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Homotoxicología: fases de la enfermedad

Este artículo analiza:


• Principios de la Homotoxicología:
• Homotoxinas
• Concepto de salud y enfermedad.
• Activación del Sistema de la Gran Defensa.
• Tabla de las Homotoxicosis 
• Excreción, Reacción, Deposición, Impregnación,
Degeneración,  Neoplasia.
• Vicariación Progresiva o Regresiva. Evolución de la enfermedad o
Evolución hacia la salud. 
En el campo de la salud son muchas las terapias que están a disposición de los ciudadanos, así
como los medios de estudio de los estados de salud. Cada una de estas terapias o técnicas de
estudio tienen unos principios o bases sobre las que se sostienen. Por ejemplo: el Test de
sangre HLB tiene como base o fundamento la alteración de los factores de coagulación
producida por las patologías y la Iridología tiene su fundamento en la alteración del estroma
iridiano por una hiper o hipoactividad nerviosa de sus fibras.
La homotoxicología al igual que otras disciplinas médicas tiene sus bases o fundamentos en los
que se apoya.
Homotoxicología: Principios más importantes
– Homotoxinas: sustancias tóxicas propias del ser humano que activan los mecanismos del
Sistema de la Gran Defensa. Estas pueden serendógenas o exógenas. Las homotoxinas
endógenas son producidas por el propio organismo como productos de desecho de la
combustión de los elementos químicos que entran a formar parte del organismo (alimentos,
oxígeno), imprescindibles para el mantenimiento de la vida. No olvidemos que necesitamos 37º
C de temperatura para poder realizar todas nuestras funciones orgánicas. Para conseguir esa
temperatura el cuerpo se está “quemando” constantemente o en estado de “combustión”. Al
igual que una estufa de leña para producir calor necesita quemar un combustible y esa
combustión produce desechos (cenizas, hollín, etc.) nuestro organismo actúa de forma similar a
la estufa de leña. Por otra parte, las homotoxinas exógenas son aquellas que adquirimos del
exterior, o bien por nuestra alimentación inadecuada (conservantes, colorantes, hormonas,
productos químicos, etc.) o por lo que respiramos, o por lo que bebemos, o por lo que
pensamos, o por lo que heredamos.
– Concepto de salud o enfermedad. Como se expuso en un anterior artículo sobre  salud, para
la  homotoxicología  la enfermedad no es más que un mecanismo de defensa contra las
homotoxinas, o bien, un intento de compensar los daños que el organismo ha sufrido al no
eliminarlas de forma natural. Este concepto de enfermedad es el que condiciona la terapia
homotoxicológica para no combatir la enfermedad como si se tratara de un peligro en sí misma,
sino como el aviso que nos ayuda a entender que algo no funciona bien dentro de nosotros.
– Activación del Sistema de la Gran Defensa. Según la homotoxicología el Sistema de la Gran
Defensa está compuesto por otros sistemas inferiores que en su conjunto nos protegen y se
encargan de eliminar las homotoxinas para que el organismo mantenga su equilibrio y estado
de normalidad funcional.
Estos sistemas son: el Sistema reticulohistocitario (formación de anticuerpos y depósito de
toxinas); Sistema hipófiso-suprarrenal (estimulación e inhibición de la inflamación); Reflejos
nerviosos (Síndrome de excitación o irritación.
Acupuntura); Destoxicación hepática (neutralización de ácidos y toxinas con acoplamiento de
homotoxonas) y Función destoxicante del tejido conectivo (función defensiva de leucocitos –
linfocitos, macrófagos-, inflamación, reacción antígeno-anticuerpo).
Como se puede observar éste es un pilar fundamental puesto que la homotoxicología con su
terapia lo que pretende es la autocuración; es decir estimular al organismo con sus mecanismos
de defensa para que sea este el que tome las riendas de la situación –si puede y hemos llegado
a tiempo- de modo que sea nuestra propia energía vital la que restablezca el orden alterado.
– Tabla de las Homotoxicosis. Según la homotoxicología y su fundador el Dr. Hans-Heinrich
Reckeweg, las enfermedades se pueden clasificar en seis fases.
– Fase de excreción. No se la puede considerar una fase patológica puesto que representa al
estado de eliminación fisiológica de los productos de desecho que produce el organismo para
su correcto funcionamiento a través de los órganos y tejidos (orina, heces, sudoración,
menstruación CO2, ácido láctico, etc.)
– Fase de reacción. En esta fase nos encontramos con la mayoría de las enfermedades que
tradicionalmente terminan en “itis” (otitis, conjuntivitis, amigdalitis, cistitis, etc.). Es decir,
debido a que el organismo no ha podido eliminar de forma natural en la fase de excreción
todas las homotoxinas y, por lo tanto, empiezan a acumularse, el organismo produce una
reacción basada en la inflamación, fiebre, dolores, etc. ante esta acumulación de residuos
tóxicos para que sean neutralizados y eliminados. Como verán por el nombre de las
enfermedades la reacción se puede producir en diferentes tejidos (ectodermo –piel, boca,
nervios- , endodermo –mucosas y órganos- , mesenquima –huesos, sangre, linfa- y mesodermo
–riñón, genitales, músculos-).
– Fase de deposición. En esta fase nos encontramos con toda la sintomatología típica de
depósitos tóxicos orgánicos benignos (quistes, miomas, verrugas, pólipos, colesterol, bocio,
depósitos de grasa, etc.). ¿Por qué ocurre esto? Si a pesar del esfuerzo orgánico por eliminar las
homotoxinas, e incluso si después de producir una fase de reacción el organismo no es capaz
de eliminarlas lo que hará es depositar esos residuos de la forma menos dañina para nosotros
en algún órgano o tejido. Puede ocurrir en ocasiones que éste órgano sea nuestro órgano más
débil por predisposición genética. Además esta fase puede producirse por lo que la
homotoxicología y Reckeweg llama  Vicariación Progresiva, o “Evolución de la enfermedad,
como lo llaman ahora, es decir el paso progresivo de fase benigna a fases más peligrosas. Si nos
encontramos en una fase de reacción y en vez de ayudar a nuestro organismo, con dieta
depurativa o tratamiento homotoxicológico, cortamos los síntomas con medicamentos
químicos de supresión nosotros mismos nos producimos la fase de deposición. A estas tres
fases se las llama fases humorales, puesto que el daño que empieza a sufrir nuestro organismo
está en los humores o líquidos corporales sin todavía producir daños enzimáticos o celulares.
Son fases de pronóstico favorable.
– Fase de impregnación. En esta fase las homotoxinas no solo se depositan sino que se
introducen en el interior de las células produciendo daños en los sistemas enzimáticos y
estructuras celulares. En esta fase se produce una alteración de las funciones de las
membranas celulares. Dos ejemplos nos ayudarán a entender lo que esto quiere decir. No es lo
mismo tener una bronquitis que tener asma; o no es lo mismo tener una gastritis (irritación de
la mucosa gástrica por un exceso de ácidos) que tener una úlcera gástrica (lesión o herida de la
mucosa estomacal).
– Fase de degeneración. En esta fase la destrucción o alteración de las estructuras celulares
por causa de la acumulación de homotoxinas es todavía más profunda. No solo afecta a las
membranas celulares, sino a las funciones intracelulares. Aquí entrarían enfermedades como:
cirrosis hepática, tuberculosis pulmonar, lupus, nefrosis, distrofia muscular, trastornos
esquizoides, infarto de miocardio, etc.).
– Fases de neoplasia. Es el estado último al que llega nuestro organismo. Las toxinas se han
acumulado hasta tal grado que aparece la formación de nuevos tejidos. Según Reckeweg el
organismo intenta condensar en los carcinomas las homotoxinas que no ha podido eliminar
para procurar sobrevivir a esta situación desesperada. Aquí entrarían todos los carcinomas,
sarcomas, leucemias, etc. A estas tres últimas fases la homotoxicología las llama fases celulares.
La razón es obvia. Estas fases son de pronóstico dudoso. Por otra parte, a la separación entre
fases humorales y celulares la homotoxicología lo llama corte biológico.
– Vicariación progresiva o regresiva. Como se dijo antes el pase de una fase a otra dentro de
las fases humorales o celulares o de humorales a celulares es lo que se llama vicariación
progresiva. Es muy importante comprender esto porque es la clave para hacer frente a las
enfermedades. Si no sabemos tratar las enfermedades de forma natural, biológica y lo que
hacemos es suprimir síntomas con medicamentos supresores iremos pasando de una fase a
otra hasta llegar a una enfermedad crónica o a la muerte. Si, por el contrario, aunque estemos
en una fase celular, empezamos un tratamiento natural biológico dependiendo de nuestra
vitalidad, circunstancias, edad, ambiente, capacidad de reacción, genética, etc. habrá
posibilidades de que la vicariación sea regresiva, o evolución de salud como se llama ahora en
homotoxicología; es decir, empezamos a desandar el camino andado y, por lo tanto,
experimentar lo que por siglos la Medicina Natural ha llamado CRISIS CURATIVAS con la
probabilidad de volver a un estado saludable.

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