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GARCILASO DE LA VEGA: “Mario, el ingrato amor, como

testigo…”
POR Andrés Nieto Morales 1Ba A

Mario, el ingrato amor, como testigo


de mi fe pura y de mi gran firmeza,
usando en mí su vil naturaleza,
que es hacer más ofensa al más amigo;

teniendo miedo que si escribo o digo


su condición, abato su grandeza;
no bastando su fuerza a mi crüeza
ha esforzado la mano a mi enemigo.

Y ansí, en la parte que la diestra mano


gobierna. y en aquella que declara
los conceptos del alma, fui herido.

Mas yo haré que aquesta ofensa cara


le cueste al ofensor, ya que estoy sano,
libre, desesperado y ofendido.

Garcilaso de la Vega, nacido en Toledo (España) entre 1498 y 1503, y


tempranamente fallecido en Niza (Francia) en 1536, fue uno de los poetas más
destacados y emblemáticos de la literatura española durante el extraordinario
Siglo de Oro, periodo histórico en el que, abarcando parte del Renacimiento y del
Barroco, permitió el florecimiento y auge de las artes y letras castellanas. Así
mismo, desarrollando el papel de joven poeta, también se formó como capitán
militar, forjando en él, como en Jorge Manrique, el ideal de caballero cortesano
renacentista, al que se le atribuye la expresión de: “combinar la pluma con la
espada”.
Por lo que respecta a su obra, escrita entre los años 1526 y 1535, nos
encontramos ante siete coplas castellanas y cuarenta sonetos, de los cuales
comentaremos el número XXXV

Inicialmente localizamos este soneto en el año 1535, año que, además de ser
anterior a la muerte de Garcilaso, y por tanto fin de su obra lírica, coincide con la
fecha en que se llevó a cabo la toma de La Goleta en el territorio tunecino por las
tropas españolas comandadas por el rey Carlos I.

Por lo que respecta a la métrica, y como hemos dichos anteriormente, se trata de


un soneto debido a que está formado por versos endecasílabos, es decir de once
versos, y por tanto de arte mayor, estructurados de manera que se obtengan dos
cuartetos y dos tercetos. Así mismo, posee una rima consonante ya que los
fonemas de los últimos grafemas coinciden a partir de la última vocal tónica,
adquiriendo, así, una estructura que presenta la siguiente forma: ABBA, ABBA,
CDE, DCE.

Por otra parte, investigando más a fondo a la persona que es mencionada en el


trigésimo quinto soneto de Garcilaso de la Vega, nos damos cuenta que va
dirigido a un amigo suyo llamado Mario Galeota, quien además de ser poeta,
también era un humanista al igual que Garcilaso. Sin embargo, este último se
siente traicionado al enterarse como su compañero decide abandonar y adjurar
sus creencias ante la Inquisición, considerado enemigo de nuestro poeta, para
evitar que acaben con su vida, esto es, por tanto, abandonar la filosofía humanista
permanentemente.
Así mismo, Garcilaso por su deslealtad, decide vengarse de su ofensor, es decir,
de Mario Galeota.

Igualmente, el poema se divide en cuatro partes, donde la voz poética que va


dirigida a Mario Galeota, tiene la finalidad de expresar el dolor que siente nuestro
poeta por la traición que le ha provocado su amigo.

En la primera estrofa, el poeta se lamenta de que Mario a pesar de ser testigo de


su amor, lealtad y fuerte firmeza, termina utilizando su maldad innata para
ofender a su amigo.
En el segundo cuarteto, el poeta nos deja claro que Mario tiene miedo que el
autor hable de su traición, por haberle tendido la mano a su enemigo, es decir, al
cristianismo, quede humillada y en descubierto su grandiosidad.
Así mismo, en el primer terceto, Garcilaso de la Vega se siente ofendido por
aquellos que tienen poder sobre las ideas de las personas y que sentencian los
conceptos del alma, esto es, la iglesia cristiana.
En la última estrofa, el poeta muestra el deseo de vengarse de aquel que
consideraba como su amigo y ahora su ofensor, es decir, de Mario Galeota

Por otro lado, existe una muy amplia lista de figuras literarias, sin embrago,
Garcilaso de la Vega únicamente utiliza unas cuantas de ellas que repiten en
diversas ocasiones en sus composiciones, pero centrándonos en el soneto XXXV,
encontramos algunas de las más utilizadas. En primer lugar, hallamos una cierta
adjetivación que se extiende por todo el poema, como por el ejemplo, “gran
firmeza” o “fe pura” (línea 2), “diestra mano” (línea 9) y “ofensa cara” (línea
12). Por otro lado, además de encontramos dos manifestaciones de
personificación como es el caso de “el ingrato amor, como testigo…” o “la
diestra mano gobierna”, también podemos visualizar como la expresión
“ingrato amor” cumple la función de sinestesia al expresar una característica
que no le corresponde, en este caso, al amor.
Así mismo, el encabalgamiento aparece en diversas ocasiones, como es el caso
de, en la línea 5, donde la frase queda truncada hacia el siguiente verso en “o
digo su condición”.
También podemos ver un epíteto en la expresión “ofensa cara” de la línea 12, o
también una perífrasis en toda la tercera estrofa, en que el autor le da vueltas a
un tema antes de decir lo que en verdad quiere afirmar, en este caso, que la
muerte de Mario lo hiere, manifestándose en “Y ansí, …. fui herido”. Por
último, la frase que cierra este soneto cumple dos funciones, por un lado, la de
enumeración, debido a que expone de manera sucesiva sus diferentes
sensaciones formando un conjunto y; por otro lado, una antítesis, ya que se
contraponen la libertad con la desesperación o la ofensa con lo sano que se
encuentra el escritor.
La obra de Garcilaso representa el lenguaje renacentista, que, además de
combinar la elegancia con la naturalidad, también es capaz de crear una poesía
refinada, pero al mismo tiempo sencilla, en que las únicas figuras literarias que
usas continuamente le aporta musicalidad y fluidez en el momento de la
recitación.

En conclusión, nos encontramos ante uno de los muchos sonetos que escribió
Garcilaso de la Vega, pero este en especial, es un claro ejemplo de un
sentimiento doloroso provocado por una traición que el autor trata de sustraer del
fondo de su alma a través del verso endecasílabo, para que, así, con un lenguaje
sencillo, acertado y sincero, logre transmitir un sentimiento de desconsuelo.

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