Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“El seguro social con cobertura universal presenta ventajas importantes de costos
sobre los seguros basados en la competencia privada y la intervención del
gobierno se hace necesaria desde una perspectiva de eficiencia económica,
debido a las fallas que existen en este tipo de mercados” (2004: 163).
“Las causas visibles del problema tienen que ver con las transformaciones
estructurales de la economía y los cambios producidos en el ámbito social. Se
piensa que la magnitud de recursos dedicados a la seguridad social, es una de las
causas principales de la crisis económica y que la generosidad de sus
prestaciones desmotiva a sus beneficiarios a una plena participación en el
desarrollo de la economía. Estas consideraciones han dado lugar a un conflicto
entre el crecimiento económico y la protección social” (1996:622).
Mejor dicho, se dijo que la Seguridad Social en el Perú estaba en crisis porque los
aportantes lo hacían con muy poco dinero; mientras que, la institución tenía que
prestar servicios mucho más caros, entonces, era el Estado el que tenía que
sufragar los mayores aportes para mantener la institución. Aunque, los críticos
olvidaban que era el propio Estado el mayor deudor que tenía el Seguro Social.
Así es. Se pensó que el denominado estado de bienestar (política utilizada para
enfrentar el miedo al socialismo real) gastó mucho dinero de las reservas
nacionales y de los impuestos de las empresas, lo que no permitió realizar las
grandes obras estructurales que el país exigía para enfrentar los grandes cambios
en la producción. Los países que controlan el poder económico del sistema
capitalista, vieron en el modelo Neoliberal y en la etapa Globalizante de la fase
Imperialista, la salida más rápida a su estancamiento. De esta manera, desde la
década de 1990, el mundo empezó a ser percibido como un todo económico. La
globalización económica generó nuevas formas de control y dominación. Una de
ellas fue la llamada competitividad internacional. En 1993, el sociólogo argentino
Julio Godio planteó que:
Pero, rápidamente el nuevo modelo se extiende y llega a países que tienen otras
tradiciones políticas donde el individualismo y el consumismo prima sobre lo
colectivo y la planificación económica. Empezó una fuerte lucha por el control de
los mercados internacionales sin dejar de lado la supremacía absoluta sobre el
mercado interno. Las relaciones comerciales entre mercado interno e internacional
se volvieron muy tirantes. De esta manera, se ha generado la llamada
competitividad internacional, que –según el doctor Francisco Romero Montes-:
“La Constitución de 1993 fue una columna fundamental del edificio neoliberal que
se estaba construyendo. En su capítulo sobre el régimen económico prohibía de
manera explícita y terminante, que el Estado realice actividades económicas. Era
apenas un subsidiario de las empresas privadas” (2019: 730).
Éste argumento también es utilizado por aquellos que buscan prolongar la edad
laboral y de jubilación. Se supone que desde la aplicación del modelo neoliberal a
nivel mundial, la economía ha mejorado en todos los países y, con ella, los niveles
de vida de los trabajadores han mejorado. Lo que les permite vivir más y mejor.
Esto último no es cierto. Y, en el Perú, las pensiones no forman parte del grupo de
las más elevadas en la región. Docentes universitarios con más de 30 años de
servicios se jubilan con un sueldo mínimo mensual. Además:
“No puede dejar de señalarse, el pago de la deuda externa como elemento que
incide profundamente en la agudización de la desprotección social, en los países
deudores. Una gran cantidad de recursos deben destinarse prioritariamente al
pago del servicio de la deuda externa, postergando el desarrollo económico y la
protección social de la gente. Lo grave es que, en este aspecto, no se vislumbra
una salida al problema, sino por el contrario un agravamiento, lo que determina
que las generaciones futuras estén ya condenadas a vivir dentro de un marco de
pobreza cada vez más preocupante” (1996:627).
A lo dicho anteriormente, es decir, reducir o eliminar los derechos laborales a los
trabajadores con el objetivo de “atraer” inversiones, se debe unir la idea de ser
muy “eficientes” en el pago de la deuda externa. Para esto último, se recurre a re
direccionar los recursos del Estado. Se reduce el gasto público. Se eliminan los
derechos sociales –y a cambio sólo se desarrollan programas sociales
coyunturales-. Se “ajustan” salarios y pensiones. Todo por pagar la deuda externa.
De esta forma, se demuestra nuestro cumplimiento con las obligaciones
contraídas con organismos financieros mundiales como el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial. Así, el país recibe “certificaciones” de
instituciones; mientras que, nadie certifica las pésimas condiciones en las que
viven las familias obreras y de jubilados. Entonces, todo se reduce a cifras y
estadísticas. Números fríos donde los rostros de las personas son invisibles.
“Friedman, postula el criterio que el bienestar social sólo puede venir de una
productividad más alta, la inversión de más capitales y una más difusión de
habilidades. Sólo así habrá más para el trabajador, para el inversor, el consumidor
y sobre todo para el Estado a través de los impuestos” (1996: 629)
Las teorías de Friedman; Von Hayek y Von Mises son sólo eso: teorías políticas.
No han surtido ningún efecto positivo su aplicación en los países periféricos con
una economía primaria extractivista. Son muy perjudiciales para las clases
trabajadoras. Lo único que han consolidado es el control del Estado en forma
directa por empresarios que sólo buscan sus beneficios personales. Los gobiernos
de Trump; Macrón; Macri; Bolsonaro; Piñera, etc. son producto de estas
elucubraciones políticas planteadas desde los centros de poder financiero. Incluso,
son un atentado contra las burguesías nacionales.
BIBLIOGRAFÍA
Béjar, Héctor. (2019) Vieja Crónica y Mal Gobierno. La otra historia, la que nos
ocultan. Achebe ediciones. Lima-Perú.
Rendón Vásquez, Jorge, (1996) Derecho del Trabajo y Empleo Global. En:
Ponencias para el VI Congreso Peruano de Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social. 9-13 setiembre de 1996. Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Facultad de Derecho y Ciencia Política. Lima-Perú.