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Hombres al margen: representación de lo masculino en tres personajes de La casa de la

laguna, de Rosario Ferré

Autora: Lina Uribe Henao

Santiago de Cali, febrero de 2020

La obra de la escritora puertorriqueña Rosario Ferré hace parte de la nueva novela histórica

latinoamericana escrita por mujeres. Una de sus características es el cuestionamiento de los

discursos oficiales a través de la exposición de múltiples perspectivas (Varas, 2006), algo que se

puede evidenciar en la novela La casa de la laguna1. El presente ensayo ofrece un análisis de la

representación de lo masculino que Ferré propone en dicha novela con relación a tres personajes

cercanos a Isabel, la narradora: Carlos, su padre; Quintín, su esposo, y Manuel, su hijo. Tal

representación permite inferir que estos hombres quedaron situados en el margen o en la periferia

por distintas situaciones propias de la vida de cada uno, con lo que se logra que la mujer sea la

portadora de la voz principal y pueda invertir la imagen negativa que se tiene de ella. Se

analizará, a continuación, cada uno de los personajes mencionados.

El suicidio como derrota

La primera descripción que Isabel Monfort hace de su padre anticipa un camino de obstáculos

para él: “Más que un buen ebanista, papá era un verdadero artista. Por eso fue tan trágico cuando

dejó de tallar sus muebles y se hizo un hombre de negocios común y corriente” (Ferré, 1997, p.

152). Esta renuncia con la que se introduce el personaje lo define como un sujeto que debió

alejarse de su arte a modo de sacrificio por su familia, conformada entonces por su esposa y una

hija pequeña. En el hogar de Isabel, sus padres ocuparon roles casi opuestos. Para Carlos, la

1
La novela se publicó por primera vez en 1995, en inglés, con el título de The house on the lagoon. Un año después
salió su versión en español. La edición con la que se trabaja en este texto es de 1997.
felicidad era sentarse debajo de un árbol y alimentar a dos pericos; Carmita, en cambio, era

adicta al juego.

Su fin fue el suicidio. ¿Qué representación tiene el hecho de quitarse la vida? Que se es

incapaz de ver otros caminos posibles, tal vez. En el caso de Carlos, la vergüenza que le causaba

la enfermedad de su esposa hizo que no quisiera salir más de casa. Una noche no apareció en el

comedor a la hora de la cena. Abby, su madre, lo encontró colgado de una de las vigas del techo

con una manguera. “Papá murió el verano siguiente, justo antes de yo regresar a Vassar a cursar

mi último año. El vicio de Carmita acabó con él” (Ferré, 1997, p. 212).

El análisis de este personaje permite caracterizar a un hombre que vivió al margen: no logró

sobrellevar la enfermedad de su esposa y su derrota lo llevó hasta el suicidio. Antes, abandonó su

pasión por el arte y se dedicó a los negocios. Fue, incluso, alguien periférico o secundario en la

vida de Isabel:

Yo quería mucho a papá, pero era un hombre débil. Quizá por eso casi no me acuerdo de él.

Cuando trato de evocar su rostro, solo alcanzo a ver una fotografía deslavada; la tristeza ha

borrado sus facciones por completo. No podía decirle que no a mamá. (Ferré, 1997, p. 156).

Opiniones al margen

La representación más clara de un hombre situado en el margen de una situación en La casa

de la laguna ocurre con Quintín y su lectura a escondidas del manuscrito de Isabel. Cuando él

descubre que su esposa está escribiendo una novela con la historia de su familia, siente tal

aversión que lo primero que desea hacer es quemar las páginas. Sus reacciones se retratan en los

apartados titulados Quintín, en los que un narrador desconocido cuenta lo que le produce

encontrar aquellas letras. Luego de un intento por quemar el manuscrito y otro por dejar sus

notas en hojas que al final decidió llevarse, el hombre intervino:


Había garrapateado algunos comentarios en los márgenes de las páginas, en una letra diminuta

y casi invisible. Sabía que corría el peligro de que Isabel los leyera, pero si no llevaba el

registro de aquellas calumnias y, lo que era aún más importante, de sus propias emociones, se

volvería loco. No podía permitir que su mundo se derrumbase de aquella manera, y aquellas

notas, aunque efímeras, eran un testimonio de la verdad. (Ferré, 1997, p.158)

Quintín, convencido de que era él quien tenía la verdad, rayó el texto de su esposa. Sin

embargo, lo hizo al margen: no escribió sobre su prosa, no tachó, no destruyó. Aportó su opinión

desde la periferia, como quien quiere intervenir pero teme hacerlo. Como quien sabe que, al

menos en ese aspecto, no ostenta el poder. Leía, además, siempre en la madrugada para que

Isabel no lo descubriera porque tenía miedo de que el manuscrito cambiara de lugar. Cuando ella

se dio cuenta de que su esposo tenía acceso a la novela, decidió dejarla en el mismo cajón.

Al final de La casa de la laguna, Quintín le propone a Isabel que le entregue el manuscrito a

cambio de que él deje la herencia para sus hijos, pues no lo consideraba una obra de arte sino “un

alegato independentista, un manifiesto feminista y, lo que es peor, falsea la historia” (Ferré,

1997, p. 408). Ella se niega: “Mi novela no es sobre política –le respondí-. Es sobre mi

emancipación de ti. Tengo derecho a escribir lo que pienso y tú nunca has podido aceptarlo”

(1997, p. 408). Así, Quintín termina su vida sin haber destruido el manuscrito y con las notas al

margen como su única intervención.

Manuel: Renuncia y expulsión

El tercer personaje masculino de La casa de la laguna cuya representación al margen se

puede analizar es Manuel, hijo legítimo de Quintín e Isabel. Si bien creció con todas las

comodidades de la familia burguesa puertorriqueña de finales del siglo XX, su camino viró

cuando conoció a una chica que luchaba por la independencia del país y adhirió a su causa. En su
hijo, Quintín veía la oportunidad de extender su poder a otra generación de los Mendizábal.

Incluso le regaló el anillo de oro que tenía el escudo de la familia y que representaba la

continuación del patriarcado: “Este anillo perteneció a tu abuelo, Buenaventura Mendizábal –le

dijo-.Y antes de él, perteneció a nuestro antepasado Francisco Pizarro. Llévalo puesto siempre

como señal de autoridad. Así, cuando tu padre no esté presente, todo mundo te obedecerá”

(Ferré, 1997, p. 355).

Como las posturas de estadistas e independentistas en Puerto Rico eran opuestas y

excluyentes, Manuel optó por alejarse de su familia. Para ponerlo en términos del análisis que se

ha propuesto, el joven decidió vivir al margen en tanto sus opiniones no conciliaban con las de su

padre. Esto produjo un quiebre en la familia y puso a papá y a hijo en esquinas contrarias, tanto

así que fue Manuel el que lideró una huelga contra los Mendizábal y quien, a modo de reafirmar

su posición periférica en cuanto al capitalismo, a la burguesía y al estadismo, se aseguró que su

casa se quemara tal como se cuenta en la última escena de la novela.

Cuestionamiento e inversión de imágenes

Las descripciones y el análisis hasta aquí presentados permiten hacer una evaluación global de

la representación de lo masculino que Ferré hace en La casa de la laguna a través de los

personajes Carlos, Quintín y Manuel. Como bien se ha sido, hay características de dichos

personajes que permiten ubicarlos al margen de los asuntos centrales de la novela: Carlos se

suicida porque no puede con su esposa, Quintín no logra destruir el manuscrito y Manuel se aísla

de su familia millonaria para unirse a un grupo subversivo. Si se tiene en cuenta que la nueva

novela histórica latinoamericana, en la que se enmarca la obra de Rosario Ferré, cuestiona el

discurso oficial a través del multiperspectivismo, de la novela mencionada se puede añadir que
también cuestiona el discurso patriarcal y subvierte las imágenes para destruir el ‘eterno

femenino’.

Dicho de otro modo, la autora le entrega la voz a una mujer para que sea quien narre la

historia y ubica a los hombres en la periferia, casi todos con finales de derrota. Es Isabel la que

triunfa porque recupera su manuscrito y logra escapar. “Ferré rompe la narrativa paternalista

canónica, logrando un equilibrio al franquear los espacios de lo político y lo personal” (Varas,

2006, p. 14). En esta subversión del canon que se intuye cabe citar unas palabras de la propia

autora cuando se refiere a la existencia de una escritura femenina:

Sospecho que no existe una escritura femenina distinta a la de los hombres. Insistir en que sí

existe implicaría la existencia de una naturaleza femenina distinta a la masculina. Esto

implicaría la capacidad distinta en la mujer y en el hombre para la realización de una obra de

arte, cuando estas capacidades son las mismas porque son fundamentalmente humanas” (Ferré

2001, p. 136).

En lo relacionado con las representaciones de lo masculino que Ferré hace en La casa de la

laguna es propio mencionar lo expuesto por Medina-Rivera (2003), que resulta fundamental para

el análisis propuesto en este ensayo:

Muchos lectores que se inclinan en las obras de Ferré tienen la sensación de que Ferré, como

feminista militante, destruye a los hombres (…); pero no son a los hombres a los que ella

destruye sino el mundo patriarcal que representan y que precisamente se conecta directamente

al mundo que heredó por parte de su madre (…). (pp. 7-8).

En conclusión, los tres personajes masculinos de los que se ha hablado sirven de ejemplo para

la destrucción del mundo patriarcal o del ‘eterno femenino’ a la que le apunta Rosario Ferré con

su obra. En dicha misión se apoya en herramientas como el cambio de la posición de poder de


los hombres con relación a las mujeres, que si bien empieza en línea con la sociedad patriarcal

(hombres por encima de las mujeres: Carlos conquista a Carmita, Quintín es el que manda en

casa, etc.) termina subvertida y permite que las mujeres triunfen y se reivindiquen (Isabel

enfrenta a su esposo y sobrevive con su manuscrito).


Referencias bibliográficas

Ferré, R. (1997). La casa de la laguna. Estados Unidos de América: Vintage Español.

Ferré, R. (2001). A la sombra de tu nombre. México DF.: Alfaguara.

Medina-Rivera, A. (2003). La Aniquilación de las Bellas Artes y de la Aristocracia en las Obras

de Rosario Ferré. Recuperado de https://bit.ly/2VRIin4.

Varas, P. (2006). La casa de la laguna y la nueva novela histórica hispanoamericana. Revista de

estudios hispánicos, XXXIII(2), pp. 3.14.

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