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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO NACIONAL DE EDUCACIÓN CRISTIANA


INSTITUTO BIBLICO VALENCIA
ASAMBLEAS DE DIOS

BUDISMO

Profesor (a): Arturo Liscano Alumno (a):


Bolívar Elizabeth
Febres Raúl
Pérez Vianey
Rivera Emily
Rivera Miguel

Materia: Misiones
2º Nivel //Nocturno

Valencia, Junio de 2017


BUDISMO

Había una pequeña región en lo que en la actualidad es el Sur de


Nepal que estaba gobernado por el clan de los Shakyas. El jefe de este clan
y rey del país se llamaba Shuddodana Gautama y su esposa era la hermosa
Mahamaya. Cuando Mahamaya estaba esperando a su primer hijo, tuvo un
extraño sueño en el que una cría de elefante le bendecía con su trompa, lo
que fue interpretado como un muy buen augurio. Como era costumbre en
aquel tiempo, cuando se aproximó el momento del nacimiento para la reina
Mahamaya, viajó hasta el reino de su padre para dar a luz. Pero durante el
largo viaje, comenzaron los dolores del parto. En la pequeña ciudad de
Lumbini, pidió a sus doncellas que la llevaran a un bosquecillo cercano en
busca de intimidad. Un gran árbol descendió una rama hacia ella para que le
sirviera de apoyo en el alumbramiento.

Se dice según la mitología que el parto se produjo casi sin dolor


alguno, a pesar de que el niño tuvo que ser liberado de su lado. Tras esto,
una suave lluvia cubrió a la madre y al niño para limpiarlos. Se dice que el
niño nació completamente consciente. Podía hablar, y le dijo a su madre que
había venido a liberar a toda la humanidad del sufrimiento. Podía
mantenerse en pie, y caminó una corta distancia en cada una de las
direcciones. Flores de loto nacieron en cada una de sus huellas. Le pusieron
por nombre Siddhartha, que significa "aquel que ha logrado sus metas". Por
desgracia, Mahamaya murió a los siete días del parto. Después de esto,
Siddhartha fue criado por Mahaprajapati, la bondadosa hermana de su
madre. El rey Shuddodana consultó a Asita, una famosa adivina, acerca del
futuro de su hijo. Asita le reveló que sería una de estas dos cosas: Podría
llegar a ser un gran rey, incluso un emperador. O podría llegar a ser un gran
sabio, salvador de la humanidad.

El rey, ilusionado con la idea de que su hijo se convirtiera en un rey


como él mismo, decidió proteger al niño de cualquier cosa que pudiera
llevarle a la vida religiosa. Así fue como Siddhartha fue custodiado en uno u
otro de sus tres palacios, y se le impidió que experimentara muchas de las
cosas que la mayoría de los muchachos considerarían corrientes. No se le
permitió ver a los viejos, a los enfermos, a los muertos, o a nadie que se
dedicara a las prácticas espirituales. Solo la belleza y la salud rodeaban a
Siddhartha. Siddhartha se convirtió en un joven fuerte y hermoso. Como
príncipe de una casta guerrera, se entrenó en las artes de la guerra.
Cuando llegó a la edad de casarse, ganó la mano de una hermosa
princesa de un reino vecino, venciendo a todos sus competidores en distintas
disciplinas. Se llamaba Yashodhara, y ambos contrajeron matrimonio a los
16 años de edad. Mientras Siddhartha continuaba viviendo en el lujo de sus
palacios, fue poco a poco despertando en él la inquietud y la curiosidad
acerca del mundo que había tras los muros de palacio.

Finalmente, pidió que se le permitiera ver su pueblo y sus tierras. El


rey lo preparó todo cuidadosamente para que Siddhartha no viera el tipo de
sufrimiento que temía pudiera llevarle a la vida religiosa, y decretó que sólo
la gente joven y saludable podría presentarse al príncipe. Mientras era
conducido a través de Kapilavatthu, la capital, tuvo la oportunidad de ver a
una pareja de ancianos que había ido a parar accidentalmente a la ruta del
desfile. Sorprendido y confuso, salió tras ellos para descubrir quiénes eran.
Entonces pasó junto a un grupo de personas que estaban gravemente
enfermas. Y finalmente descubrió una ceremonia fúnebre junto a un río, y por
primera vez en su vida estuvo frente a la muerte. Le preguntó a su amigo y
escudero Chandaka el significado de todas estas cosas, y Chandaka le
informó de las simples verdades que Siddhartha ya debería conocer a esas
alturas de su vida: que todos envejecemos, enfermamos y finalmente,
morimos.

Siddhartha también vio a un asceta, un monje que había renunciado a


los placeres de la carne. La serena mirada en el rostro del monje perduró en
el recuerdo de Siddhartha durante mucho tiempo. Más tarde, diría,
refiriéndose a esa época:

Cuando la gente ignorante ve a alguien viejo, siente horror y aversión,


aunque ellos también serán viejos algún día. Yo pensé: no quiero ser como
la gente ignorante. Después de aquello, no pude volver a sentir la
embriaguez de la juventud de nuevo.
Cuando la gente ignorante ve a alguien enfermo, siente horror y
aversión, aunque ellos también estarán enfermos algún día. Yo pensé: no
quiero ser como la gente ignorante. Después de aquello, no pude volver a
sentir la embriaguez de la salud de nuevo.
Cuando la gente ignorante ve a alguien muerto, siente horror y
aversión, aunque ellos también morirán algún día. Yo pensé: no quiero ser
como la gente ignorante. Después de aquello, no pude volver a sentir la
embriaguez de la vida de nuevo. (AN III.39, adaptado)
A los 29 años, Siddhartha se dio cuenta que no podría seguir viviendo
felizmente de la forma en que lo había hecho hasta entonces. Había
descubierto el sufrimiento, y quería más que nada en el mundo descubrir
cómo podría llegar a superarlo. Después de dar un beso de despedida a su
mujer dormida y a su hijo recién nacido Rahula, se escabulló del palacio con
su escudero Chandaka y su caballo favorito Kanthaka. Se desprendió de sus
ricos ropajes, cortó sus largos cabellos, y le dio el caballo a Chandaka
diciéndole que volviera al palacio.

Estudió por un breve período con dos de los más famosos gurús de
aquellos tiempos, pero encontró vacías sus prácticas. Entonces comenzó a
practicar la austeridad y la automortificación junto a un grupo de cinco
ascetas. Durante seis años, practicó. La sinceridad y la intensidad de su
práctica eran tan sorprendentes que, muy pronto, los cinco ascetas se
convirtieron en seguidores de Siddhartha. Pero las respuestas a sus
preguntas no aparecían. Redobló sus esfuerzos, rechazando el agua y la
comida, hasta llegar a estar a las puertas de la muerte. Un día, una
campesina llamada Sujata vio a este monje famélico y se apiadó de él. Le
rogó que tomara un poco de su arroz con leche. Siddhartha descubrió
entonces que estas prácticas extremas no le estaban llevando a ninguna
parte, y que de hecho sería mejor encontrar una vía intermedia entre los
extremos de una vida llena de lujos y la vía de la automortificación. Así que
comió, bebió y se bañó en el río. Los cinco ascetas le vieron y concluyeron
que Siddhartha había dejado la vida ascética y tomado el camino de la carne
y, por tanto, le abandonaron.

En el pueblo de Bodh Gaya, Siddhartha decidió que se sentaría bajo


cierta higuera todo el tiempo que hiciera falta hasta encontrar las respuestas
al problema del sufrimiento. Estuvo sentado durante muchos días, primero en
una profunda concentración para limpiar su mente de todas las distracciones,
luego en plena meditación, para abrirse por completo a la verdad. Empezó,
se dice, a recordar todas sus vidas anteriores, y a ver todo lo que estaba
sucediendo en el completo Universo.

En la luna llena de mayo, con la llegada del lucero del alba, Siddhartha
finalmente obtuvo la respuesta al problema del sufrimiento y se convirtió en
el Buda, que significa "aquél que está despierto". Se dice que el malvado
Mara intentó evitar este gran acontecimiento. Primero trató de asustar a
Siddhartha con tormentas y escuadrones de demonios. Siddhartha
permaneció en calma. Luego envió a sus tres hermosas hijas para tentarle,
pero fue en vano. Por último, trató de atrapar a Siddhartha en su propio ego
haciendo una llamada a su orgullo, pero esto también fracasó. Después de
haber superado todas estas tentaciones, Siddhartha tocó el suelo con una
mano y le pidió a la Tierra que fuera su testigo. Siddhartha, ahora convertido
en el Buda, permaneció sentado bajo el árbol, llamado el árbol de la
iluminación, durante muchos días. Le parecía que este conocimiento que
había adquirido era muy difícil de comunicar a los demás. La leyenda cuenta
que Brahma, el rey de los dioses, convenció a Buda para que enseñara,
diciéndole que quizá algunos de nosotros solo tengamos una pequeña mota
en nuestros ojos y que podamos despertar con solo oír su historia. Buda
aceptó enseñarla. En Sarnath, cerca de Benarés, a unas cien millas de Bodh
Gaya, se cruzó con los cinco ascetas con los que había practicado durante
tanto tiempo. Allí, en un parque de ciervos, dio su primer sermón, llamado "el
arranque de la rueda de la doctrina". Les explicó las Cuatro Nobles Verdades
y el Óctuple Sendero. Ellos se convirtieron en sus primeros discípulos y el
comienzo del Shangha o comunidad de monjes. El rey Bimbisara de
Magadha, después de oír las palabras de Buda, le cedió un monasterio cerca
de Rahagriha, su capital, para que fuera usado en la temporada de lluvias.
Ésta y otras generosas donaciones permitieron a la comunidad de conversos
continuar sus prácticas a través de los años, y le dio a mucha más gente la
oportunidad de escuchar las enseñanzas de Buda. Con el paso del tiempo,
los miembros de su familia se aproximaron a él, incluidos su esposa, su hijo,
su padre y su tía. Su hijo se hizo monje y se le recuerda especialmente por
un sutra basado en una conversación entre padre e hijo sobre los peligros de
la mentira. Su padre se convirtió en un seguidor laico. A causa de la tristeza
que le produjo la partida de su hijo y su nieto hacia la vida monástica, le pidió
a Buda que creara la regla de que un hombre debería tener el permiso de
sus padres para convertirse en monje. Buda aceptó. Su tía y su esposa le
pidieron entrar a formar parte del Sangha, que originalmente estaba
compuesto sólo por hombres. La cultura de aquel tiempo situaba a las
mujeres muy por debajo de los hombres en importancia, y en un principio
pareció que permitir a las mujeres entrar en la comunidad debilitaría a ésta.
Pero Buda las aceptó, y su tía y su esposa se convirtieron en las primeras
monjas budistas. Buda decía que no importaba el estatus que las personas
tuvieran en el mundo, ni su pasado, su riqueza o su nacionalidad. Todos eran
capaces de iluminarse, y todos eran bienvenidos en el Sangha. El primer
monje budista que fue ordenado, Upali, había sido barbero, pero fue situado
por encima de otros que habían sido reyes, ¡tan solo porque había hecho sus
votos antes que ellos! La vida de Buda no estuvo libre de decepciones. Su
primo Devadatta era un hombre ambicioso. Como converso y como monje,
sentía que debía otorgársele mayor poder en el Sangha. Se las arregló para
influir en algunos monjes con una llamada al extremo ascetismo. Incluso
llegó a conspirar con un rey local para asesinar a Buda y tomar el control de
la comunidad Budista. Por supuesto, fracasó. Buda alcanzó la iluminación a
los 35 años de edad. Estuvo enseñando por todo el noroeste de la India
durante 45 años. A los 80 años le dijo a su amigo y primo Ananda que les
abandonaría a todos pronto. Y esto se hizo realidad en Kushinagara, a
menos de cien millas de su tierra natal, donde comió unos alimentos en mal
estado y se puso muy enfermo. Entró en una profunda meditación en un
bosque y murió. Sus últimas palabras fueron...

Todas las cosas creadas son inestables; esforzaros con atención.

¿QUÉ ES EL BUDISMO?

El budismo se desarrolló a partir de las enseñanzas difundidas por su


fundador Siddhartha Gautama como una «doctrina filosófica y religiosa» no
teísta perteneciente a la familia dhármica y, según el vedismo, de tipo
nástika. Comprende una variedad de tradiciones, creencias y prácticas
espirituales principalmente atribuibles a Buda, alrededor del siglo V a. C. en
el noreste de la India. Los detalles de la vida de Buda se mencionan en
antiguos textos del budismo, pero existen marcadas inconsistencias en
cuanto su marco social y los detalles de su vida son difíciles de probar, así
como no hay precisión acerca de las fechas en las que experimentó una
rápida expansión hasta llegar a ser la religión predominante en India en el
siglo III a. C. En este siglo, el emperador indio Aśoka lo hace religión oficial
de su enorme imperio, mandando embajadas de monjes budistas a todo el
mundo conocido entonces. No será hasta el siglo VII cuando iniciará su
declive en su tierra de origen, aunque para entonces ya se habría expandido
a muchos territorios. En el siglo XIII había llegado a su casi completa
desaparición de la India, pero se había propagado con éxito por la mayor
parte del continente asiático.

El budismo ha ayudado en la difusión del lenguaje y a la adopción de


valores humanistas y universalistas. Es una filosofía importante en Asia
donde se encuentra presente en la totalidad de sus países. Desde el siglo
pasado se ha expandido también por el resto del mundo. Al carecer de una
deidad suprema pero mostrar a la vez su carácter salvífico y universalista, ha
sido descrita también como fenómeno transcultural, filosofía o método de
trasformación.

Existen dos ramas principales del budismo: Theravada (Escuela de los


Ancianos) y Mahāyāna (El Gran Camino). El budismo es la cuarta religión
más importante del mundo con más de 500 millones de adeptos, es decir el 7
% de la población mundial.

Las diferentes ramas del budismo difieren acerca de la exacta


naturaleza del camino a la liberación, la importancia y valor canónico de
varias escrituras y enseñanzas y, especialmente, en las respectivas prácticas
del budismo. Estas prácticas incluyen el Refugio Espiritual, la Samatha,
Vipassana, Bodhicitta y las prácticas de la Vajrayāna del Estado de
Generación y el Estado de Terminación.

En Theravada el objetivo final es lograr el sublime estado de Nirvana


(espiritualidad) mediante la práctica de las Ocho Nobles Verdades (también
conocido como el Camino del Medio), liberándose de esta forma del ciclo de
sufrimiento y renacimiento. Therevada se sigue principalmente en Sri Lanka y
el Sudeste de Asia.

La Mahāyāna incluye las tradiciones de Tierra Pura, Zen, Nichiren


budista, Budismo shingon y Escuela Budista del Tiantai y tiene amplio
seguimiento en todo el este de Asia. En lugar del Nirvana (espiritualidad), las
enseñanzas de Mahāyāna se dirigen a lograr el estado de Buda (concepto)
siguiendo el camino Bodhisattva, un estado donde se permanece en un ciclo
de renacimiento para ayudar a otros a lograr su despertar al camino budista.
La Vajrayana cubre enseñanzas atribuidas a los indios Siddha y podría
considerarse como una tercera rama del budismo o bien parte de la
Mahāyāna. El budismo del Tíbet conserva las enseñanzas de la India del
siglo VIII y se practica en las regiones aledañas al Himalaya, en Mongolia y
en Kalmykia. El budismo tibetano aspira al estado de Buda (concepto) o el
llamado Cuerpo del Arco Iris.

Derivada del movimiento Sramana, el budismo fue fundado en la India


en el siglo VI a. C. por Buda Gautama y ha ido evolucionando hasta adquirir
la gran diversidad actual de escuelas y prácticas.

IDEOLOGÍAS BUDISTAS

Las cuatro verdades:


Las Cuatro Verdades son principios sagrados aparecen en la
Dhammapada, un libro sagrado budista: DUKKHA. Vivir es sufrir.
La vida es sufrimiento desde que nacemos hasta que morimos. Buda
se fijo en la teoría hindú de que la vida es cíclica. Y el comparte de que todo
el tiempo de una persona será sufrimiento. SAMUDAYA. El deseo o los
anhelos provocan sufrimiento. Como el hombre desconoce la naturaleza de
la realidad siente ansiedad hacia cosas materiales. NIRODHA. La liberación
del deseo conduce al fin del sufrimiento. Se puede superar el sufrimiento
cuando llega al fin de la ignorancia. MAGGA.

La liberación se puede lograr siguiendo los ocho buenos caminos del


budismo. Tradicionalmente el Noble Camino óctuple se corresponde con la
cuarta de las nobles verdades señaladas por el Buda Shakyamuni en su
deseo de comunicar cual había sido su experiencia de despertar.

La vida contiene sufrimiento “La verdad del sufrimiento” primera


verdad noble. Esta afirmación no niega en absoluto lo bueno y gozoso de la
vida pero señala con contundencia que nacer en el reino humano lleva
implícito el sufrimiento.

Este sufrimiento tiene causa. “La verdad de la causa del sufrimiento”


segunda verdad. Siendo esta causa básicamente el deseo neurótico. Esto
significa que llevados por la ignorancia rechazamos fuertemente cualquier
experiencia de insatisfacción, dolor, contrariedad etc. y buscamos de forma
neurótica experimentar tan solo aquello que queremos experimentar.

Todo lo que tiene una causa tiene un cese. “La verdad del cese del
sufrimiento”. Tercera verdad noble. Este es el estado de ser que realizó el
Buda y que tradicionalmente es conocido como Iluminación.

Habiendo una causa, hay “un camino que aparta del sufrimiento”. La
cuarta noble verdad. Este camino puede formularse de muchas maneras.
Una de ellas, reconocida y practicada por budistas de todas las épocas y de
todas las distintas escuelas se corresponde con una enseñanza atribuida al
propio Buda Shakyamuni. “El Noble Camino Octuple”.

El Noble Sendero óctuple


Sería bueno comenzar por interpretar el sentido de este camino, no
como un camino que recorremos dejando atrás etapa tras etapa y llegando
finalmente, tal y como partimos si acaso, un poco mas viejos, a alguna meta
en donde recogeremos los frutos o recompensas del esfuerzo.
Más bien hemos de tomar esta enseñanza como el mito del viaje, en
donde el viajero parte con la intención de llegar a cierto puerto, podríamos
decir Margarita, y es con la experiencia del viaje mismo que nos
trasformamos y enriquecemos y al llegar no es necesario obtener ningún
premio. La isla hacia la que partimos fue la excusa, pero fue realizando el
viaje que comprendimos, cambiamos, abrimos el corazón y la mente y la
trasformación experimentada es la verdadera meta.

Usaré como base para esta exposición la forma en que


Sangharakshita ha traducido y explorado la enseñanza y que podéis
encontrar en castellano bajo el título.

Dice Sangharakshita en el libro “Budismo para principiantes y


maestros”, que este camino tiene dos partes: La primera es de Visión y se
corresponde con la primera de las ocho etapas, la segunda es de
transformación y abarca las otras siete etapas restantes.

Las ocho etapas de la liberación


Es considerado, según el budismo, como la vía que lleva al cese de
dukkha (‘sufrimiento’). Este cese del sufrimiento se conoce como nirvana, y
comprende las siguientes etapas:

1) Etapa: La Visión Perfecta (Sabiduría) .


Esta primera etapa y primera parte del camino tiene que ver con
intuición espiritual. Al referirse a ella como visión se esta marcando que se
trata de una experiencia y no de un mero acercamiento intelectual. Sin esta
intuición inicial nada ocurriría y es en la medida que esta experiencia es mas
o menos fuerte y penetrante que permea todo el ser, transformando la
emoción, el habla y cada una de las cosas que nos configuran como seres;
hasta que finalmente se emerge renovado y con una conciencia luminosa,
compasiva y libre. Entonces la visión de la existencia es perfecta, completa,
sin tacha.

El Buda tuvo un vislumbre inicial que le llevó a dejar sus palacios, su


comodidad y su poder para emprender una búsqueda profunda que
respondiera a las preguntas que su vislumbre había suscitado. El vivía
cómodo y en la abundancia pero empezó a ver la enfermedad, la vejez, la
inevitable muerte ¿Todos estamos sujetos a esto? Se preguntó. De qué sirve
pues rodearme de seguridad y embriagarme de placer, no habrá una
respuesta para esta aflicción, no habrá más luz que esta penumbra que nos
envuelve. Y si yo sujeto como estoy a lo insatisfactorio, a lo impermanente a
lo insustancial buscara lo satisfactorio, lo permanente, lo verdadero.

Tras varios años de búsqueda su intuición inicial iluminó toda su


conciencia. Su experiencia de iluminación le reveló que cada ser humano
podía a su vez, intuir, trasformarse, iluminarse, pero también se dio cuenta
de lo difícil que esto era y tomó la decisión de señalar el camino. Él solo
podía señalar el camino, no salvar a sus seguidores, cada ser debía
emprender su viaje, realizar la visión, permitir que la visión permeara todo el
ser y de este viaje una nueva conciencia surgiría.

La rueda de la vida:

Este símbolo muestra la vida, que se podría llamar ordinaria,


funcionando como lo hace una rueda: gira y gira. Es cierto que las cosas
pueden ir bien y estar arriba, pero no es menos cierto que la propia
naturaleza de la rueda y su continuo girar llevará a caer al individuo hacia
las profundidades.

En el eje de la rueda hay representados tres animales: un cerdo, un


gallo y una víbora. Nuestra ceguera sobre la existencia (el cerdo que tiene
las orejas cubriendo sus ojos y el morro clavado en su comida, es decir no ve
más allá de sus narices) nos impone dos actitudes que son dos caras de la
misma moneda. Avidez (el gallo picoteando sin tregua) ciegamente creemos
que si conseguimos esto, o aquello o aquello otro, entonces todo estará bien.
Y el Odio (representado por la víbora).

Este símbolo enseña que no es en la vida en donde se podra


satisfacer las necesidades del corazón y que es impulsados por la ceguera,
por los deseos neuróticos y por los rechazos u odios que dan lugar a un
nivel de existencia que solo gira y gira en donde se está atrapado .

El Buda:

El Buda sentado en la posición del loto, bajo un hermoso árbol. El


Buda que irradia luz, que tiene una expresión de profunda serenidad y que
dibuja en sus labios una sutil sonrisa
Este símbolo también puede aparecer de forma más esotérica y
compleja como el Mandala de los cinco Budas que muestra con
sorprendente despliegue de simbología, belleza, amplitud y profundidad la
dimensión de la mente iluminada. Lo importante es que está simbolizando
nuestro potencial, lo importante es que hay algo en este ser de profunda
serenidad que conecta con algo en nosotros. Desde luego este algo que
intuyes en tu interior no tiene mucho que ver con el anterior símbolo de girar
y girar. Aquí hay algo profundo, espiral, luminoso, limpio.

El camino:

El símbolo del camino de desarrollo espiritual que nos lleva desde la


rueda al Buda.
La visión perfecta es ante todo, una visión de nuestro estado real
actual de encadenamiento a la existencia mundana, tal y como queda
representada en la rueda de la vida. Luego está la visión de nuestro potencial
de iluminación representado por el Buda. Finalmente, está la visión del
camino que lleva, de una, a otro, una visión de todo el curso futuro de la
evolución de un ser humano (Sangharakshita).

Un acercamiento conceptual: (En pali: Ti-Lakkhana) Las Tres Marcas, Los


Tres sellos, Las Tres Realidades.

Una de las enseñanzas fundamentales de Buda es conocida como las Tres


Características de la Existencia. Explica cómo es la naturaleza del mundo
percibido y de todos los fenómenos del mismo. Éstos están sujetos a tres
características:

 La Impermanencia
 El No-yo
 La Insatisfactoriedad

La práctica budista considera que el factor último de liberación del individuo


no consiste en un mero conocimiento lógico, teórico o intelectual de estas
tres realidades, sino en su comprensión y aceptación emocional interna
auténtica y plena, consecuente con la actitud y el comportamiento en la vida.
Impermanencia (Anitya).

(En pali: Anicca) Transitoriedad. Cambio.

El budismo afirma que tanto nuestra realidad interior como la del mundo
externo, están siempre en un estado de cambio permanente. La estabilidad,
sea en los átomos, en las cordilleras montañosas, o aún en nosotros mismos
es una ilusión. Según la doctrina budista, ninguno de nosotros es física,
emocional ni mentalmente la misma persona que éramos hace años. Ni
siquiera hace minutos o un sólo instante. Todas las situaciones, todas las
entidades, todos nuestros pensamientos y todos nuestros estados de ánimo
nacen, ganan fuerza, se deterioran y desaparecen. Para el budismo, somos
seres cambiantes en un mundo cambiante. Por eso no nos es posible
encontrar seguridad permanente ni certidumbre absoluta, incluso en el más
próximo futuro.

No-yo (Anatman).

(En pali: Anatta) Ausencia de un alma. Insustancialidad. Carencia de un sí-


mismo perdurable, de un yo/mí. Carencia de una existencia intrínseca.

Anatman, la insustancialidad, es el elemento más importante y más


característico de las enseñanzas budistas, y es lo que distingue al budismo
respecto al resto de religiones. Por eso al Buda se le llama a veces Anatta-
vadi (el maestro de la Insustancialidad). Es también sin lugar a dudas, el
aspecto más difícil de asimilar correcta y plenamente para sus seguidores.

Anatman va unida indisolublemente con Anitya porque si todo cambia no


puede haber una entidad permanente. Buda predicó que nuestra idea sobre
la existencia de nuestro “yo” es en realidad una idea falsa que surge sobre lo
que no es más que una colección temporal de numerosos procesos
dinámicos interdependientes y condicionados en constante cambio. De estos
procesos surge la consciencia así como la noción de ser una individualidad.

El No-yo no es equivalente a la aniquilación de la personalidad ni al nihilismo,


ya que no se afirma la inexistencia de la persona, sino la inexistencia de una
sustancia, esencia, o entidad intrínseca duradera en la persona. El budismo
considera yo, me y mi como convenciones e ideas relativas necesarias para
poder operar en la vida diaria. En la terminología budista se le denomina una
verdad convencional en contraposición a una verdad última o absoluta.
Ambas coexisten en la realidad, no obstante sólo vivimos una de ellas a
causa de la ignorancia sobre ello.

Anatman, al igual que el resto de afirmaciones filosóficas del budismo, es


para sus seguidores un elemento de práctica en el que investigar y no una
convención de fe. Nace teniendo como punto de partida la experiencia, que
siempre supedita a los razonamientos en el budismo. Esa experiencia de
“olvidarse a sí-mismo”, surge normalmente a través de un camino doble
simultáneo de aprendizaje: debido a la práctica permanente de entregarse
plena e incondicionalmente a todas y cada una de las pequeñas acciones
diarias cotidianas, y debido a la práctica de la meditación (bhavana o cultivo
de la mente).

Insatisfactoriedad (Duhkha).

(En pali: Dukkha) Desilusión. Insatisfacción. Sufrimiento. Incomodidad. Dolor.


Intranquilidad. Imperfección. Malestar. Fricción. Pesar. Frustración. Irritación,
Presión, Ir contra corriente, Agonía, Vacío, Tensión. Angustia existencial.

Duhkha es un término de difícil traducción. No existe un término equivalente


exacto en las lenguas europeas ya que Duhkha tiene un significado muy
amplio y abierto en el idioma original, que engloba diversos significados. Un
ejemplo de Duhkha dado por Buda es el estar con alguien que no te gusta y
el no-estar con alguien que te gusta. Históricamente, la traducción más
común en occidente ha sido sufrimiento, lo que ha generado una visión
pesimista del Budismo. Sin embargo, insatisfacción o insatisfactorio están
más cerca al sentido de esta palabra en los textos originales.

Mientras que la Insustancialidad es la principal enseñanza del Budismo, la


eliminación o extinción de la Insatisfacción (Duhkha) es su principal y último
objetivo. La búsqueda de una felicidad no condicionada fue el propósito que
empujó a Gautama a su gran búsqueda espiritual. En la doctrina budista se
hace indispensable aceptar la existencia de esa insatisfacción en la vida que
aparece de manera intermitente, y por tanto, que el sufrimiento es una
realidad inherente a existir y universal. Aunque Buda reconoció y animó a
conservar los estados y momentos felices (buena situación económica,
buena salud, etc…) afirmaba que éstos no son permanentes y que en todo
caso, son coronados por la muerte.

Para el budista, Duhkha es el resultado de no actuar ni pensar de manera


que sea realmente consecuente con las realidades de Anitya y Anatman. Es
el resultado de tener una actitud que admite la posibilidad de una satisfacción
duradera o de la existencia de un ser, un “yo”, al que proteger o beneficiar.
Así, la consecuencia de no aceptar Anitya, la Impermanencia, es que
experimentamos momentos de inseguridad, decepción, frustración o dolor
cuando la transitoriedad o cambio se nos manifiesta en el transcurso de la
vida. Y la consecuencia de no aceptar Anatman, la Insustancialidad, la ilusión
del “yo”, es que a veces en la vida nos resistimos o luchamos internamente
contra todo lo que interpretamos o creemos ver como un posible ataque o
una injusticia, de la vida misma en ocasiones, hacia este “yo”.

La Insatisfactoriedad (Duhkha) no es sólo consecuencia de la ley de Anitya,


del cambio y la impermanencia, sino que también está a su vez sujeta a ella.
Así los procesos de aparición y desaparición de Duhkha se suelen ir
alternando en la vida (Samsara), o pueden llegar a extinguirse de manera
definitiva (Nirvana) una vez que hayamos visto el origen de Duhkha de
manera clara mediante la práctica y la disciplina.

Los tipos de Duhkha.

Una manera de apreciar la gama de significados de la palabra Dukkha es la


de examinar los diferentes tres tipos que describió Buda:

 duhkha duhkhata: El sufrimiento y el dolor físico o mental intrínseco en su


sentido más ordinario y agudo.

 viparinama duhkhata: Es nuestra reacción al cambio o la pérdida, ya sea de


cosas, situaciones y personas externas o de facultades y posibilidades en
nosotros. Si nos aferramos excesivamente a las experiencias agradables
(Suhkha), nos llevan a duhkha porque son impermanentes.

samskara duhkhata: Es muy sutil y profunda. Es la insatisfacción general que


viene con la existencia en sí misma. Se podría entrever en ese preguntarse
por el sentido de la vida. En última instancia se debe a fabricaciones,
formaciones o condicionamientos

2) Etapa La emoción perfecta (Conducta ética).


Sólo cuando lo que sabemos o lo que intuimos respecto a la verdad de
las cosas, penetra en nuestro yo emocional podemos pensar en
transformación. Para alguien cuya visión de la existencia se ha abierto
totalmente (un Buda) la transformación también es perfecta, eliminando todo
rastro de deseo neurótico, de odio y crueldad; mientras que por otro lado
despliega compasión, alegría por la felicidad ajena, profunda tranquilidad y
generosidad sin límite. Los mismos aspectos que se ha descrito respecto de
la emoción perfecta son en los que tenemos que entrenarnos.

3) Etapa: El Habla perfecta.


En los textos budistas el habla perfecta se describe como un habla
que es: verdadera, afectuosa, útil, que fomenta la concordia la armonía y la
unión. El cultivo de un habla veraz y positiva abre las puertas hacia dentro y
hacia fuera.

4) Etapa: La Acción perfecta. (karmānta)


Según la tradición budista lo que hace que una acción hecha a
voluntad sea ética o no, es el estado de mente con el que se realiza. Si el
estado de la mente está basado en:

Odio: entendiendo como odio, tanto el odio mismo, como estados


mentales negativos tales como enfado, rabia, frustración, resentimiento, etc.
Avidez: Entendiendo como avidez no solo la avaricia sino también
estados de deseo neurótico, ansiedad, descontento con todo, envidia…
Ignorancia: Desde luego esta ignorancia no esta referida a la
ignorancia digamos académica o a la falta de conocimiento intelectual, sino
mas bien al no querer saber cómo son las cosas, al meter la cabeza debajo
del ala, al egoísmo separador, a la ignorancia espiritual.

Si las acciones están basadas de algún modo en estos estados


entonces son, Dharma - torpes -.

Por el contrario si el estado de la mente que sustenta los actos estan


basados en:

Metta: Es decir en estados mentales creativos, amables, bondadosos


y claros.
Generosidad: Tener en cuenta a otros, ser desprendido, tranquilo con
las posesiones, y dispuesto a dar y darte.
Sabiduría: con cierta apertura mental, con perspectiva amplia, con
claridad de mente en vez de confusión etc.
Entonces los actos son hábiles o creativos, o sabios.
En la tradición Budista no se utilicen los términos bueno y malo que
denotan moral. Sino los términos Kusala (Hábil) y Akusala (Torpe) que
indican Sabiduría o ausencia de esta; reseñando así que la ética dentro del
budismo está mas relacionada con la inteligencia y la comprensión de la
existencia que con la moralina.

Un Buda por el hecho de que es libre, sabio, de bondad infalible y con


toda su energía disponible se niega a:
· Dañar seres sintientes.
· Tomar lo que no le es dado
· Tener una practica sexual que cause dolor
· Hablar sin veracidad y sin amabilidad.
· Intoxicar, de cualquier modo, su mente.

5) Etapa: Medio de vida correcto.


El "sustento" o "modo de subsistencia correcto" está basado en el
concepto de ajimsá, o inofensividad, y esencialmente declara que un budista
no debería optar por oficios o profesiones en los que, de forma directa o
indirectamente, dañe otros seres vivos o sistemas. Estas ocupaciones
incluyen "comerciar armas letales, bebidas intoxicantes, venenos, matar
animales", entre otros."Comerciar con humanos" —tales como comercio de
esclavos y prostitución— es también incorrecto, así como también otras
formas deshonestas de ganar riqueza, tales como "corrupción, estafas,
engaños, robos, intrigando, persuadiendo, insinuando, subvalorando,
persiguiendo ganancias con ganancias". En resumen Medio de vida Correcto
consta de:

 Renunciar a un vivir incorrecto.


 Ganarse la vida de una manera correcta.

6) Etapa: El esfuerzo perfecto.


Esta agrupación de los tres últimos eslabones del sendero (samādhi)
es la que recibe una mayor variedad de traducciones por parte de distintos
autores, que pueden referirse a él también como ‘meditación’,
‘concentración’, ‘disciplina mental’, ‘cultivo de la mente y corazón’ o ‘estar
presente’.
Esta sección está constituida por los elementos que tratan sobre cómo
el practicante budista puede ir transformando la actividad de su mente, sus
emociones, y la forma de ver la realidad.

Esfuerzo correcto
Este apartado (en sánscrito: vyāyāma) forma parte de samādhi por lo
que se entiende que el esfuerzo es mental. Vyāyāma involucra el esfuerzo
continuo, la práctica consciente para, esencialmente, mantener la mente libre
de pensamientos que podrían perjudicar la habilidad para realizar o poner en
práctica los otros elementos del Noble Camino.
El esfuerzo (a veces también llamado diligencia o energía) correcto,
para un budista es considerado involucrarse en un esfuerzo que es sano en
términos del karma; esto significa, en términos de las consecuencias que
tengan esos esfuerzos.15 Para lograr un correcto esfuerzo es necesario
(vīria) o energía espiritual. Las cuatro etapas de esta faceta son explicadas
en el sutra SN 45.8:16

-Esforzarse en prevenir lo insano que no ha surgido todavía:


-Genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su
intencionalidad de que el mal no surja; antes de que estas cualidades
insanas surjan.
-Esforzarse en destruir lo insano que ha venido:
-Genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su
intencionalidad de que el mal sea abandonado; cuando estas cualidades
insanas ya han surgido.
-Esforzarse en producir lo sano que no ha surgido todavía:
-Genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su
intencionalidad de que el bien surja; antes de que estas cualidades sanas
surjan.
-Esforzarse en cultivar lo sano que ha venido:
-Genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su
intencionalidad para el mantenimiento, no-confusión, incremento, plenitud,
desarrollo y culminación del bien; cuando estas cualidades sanas ya han
surgido.

Smrti; atención consciente correcta


Este elemento trata en detalle sobre la contemplación atenta y
consciente en el budismo y se refiere a la práctica de mantener la mente en
el instante presente (el estar en el ahora, el presente), atenta de fenómenos
conforme vayan afectando el cuerpo y la mente. En la Magga-vibhanga
Sutta, y otros sutras DN 22 (Thanissaro, 2000), MN 141 (Thanissaro, 2005) y
SN 45.8 (Thanissaro, 1996). Este aspecto se explica de la siguiente manera:

-Kayanupassana: atenta, consciente contemplación del cuerpo:


-Contempla su propio cuerpo... consciente, atento, contemplando...
habiéndose ya liberado, desarraigado del deseo y aversión mundanos.
-Vedananupassana: atenta, consciente contemplación de la
percepción de su entorno.
-Contempla la propia percepción de su entorno.17 consciente, atento,
contemplando... habiéndose ya liberado, desarraigado del deseo y aversión
mundanos.
-Cittanupassana: atenta, consciente contemplación de la mente:
-Contempla su propia mente.17 consciente, atento, contemplando...
habiéndose ya liberado, desarraigado del deseo y aversión mundanos.
-Dhammanupassana: atenta, consciente contemplación de sus
pensamientos:
-Contempla la percepción de sus pensamientos.17 consciente, atento,
contemplando... habiéndose ya liberado, desarraigado del deseo y aversión
mundanos.

Concentración, meditación o absorción correcta


Este aspecto se explica en términos de los jhānas;8 niveles de
absorción en la meditación:

Primer jhāna (pathamajjhana):


Bastante distanciado de la sensualidad, distanciado de estados
insanos, una persona entra en la primera absorción (jhāna): éxtasis (piti) y
felicidad (sukha) nacen del desarraigo, acompañados por el pensar
discursivo y verbal (vitakka y vicara).

Segundo jhāna (dutiyajjhana):


Tranquilizando y relajando la mente, una persona entra en la segunda
absorción (jhāna): éxtasis (piti) y felicidad (sukha) nacen de la concentración
en la propia consciencia (ekaggata) libre del pensar discursivo y verbal
(vitakka y vichara).
Tercer jhāna (tatiyajjhana):
Con el éxtasis desvanecido, una persona se mantiene ecuánime,
atenta, consciente, contemplando, físicamente sensitiva al placer. Entra y se
mantiene en la tercer absorción (jhāna); llamado ahora por personas nobles
como "ecuánime y contemplativo, alguien que tiene una morada placentera".

Cuarto jhāna (catutthajjhana):


Con el abandono del placer y el dolor... como con la desaparición
anterior del éxtasis y del estrés... entra y se mantiene en la cuarta absorción
(jhāna): pureza en ecuanimidad (upeksa) y contemplación, ni en placer ni en
dolor.

7) Etapa: La atención Perfecta.


Este aspecto se explica en términos de los jhānas;8 niveles de
absorción en la meditación:

Primer jhāna (pathamajjhana):


Bastante distanciado de la sensualidad, distanciado de estados
insanos, una persona entra en la primera absorción (jhāna): éxtasis (piti) y
felicidad (sukha) nacen del desarraigo, acompañados por el pensar
discursivo y verbal (vitakka y vicara).
Segundo jhāna (dutiyajjhana):
Tranquilizando y relajando la mente, una persona entra en la segunda
absorción (jhāna): éxtasis (piti) y felicidad (sukha) nacen de la concentración
en la propia consciencia (ekaggata) libre del pensar discursivo y verbal
(vitakka y vichara).
Tercer jhāna (tatiyajjhana):
Con el éxtasis desvanecido, una persona se mantiene ecuánime,
atenta, consciente, contemplando, físicamente sensitiva al placer. Entra y se
mantiene en la tercer absorción (jhāna); llamado ahora por personas nobles
como "ecuánime y contemplativo, alguien que tiene una morada placentera".
Cuarto jhāna (catutthajjhana):
Con el abandono del placer y el dolor... como con la desaparición
anterior del éxtasis y del estrés... entra y se mantiene en la cuarta absorción
(jhāna): pureza en ecuanimidad (upeksa) y contemplación, ni en placer ni en
dolor.
8) Etapa: El Samadi perfecto.
La palabra Samadi significa “estado del ser firmemente establecido”.
Puede entenderse de dos formas: La mente establecida en un solo objeto y
esto tiene el sentido de concentración mental meditativa, y por otro lado,
yendo mucho más lejos, es el establecimiento del todo el ser en cierta
disposición de consciencia, lo cual sería Samadi en el sentido de Iluminación.
En este último sentido Samadi es la etapa del Noble Camino Octuple en la
que se han transformado completa y perfectamente todos los niveles y
aspectos del ser.

EL ARTE BUDISTA

El arte budista tiene su origen en el subcontinente indio (actuales


India, Bangladesh, Nepal y Pakistán) en los siglos posteriores a la vida de
Siddhartha Gautama, el Buda histórico, entre los siglos VI y V a. C. Más
tarde, gracias al contacto con otras culturas, logró evolucionar y difundirse
por el resto de Asia y el mundo.
Una primera etapa, llamada preicónica, se sitúa alrededor del siglo I d.
C. y se caracteriza por no recurrir a representaciones directas de Siddhartha
Gautama como el Buda Śākyamuni o de los budas míticos que se suponen
existieron en eras pasadas. La etapa siguiente, icónica, tiene por el contrario
a la imagen humana del Buda y los budas del pasado, del futuro y de otros
universos como símbolo central de sus obras de arte.

Etapa preicónica (siglo V - siglo I a. C.)

Las primeras manifestaciones claras de arte budista datan del reinado


de Ashoka, durante el Imperio Maurya (322 - 180 a. C.), en el que se
construyeron numerosos stupas (un estilo de templos budistas), como el de
Sanchi, y se erigieron varios pilares. Estos últimos tenían terminaciones con
formas de animales y estaban decorados con símbolos budistas (como la
rueda), que evocaban respeto hacia todas las criaturas y la aceptación del
dharma.

Entre el siglo II y el siglo I a. C., las esculturas explicitaron más los


motivos budistas, incluyendo representaciones de la vida y enseñanzas de
Siddharta Gautama, como las que pueden encontrarse en las guardas que
rodean las stupas de la época.
* La Rueda de la Ley (dharmachakra), que representa las Cuatro
Nobles Verdades expresadas por Siddharta.
* El Árbol Bodhi, en referencia al árbol donde Siddharta estaba cuando
se iluminó. Pueden encontrarse antecedentes a este símbolo en algunos
cultos a los dioses de la fertilidad y en representaciones del árbol de la vida.
* La Huella del Bhudda (Buddhapada "Pie del Buddha"),
representando el impacto de las enseñanzas de Siddharta en el mundo.
* El Trono Vacío.
* Los Leones, símbolo de la realeza. Siddharta era conocido como el
"León Shakya" durante el Imperio de Ashoka, por esto los leones pueden
verse en los pilares que quedaron esparcidos a lo largo de India.
* Las Columnas que sostienen la rueda, simbolizando su enseñanza.
* La Flor del Loto, símbolo de la prístina naturaleza de Siddharta, por
su hermoso florecer y la imposibilidad del agua de adherirse a él,
encontrándose siempre terso.

Etapa icónica (siglo I d. C. al presente)

Las representaciones antropomórficas de Buda comenzaron a aparecer a


partir del siglo I d. C. en el norte de India. Los dos principales centros de
creación han sido identificados como Gandhara en el actual Punjab, en
Pakistán y en la región de Mathura, al norte de India.
El arte en Gandhara estuvo expuesto a la
influencia de la cultura griega durante siglos a partir de las conquistas de
Alejandro Magno en 332 a. C. y de la subsecuente creación de los reinos
greco-bactriano e indo-greco, que condujeron al desarrollo del arte greco-
budista. La escultura budista de Gandhara muestra influencia artística griega;
también se ha sugerido que el concepto de “hombre-dios” fue inspirado por la
cultura mitológica griega. Artísticamente, se dice que la escuela de escultura
de Gandhara aportó al arte budista cabezas de pelo ondulado, ropaje sobre
los hombros, zapatos y sandalias, etc.
Mientras el budismo se expandía fuera de India a partir del siglo I d. C., sus
formas artísticas originales se mezclaban con otras influencias, que llevaron
a una diferenciación progresiva entre los países que adoptaron esa religión.
BUDISMO EN EL MUNDO

En general el budismo se fue implantando en muchos países sin


entrar en conflicto directo con las religiones autóctonas, sino en muchos
casos, intercambiando influencias. A diferencia de otras religiones el budismo
no conoce la noción de guerra santa, la conversión forzada, ni tampoco
considera la noción de herejía como algo siempre pernicioso. Aunque han
existido algunos episodios históricos de enfrentamientos violentos por
cuestiones de doctrina o de acoso a personajes disidentes o algunas
minorías, estos son excepcionales para una religión que se convirtió en la
mayoritaria de Asia durante un recorrido histórico de 2500 años. La pluralidad
de enfoques y la aceptación de distintos puntos de vista doctrinales ha sido
históricamente algo compartido y aceptado en la comunidad budista, lo que
ha dado lugar a una enorme cantidad de literatura religiosa y filosófica.
Las estimaciones sobre el número de budistas en el mundo varían
significativamente, según diferentes fuentes disponiblessiendo las
estimaciones más modestas entre los 200 y los 330 millones de seguidores.
La página web budista Buddhanet considera que los 350 millones es la cifra
más consensuada,la cual no incluye a las personas que sólo simpatizan con
el budismo o que siguen el budismo al lado de otra religión como el taoísmo,
el sintoísmo o el cristianismo, algo que no es poco común.La página web
Adherentes.com establece el número de budistas en 375 millones (6% de la
población mundial).En cualquiera de estas mediciones el budismo es la
cuarta religión más grande del mundo después del cristianismo, el Islam y el
hinduismo, y seguida por la religión tradicional china.
En cualquier caso, esto significa que el budismo es de las mayores
religiones de la humanidad en número de seguidores. Estas cifras han
aumentado considerablemente tras las recogidas en el siglo XX, sobre todo
porque en países como China empiezan a aparecer los datos tras su
apertura política. Así mismo, en India se han dado conversiones masivas al
budismo de cientos de miles de personas pertenecientes a la casta de los
intocables (Dalits).
La mayoría de los budistas están en Asia en los países

Birmania
Birmania o Myanmar es un país de Indochina que actualmente se
encuentra bajo una dictadura militar desde hace ya varias décadas. La
situación del budismo es contradictoria puesto que, mientras algunas
organizaciones de derechos humanos aseguran que el gobierno apoya al
budismo y es difícil para las personas de otras religiones ascender en el
ejército -y por ende, en la política birmana- y se acusa al gobierno birmano
de realizar una limpieza étnica contra minorías como los musulmanes cham
(ver batallón de los violadores), al mismo tiempo han sido monjes budistas
muchos de los que han liderado las protestas contra el gobierno y han sido
duramente reprimidos por fuerzas militares birmanas.

Bután
Bután es un reino situado en los Himalayas vecino de India y Tíbet. El
budismo en Bután no sólo es mayoritario sino que cuenta con gran poder
político, hasta el punto de que los clérigos budistas pueden elegir
directamente a representantes del Parlamento (ver Gobierno y política de
Bután), cabe destacar que el budismo de Bután es el lamaísmo, o budismo
tibetano, ya que los butaneses son mayormente de etnia tibetana. Bután,
junto con Mongolia y hasta la invasión china, Tíbet, son tres naciones
seguidoras del budismo vajrayana tibetano.

Camboya
En Camboya, una monarquía constitucional de Indochina en donde el
budismo es mayoritario. Durante la dictadura de Pol Pot el budismo fue
duramente reprimido (véase Genocidio camboyano).
China
El budismo es la religión organizada más grande de China a pesar de
ser oficialmente un estado laico. El gobierno chino solamente apoya con
ciertas reservas al budismo y al confucianismo, si bien la religión tradicional
china (la cual mezcla elementos budistas, taoístas, confucianos y animistas)
es una de las religiones más populares de China. En un esfuerzo por mejorar
su relación con los budistas a nivel mundial, China patrocinó el Foro Mundial
Budista.

Tíbet: era una nación independiente hasta la invasión china en los


años 50, por lo que su líder político, el Dalai Lama, debió escapar. El Dalái
Lama era el gobernante teocrático de Tíbet y líder espiritual del budismo
lamaísta a nivel mundial (de forma similar a como el Papa es el monarca de
la Ciudad del Vaticano y líder espiritual del catolicismo mundial). Tíbet,
aunque actualmente sea una región autónoma de China, es
mayoritariamente budista. Taiwán, que es considerado por China y los países
que lo apoyan como una provincia renegada, es mayoritariamente budista.

Corea del Sur


El budismo es una religión predominante en la República de Corea,
aunque el cristianismo ha tomado mucha fuerza recientemente, y también
existen otras religiones importantes como el chondogyo, mezcla de budismo
y cristianismo.

Japón
En Japón, el budismo ha tenido mucha influencia históricamente, si
bien coexistió de forma pacífica durante la mayor parte del tiempo con la
religión nacional japonesa, el Shinto. El 90 % de los japoneses practica el
budismo y el shintoísmo de manera conjunta y existen muy pocos japoneses
que sean budistas puros o shintoístas puros. En todo caso, Japón es un
estado secular sin religión oficial, aunque el Emperador de Japón es líder
religioso del Shinto. De forma similar a otros países industrializados, persiste
el fenómeno del secularismo, el agnosticismo y la arreligiosidad, por lo que
muchos japoneses sienten afinidad por el budismo pero no son observantes.
Aun así, el tercer partido más grande de Japón es un partido budista; Nuevo
Kōmeitō.

Mongolia
El budismo lamaísta es la religión del 94 % de la población de
Mongolia (Fuente), a pesar de haber sido por muchos años un país
comunista. Cabe destacar que el máximo líder del lamaísmo mongol es
conocido como Jebtsundamba Khutuktu, y al igual que el Dalái Lama y el
Panchen Lama es considerado la reencarnación de un Buda. El dominio del
lamaísmo en Mongolia data desde que el emperador mongol Kublai Khan
establece el budismo tibetano como la religión oficial del Imperio mongol -
para evitar que el budismo chino pudiera hacer que la cultura china se
impusiera en el imperio-. Los pueblos de etnia mongol de Kalmukia, Burutia y
otras regiones de Rusia son lamaístas también.

Junto con Bután, Mongolia es la única otra nación soberana del


mundo donde el lamaísmo es mayoritario.

Laos y Vietnam
A pesar de ser países comunistas, el budismo también es mayoritario
en las naciones indochinas de Laos y Vietnam. En Vietnam han surgido
sectas heterodoxas budistas como la Hoa-Hao y el CaoDai.

Sri Lanka
El budismo es la religión mayoritaria de Sri Lanka, seguida
principalmente por la mayoritaria etnia cingalesa. Coexiste con una notable
minoría hindú tamil y musulmana. Grupos terroristas separatistas tamiles que
buscaban independizar la zona norte de la isla mayoritaria tamil han
provocado una serie de guerras civiles con el Gobierno. Sin embargo, la
guerra no es precisamente religiosa entre hindúes y budistas ya que existen
muchos partidos políticos tamiles en Sri Lanka que actúan legalmente y que
no apoyan el separatismo de los guerrilleros. Además, los terroristas tamiles
han atacado violentamente no sólo a budistas cingaleses sino a aldeas de
musulmanes razón por la cual el Gobierno de Sri Lanka debió entrenar a los
musulmanes en técnicas paramilitares para su autodefensa. Además la
división es más étnica que religiosa pues hay una minoría tamil practicante
del budismo, el cristianismo y el islamismo, así como la minoría étnica veda
que practica el budismo en territorio cingalés y el hinduismo en territorio
tamil, generalmente entremezclado con su propio animismo autóctono.

Tailandia
El budismo es la religión mayoritaria de Tailandia, y la oficial del
Estado. El Rey tailandés debe ser budista para ascender al trono. Tailandia
es la sede de la Comunidad Mundial de Budistas y de la Universidad Mundial
Budista. Uno de los partidos políticos más importantes de Tailandia es el
Partido Phalang Dharma, un partido budista.

En los países de Occidente el número de budistas ha crecido


significativamente en los últimos 50 años. En Europa Occidental cuenta 20
millones de seguidores y es hoy el 5% de la población. En Estados Unidos el
budismo tiene una gran implantación con unos 4 millones de seguidores.

Otra dificultad para calcular el número de budistas radica en


establecer si el número se refiere a las personas exclusivamente budistas o a
los que practican el budismo simultáneamente con otra religión de forma
sincrética como en Japón.

EL BUDISMO EN VENEZUELA

Tomando en cuenta que el budismo es una práctica milenaria con


origen en La India, podría decirse que lo que hoy conocemos como Budismo
tiene pocos años de desarrollo en Occidente. Sin embargo, los cerca de 50
años de transmisión (en nuestro continente) de las enseñanzas del Buda,
para muchos, han resultado en un encuentro fascinante para el
conocimiento, riqueza y claridad de la mente. Hablamos con Dilia Navarro,
encargada del centro Budista de Caracas para conocer la visión para la vida
diaria de esta creencia.

De entrada, Dilia Navarro luce como cualquier otra persona, es decir,


cuando se habla de Budismo la inclinación de pensamiento nos puede ubicar
en un entorno de túnicas rojas, monjes tibetanos o alguna otra figura oriental
bastante conocida en la cultura occidental por estos días. La realidad es otra.
De hecho, Dilia lleva una vida normal, como cualquier venezolano, es
Ingeniero Eléctrico, trabaja todos los días en su compañía de venta de
equipos de computación y su dieta no incluye ninguna excentricidad. Lo que
sí ha cambiado en su vida, desde que se inició en el Budismo hace más de
20 años, es su capacidad para desarrollar una visión pura en cualquier
situación. No es que escaseen las complicaciones cotidianas, se trata de su
forma de ver el entorno. Que al final, comenta, es un reflejo de lo ha
aprendido con la práctica de meditaciones específicas.

“La idea es que podamos reconocer el potencial que todos los seres
humanos tenemos de forma inherente, se trata de expresar nuestras
habilidades, sabiduría y cualidades… Cuando habló de cualidades, me
refiero a lo más puro que tenemos: Ausencia de miedo, gozo espontaneo y
compasión activa, entonces, el Budismo lo que nos proporciona es un
método para deshacernos de lo que nos impide que lo manifestemos en este
momento”, agrega Dilia, quién es la encargada de transmitir las enseñanzas
en Venezuela, por autorización del Lama Ole Nydahl.

“Lama” es como se le denomina a los maestros budistas, es un linaje


ininterrumpido desde el primerísimo de todos: Buda. También es cierto que
existen cuatro linajes y que el conocimiento se transmite de maestro a
estudiante para asegurar la permanencia en el tiempo. El Camino del
Diamante es la escuela o linaje al cual pertenecen Dilia, el Lama Ole Nydahl
y el Lama Karmapa (máximo líder espiritual en esa escuela). “Existen
muchas escuelas, cada persona se acerca de manera orgánica al método
que necesite. Son situaciones espontaneas, naturales. Siempre ha sido así,
la gente llega al Budismo sin proponérselo”, dice.

En la actualidad hay más de 600 centros budistas fundados por el


Lama Ole Nydahl, en 55 países más de 500.000 personas han tomado esta
dirección, por medio del “Refugio”, una ceremonia en la cual se inician
formalmente. La razón por la cual este hombre se ha encargado de transmitir
al mundo occidental las enseñanzas, viene de la petición directa de Gyalwa
Karmapa (líder máximo del Camino del Diamante) quien guió y entrenó al
danés Nydahl, que además es autor de siete libros inspirados en su
experiencia vital, cinco de ellos han sido publicados en más de 20 idiomas.

En Venezuela existe el Budismo desde 1989. Dilia estima que puede


haber un total de 300 personas budistas en el país. Existen centros en
Maracay, Valencia, Margarita, Puerto Ordaz, Maracaibo, San Felipe, San
Cristobal y Barquisimeto.

CAMINO DIAMANTE

Los Centros Budistas Camino del Diamante en Venezuela son parte


de más de 600 centros Budistas Camino del Diamante del linaje Karma
Kagyu que existen en el mundo. Estos fueron fundados por Lama Ole y
Hannah Nydahl de acuerdo a los deseos de S.S. XVI Karmapa y actualmente
se encuentran bajo la guía espiritual de S.S. XVII Karmapa Thaye Dorje.

El XVII Karmapa Trinley Thaye Dorje es el líder del Linaje Karma


Kagyu del Budismo del Camino del Diamante. Nació en Tíbet en 1983 y logró
escapar de su país oprimido, hacia la India libre durante el otoño de 1994; a
menudo imparte enseñanzas en los centros

MEDITACION
En el Budismo, Meditación significa "reposar sin esfuerzo en lo que
es". Este estado puede ser alcanzado al calmar y sostener la mente, al
trabajar con los canales de energía del cuerpo y meditando en aspectos
Búdicos de luz y energía. El método más efectivo es la constante
identificación con nuestra propia naturaleza Búdica, la cual se enseña en el
Camino del Diamante. Manteniendo la visión más alta durante y entre las
sesiones de meditación la meta del Gran Sello (skt. Mahamudra) es
alcanzada.

EVANGELISMO AL BUDISTA
El Budismo, por lo menos en su primitiva y verdadera forma, no es una
religión en absoluto, sino un mero sistema de moralidad y de filosofía
fundado en una teoría pesimista de la vida. Este trabajo trata sobre como
evangelizar a los budistas. Para esto se estudiaran algunos elementos clave.
Se presentará brevemente lo que ellos creen, para después plantear lo que
dicen las Escrituras y por lo tanto la fe cristiana al respecto.

A. Pecado
Según Buda, la responsabilidad de las consecuencias de los malos
actos de una persona ha de atribuirse a ésta y no a sus ascendientes, ni a la
sociedad, ni al destino, ni a Dios, ni al demonio. Buda tenía gran fe en la
reforma que se efectuaría con que sólo los hombres se dieran cuenta de que,
según la ley del Karma, la mayor parte de sus males recaen sobre ellos por
culpa de ellos mismos. En conclusión el pecado contra un Ser Divino es
negado por el Budismo. Además el budismo predica que el pecado y la
maldad no son reales, sino simples ilusiones que se pueden vencer por
medio de una percepción correcta. Estas y otras ideas budistas sobre el
pecado tienen tintes pelagianos aunque como es lógico son mucho más
antiguas.

El cristianismo, dice que pecar es sublevarse contra Dios, y


desobedecer al mandato divino. Contrario a lo que enseña el budismo, si
existe una naturaleza de pecado. O sea que las personas no pueden decidir
ser santas o pecadoras. La naturaleza del ser humano es de pecado y sólo la
gracia de Dios le puede librar del poder del pecado. Como dice Pablo:
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte.” (Romanos 8:2 RV60) (Véanse también Romanos
5:12; 3:9; 6:12) Como dice Bruce R. Marino: “El pecado ensombrece todos
los aspectos de la existencia humana, seduciéndonos desde el exterior como
un enemigo y forzándonos desde el interior como parte de nuestra naturaleza
humana caída.”

B. Amor
El diccionario de la real academia define amos de la siguiente manera:
Amor. (Del lat. amor, -ōris). m. Sentimiento intenso del ser humano
que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y
unión con otro ser. || 2. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos
atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa,
alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. || 3. Sentimiento de
afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
Tomando como punto de partida esta definición se puede decir que el
budismo no tiene un concepto de amor parecido al occidental. Alguien definió
el Budismo como “la religión del apacible cultivo moral de si mismo.” El
budismo desprecia todo lo externo al ser humano y lo tilda de ilusión por esto
no puede tener apego a lo material y por consiguiente a ninguna persona.

En el cristianismo el amor se muestra como la mayor de las


motivaciones para la vida. La Biblia dice que Dios es Amor y que todo lo que
Él hace esta motivado por el amor. Cristo es la más grande demostración de
amor que Dios no ha dado. Es Dios mismo hecho hombre, para rescatarnos.
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a
vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza
fueseis enriquecidos.” (2 Corintios 8:9 RV60)

En el Cristianismo el principio de vida es el amor. Amor hacia Dios,


hacia el prójimo y hacia nosotros mismos. Este Amor viene de Dios y del
agradecimiento por lo que hizo por nosotros. En Cristo el hombre no necesita
y no puede purgar su propio pecado. Dios limpio su pecado dice Pablo: “Mas
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8 RV60)
INTRODUCCIÓN

El budismo actual es muy diverso. Está más o menos dividido en dos


grandes ramas de Theravada (pequeños vasos) y Mahayana (grandes
vasos). El Theravada es la forma monástica en la que se reserva la
iluminación última y el nirvana para los monjes, mientras que el budismo
Mahayana, extiende sus metas de iluminación también a los laicos, esto es a
los que no son monjes. Bajo estas categorías se pueden encontrar
numerosas ramas, incluyendo el Tiantai, Vajrayāna, Nichiren, Shingon, Tierra
Pura, Zen y Ryobu entre otros. Por tanto, es importante para los extraños
que buscan entender el budismo, que no pretendan conocer todos los
detalles de una escuela del budismo en particular, cuando todo lo que han
estudiado es el clásico budismo histórico. [Corduan, 230].

Es importante estar conscientes de que Buda nunca se consideró a sí


mismo como un dios, o un ser divino de cualquier tipo. Más bien, él se
consideró a sí mismo como un ‘señalador de camino’ para otros. Sólo
después de su muerte, él fue exaltado al nivel de un dios por algunos de sus
seguidores, aunque no todos sus seguidores lo vieron de esa manera. Sin
embargo con el cristianismo, está claramente establecido en la Biblia que
Jesús es el Hijo de Dios (Mateo 3:17) - “Y hubo una voz de los cielos, que
decía: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” y que Él y Dios
son uno (Juan 10:30) - “Yo y el Padre uno somos.” Uno no puede
considerarse realmente un cristiano sin profesar la fe en Jesús como Dios.

Jesús enseñó que Él es el camino, y no simplemente uno que muestra


el camino, como lo confirma Juan 14:6, “Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Para cuando Gautama murió, el
budismo había adquirido una mayor influencia en la India. Trescientos años
después de su muerte, el budismo se había extendido tanto, que abarcaba
casi toda el Asia. Las escrituras y los dichos atribuidos a Buda, fueron
escritos cerca de cuatrocientos años después de su muerte. Este período
posterior entre su muerte y los escritos o comentarios conteniendo sus
mensajes, ocasionó que surgieran muchos desafíos de estudiosos, sobre la
autenticidad y confiabilidad de los escritos budistas.

El Buda vivió y murió mucho antes del tiempo de Jesús. Sus viajes
nunca lo llevaron más allá de doscientos kilómetros de su hogar. La Biblia y
su mensaje parecen no haber sido conocidos por Buda, y de hecho, él nunca
habló de Dios, o Jesús; consecuentemente, los budistas generalmente no
hablan de Dios como lo hacen los cristianos. En su forma clásica, el budismo
no habla de ningún Dios personal o Ser Divino.

El pecado es mayormente entendido como ignorancia. Y donde fue


entendido lo consideraron como un “error moral,” el contexto dentro del cual
el “bien” y el “mal” son entendidos, es inmoral. El karma es entendido como
un balance natural y no es impuesto personalmente. La naturaleza no es
moral; por lo tanto el karma no es un código moral, y a última instancia, el
pecado no es moral. Por lo tanto podemos decir, de acuerdo al pensamiento
budista, que nuestro error no es a última instancia moral, puesto que
ultimadamente es sólo un error impersonal y no una violación interpersonal.
La consecuencia de este pensamiento es devastadora. Para el budista, el
pecado es más semejante a un error que a una transgresión contra la
naturaleza de un Dios omnipotente. Este entendimiento del pecado no está
de acuerdo con la conciencia moral innata de que el hombre está condenado
por su pecado ante un Dios santo (Romanos 1-2).

Puesto que el pecado es un error impersonal y corregible, no está de


acuerdo con la doctrina de la depravación, que es una doctrina básica del
cristianismo. La Biblia nos dice que el pecado del hombre es un problema de
eterna e infinita consecuencia. La opinión del budista sobre el pecado difiere
grandemente. Por lo tanto no hay necesidad de un Salvador que rescate a la
gente de sus pecados condenables. Para el cristiano, Jesús es el único
medio de rescate de la condenación eterna por nuestros pecados personales
(e imputados). Para el budista sólo hay una vida ética y el valerse de la
meditación hacia seres exaltados para la esperanza de alcanzar tal vez la
iluminación y eventualmente el nirvana. Pero lo más probable, es que uno
tendría que pasar a través de un número de reencarnaciones para pagar la
vasta acumulación de deuda del karma. Para los verdaderos seguidores del
budismo, la religión es una filosofía de moralidad y ética, encapsulado dentro
de una vida de renunciación al egocentrismo. Uno puede apelar a
incontables Bodhisattvas (“Budas en proceso”) o Budas (Gautama es visto
después como uno entre muchos Budas) [Ibid.,229]. Pero la realidad última
es impersonal y no relacional, por lo que no es amorosa. No sólo Dios es
visto como algo ilusorio, sino que al disolver el pecado en un error no moral y
al rechazar toda la realidad material como māyā (“ilusión”) aún nosotros
mismos perdemos nuestro “ser.” La personalidad misma se convierte en una
ilusión.
CONCLUSION

Buda enseñó que la pregunta sobre la existencia de Dios no tiene


significado. Su concepto de salvación es radicalmente distinto del que
enseña el cristianismo.

Buda creía en la reencarnación. Enseñó que toda cosa mala que


hacemos nos ata más al ciclo del nuevo nacimiento. Buda enseñaba que una
persona puede escapar del ciclo de la reencarnación y entrar en el Nirvana
sólo si sigue el “Sendero de las Ocho Grandes Verdades”, un estricto sistema
ético.

Las enseñanzas budistas incluyen dedicación a la meditación. La


meditación implica vaciar la mente de todo contenido y aprendizaje para
alejarse de la conciencia de este mundo. Por tanto, es parte del proceso por
medio del cual un budista se libera de sus nexos con este mundo y del ciclo
de la reencarnación.

Sin embargo, no debemos confundir el Nirvana con el cielo. Para el


budista, el Nirvana es sencillamente un escape del mundo del sufrimiento. Es
como una vela que había estado encendida con una fuerte llama
(representando nuestro sufrimiento en el ciclo de reencarnación) y que se
apaga de repente. Una vez se apaga la llama, no tiene sentido cuestionar a
dónde fue. Para el budista clásico, alcanzar el Nirvana es simplemente dejar
de existir.

El budismo es claramente una mal llamada religión muy diferente al


cristianismo. No ofrece salvación personal. Está contra el pecado y la
inmoralidad, pero ignora el tema de la existencia de Dios y nuestra necesidad
de redención. En sus raíces, el budismo es una forma de agnosticismo o al
menos de ateísmo práctico. No da respuestas acerca del máximo significado
de la existencia. Al negar el máximo significado de la vida, el budismo da a
sus seguidores poca motivación para vencer el mal o trabajar por la justicia.
Por otro lado, Jesucristo nos confronta con la necesidad de estar bien con
Dios y de introducir un nuevo orden en el mundo, un orden que Él llamó “el
reino de Dios”.

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