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El equilibrio del PH en el organismo

- Mantener la acidez y la alcalinidad balanceadas es la clave para un buen

funcionamiento del cuerpo. - No debe pensarse en ácido como “malo” y alcalino

como “bueno”; la nutrición es vital para lograr un estado óptimo.

El equilibrio del PH en el organismo

Autor
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado

Fecha de publicación
13 de julio de 2018

Para entender el concepto necesitamos primero comprender ¿Qué es el pH o


potencial de hidrógeno? Se trata de un valor utilizado con el objetivo de medir la
alcalinidad (base) o acidez de una determinada sustancia, indicando el porcentaje
de hidrógeno que encontramos en ella, midiendo la cantidad de iones ácidos
(H+). 

La escala del pH varía del 0 al 14, de forma que se considera 7 como un valor de
pH neutro, menos de 7 se vuelve más ácido, arriba de 7 se vuelve más alcalino.

La acidez o alcalinidad (base) del cuerpo se puede medir por medio de la sangre,
orina o saliva.

El nivel idóneo del pH en la sangre debe oscilar entre 7.35 y 7.45, pero
la contaminación atmosférica, los malos hábitos alimenticios o el estrés acidifican
el cuerpo y alteran este pH, la sangre reacciona y roba los nutrientes que necesita
del resto de órganos vitales para compensar el desequilibro.

En este sentido, la nutrición es un factor vital para lograr el estado óptimo de


equilibrio ácido-base, ya que hay nutrientes con la capacidad de acidificar y otros
con la capacidad de alcalinizar (basificar). 

Los alimentos se clasifican según el efecto que tienen dentro del cuerpo después
de la digestión y no según el pH que tienen por sí mismos; así, el sabor no es un
indicador del pH que pueden generar dentro del organismo, como es el caso de
los cítricos que a pesar de saber ácido, tiene un efecto en el organismo
completamente alcalino (básico).

Los minerales como el potasio, el calcio, el sodio y el magnesio, forman


reacciones alcalinas (básicas) en el cuerpo y se encuentran principalmente en las
frutas y las verduras. Contrariamente, los alimentos que contienen hierro, azufre y
fósforo como las carnes, el huevo, los lácteos y los frutos secos, son promotores
de acidez. 

Lo ideal es que la alimentación esté compuesta de un 20 a 25% de alimentos


ácidos y de un 75 a 80% de alimentos alcalinos. Solo así podremos ir creando
paulatinamente un ambiente equilibrado al interior del cuerpo, de tal manera que
sea protegido de enfermedades y del deterioro celular. 

Las consecuencias de un pH ácido:

 Disminución de la actividad del sistema inmune


 Favorecimiento de la calcificación de los vasos sanguíneos
 Pérdida de masa ósea y masa muscular
 Fatiga crónica
 Dolor y espasmos musculares
 Caída del cabello y deterioro de las uñas
 Piel irritada
 Cansancio generalizado

Los alimentos ácidos y alcalinos son los responsables de los procesos


metabólicos y a la vez son necesarios como mecanismos de defensa para evitar
enfermedades. Para lograr una buena salud, es necesario mantener un equilibrio
en el consumo de ambos.

Aquí te dejamos una lista de opciones de comida de acuerdo a su pH:

Alimentos alcalinos

Verduras:brócoli, zanahoria, col, coliflor, cilantro, berenjena, hongos, espinacas.


Frutas:sandía, manzana, nectarina, naranja, piña, pasas, dátiles, tomate,  coco
fresco.
Alimentos con proteína:huevo, queso cottage, pechuga de pollo, tempeh, tofu.
Alimentos ácidos
Verdura:espinaca cocida, chícharos.
Frutas:ciruela pasa, jugos procesados, ciruelas.
Cereales:maíz, avena, centeno, arroz blanco, arroz integral, papa.
Alimentos con proteína:carne de res, carne de cerdo, mariscos, pavo, pollo,
carnero, pescado.

Otros:bebidas alcohólicas, mermelada, vinagre, bebidas carbonatadas, leche,


frijoles, chocolate

LA IMPORTANCIA DE MANTENER EL CUERPO ALCALINO


El pH del organismo es el barómetro que nos permite medir este grado
de equilibrio y que nos indica si un cuerpo está sano o enfermo,
según su grado de acidez o alcalinidad.

Nuevos estudios están demostrando la importancia de mantener un


organismo ligeramente alcalino para prevenir enfermedades tan
severas y comunes como las alergias, enfermedades autoinmunes e
incluso el cáncer.

¿Recuerdas las tiras para medir el pH que usaste en las clases de


química del instituto? En la escala del pH, 14 es totalmente alcalino, 7 es
neutro y entre 0 y 6 ácido. Aunque no todas las fluidos de nuestro cuerpo
tienen el mismo grado de pH para mantener su equilibrio, la sangre
siempre debe permanecer en un pH ligeramente alcalino de entre
7,3-7, de lo contrario las células enfermarían. Es por ello que nuestro
organismo va hacer lo imposible para mantener este balance.

UN ESTILO DE VIDA ACIDIFICANTE

Siempre escuchamos decir que el tipo de alimentación que seguimos


afecta a nuestros niveles de acidificación de la sangre pero cuando
llevamos un estilo de vida dominado por el estrés, sustancias químicas,
pensamientos negativos y nada de deporte nuestro cuerpo tiene que
trabajar más para conseguir una condición interna estable. Todos estos
factores inciden directamente en nuestro nivel de pH.

Sabemos que la comida no es lo único que alimenta nuestras


células y solo el hecho de comer bien no nos garantiza estar sanos. Así
pues debemos tratar la salud desde un punto de vista más holístico,
muchísimo más amplio, considerando siempre los alimentos más
primarios, nuestras relaciones personales y nuestras emociones. Una
sentimiento negativo como la tristeza, el odio, el miedo, los celos, el
estrés o el cansancio extremo pueden causar más acidificación en el
organismo que comerse un donut.

¿CÓMO FUNCIONA EL EQUILIBRIO ÁCIDO - BASE?

Todas las células que componen nuestro organismo necesitan


alimentarse, eliminar residuos y renovarse constantemente. En este
sentido, la sangre cumple dos funciones vitales:
1. Llevar a todas las células el oxígeno y los nutrientes que necesitan
2. Retirar de ellas los residuos tóxicos y ácidos que se producen
como resultado del metabolismo de dichos nutrientes

Estos residuos tóxicos son evacuados del organismo a través de las


vías naturales de eliminación (riñones, intestinos, piel y pulmones). Por lo
tanto es imprescindible mantener limpios nuestros “filtros” naturales, ya
que si se obstruyen empiezan a surgir problemas.

Cuando un filtro no está limpio y consecuentemente no puede eliminar


los deshechos tóxicos, como por ejemplo el ácido úrico, nuestro cuerpo
comenzará una batalla para evitar que dichos residuos ácido vayan a
parar al torrente sanguíneo y varíen el pH de la sangre.

El mecanismo de “supervivencia” que primero activa el organismo es el


de sacar calcio de los huesos e inyectarlo en la sangre para
neutralizar de nuevo el pH, pues el calcio es uno de los minerales más
alcalinizantes que tenemos en el cuerpo.

Esto no tendría que suponer un problema si ocurre de vez en cuando ya


que el organismo está preparado para ello. Pero si se convierte en un
estado habitual que se alarga en el tiempo, nos va a conducir a graves
problemas de salud, como la descalcificación ósea y osteoporosis.

¿QUÉ OCURRE CUANDO NUESTRO CUERPO NO SE MANTIENE


ALCALINO?

Cuando nuestro cuerpo no se mantiene en un estado ligeramente


alcalino podemos llegar a sufrir una afección llamada acidosis.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS MÁS COMUNES DE LA ACIDOSIS?

 Afecciones cardiovasculares
 Aumento de peso, obesidad, y diabetes
 Exceso de carga en los riñones y formación de cálculos
 Desgaste y pérdida de masa muscular
 Inmunodeficiencias
 Desequilibrios hormonales
 Envejecimiento prematuro
 Osteoporosis
 Caries
 Dolor de articulaciones, dolor muscular y gota
 Falta de energía y fatiga crónica
 Digestiones lentas
 Hongos, infecciones y virus
 Tristeza, tendencia a la depresión, nerviosismo e irritabilidad
 Saliva ácida, encías inflamadas y sensibles, alta irritación de las
amígdalas y faringitis.

¿QUÉ ALIMENTOS NOS AYUDAN A ALCALINIZAR NUESTRO


CUERPO?

Aunque la alimentación no lo es todo a la hora de evitar que nuestro


organismo se vuelva demasiado ácido, sí que juega un papel clave. Hay
alimentos que jugarán en nuestra contra y alimentos que contribuirán a
que nuestro cuerpo se mantenga en un estado más alcalino.

ALIMENTOS ÁCIDOS

Por lo general resultan acidificantes aquellos alimentos ricos en


grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas y proteínas. Sobre todo
los alimentos de origen animal, como las carnes o lácteos y los productos
procesados e industrializados.

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ALIMENTOS ALCALINOS

Serán alimentos alcalinizantes aquellos que contengan una buena


dosis de calcio, magnesio, sodio y potasio, como la mayoría de frutas y
verduras. Así que nuestros mejores aliados alcalinos para mantener el
equilibrio de la sangre son por excelencia los zumos y batidos verdes, los
germinados, algunas semillas, los vegetales y sobre todo los de hoja
verde.

ENTONCES, ¿CÓMO PUEDO MANTENER MI CUERPO ALCALINO?


Come bien con una predominancia de vegetales, con una buena parte en
crudo, bebe agua alcalina, haz deporte, respira, haz el amor, busca
momentos de paz, sonríe y da gracias cada día.

En definitiva, ¡sé feliz! Porque cada pensamiento, cada actitud y cada


gesto cuentan

Durante los últimos años se ha puesto de moda la conocida como


dieta alcalina de desintoxicación, a pesar de que los primeros
descubrimientos relacionados con la misma se remontan a
mediados del siglo XIX. En 1865, el biólogo y médico
francés Claude Bernard apostó por “mantener la unidad de las
condiciones de vida en el medio interno”. Es decir, garantizar que el
equilibrio del cuerpo no es alterado por factores externos. En 1907,
el doctor William Howard señaló que los altos niveles de acidez en
el cuerpo humano, causados por los cambios en las costumbres
alimenticias, habían provocado la aparición de enfermedades como
el reúma o la artrosis.
Siglo y medio más tarde, los partidarios de la dieta alcalina apuestan
por replantearse nuestras costumbres tanto vitales como
alimentarias. Para conseguirlo, nos cuenta Aliwalú Durian, health
coach experta en dieta alcalina, el objetivo de nuestra alimentación
debe ser “devolver al cuerpo el pH neutro”, sobre la premisa de
que “ciertos alimentos afectan la acidez de los fluidos corporales
como la orina o la sangre”. “Con la vida que llevamos, nuestro
consumo de químicos, comida procesada o comida animal
hormonada y los altos niveles de estrés, nuestro cuerpo mantiene
niveles de acidez muy altos”, explica Aliwalú. “Es el entorno perfecto
para que todo tipo de patógenos crezcan y estén en la gloria”.
Las células y el cuerpo humano necesitan

oxígeno, hidratación y luz

La coach utiliza la metáfora de la casa, que representa el cuerpo


humano, para señalar la importancia que tiene esta limpieza del
organismo en nuestro bienestar. “Cuanto vivimos en una casa
limpia, bien ventilada... Es difícil que se dé ningún tipo de
enfermedad o que nos invadan las ratas o las cucarachas”. Ello
pasa por mantener estable nuestro nivel de alcalinidad, que se
encuentra en el punto intermedio en su pH entre el extremo ácido (el
0) y el extremo alcalino (el 14).
Comiendo con conciencia
“La dieta intenta llevar el cuerpo a su estado natural, porque todo en
la vida busca el equilibrio”, explica Aliwalú. Algunos alimentos, como
las carnes rojas o el queso deben disminuir en la dieta en favor de
otros con un pH más elevado. En muchos casos, este proviene de
las verduras, pero también de alimentos como el grano, trigo
sarraceno o el arroz integral combinado con legumbres. “Para las
células y el cuerpo humano, se necesita oxígeno, hidratación y luz.
La dieta consiste en introducir en el cuerpo alimentos limpios.
Intento enseñar a la gente a llevar a cabo una dieta limpia con la
que el cuerpo recupere su brillo y su estado natural”.

Muchas personas comen pensando que tienen

hambre, pero en realidad tienen sed


Para ello, es importante que la comida que ingerimos no sea “sólo
medicinal”, sino que además cumpla otras características como “que
sea deliciosa, vistosa, bonita y muy fácil de hacer”. Aliwalú,
como la mayor parte de defensores de lo alcalino, denuncia que las
corporaciones y sus intereses nos hacen alimentarnos de manera
incorrecta: “Somos enfermos crónicos de su negocio”.
Entre los alimentos que la coach destaca se encuentran los jugos
verdes, así como todo lo que provenga de la hoja verde, una fuente
de clorofila de alta calidad –“cuanto más oscura mejor, puesto que
tendrá un mayor nivel de alcalinidad”–, así como la clórela (alga
unicelular), el reishi (un hongo ampliamente utilizado en la cocina
china) o la maca (otro "excelente adaptógeno"); o granos como la
quinoa, el amaranto, el trigo sarraceno, el arroz integral y el mijo,
que sustituyen a las harinas procesadas como el pan blanco o las
galletas industriales. “Hay una serie de comidas que son muy
sencillas y que se pueden encontrar fácilmente en el Mediterráneo”,
como es el caso del brócoli, el apio, el pepino, el jengibre o las
algas. Alimentos que, según la coach, no solo ayudan a recuperar
el equilibro al cuerpo, sino que también “son excelentes reguladores
hormonales”.
A ello hay que añadir otras hierbas medicionales como el diente de
león, la uña de gato o el pau d'arco. “Existe una gama de 10 a 20
hierbas que cubren todos los objetivos”, entre los que se encuentra
reducir la inflamación interna o “silenciosa”.
Aliwalú Durian.

En todo ello es de vital importancia beber agua de mar en una


proporción de 5 a 1, algo que, en palabras de la coach, “alcaliniza el
cuerpo”. “Muchas personas comen pensado que tienen hambre,
pero en realidad tienen sed”, explica Aliwalú. “Intento que la gente
se sincronice con su intuición personal sobre lo que necesita su
cuerpo. Hay gente que bebe 3 litros y siempre tiene sed, porque no
la absorben a nivel celular. Una forma de hacerlo es echarle una
pizca de sal marina o Himalaya”. Además, la coach aconseja
beber un vaso de agua nada más levantarnos, así como tomar un
vaso de agua templada con un chorro de limón, que aunque es
ácido, “es también uno de los productos más alcalinos”.
Los límites de la dieta
Aunque muchos han criticado la dieta alcalina en los casos en los
que se presenta como la panacea, la intención de Aliwalú es, sobre
todo, “realizar una reflexión sobre cómo funciona la alimentación y
cómo mejorarla de forma sana y libre”. En el año 2010 Kim
Tinkham murió víctima de un cáncer de pecho tras rechazar la
quimioterapia y la cirugía, y después de aparecer en el programa
de Oprah Winfrey anunciando que seguiría los consejos de Robert
O. Young, autor de El milagro del pH (Warner Books, 2003) para
curarse.
Pero el enfoque de esta dieta es más reflexivo e intenta, ante todo,
replantearse nuestros hábitos como un proceso de transformación.
“Hemos descuidado la conexión con nosotros mismos, debemos
recuperar la conciencia de nuestro cuerpo”, explica Aliwalú. “Es fácil
vivir engañados, tenemos adicciones absurdas de las que no nos
damos cuenta, como el azúcar”. Para ello, la coach, que impartirá
este domingo un curso sobre cocina medicinal en Espacio Ronda
en Madrid, proporciona una serie de pequeños consejos que nos
pueden ayudar en ello:
 Caminar descalzo, puesto que el contacto con la tierra te
conecta a tu eje
 Ejercitar la respiración consciente cinco minutos al día
 Sonreír, en cuanto mueves los músculos de la cara, el humor
te cambia rápidamente
 Lavarse la lengua y los dientes al levantarse
 Masticar con tranquilidad

Un cuerpo alcalino es un cuerpo sano. Esta frase  ya la habrás oído en


numerosas ocasiones. No obstante, hemos de matizar algún dato, puesto
que es muy común escuchar expresiones como «tener un cuerpo
alcalino  es evitar todo tipo de enfermedades, incluido el cáncer». 
Es necesario ser prudentes y objetivos. A día de hoy no disponemos de
ningún remedio «milagroso» que nos permita ser inmunes a
cualquier enfermedad, y menos cuando hablamos del cáncer. Sin
embargo, aspectos tan sencillos como alimentarnos adecuadamente,
mantener hábitos de vida saludables y  disponer de un pH en su nivel
óptimo son fundamentales para disfrutar de una buena salud.
¿Por qué no ponerlo entonces en práctica? ¿Te gustaría saber cómo
tener un cuerpo más alcalino y con unos niveles adecuados de pH?
Entonces no te pierdas esta información.

¿Qué significa «tener un cuerpo más alcalino»?

La expresión «un cuerpo más alcalino» es algo que, sin lugar a dudas,
nos llama la atención. Ahora bien, te aseguramos que es una idea fácil
de entender y que se resume en estos sencillos aspectos:
 La acidez o la alcalinidad se mide en nuestra sangre, a través
de una escala que va de 0 hasta 14. ¿Cual es el nivel más adecuado?
La mitad, es decir, más o menos un 7,4.
 ¿Qué pasa cuando hay un aumento de este nivel? Que nuestro
organismo se vuelve más «ácido» y que, ante este desequilibrio,
el cuerpo reacciona cogiendo nutrientes de los órganos para
compensar esta diferencia, y es ahí cuando empiezan los problemas.
 ¿Qué hace que tengamos un cuerpo más ácido? El estrés, la
contaminación, una dieta inadecuada, el tabaco, el sedentarismo…
 La acidez se mide sobre todo en la saliva y en la orina.
 Un cuerpo ácido es un organismo que está perdiendo nutrientes,
vitaminas y minerales, y lo veremos de inmediato en la fragilidad de
nuestras uñas, en la caída de nuestro cabello, en ese cansancio que no
podemos explicar y en los molestos dolores de cabeza.
 Los médicos nos dan el ilustrativo ejemplo de lo que es «un cuerpo
ácido» con el símil de los coches: si están oxidados y hay ácido en su
motor, no podremos ponerlo en marcha, pero si el coche está «alcalino»
y bien lubricado, entonces funcionará a la perfección. Con nuestro
cuerpo ocurre lo mismo.
Nuestro objetivo es intentar mantener siempre un cuerpo más alcalino
que ácido, con un nivel de pH que no se aleje demasiado de ese
7,4. ¿Quieres saber cómo conseguirlo? 
Te interesa:7 combinaciones de alimentos alcalinos que puedes
tomar 7 días por semana

Consejos para disfrutar de un cuerpo alcalino


Lo más adecuado será siempre llevar un equilibrio entre los alimentos
alcalinizantes y los ácidos. Se trata, sobre todo, de no sufrir deficiencias y
de beneficiarnos de las propiedades de ambos para que nuestro pH esté
en su nivel óptimo. No obstante, los nutricionistas siempre nos
recomiendan consumir menos alimentos acidificantes y más
alcalinizantes.

Ten en cuenta estos sencillos consejos para cuidar mejor de tu salud y


disfrutar de un cuerpo más alcalino.
1. Empieza a combatir la acidez en tu alimentación

Este va a ser nuestro primer objetivo, equilibrar nuestro pH y nuestra


alcalinidad a través de una alimentación más sana donde evitemos esos
elementos que aportan acidez a nuestra sangre.

Toma nota de los alimentos que debes tomar con moderación y


equilibrio: 
 Los lácteos
 La harina blanca
 El azúcar
 La sal
 Las frituras
 El chocolate con leche
 El café
 La carne roja
 Las bebidas o refrescos con gas
 El alcohol
Conoce ahora qué alimentos debes consumir con mayor
frecuencia en tu dieta:
 Limón. Puede que te llame la atención que aparezca en esta lista,
dado su sabor «ácido». Debes tener en cuenta que esta fruta medicinal
es ideal para alcalinizar nuestro organismo. Una vez llega al
estómago, inicia unos procesos muy importantes que combaten la acidez,
de ahí que sea muy recomendable tomar cada mañana en ayunas un
vaso de agua tibia con limón.
 Espinaca
 Pepino
 Ajo
 Té verde
 Bayas de Goji
 Almendras crudas
 Calabaza
 Tomate
 Cebolla
 Ortiga
 Diente de león
 Aguacate
 Jengibre
 Coles de bruselas
 Bicarbonato de sodio
2. Combate el sedentarismo

¿Qué mejor forma de eliminar toxinas, de aportar oxígeno y nutrientes a


nuestra sangre que haciendo un poco de ejercicio al día? Es vital y,
aunque sabemos que, en ocasiones, cuesta encontrar ese ratito para salir
a caminar o a nadar, vale la pena que lo tengas muy en cuenta y que lo
veas como una prioridad en tu vida.
Te interesa:  Consejos para reducir el sedentarismo
3. Gestión emocional y control del estrés

El nivel de acidez en nuestro cuerpo puede dispararse si nos vemos


sometidos a largos periodos de estrés o ansiedad. Son esos
momentos de la vida en que, de pronto, perdemos el control de lo que es
importante, y nuestra salud no solo pasa a un segundo plano, sino que se
resiente y no nos damos cuenta de ello.
El trabajo, las presiones familiares, los problemas emocionales y una
existencia marcada por las emociones negativas y el estrés se traducen
siempre en desequilibrios químicos y en un mayor índice de acidez.
¿Qué podemos hacer entonces?
Respira, toma aire y recuerda que lo más importante de esta vida
sois tu salud y tú. Si no te priorizas no podrás servir de ayuda a los
demás ni a ti misma, y una felicidad sin salud no es una existencia con
calidad.

Aprende a quererte un poco más y cuidarte cada día. ¡Vale la pena

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