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CAPITULO I.


GENERALIDADES.
Antes de entrar a tratar sobre el derecho notarial, considero no solo conveniente
sino importante, definir algunos elementos necesarios para entender el derecho
notarial y las relaciones que éste regula. A lo largo de nuestro estudio hablaremos
del documento, del instrumento, del funcionario y de la función; y, por tanto, es
necesario tener un claro concepto de lo que significan estos, y otros términos, para
así poder entender, a su vez, el derecho notarial.

Por documento, la Real Academia de la Lengua define en su segunda acepción:


“Escrito en que constan datos fidedignos o susceptibles de ser empleados como
tales para probar algo”. Y la acepción tercera define al documento como “Cosa
que sirve para testimoniar un hecho o informar de él, especialmente del pasado”.
De estas dos acepciones podemos deducir que el documento es todo modo o
manera que utiliza el ser humano o del que se ha valido, para configurar su
evolución a lo largo de la historia, dejando constancia de los sucesos o hechos
históricos. Es pues, el testimonio material no solo de los hechos del hombre, sino
también de los acontecimientos de la naturaleza, que han quedado registrados en
un soporte, o lo que es lo mismo, en una unidad de información. Esta unidad de
información o soporte puede ser natural o artificial, es decir producto de la propia
naturaleza o de la tecnología del hombre: accidentes geográficos, papel, pieles,
ladrillos, tablas, arcilla, imágenes, colores, obras de arte, monumentos, y utilizando
signos, colores, imágenes lenguaje y otros medios.

Son diversas las maneras de que se ha valido el ser humano para transmitir los
acontecimientos y estas han dado lugar a diversos tipos de documento:

Documento oral:

Sin lugar a dudas la forma primitiva, la más antigua y originaria de transmisión: el


lenguaje. "Los pueblos en general, documentaron oralmente el conocimiento que
en forma genérica pudiera tener la población de los hechos que acontecían. ...
seguramente es exacta la afirmación corrientemente efectuada por los
historiadores en el sentido de que, en un comienzo, para que hubiera certeza de
los pactos y de los hechos y actos que ocurrían, se requería el conocimiento de
toda la población; era el pueblo todo, constituido en testigo de la verdad del
acontecimiento".

Gattari, en su Manual de Derecho Notarial, nos ilustra lo afirmado anteriormente,


con un ejemplo tomado de la Biblia, Libro del Génesis, Cap.23:

"Vivió Sara ciento veintisiete años. Murió en Quiriat Arbá, que es Hebrón, en la
tierra de Canaán. Vino Abraham a llorar a Sara y hacer duelo por ella, y, cuando
se levantó de junto a su muerta, habló así a los hijos de Jet: Soy entre vosotros
extranjero y huésped. Dadme en propiedad una sepultura donde pueda sepultar a
mi muerta, apartándola de mi vista.
Los hijos de Jet, contestaron a Abraham: Óyenos, señor, por favor: Tú eres entre
nosotros un príncipe de Dios; sepulta a la muerta en el mejor de nuestros
sepulcros; ninguno de nosotros te negara su sepulcro para que, en él, sepultes a
tu muerta. Alzóse Abraham e inclinándose profundamente ante el pueblo de
aquella tierra, los hijos de Jet, les dijo: Si de veras queréis que pueda yo apartar
mi muerta de mi vista, sepultándola, escuchadme y rogad por mí a Efrón, el hijo
de Sojar, que por su justo precio me ceda para sepultura en mi propiedad, en
presencia vuestra, su caverna de Macpela, que está al término de su campo.
Efrón estaba sentado entre los hijos de Jet, y respondió Efrón, el jeteo, a
Abraham, en presencia de los hijos de Jet y de cuantos entraban por las puertas
de la ciudad: No, señor mío: óyeme; yo te doy el campo y la caverna que se halla
a su extremo; te la doy ante los hijos de mi pueblo; sepulta a tu muerta.
Abraham volvió a prosternarse ante la gente de aquella tierra, y habló así a Efrón,
oyéndolo todos: Óyeme te ruego, yo te daré el precio del campo. Recíbelo tú, y
sepultaré en él a mi muerta.
Respondió Efrón a Abraham diciéndole: Señor mío, óyeme, ¿Qué es para mí ni
para ti una tierra de cuatrocientos siclos de plata?, Sepulta a tu muerta.
Oyó Abraham a Efrón y pesóle ante los hijos de Jet la plata que éste había dicho,
cuatrocientos siclos de plata corriente en el mercado.
Vino, pues, a ser propiedad de Abraham, ante los hijos de Jet y de cuantos
entraban por la puerta de la ciudad, el campo de Efrón de Macpela, frente a
Mambré, con la caverna que hay en él, y todos los árboles del campo y sus
contornos.
Después de esto, sepultó Abraham a Sara, su mujer, en la caverna de Macpela,
frente a Mambré, que es Hebrón, en tierra de Canaán. El campo con la caverna
que hay en él, vino a ser sepultura de su propiedad de Abraham, recibida de los
hijos de Jet".

Vemos en este texto, un contrato de compraventa, con el natural regateo


costumbre de los pueblos de oriente. Se encuentra en él, una clara muestra de
documento oral, el hecho se formaliza frente al pueblo, reunido en un lugar
público, para que éste, actuando como testigo, conserve la memoria de lo
sucedido y de esta manera se respete, de allí en adelante, el acuerdo de los
contratantes.

Documento monumental:

A través de diversas expresiones artísticas y técnicas del hombre, éste ha


trasmitido información sobre etapas históricas de la evolución de la humanidad;
tales expresiones artísticas (pintura, escultura, arquitectura) y técnicas (inventos,
descubrimientos) han servido como documentos que encierran en sí mismos la
descripción de etapas históricas del desarrollo de la humanidad, bien sea por la
vía de su significado intrínseco, como de la interpretación de los signos que en
ellos se encuentran que a su vez son testimonio escrito. Pertenece a este tipo de
documento, las construcciones arquitectónicas, como las pirámides, tumbas,
puentes y canales, carreteras, la cerámica, los tejidos, etc. Que nos permiten
conocer las costumbres, modos de vida, características de una civilización o
cultura; y así mismo las obras de arte como las esfinges, obeliscos, vasijas,
cerámicos, y las inscripciones en ellos plasmadas.

Documento escrito:

Que es el que requiere de un redactor, y utiliza diversos signos o alfabetos, para


describir un acontecimiento. Se necesita de un soporte sobre el cual se impriman
tales signos o alfabetos. Este soporte puede ser el papel, las pieles de animales,
plantas (Papiro), tablas, bloques de piedras, ladrillos de arcilla, superficies de
terreno, etc. 

Como veremos, este tipo de documento es el que dará lugar al nacimiento del
notario, como redactor del mismo.

Requiere pues, de un soporte, un alfabeto o signos y un redactor.

Documento Notarial:

Conviene aquí ubicar al documento notarial, que podemos definir con Martínez
Segovia como “…todo escrito, original o reproducido, que con uno de los objetos
de la función notarial, es autenticado o autorizado por notario y resguardado por
él, conforme a la ley de su organización, procurando los fines de seguridad, valor y
permanencia de la función notarial.”
 

DERECHO NOTARIAL.
1.- Definición.-

2.- El Documento
2.1 Documento oral
2.2 Documento monumental
2.3 Documento escrito
2.4 Documento Notarial

3.- Reseña histórica.


3.1 É poca antigua
3.1.1  Egipto.
3.1.2 El Pueblo Hebreo.
3.1.3 Grecia.
3.1.4 Roma.
3.2 É poca evolutiva: 
3.2.1 Alta Edad Media 
3.2.2 Baja Edad Media. 
Escuela de Bolonia.
3.3 É poca Moderna.
3.3.1 Ley del Ventoso.
3.3.2 El Notariado en Españ a.

1.- Definición.-

Es el conjunto de disposiciones legislativas y reglamentarias, usos, decisiones jurisprudenciales y


doctrinarias que rigen la función notarial y el instrumento público notarial.

Es la especialidad, dentro del estudio de la ciencia jurídica, que se ocupa del notariado. Tiende a
formar una rama autónoma del Derecho y es, por ahora, una disciplina docente con contenido
propio.

Previo a un recorrido a través de las diversas civilizaciones es conveniente tener en claro algunos
conceptos que nos permitirán entender el proceso histórico del notariado.

2.- El Documento.- que es el modo o manera en que el ser humano pudo valerse para configurar
su evolución a lo largo de la historia, y de alguna manera, dejar constancia de los hechos
históricos.

También podemos decir que el documento es el testimonio material de un hecho o acto del hombre
o de la naturaleza, registrado en una unidad de información en cualquier tipo de soporte como
papel, medios magnéticos, imágenes, accidentes geográficos, mediante signos, colores, lenguaje
natural o convencional.  

3.- Reseña Histórica.-

Sobre el origen del notariado, algunos tratadistas sostienen que se trata de una institución muy
antigua, que ha existido aun en las culturas y civilizaciones más primitivas, aunque en forma
rudimentaria, pero que de todas maneras la función notarial es permanente a través de la historia.

"En todo proceso histórico, alcanzando ya determinado estado de civilización, las resoluciones
legislativas, como así mismo los pactos que pudieran interesar a los hombres en materia privada,
las comunicaciones y entendimientos internacionales, sea por vía de tratados o convenios entre los
distintos Estados, hicieron precisa la existencia de un prolijo redactor de esos documentos."

Debemos sin embargo tener mucho cuidado en no pretender confundir al Notario de hoy, con
aquellos funcionarios o personajes, redactores de documentos de la antigüedad, que pudieron ser
sus antecesores en la función, porque tuvieron un quehacer más o menos similar en algunos
aspectos, que ahora tipifican la función.

3.1 Época Antigua.

3.1.1 Egipto.-
Encontramos en esta civilización, personajes que podemos afirmar, en razón de su función dentro
de la sociedad, significan un antecedente histórico de la función notarial: Los Escribas. Fernández
Casado nos dice: "En las procesiones de Isis iba un escriba mayor sagrado con plumas en la
cabeza, un libro y una regla en la mano, tinta y una caña o cálamus para escribir. Necesitaba saber
el arte jeroglífico, cosmografía, geografía, coreografía y el ritual de las ceremonias y estaba
destinado a dar fe de todo lo que ocurría."

Opinión que comparte Pondé, aunque parcialmente, puesto que no acepta que tuvieran poder de
dar fe es decir facultad fideifaciente.

Fueron fundamentalmente funcionarios burocráticos, indispensables en una organización estatal en


la que la administración se basaba en los textos escritos. Durante el imperio antiguo y el imperio
medio, (3100 y 1770 A. de C), apareció en Egipto un documento que se conoce con el nombre del
"documento casero", que era asentado sobre un papiro, para dejar constancia de sus convenios
privados mediante el cual una persona hacia asentar su declaración de compromiso de transferir la
propiedad de un objeto y que debía ser firmado por tres testigos y ser sellado por un funcionario
para ser entregado al destinatario del objeto. Se le utilizó también como una forma testamentaria.
El funcionario podía ser un sacerdote o una persona designada por este.

En el imperio nuevo (1573 y 712 A. De C), apareció una forma de documentación conocida como el
"documento del escriba y testigo", que tenía las características del documento casero, pero que
en lugar del sello del funcionario, llevaban la firma del escriba, no pudiendo agregarse nada al texto
después de firmado por el escriba. Fueron redactados sobre piedra caliza, lo que permitió su
conservación. Este documento, para que adquiriese el valor de documento público, debía remitirse
a Tebas, para que allí fuera sellado por el Visir. Entre los principales documentos que se han
encontrado están los pactos de compraventa, el mutuo con intereses, el pacto prenupcial.

3.1.2 El Pueblo Hebreo.-

En el pueblo Hebreo, también existieron funcionarios denominados Escribas, y que


desempeñaban diversas actividades. Los Escribas del Rey, autenticaban los actos o resoluciones
de los monarcas. Los Escribas de la Ley, eran aquellos a quienes se les reconocía capacidad
para interpretar las leyes. Los Escribas del Pueblo, eran los redactores de los pactos y convenios,
convenciones matrimoniales, compraventas y arrendamientos. Los Escribas del Estado, tenían
funciones de secretarios de Consejo del Estado y colaboraban con los tribunales de justicia.

Tenían un lugar de importancia jerárquica dentro de la organización social del pueblo Hebreo así
como una gran influencia como funcionarios.

Tanto en la Biblia como en el Talmud, se encuentran referencias a estos funcionarios y su


trascendental importancia en la organización social hebrea.

3.1.3 Grecia.-

Eduardo Bautista Pondé, en la obra citada, señala que es muy difícil encontrar algún personaje que
en el pueblo griego desempeñara función notarial como hoy la conocemos. Algunos autores sin
embargo señalan que los singraphos y apographos de alguna manera al ser redactores de
documentos y llevaban un registro de los contratos, ejercían función notarial. Sin embargo
existieron unos funcionarios llamados MNEMOS, que al decir de Luis Carral y de Teresa, en su
tratado de derecho notarial y registral, citado por Pondé, eran los encargados de formalizar y
registrar los tratados públicos y las convenciones privadas, las transmisiones de bienes inmuebles,
las donaciones, ventas, testamentos, que debían elaborarse casi sin excepción por escrito, y
quienes además tenían la custodia de tales documentos, aunque también esta custodia estaba
encomendada a los sacerdotes que eran los guardianes de los archivos públicos y privados. Esta
conservación era la que le daba al documento su carácter de autentico. Estos sacerdotes eran
conocidos como los HYEROMNEMON. Algunos autores como el italiano Pietro Someda De Marco,
habla de los taquigraphos y semiographos, tomadores de notas, labor realizada por personas de
baja condición e incluso mujeres, pero cita también este autor, a los "basiliscos ipografi" que
eran funcionarios seleccionados entre personas de alto rango y cuya competencia residía en
redactar actos de los magistrados, y como en esa época la fe judicial y la extrajudicial estaban
unificadas, permitiría asignarles a estos funcionarios el carácter de antecesores del notario.

3.1.4 Roma.-

En esta civilización si vamos a encontrar una diversidad de funcionarios o personajes que por la
característica de su función, podrían ser válidamente considerados como antecesores de la función
notarial. Tengamos en cuenta que en Roma, la función notarial en un comienzo no se encontraba
unificada en un solo funcionarios, sino que más bien se hallaba dispersa en diversos funcionarios.
Entre los más representativos de esta función podemos mencionar al scriba, el notarii, el tabularii
y el tabelión.

3.1.4.1 El scriba, era custodio de documentos y el pretor le asignaba la tarea de redactar los
decretos y resoluciones que tomaba en el desempeño de su cargo. Debían pues poseer una
educación superior a la común y gozaban de ciertas prerrogativas como la de ocupar lugares
preferenciales en los espectáculos públicos, debían ser libres y estaban exentos del servicio militar,
percibían un sueldo y eran hospedados por el Estado.

3.1.4.2 El notarii, era un técnico en la captación de las exposiciones orales, volcándolas por
escrito con celeridad, utilizando signos, abreviaturas, cifras (equivalente al taquígrafo de hoy),
fueron apreciados ayudantes de la administración y en especial de los abogados, así como para
los magistrados y se les incorporó a la actividad oficial del Estado. Seguramente que esta aptitud
fue utilizada también para la redacción de contratos y testamentos.

3.1.4.3 El Tabulari. Tabula, era el nombre que se dio a los documentos, en razón de que
primitivamente estos se redactaban sobre pequeñas tablas cubiertas con cera y con la utilización
de un punzón o buril. El Tabulari, era el oficial de redactar las listas de impuestos pero además se
desempeñaban como redactores de algunas convenciones privadas o particulares y llegaron a
tener función de contadores en la administración de las provincias y en los municipios, y se les
encargo la custodia de los archivos de la comuna y tenían el carácter de funcionarios públicos.
Según algunos autores, recibían las declaraciones de los nacimientos y todo lo que se refería al
estado civil de las personas, hacían inventarios, además de las funciones que ya se han
mencionado. Intervenían en los censos. Como por su función y posición en la sociedad romana
habían adquirido buena fama y se confiaba en ellos, es que también se les encomendó el ser
depositarios de los testamentos que ellos mismos habían redactado.

De la utilización de las tabellas, o sea tabulas más pequeñas que servían para comunicaciones
privadas, a sus redactores se les denominó tabeliones, que además eran técnicos en aspectos de
derecho que redactaban documentos relacionados con la actividad privada y también ofrecían
asesoría jurídica en algunos casos. Su actividad no estaba vinculada oficialmente con el Estado.
Dada la recargada labor de los funcionarios oficiales, se recurrió más a los tabeliones para la
redacción de las escrituras y testamentos para darles forma legal y encomendándoles el
archivamiento de los documentos en los archivos públicos; es decir los tabeliones actuaban con
carácter particular en la redacción de los actos jurídicos y de los contratos además de servir de
asesores jurídicos, encargados del archivamiento de los documentos para su eficaz conservación.
Por ello, es de los tabeliones de quienes se puede decir sean los personajes que pudieran
considerarse como auténticos antecesores del notario latino.

3.2 Época Evolutiva.-


3.2.1 Alta Edad Media (siglos V al X)

El notariado empieza a gestarse en la obra legislativa de Justiniano (siglo VI d. C.) quien dedicó
un gran esfuerzo y parte de su vida a las compilaciones de leyes que serían conocidas como el
"Corpus Juris Civilis" que está compuesto por el Código, el Digesto, las Instituciones y las
Novelas. Y es en las Novelas en las que se trata de los notarios y se regula su función, la
obligación de escribir los contratos en el protocolo (antecedente del registro notarial) y se regula
sobre el valor probatorio de los documentos intervenidos por el notario. En una constitución de
León el Filósofo, se señalan los requisitos para el acceso al cargo de tabelión, exigiéndose no
solo condiciones de carácter intelectual, lo que debía acreditarse con los correspondientes
exámenes, sino que también se exigía elevadas condiciones morales, estableciéndose que el
candidato no debía ser hablador, porfiado o de conducta viciosa, sino por el contrario de buenas
costumbres y de singular prudencia.

Posteriormente, los pueblos germanos, vándalos, suevos, alanos, godos visigodos y ostrogodos,
llevan este derecho y lo extienden por toda Europa, hasta que alcanza su apogeo en el Reino
Visigótico, al otro lado de los Pirineos. En el Imperio Bizantino, también se lleva a cabo una labor
de compilación de leyes imperiales que se conoció como "Basiliscos" o "Manual de Derecho",
siendo las más importantes la de León XIII El Filósofo, en la que podemos encontrar
encabezando la lista de las corporaciones, la de los Notarios o Tabeliones. El año 466 al 484,
Aniano, rey visigodo, efectúa una compilación de leyes que se conocen como "El Breviario de
Aniano", obra que fue completada bajo el reinado, también en España, de su hijo Alarico II.

La ley romana, empezó a ser desplazada, y así aparecen los Fueros, el Fuero Real, ( Producto de
la idea de Alfonso X de Castilla de homogeneizar el Derecho de los distintos territorios de Castilla,
el año 1255 inicia un proyecto de dar vigencia a un nuevo fuero del cual él había sido creador y el
mes de marzo de dicho año otorgó a los vecinos de Aguilar de Campo el texto conocido con el
nombre de Fuero de las Leyes o Fuero Real), y en el que se afirma que el oficio de escribano "es
público e honrado e comunal para todos", después el Fuero Juzgo, (Cuerpo legal elaborado en
Castilla en 1241 por Fernando III y que constituye la traducción del Liber Iudiciorum del año 654, o
Lex Visigothorum fue un cuerpo de leyes de carácter territorial, dispuesto por el rey Recesvinto,
escrita en lengua romance, promulgado en la época visigoda), del que se desprende que existieron
Notarios Reales, (Escribanos reales), Notarios Públicos no reales (escribano comunal del Pueblo) y
Notarios que no tenían Fe Pública, por lo que eran meros transcriptores o copistas. Los monjes,
actuaron durante la edad media como notarios privados, por la confianza que inspiraban y por su
cultura. En las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, otra recopilación de leyes, redactada en
Castilla, durante el reinado de Alfonso X (1252-1284), con el objetivo de conseguir una cierta
uniformidad jurídica del Reino. Su nombre original era Libro de las Leyes, y hacia el siglo XIV
recibió su actual denominación, por las secciones en que se encuentra dividida. Partida Tercera
Títulos 16 y 19, presentan al Notariado como una función pública y las disposiciones contenidas en
ellas, tendrán vigencia hasta la Ley de 1862.

El aporte de los árabes, fue sin duda uno de los más significativos para la función notarial, el papel,
ya que sustituyo al papiro y al pergamino, posibilitando una configuración documental escrita que
abrió nuevos horizontes a la cultura en general.

Es en la época de Carlomagno, (742 al 814), cuando el notario adquiere lo esencial, lo medular


de su condición de tal, el poder de dar fe, de redactor del documento, pasa a ser el depositario y
dador de la fe pública.

En la baja edad media, entre los siglos XI al XV, es que el notariado va adquiriendo la
configuración que la da ese carácter definido de función legitimadora, consejera y autenticadora.
3.2.2 Baja Edad Media (siglos XI al XV).-

Escuela de Bolonia.-

En la antigua ciudad romana de Felsina, que luego sería conocida como Bolonia, se dio un hecho
de gran trascendencia para el notariado, la Universidad de Bolonia, en la que en el año de 1228, se
funda la que fue tal vez la primera escuela notarial, por Ranieri di Perugia, quien además dicta los
cursos de notariado y escribió la Summa artis Notariae o Ars Notariae, que era un estudio
interpretativo de las leyes romanas y longobardas. Entre las artes mayores se consideraba a los
jueces y los notarios, en ese orden, luego los mercaderes, los banqueros, los fabricantes de paños
de lana, los médicos y los drogueros, los fabricantes de sedas y mercería y los peleteros.

En esta universidad también destacan dos grandes personajes Salatiel (1210 – 1280) y Rolandino
Passageri (1215 – 1300), hombres de derecho y adversarios políticos, el primero gibelino,
defensor del Imperio y el segundo güelfo, defensor del papado.

3.2.2.1 Salatiel, escribió también su Ars Notariae, en la que trata sobre lo que debe ser el notario,
condiciones de orden moral y ético que debe tener el aspirante a notario, buenas costumbres y
conocimientos, sistemas de designación, obligaciones y prohibiciones, sanciones y penalidades,
señalando con precisión el objeto del oficio notarial. Contiene un concepto de notario como
persona "que ejerce el oficio público y a cuya fe públicamente hoy se recurre con el fin de que
escriba y reduzca a forma pública, para su perpetua memoria, todo lo que los hombres realizan...
varón de mente sana, vidente y oyente y constituido en íntegra fama y que tenga pleno
conocimiento del arte notarial o tabelionato."

3.2.2.2 Rolandino Passageri, conocido también como Rolandino Rodulfo, es la figura de mayor
relieve notarial de Bolonia, organizó el Colegio Notarial de Boloña y escribió varios libros sobre
función notarial como la Summa  totius artis notariae, que trata de los contratos, testamentos y
juicios y en la que se propone corregir y mejorar las fórmulas notariales. La Aurora, que son
comentarios a la obra anterior; El Tractatus Notularum, que es una introducción a la ciencia de la
Notaría, y contiene un estudio de los contratos; Flos Testamentorum, sobre los testamentos; De
Oficio Tabellionatus in villi vel castris, consejos prácticos a los notarios rurales.

3.3  Época Moderna.-

3.3.1 Ley del Ventoso.-

Ley francesa del 25 Ventoso, año de XI, del calendario de la Revolución Francesa, 16 de marzo de
1803, que se da a la luz de las nuevas ideas políticas que han de cambiar al mundo como
consecuencia de la revolución política, resolvió en forma definitiva la confusión existente entre
la fe pública judicial y extrajudicial, definiendo perfectamente el campo de acción de cada una
de ellas, tendencia que fue copiada a consecuencia de las tendencias reformistas, en casi todos
los países, tanto de Europa como en América del Sur, a lo que se sumo la influencia del Código
Napoleónico, que serviría de modelo a nuestra legislación. Esta ley marca el fin de una etapa y el
comienzo de una nueva. Contiene un estatuto completo sobre el notariado, con todas las
características actuales del notariado latino, disposiciones que fueron adoptadas por la legislación
española y las diversas legislaciones de América.

Nació como consecuencia del clima reformista que imperaba en Europa e incluso llegó a América,
como consecuencia de la recepción de los principios de la Revolución Francesa y como señala
Luis Oswaldo Castillo Huerta en su “Breve Historia del Derecho Notarial”, algunas de las
aportaciones concretas de la Ley del Ventoso a la Institución Notarial fueron:
“1) Confiere al Notario la calidad de Funcionario Público; 2) Exige la transcripción del título que
acredite el derecho del enajenante; 3) Para ser Notario establece como requisito, una práctica
ininterrumpida de seis años y se elimina el relajo de acceder a la función notarial a través de las
enajenaciones o compras de notarías; 4) Pone fin a la confusión existente entre lo que es la fe
pública judicial y la extrajudicial. 5) Declara incompatibles el ejercicio conjunto de la
judicatura y la notaría. También 6) El documento notarial debe cumplir los requisitos de
determinar el día exacto, nombres de las partes, de quienes el Notario debe dar fe de
conocimiento, 7) Rige el principio de custodia y guarda de los documentos extendidos en forma
de minuta, requiriendo del sello y la legalización para su validez en territorio francés, 8) Los
Registros de propiedad del Estado, 9) Prohibía a las mujeres el ejercicio de la notaría.” 

3.3.2 El Notariado en España.-

Existía en España una legislación dispersa, debido en parte a las diversas leyes forales, lo que
imponía la unificación legislativa que finalmente se dio con la ley de 1862, que como lo señala
Giménez Arnau parte de los siguientes principios:

1º Reversión al Estado de los oficios enajenados y consideración del cargo como una función
pública, y como consecuencia de ello, unificación de la profesión, estableciendo una sola clase de
notarios.

2º Separación de la fe pública judicial y la extrajudicial, dejando al Notario toda la competencia


extrajudicial, aunque no se llevara el principio a sus consecuencias últimas.

3º Organización jerárquica del Notariado a través del Ministerio de Gracia y Justicia (hoy de
Justicia), los Regentes de las Audiencias - (máximo órgano de justicia. Los jueces que integraban
la Audiencia se llamaban oidores) - y los Colegios Notariales, principio hoy modificado por la
desaparición  de la jurisdicción de las Audiencias y la aparición de la que ejerce la Dirección
General de los Registros y del Notariado.

4º Demarcación de distritos y jurisdicciones territoriales fijas para la actuación de cada Notario.

5º Selección rigurosa para el ingreso, mediante el sistema de oposición.

6º Retribución por arancel.

7º Reconocimiento expreso y terminante de la propiedad del Estado sobre los protocolos


notariales, de que los Notarios y archiveros tienen solamente el deber de custodia.

"En resumen, con muchos defectos de organización, con una función diversificada y dispersa, al
apuntar el siglo XIX, la Institución notarial en los países del sistema latino está consolidada. Ha
adquirido la madurez plena que consagra definitivamente la ley francesa del Ventoso. El texto de
esta ley, como la nuestra (la española) de 1862, es notoriamente superior en calidad a las
precedentes. Mas lo importante en estas leyes orgánicas fue cómo el uso las recibió: fueron
cumplidas. A diferencia de lo que ocurrió en etapas anteriores en que ni el propio legislador, ni los
Tribunales, ni los propios notarios, se atuvieron con rigor a las normas corporativas y orgánicas."

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