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BIOGRAFÍA
María Ruido es una artista visual, investigadora y productora cultural, desde
1998. Nacida en Pidre (Orense) en 1967.
Procedente de una familia gallega de clase trabajadora, María Ruido se licenció
en 1991 en Historia en la Universidad de Santiago de Compostela.
Es doctora en Bellas Artes por la Universidad de Vigo (con una tesis que versó
sobre la identidad, el cuerpo y el contexto social) y ha cursado estudios de
Teoría del Arte en el Centro de Arte y Comunicación de Lisboa.
Actualmente vive en Tánger y en Barcelona, donde imparte clases en la
Universitat de Barcelona como profesora en el Departamento de Diseño e
Imagen de la Facultad de Bellas Artes.
Desde 1998 su trabajo artístico y su producción escrita se han centrado en el
desarrollo de estudios sobre las políticas de representación y sus relaciones
contextuales.
En su producción videográfica, destaca la constante relectura de materiales de
archivo a través del re-montaje y la recontextualización.
LA REPRESENTACIÓN COMO COMUNICACIÓN Y COMO
(RE)PRODUCCIÓN DE REALIDAD(ES)
Al principio de este texto, María empieza haciendo una especie de corto diálogo
entre madre e hija: “Es mejor que hagas unas oposiciones, nena...con lo lista que tú
eres... podrías sacarte cualquier carrera...
No sé... puede que tengas vocación, pero también lo podrías hacer como hobby, ¿no?
...Tu verás lo que haces...pero te vas a morir de hambre!”
La autora afirma con esto que esto era y es una reacción típica de los familiares
en el momento en que sus hijos deciden que quieren dedicarse al mundo del
arte, especialmente si hemos nacido en una familia trabajadora con relación
ajena al ámbito artístico o como ella menciona: “producción cultural”.
Lo cierto es que, actualmente, algunas de las oscuras expectativas de la
producción de representación dentro del estado español tienen éxito, y
hablamos de prácticamente todas las vertientes de este tipo de producción.
María señala que en lo que estos familiares se equivocaban era en pensar que la
inestabilidad o escasez económica y la falta de trabajo afectaría únicamente a
este tipo de trabajos artísticos.
Y aun así nosotras insistimos, y tras haber obtenido unos estudios prácticamente
relacionados a la imagen, nos encontramos con un trabajo (el cual no es
considerado como tal) sin horarios ni reconocimiento, como un voluntariado
infinito que se apoya en la duda de nuestro talento, del cual se espera que nos
cansemos lo antes posible.
La artista dice que podremos sobrellevar, en el mejor de los casos, un
pluriempleo forzoso que divida nuestro tiempo en empleos con salario y como lo
que yo de verdad considero mi trabajo; y si añadimos que somos mujeres
elegiremos entre maternidad o tiempo para nosotras y carrera profesional sin
vacaciones, donde nos encontraremos con continuos obstáculos que deberemos
sobrellevar.
Si bien es cierto que el todo campo audiovisual, como por ejemplo el diseño, la
publicidad y el cine comercial, comparte unos elementos muy significativos, es
conveniente hacer distinciones entre algunos de sus aspectos y remarcar hasta
qué punto la situación de las mujeres en distintos ámbitos sigue siendo un
conflicto.
La influencia social en el campo audiovisual, por ejemplo de la televisión no es
comparable con los diferentes soportes del arte, ya que la calificada como <<
manipulación de códigos visuales >> no es igual.
Des de la misma experiencia, María Ruido, declara que las trabajadoras en el
ámbito audiovisual están sometidas a condiciones extremas de flexibilidad,
competencia, inseguridad, insuficiente salario. Esto provoca que los espacios de
ocio y trabajo se confundan, ya que las mujeres estamos reprimidas a trabajar
mucho.
No solo tenemos una ocupación sino diversas . Nos sometemos a más de un
trabajo ya que nos sacrificamos para hacer lo que nos gusta “estas haciendo lo
que quieres, no?” Este se hace llamar como el << añadido vocacional >>.
Asimismo, también muchas nos ocupamos de un tercer trabajo, el doméstico.
En esta sociedad nos regimos por los valores culturalmente masculinos, porqué
estamos en una sociedad patriarcal ya que los hombres se contemplan por
encima.
La manera de mirar el mundo se ha escogido arbitrariamente desde la
masculinidad porqué nos lo han enseñado así, és decir, jugar con coches es de
niños. Todo esto se ha devenido por culpa de la mentalidad, la educación, los
medios de comunicación, las instituciones, ya que estos se preocupan ordenar y
normalizar el comportamiento de un grupo de individuos o sociedad. La
automatización de nuestra manera de ver el mundo hace que determinemos los
roles y las identidades << las cosas son así, y así se las hemos enseñado >>.
Existen dos maneras de ver el mundo, de forma coherente, es decir, feminista, la
lucha de la mujer o androcentrista. Estas dos, colisionan entre sí. Las mujeres
intentamos cambiar la perspectiva.
Las trabajadoras estamos en una constante negociación dentro del marco de la
producción y emisión. Aunque nuestra capacidad de transmisión por pequeña
que sea es significante, debido a la influencia social.
Sin embargo por significante que sea muchos trabajos en el terreno de la
producción cultural e incluso los más ventajosos económicamente se definen
como inestables, (auto) explotación, salarios escasos,...
“ Pero ¿qué ocurre cuando la producción de la imágenes no está dentro de la lógica
de la empresa o no tiene una finalidad primordial de divulgación y/o
entretenimiento sino que es producida por la << necesidad personal >> o como <<
una forma de crítica hacia las estructuras de la realidad circundante >> ? “, es
decir, cuando cuando dices en casa: ¡Mamá, quiero ser artista!... Y no te protestan
con el típico no…
MANUAL DE SUPERVIVENCIA O COMO SE VIVE LA PRECARIEDAD
EN EL GLAMUROSO MUNDO DEL ARTE
Cuando le dices a alguien que eres artista, directamente piensan que no
necesitas trabajar y que provienes de una familia acomodada o que alguien más
te sustenta.
La mayoría de los artistas no son conscientes de su condición como trabajadores
por culpa de la percepción romántica (soñadora) que se tiene sobre ellos, la cual
viene arraigada a ellos desde hace mucho tiempo y que se ha ido repitiendo
hasta la actualidad. (Es una idea que se transmite de manera repetitiva y las
sociedades empiezan a crear estereotipos; ideas generalizadas de la realidad).
La “institución arte” tradicional también niega la condición de artista como
trabajador para esconder las vinculaciones que el arte tiene con la política: el
“gran arte” se presenta como eterno, e inalterable, des-histórico... ajeno a las
condiciones materiales en las que se realiza.
Y es que el arte se sigue pensando como un espacio incontaminado, de
“autonomía absoluta” donde los artistas, individuos sin sexo ni clase, tienen un
interés por el rendimiento económico muy secundario (todo por amor al arte) o
abiertamente cínico (todo por la pasta).
En los 80 se produce una reactivación de las jerarquías y los estereotipos más
conservadores y a mediados de los 90 un grupo de artistas re-analiza unos
estudios que se habían hecho anteriormente sobre las condiciones económicas e
históricas de las imágenes y descubren que la posición de las mujeres en el
mundo del arte sigue siendo inferior.
A las condiciones de precariedad que ha mencionado anteriormente mi
compañera, se suma el hecho de que se trate de un trabajo vocacional idealizado
(no te puedes quejar porque estás haciendo lo que te gusta). La artista se
auto-explota y adopta el trabajo como forma de vida donde nada es bastante
para su carrera y para ello se tiene que posponer o renunciar a la maternidad,
renunciar también al espacio/tiempo propio o a no atender a los seres
queridos...
El hecho de provenir de una familia trabajadora o de un medio que no entiende
ni comparte tus decisiones también te hace luchar contra tu propia inseguridad
y tus miedos y las opiniones ajenas. Además el no tener un buen sustento
económico te hace trabajar durante jornadas laborales mucho más largas para
poder permitirte el lujo de hacer arte.
La autora nos habla de las oscuras fuentes de financiación de los artistas detrás
de las glamurosas inauguraciones en la producción cultural y se centra en la
producción de imágenes artísticas donde hay:
- Escasos o inexistentes honorarios
- Falta de contratos o contratos irregulares
- Relaciones de clase que condicionan la entrada en ciertos circuitos
- Sexismo implícito y explícito
- Autoproducción de los proyectos, incluso cuando se trabaja para
instituciones
- Ausencia (casi siempre) de remuneración durante el proceso productivo
Y no todos los artistas quieren evidenciar estas situaciones, la precariedad y el
sometimiento al trabajo a tiempo completo que conlleva un enorme cansancio
acumulado ya que se tendría que cuestionar qué es un/a artista y pensar que el
arte no solo pretende la eternidad y la trascendencia sino que las denuncia como
parámetros(principios) represivos.
QUAN LA DEDICACIÓ I L’IMAGINACIÓ DELS ARTISTES SÓN
APROPIATS PEL CONSUM.
En reflexió d’un text de Ana Mendieta, (sempre tenint en compte el context de la
situació esmentada a continuació), es important sempre tenir present un anàlisis
polític de les imatges, i no deixar-li de donar importància mai, ja que el que ha
donat l’elaboració de l’art mateix ha sigut per una certa narrativa històrica,
sempre ha d’haver-hi algú allà per conscienciar i els ulls d’altre gent.
En l’àmbit del consum i la producció d’imatges, estem acostumats a que tot està
lligat entre si, tot té una continuació de lo anterior i tot té un plaer visual que vol
“explotar” al consumidor, sempre volem que tot estigui representat visualment
per entendre les coses; facin de la manera que ho facin, les nostres mirades són
mutables, per tant podem ser influïts i canviar d’opinió.
Com he esmentat anteriorment, ens és dificul poder-nos “imaginar” algo més
enllà del que ens estàn representant visualment. L’internet i la facilitat actual de
poder distribuir imatges amb un cost barat o casi gratis, ha ajudat a poder
repartir i compartir idees alternatives de les que veiem en llocs de canals de
difusió tradicionals i domèstics.
Per acabar, ens hem de preguntar si la recepció del que diem ho volem
transmetre a tothom o només amb gent que vulgui obrir camps d’investigació i
intercanvi d’idees, però mai hem de tancar les portes o abandonar la possible
transformació i canvi de mirades cap a cert aspectes que podríem provocar (per
molt escàs que sigui), crear i produir coneixement és una necessitat diària.