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SIDDHARTHA

HERMANN HESSE

MAYELI PEÑA GARCES


ID: 650029

PROFESOR
MELQUISEDEC GARCES

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


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ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
2017-2

SIDDHARTHA

Hermann Hesse

Obra literaria contemporánea, categorizada como novela alegórica (simbólica), escrita en 1922
por Herman Hesse (Premio Nobel de Literatura); ambientada en la India, en la que se relata la
vida de un hombre hindú, llamado Siddhartha, para quien el camino a la verdad consistía en la
renuncia y la comprensión única de la vida y todo lo que existe, donde el escritor pone de
manifiesto todas las opciones espirituales que posee el hombre, con aportaciones positivas de la
cultura oriental a la sociedad occidental del siglo XX, argumentando entre otros postulados que:
“La verdadera profesión del hombre, es encontrar el camino hacia sí mismo” [ CITATION
Hes22 \l 9226 ].
Hace parte del género ficción e intervienen como personajes: Siddhartha (personaje principal
de la obra, héroe de la novela quien se transforma en el padre del sentido oral, reflexivo, curioso
y pacífico); Siddhartha (hijo de Siddhartha y Kamala); Govinda (mejor amigo de Siddhartha);
Kamala (mujer de Siddhartha); Vasudeva (sabio barquero); Gotama (personaje considerado
como iluminado y perfecto); Kamaswami (comerciante) y Samanas (sacerdotes hindúes).
La historia, se relata en dos (2) partes con doce (12) capítulos, en la que cuenta como
Siddhartha, busca el camino a partir de su propia existencia (física y espiritual), rodeándose y
aprendiendo de personas sabias y filósofos, quienes le enseñan el sentido de la vida. Describe la
experiencia que le resultó el convivir con Kamala con quien sostiene una vida desordenada, y al
entender que ese no era el camino adecuado, decide abandonarla, dejándola embarazada.
Posterior a este evento, aparece Vasudeva quien en el ejercicio de su labor (barquero), aprende a
escuchar a la naturaleza y al reencontrarse con su hijo por la muerte de Kamala, su vida toma un
nuevo sentido, haciéndose viejo. Es allí cuando Siddhartha, explica su aprendizaje, su vida, la
filosofía y sabiduría que ha adquirido.
Primera Parte – capítulo I: el hijo del Brahman
Inicia relatando el nacimiento de Siddhartha, hijo de un sacerdote hindú (Brahman),
integrante de la nobleza de la India, que empleando lenguaje poético y descriptivo, relata las
aventuras y desdichas de la vida de Siddhartha, ya que no se siente feliz a pesar de su posición
privilegiada que tenía en la sociedad, sus bienes, el amor de su familia y el compartir con su
mejor amigo Govinda. Con cierta madurez juvenil, decide emprender el viaje anhelado tras su
propio encuentro con la espiritualidad, iniciándose por el Om (mantra más sagrado de la religión
hindú), dejando de lado incluso la gran amistad de Govinda y las prebendas como príncipe.
Antes de iniciar su periplo, meditó bajo un árbol junto con Govinda que su mejor dedición era
hacerse un Samanas y adoptar la vida de los ascetas, hecho que comunicó a su familia, quien sin
ninguna otra opción dejaron ir, llevando consigo meramente una túnica y la buena energía,
consejo y compañía de su inseparable amigo Govinda.
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Primera Parte – capítulo II: con los Samanas


Una vez iniciado su viaje, se involucra de manera activa con los Samanas quienes los
admitieron, siguiéndoles y obedeciéndoles, incluso con los ritos y exigencias de su doctrina, que
incluían la alimentación y el ayuno, costumbres que practicaban para encontrar en la
espiritualidad el camino correcto, eliminando el pensamiento egoísta humano. Asimismo, asumió
la meditación, como un acto de purificación para alejarse de su propio yo, siendo animado y
apoyado de su amigo Govinda, quien le acompañaba incluso en sus peregrinajes. Los sacrificios
que realizaba, le producción cierto dolor dada su vida pasada, pero era necesario para encontrar
lo que denominaba el “Nirvana”, al tiempo que en su relato, se sumerge en el “Atman” como
mecanismo para adquirir paz inefable y seguir avanzando en el encuentro del verdadero Yo.
Primera Parte - capítulo III: Gotama
Inicia esbozando que la ciudad de Savathi, conocen a Buda, y que todos están dispuestos a
hacerse partícipes de los Gotama (iluminado - buda), al tiempo que plantea que la doctrina es
perfecta, pero que Govinda no puede comunicar el instante de la iluminación, puesto que
solamente logra liberar el sufrimiento, generándole dudas a Siddhartha si realmente quería seguir
el camino, pues interpelaba a su amigo sobre inquietudes que surgieron luego de escuchar
atentamente al buda, puesto que aducía que nadie accede a la liberación a través de una doctrina,
generándole además un conflicto de su quehacer y la búsqueda del verdadero yo interior: pensó
incluso que buda le robó a su amigo Govinda, aunque le ayudó a encontrarse así mismo.
Primera Parte – capitulo IV: despertar
En una metáfora Siddhartha, menciona cómo al abandonar el bosque también abandonaba su
propio interior (su padre - su mejor amigo – Buda), por lo cual analiza en profundidad el
contexto y lo acontecido para reflexionar que él quería liberar su propio yo, pero que no podía
alcanzarlo, ya que sólo conseguía engañarlo y huir de él. Entre tanto, argumentaba que quería
aprender en sí mismo sin necesidad de una enseñanza o práctica religiosa, puesto que lo que
perseguía en las doctrinas era el Yo, su sentido y esencia. Se preguntó que, en ese instante ya no
era un asceta, ni sacerdote, ni braman, porque lo había dado por terminado, hallándose perdido y
desorientado, dando rienda suelta a los recuerdos del pasado (hogar – familia – amigo): sin
embargo, ello le permitió interrogarse así mismo, ¿quién era Siddhartha, a qué comunidad
pertenecía, y con quién compartiría su existencia?: continua su camino hacia adelante.
Segunda Parte – capítulo V: Kamala
Inicia relatando el placer que le producía contemplar toda la belleza de la naturaleza, para
afirmar que el mundo es hermoso para quien lo contempla, rearguyendo a buda, que el verdadero
tesoro no estaba en su doctrina, sino en la vivencia que se obtiene en el mismo momento que se
produce en la “iluminación”, mientras recrea una charla con un barquero a la orilla de un río,
para evocar la bondad de su amigo Govinda y los aprendizajes que ha adquirido como samanas,
dando paso al encuentro y conversación con Kamala (famosa cortesana) y su jardín, con quien
aprendió del amor y los placeres, alcanzando las siguientes reflexiones: “Un ladrón nunca podrá
robar tu interior, tus pensamientos, ideas y sentimientos. Asimismo, el amor se puede mendigar,
comprar, recibir como regalo, recoger en la calle, pero nunca robar”. Finalmente, la
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conversación con Kamala, comenta lo que ha aprendido bajo el Atman y la enseñanza de los
samanas de cómo Siddhartha ha ido encontrando el camino que anhela.
Segunda Parte - capítulo VI: entre los hombres niños
Siddhartha al ir a casa de Kamaswami, le indica que carece de todo voluntariamente para ir en
busca de lo que espera encontrar, el verdadero sentido de la vida, aduciendo que lleva más de 3
años en ese proceso, al tiempo que aprende de los artes y oficios del comercio, así como
produciendo reflexiones como: “Bueno es escribir, pensar es mejor. Buena es la inteligencia, la
paciencia es mejor”, para referirse a que, del comerciante aprende el precio de una cesta de
pescado, pero no a pensar. Critica, como los seres humanos se daban a la vida de forma infantil o
animal, situación con la cual él mismo se sentía en algún momento a gusto y otras veces
despreciable. En otros apartes de la historia argumenta, cómo aprendía de Kamala, el arte del
amor y el placer, en el que escenifica el dar y recibir, así como para afirmar cómo los seres
humanos no son capaces de llevar en sí mismos, la doctrina y le ley, al criticar a quienes siguen
la doctrina pero no la practican.
Segunda Parte – capítulo VII: Sansara
Alude a los sentimientos de su vida mundana que había vivido antes de ser un samanas, hecho
que conllevó a que cayera nuevamente en los anhelos y ambiciones del mundo, llegando incluso
a involucrarse en los vicios, juegos y placeres, provocándole que su cuerpo y mente se debilitara,
envejeciendo y cayendo enfermo. Metafóricamente, menciona cómo una noche soñó que el
pájaro cantor que Kamala alojado en una jaula de oro, había muerto; para referirse al corazón de
Siddhartha. Al culminar el relato, reflexiona sobre la tristeza que le produce todo lo que estaba
viviendo y se marcha de esa ciudad para siempre, dejando abandonada y embarazada a Kamala,
producto de su frenesí de la última noche junto a ella.
Segunda Parte – capítulo VIII: en el río
Al emprender su viaje por el bosque, Siddhartha se sentía hastiado y quebrantado por lo que
había hecho, llegando incluso a desear la muerte para alcanzar la paz. En su tránsito retorna al río
por donde el barquero le había pasado a la orilla en otra ocasión e intentó ahogarse para acabar
con sus remordimientos. En ese instante surge el Om (sílaba del mantra sagrado), como un
mecanismo para reflexión y redireccionar el camino hacia la divinidad y la indestructibilidad de
la vida, al encontrarse en medio de la escena con su amigo Govinda, quien inicialmente no le
reconoció por el pasar de los años. Se cuestiona cuánto se ha equivocado en la vida y cuánto ha
aprendido de ella, de buda (cómo matar el yo y descubrir su espiritualidad), de Kamala (el amor
y el placer) y de Kamaswami (la codicia y el dinero), concluyendo que transitó de niño a la
vejez, volviendo a ser niño con su aprendizaje y su senectud.
Segunda Parte – capítulo IX: el barquero
Junto al río, recapituló su historia de juventud y cómo el barquero lo trasladó de una orilla a
otra, aprendiendo de su historia de vida y los mensajes que emitía ese río a su propio corazón,
quien le enseñó el misterio: “el agua seguía siendo la misma a pesar que ella se renovaba cada
instante y a hundirse hacia abajo para buscar el fondo”. En la escena, se reencuentra después
de 20 años con Vasudeba (barquero), a quien le cuenta sus experiencias producto del peregrinaje
como samanas, siendo invitado a pasar la noche nuevamente en su choza, mientras este le platica
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sobre su vida como barquero de río, a la cual aludía con desprecio, mientras Siddhartha con suma
admiración a escuchar con tranquilidad de corazón y alma abierta, se refiere a: “El río tiene
muchas voces, todas las de la creación, el sagrado Om”. Recrea la historia la llegada y el paso
de monjes por el río, así como Kamala y el hijo de Siddhartha, con quienes su reencuentro tuvo
una tragedia: fue picada por una serpiente venenosa y muere, siendo necesario levantar una pira.

Segunda Parte – capítulo X: el hijo


El hijo de Kamala y Siddhartha, se reusaba a aceptar la realidad de la partida de su madre,
permaneciendo junto a su tumba por varios días. Su padre, se sentía acongojado y triste también
porque la situación le había traído consigo más preocupaciones ya que la convivencia y la
aceptación del uno al otro fue bastante traumático, porque él ya era viejo y el niño en plena
juventud, hecho que generó reparos de Vasudeba quien pedía dejar al joven vivir su libertad y su
propio destino, cediendo a las justas peticiones e intentando ser un mejor padre. Sin embargo, el
muchacho hastiado y aburrido los abandona, hurtándoles incluso algún dinero y emprendiendo la
huida por el bosque, sin ser alcanzado por su padre Siddhartha, escenificando en el trayecto los
recuerdos con Kamala y consolado por Vasudeba en su retorno al bosque.
Segunda Parte – capítulo XI: Om
Siddhartha recordaba con nostalgia el recuerdo de la pérdida de su hijo y se sentía desdichado.
Sin embargo, poco a poco fue descubriendo la posibilidad de entender su propia vida y al ir en
busca de su hijo por el río, vio el rosto de su padre y los recuerdos de su partida, haciéndole
entender que es necesario dejar volar al ser para que descubra su propia esencia, dando paso a lo
que denomina “unidad”, aunque cause dolor a otros seres al tomar decisiones; al OM y hallar la
serenidad para abordar la vida y su destino. Siddhartha, luego de debatir con Vasudeba estas
reflexiones, lo deja ir al bosque.
Segunda Parte – capítulo XII: Govinda
Recrea la historia de Govinda, quien permaneció distante y por muchos años de Siddhartha
con monjes y buda, quien al oír la historia del sabio barquero Vasudeba, decide emprender un
viaje e ir a buscarle para conocerlo. Durante la búsqueda se encuentra con Siddhartha a quien
inicialmente no lo reconoció por el paso del tiempo y el aspecto que presentaba (viejo), llegando
incluso a confundirlo con un barquero cualquiera, con quien aborda algunos postulados como:
“Encontrar significa ser libre, estar abierto, carecer de objetivos y que la sabiduría no es
comunicable, porque cuando se intenta comunicar suena a locura”. Alude que, a pesar de haber
tenido muchos maestros, en realidad de quién había aprendido más era del río y del barquero
Vasudeba. Finalmente, en la conversación refiere las siguientes reflexiones: “El mundo en sí
mismo, nunca es unilateral; nunca un hombre es del todo santo ni del todo pecador; el tiempo
no es real; aprender a amar el mundo y no compararlo con el ideal; no hay objeto ninguno que
sea el nirvana; sólo existe la palabra nirvana; y el amor es la cosa más importante que existe”,
pensamientos que asimiló Govinda con sumo respeto porque inquietó su intelecto y porque
generó una profunda reflexión del quehacer de la vida.
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