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NOTAS SOBRE LA FONÉTICA DEL CASTELLANO EN BOLIVIA

ALAN M. CORDÓN

1.0 Introducción abierta por la fonética sintáctica: [ emférmo, en, es,


1.1 Bolívia es uno de los muy pocos países hispano- ése, e-na-Dríl]. 6 Aunque se recogieron muy pocos casos de
americanos cuya fonética todavía no ha sido objeto de una la reducción de vocales en hiato, fue casi universal la forma
investigación detallada. Los tres estudios ya publicados [máistfo], término empleado para dirigirse a los taxistas
o bien se basan en textos literarios o bien se limitan a re- en La Paz. 7
giones pequeñas. 1 Para tratar de aprender más sobre la 2.2 En contraste con ¡a estabilidad de las vocales tóni-
fonética del castellano hablado en Bolivia, en el otoño de cas en toda Bolivia, se observó a veces el debilitamiento
1968 me entrevisté con 118 informantes oriundos de todas o hasta la desaparición completa de algunas vocales en
partes de la nación y representativos de todo nivel educa- posición átona en el habla de más de la mitad de los infor-
tivo y clase social. Las observaciones siguientes se basan mantes oriundos del altiplano. Es importantísimo subra-
en las cintas magnetofónicas que grabé allí. 2 yar que este fenómeno, por cierto mencionado por inves-
1.2 No es fácil explicar por qué los lingüistas han pasado tigadores anteriores, no se produjo constantemente en
por alto Bolivia. No es el menos populoso ni el más pe- todos los informantes de esta zona. En términos estadís-
queño de los países americanos. En cuanto a su demogra- ticos, se dieron uno o más casos de debilitamiento en el
fía, se estimó que la población a mediados de 1968 fue unos 58% de los informantes de las tierras altas. En este grupo
4.680.000 habitantes. 3 A eso del 5 3 % de los bolivianos hubo personas de toda edad, clase social y nivel educativo,
son indígenas puros mientras que el 32% son de sangre hombres así como mujeres. Se encontró en campesinos
mestiza. Sólo el 15% son de ascendencia europea. 4 La (el eufemismo para referirse a los indígenas), en cholos
población es más bien rural que urbana, y solamente dos (es decir, mestizos), y en europeos. Aunque ocurrió más
ciudades tienen más de 100.000 habitantes. 5 El territorio a menudo en el habla informal, no faltó algún caso que otro
nacional comprende 1.098.581 kilómetros cuadrados, en el habla formal. Entre los informantes de los llanos,
repartidos en tres regiones de topografía muy distinta. por el contrario, no se cosechó un solo caso de debilita-
En el oeste del país, desde el norte hasta el sur, se encuen- ,miento que no fuera a final de palabra tras lil'. Hubo siete
tra el altiplano inhóspito con sus dos cordilleras, la Occi- casos entre cinco informantes, quienes constituyeron el
dental y la Real. Dejando de lado los majestuosos picos, 9,4% del número total de informantes de esta zona. 8 En
el altiplano tiene una elevación media de 3.600 a 3.9ÍX) vista de que es notoria la tendencia al ensordecimiento
metros. En el lado oriental de la Cordillera Real, a una de vocales finales tras /£/, en realidad no hubo debilita-
elevación de sólo 1.000 a 2.000 metros, están las yungas, miento de vocales átonas en las tierras bajas,9
fértiles valles de clima semitropical. El altiplano y las 2.2.1 Las vocales caedizas de Méjico han sido estudia-
yungas comprenden alrededor del 30% del territorio das detenida y perspicazmente por Lope Blanch.10 Los
boliviano. El 70% restante lo forman los llanos, que se datos bolivianos, aunque no recogidos de manera tan sis-
extienden desde las bases de la Cordillera Real hasta la temática, se asemejan en parte a los de él. Por ejemplo,
frontera con el Brasil. Es una región tropical con una den- en Méjico el 8 3 % de las vocales átonas debilitadas o perdi-
sidad de población muy baja. Me he detenido en esta des- das estuvieron entre consonante y / s / . La cifra correspon-
cripción porque la división topográfica y la división dia- diente para el altiplano boliviano fue el 80,5%. Al analizar
lectal de Bolivia corren parejas: por un lado los llanos y este entorno consonantico, Lope Blanch descubrió que el
por otro las tierras altas junto con las yungas. 7 1 % de las vocales átonas caducas estuvieron entre con-
1.3 Describir en veinte minutos toda la fonética de un sonante sorda y /s/. Resultó idéntico el porcentaje bolivia-
país es una tarea imposible. Ror lo tanto, se pasarán por no. Hasta aquí las semejanzas. En Méjico, el entorno con-
alto los fonemas que no presentaron articulaciones de inte- sonático particular que más favoreció la reducción y pér-
rés especial. Así, los párrafos siguientes no tratarán los dida de la vocal fue /s v s/, con el 22,9% del total absoluto. En
fonemas consonanticos /p, t, k, b, d, g, f, x, c, m, ñ/ ni Bolivia el contexto fsxs/ quedó en segundo lugar y con
/I/. Se limitarán a las vocales, a /y/ y /n/, y a las pocas un porcentaje mucho menor que el mejicano: el 13,2%.
consonantes que señalaron las regiones dialectales dentro Quizá la diferencia notable deba atribuirse al empleo fre-
de Bolivia. cuente de entonces como muletilla en Méjico, lo cual no
2.0 Fonemas vocálicos: la, e, i, o, id ocurrió en las entrevistas bolivianas. El contexto conso-
2.1 En sílaba tónica los informantes emplearon los cin- nantico boliviano de porcentaje más alto fue /t s/, con el
co fonemas vocálicos del castellano peninsular. Pero la 28,3%. Dicho contexto quedó en segundo lugar en Méjico.
distribución alofónica no fue absolutamente idéntica. La Sería ocioso proseguir esta comparación de contextos foné-
diferencia más notable fue el empleo general del alófono ticos porque no hay correspondencias. En cuanto a las
abierto [e] en sílaba trabada por /m/, /n/ y /s/, en sílaba vocales mismas, tanto en Bolivia como en Méjico la que con
libre ante / s / , y ante las mismas consonantes en sílaba mayor frecuencia se relajó fue leí, seguida de /o/, /al e /i/.

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Varios investigadores han citado como típicas de Bolivia 3.2 Para el 97,5% de mis informantes, el fonema /y/
las formas Potsíy blocs prapunts. Aunque no recogí ésta, tuvo un solo alófono: el palatal fricativo sonoro [y] sin
sí grabé [pot'sí] tres veces, todas en la misma Villa Impe- rehilamiento. Entre los ejemplos recogidos en todas partes
rial. En la transcripción de este caso y los siguientes, se del país constan [yó, yema, ayer, mayo].
emplea la comilla (') para indicar cualquiera de los cuatro 3.3 De los tres fonemas nasales, solamente /n/ ofreció
grados percibidos por el oído muy fino de Lope Blanch, divergencias de las normas peninsulares. Tiene cuatro aló-
desde una simple relajación intensiva hasta la pérdida apa- fonos: el alveolar sonoro [n], el dental sonoro [n], el pa-
rentemente completa: [alfatiet'sár, kárt's, diferént's, latal sonoro [n], y el velar sonoro [ij]. El de empleo más
of'sína, prof sores, més's (por meses), pol'sía, med'sína, frecuente es el alveolar. Los otros tres son resultado de la
gránd's, ekipánd'se, po r'hé mplo, k5 sta rík', hé nt']. asimilación de /n/ al punto de articulación de la consonante
2.2.2 Otro tipo de imprecisión vocálica se encuentra siguiente. Donde se separa la fonética boliviana es en el
en algunos campesinos y cholos cuya lengua materna es empleo del alófono velar [n] ante sonidos no velares y ante
el quechua o el aymara. Dichos idiomas tienen solamente pausa. El 73% de los informantes emplearon tanto [n]
un fonema vocálico anterior y uno posterior, ambos de como [n] en dichos contextos. La elección de un alófono
articulación cerrada. Si estos individuos aprenden imper- u otro no pareció obedecer a sistema alguno. En términos
fectamente el castellano, confunden leí con /i/ y /o/ con estadísticos, el 29% de estos informantes alternaron [n]
/u/. Sirvan de ejemplo los casos siguientes, de boca de un y fn] solamente ante vocal y pausa, el 25% los alternaron
maestro rural: [eliksjón, twéntis, sentjéndo, ésu]. sólo ante vocal, y el 12% los alternaron ante vocal, conso-
3.0 F o n e m a s c o n s o n a n t i c o s : I s , y , n , X , r, Ti nante y pausa. Ejemplos de [n] ante consonante no velar
3.1 El fonema fricativo Isl tiene seis alófonos en Bo- son: [erj la f5rma, en santa krús, están ya selsksjonádos,
livia. El más común, empleado por el 84% de los infor- un mot5r, sai) lásaro, ei) sjérta fárma]. Este empleo
mantes de todas partes del país, fue [s], articulación predor- "no académico" de [rj] no pareció tener un foco central
sodentoalveolar convexa sorda. Los otros diez informantes, desde el cual se había propagado, ni tampoco se limitó a
todos oriundos del altiplano, emplearon el alófono ápico- ciertas áreas, clases sociales o niveles educativos. Es tan
alveolar cóncavo sordo [s]. Sólo el 22% de los informantes pegajosa esta articulación velar que hasta la encontré en
usaron los alófonos sonoros correspondientes ['/,] o [z] ante posición interior de dos palabras articuladas por sendos
consonante sonora, y en algunos esa asimilación no se dio informantes: [pensámas, ánse]. 11
con regularidad. Los otros dos alófonos de Isl fueron [h], 3.4 De los dos fonemas laterales, solamente I X I nos
aspiración glotal sorda, y [ 0 ] , cero fonético. Estos dos interesa. Tiene un solo alófono, de articulación predorso-
últimos alófonos se encontraron casi exclusivamente en prepalatal sonora. En vista de que el 99,3% de los infor-
posición implosiva. En dicho contexto, el cien por ciento mantes emplearon [ X ] y distinguieron clara y regular-
de los informantes de las tierras bajas emplearon indistin- mente entre f X] y [y], no parece aventurado decir que
tamente [s], [h] y [ 0 ] . En las tierras altas, por el contrario, Bolivia, a diferencia de la mayor parte del mundo hispá-
el 90% de los informantes siempre usaron [s] en posición nico, es un país lleísta. Entre los muchos ejemplos que
implosiva. En los llanos, el empleo o desempleo de [s] en grabé son [ Xáma, XürJja, amaríXo, káXe]. Importa
. posición final de sílaba o de palabra suelta no reveló patrón recalcar que estos ejemplos (y los muchos otros no citados
alguno. Más bien reinó la anarquía; un mismo informante aquí) proceden de toda clase social y .de todas partes del país,
pudo articular en un momento [s] y a los dos minutos, en tanto del norte como del sur, del altiplano así como de los
la misma palabra, [h] o [ 0 ] . Pero cuando la [s] implosiva llanos. Según varios estudios la provincia sureña de Tarija
no estuvo en posición final de frase, la elección entre [h] es yeísta; según otros, sólo parte de Bolivia es Ueísta. Esta
o [ 0 ] pareció depender del fonema siguiente: si fue vocal, noticia parece haberse originado en una nota que Alonso
se solía emplear [h]; si fue consonante, se empleó o y Rosenblat añadieron a su edición de Espinosa.12 Desde
bien [h] o bien [ 0 ] . Algunos ejemplos de esta variación 1930 se viene repitiendo, aun después de la publicación en
son: 1960 de El castellano popular en Tarija por Víctor Varas
Reyes, quien afirmó que no existía ni "yeísmo" ni "scheís-
(a) con [h]: [má ho méno, uno ajé háño, sínko muhére
mo" en Tarija, a pesar de la proximidad de la Argentina. 13
hi kwátro imbre, é hágjva potable, la hindústrja prinsi-
A despecho de esta aseveración categórica de parte de un
pále haká san, lo sáfate) hi domingo, no í ha mí, no
investigador calificado, se sigue diciendo que Tarija es
hémo (nos hemos) pwéto, toda lah noce, djéh minuto,
yeísta. Los datos arriba presentados indican que el yeísmo
máh ke tótíb, b h pecfíctb, sjértah kásah partikuláreh];
de Tarija es hoy tan inexistente como el ¡leísmo de Atoto-
(b) con [ 0 ] : [mil nótesjénto kwarénta, nosótro
nilco el Grande. 14 La fuerte conciencia del valor palatal
despacámjs, el sé¿ ¿té agpsto, uno kínse año ke, em
del grafema // en Bolivia se ve claramente en la boliviani-
póka palátras, sjéte ermáno menores, muco pasahéro,
zación de palabras extranjeras. La línea aérea nacional se
la kósa kambjáran, lo alto hele militare, lo mehóre alum-
deletrea ll-o-y-d. Es apellido de origen gales, y en esa len-
no]. gua el grafema // representa una fricativa dental lateral,
En unos casos muy contados de [ 0 ] en lugar de [s], los generalmente sorda, que se aspira luertemente en posición
informantes emplearon el cierre glotal [?] para separar inicial. 15 En el mundo inglés, los que no somos galeses
vocales idénticas o distintas: [lo ? 5mbreh, dosjÉnto'óco, decimos [lóid]. En Bolivia, Il-o-y-d se pronuncia [Xójtt],
lo'ího].
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y cuando uno telefonea a esta compañía, las secretarias usaron [r] exclusivamente también emplearon [tf], o bien
contestan con [ Xóií aéreo]. La preservación en Bolivia de exclusivamente o bien en alternancia con [tr]. 1 7
la distinción I \ I — / y / probablemente fue facilitada por 4.0 Conclusiones
la fuerte presencia del elemento indígena en la población 4.1 Los datos presentados en los apartes anteriores nos
(tanto el quechua como el aymara contienen / X /). permiten postular la existencia de dos áreas dialectales en
3.5 El vibrante simple /r/ se realizó de cuatro modos. Bolivia. El altiplano y los llanos se separan tajantemente
El empleo de [rj, alófono ápicoalveolar vibrante simple en la articulación de Ixl, en la realización fonética de ís/
sonoro, de [ i ], alófono alveolar fricativo sonoro, y de [í], en posición implosiva, y, aunque en menor grado, en la
alófono fricativo sordo, no discrepó de la norma penin- articulación de las vocales átonas. En el altiplano, el empleo
sular. El cuarto alófono fue [f], de articulación fricativa de [r] es más frecuente que el de [f], pero entre los cambas
asibilada sorda. La pronunciación de Ixl tras /t/ reveló otra hay marcado predominio de [f]. En posición implosiva, Isl
diferencia más entre la fonética del altiplano y la de los suele realizarse mediante [s] en el altiplano, mientras que
llanos. En las tierras altas, el 18% de los informantes em- alternan [s], [h] y [ 0 ] , con predominio de los dos últimos,
plearon [tí] exclusivamente y otro 59% alternaron [tr] y en los llanos. Entre los collas, las vocales átonas a veces se
[tr]. En los llanos, por el contrario, las cifras respectivas articulan de manera imprecisa, fenómeno que no se da en
fueron sólo el 4 % y el 27%. Unos pocos ejemplos de la las tierras bajas.
articulación ápícoprepalatal africada sorda del grupo /tr/ 4.2 No es fácil precisar las causas de esta dicotomía
son [tres, tr é inta, entre, nosótr D s, pátrja, s í ntro, dialectal. Quizá se remonte al período colonial. Ambas
el t ktrisicta, otro]. zonas de Bolivia eran de difícil acceso en los siglos xvi y
3.5.2 Aunque ninguno de los informantes confundió xvu. El altiplano fue conquistado y colonizado desde el
[r] y [1] implosivas, parece que esta confusión y la de [r] Perú. Pero la primera ciudad oriental, Santa Cruz de la
y [I] inicíales sí se dan en las clases populares de los llanos: Sierra, no fue fundada desde el altiplano, sino desde Asun-
una poetisa trinitaria, al declamar su poesía de estilo po- ción y el Río de la Plata. Más tarde, fueron los crúcenos,
pular, empleó [arkááé, réhas, rístas, barrar]. Sin em- y no los paceños, quienes exploraron y se establecieron
bargo, no atestiguan estas confusiones los autores cos- en las otras partes de los llanos. Sanabria Fernández esti-
tumbristas regionales, cuya ortografía sí reproduce otras ma que en las huestes hispanizadoras del altiplano hubo
"incorrecciones" fonéticas. mayor concurrencia de castellanos y vascongados, y que
3.6 El fonema múltiple vibrante /f/ tuvo tres alófonos en el Oriente, por el contrario, predominaron los andaluces
en Bolivia. Uno fue [f], ápicoalveolar vibrante múltiple y extremeños. 18 Si tiene razón el historiador y lingüista
sonoro. Otro fue [f], ápicoalveolar fricativo asibilado so- boliviano, no es nada sorprendente la aspiración de /s/ en
noro. El tercero fue el fricativo asibilado sordo [r]. El em- posición implosiva en las tierras bajas.
pleo de los dos primeros alófonos es otra diferencia impor- 4.3 Los datos arriba presentados muestran que Bolivia
tante entre la fonética de los collas del antiplano y la de los en conjunto forma una región dialectal distinta de las áreas
cambas del Oriente. El f>7,7% de los informantes collas dialectales circunvecinas. Se distingue del Paraguay por
emplearon el fricativo asibilado sonoro [f] exclusivamente, no emplear [y] africada, sino [y]- 19 Bolivia se aparta de
y sólo el 4,8% usaron [f] exclusivamente. El 27,4% res- las provincias argentinas colindantes de Salta y .lujuy por
tante emplearon tanto [f] como [r], con marcadísimo pre- la preservación de / X /, por la preservación de Isl en posición
dominio de la articulación asibilada en la gran mayoría de implosiva en Tarija, y por las vocales a veces caedizas de
los informantes. En las tierras bajas las cifras estuvieron este departamento en la frontera con la Argentina. 20 Las
a la inversa: el 78% de los informantes emplearon [f] ex- tierras chilenas al sudoeste, que formaron parte de Bolivia
clusivamente y el 14% usaron [r] exclusivamente. Sólo el y del Perú hasta la Guerra del Pacífico, son yeístas.21
8% emplearon ambas articulaciones, y con marcado pre- Bolivia, tierra lleísta, se distingue también del Perú porque
dominio de [r] en la mayoría. Entre los muchos e/emplos la sierra peruana colindante ya no es exclusivamente lleís-
recogidos de [f] en posición inicial, entre vocales, y tras ta.22 Cuando los lingüistas se refieren a Bolivia, por lo
/ n / y l\l constan [rikésas, ráho, pera, k a o r j , zntíSb, tanto, no deben agruparla con las grandes áreas dialecta-
Snfa, saníjénte, alreáé<f~5r]. Ya se ha indicado que hay les que la rodean. A base del conjunto de sus rasgos foné-
correlación entre el empleo de [r] y [tf] en los mismos ticos, Bolivia es una zona dialectal con fisonomía propia,
territorios. 16 En cuanto a la presencia de ambos sonidos su i generis en América.
en los mismos hablantes, el 78,3% de los informantes que
University of Toronto

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1 10
H-L.A. van Wijk, "Los bolivianísmos fonéticos en la obra costum- Juan M. Lope Blanch, "En torno a las vocales caedizas en e] español
brista de Alfredo Guillen Pinto," BFCh, 17 (1961), 49-73; Víctor. Varas mexicano," Estudios sobre el español de México (México, 1972), pp.
Reyes, El castellano popular en Tanja ([La Paz], 1960), los datos fonéti- 53-73. Se publicó antes en NRFH, 17 (1963-64J, 1-19.
cos están en las pp. 63-77; Hernando Sanabria Fernández, El habla popu- 11
Estas observaciones discrepan de las de Ángel Rosenblat; "La n
lar de la provincia de Vallegrande (Santa Cruz, 1965), versan sobre foné- final no se velariza en la ciudad de Méjico ni en el Valle ni en Guanajuato,
tica las pp. 17-24. A pesar de los títulos, no tienen que ver con la fonética Parece que tampoco en las sierras de Colombia, Perú y Boiivia," p. 133
ni el estudio del Padre Joaquín Herrero, "Apuntes del castellano hablado de "Contactos interlingüístícos . . . " en Actas ..., 1967.
en Bolívia," BFE, 9 (1969), 37-43, ni el de CE. Kany, "Bolívian Popular 12
Speech," HR, 15 (1947), 193-205. Hay una lista corta de "incorrec- Amado Alonso y Ángel Rosenblat, traductores y anotadores de
ciones" fonéticas, sin comentarios, en Nicolás Fernández Naranjo y Dora Aurelio M. Espinosa, Estudios sobre el español de Nuevo Méjico, I,
Gómez de Fernández, Diccionario de bolivianismos, 2a. ed. (La Paz, Biblioteca de Dialectología Hispanoamericana, I (Buenos Aires, 1930),
1967), p. 235. p. 195 nota. Se repite en Amado Alonso, "La // y sus alteraciones en
2
España y América/' Estudios lingüísticos: Temas hispanoamericanos
Esta investigación fue subvencionada por el Canadá CoundI; qui- (Madrid, 1953), p. 234.
siera dejar constancia de mi profunda gratitud por su ayuda generosa. 13
En una entrevista particular, grabada en Tanja el 15 de noviembre
También le estoy muy agradecido al Dr. Melvyn C. Resnick de la Florida de 1968, Varas Reyes reafirmó lo que había escrito en la p. 66 de su libro;
Atlantic University, quien muy gentilmente me proporcionó en 1968 el "Merece destacar, asimismo, que sin embargo de la vecindad argentina,
cuestionario tan útil que publicó más tarde en su Phonologícal Variants no hay 'yeísmo' ni 'scheísmo/ sino temporario y personal, por los que
and Dialect Identification in Latin America (The Hague, 1975), pp. llegan de la respectiva zona después de cierto arraigo y que luego desa-
456-60. parece/'
3
United Nations Demographic Yearbook, 1968, que también es la 14
Ver Peter Boyd-Bowman, "Sobre restos de íleísmo en México,"
fuente de la cifra por el área de Boiivia. No ha habido censo nacional NRFH, 6(1952), 69-72.
desde 1950. 15
4 R-M.S. Heffner, General Phonetics (Madison, Wísconsin, 1950),
Harold Osborne, Boiivia: A land Divided, 3a. ed. (London, 1964), p. 145.
p. 106. 16
5 Amado Alonso, "La pronunciación de rr y de tr en España y en
Según el United Nations Demographk Yearbook, 1968, la pobla- América," Est. ling.: Temas hispanoam., p. 194.
ción de La Paz fue 360.329 en 1965, y la de Cochabamba fue 138.077 en 17
Tanto en Guanajuato como en Bogotá las personas con [f] suelen
1967. ser las mismas que tienen [tr]; ver Lope Blanch, "La -r final del español
6
Esta diferencia de la norma castellana no es desconocida; ver Joseph mexicano y el sustrato nahua," Estudios .. .México, p. 87 nota 34.
Matluck, La pronunciación en el español del Valle de México (México, 18
Sanabria Fernández, El habla.. .de Vallegrande, v. 14. Sobre el
1951), § 1 0 . papel de los crúcenos en la exploración de los llanos, ver del mismo autor
7
I:n las transcripción es se emplean, con unas pocas excepciones, los En busca de Eldorado (Santa Cruz, 1958}.
símbolos fonéticos de Tomás Navarro Tomás, Manual de pronunciación 19
Ver Bertil Malmberg, "Notas sobre la fonética del español en el
española, 6a. ed. (New York, 1967). Las excepciones son [ej y [ £ J que
representan respectivamente, los alóhmos cerrado y abierto de ai, ¡o] Paraguay," Yearhook of the New Soúeiy oí Letters ai Lund (1947),
y [ o ] que simbolizan, respectivamente, los alóíonos cerrado y abierto 175-92.'
20
do o/, y ' X que represent¿ c-l fonema palatal sonoro. Debido a limita- Por el yeísmo de Salta y Jujuy, ver Vladimir Honsa, "The Phonemic
ciones tipográficas, no so invierten ios símbolos por los aíótonos ambi- System of Argentine Spanish," Hispania, 48 (1965), 275-83, y Berta
lados lie los fonemas vibramos ni tampoco se señala ta dentad/ación de Elena Vidal de Battíni, El español de la Argentina, I (Buenos Aires,
[1, n, s| ante sonido dental, 1964), p, 126.
21
H
Para no falsear la situación, se han restado los casos de ensordeci- Ver Rodolfo Oro?., La lengua castellana en Chile (Santiago, 1964),
miento en las puUbras suolttW pronunciadas en contestación a ciertas p. 119.
preguntas del cuestionario, 22 Ver Douglas Gífford, "Serrano Speech: Notes on the Mestizo
9 Oialcct of S.E. Perú," Ponan for Modern Language Studies, 5 (1969),
Ver, entre otros, Ángel Rosenblat, "Contactos ínter-lingüísticos en
t*I mundo hispánico; o! español y las lenguas indígenas dy América/' p. 168.
Actas del Segundo Congreso Internacional de Hispanista* (Nimega,
1967), p. 123.

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