Está en la página 1de 4

ANALISIS DEL SECTOR

UBICACIÓN CODIGO CIIU

ANALISÍS DEL SECTOR DE SERVICIOS FUNERARIOS

Los cambios sufridos por el sector funerario en Colombia desde la década del ’80,
cuando se configuraron los primeros planes preexequiales, transformó en gran manera
a las funerarias.

Fue así como pasaron de ser empresas pequeñas prestadoras de servicios exequiales a
compañías sólidas, basadas en procesos comerciales y administrativos eficientes,
dando un giro importante en su función primordial.

En la actualidad el sector funerario está conformado por un gran número de empresas


que empujan fuertemente la economía de sus respectivos países, basando sus ingresos
en la venta de planes exequiales.

Así mismo han creado una serie de servicios adicionales, buscando acompañar a sus
clientes desde el momento de la compra de los planes exequiales, pasando por la
prestación del servicio exequial y finalizando con servicios de post servicio como lo son
las unidades de duelo y las asesorías legales, entre otras.

El servicio funerario de disposición y el manejo del difunto, constituye un servicio con


alto impacto ambiental, sanitario y urbanístico y que por tanto el control, la regulación
del servicio y las condiciones de construcción y operación de los equipamientos
públicos o privados son necesarios para mejorar la calidad de vida de la población.

La ausencia de políticas y mecanismos de regulación para la prestación de los servicios


funerarios ha generado la proliferación de equipamientos y servicios con innumerables
efectos sobre la estructura urbana y ambiental de la ciudad, lo que implica impactos
urbanísticos y funcionales, ausencia de entes gremiales que verifiquen niveles de
calidad y coherencia y consistencia de las tarifas de los servicios que se aplican entre
los distintos prestadores del servicio y entre los ciudadanos y ciudadanas vulnerables
de la ciudad capital.

Distrito Capital se ha venido atendiendo los servicios de atención funeraria y destino


final de seres humanos fallecidos, a través de los sectores público y privado,
presentando una cobertura del 100% en dichos componentes. La demanda del servicio
de destino final de cadáveres de la ciudad en los últimos tres años ha sido atendida por
18 cementerios y 9 hornos crematorios. Los cementerios, de los cuales 3 de propiedad
del Distrito y 4 jardines cementerios han atendido el 94,8% de la demanda y los once
cementerios menores el 5,2% restante.

Durante los últimos dos años se han posicionado las actividades económicas ligadas a
este sector, en lo corrido de año 2007 ha crecido en un 20%. En la actualidad el país
está a la vanguardia de Latinoamérica en la prestación de servicios exequiales.

Hoy Bogotá cuenta con 67 funerarias, 21 cementerios y cinco parques cementerios. El


índice de cremaciones es del 31% y el de inhumación (entierro en tierra) en del 69%.

Según FENALCO en el país existen alrededor de 1.031 empresas funerarias, aunque el


80% de estas son compañías de origen familiar, su inclusión dentro de los gremios
organizados les permite prestar servicios eficientes y de calidad.

Los servicios funerarios que surgieron inicialmente como empresas netamente


familiares y organizaciones que se encargaban solamente de vender el cofre y ofrecer
un lote o bóveda, hoy se muestra como un sector en constante crecimiento.

Actualmente, las funerarias poseen ingresos constantes debido a que cuentan con un
número determinado de afiliados que cancelan oportunamente cuotas mensuales,
esto les permite desarrollar presupuestos estables y análisis de crecimiento confiables.

Esta dinámica ha impulsado la modernización de las salas de velación y de los parques


cementerios, estos están clasificados por categorías, según la capacidad de pago de
quien solicita el servicio, debido a que la tradición de velar a los difuntos en las salas de
las casas quedó atrás hace algunos años.

Pero su evolución va más allá de lo económico, este sector también ha incursionado en


nuevas técnicas para el arreglo de las personas fallecidas, el cuidado del medio
ambiente y de la salud pública. De esta manera no solo garantizan la buena
presentación de un servicio, además hoy en día incursionan en prácticas como la
tanatoestética (estética de la muerte) y restauración.
El trabajo funerario fue una profesión ejercida tradicionalmente por hombres, pero
actualmente se han integrado a este campo laboral mujeres, que sienten que este
oficio es gratificante en su vida cotidiana.

Así como han cambiado los profesionales, también lo han hecho los clientes quienes
ahora prefieren la cremación antes que el entierro en tierra, esta idea ha cobrado
fuerza, principalmente, entre los jóvenes.

Esta práctica es más económica que la inhumación (por la que hay que pagar un
impuesto de $77.300), gracias a que el gobierno decidió eximirla de impuesto para
estimular e incrementar el uso de este servicio en el país.

Estos cambios han ido más allá, a la hora de adquirir un servicio funerario el cliente
compara características como el precio, la cobertura, el tiempo de velación, los cofres
y los servicios complementarios.

En la actualidad, las honras fúnebres de menor valor cuestan aproximadamente $700


mil pesos, cuando el cliente compra el servicio de cremación, mientras que la
inhumación tiene un valor, mínimo, de 800 mil pesos más el impuesto que este genera.

"En este sentido para clientes de los estratos tres y cuatro el servicio funerario puede
cotizarse en promedio en cinco salarios mínimos ($2.000.000), y para personas con
mayor acceso económico, que quieran un servicio más lujoso, que incluya una sala y
corona especial, una misa cantada con coros exclusivos, un cofre especial tallado en
madera de cedro, un coche mercedes último modelo y el destino final en jardín
cementerio, además de otros valores agregados como asesoría religiosa, jurídica y
sicológica, y seminarios de orientación en proceso de duelo, pueden llegar a cancelar
hasta 10 millones de pesos", manifestó Armando Franco, Presidente del Comité de
Funerarias y parques cementerios de Bogotá.

Ecuador, Venezuela, Costa Rica y Bolivia son los que más compran bienes y servicios de
las empresas nacionales del sector. Esta industria genera unos 30.000 empleos, la
mayoría en Bogotá y Antioquia.
Los cofres, el instrumental de laboratorio, los equipos de velación y servicios como los
de la capacitación comercial y la atención al cliente, son frentes en la que los
empresarios nacionales han buscado ampliar sus negocios en los mercados vecinos.

Armando Franco, presidente del Comité Nacional de Funerarias, explica que, a su vez,
muchos empresarios también optan por la importación para fortalecer su oferta e
infraestructura.

Por ejemplo, buscan proveedores especialmente de Estados Unidos e Italia, en


productos para inhumación, equipos utilizados en  tanatología, laboratorio e
hidráulicos para parques cementerios, bombas, retroexcavadoras y  cofres.

Últimamente, España y Argentina también son países proveedores de la industria.

En Colombia existen 575 funerarias que  cubren 1.268 puntos de atención, incluidos
los 1.102 municipios del país. Sólo el diez por ciento de estos industriales cuentan con
Certificación de Calidad de Servicio y Ambiental ISO 9001 y 14000.

Mientras tanto, de los 38 parques cementerios que funcionan en el país, el 30 por


ciento cuenta con certificación. Los 700 camposantos municipales y privados están
actualmente en proceso de recibir esta certificación.

Armando Franco explica que en Colombia se mantienen las tradiciones del rito
funerario en materia de cofres, ambiente de la sala de velación y arreglos florales, pero
advierte que la modalidad del cenízaro le ha cedido preferencia al llamado
columbario que es una unidad en donde se pueden depositar las cenizas de nueve
personas, por lo general de la misma familia, bajo tierra.

"Por estrategia de los empresarios de funerarias y parques cementerios se ha querido


aprovechar el área de tierra. Actualmente un terreno mínimo se utiliza en altura y
profundidad", agrega Franco. 

La prestación de este servicio que se realiza de forma directa equivale al 35 por ciento
de la torta del mercado. En esta modalidad el cliente toma la asistencia en el momento
del fallecimiento.

El anticipado,  donde el doliente adquiere una póliza de vida con aseguradoras, ocupa
el 60 por ciento de participación. Y  los servicios sociales (de personas que no tienen
ingresos), que son asumidos en un 50 por ciento por el sector, corresponden al 5 por
ciento.

También podría gustarte