiento


del asegurado o pensionista con derecho; su goce no será incompatible con el desempeño
de cualquier empleo remunerado.
7. ASIGNACIONES. REVALORIZACION DE PENSIONES Y BENEFICIO ADICIONAL
Las asignaciones por invalidez, vejez y muerte se otorgarán en forma de capital y por
una sola vez a solicitud de los asegurados o de sus derecho-habientes, y cuando se ha
producido el riesgo respectivo.

Para la asignación por vejez se considera como producido el riesgo cuando el


asegurado cumpla la edad mínima para tener derecho a la pensión de vejez.

El otorgamiento de una asignación tiene como consecuencia la extinción completa y


definitiva de cualquier derecho que pudiera basarse en los periodos de cotización que han
servido para justificar el pago de la asignación.

Los ex-asegurados que, habiendo gozado de asignaciones de invalidez o de vejez,


reinicien su actividad como trabajadores dependientes, sólo podrán ser causantes del
derecho a nueva asignación en los casos de invalidez y muerte.

8. IMPRESCRIPTIBILIDAD Y COMPATIBILIDAD
Es imprescriptible el derecho a las asignaciones de invalidez, vejez y muerte, así como
las que se otorgan a la viuda en caso de nuevo matrimonio.

También es imprescriptible el derecho a las pensiones de invalidez, vejez y de


sobrevivientes. En consecuencia las pensiones se pagarán desde la fecha de inicio del
correspondiente derecho, siempre y cuando, se hubiere cumplido con los requisitos
legales para su goce.

Es compatible el goce simultáneo de pensiones otorgadas por el Sistema Nacional de


Pensiones a sus asegurados o derecho-habientes, con aquellas que fueren concedidas a
estos por otros regímenes de seguridad social.

9. RETIRO VOLUNTARIO Y FORZOSO


Se considera como retiro voluntario, el que efectúe el empleado público comprendido
en el sistema de pensiones, antes de cumplir la edad de sesenta años, y se considera
forzoso a partir de la fecha en que el empleado público cumpla la edad de sesenta años.

En caso de retiro forzoso, el empleado cesará automáticamente en el cargo al cumplir


la edad límite.

Unicamente los funcionarios que desempeñen cargos de elección popular, como


Presidente y Vicepresidente de la República, Miembros del Congreso de la República,
Miembros de los Concejos Municipales, etc., no estarán sujetos a retiro forzoso.

El retiro forzoso se suspenderá a solicitud del interesado, cuando concurra la


siguiente situación: que la permanencia del empleado en el cargo fuere de interés público
a juicio del jefe de la unidad primaria respectiva o de la institución donde preste sus
servicios.

No obstante, si el empleado continuare en el desempeño de su cargo, el tiempo de


servicio prestado más allá del cumplimiento de los 75 años de edad, no se tomará en
cuenta para el cálculo de su correspondiente pensión; sin perjuicio de lo anterior, en este
caso, el asegurado tendrá derecho a que se le devuelvan las cotizaciones pagadas con
posterioridad al cumplimiento de dicha edad.

CAPITULO IV
EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA SEGURIDAD SOCIAL EN LA
CONSTITUCIÓN POLITICA DEL PERU

1. ANTECEDENTE INMEDIATO33
La Constitución Política del Perú de 1979 34 en su TITULO I denominado “DERECHOS
Y DEBERES FUNDAMENTALES DE LA PERSONA”, y dentro de éste, en su CAPÍTULO III
regulaba acerca DE LA SEGURIDAD SOCIAL, SALUD Y BIENESTAR.

Esta Constitución en su Artículo 12 señalaba que “El Estado garantiza el derecho de


todos a la seguridad social. La ley regula el acceso progresivo a ella y su financiación.” En
este artículo se consagraba el principio de universalidad.

Por otro lado su artículo 13 señalaba que “La seguridad social tiene como objeto
cubrir los riesgos de enfermedad, maternidad, invalidez, desempleo, accidente, vejez,
muerte, viudez, orfandad y cualquier otra contingencia susceptible de ser amparada
conforme a ley.” Se establecía los tipos de riesgos que se podían cubrir con prestaciones
de salud o prestaciones económicas.

Asimismo, su artículo 14 señalaba que “Una institución autónoma y descentralizada,


con personería de derecho público y con fondos y reservas propios aportados
obligatoriamente por el Estado, empleadores y asegurados, tiene a su cargo la seguridad
social de los trabajadores y sus familiares. Dichos fondos no pueden ser destinados a
fines distintos de los de su creación, bajo responsabilidad. La institución es gobernada
por representantes del Estado, de los empleadores y de los asegurados en igual número.
La preside el elegido entre los representantes del Estado. La asistencia y las prestaciones
médico-asistenciales son directas y libres. La existencia de otras entidades públicas o
privadas en el campo de los seguros no es incompatible con la mencionada institución,
siempre que ofrezcan prestaciones mejores o adicionales y haya consentimiento de los
asegurados. La ley regula su funcionamiento. El Estado regula la actividad de otras
entidades que tengan a su cargo la seguridad social de los sectores de la población no
comprendida en este Artículo.” Este artículo es la materialización del principio de unidad.

El artículo 15 de esta Constitución establecía que “Todos tienen derecho a la


protección de la salud integral y el deber de participar en la promoción y defensa de su
salud, la de su medio familiar y de la comunidad.” El artículo 16 señalaba que “El Poder
Ejecutivo señala la política nacional de salud. Controla y supervisa su aplicación.
Fomenta las iniciativas destinadas a ampliar la cobertura y calidad de los servicios de
salud dentro de un régimen pluralista. Es responsable de la organización de un sistema
nacional descentralizado y desconcentrado, que planifica y coordina la atención integral
de la salud a través de organismos públicos y privados, y que facilita a todos el acceso
igualitario a sus servicios, en calidad adecuada y con tendencia a la gratuidad. La ley
norma su organización y funciones.” Estas son normas relativas a la salud de las
personas.

El artículo 17 señala que “El Estado reglamenta y supervisa la producción, calidad,


uso y comercio de los productos alimenticios, farmacéuticos y biológicos. Combate y
sanciona el tráfico ilícito de drogas.” El artículo 18 indica que: “El Estado atiende
preferentemente las necesidades básicas de la persona y de su familia en materia de
alimentación, vivienda y recreación. La ley regula la utilización del suelo urbano, de
acuerdo al bien común y con la participación de la comunidad local. El Estado promueve
la ejecución de programas públicos y privados de urbanización y de vivienda. El Estado
apoya y estimula a las cooperativas, mutuales y en general a las instituciones de crédito
hipotecario para vivienda y los programas de autoconstrucción y alquiler - venta. Concede
aliciente y exoneraciones tributarias a fin de abaratar la construcción. Crea las
condiciones para el otorgamiento de créditos a largo plazo y bajo el interés. 35

El artículo 19 prescribe que: “La persona incapacitada para velar por sí misma a
causa de una deficiencia física o mental tiene derecho al respeto de su dignidad y a un
régimen legal de protección, atención, readaptación y seguridad. Las entidades que sin
fines de lucro prestan los servicios previstos en este régimen, así como quienes tienen
incapaces a su cargo, no tributan sobre la renta que aplican a los gastos
correspondientes. Tampoco tributan las donaciones dedicadas a los mismos fines.”

A su vez el artículo 20 establecía que: “Las pensiones de los trabajadores públicos y


privados que cesan temporal o definitivamente en el trabajo son reajustadas
periódicamente, teniendo en cuenta el costo de vida y las posibilidades de la economía
nacional, de acuerdo a ley.” Esta norma se deriva del principio de solidaridad.

2. SITUACION ACTUAL
En la actualidad la Constitución de 1979 ha sido sustituida por la Constitución de
1993.

La CONSTITUCION POLITICA DEL PERU DE 1993, fue promulgada el 29 de


diciembre de 93, publicada el 30 de diciembre de 93 y entró en vigencia a partir del 31 de
diciembre de 1993.

Esta Constitución regula lo relativo a la seguridad social en el TITULO I denominado


DE LA PERSONA Y DE LA SOCIEDAD, Capítulo II denominado De los Derechos Sociales y
Económicos, en sus artículos 10, 11 y 12.

3. COMENTARIO A LOS ARTICULOS 10, 11, 12 DE LA CONSTITUCIÓN DE 1993


Como se puede apreciar, las normas relativas a la seguridad social fueron reducidas a
sólo 3 artículos. Esto resulta comprensible debido a la flexibilización y desregularización
de las normas de naturaleza laboral.
3.1 Comentario al Art. 10° de la Constitución. El Derecho a la Seguridad Social
“Artículo 10°.- Derecho a la Seguridad Social
El Estado reconoce el derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad
social, para su protección frente a las contingencias que precise la ley y para la elevación
de su calidad de vida.”

COMENTARIO
De prima facie, este artículo materializa el principio de universalidad. “La seguridad
social consiste en un conjunto de medidas de amparo y atención de las necesidades
personales en materia de salud, vivienda, previsión de accidentes, pensiones por
incapacidad para el trabajo, viudez, orfandad, etc. La finalidad de estas medidas es lograr
que la sociedad como conjunto se ocupe de atender a quienes estando en necesidad
urgente no pueden satisfacerla ni por sí mismos ni con la ayuda de sus familiares”. 36

“A la seguridad social se le puede definir como el conjunto de esfuerzos realizados por


una sociedad para prevenir los riesgos sociales y reparar sus efectos. Estos esfuerzos se
integran en un sistema de políticas, normas, actividades de administración y
procedimientos.”37

Asimismo, debemos aclarar que respecto a la palabra seguro: “Esta insistencia en


señalar el carácter de “seguro” de los programas era deliberada y tenía distintas
finalidades. La más importante probablemente era tranquilizar a los beneficiarios y al
público en general respecto a las probables consecuencias de lo que suponía, en la época
en que por primera vez se pusieron en práctica las leyes del seguro social, un cambio
radical de las normas en uso, que limitaban la responsabilidad del gobierno respecto a la
seguridad de ingresos, concretándola en ley de pobres.”38

3.2 Comentario al Art. 11° de la Constitución. El Libre acceso a las prestaciones de salud
y pensiones
“Artículo 11°.- Libre acceso a las prestaciones de salud y pensiones.
El Estado garantiza el libre acceso a prestaciones de salud y a pensiones, a través de
entidades públicas, privadas o mixtas. Supervisa asimismo su eficaz funcionamiento.”

COMENTARIO
En este punto debemos señalar, quiénes son los encargados de brindar las
condiciones necesarias para el acceso a la seguridad social.39

En este sentido, primero señalaremos quién es el órgano encargado de otorgar


prestaciones de salud. El órgano encargado de otorgar prestaciones de Salud es
ESSALUD (antes IPSS).

Ahora bien, el encargado de otorgar prestaciones económicas (v. g. pensión de


jubilación) en el Sistema Nacional de Pensiones regulado por el Decreto Ley 19990 es la
Oficina de Normalización.40 Y en el caso del régimen previsional del Decreto Ley 20530, de
conformidad con la Ley 27719, el otorgamiento de las prestaciones económicas está a
cargo de las entidades con las cuales el pensionista habría tenido vínculo laboral. 41
Por otro lado, encontramos al sistema privado de pensiones, el cual también otorga
pensiones pero bajo la supervisión del Estado.

3.3 Comentario al Art. 12° de la Constitución. Los Fondos de la Seguridad Social


“Artículo 12°.- Fondos de la Seguridad Social
Los fondos y las reservas de la seguridad social son intangibles. Los recursos se
aplican en la forma y bajo la responsabilidad que señala la ley.”

COMENTARIO
Los fondos y las reservas de la seguridad social son cantidades de dinero que se
asignan para atender las necesidades de la seguridad social. 42 Dicho fondo está
constituido por los aportes que los trabajadores realizan y los que los empleadores debían
de realizar. Asimismo, no se puede dar a dicho dinero otro fin que no sea el de la
seguridad social. La utilización de los fondos para fines distintos constituye delito de
malversación de fondos. El retener las aportaciones de los trabajadores constituye el
delito de apropiación ilícita.

Cuando la Constitución señala que los fondos son intangibles, lo que quiere decir es
que estos fondos no son transferibles, ni pueden ser apropiados ni tomados bajo su poder
por ninguna persona ni autoridad.

Como se puede apreciar, la Constitución de 1993 en relación a la Constitución de


1979 ha recortado los derechos previsionales, no conteniendo en su texto, referencia
expresa a gran parte de los principios que orientan la seguridad social.

4. EL ANTEPROYECTO DE LEY DE REFORMA DE LA CONSTITUCION DE 05 DE ABRIL DE


2002
Debido a las diversas críticas a la Constitución de 1993, se pretende que la misma
sea reformada. Tal reforma incluirá la reformulación de la regulación de los derechos
relativos a la seguridad social.

De esta manera el ANTEPROYECTO DE LEY DE REFORMA DE LA CONSTITUCION


DE 05 DE ABRIL DE 2002 en su artículo 61 y siguientes regulan acerca de este derecho.

El artículo 61 del Anteproyecto señala que: “Toda persona tiene derecho a la


seguridad social y de ser amparada por un sistema que la protege contra los riesgos que
le impida la obtención de los medios indispensables para una vida digna. 43 La ley regula
el acceso progresivo a ella y su funcionamiento.”

Se mejora la redacción en el sentido que los riesgos que se presenten deben ser de tal
magnitud que impidan a las personas la obtención de medios indispensables para una
vida digna. No cualquier riesgo es materia de protección por la seguridad social.

El artículo 62 señala que: “El Estado garantiza la mejora progresiva de las


prestaciones relativas a la seguridad social. Es nulo cualquier acto o disposición que
tenga por objeto o efecto la disminución o desconocimiento de derechos legalmente
adquiridos. No se podrá destinar ni utilizar los recursos de la seguridad social a fines
distintos a los de su creación, bajo responsabilidad.” También en este artículo se
establece la nulidad de actuaciones administrativas 44 tendientes a reducir o desconocer
derechos previsionales legalmente adquiridos. Se establece la teoría de los derechos
adquiridos en materia de seguridad social. Asimismo, se establece en forma expresa que
el destinar o utilizar los recursos de la seguridad social a fines distintos a los de su
creación se encuentra afecto de responsabilidad. Por la misma se originaría una
responsabilidad civil, penal, administrativa y constitucional.

El artículo 63 establece que: “La seguridad social se organiza mediante un sistema


integrado, bajo supervisión y dirección del Estado, basado en los principios de
universalidad, eficiencia y solidaridad. La seguridad social de los trabajadores y sus
familiares está a cargo de una institución autónoma y descentralizada, con personería de
derecho público y con fondos y reservas propias, aportados obligatoriamente por el
Estado, los empleadores y asegurados. Es gobernada por éstos en igual número.” Como
se apreciará, el presente artículo se asemeja a su correspondiente en la Constitución de
1979 en el sentido de que los aportes sean realizados obligatoriamente por el Estado, los
empleadores y los asegurados. También se ha establecido en forma expresa, cuatro
principios, la universalidad, eficiencia y solidaridad, y en forma, aunque no expresa, el
principio de unidad. No se ha hecho mención al principio de obligatoriedad.

El artículo 64 señala que “Las entidades privadas pueden concurrir en forma


complementaria a la cobertura de prestaciones de seguridad social en la forma
establecida por la ley y dentro de un régimen de libre afiliación. La ley establece los
mecanismos de compensación que aseguren, en tal caso, el carácter solidario de la
seguridad social.45 Las personas podrán adscribirse y permanecer en estas entidades
voluntariamente, conservando siempre su derecho a reintegrarse al sistema público de
seguridad social. Los asegurados y afiliados de todas las entidades públicas encargadas
de proveer prestaciones de seguridad social participan en sus órganos de gobierno y en el
de los organismos supervisores, con capacidad decisoria, en la forma establecida por la
ley .” Esta norma constituye un gran avance en materia de seguridad social al
establecerse un régimen de libre afiliación. Lo que implicaría libertad para afiliarse a una
Administradora de Fondo de Pensiones o afiliarse al Sistema Nacional de Pensiones a
cargo del Estado. Asimismo, reconoce constitucionalmente el Sistema Privado de
Pensiones.46

Pero esta norma no sólo prevé el caso de libertad para decidir, en forma inicial, a qué
sistema previsional quiere pertenecer, sino también se regula el caso en el cual ya se
pertenece a un sistema previsional. En este último caso, también existe libertad para
decidir si se permanece o no en un sistema previsional. Además se señala que se
conserva el derecho a reintegrarse al sistema público de seguridad social.

El artículo 65 establece que: “La atención integral y las compensaciones por


accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales serán de responsabilidad de los
empleadores en la forma que establezca la ley.”47 Como se sabe fue el DECRETO LEY Nº
18846 de 28 de abril de 1971 el que regulaba las prestaciones por enfermedades
profesionales. Tal Decreto llevaba por denominación “Seguro Social Obrero asume
exclusivamente el seguro por accidentes de trabajo de los obreros”.

Posteriormente fue dejado sin efecto por la Segunda Disposición Complementaria del
Decreto Legislativo Nº 887, publicado el 11 de noviembre de 1996, el mismo que según su
Primera Disposición Complementaria, entrará en vigencia el primer día del mes siguiente
a la publicación de su Reglamento. Después de ser derogado, su vigencia fue restituida
por el Artículo 1 de la Ley N° 26183 publicada el 13 de mayo de 1993. Lo último que
aconteció fue que el Decreto Ley 18846 fue nuevamente derogado por la Segunda
Disposición Complementaria de la Ley N° 26790 publicada el 17 de mayo de 1997.

Consideramos que de cobrar vigencia lo establecido en el Anteproyecto de


Constitución, deberá emitirse una nueva norma que regule acerca de las prestaciones que
por accidentes y enfermedades de trabajo se deban otorgar.

CAPITULO V
SEGURIDAD SOCIAL Y SEGURIDAD PRIVADA
EN NICARAGUA
El Presidente de la Asociación Nacional de Asegurados (ANASE), dijo que debe haber
una Consulta Nacional para debatir el anteproyecto de Ley de Pensiones, a la vez que
calificó como “inmoral” la actitud del Gobierno de pretender arrebatar la Seguridad Social
del pueblo nicaragüense.48

CORDÓN y ROBERTO GONZÁLEZ, Secretario General de la CST, se reunieron con el


Presidente del COSEP, ROBERTO TERÁN, quien invitó a éste último a participar en las
negociaciones sobre el anteproyecto de ley que discute el Gobierno con los empresarios.

El líder empresarial trató de convencer a GONZÁLEZ para que participe en la próxima


reunión del Consejo Nacional de Planificación Económica y Social, después que se retiró
del foro de discusión el Frente Nacional de los Trabajadores, que aglutina a unos 172 mil
trabajadores, que han amenazado con una huelga general de aprobarse la iniciativa que
permitiría la privatización del Seguro Social.

El Presidente del COSEP señaló que el anteproyecto de ley es inconstitucional y no


está acorde con la realidad nicaragüense. Es una copia mal hecha del modelo chileno. Los
organismos internacionales están presionando al Gobierno para su aprobación.

El Presidente de la Asociación Nacional de Asegurados demandó de la Asamblea


Nacional, que rechacen el proyecto de ley, por ser lesivo y una estafa a los intereses de los
trabajadores asegurados, sus familias y a la sociedad nicaragüense.

CORDÓN, precisó que la privatización de los Fondos de Pensiones es lesiva a los


intereses de los asegurados, porque elimina la Seguridad Social y la convierte en
Seguridad Privada, siendo un golpe bajo y una estafa, que asignaría una pensión mínima
y ridícula.49

Señala que las cotizaciones de los asegurados serán administradas por un pequeño
grupo privilegiado que se enriquecería a costa de los raquíticos salarios de los
trabajadores cotizantes.
Agrega que el anteproyecto contempla que los fondos de las cotizaciones de las
Administradoras de Pensiones se introducirán en el mercado de capital, teniendo riesgos
de que como se pueden ganar, pueden disminuir o perder los fondos de pensiones.
CORDÓN, exhortó a los empresarios privados a retirarse de las pláticas con el Gobierno y
hacer un referéndum nacional para escuchar la voz de todos los nicaragüenses sobre este
sensible tema.

PIE DE PAGINAS
1. SEGURIDAD ECONOMICA
“Por todo ello, llegamos a la conclusión de que la vida laboral del trabajador debe ser amparada y
garantizada con una remuneración suficiente en su grado de rendimiento normal. Los convenios colectivos
y los salarios mínimos obligatorios son elementos que persiguen esta finalidad de justa valoración del
trabajo, en función de necesidades primarias y del rendimiento y productividad, por especialización o por
mayor esfuerzo.
Tal situación es la que se entiende por seguridad económica, esto es, garantía de que la prestación de
trabajo representa la seguridad de vida del trabajador y su familia, y la posibilidad de que, perfeccionando
esta prestación de trabajo, se va elevando paulatinamente el nivel de vida de la familia de dicho trabajador
hasta conquistar el puesto social que le corresponda”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social.
Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 24).
2.“En resumen, la acción protectora de la salud, como sujeto y centro de relación de prestaciones
sociales, tiene su fundamento en el reconocimiento de los derechos y deberes del individuo y del
Estado con respecto al cuidado de la salud y en el ejercicio de los mismos hay que tener en cuenta
dos condiciones básicas: bienestar orgánico de la sociedad (bien común) y el respeto a la dignidad
humana como atributo de la libertad individual”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad
Social. Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 137).
3. PROGRAMA DE DESARROLLO ECONOMICO. REDISTRIBUCION SOLIDARIA
“Todo programa de desarrollo económico, por cuanto significa un proceso de esfuerzos combinados de
capital y trabajo, en el que la inteligencia, la voluntad y el interés del hombre constituyen factores decisivos
de su éxito para la creación de riqueza, debe ir acompañado de otro programa conjunto de educación de la
Seguridad Social como instrumento fundamental de redistribución solidaria de aquella parte de riqueza que
demanda la justicia social en orden al amparo del trabajador en sus necesidades y en sus contingencias
sociales.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS
LARRA. Madrid, 1964, p. 125)
4. “La armonización de los sistemas de seguridad social en la Unión Europea, preconizada por el Tratado de
Roma de 1957 choca con la primacía de lo económico en la Comunidad Económica y ha sido abandonada
por una nueva estrategia comunitaria: la convergencia dirigida hacia el modelo de “los tres pilares”, un
tríptico constituido por el servicio público, la previsión social y el seguro individual, a saber:
1.- un servicio público de asistencia financiado por el impuesto, y destinado a garantizar a cada individuo
un estado sanitario y social mínimo, habida cuenta, y dado el caso, de sus recursos personales;
2.- un sistema convencional de previsión con el apoyo de las empresas, financiado por cotizaciones
descontadas de los ingresos profesionales y administrado, en competencia, por instituciones u organismos
privados;
3.- un sistema liberal de seguro social enteramente librado a la ley del mercado y funcionando, el caso dado,
según el régimen de capitalización.
La seguridad social ha sido así invitada en tanto que servicio público a limitar su gestión al
primer pilar, quedando los otros dos enteramente librados a la gestión de instituciones y
organismos privados con o sin efecto lucrativo, lo que implicaría una remodelación de sus
estructuras orientada hacia una extensa privatización de la protección social.” (YVES SAINT-JOURS.
Trabajo y Seguridad Social. Editorial EDIAL.Lima, 1998, p. 32).
5. “El neoliberalismo es una ideología tecnocrática y economicista que pretende subordinar a la dictadura del
mercado, todas las relaciones sociales, y hasta la misma garantía de igualdad de oportunidades que deben
tener los seres humanos” (CRISTALDO, Jorge Darío. Trabajo y Seguridad Social. Editorial EDIAL.Lima,
1998, p. 133).
6. PRESTACIONES SOCIALES
“Las prestaciones sociales, como instrumento de defensa, si quieren ser efectivas, han de ser, primero,
suficientes para defender la estabilidad familiar amenazada por la contingencia; después oportunas para
actuar precisamente en el momento en que hagan falta; y, por último, completas para actuar contra
cualquiera de los tipos de necesidades e infortunios calificados como sociales. Si falta alguna de estas
circunstancias, las prestaciones sociales no son mecanismo eficiente de un sistema de Seguridad Social.”
(MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA.
Madrid, 1964, p. 27).
7. ALVAREZ, Víctor Daniel. EL DERECHO DEL TRABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL (LECCIONES).
EDICIONES EL GRADUADO LUIS E. FELIPE. Argentina, 1986, p. 391.
8. LAS PRESTACIONES. SIMBOLO DE AYUDA EN LA ANTIGÜEDAD.
“Las prestaciones tienen en esta época un sentido de ayuda modesta pero integral. (…)
Así, la prestación es ayuda moral, por cuanto el interesado que recibe la prestación comprueba la expresión
de la solidaridad que la misma significa. (…)
Es después ayuda económica, o más concretamente material, porque en la prestación se comprenden los
subsidios económicos (unas veces indeterminados y otras determinados) siempre que, naturalmente, haya
necesidad de esta ayuda (…)
Es también ayuda personal, por cuanto en el hecho mismo de la prestación, o junto a ella, está la acción
personal de los propios compañeros de trabajo. (…)
Y, por último, es ayuda religiosa, vinculada al hecho de que en la enfermedad, los cofrades se preocupan de
que no le falte al enfermo la asistencia espiritual y religiosa de los Ministros de la Iglesia, y son preceptivos
los rezos de los cofrades pidiendo la cura en la enfermedad, y los rezos y sufragios para la salvación del
alma en caso de muerte.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA
ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, Pp. 30 y 31).
9. “Por otra parte, según lo proclama la Constitución, el Estado otorgará los beneficios de la seguridad social
que tendrá el carácter de integral e irrenunciable, con lo cual define dos de sus principios, también
esenciales, para la formulación de cualquier sistema de protección. Y de aquí, deviene, asimismo, su
universalidad y el sentido de igualdad que tiene, que elimina toda discriminación, conforme con la vocación
que surge de todo el sistema constitucional.” (ALVAREZ, Víctor Daniel. Ob. Cit., p. 391).
10. PRESTACIONES ECONOMICAS. MINIMO INDISPENSABLE
“En el régimen de pensiones se quiere asegurar un mínimo elemental e indispensable en proporción al coste
de vida mínimo representado por la parte básica y fija de la pensión, y además compensar el esfuerzo y
mantener la posición social del interesado, incrementando la pensión básica hasta el grado del nivel medio
de vida, que estará representado por topes máximos en cantidad o por un porcentaje de los ingresos
logrados.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES
GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 48).
11. ASISTENCIA SOCIAL
“Deveali explica que la asistencia social consiste en un sistema costeado por la colectividad mediante el cual
se confiere el derecho a la prestación a un grupo de personas que no disponen de medios particulares de
subsistencia (ob. cit.). Su antecedente está en la caridad que luego la Revolución Francesa convierte en
deber moral, en un derecho, conforme ya fuera analizado. Hoy, sin duda alguna, el fundamento se
encuentra en un sentimiento solidario de toda la comunidad hacia el necesitado representada por el Estado
que cumple una función fundamental en la sociedad actual.” (ALVAREZ, Víctor Daniel. El Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social (Lecciones). Ediciones El Graduado Luis E. Felipe, Argentina, 1986, p.
403).
12. ALVAREZ, Víctor Daniel. Ob. Cit, p. 391.
13. ALVAREZ, Víctor Daniel. Ob. Cit, p. 391.
14. “La seguridad social ha alcanzado una gran importancia en todo el mundo como una forma de proteger a
todo ser humano contra ciertos riesgos o contingencias que afectan su salud, su vida, su capacidad laboral
y sus ingresos económicos necesarios para llevar una existencia digna. (…) Aparentemente, la enfermedad,
el accidente, la maternidad y la muerte son sólo contingencias biológicas, pero si se les observa más
detenidamente se puede advertir que dependen, en gran parte, de las condiciones económicas y sociales de
la población. (…) Podría decirse que la seguridad social ha sido construida sobre la noción de riesgo social,
ya que se trata en el fondo, de asegurar a las personas contra los efectos que pueden ocasionarles estos
infortunios.” (RENDON VASQUEZ, Jorge. Derecho de la Seguridad Social. EDITORIAL TARPUY S.A.Lima,
1985, p. 11).
15. “La seguridad social podría ser definida como el conjunto de esfuerzos realizados por una sociedad, con la
finalidad de prevenir los riesgos sociales y reparar sus efectos. Estos esfuerzos se integran en un sistema de
políticas, normas, actividades de administración, procedimiento y técnicas.” (RENDON VASQUEZ, Jorge.
Derecho de la Seguridad Social. EDITORIAL TARPUY S.A.Lima, 1985, p. 67).
16. ENFERMEDAD Y REPARACION
“También en enfermedad dominó desde el primer momento el criterio de la reparación parcial del perjuicio
económico.
Los sistemas empleados fueron dos: la indemnización fija y uniforme para todos los asegurados,
cualesquiera que fuesen sus ganancias, y la indemnización variable según las ganancias de los
asegurados.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES
GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 37).
17. NATURALEZA HISTORICA DE LA PRESTACIÓN
“La idea central de la prestación era la de reparar o indemnizar un daño que aparecía como consecuencia de
un infortunio social, y, salvo algunas excepciones, esta reparación debía consistir en la valoración
económica de dichas consecuencias.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las
Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 33).
18. DEFINICION DE SEGURO SOCIAL.
“Sin embargo, esta conclusión no debe desanimarnos. Una vez que estemos preparados para aceptar el
instrumento que da en llamarse seguro social como lo que realmente es, o sea, un medio para hacer que el
gobierno garantice pagos en efectivo asegurados y no discrecionales a algunos o a todos los miembros de la
comunidad, tendremos mayores probabilidades de comprender la verdadera naturaleza de los problemas y
conflictos económicos o sociales que se plantean. Nos hallaremos menos inclinados a conservar ciertas
disposiciones específicas que no cumplen su propósito si no obligamos a declarar cuál es ese propósito en
cada caso. Asimismo, tendremos más posibilidades de valernos de un instrumento que responda a los
cambios en los valores sociales y en el medio económico.” (M. BURNS, Eveline. SEGURIDAD SOCIAL Y
ACCION PUBLICA. LIBREROS MEXICANOS UNIDOS, México, 1965, p. 82).
19. CONTINGENCIAS SOCIALES. CLASES
“Las contingencias sociales como factores tipificados de alteración de la salud de los trabajadores y sus
familiares, son cuatro: la enfermedad, la maternidad, los accidentes del trabajo y las enfermedades
profesionales. Las cuatro contingencias son propias y específicas del trabajador, mientras que las dos
primeras son generales del trabajador y de sus familiares.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad
Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 142).
20. FUNCION DE LA PRESTACION ECONOMICA. LA SUBSISTENCIA
“Los dos efectos anteriores (evitar la miseria y evitar la proletarización) representan defensas de valores
morales, que automáticamente producen un primer efecto positivo: asegurar la subsistencia.
La prestación económica cumple, pues, esta primera función de carácter concreto, que consiste en asegurar
la vida. Con la prestación el hombre y su familia ya tienen asegurada la cobertura de sus necesidades
elementales.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES
GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 282).
21. PRESTACIONES ECONOMICAS
“Las prestaciones económicas en general deben basarse en el principio de suficiencia y, por tanto, asegurar
la continuación y el mantenimiento de la capacidad de consumo al trabajador y su familia, en los casos de
pérdida temporal o definitiva de las ganancias habituales en su respectivo trabajo como consecuencia de
contingencias sociales protegibles.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones.
DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 127).
22. En este sentido, “La incorporación de los trabajadores a los sistemas de Seguridad Social no debe estar
subordinada a la exigencia de prestaciones concretas, ya que simplemente por su condición de trabajador
debe ser encuadrado en los sistemas de solidaridad que la Seguridad Social tenga establecidos y contribuir
a ellos en la medida proporcional a sus ganancias, cualquiera que sean después las prestaciones que, en
razón a las distintas situaciones en que pueda encontrarse en el desenvolvimiento de su vida, le puedan
corresponder”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. Segunda edición.
DIANA. Madrid, 1964, p. 126). 23. INSTITUCIONES DE SEGURIDAD SOCIAL
“Las instituciones de Seguridad Social deben ser la expresión de una comunidad a través de la cual los
elementos que integran el mundo del trabajo pueden ejercer, por medio de contribuciones y aportes, el
derecho de dar vida a una noble solidaridad social y cumplir, por medio de las prestaciones, el deber de
hermandad frente a las contingencias sociales que pueden amenazar la salud del hombre y la seguridad
económica que cada trabajador ha conquistado con su esfuerzo y con su trabajo” (MARTI BUFILL, Carlos.
Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 128).
24. “asegurados son las personas cuyo derecho nace de su calidad de trabajadores, ex-trabajadores y
pensionistas, a quienes la ley ha conferido el acceso a este régimen. Contrario sensu, quien no ostente
alguna de las calidades indicadas no podrá ser asegurado.” (RENDON VASQUEZ, Jorge. Derecho de la
Seguridad Social. EDITORIAL TARPUY S.A.Lima, 1985, p. 201).
25. En este sentido también es importante señalr que se debe entender por beneficiario de una prestación
económica, “Los beneficiarios son los sujetos de la prestación, es decir, aquellas personas para las cuales se
concede la prestación económica. En las situaciones de incapacidad permanente y de incapacidad temporal,
el beneficiario es el trabajador que por una determinada contingencia se encuentra en la imposibilidad de
trabajar y por consiguiente de obtener el salario. Sin embargo, en la situación creada por la muerte del
trabajador, los beneficiarios son los miembros de la familia de dicho trabajador”. (MARTI BUFILL, Carlos.
Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 290).
26. “El régimen de las pensiones debe fundarse en las siguientes bases:
a) El principio de la suficiencia, entendiendo por tal el mantenimiento de la capacidad habitual de consumo
del trabajador.
b) Los porcentajes de cálculo de las pensiones deben referirse a los salarios reales y efectivos que percibe el
trabajador por todo concepto.
c) Las pensiones deben estar articuladas con un sistema automático de revalorización cuando el aumento
del nivel general de salarios sea originado por un incremento del coste de vida.
d) La suficiencia de las pensiones debe implicar el principio de incompatibilidad de su disfrute con todo
trabajo remunerado por cuenta ajena”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las
Prestaciones. Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 128).
27. “Las prestaciones sociales, como instrumento de defensa, si quieren ser efectivas, han de ser, primero,
suficientes para defender la estabilidad familiar amenazada por la contingencia; después, oportunas para
actuar precisamente en el momento en que hagan falta; y, por último, completas para actuar contra
cualquiera de los tipos de necesidades e infortunios calificados como sociales. Si falta alguna de estas
circunstancias, las prestaciones sociales no son mecanismo eficiente de un sistema de Seguridad Social”.
(MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA. Madrid,
1964, p. 27).
28. FUNDAMENTO DEL REGIMEN DE PENSIONES
“El régimen de las pensiones debe fundarse en las siguientes bases:
a.- El principio de la suficiencia, entendiendo por tal el mantenimiento de la capacidad habitual de consumo
del trabajador.
b.- Los porcentajes de cálculo de las pensiones deben referirse a los salarios reales y efectivos que percibe el
trabajador por todo concepto.
c.- Las pensiones deben estar articuladas con un sistema automático de revalorización cuando el aumento
del nivel general de salarios sea originado por un incremento del coste de vida.
d.- La suficiencia de las pensiones debe implicar el principio de incompatibilidad de su disfrute con todo
trabajo remunerado por cuenta ajena.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las
Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, pp. 127-128).
29. “Las prestaciones tienen que tener un interés jurídico protegible. Durante bastantes años este interés se
centraba en el hecho causal, es decir, en la contingencia originaria de la falta de salario. De esta manera
hemos visto cómo la enfermedad, el accidente de trabajo, la maternidad, etc., han venido determinando
prestaciones económicas propias, independientes, acopladas muchas veces a consideraciones sociológicas
de las mencionadas contingencias. (…)
De esta manera llegamos a la concretación de que un sistema de prestaciones debe establecerse en función
de las situaciones en que el trabajador se puede encontrar, cualquiera que sean las contingencias que las
originen”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA.
Madrid, 1964, p. 286).
30. “En el caso más común de la prestación económica para sustituir el salario, perdido temporal o
definitivamente por una contingencia determinada, la forma que aquélla adopta es la de un pago periódico
efectuado al beneficiario directamente o a la persona que lo represente.
Este pago periódico es lo que en las legislaciones se denomina subsidio y pensión.
La idea de subsidio se expresa con un sentido de pago periódico circunstancial y no duradero, mientras que
se reserva la denominación de pensión para expresar el pago periódico por un periodo más largo de tiempo.
Así se habla de subsidio para expresar el pago periódico por enfermedad, maternidad, incapacidad temporal
por accidente del trabajo, etc., y que se abona por períodos parecidos a los que se pagan los salarios
(semanalmente), mientras que la pensión la vemos mencionada para calificar los pagos periódicos por
incapacidad permanente, por accidente, por invalidez, por vejez o por razón de muerte del trabajador cabeza
de familia y que se abonan por períodos más amplios que aquellos en que se abona el salario (por lo general,
mensualmente).
Sin embargo, si es el más común, no es el pago periódico la forma única de las prestaciones económicas.
También observamos que éstas, en casos especiales, adoptan la forma de pago de capital o pago de suma
que se entrega de una sola vez”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones.
Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 294).
31. ENFERMEDAD E INVALIDEZ. DIFERENCIA
“Finalmente, la enfermedad también se ha contrapuesto a la idea de invalidez, pues, como afirma Rascio, la
diferencia entre ambos conceptos, enfermedad e invalidez, está en que, en la primera, el momento generador
del daño está dinámicamente en acción, mientras que en la invalidez está inactivo. La invalidez está ligada a
una consolidación orgánica, mientras que la enfermedad (derive o no hacia la invalidez) se considera
consolidada sólo en hipótesis de forma morbosa, irregular o estacionaria. Es decir, la enfermedad es proceso
activo siempre real, ya sea en movimiento o estacionario, mientras que la invalidez es la consolidación más
o menos definitiva de la alteración funcional.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las
Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 146).
32. “Refiriéndose a las prestaciones de invalidez, vejez y muerte: «Estas prestaciones, que generalmente son de
larga duración, admitieron también dos puntos de vista en las legislaciones nacionales. Uno fue el de
conceder recursos mínimos e indispensables para sostenerse, el otro, buscar la reparación parcial del
perjuicio económico por alguna de las siguientes fórmulas:
- en proporción al tiempo de trabajo;
- en proporción al tiempo de afiliación al Seguro;
- en proporción al número e importancia de las cotizaciones;
- en proporción al importe del salario”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las
Prestaciones. Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 38).
33. DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL. CONSTITUCION
“El derecho de Seguridad Social, consagrado hoy como postulado ineludible en las Constituciones y Leyes
fundamentales de los Estados modernos, debe hacerse efectivo mediante la incorporación urgente, a los
sistemas de Seguridad Social, de todos los hombres que tienen en su trabajo personal el único medio de
subsistencia” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES
GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 125).
34. Esta Constitución fue sustituida de conformidad con la Décimo Sexta Disposición Final y Transitoria de la
Constitución Política de 1993 que fue publicada el 30 de diciembre de 1993. Esta Constitución de 1993 es
la actualmente vigente.
35. ESTADO SOCIAL DE DERECHO Y SEGURIDAD SOCIAL
“La República Federal de Alemania es un Estado social de Derecho. Así se hace constar en el artículo 20 de
su Constitución o Ley Fundamental. El Estado está obligado a velar por el bienestar y la seguridad social de
sus ciudadanos. Con tal finalidad cumple una amplia red de leyes sociales, que van desde la seguridad en
los casos de vejez, desempleo e invalidez, hasta el subsidio por hijos y el subsidio de alquiler, y desde la
promoción del acceso a la propiedad y la formación y el perfeccionamiento profesionales, hasta los seguros
de enfermedad y de accidentes”. (DEPARTAMENTO DE PRENSA E INFORMACION DEL GOBIERNO
FEDERAL. Seguridad Social para Todos. La previsión social en la República Federal de Alemania. Edición
alemana, 1980, p. 3).
36. RUBIO CORREA, Marcial. PARA CONOCER LA CONSTITUCION DE 1993. Sexta Edición. DESCO, Lima,
1996, p. 41.
37. RENDON VASQUEZ, Jorge. MANUAL DE DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL. Ediciones TARPUY. Lima,
1981, p. 4.
38. BURNS, Eveline M. SEGURIDAD SOCIAL Y ACION PUBLICA. Libreros Mexicanos Unidos. México, 1965,
p.67.
39. “A diferencia de los convenios adoptados anteriormente, el Convenio núm. 102 trata en instrumento único
las nueve ramas principales de la seguridad social, a saber: asistencia médica, prestaciones monetarias de
enfermedad, prestaciones de desempleo, prestaciones de vejez, prestaciones en caso de accidente del trabajo
y de enfermedad profesional, prestaciones familiares, prestaciones de maternidad, prestaciones de invalidez
y prestaciones de sobrevivientes. Su campo de aplicación ya no está definido en función de un sector de
actividad económica (industria, agricultura), sino que se determina, a opción de los Estados, por referencia
a los asalariados, a la población activa o a los residentes. Por último, el Convenio fija el nivel mínimo de las
prestaciones; en lo que atañe a los pagos periódicos, éstos se calculan por referencia a los salarios del país
interesado, mientras que en los instrumentos precedentes la fijación del monto de las prestaciones era
determinada por la legislación nacional.” (CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO. LA
PROTECCION DE LA VEJEZ POR LA SEGURIDAD SOCIAL. Oficina Internacional del Trabajo. Ginebra.
Suiza, 1989, p. 4).
40. “Las prestaciones tienen que tener un interés jurídico protegible. Durante bastantes años este interés se
centraba en el hecho causal, es decir, en la contingencia originaria de la falta de salario. De esta manera
hemos visto cómo la enfermedad, el accidente de trabajo, la maternidad, etc., han venido determinando
prestaciones económicas propias, independientes, acopladas muchas veces a consideraciones sociológicas
de las mencionadas contingencias.” (MARTI BUFILL, Carlos. DERECHO DE SEGURIDAD SOCIAL. LAS
PRESTACIONES. SEGUNDA EDICIÓN. Artes Gráficas - Larra, Madrid, 1964, p. 285).
41. CONCEPTO DE PRESTACIONES
“Este concepto tiene diversas acepciones idiomáticas. Tenemos en primer lugar la que relaciona la acción de
prestar con la obligación de devolver, que parece no es la más indicada para el lenguaje de la seguridad
social. Puede servirnos también la acepción “lo que se da o promete dar en virtud de un pacto, o sea la idea
de dar, que define mejor la prestación. Pero las prestaciones no son simplemente dar, circunstancia que
envuelve la idea de algo material que se entrega. Quizá más apropiada es la acepción de “ayudar al logro de
una cosa”, porque dentro de esta significación podemos definir las prestaciones como el mecanismo de
ayuda para lograr la seguridad cuando algún infortunio la rompe o amenaza, que es el verdadero sentido de
las prestaciones de la Seguridad Social.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las
Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 21).
42. No sólo los recursos deben estar referidos a aspectos nacionales, sino internacionales. “La aplicación de
recursos extraordinarios nacionales e internacionales correspondientes a los Planes de Incremento
Económico con vista al mejoramiento del nivel de vida del trabajador debe incluir inversiones
fundamentales en los Planes Concretos de Desarrollo de la Seguridad Social.” (MARTI BUFILL, Carlos.
DERECHO DE SEGURIDAD SOCIAL. LAS PRESTACIONES. SEGUNDA EDICIÓN. Artes Gráficas - Larra,
Madrid, 1964, p. 125).
43. “Moralmente, el hombre incapacitado se encuentra disminuido en relación con los demás; no tiene
confianza en sí mismo; se considera inútil, etc. El seguro tiene que devolverle la confianza, elevarlo,
demostrarle que es útil, y que su trabajo es necesario para su familia y para toda la sociedad.” (MARTI
BUFILL, Carlos. DERECHO DE SEGURIDAD SOCIAL. LAS PRESTACIONES. SEGUNDA EDICIÓN. Artes
Gráficas - Larra, Madrid, 1964, p. 49).
44. En este punto también es importante resaltar la noción de inactividad de la administración pública. “El
término inactividad, en contraposición al de actividad equivale a carencia de ésta”. ZARAGOZA TEULER,
Vicenta Angeles. LA INACTIVIDAD DE LA ADMINISTRACION A PARTIR DE LA LEY 4/1999 DE 13 DE
ENERO. En LECCIONES DE DERECHO ADMINISTRATIVO. Compilación de JOSE MARIA PACORI CARI.
UNSA. AREQUIPA, 2003, p. 60.
45. “Ahora bien, si alguno de estos supuestos falla, la situación de seguridad se quiebra y en aquel mismo
instante hay que poner en acción el mecanismo de solidaridad humana que toda sociedad organizada debe
tener para paliar los efectos de los factores que alteran la seguridad económica.” (MARTI BUFILL, Carlos.
DERECHO DE SEGURIDAD SOCIAL. LAS PRESTACIONES. SEGUNDA EDICIÓN. Artes Gráficas - Larra,
Madrid, 1964, p. 25).
46. La inclusión constitucional del sistema privado de pensiones, se basa en que “Los sistemas de pensiones se
organizan, tradicionalmente, en base a dos criterios. Por un lado, existen sistemas que acumulan fondos
para financiar las futuras pensiones. Estos son conocidos como esquemas de capitalización, ya que,
justamente, capitalizan los aportes de los trabajadores. Alternativamente, se pueden encontrar esquemas de
reparto, en los que no existe acumulación de fondos sino que, por el contrario, se tiende a que los mismos
se encuentren permanentemente balanceados, funcionando exclusivamente como un mecanismo
administrador de transferencias intergeneracionales.” (REFORMAS A LOS SISTEMAS DE PENSIONES.
Asociación Internacional de Organismos Supervisores de Fondos de Pensiones. Chile 1996, p. 158).
47. Una noción simple de enfermedad profesional sería la siguiente: se considera enfermedad profesional todo
estado patológico crónico que sufra el trabajador y que sobrevenga como consecuencia de la clase de trabajo
que desempeña o hubiese desempeñado o del medio de trabajo, causada por agentes físicos, químicos o
biológicos, así fue definido en el Reglamento del Decreto Ley 18846, artículo 56.
48. En este sentido debe entenderse por Derecho de la Seguridad Social como “El conjunto de normas jurídicas
rectoras de las actividades que se realizan en la sociedad, en función del otorgamiento de las prestaciones
de seguridad social y de su financiamiento, forma el Derecho de la Seguridad Social.” (RENDON VASQUEZ,
Jorge. Derecho de la Seguridad Social. EDITORIAL TARPUY S.A.Lima, 1985, p. 72).
49. “La situación de seguridad económica que el trabajador se crea con la remuneración que obtiene de su
trabajo, sufre sensible alteración cuando por circunstancias determinadas se ve incapacitado temporal o
definitivamente de trabajar y consecuentemente de ganar.
Cualesquiera que sean las circunstancias determinantes, la pérdida de la salud, la avanzada edad, el
desempleo por causas involuntarias, la muerte del trabajador, etc., lo cierto es que todas producen el mismo
efecto: suspensión o pérdida del salario.
La función, pues, de las prestaciones económicas debe ser la de evitar las consecuencias que produciría la
pérdida del salario en la familia del trabajador. ¿Cúal es, pues, el objetivo que se trata de lograr?
A) Evitar la miseria.
B) Evitar la proletarización
C) Asegurar la subsistencia
D) Defender el nivel de vida”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones.
Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 277).

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