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Procedimiento Reclamación
Rut : 13.236.482-6
Rut : 4.251.181-1
Domicilio : Camino Viejo Puchuncaví sin número, Campiche, comuna de
Puchucanví
Domicilio : Calle Teniente Merino, Casa N° 34, Villa Esperanza, Las Ventanas,
comuna de Puchuncaví.
Rut : 8.380.594-3
Domicilio : Camino Principal sin número, Campiche, comuna de Puchuncaví
Rut : 61.979.930-5
Rut : 16.710.896-2
Domicilio : Avenida República N° 105, Santiago
Forma de : áldandra.1ortosp@majtud_p.c1
Notificación
TREINTA Y SIETE 37
I. Aspectos de forma
1. Acto reclamado
Que, en el presente recurso venimos en reclamar en contra del D.S. N° 105 del Ministerio del
Medio Ambiente que aprueba el Plan de Prevención y Descontaminación para las Comunas de
Concón, Quintero y Puchuncaví, publicado en el Diario Oficial con fecha 30 de marzo de 2019,
de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 17 N° 1 de la Ley 20.600 que Crea los Tribunales
Ambientales en relación al artículo 50 de la Ley 19.300 de Bases Generales del Medio
Ambiente, en cuanto este acto no se ajusta este último cuerpo legal por las razones que se
expondrán más adelante.
2. Legitimidad activa
En virtud de lo establecido en el artículo 17 N° 1 de la Ley 20.600 que Crea los Tribunales
Ambientales, le corresponderá a estos conocer las reclamaciones que se interpongan en contra
de los decretos supremos que establezcan planes de prevención o de descontaminación, entre
TREINTA Y OCHO 38
otras normas, en relación a lo establecido en el art. 50 de la Ley 19.300 Sobre Bases Generales
del Medio Ambiente. A su vez, el artículo 18 N° 1 de la Ley 20.600 establece que, en el caso del
N° 1 del artículo precedente, cualquier persona podrá intervenir como parte cuando considere
que los decretos del numeral señalado no se ajusten a la Ley 19.300, causándole perjuiCio.
Ahora bien, respecto al requisito para ser considerado legitimado activo según la ley, esto es,
haber sufrido un perjuicio, creemos relevante tratar qué se ha entendido por la doctrina y
jurisprudencia en este sentido. La doctrina especializada ha dicho que "... el perjuicio en el
ámbito ambiental se materializa en el interés que tiene cualquier persona en que las normas
ambientales que se dicten, efectivamente, sirvan para proteger el medio ambiente. "/Lo anterior
guarda relación con el espíritu de la Ley 19.300 y los principios que la inspiran, entendiéndola
como la base de la función pública ambiental, función que tiene como objeto la protección
ambiental y la minimización de los efectos del deterioro del medio ambiente en el ser humano y
en sí mismo.
En cuanto a la jurisprudencia que ha tratado la legitimación activa en las reclamaciones
realizadas en virtud del artículo 18 N° 1 de la Ley 20.600, es imprescindible referirnos a la
Sentencia R-22-2014 del Segundo Tribunal Ambiental, la cual en su considerando
decimoquinto reza lo siguiente: "Así, respecto de las normas primarias, habría perjuicio si
quien lo invoca considera que el estándar fijado en la norma primaria constituye un riesgo
para la vida o la salud de la población... " 2
De lo anterior, es posible colegir que lo relevante en materia de perjuicio al momento de
fundamentar la legitimación activa es el interés en la protección del medio ambiente así como
de la vida y salud de las personas. En tal sentido, la agrupación que representamos, Mujeres en
Zona de Sacrificio, pertenecientes a la comuna de Quintero, una de las tres comunas en las que
el PPDA se encuentra vigente, por lo tanto, directamente afectadas por la situación histórica de
vulneración que afecta a estas localidades, con episodios críticos de contaminación atmosférica
que han dado lugar a emergencias ambientales y alertas sanitarias en la zona, se han visto
nuevamente vulneradas dada la escasa protección que el PPDA les otorga, consecuencia de la
dictación del acto reclamado con infracción a las normas y principios de la Ley 19.300 que
desarrollaremos a lo largo de la presente reclamación.
En este orden de ideas es ineludible arribar a la conclusión que el PPDA dictado para las
comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví no cumple con el objetivo por el cual fue dictado
ni con el sentido de la legislación ambiental, esto es, la protección del medio ambiente, ya que la
laxitud y permisividad de dicho instrumento afecta la calidad de vida y la salud de los habitantes
de la zona, que ven en el PPDA una herramienta para terminar con la discriminación y
vulneración sistemática de derechos a la cual se han visto sometidos.
3. Plazo
Que, la presente reclamación se interpone dentro del plazo de 30 días hábiles establecido por la
LTTAA en su artículo 17 N° 1, en relación al artículo 50 de la LGBMA, en virtud de que el acto
reclamado fue publicado en el Diario Oficial el día 30 de marzo de 2019.
Que, según ha acordado este Ilustre Tribunal en su Acta de Sesión Extraordinaria N°35-2016,
los plazos de los numerales 1, 3, 5, 6 y 7 del artículo 17 LTTAA deben computarse a través de
la norma del artículo 25 LBPA, según lo cual son días inhábiles para estos efectos los días
sábados, domingos y festivos. De acuerdo al sistema de cómputo señalado nos encontramos
dentro del plazo para interponer la presente reclamación, en cuanto este se extiende hasta, según
se ha señalado, el día martes 14 del mes de mayo el presente año.
II. Hechos
Mediante el Decreto Supremo N° 252 de 1992, del Ministerio de Minería, se aprobó el Plan de
Descontaminación del Complejo Industrial Las Ventanas, el cual regulaba solo las principales
fuentes emisoras de la zona. Dicha área fue declarada como zona saturada por Anhídrido
Sulfuroso y Material Particulado Respirable mediante el Decreto Supremo N° 346, de 1993, del
Ministerio de Agricultura.
Casi dieciocho años después, el Ministerio del Medio Ambiente (en adelante "MMA") dio
inicio al proceso de revisión, reformulación y actualización del Plan de Descontaminación
Atmosférico del Complejo Industrial Las Ventanas.
En el 2015, mediante Decreto Supremo N° 10 del mismo año, el MMA declaró zona saturada
por Material Particulado Fino Respirable MP2,5, como concentración anual, y zona latente por
Material Particulado Respirable MP10, como concentración de 24 horas, para la zona que
comprende las comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví.
A raíz de lo anterior, mediante Decreto Supremo N° 1 de 2017, el MMA presentó el Plan de
Prevención y Descontaminación Atmosférica para las comunas de Concón, Quintero y
Puchuncaví (en adelante "PPDA") producto del proceso de reformulación y actualización del
plan vigente. Sin embargo, dicho plan no cumplía con la finalidad que la normativa le asigna, es
decir, las medidas contenidas en el plan no permitían una efectiva reducción de los
contaminantes, por ende, mediante Dictamen N° 44.528, la CGR representó el Decreto Supremo
N° 1 de 2017 por no ajustarse a derecho (en adelante "PPDA Representado").
Es necesario destacar la importancia de los múltiples episodios de contaminación que
desencadenaron diversas intoxicaciones en una gran parte de alumnos y profesores, que
corresponden a los episodios acaecidos en la Escuela de la Greda en Puchuncaví por primera
vez en el año 2011, en donde en el tercer caso del año, 31 escolares presentaron síntomas de
intoxicación por emanaciones de gases tóxicos, principalmente de dióxido de azufre (SO2).
Frente a este acontecimiento Codelco Ventanas debió pagar 164 millones de pesos a los 38
querellantes de la causa por la intoxicación descrita. Posteriormente, en el año 2015 cerca de 40
personas presentaron malestares asociados a una intoxicación asociados a severos problemas de
mantención del sistema de alcantarillado y de la planta de tratamiento de aguas servidas del
establecimiento educacional, lo que obligó a cerrarlo parcialmente. Esta situación debe
relacionarse con la forzada inauguración de la escuela en el año 2013, luego de trasladarse
debido a la masiva intoxicación de estudiantes correspondiente al año 2011 ya relatada.
En el mismo sentido, cabe hacer hincapié en los distintos eventos de riesgo ambiental y humano
que se produjeron en la zona en cuestión, dada la presencia de contaminantes en el aire, respecto
a los cuales, hasta la fecha, aún existe falta de información y la falta de un detallado análisis que
dé cuenta los contaminantes presentes en la zona y que conllevaron la intoxicación de cientos de
personas. Con fecha 27 de septiembre del mismo año, la Secretaría Regional Ministerial de
Salud (en adelante, "SEREMI de Salud") informó que la cifra de intoxicados por los hechos ya
CiiAREMA 40
descritos era de 973 personas, principalmente menores de edad y un total de 1.208 consultas de
urgencia registradas desde el primer evento de contaminación registrado el 21 de agosto3.
Todo lo anterior significó la dictación del Decreto Supremo N° 83 de 2018 del Ministerio de
Salud (en adelante "MINSAL"), en el cual se decreta alerta sanitaria para las comunas ya
mencionadas. Dicho decreto dispuso que el MMA haría ingreso a la CGR un nuevo PPDA para
la zona, antes del 31 de diciembre del 2018, lo que responde precisamente a una decisión
tendiente a agilizar la dictación de un nuevo instrumento que se haga cargo de la problemática
ambiental de la zona afectada.
El proceso de elaboración del PPDA se inició el 2 de octubre del mismo año, aprobándose el
Anteproyecto con fecha 30 de octubre de 2018, el que fue sometido a 40 días de Consulta
Pública. Luego, el PPDA fue ingresado a la CGR con fecha 28 de diciembre de 2018, para el
trámite de toma de razón, sin embargo, este trámite fue suspendido ya que la CGR ordenó
reingresar el PPDA junto con las correcciones que se estimaron. El PPDA fue reingresado en
tres oportunidades: el 1 de marzo (oficio N° 190832), el 19 de marzo (oficio N° 191038) y el 29
de marzo (oficio N° 191215). Finalmente, el Decreto Supremo N° 105/2018 (PPDA) fue
tomado de razón con fecha 29 de marzo y publicado en el Diario Oficial el día 30 de marzo.
Por otro lado, se constata que el PPDA hace referencias a mediciones contenidas en normas
primarias. Dentro de estas, respecto a la norma de MP 10 para obtener el promedio diario la
medición debe realizarse al menos durante 18 horas, dejando un margen de 6 horas. Respecto a
la medición mensual también se detecta un margen de días que pueden quedar fuera.
Respecto al inventario de emisiones y al Análisis de Impacto Económico y Social (en adelante
"AGIES") que constan en el expediente del acto reclamado, se constata que existe información
desactualizada, ya que se utilizan datos del año 2015, siendo que los datos actualizados
corresponden al año 2017.
Finalmente, respecto a los Compuestos Orgánicos Volátiles (en adelante COVS), su definición
en el PPDA es genérica y no se hace alusión a todos los existentes en la zona. La norma obliga a
individualizar y contabilizar ciertos tipos de COVS, que son, el Benceno, Tolueno, derivados de
Hidrocarburos (BETC). Si hablamos solo de hidrocarburos se restringen mucho más.
3
una descripción completa de las estadísticas de salud de la crisis ambiental de 2018 se puede ver en
SEREMI de Salud (2018) "RESUMEN ACCIONES SEREMI DE SALUD EVENTO QUINTERO-PUCHUNCAVÍ",
presentación ante la Comisión Especial Investigadora sobre causas de alta contaminación ambiental de
la Cámara de Diputados. Disponible en línea en:
https://www.camara.cl/pdf.aspx?prm ID=159333&prmTIPO=DOCUMENTOCOM 'SION
CUARENTA Y UNO 41
Medio Ambiente y Derechos Humanos, que la protección del medio ambiente se encuentra
incluida como una condición para la vida dignal°.
Para el órgano autoritativo, en cuanto al Derecho a vivir en un medio ambiente sano, que a su
vez es prerequisito para poder gozar de los derechos a la salud y vida digna, tiene especial
importancia el deber de prevención de los Estados, y en virtud de este "los Estados están
obligados a usar todos los medios a su alcance con el fin de evitar que las actividades que se
lleven a cabo bajo su jurisdicción, causen daños significativos al medio ambiente"11
También es relevante señalar que los Estados, conforme al artículo 1.1 de la CADH tienen la
obligación de respetar y garantizar el goce y ejercicio de los Derechos Humanos a todas las
personas bajo su jurisdicción, sin discriminación. Y a su vez, el deber de garantizar
comprende los deberes de prevenir, investigar, sancionar y reparar vulneraciones a dichos
derechos12.
A propósito de las obligaciones preventivas del Estado en materia de medio ambiente, la Corte
IDH también ha informado su interpretación en la Opinión Consultiva en comento. Así, el deber
de prevención, al mismo tiempo implica el deber de regular, para lo cual los Estados deben
adecuar su legislación interna a las disposiciones de la Convención (ejercer un control de
convencionalidad), lo cual no se limita al texto constitucional o legislativo, sino que debe
irradiar a todas las disposiciones jurídicas de carácter reglamentario y traducirse en la efectiva
aplicación práctica13 que tenga relación con el medio ambiente.
Por último, en cuánto a la vinculación entre salud y medio ambiente, la Corte IDH establece que
"la salud requiere de ciertas precondiciones necesarias para una vida saludable, por lo que se
relaciona directamente con el acceso a la alimentación y al agua. Al respecto, la Corte ha
señalado que la salud constituye un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por tanto, la contaminación ambiental
puede causar afectaciones a la salud"m.
Esto se encuentra consagrado en nuestra legislación ambiental a muchos niveles. En primer
lugar, en la expresión positiva del objetivo de la Ley en su artículo 1°, tal como lo hemos
señalado con anterioridad.
En segundo lugar se observa como evidente frente a la naturaleza de la mayoría de los
instrumentos de gestión ambiental, los cuales son herramientas de las institucionalidad para
garantizar el derecho a vivir en un ambiente sano, pero dentro de ese objetivo garantista tienen
una orientación evidente de prevención: ello se puede verificar en el SEIA, educación
ambiental, Normas de calidad y emisión, Evaluación Ambiental Estratégica y, obviamente, en
los Planes de Prevención y Descontaminación, como es el caso del instrumento dictado en el
acto que se reclamals.
Si trasladamos el alcance del principio hacia la interpretación de las obligaciones que tiene el
Estado, es posible concluir que éste tiene la responsabilidad de velar por que las actividades
realizadas dentro de su competencia territorial no causen vulneraciones al derecho a vivir en un
medio ambiente libre de contaminación. La legislación ha otorgado al Estado herramientas para
que pueda cumplir con dicha responsabilidad, para ello, existen diversos instrumentos de
gestión ambiental que se encuentran contemplados en la Ley 19.300 que tienen como objetivo
contribuir a la protección del medio ambiente, y prevenir, atenuar o mejorar los problemas
ambientales.
Dada la naturaleza del bien jurídico protegido, el medio ambiente, el Estado está
particularmente obligado a generar condiciones ex ante para que éste no se vea afectado. Este
deber implica crear institucionalidad y condiciones normativas, que aseguren que el derecho no
se vea vulnerado.
CUARENTA Y CINCO 45
Para cumplir esta garantía de prevención, el Estado es el obligado a adoptar medidas que
propendan a ello, en efecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos señala que esta
obligación debe cumplirse bajo un estándar de debida diligencia, el cual debe ser el apropiado y
proporcional al grado de riesgo de daño ambienta116. Por lo tanto, es el propio Estado el que
tiene la obligación de regular las materias ambientales y adoptar medidas concretas para
prevenir daños significativos al medio ambiente y de esta manera, cumplir la garantía
establecida en el numeral octavo del artículo 19 de la Constitución Política.
Como adelántabamos, existe un amplio reconocimiento en el derecho internacional sobre la
relación interdependiente entre la protección al medio ambiente, el desarrollo sostenible y los
derechos humanos. En palabras de la Corte IDH:
"El derecho humano a un medio ambiente sano se ha entendido
como un derecho con connotaciones tanto individuales como
colectivas. En su dimensión colectiva, el derecho a un medio
ambiente sano constituye un interés universal, que se debe
tanto a las generaciones presentes y futuras. Ahora bien, el
derecho al medio ambiente sano también tiene una dimensión
individual, en la medida en que su vulneración puede tener
repercusiones directas o indirectas sobre las personas debido a
su conexidad con otros derechos, tales como el derecho a la
salud, la integridad personal o la vida, entre otros. La
degradación del medio ambiente puede causar daños
irreparables en los seres humanos, por lo cual un medio
ambiente sano es un derecho fundamental para la existencia de
la humanidad"17
Lo anterior es importante pues las obligaciones del Estado en razón del principio preventivo, no
solo se enmarcan en una lógica jurídica sectoria e interna, sino que debe incorporar los
estándares de derechos humanos para una correcta aplicación.
A nivel interno, nuestra doctrina y jurisprudencia han declarado en numerosas veces que el
principio preventivo es uno de los principios más importantes de nuestro ordenamiento jurídico
ambiental, ya que, crea una obligación de garantía del Estado, que se traduce en la elaboración y
concretización de medidas adecuadas para preservar los derechos a la vida, integridad física y
salud, que se encuentran directamente relacionados con el derecho a vivir en un ambiente libre
de contaminación establecido en el Artículo 19 N° 8 de la Constitución Política de la República.
De esta forma, este principio crea un imperativo en las decisiones políticas ambientales de las
propias autoridades, en orden a evitar el deterioro o la generación de afectaciones al medio
ambiente para tutelar la preservación de la naturaleza, y por otra parte funciona como garantía
de los derechos humanos a la vida, salud e integridad física, que eventualmente pueden verse
afectados por problemas medioambientales.
16
TIDM, Responsabilidades y Obligaciones de los Estados respecto de actividades en la Zona. Opinión
Consultiva de 1 de febrero de 2011, párr. 117, y Comisión de Derecho Internacional, Comentarios al
Proyecto de artículos sobre la prevención del daño transfronterizo resultante de actividades peligrosas
G.A. Res. 56/82, Doc. ONU NRES/56/82, art. 3, párr. 11.
17
Corte IDH, OC 23/17, Op, Cit, párrafo 59.
uwIRENTA Y SEIS 46
En el plano internacional, por su parte, es relevante utilizar el estándar de debida diligencia que
es definido por SHELTON y GOULD como "las medidas razonables de prevención que se
esperaría que un gobierno bien administrado ejerciera en circunstancias similares"". Este es el
estándar que fue utilizado en el caso Velásquez Rodriguez c. Honduras de la Corte IDH, en
razón del cual:
"un hecho ilícito violatorio de los derechos humanos que
inicialmente no resulte imputable directamente a un Estado, por
ejemplo, por ser obra de un particular o por no haberse
identificado al autor de la trasgresión, puede acarrear la
responsabilidad internacional del Estado, no por ese hecho en sí
mismo, sino por falta de la debida diligencia para prevenir la
violación o para tratarla en los términos requeridos por la
Convención"19.
Por su parte, el Comité DESC en su Observación N°34, establece una medida de eficacia para
ponderar la idoneidad de una medida preventiva. En el párrafo 14 de su observación, señala:
14.La obligación de proteger significa que los Estados partes
deben prevenir de manera eficaz toda conculcación de los
derechos económicos, sociales y culturales en el contexto de las
actividades empresariales. Ello requiere que los Estados partes
adopten medidas legislativas, administrativas, educativas y
otras medidas apropiadas para asegurar una protección eficaz
contra las vulneraciones de los derechos consagrados en el
Pacto relacionadas con actividades empresariales y que
proporcionen acceso a recursos efectivos a las víctimas de esos
abusos.2°
2.2 Sobre el test de razonabilidad en el marco del control de legalidad de un acto
administrativo.
El control de legalidad que ejercen los Tribunales Ambientales respecto de los actos
administrativos de carácter ambiental de su competencia, no se limita a un mero control formal,
sino que se trata de un control de legalidad pleno, que incorpora como elementos de análisis al
menos la legalidad formal, la proporcionalidad de la decisión administrativa y la razonabilidad
de la misma.
En el derecho, la razonabilidad supone una medida de análisis de la legalidad de los actos que
emanan de la autoridad, este es un estándar que permite determinar si una decisión emana
razonablemente de los antecedentes que le dan origen. En otras palabras, este análisis busca
encontrar una respuesta a si las medidas adoptadas se derivan razonablamente de los
antecedentes de hecho y derecho que estuvieron disponibles para la administración para tomar
su decisión, en la especie, respecto de la naturaleza preventiva que tiene por fin el instrumento
18
SHELTON, Dinah y GOULD, Ariel "Positive and Negative Obligations" en The Oxford Handbook of
International Human Rights Law, Editado por Dinah Shelton, Oxford University, Press Oct 2013, p. 5.
19
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras, Sentencia de
29 de julio de 1988, párrafo 172.
20
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Observación general núm. 24 sobre las
obligaciones de los Estados en virtud del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales en el contexto de las actividades empresariales, año 2017, párrafo 14.
CUAREtiTi; Y SIETE 47
en análisis. No se trata por tanto de juzgar el mérito de la medida, pues ello se encuentra
reservado a la discrecionalidad administrativa, sino analizar si la medida en concreto es una
conclusión razonable por parte de la administración.
Lo anterior va en el sentido de lo señalado por la Corte Suprema en el Fallo Rol 6563-2013, en
que se habla de un estándar de "legitimidad lógica", utilizado como sinónimo de razonabilidad,
en el control de legalidad de la motivación de actos discrecionales de la administración:
"Las facultades de que están investidas las autoridades, en
modo alguno pueden ejercerse en forma arbitraria y
discriminatorias, su ejercicio debe ser legítimo, lo que implica
que debe ajustarse a criterios de legalidad constitucional, de
oportunidad, proporcionalidad y de legitimidad lógica (...)
toda facultad discrecional debe ser ejercida con estricta
sujeción a antecedentes de hecho fidedignos y considerando
además la oportunidad y el perjuicio que de ello puede
irrogarse a las personas involucradas, no puede actuar
arbitrariamente haciendo un uso no razonable de facultades
jurídicas ni excederse más allá del fin que fue previsto por el
legislador, debiendo en todo caso ajustarse la actuación
discrecional a principios lógicos elementales" (Corte de
Apelaciones de Iquique, Rol 37428-2001. Considerando 17)
Asimismo, lo ha explicado el Profesor Soto Kloss al señalar que:
"Un acto es arbitrario cuando no existe razón que lo
fundamente (...), fuera de las reglas ordinarias y comunes.
Para que exista arbitrariedad debe haber, entonces, carencia
de razonabilidad en el actuar u omitir, falta de proporción
entre los motivos y el fin o finalidad a alcanzar, ausencia de
ajuste entre los medios empleados y el objetivo a obtener o,
aun, inexistencia de los hechos que fundamentan un actuar, o
sea, una actuación carente de fundamentación"2' (énfasis
añadido).
Finalmente no se debe olvidar, como indican los profesores Martínez y Zúñiga que:
"la seguridad jurídica está en la base de la racionalidad
propia del derecho y de la ley. Es por eso que hablar de
razonabilidad en el Derecho supone analizar si las soluciones
a los conflictos de relevancia jurídica son o no "razonables", o
sea, si las "razones" que hay detrás de aquellas son o no
ajustadas a la razón, y no producto de meras apreciaciones
subjetivas reactivas a sentimientos, impresiones o gustos
personales".
Como fluye de lo señalado en las citas precedentes, el test de razonabilidad busca evitar la
arbitrariedad en la toma de decisiones del Estado, mirando de manera objetiva los parámetros
que se deben tener en cuenta para llegar al fin buscado por el acto revisado, ya que opera como
21
Soto Kloss. Eduardo. "El recurso de protección. Orígenes, Doctrina y Jurisprudencia". Editorial Jurídica
de Chile. Pág. 185
CUARENTA Y OCHO 48
un criterio que permite arribar a una solución justa dentro del derecho, ya sea una solución
normativa, una solución en un proceso contencioso, etc.
Esta solución debe no ser arbitraria, es decir, debe estar conforme a ciertas razones que le
otorguen sentido que lo legitima de modo que sea un criterio de control de legitimidad y
constitucionalidad de los actos emanados del Estado, para que estos sean conforme a derecho y
no se vulneren los derechos fundamentales, como el derecho a vivir en un ambiente libre de
contaminación consagrado en el artículo 19 N° 8 e la Constitución Política, en este caso, desde
su dimensión preventiva tal como busca el instrumento del acto reclamado.
En el caso concreto, por tanto, para realizar el control de razonabilidad, hay que plantearse la
pregunta si una actuación del Estado (en este caso el plan de descontaminación) es o no
jurídicamente la más adecuada para perseguir un determinado fin, en virtud de los antecedentes
que le dan origen a dicha decisión administrativa.
2.3 Falta de razonabilidad del plan
El objetivo declarado del Plan de Descontaminación es el siguiente, recogido en su artículo 1°
es:
"evitar la superación de la norma primaria de calidad ambiental
para material particulado respirable MP10 (D.S. N°59/1998 de
MINSEGPRES) como concentración anual, y de la norma
primaria de calidad ambiental para material particulado fino
respirable MP2,5 (D.S. N°12/2011 del MMA), como
concentración de 24 horas, y recuperar los niveles señalados en
la última norma mencionada, como concentración anual, en un
plazo de 5 años".
Respecto de la revisión de los antecedentes de la zona sujeta al plan, se han utilizado promedios
de emisiones los años 2015-2017, sin realizar una explicación racional alguna de por qué se
utilizan datos de años anteriores, y no con la necesaria actualización a partir de los datos de los
años correspondientes a la fecha en que se ordenó la conclusión del Plan de Prevención y
Descontaminación en virtud del Decreto Supremo N° 83 de 2018 del Ministerio de Salud, en
que luego se dictó y finalmente entró en vigencia (periodo que abarca al menos los años 2017 y
2018, este último en que se verificaron niveles anómalos de emisiones, con la correspondiente
grave afectación a la salud de los habitantes).
El plan, además, hace referencia a mediciones históricas promedio de 3 años para MP2,5 y
MP10 en la zona (Fig 3 y 4). Esta forma de presentar y analizar las concentraciones de material
particulado no permiten visualizar y comprender las variaciones a lo largo de cada año y
comparar entre años, adicionalmente no se hace referencia a las mediciones históricas de NO2
Y S02.
Así, en las condiciones de ventilación que determinan episodios de alta concentración de
contaminantes en la zona de Quintero y Puchuncaví (Figura 1 del plan de descontaminación), se
menciona que para el periodo de 2015-2017 permite diferenciar el ciclo diario de la estabilidad
superficial en dos periodos, uno frío entre los meses de abril-septiembre y el otro cálido entre
los meses de octubre-marzo, sin tomar en cuenta los periodos posteriores.
CUARENTA Y NUEVE 49
rl
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 12 13 14 15 16 17 18 19 9/0 2/ 22 23 24
H4t41 dr . I-g/Cp)d dz 30m
Lo mismo sucede con la variación anual de condiciones críticas de ventilación (Figura 2 del
plan de descontaminación); el promedio trianual de MP2,5 y MP10, elaborado a partir del
Informe Técnico Cumplimiento de Normas de Calidad del Aire por MP2,5, MP10, Plomo y
SO2 de la Superintendencia del Medio Ambiente (Figura 3 y 4 respectivamente del plan de
descontaminación).
4.44,44464-4,4~1*.
•
CINCUENTA 50
EMISIONES (ton/ano)
Tipo FUENTE
NP 807 SOR
AES GENER (*) 195 6.253 7.775
CODELCO DIVISIÓN VENTANAS
211 12.852 97
(*)
P untual ENAF (*) 915s 1.492 1.169
Otras puntuales (5.2.
13$)
255 t7a 977
El objetivo del plan de descontaminación se ve afectado por no existir datos reales actualizados
de las emisiones y, por lo tanto, no es posible verificar que cumpla el estándar preventivo, ya
que, como bien sabemos, una de las características principales del principio preventivo es que el
riesgo que trata de prevenir o disminuir sea cierto.
En consecuencia, dicha certidumbre se ve gravemente disminuida con datos desactualizados
como los que presenta el plan, ya que no hay manera de determinar si las medidas adoptadas en
virtud de esos datos son razonables para perseguir la finalidad adoptada por el plan de
descontaminación que establece su Artículo 1, sobre todo en razón de que la dictación del plan
en cuestión fue en general una medida de control por parte de la autoridad de los episodios
críticos de contaminación del año 2018.
Existe falta de razonabilidad, por tanto, desde la constatación de que se han utilizado promedios
de emisiones los años 2015-2017, sin que se haya motivado la decisión de excluir datos más
recientes correspondientes a la fecha en que el plan de descontaminación entró en vigencia.Por
otra parte, la norma chilena define la concentración anual de MP10 como la media aritmética de
los valores de concentración mensual en cada estación monitora en un año calendario. La
concentración mensual, a su vez, es definida como la media aritmética de los valores
efectivamente medidos de concentración de 24 horas en cada estación monitora en un mes
calendario.
La definición de la concentración mensual señala además, que solo se considerará como valor
de concentración mensual, aquel que resulte de al menos el 75% de las mediciones programadas
para el mes, de acuerdo a la periodicidad de monitoreo previamente definida. En consecuencia,
para calcular la concentración mensual, podría eventualmente eliminarse un 25% de las
CINCUENTA Y DOS 52
mediciones, y a partir del promedio de los valores restantes, definir el valor correspondiente a la
concentración mensual.
De forma similar, la concentración de 24 horas, según la definición corresponde a la media
aritmética de los valores efectivamente medidos de concentración en cada estación monitora en
24 horas consecutivas. En caso de utilizarse monitores con resolución inferior a 24 horas, o de
pérdida parcial de información horaria, el número de valores a considerar en el cálculo de la
media será mayor o igual que el equivalente a 18 horas.
En otras palabras, cuando nos referimos a lo que la norma chilena define como concentración
anual de MP10, nos encontramos con un valor que corresponde al promedio (concentración
mensual) de promedios (concentración 24 horas), donde cada uno de estos promedios pudo
haber eliminado un 25% de los datos. Lo cual constituye una vulneración al principio
preventivo, ya que no hay certeza acerca de los valores reales de las concentraciones
respectivas, lo que no es razonable, ya que no permitirá evaluar a futuro si el Plan ha tenido el
efecto esperado en la calidad del aire.
Dicho de otra manera: la gravedad de la situación de contaminación que existe en las comunas
de Concón, Quintero y Puchuncaví, cuya magnitud pudimos apreciar en los últimos eventos de
envenenamientos masivos ocurridos el segundo semestre del año 2018, y que gatillaron la
agilización de la tramitación del instrumento de gestión ambiental reclamado, vuelve
imprescindible la materialización de los principios que regulan, precisamente, la relación
económica del origen de la contaminación y sus efectos, mediante la adopción de mecanismos
que permitan, faciliten y promuevan la internalización de las externalidades ambientales
negativas por parte de las industrias reguladas.
La omisión de estos mecanismos, además de generar un espacio de mejora del PPDA, vuelve
imposible la adopción de medidas efectivas que logren el objetivo del plan, que es
descontaminar, precisamente porque al dejar la adopción de este tipo de medidas a la mera
voluntad de quienes generan la contaminación, se deja en una evidente desprotección a quienes
son finalmente obligados a soportar las externalidades ambientales negativas, aun cuando
existen herramientas que permitirían internalizar dichos costos.
Este principio de Progresividad de los DDHH ha sido utilizado por este mismo tribunal como
base para su pronunciamiento en la Sentencia R-22 del año 2014, que resuelve una demanda de
reclamación en contra de un DS que deroga la norma anual de calidad primaria para el
compuesto contaminante MP10; al respecto, el Tribunal señaló en su considerando octogésimo
que
"(...) [A]parece como evidente que la derogación de una norma
de calidad ambiental debe someterse necesariamente a un
estándar de fundamentación particularmente elevado, pues
implica un cambio en el nivel de riesgo socialmente aceptado
que no puede ser motivo sólo de un acuerdo político, sino que
el resultado de una acabada discusión, científica en su parte
fundamental, pero también sociológica y jurídica; y, en
particular, a menos que nos encontremos ante una situación
excepcionalísima, deberá existir una estricta correlación que
garantice que la derogación ha sido o será compensada con la
generación o creación de otra norma, que supondrá mejores y
más elevados estándares. (...)".
Así las cosas, el principio referido ha sido utilizado por este ilustre Tribunal para el
conocimiento, razonamiento y decisión de un caso similar en cuanto a su naturaleza
(reclamación en contra de un DS del MMA), reconociendo la exigencia de una motivación
especialmente elevada para el caso de la derogación de la norma anual de MP10, por
contravenir el llamado Principio de Progresividad de los DDHH, de forma que se fundamente
por parte del órgano de la Administración del Estado la regresividad en la protección de un
Derecho Fundamental, como lo fue en el caso el Derecho a la Vida y al Vivir en un
medioambiente libre de contaminación.
En este mismo sentido, la ya citada Opinión Consultiva N° 23 de la Corte IDH, establece la
obligación de los Estados de proteger, garantizar y promover los derechos humanos,
particularmente el derecho al medio ambiente, el cual reconoce, se encuentra estrechamente
vinculado al derecho a la vida y la integridad física y psíquica; además del derecho a la salud,
según indica la misma opinión consultiva.
En definitiva, existe una obligación de los Estados de adoptar medidas positivas que busquen
aumentar la protección, garantía y promoción del derecho a vivir en un medio ambiente libre de
contaminación, en concordancia con el principio de progresividad, lo cual se estaría vulnerando
por el PPDA vigente, como se señalará a continuación.
En primer lugar, como ya revisamos, respecto de la meta general del PPDA, se puede dilucidar
dos clases de objetivos: por un lado el evitar la superación de normas de calidad de MP10 y
MP2,5 (como concentración anual y de veinticuatro horas respectivamente), y por otro el
recuperar los niveles de concentración anual de MP2,5, de acuerdo a su norma de calidad, lo
anterior en un plazo de cinco años.
Considerando tales objetivos, y teniendo presente que el PPDA lo ha trazado en base a normas
de calidad elaboradas hace más de quince años, es evidente que el Estado a través de este plan
no está adoptando medidas positivas eficaces para aumentar la protección de los derechos a la
salud y a vivir en un medioambiente libre de contaminación, por el contrario, estableciendo
como meta el tan solo alcanzar un estándar de concentración de material particulado que ha
Ci CUENTA Y SEIS 56
estado constantemente en entredicho por su excesiva laxitud respecto a los estándares que
sugiere la OMS.
En segundo lugar; llama la atención el hecho de que en el PPDA se desarrolle un tratamiento tan
ligero respecto de los Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) y otros contaminantes diferentes
al MP, pues como se puede corroborar de su lectura, el plan se esmera en establecer
restricciones a las emisiones de MP, pero sin establecer medidas precisas que prevengan la
emisión o, al menos, permitan la estimación de cantidades nocivas de COVs, que puedan
producir un riesgo a la salud de la población afectada.
Según sostiene el Colegio Médico, al contrario, los efectos en la salud de las personas
intoxicadas insinúan la presencia en el aire de contaminantes no contemplados por las normas
de calidad de nuestro ordenamiento jurídico, tales como los COVs. Se da cuenta de este último
punto en el Informe presentado por el Colegio Médico a la Comisión Investigadora de la
Cámara Alta, en el cual señala que se le atribuyen los efectos en la salud sufridos por los
habitantes de la zona al Metil Cloroformo, Nitrobenceno, Tolueno e Isobutano, todas estas
sustancias extremadamente tóxicas y que no se encuentran reguladas24.
En razón de lo anterior se hace impostergable para el Estado la obligación de dar curso a
medidas serias que tiendan a la desaparición de las causas que acarrearon tales episodios,
obligación que ha pasado por alto al no incorporar dentro de las medidas de este plan
obligaciones de reducción de emisión de COVs.
En tal sentido, el PPDA solo establece como medidas relacionadas con la gestión de COVs las
siguientes:
Esta medida dice relación tan solo con una obligación de los particulares de informar sus
emisiones, sin la obligación de efectuar una reducción de los niveles de emisión de un
compuesto determinado que pueda ocasionar episodios de contaminación, como lo puede ser en
el caso de los COVs, dadas sus características de comportamiento en la atmósfera.
Más aún, la disposición referida no genera ninguna obligación nueva en el ordenamiento
jurídico y se constituye como una mera reiteración de los artículos 17° y 18° del Reglamento del
Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes, por lo que desde el test de la
progresividad no produce refuerzo ni avance alguno respecto del derecho que pretende
garantizarse.
24
"Informe del Colegio Médico para Clomisión Investigadora de la Cámara de Diputados sobre la Alta
Contaminación en Q-P-C y el Plan de Descontaminación del 19 de noviembre de 2018"
CINCUENTA Y SIETE 57
25
https://www.camara.cl/pdfaspx?prmID=156373&prmTIPO=DOCUMENTOCOMISION. Punto 12,
página 19
26
Ver: https://www.latercera.cominacionalinoticia/salud-pone-duda-intoxicacion-vecinos-puchuncavi-
quintero/303674/
CINCUENTA Y OCHO 58
PRIMER OTROSÍ: Solicitamos a US. Tener por acompañadas copias de los siguientes
documentos:
1. Informe de Exploración Base de Datos Ventana Concón (agosto-septiembre 2018).
2. Informe del Colegio Médico para Comisión Investigadora para la Cámara de Diputados
sobre la Alta Contaminación en Q-P-C y el Plan de Descontaminación del 19 de
noviembre de 2018.
CINCUENTA Y NUEVE 59
3. Copia de escritura pública de 16 de mayo de 2017, otorgado por don Jenson Aaron
Kriman Núñez, Notario Público Titular Quintero-Puchuncaví.
SEGUNDO OTROSÍ: Hago presente que mi personería para actuar en representación de Katta
Beatriz Alonso, Maritza Alejandra Damann Gormaz, Carolina Gilda Orellana, María Teresa
Almarza Morales, Cristina Ruiz Montenegro e Iris Del Carmen Guerra Lazcano, que consta en
la copia de escritura pública acompañada en el primer otrosí.
TERCER OTROSÍ: Solicitamos al Ilustre Tribunal Ambiental, tener presente para efectos de
las notificaciones que deban practicarse, los siguientes correos electrónicos:
alejandra.donosoa,mail.udo.c1 y diego.lillo'&inail.udp.cl, solicitando que dichas notificaciones
se dirijan a ambos correos simultáneamente, todo ello de acuerdo con lo establecido por el
artículo 22 de la Ley N° 20.600.