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R3/ Sistematización de la propuesta útil

para replicar la experiencia del Club de


lectura, escritura y oralidad en otras
seccionales de la Universidad.

Para llevar a cabo esta sistematización se


tuvieron en cuenta los trabajos de grado de
los practicantes a cargo del Club.

Entre tinta & tinto


Club de lectura, escritura y oralidad para la Seccional Suroeste

Compartir una taza de café, leer, conversar y reflexionar a partir del encuentro
personal y colectivo con la literatura clásica universal, ese es el propósito de Entre tinta
y tinto, un grupo de personas que se reúne periódicamente para compartir la lectura
como acontecimiento vital, alrededor de una obra de la Biblioteca Clásica para Jóvenes
Lectores de la Editorial de la Universidad de Antioquia.

A finales del año 2016 surge en la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia la idea de construir una
iniciativa destinada a promover y fortalecer las prácticas de lectura, escritura y oralidad en la academia desde una
perspectiva humanística. Que esta propuesta haya tenido lugar en la Facultad de Educación no solo responde al
hecho de que esta dependencia cuente con profesores y practicantes 1 con una rigurosa formación en las
disciplinas cuyos objetos son el lenguaje y la literatura sino, además, al potencial que tiene el campo pedagógico
para generar dispositivos de praxis que rebasen la asistencia, y conecten acción y reflexión por medio de las
preguntas por la formación, los sujetos y el papel de la universidad en la sociedad.

En esta primera fase el propósito principal consistió en enlazar, desde una perspectiva humanística, diferentes
iniciativas de formación, con miras a generar las condiciones necesarias para la configuración e institucionalización
de un espacio de atención, pero sobretodo de producción de saber, en todas sus potencias éticas y estéticas.
Dicha fase contó con el apoyo de la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de Antioquia (Proyecto CREE:
Permanencia - CLEO UdeA) y tuvo la denominación de Salón de la Palabra, imagen que evoca a los salones

1 Provenientes de la Licenciatura en Educación Básica, con énfasis en Humanidades, Lengua Castellana.

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franceses que desde el siglo XVII se posicionaron como recintos de exhibición de arte, y lugares de encuentro
cultural; efectivamente, en aquel momento la propuesta convocaba a toda la comunidad universitaria a exponer
y exponerse en la palabra. No obstante, en el transcurso de la configuración del proyecto pedagógico de este
dispositivo, la imagen del trabajo artesanal fue tomando fuerza y dando forma a un taller, en el que el material lo
constituyen la palabra y otros sistemas simbólicos, moldeados por la combinación de tecné y cognesis para dar
lugar a la creación (Zuleta, 1998).

Todo lo anterior derivó en la denominación de Taller de la Palabra, y lo planteó como centro de práctica, espacio
de encuentro y construcción de saberes que, desde una perspectiva humanística, articula procesos de docencia,
investigación y extensión por medio de las prácticas pedagógicas de la Facultad de Educación, y ofrece a la
comunidad universitaria iniciativas y procesos de construcción colectiva, formación continua, asesoría, así como
de creación estética alrededor de la palabra oral y escrita.

Por su parte, desde 2009, la Editorial Universidad de Antioquia adelanta un programa de Formación Lectora
(entrega gratuita de ejemplar y charla formativa de contexto) articulado a su Biblioteca Clásica para Jóvenes
Lectores, una estrategia de extensión y promoción del libro y la lectura. El programa fomenta entre jóvenes
lectores la conformación de su biblioteca con obras canónicas, editadas con criterios formativos y alta calidad. A
partir de 2016, en el marco de la iniciativa A Viva Voz de la Dirección de Regionalización y la Editorial Universidad
de Antioquia, el programa de Formación Lectora se extendió a las regiones, beneficiando a 442 participantes de
11 charlas realizadas en 7 seccionales.

Con miras a fortalecer y garantizar la continuidad de estos proyectos, la Facultad de Educación y el Departamento
de Publicaciones se unieron para diseñar y ejecutar un Club de lectura, escritura y oralidad. El programa de
Formación Lectora es una oportunidad de acceso a las obras clásicas para la comunidad universitaria de las
regiones y el Taller de la Palabra, un escenario propicio para acompañar el acercamiento a dichas obras en el
contexto de un proceso de formación que involucra las dimensiones lógica, ética y estética.

Contextualización. Universidad de Antioquia seccional suroeste, territorio


con vocación agropecuaria

El municipio de Andes es considerado la capital Andina del Suroeste antioqueño. Alrededor de siete veredas y más
de veinte corregimientos limitan con el municipio donde se reúne todo el comercio de la región, desde los cultivos
(de café, plátano, banano, etc.) hasta la exportación de dichos productos. Ferreterías, locales de compra y venta
de café, tres empresas de transporte que cubren la ruta hacia veredas y corregimientos diariamente con
aproximadamente entre 15 a 20 vehículos, dan un esbozo de la cotidianidad del municipio. Teniendo en cuenta
estas realidades la seccional de la Universidad de Antioquia une esfuerzos para fortalecer, gestionar y brindar
espacios para la formación y capacitación no solo de estudiantes, sino también de campesinos de la región. Para
este último aspecto se han realizado convenios y alianzas con la administración municipal andina y la de otros

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municipios y la Cooperativa de los Andes, fuerte productora y exportadora de café a nivel nacional e internacional,
las cuales han sido aliados estratégicos para la ejecución de los diversos proyectos.

Además, es importante mencionar también las diferentes entidades sociales no gubernamentales que se encargan
de realidades o tensiones sociales que no son ajenas al municipio, algunas de ellas son:

 Dos fundaciones que cumplen la función de asilo, ubicados uno en la zona rural, otro en la urbana
atendiendo a adultos mayores en estado de abandono. Y uno más que se encarga del cuidado del adulto mayor
con discapacidades mentales.
 La biblioteca municipal en compañía de Cultivarte, atienden tanto a la población infantil como
juvenil en cuanto a la recreación y apoyo en actividades escolares y extracurriculares. A la vez que posibilitan el
espacio para capacitaciones y técnicas de entidades como el SENA.
 Dos fundaciones en este caso pensadas para el cuidado de animales callejeros. Son ellas Huellitas
y Fauna amor, la primera funciona como albergue y la segunda gestiona hogares, medicinas y esterilizaciones para
los perros y gatos callejeros.

Las anteriores entidades, al ser sin ánimo de lucro o independientes a la administración municipal, no cuentan
con los profesionales por lo menos de manera continua para atender sus respectivas necesidades. Solo los dos
asilos cuentan con una enfermera profesional y una gerontóloga. La asistencia en el área mental y social se atiende
una vez por mes y por la gestión de las propias entidades. Para la biblioteca y la fundación Cultivarte cuentan con
una bibliotecóloga y una Licenciada en educación especial, la cual cumple también la función de coordinadora
para el programa de Cultivarte y de auxiliar de apoyo para la biblioteca. Si bien esta región es cafetera y tiene una
fuerte influencia agropecuaria también hay iniciativas que le apuestan al arte, la cultura y a programas sociales.

En este panorama se encuentra la seccional de la Universidad de Antioquia en el Suroeste, en medio de un


territorio con vocación agropecuaria, lo cual se ha potenciado o visibilizado aún más en el periodo 2016-2020 bajo
la dirección actual, a través de eventos y capacitaciones que promueven y gestionan la educación en pro del agro
andino.

En relación con lo anterior, diversas capacitaciones, talleres o seminarios, que se han realizado en dicho periodo,
versan sobre temas de alternativas sustentables, tecnificado en almaciguera, caficultura y comercio justo.
Mencionaré a continuación varias de las actividades que dan cuenta de algunas de las anteriores categorías: Taller
sobre el mal de panamá, este consistió en la prevención de plagas que ataca las raíces de cultivos en este caso de
los bananos y plátanos. Una hectárea para la vida, una hectárea para la paz, proyecto con la Alcaldía municipal
en el que fueron certificados en sostenibilidad para el campo, su objetivo principal era brindar herramientas para
la toma de decisiones en cuanto a los modelos de producción de sus cultivos, y así, apuntar al mejoramiento de
la economía -social- y la calidad de vida -de la familia-. Este fue dirigido por parte de docentes de la Seccional
competentes en el área. Sostenibilidad territorial: charla con el alcalde de Andes para caficultores y campesinos.
Producción de biocontroladores, este consiste en la reproducción de una batería para el control de las plagas que

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pueden atacar a los cultivos; en este caso, plátano y banano. Finalmente, la elaboración de una huerta
agroecológica que sirve como insumo y espacio de práctica para estudiantes de Ingeniería agropecuaria.

Cabe resaltar la importancia que tendrá la seccional al ofertar la primera especialización en café del país, en
modalidad de fin de semana: viernes, sábado y domingo por docentes de la Facultad de Ciencias agrarias y la
Facultad Farmacéutica y Alimentaria.

Vemos entonces cómo se hacen visibles y se posibilitan escenarios agropecuarios en la seccional a través de las
actividades mencionadas (conversatorios, ponencias, conferencias y capacitaciones) lo cual convoca a actores
específicos: campesinos, profesionales y docentes propios del área. En el año 2000 se da la primera cohorte del
pregrado en Ingeniería Agropecuaria y para el 2017 se cuenta ya con aproximadamente 93 egresados de este
programa para la región. Para un total de quince cohortes, ocho activas y siete ya terminadas.

De igual modo, otros de los despliegues de la seccional y lo que abarca uno de los mayores propósitos de esta, ha
sido la propuesta del grupo de Investigación en sistemas agropecuarios sostenibles GISAS, con el proyecto
Unidades experimentales: Laboratorios vivos para la formación de capacidades en investigación aplicada. Esta es
una apuesta por la integralidad de los diferentes programas que la seccional oferta partiendo evidentemente
desde un escenario agropecuario. Obliga la pregunta ¿partir de un contexto agropecuario es suficiente para
atender las necesidades de programas que no tienen que ver con esta realidad? ¿En qué medida puede
desarrollarse un perfil profesional dentro de temáticas, acciones u actividades que no corresponden a su interés
o área principal?

La interdisciplinariedad en torno a lo agropecuario pretendía ofrecer campos de acción a partir de espacios como
la realización de prácticas académicas, iniciativas investigativas con estudiantes que quisieran formular proyectos,
y la aplicación de las mismas utilizando la planta física y los alrededores de la seccional. Sin embargo, la
participación en estas iniciativas no fue exitosa por la ausencia de estudiantes de los programas activos
pertenecientes a las Facultades de Educación, Ciencias Sociales y Humanas.

En efecto, la ausencia por parte de los programas que pertenecen a las facultades mencionadas en el párrafo
anterior daría cuenta de que esta iniciativa interdisciplinar no es suficiente ni atractiva para el desempeño de los
programas que hacen parte de dichas facultades, ya que la temática agropecuaria no los convoca. Reclaman
entonces, su razón de ser, su campo de acción, la esencia que siempre busca estar o volver a su lugar de origen.
En otras palabras, es necesario que estas áreas se adhieran a los espacios en los que se desenvuelven estando así,
involucrados directamente al ejercicio de sus oficios.

Clarifiquemos los programas y la modalidad de la seccional:

Modalidad presencial:  Comunicación Social


 Biología
 Ingeniería Agropecuaria
 Técnica en Regencia de Farmacia
 Contaduría
 Microbiología
 Administración de Empresas
 Matemáticas
 Técnica en Atención Pre Hospitalaria

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 Gestión cultural  Ingeniería en Sistemas
 Licenciatura en Educación básica con énfasis en  Ingeniería Ambiental
humanidades lengua castellana  Ingeniería Industrial
 Psicología  Ingeniería en Telecomunicaciones
 Trabajo social  Tecnología en gestión de insumos.

Y en la modalidad virtual cuenta con:

Al revisar las dos preguntas que se plantearon anteriormente, acerca de las propuestas que se gestan en la
universidad para la formación de los estudiantes de los distintos pregrados surgen más interrogantes ¿es
suficiente proponer una interdisciplinariedad entre los programas entorno a temáticas solo agropecuarias? El
perfil de los pregrados que corresponde a las ciencias humanas, o de la salud o del área de matemáticas, de
sistemas, entre otras; ¿pueden consolidarse solo desde una posibilidad o campo de acción, como las propuestas
que se desarrollan en la seccional? Son preguntas hechas a partir de la reflexión, en primer lugar, por la fuerza y
presencia en las labores que la seccional desarrolla en pro de lo agropecuario como lo hemos mencionado, y en
segundo, que sería casi un efecto de la primera, la posible condición secundaria que toma los pregrados, en este
caso, de las Facultades de Ciencias Sociales, Educación, Artes y Ciencias Exactas e Ingenierías, que no se vuelven
igual de visibles en acciones, espacios y participaciones en la seccional.

En este sentido, se puede evidenciar que en cuanto al espacio físico de la Seccional también las actividades
agropecuarias predominan. Por nombrar algunas: la siembra y mantenimiento de cultivos por parte de los
estudiantes de Ingeniería Agropecuaria como mencioné antes, la huerta tiene siembra de: cebolla, cilantro,
plantas aromáticas, maíz, ajo, lechuga, entre otros. Gran parte de la zona verde ha sido parcelada para el
sostenimiento y pastoreo de dieciséis camuros (raza ovina, que se adapta a tierra caliente y se diferencia de las
ovejas por su pelaje), estos con el fin de apoyar las labores de docencia e investigación de dicha ingeniería,
denominándolas también unidades experimentales.

Además, se produce dos tipos de abonos, el primero son pacas biodigestoras que se producen con los residuos
orgánicos y el estiércol de los propios camuros, y el segundo tipo de abono, son microorganismos eficientes,
siendo este un abono líquido que se produce en la seccional, para las zonas verdes y para los campesinos que
hacen parte de algún proyecto en alianza con la alcaldía municipal.

De esta manera, se hace un pequeño bosquejo para tener una imagen del contexto tanto de la región como de la
seccional en cuanto a sus dinámicas culturales y académicas, si bien la seccional cuenta con otra variedad de
programas, es el contexto agropecuario que permea la esencia de esta en el suroeste. Teniendo en cuenta lo
anterior, hagamos una recapitulación hasta este punto del texto. Nos ubicamos en un contexto agropecuario, el
municipio es considerado capital del Suroeste antioqueño, lo que da cuenta de su constante desarrollo y
producción en materia cafetera. Congrega a otros municipios aledaños y corregimientos no solo por razones
comerciales, también académicas. Y en este sentido, la Seccional de la Universidad de Antioquia en el Suroeste,

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es fundamental para el creciente desarrollo de la región en su componente académico y técnico-profesional. La
Seccional debe unir esfuerzos para potenciar su misión en la formación de profesionales competentes para las
necesidades de la región que son de diversa índole: educativas, sociales, culturales y por supuesto, agropecuarias.

Sin embargo, en este punto y dando continuidad a lo que se ha mencionado anteriormente -escenarios
agropecuarios, interdisciplinariedad, espacios y acciones en torno al agro- pensaremos un poco más en dichos
programas que no hacen parte de las acciones o actividades agropecuarias. Qué actividades en torno a los
programas de Humanidades, Ciencias Sociales y Arte podríamos mencionar, ¿en el que desarrollen su perfil o
práctica profesional desde la seccional?

Todos estos cuestionamientos, la relectura de la misión y contextualización de la seccional y del municipio en esta
región, nos llevan a encontrar puntos comunes para hacer efectiva una interdisciplinariedad en la que se puedan
establecer procesos colectivos, que impliquen integrar actividades que aporten a la formación integral de los
profesionales, para la región y para sus procesos académicos-formativos.

Es por esto que es válido preguntarnos por un proceso transversal en la vida universitaria y que a diario se
desarrolla en las aulas de clase y en la vida académica, este proceso transversal es la lectura, que además posibilita
otros procesos que se desarrollan en las dinámicas universitarias como la conversación, la interacción, el
intercambio de perspectivas en cuanto a la percepción del mundo y cómo esto aporta a nuestra formación
humana que no se desliga de lo profesional.

Es momento de mencionar la presencia de actividades, espacios o eventos, que se tienen en la seccional que no
están enfocados al agro y que son promovidos por la biblioteca, espacios que dinamizan las prácticas de lectura y
escritura a través de actividades puntuales en fechas como el día del idioma, del maestro o en la conmemoración
de un escritor de la región. También se realizó, un primer encuentro artístico regional que tuvo lugar en la
seccional del Suroeste para el 2017, en este tuvo lugar representaciones teatrales, encuentros de bandas
regionales, canto y lectura en voz alta.

De esta manera, se visibiliza o más bien, se recuerda la palabra como eje articulador de experiencias y relaciones
interpersonales. Estas se dan en torno a temáticas que son propias para recordar o trabajar. Resaltar el patrimonio
cultural, identidad cafetera y cuidado del medio ambiente son los contenidos que transversaliza las anteriores
prácticas. En los años 2013, 2014 y 2015 se dio la propuesta de escritura creativa, por medio de un concurso, que
premiaba el primer y segundo lugar al mejor cuento, esto solo se dio para dichos años.

Hay que mencionar, también, las acciones que se promueven desde la dependencia de Bienestar Universitario de
la seccional, gestionando actividades que apuntan a una formación integral en cuanto brinda condiciones para
que los estudiantes fortalezcan la permanencia en la vida universitaria; actividades desde el área de psicología,
esta se ocupa de hacer acompañamientos terapéuticos a los estudiantes que así lo soliciten, tratamiento a las
adicciones, vida sexual y reproductiva, manejo de ansiedad y técnicas de estudio. Siguiendo esta línea se
encuentra el departamento de desarrollo humano que brinda cada semestre dos talleres que certifican a los

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estudiantes según la capacitación; en este caso se realizó un taller en habilidades comunicativas, ayudas para la
comunicación verbal y, etiqueta y protocolo.

Hay que mencionar, además, lo que se ha denominado el departamento formativo, este cuenta con semilleros
deportivos; por ejemplo, se conforman grupos para diversas actividades deportivas y constantes pausas activas
en los salones y en los espacios concurridos por los estudiantes para convocarlos a las actividades físicas.

Con respecto a la formación y promoción de procesos con la palabra, como lo sería la lectura, la escritura y el
dialogo que se puede suscitar entre estas acciones, la sede ha tenido presencia del programa CLEO. Por gestión
de Bienestar Universitario se programa encuentros o talleres con esta iniciativa de la universidad para que haga
presencia como lo hizo en el 2018 con los talleres: técnicas para el aprendizaje, escritura creativa, realización de
presentaciones orales y manejo de normas APA. Sin embargo, es insuficiente para promover la amplitud de estas
acciones que lo que más necesitan es ser promovidas desde actividades o espacios concretos que anclen y
fortalezcan estas prácticas en la vida académica de los estudiantes y no como ejercicios ambulatorios de primeros
auxilios según el requerimiento curricular.

Finalmente, y no menos importante, está la iniciativa por parte de la profesora Diana Ramírez de la Facultad de
Comunicaciones con el cine club Cinemagora en la seccional del Suroeste. Este cine club comienza en el año 2014
con un grupo de estudiantes que de diferentes programas se vincularon ante la propuesta Empelicularse con la
cultura, para unificar las disciplinas del saber desde un discurso crítico a partir de conversatorios; las películas son
el pretexto para formar a los estudiantes desde una perspectiva cultural, social y política. Esta iniciativa se
extendió a la creación de unas cartillas, como guía pedagógica a partir de la experiencia audiovisual en la
formación ciudadana en algunas instituciones educativas del municipio. Actualmente el cineclub continúa con
cinco integrantes y aunque sus actividades han cesado por responsabilidades externas al club, siguen vigentes en
la seccional.

De igual modo, esta propuesta fue acogida por egresados de la seccional para replicarla en el municipio de Andes
y seguir culturizando a través del cine.

Cabe resaltar que iniciativas como las anteriores movilizan las fibras humanas, congrega diversos universos -desde
las diferentes esferas del saber- y nos permite encontrarnos en un lugar común a través del compartir con la
palabra.

Por esto, es necesario que en la seccional Suroeste se gesten propuestas que propicien encuentros con la lectura,
ya que esta, a través de su contenido despliega el pensamiento, fomenta hábitos lectores, permite el diálogo e
intercambio de impresiones o ideas que permiten afianzar los ideales y propósitos personales y profesionales. Si
bien se sabe, que la lectura nos permite entender el mundo, la oralidad comunicarlo, y la escritura construirlo, no
está demás que alimentemos estos hábitos, pero sobre todo fomentar espacios para no olvidar que la palabra
protagoniza y construye conocimiento en diferentes disciplinas, ciencias y realidades.

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Metodología

Este trabajo de sistematización partió de la combinación del método problémico con la Investigación, Acción,
Participación (IAP), en aras de aportar los elementos necesarios para configurar un proyecto pedagógico
humanístico, como posibilidad de interacción entre docencia, investigación y extensión, en un mismo ciclo
gnoseológico (Freire, 1997, p.30); de modo que asumimos que no hay formación sin producción de saber, como
acontecimiento ético, estético y lógico. Esta opción metodológica provoca la creación y la autonomía cognoscitiva
de los participantes, en donde se conectan los procesos de enseñanza con los de investigación y extensión
académica, por medio de las prácticas finales de grupos destacados de estudiantes, liderados por profesores-
investigadores expertos en las áreas de atención, y abocados a la reflexión y teorización por medio del seminario
de práctica y trabajo de grado.

El método de investigación-acción ofrece una inmersión al contexto o a un ambiente especifico que da cuenta del
perfil del investigador, el mismo que interactúa con el objeto de estudio en su ambiente natural. Seguido a esto
sería ilógico entonces no entender que este método ofrece una indagación participativa que permitió identificar,
reconocer y proponer acciones, en este caso, a lo relacionado con las prácticas lectoras en los asistentes al club
de lectura de la seccional Suroeste.

En este sentido, Hernández (1996) plantea que “la investigación –acción envuelve la transformación y mejora de
una realidad (social, educativa, administrativa, etc.), parte de problemas prácticos y vinculados con un ambiente
o entorno e implica la total colaboración -de los asistentes- en la detección de necesidades” (p. 368). En efecto,
el ejercicio de esta sistematización posibilitó una interacción fuerte con un grupo pequeño de personas que en
este caso fueron reconocidos como asistentes al club de lectura Entre tinta y tinto y permitió explorar las
diferentes posibilidades que los mismos brindaban a la indagación frente al reconocimiento de las prácticas
lectoras en el contexto de la sede que ya se ha mencionado antes.

Así mismo, el método investigación-acción nos ofrece finalmente los siguientes ciclos o fases para el desarrollo
del trabajo “detectar problema de investigación -contextualización, problematización-, formulación de un plan o
programa, implementar el plan o programa y retroalimentación.” (Hernández, et al. 1996. p. 368). Las anteriores
fases se aplicaron en el trascurso de este trabajo de la siguiente manera: la contextualización e identificación del
problema ocupa los primeros apartados dando cuenta de la inmersión en el contexto y de la problemática que
surge del mismo; la formulación, implementación y retroalimentación se desarrollan en este y el siguiente
apartado teniendo en cuenta también, que en el trascurso de esta escritura daba reiterada pinceladas sobre la
necesidad de instaurar un espacio con la lectura a pesar de las tensiones que el contexto ofreciera para esto.

Las sesiones del club Entre tinta y tinto iniciaron el primero de octubre del año 2018, en su primera etapa se
llevaron a cabo siete encuentros y en el año 2019 se desarrolló la segunda etapa, que contó con 19 encuentros, a
partir del 25 de febrero. La dinámica del club consiste en compartir con los asistentes obras literarias,
seleccionadas y preparadas con anterioridad, para luego como grupo conversar, analizar y discutir sobre la lectura
y después realizar una actividad relacionada con lo leído.

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En la primera etapa del club abordamos el libro Selección de cuentos, ensayos y poemas (2015) del escritor Jorge
Luis Borges, que pertenece a la colección de Biblioteca Clásica para Jóvenes Lectores de la Editorial de la
Universidad de Antioquia. En la segunda etapa de club trabajamos al escritor Franz Kafka con el libro de
Microcuentos y dibujos (2010) que forma pertenece a la misma colección.

Los asistentes fueron, en su mayoría estudiantes activos en la universidad pertenecientes a pregrados como
Psicología, Comunicación social y periodismo, Trabajo social, Licenciatura en Humanidades, Lengua Castellana,
Ingeniería agropecuaria y algunos egresados de la Seccional. Las sesiones se llevaron a cabo los días lunes
semanalmente a las 4:00 p.m. en el aula 208 de la Seccional y en ocasiones, algunos encuentros se realizaron en
espacios del municipio que se caracterizan por tener un enfoque cultural. Las planeaciones de cada sesión
consistían en la elección de algunas obras literarias previamente leídas y discutidas por los coordinadores de cada
encuentro, teniendo como base la obra elegida se planteaban algunas temáticas y preguntas guía para la
conversación desarrollada en el club. Igualmente, se proponían actividades que implicaban diferentes formas de
expresión como el dibujo o la escritura con el fin de hacer de las sesiones algo dinámico que hiciera de la lectura
una práctica que se conecta con otros tipos de expresiones.

En el club de lectura, la observación fue una de las técnicas principales para la recolección de datos. Luego de las
sesiones, escribimos diarios de campo en los que consignamos la experiencia y nuestras apreciaciones sobre el
encuentro, estas anotaciones se dieron de dos formas: una de esas fueron las anotaciones directas. Es decir,
descripciones de lo que vemos, escuchamos, olfateamos y palpamos del contexto y de los casos o participantes
observados que van ordenadas de manera cronológica, además nos permiten narrar los hechos ocurridos (qué,
quién, cómo cuándo) (Hernández, Fernández, y Lucio, 2010). La segunda fueron las anotaciones interpretativas.
Estas son comentarios sobre los hechos, es decir, las interpretaciones de lo que percibimos (significados,
reacciones, interacciones de los participantes) (Hernández, et al, 2010). Teniendo en cuenta estos tipos de
anotación registramos las diferentes sesiones. Estos diarios fueron parte fundamental de nuestro trabajo pues
nos permitieron entender que la literatura vista desde diferentes campos del conocimiento cobra sentidos
completamente nuevos, además nos permitieron consignar las diferentes dinámicas que se generan al ver la
literatura desde diferentes campos del conocimiento.

También decidimos realizar entrevistas teniendo en cuenta que el propósito de estas es “obtener respuestas sobre
el tema, problema o tópico de interés en los términos, el lenguaje y la perspectiva del entrevistado (en sus propias
palabras)” (Hernández, et al, 2010, p. 420). Trabajar con este método nos permitió abordar la experiencia
individual de cada participante en el club de lectura con la intención de rescatar las apreciaciones personales que
nos permitieran identificar aquellos elementos que den cuenta de sus pensamientos y motivaciones acerca de la
lectura literaria y su promoción en la Seccional.

Decidimos realizar entrevistas cualitativas ya que a través de estas “pueden hacerse preguntas sobre experiencias,
opiniones, valores y creencias, emociones, sentimientos, hechos, historias de vida, percepciones, atribuciones,
etcétera” (Hernández, et al, 2010, p. 424) elegimos este tipo de entrevista ya que nuestro trabajo no apunta a

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obtener resultados medibles sino que los hallazgos están ligados a la experiencia de cada sujeto con la lectura más
que con la cantidad de horas o de libros que lee.

En este sentido, nuestras entrevistas fueron semiestructuradas ya que funcionan como “una guía de asuntos o
preguntas y el entrevistador tiene la libertad de introducir preguntas adicionales para precisar conceptos u
obtener mayor información sobre los temas deseados (es decir, no todas las preguntas están predeterminadas)”
(Hernández, et al, 2010, p. 418). Decidimos realizarlo de este modo pues nos permitió no solo indagar sobre
asuntos específicos mientras se desarrolla la entrevista sino que también permitió que durante la conversación
indagáramos, sobre asuntos que iban surgiendo durante las respuestas y que de algún modo se relacionaban con
nuestro objetivo de identificar las motivaciones que tienen los estudiantes para participar de un club de lectura y
esto fue gracias a que “en la entrevista, a través de las preguntas y respuestas, se logra una comunicación y la
construcción conjunta de significados respecto a una tema” (Janesick, 1998, citado en Hernández, et al, 2010, p.
418).

Antecedentes
Sobre los clubes de lectura

La creación de Clubes de Lectura ha sido una estrategia que se da por la pasión a la lectura y por la necesidad de
llevarla y compartirla en otros espacios, por la importancia que esta práctica tiene cada día, ya que se descubre
que no hay una sola manera de leer y en cambio nos permite cada vez más, la compresión del conocimiento; esto
no quiere decir que estas prácticas estén sujetas solo a un contexto académico y sus actividades, también es
importante visibilizarlas en espacios que no tengan que estar dentro de actividades académicas. Un Club de
lectura podría pensarse que es un espacio que nace del deseo y la pasión por la lectura y sus posibilidades, podría
considerarse una ramificación del lenguaje en cuanto se dedica a la lectura en medio del silencio, del discurso y el
acto de comunicar, pero también, como estrategia para promover espacios concretos con prácticas lectoras
dentro y fuera de un ámbito universitario y escolar. Estos espacios encierran unas prácticas culturales que están
latentes en la vida académica y formativa de cada ser humano, la lectura.

Por esta razón, cada vez más este tipo de iniciativas toman fuerza en cuanto se tornan una herramienta de
fortalecimiento para los procesos de lectura, escritura y conversación. Si bien el propósito de este trabajo es
identificar las prácticas de lectura en los asistentes al club, siendo estos estudiantes y egresados de la seccional
Suroeste, también se pretende visibilizar si estar ubicados en un contexto agropecuario influye y de qué manera
en dichas prácticas.

Así mismo, un club de lectura se presta como un espacio de reflexión, un lugar en que se tiene la libertad de asumir
posturas para formar una visión crítica, cultural y social desde diferentes enfoques. En este sentido, la lectura
resulta siendo, no solo un proceso escolar, cotidiano y académico; sino también una acción que determina la

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formación de ciudadanos que aportan en la construcción de la sociedad desde sus pilares: profesionalización en
diferentes áreas, formación cívica y democrática, y agentes activos en la construcción de cultura para la sociedad.

De igual manera, estos espacios -clubes de lectura- podrían ser comparados como aquel lugar en que la persona
va y bebe de la fuente del conocimiento, se impregna de historias, las mismas que muestran siempre otra cara de
la moneda y otras monedas. Y en este sentido, almacena nuevas formas de entender el mundo, lo cual ubica un
club de lectura como agente receptor y productor de nuevos conocimientos.

Para respaldar lo anterior, mencionaré inicialmente tres trabajos, a nivel nacional e internacional, en torno a los
Clubes de lectura.

El primer trabajo, Lectura en voz alta y Conversación. El Club de lectura Aquelarre de la seducción a la comprensión
es el título de la tesis de grado de Juan Carlos Fonnegra Rendón (2013), de la Universidad de Antioquia. Su
propuesta es “Conjugar la lectura en voz alta y la conversación (…) lo cual requería, desde luego, tener presente
el contexto especifico” (Fonnegra, 2013. p. 115). Para esta propuesta se entiende el club de lectura no como un
espacio determinado y consolidado, sino desde la promoción de lectura en diferentes lugares o instituciones. Su
interés por reconocer estas prácticas se ve plasmado en el planteamiento de su objetivo “Indagar por la lectura
en voz alta en diferentes lugares para determinar los efectos que dicha actividad depara tanto a nivel de
instituciones académicas como por fuera de ellas” (Fonnegra, 2013. p. 122).

Hay que mencionar también, que, a pesar de los diversos escenarios en los que el autor propone la lectura, resalta
el papel del club como espacio propicio para la promoción de la lectura literaria, siendo este el lugar en que el
texto literario es el protagonista “se hace hincapié en el papel que desempeñan los clubes literarios en la difusión,
seducción y comprensión de la lectura, sobre todo literaria, y se registra detalladamente la creación y evolución
del Club de Lectura Alquelarre” (Fonnegra, 2013. p.4). Es la lectura en voz alta y la conversación de estos textos,
la que propicia diferentes espacios y el interés del autor para que por medio de esta metodología se encuentren
nuevas posibilidades de formar lectores dentro y fuera del contexto académico.

Por otro lado, otro de los trabajos entorno al club de lectura se titula Una experiencia docente sobre la lectura
compartida, la lectura por placer y las TICS como medio de comunicación y creatividad. Club de lectores. En este
artículo se evidencia la experiencia de lectura, la misma que es impulsada por un grupo de estudiantes y
profesores españoles con el deseo de contagiar la pasión por esta práctica y fortalecer procesos de comprensión
lectora y oralidad (Moral, A., & Arbe, U. 2013).

Para clarificar más la intención de este trabajo, dicen al respecto: “Siendo conscientes de la importancia que tiene
la lectura como fuente de placer y enriquecimiento personal, creamos un Club de lectura -escritura- donde
profesores y alumnos con afinidades comunes comparten lecturas y creaciones literarias” (Moral, A., & Arbe, U.
2013). No solo la escritura hace parte de la metodología de este Club de lectura, también los asistentes se reúnen
deliberadamente llevados solamente por el interés hacia la lectura que desean compartir, y así, “formar un hábito
lector que desean contagiar y consolidar en los demás” (Moral, A., & Arbe, U. 2013. p. 124).

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Como valor agregado, se valen de las TICS para evidenciar y fortalecer la experiencia de esta práctica lectora.
Inmersos en un mundo digital, esta herramienta es utilizada para validar y llevar por los medios que la tecnología
ofrece la experiencia y el compartir que suscitan este tipo de encuentros. Esto da paso a que la metodología de
este club sea participativa, es decir, “desde una perspectiva, el papel del profesorado en el grupo difiere de su
labor en el aula, no imparte sino que comparte, el trabajo de coordinación y moderación del grupo se realiza de
un modo sutil creando espacios para la expresión y la comunicación” (Moral, A & Arbe, U.2013. p. 124).

Finalmente, otro de los trabajos es El Club de Lectura de la Biblioteca universitaria de Albacete: La experiencia de
un Club universitario. En este trabajo se ve concebida la idea de Club de lectura dentro de un contexto
universitario, visibilizando las bibliotecas como escenarios propicios para la promoción de lectura y el fomento de
la misma. “Los Clubes de lectura surgen para fomentar el hábito lector y como punto de encuentro para compartir
la experiencia entre sus miembros” (Jiménez, P. 2013. p. 1). Es interesante resaltar que este espacio se entiende
desde un contexto universitario-académico, pensando en fortalecer el hábito lector desde el ocio o por lo menos
en la no tensión del aula “Es importante desvincular los libros y las lecturas del entorno estrictamente universitario
y potenciar a través de los Clubes de Lectura un espacio de encuentro y diálogo entre todos los miembros de la
comunidad universitaria” (Jiménez, P. 2013. p. 2).

Las iniciativas en la creación o instalación de los Clubes de Lectura en diversos escenarios sean académicos o no,
denotan la importancia que tiene la práctica lectora tanto en la vida académica como en la formación de
ciudadanos; cómo esta práctica tiene la capacidad de potenciar el acto comunicativo, o tan solo ofrecer otras
posibilidades de ser a quien se acerca a ella.

Sumado a lo anterior, se muestra trabajos investigativos que se han hecho alrededor de las prácticas de lectura y
escritura. Estos trabajos denotan un mismo eje articulador; la pregunta por las prácticas de lectura y escritura por
fuera del contexto académico, más allá del uso o acceso de un conocimiento disciplinar.

Sobre las prácticas de lectura

A continuación, se presenta tres trabajos a nivel internacional, nacional y local, que dan cuenta de las prácticas
lectoras.

Desde Argentina, en la Universidad de Catamarta, María Elena Hauy investiga la lectura literaria “como práctica,
en especial en los espacios de enseñanza de la literatura y en general, en la formación de niños y jóvenes” (Hauy,
M. 2014. p.23). El planteamiento de este trabajo apunta al desarrollo conceptual de la lectura literaria; como
primer objetivo partir de la relación con el texto y la subjetividad del lector, luego la importancia de la imaginación
“vinculada a la capacidad productiva del lenguaje”. (Hauy, M. 2014. p.23).

La población que hizo parte de esta indagación fueron estudiantes de primer ingreso a la Facultad de
Humanidades de la Universidad de Catamarta, a los que no solo fueron dirigidas estas iniciativas investigativas,
sino también, al desarrollo de una lectura crítica, la cual está ligada a la lectura de los textos y a sus discursos

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ideológicos, “cada uno siente como quiere (y como puede) frente a un texto literario, lo mismo que frente a toda
obra de arte, pues se trata de una experiencia personal” (Hauy, M. 2014. p. 24).

Principalmente la lectura de textos literarios ofrece un despliegue histórico, social y cultural, como también
acostumbro a decir, la literatura hace un registro de la humanidad a través del tiempo por medio de sus
movimientos y estilos que cada uno de ellos promueve, el naturalismo, el realismo, el expresionismo, solo por
mencionar algunos; los mismos que se ajustan a una realidad concreta en la construcción de la sociedad. Por esto,
descartar que la lectura literaria no tenga un carácter formativo, seria ratificar nuevamente procesos educativos
que priorizan la producción y evaluación e ignora el proceso integral en la formación profesional “la lectura densa
presupone que la literatura ofrece dimensiones sociales, históricas y culturales que no están representadas en
forma directa” (Hauy, M. 2014. p. 28).

Por otro lado, la investigación ¿Para qué se lee y se escribe en la universidad colombiana? que se realizó con el
departamento administrativo de Ciencia, tecnología e Innovación, Colciencias, y la participación de diecisiete
Universidades colombianas, comenzó formalmente en el 2009 hasta el 2011. A groso modo, presento algunos de
los datos más relevantes de dicha investigación y de esta manera nutrir el propósito de este proyecto.

Inicialmente, veamos uno de los primeros enunciados que guiaron la investigación mencionada, ¿Qué leen y con
qué propósitos lo hacen los universitarios colombianos? La respuesta a esta pregunta perfila el panorama de las
universidades colombianas participantes en cuanto a la práctica de lectura que apunta a que el acceso a esta está
directamente ligado al acto evaluativo y al saber disciplinar.

Un 88,8% lee para las asignaturas, este alto porcentaje corresponde a que estas actividades las asocian “a la
necesidad de que los estudiantes se acerquen a las concepciones, hipótesis, razones y discursos propios de un
determinado saber” (Pérez, Rincón, 2013. p. 141).

Un 46,73% leen porque el propósito de esta lectura es pertenecer o acceder a un grupo de estudio “es una
agrupación de personas que comparten unos propósitos y un contexto cognitivo, interactúan entre sí con cierto
compromiso y desarrollan unas rutinas comunicativas y un repertorio propio de los géneros discursivos con lo que
construyen identidad” (Pérez; Rincón, 2013. p. 141).

Finalmente, un 37,4% leen por la participación que tienen a eventos académicos ya que los textos de estos eventos
permiten “construcción, discusión y revisión de los textos con el propósito de aprender de ellos”. (Pérez; Rincón,
2013. p. 141).

Ahora bien, los anteriores resultados dejan ver que las prácticas lectoras se relacionan con las asignaturas propias
del área del saber, lo que equivale a que el acto de leer está asociado tanto a las actividades académicas como al
acto evaluativo de las mismas. “La lectura realizada con el fin de cumplir una evaluación escrita puede, en cierto
momento, desvirtuar los esfuerzos que, desde diferentes instancias y variadas concepciones, se han llevado a
cabo para hacer de ella un ejercicio de comprensión y, sobre todo, de autonomía” (Pérez, Rincón, 2013. p. 144).

Otras de las cuestiones que siguieron para la investigación era qué se hacía con lo que se leía e inherente a esto a
lo que se escribía. Esta anterior inquietud se conecta con la importancia que los autores dan a la lengua

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considerándola un campo de saber “que tiene su especificidad, su objeto particular en las prácticas de enseñanza
de cara al aprendizaje” (Pérez, Rincón, 2013. p. 155). Los estudiantes que dedican tiempo a la lectura fuera de la
clase corresponden a seguir supliendo las necesidades que se suscitan en ella; y la lectura en clase es para recibir
el apoyo del docente en la significación del texto.

Es por esto que, las prácticas de lectura y escritura están fuertemente implicadas en los actos evaluativos desde
las opciones y motivos que los estudiantes tienen para leer y escribir sobre determinado texto; estas dinámicas
giran en torno a lo académico, a las actividades dentro del aula, al saber interdisciplinar , “sobre porqué otras
opciones como textos literarios, los documentos periodísticos y los informes de investigación se escriben y leen
muy poco en la universidad, es que no se relacionan con lo específicamente disciplinario”. (Pérez, Rincón, 2013.
p. 164).

Relacionado con lo anterior, que las prácticas de lectura y escritura no sobre pasen la línea de lo curricular
demuestra la obviedad que se le dan a estas dentro del ámbito académico, es decir, se recalca nuevamente la
ausencia del acto de leer fuera de la obligación del saber disciplinario. Por otro lado, la participación a eventos
académicos, lectura de otro tipo de textos como los artículos científicos se adhieren al saber específico o al aporte
que estos brindan desde una mirada laboral -esto para el primer caso-. Así hace referencia el autor:

En general se lee y se escribe para atender las necesidades de las asignaturas del plan de estudios,
como lo demuestra el hecho de que los propósitos que obtuvieron frecuencia más alta son aquellos
relacionados con las obligaciones que imponen las asignaturas para aprenderlas, para explicar
problemas y casos, para responder preguntas del docente, para preparar exposiciones, para
responder evaluaciones y para escribir informes. (Pérez, Rincón, 2013. p. 168).

Luego de obtener datos sobre 415 cursos de lectura y escritura entre las universidades participantes se
identificaron tres orientaciones de estos procesos. En primer lugar, La lectura y la escritura como competencias
genéricas y básicas, esto es, que los diseños de los cursos analizados en cuanto a la lectura y la escritura
demuestran que “el saber que se ha construido sobre las mismas en las ciencias del lenguaje, y se ofrecen a
estudiantes de todas las carreras, sin ninguna distinción y especificidad relacionada con los saberes particulares
que se abordan en ellas” (Pérez, Rincón, 2013)

La segunda orientación, está referida a las Configuraciones y sentidos de la didáctica de la lectura y la escritura en
la universidad, para este apartado el taller tiene el mayor porcentaje con un 65,5% ya que integra lo práctico-
teórico, un 43,9% a la clase magistral y un 30,4% a las exposiciones de los estudiantes. Lo anterior da cuenta del
proceso de lectura y escritura en esas tres prácticas. La última orientación tiene que ver con la Perspectiva de
enseñanza y aprendizaje; para esta última se asume que predomina un enfoque socio constructivista, sin embargo,
en un 74% de los programas no se especifica una perspectiva de enseñanza, es decir, no se evidencia la
comprensión de los procesos teóricos, conceptuales y metodológicos. (Pérez, Rincón, 2013)

De esta manera el desafío es visibilizar desde las políticas institucionales las prácticas de lectura y escritura. Si bien
las universidades tienen iniciativas que indican la lectura y la escritura de manera explícita, ya sea que tengan un
pretexto académico o por ocio, como podría ser las tertulias, los clubes de lectura, semilleros de investigación,

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entre otros, es importante que desde lo curricular se visibilice la lectura y la escritura como prácticas ligadas, no
solo a los procesos académicos y sus respectivos aprendizajes, sino también que apunte al fortalecimiento de la
lectura crítica y comprensiva que genera pensamiento ante el conocimiento y así una postura participativa en la
construcción social y profesional. Al respecto los autores plantean que:

La lectura y la escritura no son tema de política institucional, y aunque implícitamente se las considere
como actividades que puedan contribuir a la vida académica de la institución, no existe mención
explícita de directrices para su desarrollo en la vida institucional. Además, parece persistir la idea de
que la lectura y la escritura constituyen habilidades que se adquieren antes del ingreso a la
universidad y, en consecuencia, su enseñanza no es asunto de la institución ni de los docentes de las
áreas de formación profesional. (Pérez, Rincón, 2013. p. 178).

Por otro lado, un último trabajo con respecto a los antecedentes de las prácticas de lectura y de escritura, en la
Universidad del Valle se realizó un estudio que muestra las variables que tienen estas prácticas en los estudiantes
de dicha universidad. Este trabajo se deriva de la anterior investigación y para este caso se muestra los resultados
de dichas prácticas concretamente de la universidad ya mencionada. En la introducción de este texto se ubica la
crisis de la producción académica y científica a la crisis de la lectura y la escritura. Rincón, Gil, (2010). En este
sentido, se deja ver el malestar por parte de los docentes -que no es ajeno a nuestro contexto universitario- la
queja de que los estudiantes no saben leer ni escribir y que para su ingreso a la universidad se asume que estas
prácticas son ejercidas con las respectivas competencias de producción y comprensión textual, habilidades
comunicativas y discursivas en contextos académicos o por lo menos, tener un terreno abonado para que los
nuevos conocimientos sean adquiridos de manera efectiva en la formación profesional.

Por lo anterior, se espera que los estudiantes puedan enfrentarse a textos con contenidos específicos de su área
y como esta es la tensión que de alguna manera muestra la Universidad del Valle, refuerza la idea del retraso y la
crisis que puede ocasionar el descuido o poca asesoría en los procesos de lectura y escritura en los estudiantes en
su etapa escolar.

El valor agregado para esta inmersión a la vida universitaria y que es el término que los autores utilizan para hacer
un paralelo entre las practicas ya mencionadas, es la cultura académica; afirmando que la lectura y la escritura
son el eje de esta y entendiéndola a su vez como “la discusión racional; la tradición escrita; el cálculo y el diseño
posibilitados por el uso de la escritura y otros procedimientos de representación simbólica, y la acción orientada
y organizada racionalmente, como en el caso de la experimentación científica”. (Rincón, Gil, 2010. p. 394).

Ante la reiterada mención sobre la importancia de la lectura y la escritura, desde la etapa escolar y en la vida
universitaria, surge el interrogante que ya Emilia Ferreiro en el 2001 proponía en el prólogo del libro Leer y escribir
en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario, ¿cuál es la ciencia que se ocupa de la conceptualización de las
prácticas de lectura y escritura? De manera somera lo responde acudiendo a la ciencia de la historia y a fuentes
de apoyo como la sociología y la antropología de la lectura y la escritura.

Seguido a esto, se tiene una mirada didáctica de la lengua, la cual ofrece un mejor uso de la misma contribuyendo
al aprendizaje de los conocimientos disciplinares y también, para este caso, “sobre los modos de leer y escribir en

15
el ámbito académico”. (Rincón, Gil, 2010. p. 400). De esta manera, se da la apropiación de lo leído con lo
aprendido, es decir, se espera que el texto brinde un aprendizaje significativo desde su saber y esto implica la
comprensión del texto por parte del estudiante que debe hacer uso de las habilidades cognitivas, las cuales se
espera han sido fortalecidas desde un ámbito escolar y posteriormente en el ámbito universitario.

Con respecto al uso de las prácticas de lectura y escritura, los resultados recalcan recurrir a ellas porque están
sujetas a actividades instrumentales y pragmáticas. Un 95,17% lee y escribe para las asignaturas; y un 2,94%
acuden a estas prácticas desde propuestas extracurriculares al aula como lo es un club de lectura. (Rincón, Gil,
2010).

Finalmente, los cursos ofrecidos de la Universidad del Valle para la formación de los estudiantes en estas prácticas
de lectura y escritura son 21 ofertados por la escuela de Ciencias del Lenguaje para todos los programas de dicha
universidad, estos fueron denominados cursos generales. Por otro lado, 50 cursos que fueron caracterizados por
los directores del programa, en los que enfatizan en los procesos de lectura y escritura se llamarán específicos.
(Rincón, Gil, 2010).

Este recorrido por rastrear las prácticas de lectura desde un escenario universitario y la lectura entendida desde
un enfoque literario refuerza la idea de que estas prácticas han sido abandonadas o solo ejercidas por vínculos
académicos desde un saber disciplinar concreto. Enseñar a leer y a escribir son acciones que se adquieren como
requisitos para iniciar el mundo académico, esto es, la alfabetización de la que todos hacemos parte para la
inserción a una sociedad que gira en torno al cambio y a la construcción de conocimiento, en tanto el ser humano
se construye en él y por esta razón da sentido a la que hoy llamamos vida académica.

Es por esto, que no es vano ni desgastante nombrar nuevamente la importancia que estas acciones, leer y escribir,
tienen no solo dentro de las aulas, sino también desde la parte institucional y desde las políticas curriculares, ya
que una de las problemáticas que se reconocen en los estudiantes actualmente es la dificultad por leer y escribir
para su área disciplinar y entender el contexto del saber en el que está el texto escrito. Esto da cuenta de la
necesidad que estas prácticas tienen para ser reforzadas y acompañadas por parte de la universidad y docentes,
y no solo ser un medio evaluativo en el que circula el aprendizaje adquirido.

Es así, como la práctica lectora de este trabajo se enmarca en rescatar esta desde una lectura fuera de las
actividades curriculares, de aspectos evaluativos y en cambio, apostar por la lectura que enfrenta al propio lector
con lo leído, a partir de diferentes miradas que es de alguna manera el desafío al que los estudiantes son llamados
cuando se inicia la vida académica en un contexto universitario, que es la plataforma que nos catapulta tanto a la
inmensidad del saber, como al conocimiento propio para posibilitar un profesionalismo con sentido, que sería
hablar de una formación integral desde la etapa escolar hasta la profesional.

Propuesta de práctica pedagógica Club de Lectura Entre tinta & tinto


La instauración de un club de lectura para la sede del Suroeste de la Universidad de Antioquia ha sido una
propuesta del Taller de la Palabra al presentarla a la décimo tercera convocatoria de prácticas interdisciplinares

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que hizo Buppe y la Editorial de la Universidad de Antioquia. En este proyecto llevaron a cabo su Práctica
Pedagógica Profesional I y II cinco estudiantes del programa Licenciatura en Educación Básica con énfasis en
Humanidades lengua castellana. El club de lectura Entre tinta y tinto se configuró bajo estas prácticas
profesionales con el deseo de llevarlas fuera del aula de clase, en escenarios en que el maestro no estuviera en su
rol convencional como lo muestra la triada, maestro-alumno-escuela. Aunque el espacio seguiría siendo
académico, era necesario comenzar a pensar en los procesos, practicas o hábitos con la lectura que en la sede se
tienen, sobre todo, enfatizar en un espacio con la lectura de la palabra, la misma que teje los conocimientos que
a diario se aprenden, pero que en ocasiones obviamos los encuentros con ella.

Eventualmente no era solo la necesidad de visibilizar un espacio con las prácticas de lectura, era también hacer
resistencia con estas prácticas dentro de una fuerte influencia agropecuaria tanto por ser el contexto de la sede
como por su dirección. De esta manera, el club de lectura es un escenario en el que se propone visibilizar y
fomentar los hábitos lectores, propiciar el encuentro con la lectura de textos literarios, y generar un espacio de
conversación a raíz de la interdisciplinariedad de saberes. La no tensión del aula, en cuanto a notas, rendimiento
académico, es una de las vías o posibilidades que nos ofrece este club de lectura para provocar una interacción y
apropiación con el hábito lector, a través de un espacio con la lectura, a partir de los textos literarios propuestos
por la Editorial de la Universidad de Antioquia de la colección de la Biblioteca Clásica para Jóvenes Lectores y
además, de los textos propuestos por los asistentes según sus gustos literarios.

Es así como la participación a este implicaba ya una iniciativa deliberada por parte del asistente, estudiantes de
pregrados de Psicología, Trabajo Social, Ingeniería Agropecuaria, egresados de Comunicación Social e Ingeniería
Sanitaria, y comunidad andina, participaban de estos encuentros que se realizaban los días lunes a partir de las 4
de la tarde con una duración de hora y media; generalmente los encuentros eran en la sede del Suroeste y en
otras ocasiones, en cafés del municipio entendidos estos como espacios que buscan promover y gestar la cultura
a través de la lectura en la población Andina. Entre ocho y quince asistentes oscilaba la asistencia de los
participantes al club entre los 17 y 30 años para las primeras categorías -estudiantes y egresados- y para la
población andina entre los 30-40 años.

De esta manera, el club de lectura dio apertura el 17 de septiembre del 2018 con la Selección Cuentos, ensayos y
poemas de Jorge Luis Borges (2015) y para el segundo semestre la selección de Microcuentos de Franz Kafka
(2010). En ambos periodos se intercalaba estas lecturas con otros textos y géneros que proponían los asistentes.
Fue así como estos textos nos llevaban a la reflexión, al análisis, a la discusión, al acercamiento con otros discursos
y al conocimiento del otro que se enmarca también en el propio, es decir, en la medida en que se visibiliza o ilustra
nuestras propias realidades por medio de la lectura, en esa misma medida, podemos reconocer las realidades del
otro. En este sentido, por medio de la lectura y, por tanto, la retroalimentación de nuestras visiones y
conocimientos no solo aporta a nuestra formación académica sino también a nuestra formación profesional-
humana.

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Es indispensable recordar en el oficio del maestro, no limitar la enseñanza de la lengua o la adquisición de la misma
solo al mecanismo de juntar símbolos en un sentido lógico ya establecido; es importante también, resaltar y llevar
la palabra como agente creador que renueva, no solo las prácticas o el oficio de enseñar, sino que reinventa el ser
del maestro y los aprendizajes de nuevos mundos en los estudiantes.

Análisis

Para el análisis del presente trabajo tomamos como referencia los diarios de campo que realizamos durante el
desarrollo del proyecto, los cuales recogen nuestras apreciaciones y apuntes de conversaciones con los asistentes
del club de lectura. Así mismos, analizamos las entrevistas realizadas a ocho participantes del club de lectura Entre
tinta y tinto y dos directivos de la Seccional con el fin de cumplir los objetivos planteados para este trabajo, es
decir, identificar las motivaciones, espacios, condiciones de posibilidad y estrategias que existen en la Seccional
Suroeste que permitieron desarrollar el club.

Uno de los objetivos de este trabajo, era reconocer las condiciones de posibilidad que existen en la Seccional y
que permiten desarrollar estrategias para la promoción de lectura. En cuanto a esto, pudimos identificar que
aquello que permitió el desarrollo del club de lectura Entre tinta y tinto estuvo ligado directamente a las
motivaciones y los aportes de la lectura en los procesos formativos de quienes participaron del club. En este
sentido, hablar de condiciones de posibilidad para hablar de promoción d lectura es remitirse a la importancia
que los jóvenes le dan a esta actividad y a todo aquello que pueden obtener de ella.

Por lo anterior, para esclarecer cuáles fueron esas condiciones de posibilidad, entendidas como todos aquellos
elementos necesarios tangibles e intangibles, que existen en la Seccional Suroeste para desarrollar una estrategia
de promoción de lectura, establecimos tres categorías de análisis: primero, las concepciones de lectura; es decir
las nociones que tienen los participantes de los conceptos lectura y lectura literaria. Segundo los aportes; en los
cuales se incluyen las contribuciones de la lectura, de la lectura literaria y del club de lectura a su formación. Y la
tercera categoría son los espacios y estrategias; en esta subcategoría se incluyen cuáles han sido los proyectos y
propuestas a través de los cuales la seccional se ha ocupado de la promoción de lectura en sus estudiantes.

Teniendo como base del análisis estas categorías, buscamos encontrar aquellas condiciones que posibilitaron
desarrollar el club de lectura Entre tinta y tinto como estrategia para la promoción de lectura literaria en la
Seccional Suroeste. Para la organización de la información creamos una tabla, la cual nos permitió categorizar y
agrupar las respuestas de los entrevistados según la subcategoría a la que correspondían.

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Concepciones de lectura

A lo largo de todo este proyecto y durante cada sesión del club de lectura, surgieron infinidad de reflexiones e
ideas por parte de los participantes. De a poco, pudimos reconocer que cada uno había decidido participar de este
proyecto, en primer lugar, por lo que la lectura ha significado en su vida. En segundo lugar, por los beneficios que
trae consigo tener hábitos lectores, tanto en lo personal como en lo académico. En tercer lugar, porque estaban
interesados en participar de un proyecto de lectura literaria. Y, por último, porque ven en la lectura literaria una
actividad que les permite disfrutar de un goce estético mediado por gustos personales que les causa placer.

El concepto de lectura para cada participante tiene diversos significados, sin embargo, la gran mayoría están
conectados con la posibilidad de acceder al conocimiento tal como lo demuestra el sujeto uno al responder que
“Leer es la posibilidad de conocer otras culturas otros mundos”, esto nos remite a Cassany (2003) cuando expresar
que leer es un instrumento de aprendizaje; pues a través de esta práctica podemos interactuar con el
conocimiento. Pero, en este sentido vemos que no se trata solamente de un conocimiento académico, sino que
se refiere al acercamiento cultural que permite la lectura. Dicho acercamiento posibilita un encuentro cultural
entre los ideales del lector y aquellos que se encuentran en el texto y es a través de este encuentro que el individuo
se enriquece no solo personal sino intelectualmente pues gracias a la lectura puede conocer otras formas de vivir
o de pensar.

Del mismo modo, los conversatorios y las entrevistas con los participantes del club nos dejan ver la lectura como
la posibilidad de conocer el mundo y otras formas de pensamiento. Por esta razón, pensamos que practicarla
puede ayudar al individuo en su formación social, aportando elementos para ser una persona más tolerante y
respetuosa en tanto le permite reconocer la variedad cultural que se presenta en el mundo y a través de ese
reconocimiento se crea una aceptación de las diferentes maneras de comportamiento que distinguen a cada
individuo en la sociedad.

De otro modo, algunos entrevistados conciben la lectura como una actividad cuyo objetivo no es adquirir
conocimiento, sino que se transforma en algo íntimo que permite un autoconocimiento, así como lo expresa el
sujeto tres al responder que “leer es un proceso de intimidad con el propio ser a través de las palabras en las que
se puede reflejar la propia personalidad”. En este sentido leer se convierte en una actividad que se practica por
placer y que además aporta al desarrollo de la personalidad pues permite que el individuo esté en constante
autoevaluación y reflexión sobre su comportamiento y manera de pensar o comportarse en sociedad, aportando
en la formación de ciudadanos íntegros y tolerantes.

Estas concepciones que tienen los participantes se muestran muy relacionadas con los diversos aportes que ha
tenido la lectura en sus procesos formativos, tanto en lo académico como en lo personal. Además, las
concepciones que tienen los participantes del club de lectura nos dejan ver que leer, como lo plantea Quesada, et
al. (2017) “es mucho más que el proceso por el cual se aprende a descodificar o descifrar un determinado sistema
de escritura; más bien es una práctica socio-cultural asociada a relaciones históricas, culturales, ideológicas e
institucionales” (p. 227).

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En resumen, podemos decir que aquello que conciben los participantes del club, en cuanto a la lectura, permitió
que nuestra estrategia para promocionar la lectura literaria tuviera éxito; pues si los asistentes de Entre tinta y
tinto no consideraran leer como una actividad de la cual pueden obtener grandes beneficios, en cuanto a su
desarrollo intelectual y personal, no hubiera sido posible que un proyecto como este, que estaba completamente
desligado de lo académico y ser de participación libre, funcionara. Es decir, ya que los estudiantes de la Seccional
que participaron del proyecto, conciben la lectura como la posibilidad de tener una mejor experiencia
universitaria, adquirir conocimiento y formarse intelectual y personalmente, el club de lectura pudo desarrollarse
y por este motivo, las concepciones se convirtieron en esa condición de posibilidad intangible para promocionar
la lectura en la Seccional Suroeste.

Aportes

Los aportes de la lectura en el ámbito académico son claros, la totalidad de los sujetos entrevistados dan cuenta,
a través de sus respuestas, que la lectura les permite acceder al conocimiento académico y desempeñarse mejor
en su proceso formativo; razón por la que no ven otra manera de lograr alcanzar logros académicos que no sea a
través de la lectura constante, en esto coinciden los sujetos siete y cinco que a su vez son validados por el sujeto
seis el cual responde que “lee para poder graduarse”. En este sentido, la lectura se convierte en la práctica
fundamental de todo estudiante que tenga el interés de tener un proceso formativo enriquecedor que le permita
ser un profesional competente. Ahora bien, tomar la lectura en la universidad de este modo deja en evidencia
que en este espacio es casi una obligación desarrollar hábitos lectores y quien no lo haga está predestinado a
fracasar en sus estudios.

De otro modo, para algunos participantes la lectura ha sido la posibilidad de encontrarse con nuevas ideologías y
conocimientos no solo académicos sino culturales, lo que les ha permitido desempeñarse mejor en algunos
espacios. Un ejemplo claro de esto es lo que desde un inicio se evidenció en el club de lectura y fue que aquellos
que demostraban tener un hábito lector más desarrollado, eran los que tenían un mejor dominio de la palabra
hablada con un discurso claro y coherente que a su vez se enriquecía con las múltiples intertextualidades que
podían encontrar entre obras literarias y situaciones de la vida.

En este sentido, vemos que desarrollar hábitos lectores no solo permite al individuo enriquecerse
intelectualmente, sino que le da elementos, en este caso discursivos, para expresar sus pensamientos y además
permitirle ser un participante activo en espacios en los cuales tenga la necesidad o el deseo de participar. Esta
situación es muy común en la vida universitaria, no solo en el proceso académico como tal sino al momento de
entablar relaciones interpersonales o para pertenecer a cierto grupo, así como lo expresó el sujeto cuatro cuando
se le preguntó por los aportes de la lectura en su vida universitaria:

“…empiezo a hablar con unas personas y veo la necesidad de empezar a leer y siempre estoy motivado
porque me parece interesante la gente que es intelectual… empiezo una conversación con ellos y veo que

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estoy atrás siempre sin saber qué decir sin saber qué aporto a la conversación. Y me empiezo a dar cuenta
que esa posibilidad que ellos tienen de hablar de muchas cosas es el hecho de que han leído muchos libros
que han estado siempre letrándose… me parece que es enriquecedor el hecho de poder tomar un libro y
estar dentro de un contexto más abierto más avanzado”.

Claramente la práctica de la lectura siempre parte de la necesidad de satisfacer los intereses personales, en este
caso surge por la necesidad y el interés de pertenecer a cierto grupo. Sin embargo, no se deja de lado que, gracias
a ese interés personal, un lector se enriquece intelectualmente y a medida que cumple la necesidad específica por
la que empezó a leer, va descubriendo nuevos beneficios que trae consigo la lectura y lo que en un momento fue
una estrategia para suplir una necesidad, puede convertirse en una práctica mediada por el placer la cual siempre
podrá aportarle nuevos elementos que le permitan crecer ya sea en ámbitos sociales, personales o académicos.

Ahora bien, los aportes de la lectura van mucho más allá de ser una práctica que permite al individuo
desenvolverse de manera efectiva en un grupo y esto lo pudimos evidenciar a lo largo del proyecto en el cual
durante la mayoría de las sesiones y desde el inicio, nos acompañó un joven estudiante de Ingeniaría Agropecuaria
que dejaba ver su interés por la lectura en cada encuentro, pero, al momento de participar con la lectura en voz
alta evidenciaba problemas para leer de manera fluida. A lo largo de los encuentros este asistente seguía
aportando sus reflexiones y leyendo en voz alta cada que tenía la oportunidad de hacerlo mostrando de a poco
un avance en su forma pausada de leer. Cuando el proyecto terminó abordamos al joven (Sujeto ocho) y aparte
de felicitarlo por su mejoría le preguntamos qué había estado haciendo para poder corregir un poco su forma de
leer y su respuesta fue “desde que entré en el club de lectura estuve leyendo más así en semana los días que no
había club para conocer más al autor que tratábamos o el libro que ustedes nos regalaban y ahí fui pues como
mejorando un poquito eso de leer todo pausado y ya me va mejor también con los signos de puntuación y todo
eso”.

Este caso deja en evidencia varias cosas: primero; que como planteamos en apartados anteriores, existen
estudiantes universitarios en la Seccional Suroeste que presentan falencias con la lectura lo cual debe ser
estudiado a fondo para que de alguna manera la universidad desarrolle estrategias que se ocupen de atender a
este tipo de población con el objetivo de evitar la deserción académica por causa de esta situación. Segundo; la
práctica de la lectura también nos ayuda a mejorar en procesos básicos y fundamentales en la vida de todo ser
humano los cuales se creería que en la etapa universitaria ya están completamente desarrollados pero que como
es evidente, en algunos casos no es así. En cuanto a lo anterior Fierro (2017) nos recuerda que a pesar de que la
adquisición de la lectura se asocia en las primeras etapas de la formación de la personalidad, en la juventud y en
los estudios universitarios, este tema no deja de ser importante.

De este modo, pudimos reconocer que el club Entre tinta y tinto pudo aportar algo significativo a uno de sus
participantes y que esto a su vez se convirtió en un elemento importante para que la propuesta pudiera

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desarrollarse en nuestra Seccional ya que fue un lugar en el que una persona encontró, gracias a la lectura literaria
y el club de lectura una estrategia para para mejorar su manera de leer.

En cuanto a la lectura literaria podemos decir que fue el eje principal en el desarrollo de nuestro proyecto, gracias
al interés que genera el goce estético y la posibilidad de alentar la imaginación del lector que permiten este tipo
de textos. Al enfocarnos específicamente en textos literarios, tuvimos la posibilidad de atraer la atención de un
público variado en la seccional ya que asistían jóvenes que ya tenían hábitos lectores y un gusto por la literatura,
pero también nos acompañaban otros que no contaban con estas características. Fue gracias a que la literatura
presenta una variedad temática, lo cual la hace ideal para todo público, que tuvimos la oportunidad de incentivar
a estudiantes nuevos de la seccional a participar de este espacio y empezar a desarrollar un gusto literario y a su
vez un hábito lector que pudiera aportarle estrategias útiles para su formación.

En este sentido, pudimos notar que, para iniciar con el proceso de establecer hábitos lectores, leer literatura es
ideal, pues permite dejar de lado el carácter académico de la lectura (sin quitarle lo académico a la literatura). Lo
anterior se da gracias a que la literatura y la forma narrativa en la que esta presenta historias, ayuda a que la
lectura sea una práctica amena, placentera y creativa en tanto estimula la imaginación del lector y le incita a leer,
lo que, para un estudiante universitario sin buenos hábitos lectores, resulta fundamental en sus primeros
acercamientos a la lectura pues le permite adaptarse de a poco a procesos lectores más largos y complejos.

Además, evidenciamos que la lectura literaria también aporta al individuo, pero lo hace, según los asistentes del
club de lectura en el desarrollo personal más que académico. Es decir, pudimos notar que los asistentes al
proyecto consideran que la lectura literaria contribuye sobre todo en su formación personal, ética y moral, así
como lo expresa el sujeto dos al responder que al leer literatura “se desarrolla como esa capacidad de comprender
otras perspectivas (…) Y me ha dado una capacidad de percepción muy abierta”. Esto es generado a causa de que
leen literatura más por gustos personales y por placer que por algún tipo de compromiso académico lo cual
permite que la lectura literaria se convierta en un escape del cotidiano permitiéndoles un espacio para el
desarrollo de la personalidad y el enriquecimiento en temas de cultura general.

Así mismo, gracias a que el propósito de leer literatura atrajo a jóvenes de diferentes pregrados tuvimos la
posibilidad romper con la idea de que este espacio estaba creado para una población específica de la seccional y
con el paso del tiempo fueron asistiendo personas que al conocer la manera en cómo se leía en el grupo decidía
seguir participando con la intención de compartir a través de la literatura pensamientos e ideas con personas de
otras carreras. Este es pues uno de los intereses que despertó el club de lectura en sus asistentes y fue la
posibilidad de compartir en este espacio sus ideas y escuchar los aportes que las otras personas podían ofrecerles
para así enriquecer sus procesos de lectura como lo expresa el sujeto diez “dentro del club de lectura podemos
buscar por medio de todos los compañeros en un debate qué interpretación tiene cada uno. De pronto uno no
entiende ciertos términos que otras personas pueden entender. Es muy muy interesante y es muy bueno para la
lectura”.

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Lo anterior nos deja ver cómo para un lector se hace importante escuchar diversas opiniones de lo que se ha leído
pues reconoce la importancia que tiene escuchar los diferentes pensamientos que nacen a la luz de la lectura,
pero esto no solo es una ventaja para aquel que ya tiene la costumbre de leer sino que gracias a la conversación
que se genera en este tipo de espacios aquel que apenas esté iniciando en el mundo de la lectura puede irse
enriqueciendo de todo lo que pueda escuchar y gracias a que la lectura literaria permite ser interpretada de
diferentes maneras, también tiene la posibilidad de aportar elementos que llegan a ser relevantes en torno a la
lectura.

De a poco en las sesiones vimos cómo los asistentes se sentían más libres de participar y lo hacían cada vez más
seguido apropiándose del club de lectura, el cual se convirtió para muchos es un espacio de diversión y
esparcimiento en el cual podían relajarse y como lo expresó el sujeto cuatro “es un espacio para el
aprovechamiento del tiempo libre”. En este sentido, ser un espacio alejado de lo académico aportó a que muchos
estudiantes participaran del proyecto al salir de sus clases.

En resumen, durante el desarrollo del club de lectura y las entrevistas, fue evidente que los aportes de la lectura
son variados; para todos los participantes la lectura aporta intelectualmente y en sus procesos formativos. Para
algunos otros, es la posibilidad de conocer y explorar nuevas costumbres y culturas. En algunos casos la lectura se
convierte en un proceso más íntimo y de autoconomiento mientras que para otros es una práctica que les produce
placer y alimenta su imaginación. En este sentido, vemos que los procesos de lectura están relacionados con las
vivencias de cada persona.

Motivaciones

A lo largo del club de lectura Entre tinta y tinto y durante las entrevistas pudimos evidenciar que la gran parte de
las motivaciones que tenían los asistentes para leer eran todos aquellos elementos que la lectura le aportaba en
su vida. Ya fuera por aspectos personales como lo dejaba en evidencia el sujeto tres al expresar que la lectura “me
ha servido como método de escape ante las cosas que quizá no han sido fáciles o no han sido buenas o positivas
para mí. Entonces en ese sentido ha sido como una especie de refugio y me han servido bastante para crecer como
persona” dejando ver que la lectura literaria toca ese lado humano de las personas, permitiéndoles desarrollar su
lado sensible y convirtiéndose en una práctica que le permite conocerse y a su vez le ayuda, como en este caso, a
superar ciertos momentos complejos de la vida, lo cual también se conecta con la respuesta del sujeto seis, al
preguntarle por su acercamiento a la lectura literaria a lo cual este responde que “siempre ha aparecido en
momentos difíciles y específicos de mi vida”.

Considerar entonces la lectura como una estrategia para superar adversidades personales, es debe a que practicar
este tipo de actividades permite desprenderse de aquello que en su momento agobia, para transportarnos a
lugares y situaciones que se presentan en los cuentos, historias o novelas y de esta forma tener la posibilidad de
desviar la atención de las preocupaciones y centrarse aunque sea por unos momentos en acontecimientos que,

23
aunque resulten ficticios, se convierten en esa posibilidad de ser otra persona o de comprender mejor la situación
que se está viviendo para así aprender a afrontarla de la mejor manera.

Por otro lado, las motivaciones para acceder a la lectura y desarrollar hábitos lectores también siguen conectadas
con intereses académicos, pero a su vez se desconecta un poco de la lectura literaria y se centra en la lectura en
general como medio para obtener conocimiento y desempeñarse de manera competente en el ámbito académico
y laboral. Esto debido a que sin importar que se practique por placer estético o no, leer siempre estará ligado a la
adquisición de conocimiento. Además, en la actualidad se exige cada vez una mayor preparación y mejor
apropiación de su campo laboral, por esta razón que desde niños se busca crear en las personas hábitos lectores
con el fin de que durante sus procesos académicos se obtenga un mejor desempeño y mayor apropiación teórica
para obtener un mejor rendimiento laboral.

En cuanto a las motivaciones para asistir al club de lectura pudimos notar que los asistentes se interesaron en
participar ya que este fue un espacio innovador que les permitía interactuar con personas de diferentes pregrados,
lo que enriquecía la lectura y le daba otros sentidos. En palabras del sujeto uno se interesó en participar porque
“…Es un espacio diferente es un espacio innovador es un espacio que le permite a uno conocer de un solo texto mil
formas porque las personas que van tienen una percepción diferente”. Aquí se evidencia; primero el interés de los
jóvenes por establecer relaciones interpersonales o de pertenecer a un grupo determinado, a través de los cuales
puedan enriquecerse intelectual y personalmente al escuchar la diversidad de pensamientos que convergen en la
universidad. Segundo; el compromiso que adquieren los jóvenes lectores con el conocimiento ya que comprenden
la importancia de relacionarse con diversidad de ideas y pensamientos, con la intención de obtener buenos
resultados en los estudios y un desarrollo personal más íntegro.

En cuanto al por qué los estudiantes de la Seccional se interesaron en participar en este proyecto, podemos decir
que fue gracias a la gran diversidad temática que presenta la literatura y nos permitió saltar a través de diversas
artes como la música, el cine y la pintura con el fin de generar el gusto por la lectura literaria a través de las
intertextualidades que en ella se encuentran. Esto es posible ya que cada individuo llega a tener una pasión
diferente o una expresión artística que le resulta más interesante y que de alguna u otra forma puede conectarse
con la lectura literaria. Entonces al aprovechar estas relaciones que se pueden dar en torno a la lectura y las
diferentes artes, se pueden generar estrategias a través de las cuales se desarrollen hábitos lectores teniendo en
cuenta los gustos específicos de cada persona. Una experiencia significativa que representa esto se dio en el club,
cuando algunos participantes se encargaron de algunas de las sesiones decidieron presentar propuestas basadas
en la fotografía y la música las actividades lúdicas.

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante resaltar que es necesario tener cuidado en la elección del contenido
para desarrollar este tipo de propuestas, ya que a pesar de que la literatura es un tipo de texto que todos podemos
leer, existen ciertos escritores para los cuales se debe tener un mejor bagaje literario para lograr crear las ya
mencionadas intertextualidades.

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Planteamos lo anterior ya que, en la segunda etapa del proyecto, cuando compartimos con los asistentes el libro
Microcuentos y dibujos del escritor Franz Kafka, el club no tuvo tan buena acogida debido a lo complejo de las
lecturas que presentaba este ejemplar. Esto debido a que las temáticas y la forma de escribir de este autor resultó
no ser del agrado de los asistentes del club y se convirtió en una literatura de difícil comprensión ya que los
contextos y las ideas propuestas por el autor se presentaban de manera confusa pues la mayoría de su obra
abordada en las sesiones estaba escrita a modo de parábola, por lo que su interpretación era compleja y no
lograba captar la atención de los asistentes al club de lectura.

Podríamos decir que la dificultad que se presentó para leer el libro Microcuentos y dibujos de Franz Kafka fue
causada por el desconocimiento de los contextos de la obra y del escritor, además de la desconexión que, se hacía
evidente en los conversatorios, entre las realidades del autor y las de los lectores. De igual forma, esto nos
demuestra las dificultades que se pueden presentar para lograr adaptarse a formas de pensamiento ajenas a las
que hemos estado expuestos en nuestra vida ya que lo que para algunos resulta normal o fácil de comprender,
para otros puede no serlo.

Por circunstancias como las anteriores, nos vimos en la necesidad de buscar otras alternativas de lectura para
seguir atrayendo público interesado en la lectura y fue entonces que decidimos no seguir en sesiones basadas en
un solo autor sino por géneros literarios, es decir leíamos cuentos, crónicas, ensayos, poemas, etc. Esta estrategia
tuvo gran acogida gracias a que se logró de nuevo crear un vínculo entre la lectura y los gustos literarios de cada
asistente al club de lectura.

Esto permitió que el proyecto volviera a crecer y tuviera una mejor acogida además de un público más diverso ya
que no solo siguieron asistiendo las mismas personas, sino que agentes externos a la universidad se integraron en
esta iniciativa que en palabras de algunos asistentes “ha sido la única capaz de establecerse y permanecer un buen
tiempo sin convertirse en algo aburrido”.

En resumen, las motivaciones de los asistentes al club de lectura para leer y participar del club de lectura fueron
variadas. A los participantes los motiva a leer, la posibilidad que esta actividad les brinda para acceder a
conocimientos académicos y culturales por lo que consideran fundamental la lectura para sus procesos
formativos. El goce estético y el placer que genera la lectura literaria también son motivos por los que buscan
acercarse a la lectura. De igual forma, a los universitarios les interesa participar de espacios en los que puedan
interactuar con personas de otras carreras y con las cuales se tenga la posibilidad de debatir y reflexionar en torno
a temáticas e ideologías afines; en nuestro caso específico, la lectura literaria fue el pretexto para crear un grupo
de lectores que buscaban compartir sus apreciaciones de las lecturas con otras personas.

25
Espacios y Estrategias

En entrevista con algunos administrativos de la Seccional encontramos que, en cuanto a espacios y estrategias,
los espacios para la promoción de lectura han sido muy pocos y que nunca habían tenido una buena acogida por
parte de los estudiantes. Uno de los motivos por los que no existen este tipo proyectos es que según el sujeto
nueve “en la seccional la gran mayoría de los estudiantes han solicitado espacios referentes a sus enfoques
académicos y debido a que las cohortes de carreras como licenciatura son escasas, la demanda de estas
actividades no es tan alta”. A pesar de que la respuesta dejar ver claramente que no existen estrategias para la
promoción de lectura en la universidad por falta de interés de parte de los estudiantes, también se evidencian las
falencias de la Seccional en cuanto a este tipo de proyectos. En este sentido, no es solamente culpa de los
estudiantes, sino que los mismos directivos no se ocupan de presentarlas a la comunidad académica, olvidando
así tanto a los estudiantes que necesitan desarrollar sus hábitos lectores como a aquellos que buscan fortalecerlos
o disfrutan este tipo de espacios.

Por otro lado, comprobamos que la biblioteca siempre ha sido la encargada de crear estrategias para que los
estudiantes universitarios de la seccional se acerquen a la lectura, pero estas estrategias han sido inconstantes y
por tal motivo ninguna ha tenido éxito ya sea por fallas en la convocatoria, en la difusión o en la ejecución del
proyecto.

Una de las estrategias presentadas desde la biblioteca es Una Cita a Ciegas en la que la persona elige un libro que
está envuelto y lo lleva a su casa para leerlo. Esta estrategia deja ver que está pensada específicamente para
estudiantes que ya tienen un gusto por la lectura y buscan nuevo material, pero no es una estrategia para la
promoción de lectura lo que denota aún más que estas son casi nulas. Sin embargo, desde el semestre 2019-1 se
contrató un gestor cultural que será el encargado de desarrollar este tipo de propuestas.

Por último, encontramos que el club de lectura Entre tinta y tinto ha sido el proyecto con mayor acogida en lo que
se refiere a estrategias para la promoción de lectura, esto debido a la buena difusión por redes sociales, la
publicidad que se esparció por la Seccional y el municipio, la buena oferta literaria que ofrecía el club, por la
dedicación de los coordinadores y la buena gestión que se mostró a lo largo del proyecto para conseguir recursos,
que aportaran al desarrollo de esta iniciativa que como lo expresaron todos los entrevistados “es la única
estrategia que promociona la lectura en la seccional”.

Hasta este punto, hemos podido apreciar diversos factores, tangibles e intangibles, que permitieron que nuestro
club de lectura Entre tinta y tinto se convirtiera en un proyecto piloto enfocado en la promoción de lectura en la
Seccional Suroeste de la Universidad de Antioquia. Esto se logró gracias a que en este espacio universitario
pudimos identificar y aprovechar sus condiciones de posibilidad que nos ofrece para crear este tipo de proyecto,
cuyo objetivo final fue presentarle a los estudiantes una idea fresca y novedosa para acercarse y leer literatura,
ya fuera por placer o por algún otro motivo que cada participante pudiera tener.

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En cuanto a la realización de un club de lectura en la Seccional Suroeste, lo consideramos pertinente ya que
durante el proceso pudimos notar que existen algunos obstáculos con los que podrían encontrarse nuevas
iniciativas como esta. Primero; es necesario planear un horario flexible para desarrollar dicho propósito, debido a
los calendarios intensivos que tienen los universitarios de la región, además pensar de qué manera se puede atraer
público tanto de los pregados que se dan en semana, como de aquellos que son los fines de semana. Estos últimos
son los que menos asisten a actividades extraclase debido al poco conocimiento que llegan de la dinámica
universitaria en la semana o por dificultades en el desplazamiento hasta la Seccional. Segundo, descentralizar las
iniciativas resulta muy enriquecedor, pues permite a otras personas asistir y conocer los proyectos, además ayuda
a llegar a otras personas que pueden no estar vinculadas con la universidad, pero les interesa conocer los espacios
que esta brinda. Además, circular por diversos espacios puede oxigenar la dinámica, en nuestro caso, del club de
lectura.

Para finalizar, es importante mencionar que para el desarrollo de este proyecto fue muy importante su
articulación con la universidad, pues gracias al acompañamiento institucional pudimos contar con donaciones de
libros para los asistentes, contar con el acompañamiento de expertos en literatura en eventos realizados con la
intención de movilizar nuestra comunidad universitaria en torno a la lectura literaria.

Conclusiones

El proceso investigativo desarrollado con la intención de responder a la pregunta ¿Cuáles son las condiciones de
posibilidad y las motivaciones de los estudiantes de la seccional Suroeste para asistir a un club de lectura? Nos
permite plantear las siguientes conclusiones.

Primero, en la Seccional Suroeste existen condiciones de posibilidad necesarias para desarrollar proyectos
relacionados con la promoción de lectura pues entre el alumnado se encuentran jóvenes que se interesan por
este tipo de prácticas. Para nuestro caso específico, el desarrollo de un club de lectura, evidenciamos que es
posible crear un grupo de participantes que no solo se interesen por asistir y participar de manera pasiva en los
encuentros, sino que, también actúen como desarrolladores del proyecto, ya que la posibilidad que abre la idea
de club permite que no se vean solo como asistentes, sino que en ocasiones adquieran roles de mayor
compromiso con el grupo.

En este sentido, en cuanto al público interesado en este tipo de propuestas podemos confirmar que la Seccional
sí cuenta con este. Sin embargo, como lo mencionamos en apartados anteriores, es necesario desarrollar una
planeación del proyecto de tal manera que cubra diversas variables como el tiempo de estudios, los intereses y
las motivaciones de los jóvenes para participar. Y también, se deben tener en cuenta los espacios que la Seccional
esté en condiciones de facilitar o aquel en el que se decida realizar una sesión.

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Segundo, los jóvenes de la Seccional Suroeste que participan en proyectos enfocados en la promoción de lectura,
reconocen el valor que tienen los hábitos lectores en la vida universitaria y en su formación como ciudadanos.
Esto los motiva a participar de actividades relacionadas con la lectura porque ven en este tipo de iniciativas la
oportunidad de fortalecer sus procesos formativos, con la intención de enriquecer su experiencia universitaria.
Por otro lado, el darle un enfoque literario a nuestra propuesta para la promoción de lectura, incitó a que jóvenes
que no solo leen por compromisos académicos o personales, sino que lo hacen impulsados también por el placer
que despierta la estética de la literatura, participaran del club Entre tinta y tinto.

Tercero, la creación de nuevos espacios para la práctica docente, en este caso el club de lectura Entre tinta y tinto,
permite que aquellos estudiantes que se están formando para ser profesores y quieren conocer otros espacios en
los cuales desempeñarse, puedan tener la experiencia de aplicar sus conocimientos en lugares donde la pedagogía
no es el foco y por ende tienen la posibilidad, como en el caso del club de lectura, de darle un nuevo enfoque a su
formación a no solo como docente sino como promotor de lectura.

Cuarto, para realizar la convocatoria ya sea para un club de lectura o par cualquier evento, es primordial tener en
cuenta aquello que motiva al público al que se dirige la acción. Es reconociendo aquellos intereses personales y
comunes que se pueden diseñar una estrategia para atraer público. Para nuestro caso específico, el club de
lectura, notamos no solo la necesidad de crear el espacio en la seccional, sino que identificamos que dentro de la
comunidad académica existían jóvenes interesados en un espacio como este y que se veían motivados por la idea
de compartirlo con personas que tuvieran gustos afines a los suyos; al notar esto, decidimos motivarlos aún más
con una oferta literaria que los atrajera para de a poco ir consolidando el grupo.

Quinto, los espacios culturales y de promoción de lectura siguen siendo una necesidad para para la Seccional.
Aunque se cuente con un club de lectura, esto no es suficiente, en primer lugar, porque con un solo proyecto es
imposible abarcar a toda la comunidad universitaria de la Seccional. En segundo lugar, debemos ser conscientes
de que no a todos los motiva participar de un espacio enfocado en la lectura literaria ya que esto no es un gusto
que tengan todas las personas. Y, en tercer lugar, existen jóvenes que no se sienten atraídos por la lectura, pero
existen otras expresiones culturales y artísticas con las cuales se pueden diseñar nuevas estrategias con otros
enfoques, no debe ser precisamente la lectura literaria aquello que convoque. De esta forma se puede trabajar el
enriquecimiento y la diversificación cultural en nuestra Seccional.

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Anexo
Evento Cantidad
Presentación de obra de la colección 2
Biblioteca Clásica para Jóvenes Lectores
Sesiones formales de encuentro del 26
Club
Programas radiales Emisora Cultural 7
Universidad de Antioquia

Sesiones Lugares Temáticas

2018/II Las sesiones del 18 de feb, 25 de Feb, 4 de Las temáticas han sido: sentido de
Mar, 11 de mar, 18 de mar, 25 de mar, 1 de la existencia, culpabilidad. las
7 encuentros formales abr, 8 de abril, 15 de abr, se desarrollaron en relaciones de poder en la
la seccional de Suroeste de la Universidad de construcción de sociedad, entre
Antioquia y, a partir del 22 de abril, hasta el otros; valga aclarar que aun así bajo
2019/I 10 de junio con miras a descentralización de este lente de lo que iba suscitando
16 encuentros formales estos espacios de diálogo y discusión, se la lectura del clásico de la
realizaron en diferentes cafés del municipio literatura, Franz Kafka, hubo
de Andes, entre los cuales se encuentran encuentros que se vieron
Sinforoso y Kanalon. modelados por los intereses de los
2019/II
asistentes y sus ritmos particulares,
3 encuentros formales es decir, por medio de consensos
entre los organizadores y los
9, 23 de septiembre. asistentes se trató de delimitar qué
Encuentro en la Cabe aclarar que en el período de textos se abordaría en los próximos
seccional. vacaciones los participantes convinieron encuentros y si manejaría alguna
continuar de manera informal con los línea en particular.
20 de septiembre.
encuentros en espacios de diversa índole,
Evento cultural en el Se posibilitaron ejercicios como la
como pueden ser zonas verdes, casas o los
municipio de Jardín, a lectura con los ojos vendados, la
cafés ya mencionados, con una frecuencia
cargo de los semilleros sensibilización por medio de
de cada 15 días.
de la seccional suroeste sonidos u otros elementos que
aportaran al momento, generando
la aparición de expresiones
artísticas de diversa índole para el
abordaje y comprensión de los
textos trabajados.

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SISTEMATIZACIÓN DE LA PROPUESTA

Fecha Febrero de 2020


Nombre corto Club de lectura, escritura y oralidad para la Seccional Suroeste
Nombre completo Práctica académica interdisciplinar: conformación de un Club de lectura, escritura
y oralidad en la Seccional Suroeste
Palabras claves Formación de lectores; Biblioteca Clásica; Club de lectura, escritura y oralidad;
Regiones; Fomento de lectura;
Seccional Seccional Suroeste (Andes)
Lugar de ejecución Seccional Suroeste (Andes)
Duración (Meses) 12 meses
Equipo de trabajo María Nancy Ortiz Naranjo Profesora tiempo completo Facultad de Educación
Sandra Milena Puerta Vélez Profesora Seccional Suroeste
Alexandra Villa Urrego Profesora Facultad de Educación
Doris Aguirre Grisales Asistente Editorial UdeA
Manuela Suárez García Maestra en formación
Rosalía Ramírez Ossa Maestra en formación
Luis Fernando Botero Zapata Maestro en formación
Mariana Ramírez Zuleta Maestra en formación
Esnedy Montoya Galeano Maestra en formación

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