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Pensamiento Político de Francisco de Miranda:

Conocido como "el primer criollo universal", Francisco de Miranda recorrió un periplo revolucionario de
América a Europa que lo llevaría a participar directamente en los acontecimientos políticos universales
de la época, para finalmente convertirse en precursor del sueño de Hispanoamerica libre.

Sus primeras luchas 


Francisco de Miranda, nacido en Caracas el 28 de Marzo de 1750, es el Precursor de la Independencia
de Venezuela e Hispanoamérica. Hijo del canario Sebastián de Miranda Ravelo y de la caraqueña
Francisca Antonia Rodríguez. Es el primer venezolano universal. Sus armas las desplegó en tres
continentes: Africa, Europa y América, y fue combatiente activo en los tres acontecimientos más
importantes de su época: la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa y la
Independencia de Hispanoamérica.

En 1762, inicia estudios de "clase de menores", en la que recibe clases de Latín, Gramática y
Catecismo, en la Universidad de Caracas. Poco antes de cumplir los 21 años, se embarca rumbo a
España, deseoso de servir en el ejército real, el 25 de enero de 1771.

En Madrid se dedica al estudio de las matemáticas, de los idiomas francés e inglés y de geografía.
Empieza a constituir una biblioteca con obras de filósofos y enciclopedistas famosos de la época, varias
de ellas prohibidas por la Inquisición. En 1772, solicita del Rey una plaza de oficial en el ejército, y la
obtiene. Así empieza su carrera de militar como Capitán del Regimiento de Infantería de la Princesa.
Entre 1773 y 1775 presta servicios militares en Madrid, Granada,, Melilla (Norte de África) y Cádiz. Es
cuando conoce al coronel Juan Manuel Cajigal, y en Cádiz conoce a quien sería su amigo de toda la
vida, John Turnbull. En Cádiz se embarca el 28 de abril de 1780, en la expedición a La Habana. Allí es
nombrado Capitán del Ejército de Aragón y Segundo Ayudante del General Cajigal.

En 1781, su conducta en la toma y capitulación de Pensacola, le vale ser ascendido a Teniente Coronel.
Cajigal, nombrado gobernador de Cuba, lo envía a la colonia británica de Jamaica entre agosto y
diciembre de 1781, para realizar un canje de prisioneros.

En abril de 1782, participa en la expedición naval española que sale de Cuba para conquistar las
Bahamas, posesión británica. Como Edecán del general Cajigal, negocia la capitulación de esas islas
con el almirante inglés el 8 de Mayo. Tiene que enfrentarse a las intrigas y denuncias: es acusado por
el Tribunal Inquisitorial de Sevilla por retención de libros prohibidos y pinturas obscenas. También le
acusan de que en junio de 1781, permitió visitar las fortificaciones de La Habana al general inglés John
Campbell. 

De América a Europa: un periplo revolucionario

Tiene que esconderse para evitar una injusta prisión y se embarca a los Estados Unidos. Aquí llega el
10 de julio de 1783, y su estadía durará casi 18 meses. Se dedica a estudiar el proceso de la
Revolución Norteamericana y frecuenta a prominentes ciudadanos, entre ellos a Jorge Washington,
Alexander Hamilton, Henry Knox, Samuel Adams y al marqués Gilbert de la Lafayette. Años más tarde
escribió: "Aquí fue que, en la ciudad de New York, se formó el proyecto actual de la Independencia y
libertad de todo el continente americano, con la cooperación de Inglaterra...". 

En diciembre de 1784, se embarca para Inglaterra, siempre con el propósito de conseguir ayuda para
independizar Hispanoamérica.
PENSAMIENTO POLITICO DE SIMON RODRIGUEZ:

Es importante resaltar que  el contexto, social, cultural, político, económico


e ideológico que le correspondió accionar a Simón Rodríguez, era sin duda
alguna adversa a un pensamiento liberador, al concepto de igualdad,
educación general, al pensamiento crítico, creador. Le correspondió vivir en
sociedades que pretendían ser estáticas.

El mismo Francisco de Miranda considera a la educación impartida en las


colonias españolas como: “inferior, inútil y despreciable” (Bohórquez, 109-
2.006), es ésta una opinión importante, dada la cantidad de viajes por
países del mundo, como España, Francia, Rusia, Estados Unidos que recorrió
el Precursor. Miranda en su estadías, había podido apreciar y comparar la
sociedad monárquica y las nacientes sociedades  republicanas.

A Simón Rodríguez,  sus viajes por Europa y lecturas de Montesquieu,


Rousseau, Voltaire, Locke, Saint Simon, han debido despertar su
pensamiento liberador, igualitario.

Recordemos que la invasión española, el proceso de dominación,


destrucción cultural originaria, modelo económico de extracción,  duró 
desde 1492, hasta finales del siglo XVIII, cuando culminaron los procesos
independentistas-coloniales en nuestra América. La pertenencia al imperio
español, por parte de la mayoría de los habitantes de la colonia era 
aceptada como un “hecho natural”, no obstante en más de 300 años de
ocupación colonial, los elementos identitarios, culturales, la memoria
histórica de los  blancos criollos, pardos,  indios y negros, la territorialidad,
los lazos o vínculos de una comunidad diferenciada y diferente  al poder
colonial, estaban en pleno reconocimiento.

Convencerse que un modelo Monárquico, no era el conveniente para los


habitantes de estas tierras, sino el modelo republicano, que la educación la
cual sólo era impartida para una minoría, que apenas llegaba al 1 % de la
población,  era inadecuada, insuficiente, no era popular, y que tenia
carencias pedagógicas y formativas; llegar a estas conclusiones, estando
subsumido en un contexto histórico de costumbres, educación y religión
dominante, no era fácil.  Resultaba necesario haber adquirido, una
cosmovisión universal, una capacidad de  análisis, comparación  de
situaciones y regiones diversas, haber tenido acceso a lecturas que
generaban reflexión, y estar en contacto con sujetos históricos, que
andaban en la búsqueda de nuevas respuestas y soluciones a problemas
concretos que eran observados en la realidad (1) de la pachamama  
(Vocablo Aymara. Mitología Inca. madre tierra). Este era el caso de Simón
Rodríguez.

La conciencia de NUESTRA AMÉRICA, separada de  España, se inicia con


Francisco de Miranda, quien denomina a estas tierras la América meridional,
Colombia otros la denominaban Colombeia. Este pensamiento se fortalece
con Simón Bolívar y Simón Rodríguez (pag. 200-206 ibidem). Es de aclarar
que para Miranda Colombia o la América meridional se demarcan: “…
comprendiendo esta desde el Missisipi hasta la Patagonia” (Bohórquez, 200-
2008). El prócer Cubano José Martí, desarrolló un profundo ensayo
programático titulado NUESTRA AMERICA (1.891) (Diccionario Enciclopédico
de la letras de América Latina, 200- 1995)

Las doctrinas europeas, de la Revolución Francesa de libertad, igualdad y


fraternidad, encontraban, en los suelos del nuevo mundo, un escenario
virgen para su realización.

Señala Simón Rodríguez que

“Los filósofos de la Europa, convencidos de  la inutilidad de su doctrina En el


mundo viejo, quisieran poder volar hasta el nuevo…” (Rodríguez, 66, Chile-
1834)
Observemos que, la difusión de la nuevas doctrinas en la pachamama
(madre tierra)  no la hicieron, los filósofos europeos, pero si los conocedores
de esas doctrinas quienes las trajeron al nuevo mundo, y las adaptaron a
nuestras realidades, las ideas de libertad, igualdad,  de educación popular y 
general.
PENSAMIENTO POLITICO SIMÓN BOLIVAR:
Cuando el genocidio y saqueo de las Américas a manos españolas se aproximaba a su tercer siglo, Simón
Bolívar, más conocido como El Libertador, nacía en Caracas - Venezuela el 24 de julio de 1783 en el seno
de una familia acaudalada de ascendencia española. Para esa época, al otro lado del mundo, Napoleón
Bonaparte de 16 años terminaba los estudios militares con el grado de teniente (1785), del cual y una vez
iniciada la Revolución Francesa, es ascendido a teniente coronel de la Guardia Nacional (1791), pero,
partidario del régimen republicano como seria Bolívar, huyó a Francia cuando su ciudad natal, Córcega,
declaró su independencia (1793). Bautizado como “Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar
Palacios”, si bien no tuvo constantemente una educación convencional, contó con excelentes tutores que
le darían a conocer las obras del movimiento filosófico del siglo XVIII; tutorías que resultaron ampliamente
complementadas con el bagaje cultural que le otorgaron sus numerosos viajes tanto a Europa, Centro y
Norte América. Huérfano a los 9 años, es enviado a España para continuar sus estudios. Allí, en 1802,
contrajo matrimonio con Maria Teresa Rodríguez quién poco después fallece de fiebre amarilla. Si bien
juró no volverse a casar, conoció a Manuelita Sáenz con quién compartió el resto de su vida. De regreso a
España en 1804, conoció directamente la proclamación de Napoleón Bonaparte como Emperador Francés
y un año después, asistió a su coronación como Rey de Italia. En aquel miso año (1805), en el Monte
Sacro de Roma juró libertar su patria de España. En 1808 y ya en Venezuela, el respeto y admiración por
Napoleón se desploman al enterarse de que había instalado a su hermano José Bonaparte como Rey de
España, hecho que traicionaba las ideas republicanas en virtud de simples intereses personales. La
llegada de Bonaparte provocó la Guerra de Independencia Española, y ello, a su vez, significó ausencia
de poder en el Nuevo Mundo y el inicio del proceso emancipador mediante la instalación de Juntas
Regionales, siendo la de Caracas, con la participación de Bolívar, la primera que declara su independencia
en el mismo año 1808, lo cual le implicó que fuera enviado en misión diplomática a Inglaterra. En el
entretanto, si bien la Junta Regional de la Nueva Granada (Colombia) declara la independencia el 20 de
julio de 1810, la lucha entre fuerzas realistas e independentistas se prolonga durante toda la década,
teniendo como figura militar y revolucionaria más sobresaliente a Simón Bolívar. En efecto, a su regreso
de Inglaterra, el 3 de junio de 1811 profiere su discurso a favor de la independencia de toda América;
proclama que encontraría eco el 13 de agosto del mismo año cuando fuerzas patriotas al mando de
Francisco Miranda, lograron la victoria en Valencia. No obstante, el año siguiente Miranda se rinde y
Bolívar tiene que exiliarse en Cartagena (Colombia), país donde pasaría la mayor parte de su vida. Desde
allí escribió el famoso manifiesto de Cartagena donde instaba a la Nueva Granada a colaborar en la
liberación Venezolana. De esta forma da inicio Simón Bolívar a la Campaña Libertadora y a su posterior
gestión como gobernante. Durante los 20 años de duración, entre múltiples victorias y derrotas, lograría el
destierro continental de los españoles y la presidencia de la Gran Colombia a la cual renuncia 8 meses
antes de fallecer el 17 de diciembre de 1830 en las cercanías de Santa Marta (Colombia). En cuanto a la
faceta de gobernante, sin dejar nunca de ser revolucionario, siempre propugnó por identificar su gobierno
al carácter de las circunstancias, de los tiempos y los hombres que lo rodeaban. Por ello, su política dio
paso a 3 etapas bien definidas como fueron (I) Republicano (II) Imperialista y (III) Monarca. Su política
republicana suprime de hecho todo gobierno de los patriotas que no sea militar. Proclama que solo el
pueblo es soberano, difunde las ideas de patria y libertad, independencia y república. Bien que en el orden
general de sus ideas de organización y gobierno predominaban sus tendencias a la centralización política
y militar, al mantenimiento de nacionalidades considerables, a la división de terreno en grandes
departamentos administrativos y a la adopción de largos periodos de duración para los presidentes y
senadores, siempre tuvo claro que unas mismas instituciones no eran aplicables a Colombia, Perú y
Bolivia Pese a sus ideas republicanas, en alguna época de la independencia y guiado solo por el bienestar
del pueblo, llegó al extremo de la dictadura imperialista, pues creyó que jamás la gran república que
anhelaba, pudiera gobernarse sujetándose a las trabas de una carta constitucional y con poderes limitados
por las leyes. Solo serviría a la presidencia con las facultades ilimitadas que le había concedido el
congreso porque solo se podía gobernar con un poder absoluto. Estas resoluciones coincidieron con sus
esfuerzos por formar una sola república comprendida entre Orinoco, Panamá, Potosí, Buenos Aires y
Chile con una presidencia vitalicia ejercida por él. Finalmente y para garantizar estabilidad, llegó a
considerar la necesidad de conservar algunas instituciones monárquicas. En este punto es donde pasa de
periodos largos del legislativo a la calidad vitalicia y hereditaria, en tanto la presidencia y vicepresidencia
también vitalicias, pero con capacidad de transmisión personal. Creía que estas limitaciones a la
democracia permitían un equilibrio en la etapa de transición entre la colonia y la verdadera república.
PENSAMIENTO POLITICO DE BERNARDO OHIGGINS:

Ante la sucesión de una serie de gobiernos inestables en el período conocido como Organización de


la República, se articuló el grupo. Estaba basado principalmente en los antiguos funcionarios del
derrocado gobierno y los oficiales militares que habían participado, junto a O'Higgins en las Guerras
de Independencia Hispanoamericana.
En 1826 existió un conato de sublevación o'higginista en la guarnición de Chiloé. Por la misma época
miembros del grupo repartieron proclamas entre las tropas acantonadas en otras áreas, al tiempo que
informaban epistolarmente a O'Higgins de sus actividades.
Alrededor del mismo tiempo, los o'higginistas, en combinación con los pelucones y estanqueros,
actuaron en contra de los gobiernos pipiolos, como el del general liberal Ramón Freire.
El ideal de los o'higginistas era la reimplantación de un régimen de gobierno fuerte y centralizado,
como el que había practicado el propio O'Higgins. Para esto sus principales figuras, el
antiguo realista y exministro de Hacienda de O'Higgins, José Antonio Rodríguez Aldea, y el
general José Joaquín Prieto, participaron, conjuntamente con el líder estanquero Diego Portales, en
las convulsiones y conspiraciones que llevaron a la caída de los liberales en la Batalla de Lircay.
Sin embargo, y pese a haber actuado coordinadamente, Portales terminaría por imponer su criterio,
contrario al regreso de O'Higgins a Chile. Aunque dos o'higginistas llegaron a
ser presidentes, Francisco Ruiz Tagle y el general Prieto, el poder del partido sería cada vez más
tenue y su reivindicación principal, un segundo gobierno de O'Higgins, terminaría por volverse
irrealizable. En 1831 el grupo publicó un éfimero periódico, El O'Higginista, de tres ediciones.
Las ideas políticas de O'Higgins son generalmente vistas como propias de la ilustración:
independentistas, republicanas. democráticas y liberales (por ejemplo: Cheyre, Juan: "Ponencia
Inaugural"1 y Riveros, Luis: "Clase Magistral"2 ) Renato Valenzuela, por su parte, sugiere que su obra
puede ser considerada como "fundacional" tanto en lo político como en lo militar3

Sin embargo, y a pesar de haber ya sea implementado o mantenido la implementación previa de


algunas de las más sentidas demandas del sector liberal (más tarde llamados en Chile pipiolos) -tales
como, y entre otras, la declaración de independencia de España, la mantención de la libertad de
comercio, la abolición de los títulos de nobleza y el mayorazgo; y la restricción de la influencia de la
iglesia sobre el estado -lo que le costo la enemistad de sectores que se consideraban aristocráticos y
eclesiásticos4 5 - su gobierno llegó a ser también percibido como inimico a un elemento central del
liberalismo: la desconfianza a gobiernos fuertes.
Adicionalmente, y durante su vida misma, O'Higgins fue acusado por quien fuera su gran oponente
político José Miguel Carrera y sus partidarios de numerosas deshonestidades personales y políticas.
Acusaciones que son a veces incluso contradictorias, tales como, por ejemplo, de haber estado al
servicio de la aristocracia y tener intenciones monarquistas al mismo tiempo que se lo acusaba de ser
"jacobino" , es decir, oponente extremo del sistema monárquico. (ver, por ejemplo., José Miguel
Carrera: "Manifiesto a Los Pueblos de Chile"6 )

PENSAMIENTO POLITICO DE FRANCISCO D EPAULA SANTANDER:


Dirigente de la independencia de Colombia (Rosario de Cúcuta, 1792 - Bogotá, 1840). Doctorado en
Derecho a los 17 años, se unió enseguida al movimiento revolucionario contra la dominación colonial
española (1810).
Combatió en diversas campañas hasta que Bolívar le ascendió a general y jefe del Estado Mayor de
su ejército (1817); y siguió colaborando con él hasta la independencia de la Gran Colombia (actuales
Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador) en 1819.

Santander fue nombrado vicepresidente del país por el departamento de Cundinamarca (nombre que
tomó Nueva Granada, actual Colombia), y se encargó del gobierno mientras Bolívar estaba ausente
luchando contra los españoles. Su poder fue confirmado al establecerse un régimen político unitario
en 1821, pasando Santander a ejercer la vicepresidencia de la Gran Colombia.

Desde entonces entró en conflicto con José Antonio Páez, portavoz de las aspiraciones
independentistas de Venezuela, que consiguió restablecer un sistema federal y apartar a Santander
de la vicepresidencia en 1828. También se enfrentó a Simón Bolívar, organizando una conspiración
fracasada contra sus inclinaciones autoritarias (1828); fue juzgado y desterrado.

El 7 de agosto de 1819 mandó uno de los dos contingentes independentistas que obtuvieron la decisiva
victoria en la batalla de Boyacá frente a las tropas realistas españolas. Pocos días después fue
nombrado por Bolívar vicepresidente de la recién independizada Nueva Granada, denominada
oficialmente República de la Gran Colombia. Desde aquel año de 1819 asumió interinamente la
presidencia del poder ejecutivo en sustitución del propio Libertador, que continuó al frente del
Ejército independentista.

A partir de 1826, las discrepancias políticas entre Santander y Bolívar se hicieron evidentes, ya que


aquél defendía una política liberal y quería mantener los principios acordados en la Constitución de
1821, en tanto que el Libertador promovía la implantación de una norma constitucional más
conservadora y centralista. Participó en la fracasada Convención de Ocaña de abril de 1828 que
terminó por suponer la definitiva separación entre los santanderistas y los bolivaristas. Poco después
de que Bolívar eliminara el cargo de vicepresidente, Santander fue acusado de participar en el
frustrado atentado contra el Libertador que tuvo lugar en septiembre de 1828. Condenado a muerte,
vio conmutada su pena por la de destierro por orden de Bolívar. Desde entonces vivió
en Europa y Estados Unidos.
Dos años después de la muerte del Libertador, el 9 de marzo de 1832 resultó elegido presidente de la
recién instaurada República de Nueva Granada (surgida después de la desaparición de la República de
la Gran Colombia), cargo que ejerció desde que el 7 de octubre de ese año regresó de su exilio en Nueva
York. Su gobierno puso en marcha una administración eficaz, desarrolló una política centralista y
promovió la instrucción pública. En 1837 le sucedió su vicepresidente, José Ignacio de Márquez. Desde
su calidad de miembro del Congreso encabezó a partir de entonces la oposición al presidente. Falleció
el 6 de mayo de 1840 en Santa fe de Bogotá.

PENSAMIENTO POLITICO DE JOSE MARTÍ:


Con el triunfo de la revoluciono Cubana, que no ha negado nunca su deuda con el ideario político de
José Martí, se inicia, y no solamente en cuba, un verdadero renacimiento de Marta. La imagen de
Marta romántico e idealista, del Martí político, ajeno a su tiempo y mundo, del Marti místico,
del Marti”santo de la libertad y del poder”.

Las reflexiones siguientes se sitúa en esta nueva perspectiva de interpretación abierta; la


comprensión de la obra de José Marti como la primera manifestación sistemática de la conciencia
latinoamericana que se levanta, para denunciar las deformaciones enajenasteis del colonialismo en
los pueblos que conforman “Nuestra América” y anunciar, a un mismo tiempo, posible caminos de
liberación.

En 1871, habiéndose conmutado la pena del presidio por la de destierro, salió Marti para España.
Publico su primera obra importante: El Presidio Político en Cuba. Durante su estancia en España,
maduro profundamente supensamiento político, como lo prueba el folleto publicado en 18873 bajo él
titulo de La República Española anta la Revolución de Cuba por las misma razones que fundaban el
nacimiento de la República de España.

En 1874 abandono Martín a España. Se iniciaba una época peregrinas cuyas principales etapas
fueron: México, Guatemala y cuba, en la que su pensamiento se abrió a las múltiples necesidades de
su patria América.

De la abundante producción literaria de esta época, dos trabajos merecen esencial mención:
Guatemala y La riqueza de Guatemala. En ellos aparecen ya claramente definidos los lineamientos
fundamentales por los que habrá de descubrir el pensamiento futuro del Apóstol.

En su obra Guatemala sostiene Marti que la conquista de América fue posible básicamente por la


desunión reinante entre los nativos a la llegada de los españoles quienes, con gran sentido practico,
supieron usarla para sus propósitos conquistadores.

En esta obra se hayan expuesta otras dos tesis esenciales del pensamiento martiano. La primera de
ellas, referente al problema de la riqueza nacional, declara que la riqueza exclusiva e injusta, y aboga
por la distribución de la misma. La segunda plantea la cuestión indígena que afrontan las jóvenes
naciones americanas como uno de los más tristes resultados de la dominación colonial sufrida, en la
cual los indios fueron aplastados y reducidos a la condición de bestias. Resucitarles el hombre que
llevan dentro, debe ser la tarea primera de todos aquellos que aspiren a una patria libre.

Esta ultima idea es profundizada por Marti en su ensayo sobre La riqueza de Guatemala, donde
vincula el futuro de la revolución americana a la raza indígena.

Por las experiencias de México y Guatemala, el Marti romántico cedió definitivamente el puesto


al Marti analista. AlMarti romantico, la dolorosa situación del indio le hubiese llevado quizás a
convertirse en la expresión teórica de una conciencia desdichada.

Pero al Marti para el que “la mejor manera de decir es hacer”, los clamores de una América saqueada
en su riqueza material y frustrada en sus manifestaciones culturales autóctonas, le llevaron al
compromiso político militante.

En enero de 1891, había aparecido en El Partido Liberal de México el ensayo titulado: Nuestra
América no es un manifiesto americanista en el que se predique un fatuo nacionalismo o en el que se
cante la superioridad de los valores autóctonos de nuestros pueblos, sino que es fundamentalmente,
un programa político cultural establecido en la base a las necesidades más urgente del continente. No
hay romanticismo en la afirmación del hombre natural, de la Naturaleza americana.

Nuestra América no es un canto a un pasado glorioso ni una invitación de retorno al. Marti, que esta
mucho más cerca de Marx que de Rousseau, afirma lo natural, lo nuestro, para poder mostrar mejor
el proceso de inversión de valores producido por el dominio colonial.

Nuestra América es, pues, el grito de un colonizado liberado a sus hermanos que, ofuscados por las
manifestaciones colonialista, no han roto aun con las viejas formas adquiridas durante el periodo de
esclavitud, perpetuando en formas políticas aparentemente nuevas el espíritu del servilismo
extranjero por el que se menosprecia lo mas autentico de sus naciones.

En noviembre 1891 viajo Marti a Tampa donde pronuncio uno de los discursos más famosos de
cuanto pronunciara en su vida, conocido por él titulo de Con Todos y para el bien de todos en este
discurso exponía las características esenciales que habrían de definir a la revolución cubana.

Marti invitaba a deponer las rencillas y los recelos que tanto habían perjudicado a la causa de la
patria y a unirse bajo” esta formula del amor triunfante: con todos y para el bien de todos.

Otro punto muy revelador de este discurso es aquel en que Marti criticaba el racismo de ciertos
grupos cubanos de la inmigración que miraban al elemento negro de Cuba con desden.

“con todos y para el bien de todos todos” es la síntesis del estado político al que aspiran os pueblos
unidos, los pueblos que combaten sin odio ni rencores

La obra de Marti, en su conjunto, es, tanto teoría como prácticamente, la obra de un hombre
comprometido que se ha impuesto como deber insoslayable el desenmascarar en forma coherente y
rigurosa la realidad enajenante creada por el colonialismo. Esta es la dimensión fundamental
del pensamiento del apóstol, y la que lo convierte, como dice acertadamente Fernández Retamar en
el estudio citado, en la primera voz de eso que hoy se ha dado en llamar “Tercer Mundo”.

LA SENSIBILIDAD DEL HOMBRE LATINOAMERICANO, EXPRESADO EN SU PENSAMIENTO


POLITICO:
El papel del educador en la Educación ESPECIAL consiste en lograr que el niño y la niña
aprendan y logren su desarrollo integral. Por ello, facilita la realización de actividades y media
experiencias significativas, vinculadas con las necesidades, intereses y potencialidades de los
mismos.
Un concepto fundamental que debe manejar el maestro en su rol de mediador y facilitador es
el de la zona de desarrollo próximo. Se refiere a: "la distancia entre el nivel real de desarrollo
determinado por la capacidad de resolver problemas de forma independiente y el nivel de
desarrollo potencial determinado por la resolución de problemas con la colaboración de un
compañero más capaz o con la guía de un adulto" (Vigotski, 1.967). Se relaciona con el papel
de mediación que realiza el maestro para llevar al niño y la niña a su nivel de desarrollo
potencial, cuando no es capaz de llegar por sí mismo.
La característica más importante de un maestro que trabaja con un currículo cognitivo es su
rol de facilitador y mediador. Esto quiere decir que el maestro:
 Sirve como una especie de catalizador produciendo una relación cognitiva importante
entre los niños y sus experiencias.
 Ayuda a los niños a entender el significado generalizado de sus experiencias, de nuevos
aprendizajes y relaciones.

La finalidad de la mediación con el niño es:


 Extraer de cada experiencia que los niños tengan el aprendizaje máximo
de principios generalizadores.
 Aplicar estrategias sobre cómo percibir el mundo.
 Profundizar en el pensamiento sistemático, claro y efectivo de aprender y resolver
problemas.

El maestro como facilitador cumple con las siguientes funciones de manera efectiva para el
aprendizaje:
 El profesor, preferentemente, estructura el material, el medio o la situación de
enseñanza, de modo que la interacción entre el estudiante y este ambiente organizado
defina el camino a seguir o el objetivo a alcanzar.
 Organiza un ambiente rico en estímulos donde se "dan" las estructuras que quiere
enseñar.
 Propone metas claras, apoya al estudiante en su elección. Desarrolla criterios para
determinar si se llegó o no a la meta deseada. Luego de aceptadas, apoya el proceso de
aprendizaje.
 En la función de apoyo mantiene una posición permisiva y atenta.
 Responde siempre a los aspectos positivos de la conducta del estudiante y construye a
partir de ellos.
 Interviene sólo si se lo solicitan o si es muy necesario. En ambos casos con acciones
más que con palabras.
 Acepta el error como un elemento natural e inherente al proceso de investigación.
 No se muestra ansioso por llegar a resultados. El aprendizaje es un proceso, a veces
lento.
 Su actitud y actividad muestra a un adulto interesado en lo que sucede. Curioso frente a
los resultados, su actitud muestra que sabe que también él está aprendiendo.
 Selecciona actividades que le interesan, demuestra saber que enseñamos lo que
sentimos, hacemos o somos rara vez lo que decimos.
 Recurre tanto como puede a preguntar. Cada vez que lo hace espera la respuesta. Evita
el uso de preguntas vacías, aquellas que no requieren o no aceptan respuestas).
 Si pregunta, da tiempo, propone medios, reformula, acepta y construye sobre las
respuestas o las respuestas parciales.
 Al formular una pregunta no señala a un alumno en particular. (Con esto sólo se logra
aumentar la ansiedad del alumno señalado, disminuye su actividad mental, por lo menos
la actividad coherente) y crea una actitud de espera en el grupo muy distinta de la actitud
de búsqueda que se pretende).
 Si participa en un trabajo grupal, adopta el tono y la actitud de quien construye con el
grupo, no imponga su criterio, sugiere y deja actuar.
 Si sus argumentos no son aceptados, actúa como reconociendo que no son
convincentes para el grupo. No recurre a su autoridad, deja actuar, escucha. Si procede,
busca otro ángulo o las fallas de su argumentación.
 Usa un lenguaje matemático tan preciso como su auditorio puede aceptar y no exige lo
mismo de los estudiantes. Prefiere que ellos usen sus propias palabras.
 Apoya a los estudiantes individuales a relacionar el conocimiento nuevo con el ya
adquirido.
 Estimula la expresión personal de lo aprendido.

CONCEPTO DE HUMANISMO:
El concepto de humanismo tiene varios usos. Se trata, por ejemplo, de la doctrina que se
basa en la integración de los valores humanos. El humanismo también es un movimiento
renacentista que se propuso retornar a la cultura grecolatina para restaurar los valores
humanos.

HumanismoEl humanismo, en general, es un comportamiento o una actitud que exalta al


género humano. Bajo esta concepción, el arte, la cultura, el deporte y las actividades
humanas generales se vuelven trascendentes.

Podría decirse que el humanismo busca la trascendencia del ser humano como especie. Se
trata de una doctrina antropocéntrica, donde el hombre es la medida de todas las cosas. La
organización social, por lo tanto, debe desarrollarse a partir del bienestar humano. Esta
corriente se opone al teocentrismo medieval, donde Dios era el centro de la vida.
El humanismo reconoce valores, como el prestigio, el poder y la gloria, que eran criticados
por la moral cristiana e incluso considerados como pecados. Otra diferencia con las
doctrinas religiosas es que el humanismo hace al hombre objeto de fe, mientras que, en la
antigüedad, la fe era patrimonio de Dios.

Como movimiento intelectual surgido en Europa durante el siglo XV,


el humanismo promovía la formación integral de las personas. Por eso los humanistas
solían reunirse a compartir experiencias y a debatir.

El humanismo se opone al consumismo ya que está en contra de lo superficial, del


narcisismo y de aquello que no es propio de la dignidad humana. La cosificación del
hombre como productor o consumidor atenta contra su desarrollo integral.

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