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He realizado diversos trabajos en el ámbito del marketing funerario desde 2003. Y he podido
comprobar las rápidas transformaciones que se están produciendo muy rápidamente en este
sector.
Voy a tratar de condensar, con intención divulgativa, las características más importantes del
mercado y las acciones de marketing que en él se pueden realizar, identificando tendencias de
futuro que están llegando.
El mercado y su entorno
Tan radicales son las transformaciones que se están produciendo en este sector en España
que, según algunos expertos, nuestro país lidera, con Estados Unidos, la lista de países con
los servicios funerarios más avanzados, con grandes empresas funerarias que innovan en
productos y servicios. Se ha producido, sin duda, gracias a la liberalización del sector, una
mejora de la calidad del servicio y una mejora de la profesionalización de las aproximadamente
4.000 empresas funerarias que operan en el país (incluyendo a los 1.500 proveedores de las
empresas funerarias propiamente dichas, que en 2006 eran 2.500).
El futuro del sector funerario español, no obstante, pasa por la concentración de los operadores
del sector, lo que ha de facilitar la innovación de instalaciones, productos y servicios.
En España existen varios grupos empresariales que operan en más de una Comunidad
Autónoma.
Cuadro 1: Evolución legislativa del proceso de liberalización del sector de
los servicios funerarios
- Además se suprime la reserva de los servicios mortuorios que la Ley 7/1985 concedía
a las Entidades locales (art. 86.3 LBRL 7/1985) -
3.- Texto aprobado tras el primer pase por el Congreso (14 de julio de 2005)
2.000.000
40 empresas funerarias por cada 100.000
Galicia: habitantes aprox.800
habitantes
empresas funerarias
8.000.000
6,2 empresas funerarias por cada 100.000
Andalucía: habitantes aprox.500
habitantes
empresas funerarias
6.000.000
1,1 empresas funerarias por cada 100.000
Cataluña: habitantes aprox.65
habitantes
empresas funerarias
40.500.000
habitantes 6,2 empresas funerarias por cada 100.000
ESPAÑA:
aprox.2.500 habitantes
empresas funerarias
Una característica a destacar es que España constituye un mercado muy peculiar dado que
más del cincuenta por ciento de la población tiene contratada alguna póliza de seguro de
deceso, una cifra muy elevada si la comparamos con cualquier país del mundo. En Estados
Unidos, sólo el 7% tiene un seguro de deceso y en Europa la media es del 20%.
Si tomamos en cuenta que tres compañías aseguradoras (Santa Lucía, Ocaso, MAPFRE)
concentran alrededor del 75% de las pólizas de seguros de decesos y dado el envejecimiento
de sus carteras, se puede concluir que estas tres grandes aseguradoras de decesos controlan
alrededor del 50% de las prestaciones anuales de servicios funerarios en España.
Por otra parte, dos de las tres compañías cuentan, además, con su propia empresa funeraria
(la funeraria de Ocaso es SERVISA y la de Santa Lucía es ALBIA), de modo que el fuerte
poder de negociación derivado de su cuota de mercado en seguros de deceso y su integración
vertical en el mercado de servicios funerarios les otorga una gran capacidad de influencia del
comportamiento del sector funerario.
Ante esta situación, deben destacarse dos importantes cuestiones que podrían dar lugar a
comportamientos anticompetitivos por parte de las aseguradoras de decesos o que, incluso,
pudiera requerir una mayor intervención regulatoria para evitar problemas en un sector que, por
la amplia base de población asegurada, tiene una enorme trascendencia social:
Estas características especiales del mercado español hacen que se pueda hablar de un
mercado “cautivo” en el que las familias no toman, en la práctica, las decisiones.
La característica más importante del servicio funerario es que es un mal necesario y nunca
buscado. No se demanda por iniciativa de los clientes.
En otro orden de cosas, cualquier decisión está tamizada y condicionada por el afectamiento
psicológico de las familias.
Desde el lado de las preferencias sociales, los ritos funerarios han evolucionado en su forma y
contenido, dando lugar a una mayor diversidad relacionada con:
Cómo se indicó, aquellos velatorios en las casas, tantas veces retratados en la literatura
española, han dado paso a una cultura de tanatorio más elevada que en el resto de Europa,
pues mientras en nuestro país hay casi 800 tanatorios, en Francia, con el doble de población,
no llegan a 300. Portugal comienza a hacerlos ahora y en Italia no existen. «Hoy la cultura de
tanatorio –asegura Ricardo Molina, presidente de Mémora, (antigua Intur) primera empresa de
servicios funerarios de España- se está imponiendo, y lo está haciendo incluso de una forma
más “acogedora” en barrios y pueblos, a fin de dar a la muerte un tono íntimo y familiar.» La
idea es americana y viene de los «funeral home». Como nuestro país es muy diverso, la
realidad mortuoria también lo es. Mientras en el País Vasco y Galicia la familia obsequia (desde
tiempo ha) a los asistentes al entierro, en otras regiones cada uno se “busca la vida” (comida y
hospedaje) como puede, llegando al final del sepelio muertos de hambre y de cansancio.
(extraído de www.abc.es/…/abc/Domingos/la-muertetiene-un-precio-y-unas-
tendencias_1523967519528.html).
El marketing de las Empresas Funerarias
Las empresas funerarias que operan en el mercado de los servicios funerarios presentan
características propias que las diferencian frente a otras empresas que actúan en otros
sectores de actividad económica:
Son empresas de servicios, los cuales son requeridos por una familia (auténtico
cliente del servicio funerario, obviamente) una sola vez cada doce o quince años,
según las estadísticas existentes. El servicio que prestan es intensivo: se concentra
durante un periodo largo de tiempo, de al menos veinticuatro horas, a lo largo del que
las compañías están sujetas a la evaluación (objetiva y subjetiva, consciente y
emocional) por parte de sus clientes (las familias).
Son empresas, que con independencia de su pertenencia o no a un grupo empresarial
más amplio, prestan sus servicios en un ámbito geográfico muy reducido y
localista.
Son empresas que precisamente por su ámbito de actuación reducido y localista están
sujetas a unos usos y costumbres muy arraigados en el ámbito que trabajan, y
distintos de unos lugares a otros, aunque la distancia entre esos puntos geográficos
sea pequeña, teniendo además gran importancia en el desarrollo de la actividad el
componente de creencias religiosas, que debe ser en todo caso respetado.
Son empresas que realizan servicios que tienen un componente sanitario al que
hay que prestar gran atención y sobre el que existe igualmente una regulación distinta
según unos ámbitos geográficos mucho más reducidos como sucede en España,
donde al producirse la transferencia de las competencias sanitarias a las comunidades
autónomas, las mismas han procedido a dictar normas dispares que afectan según
cada región.
Son empresas que hacen servicios irrepetibles. El cliente es único y demanda el
servicio una sola vez. El servicio que no se hace en un determinado momento ya no
podrá realizarse nunca, y además la impresión que quede de la labor realizada durante
ese servicio puede marcar de forma importante la futra actividad, ya que se está sujeto
a examen de mucha gente al mismo tiempo, que son todos los asistentes a un sepelio
concreto.
La especialidad de la demanda no radica exclusivamente en su carácter necesario. Esa
necesidad del servicio se encuentra muy vinculada al carácter ocasional de la
demanda: no hay consumidores frecuentes de servicios funerarios. Es difícil que se
repita en el consumo voluntariamente. Nos encontramos ante prestaciones que uno
contrata en ocasiones muy puntuales, como mucho unas pocas veces a lo largo de una
vida (Young, 1994). En general, la contratación se produce de manera imprevista e
inesperada; y aunque nada impide una programación o anticipación de esta
contratación, no suele ocurrir así en la práctica.
En muchos casos, la demanda no es fruto de un comportamiento activo ni de la
iniciativa del consumidor, sino que tiene carácter reactivo. Salvo en los casos de
contratación anticipada de la prestación por el propio difunto antes de morir, es la
empresa funeraria la que toma la delantera y se aproxima para ofertar sus servicios
una vez que se ha enterado del fallecimiento, sin que a penas el consumidor tenga
tiempo para reaccionar.
Se trata de una demanda sin información. En efecto, la ignorancia y falta de
experiencia del consumidor sobre las prestaciones funerarias y sobre su coste suele
ser considerable. La familia sabe que ha de disponer del cadáver, pero no sabe qué es
correcto hacer, a qué prestaciones complementarias está obligado por la Ley, ni
conoce sus derechos.
Política de productos
Es importante diferenciar, aunque a efectos de las familias y de la sociedad sea un “todo”, entre
“empresas funerarias” y “empresas de cementerios”.
Las tendencias del mercado son marcadamente innovadoras, de manera que el portafolio de
una empresa funeraria, como servicios “normales” incluye:
o Tanatorios acogedores y funcionales, cómodos y construidos desde una lógica
“experiencial” que hace a la familia más llevadero el momento.
o Productos muy modernos: el abanico de urnas funerarias de que dispone el
mercado abarca desde las ánforas más tradicionales de cerámica, madera o
metal, pasando por recipientes de cerámica con relicarios a juego, es decir,
recordatorios de pequeño tamaño para repartir entre los más allegados al
difunto. Los “cuadros-urna” son los recipientes más innovadores y funcionales
que se ofertan en el sector. Se trata de pebeteros con las cenizas del fallecido
y que, estéticamente recubiertos por un marco, diseño a elegir, pueden
encuadrar la foto del finado.
o Se venden urnas personalizadas, lápidas de porcelana, urnas de diseño
vanguardista (con forma de pirámide o de barco velero, a voluntad del finado o
su familia), biodegradable o, incluso, se puede contratar el envío al espacio
(Space Service) o al mar (elultimoadios.com).
o Se puede convertir al ser querido en un diamante por 3.700 euros, que se
podrá engarzar en un anillo, en un colgante…
o Es posible la conservación y custodia del ADN del difunto, (alianza estratégica
entre PARCESA y ADF Tecnogen) y llegan las nuevas tecnologías.
o Ya existen servicios de condolencia online (tanatoriosirache.es)
o Panteones, tumbas, columbarios bonitos, innovadores y accesibles a todos los
bolsillos (en función del tiempo de “alquiler” o “propiedad” del espacio).
o Ceremonias con o sin música en el cementerio.
o Ceremonias civiles en el cementerio
o Preparación de historias digitales de vida con fotografías del finado como
recuerdo del mismo para sus íntimos.
o Cementerios especiales. Es destacable el Cementerio Parque Rocas Blancas
que promete un Bosque de la Calma que permite conservar las cenizas de los
incinerados en una urna biodegradable que se entierra para plantar encima un
árbol que llevará una placa con el nombre del fallecido; con vistas al mar o a la
montaña. En un parque en el que reina la clama y corren las ardillas.
o Es posible poner un monitor de plasma con la historia de vida del difunto
(www.funeralonline.com) ¡En la tumba!
Precios
“Los españoles enterramos a nuestros difuntos con sobriedad, sin excentricidades”, afirma
Jesús Pozo, portavoz de Funespaña. Según el Grupo Mémora, el entierro medio en Italia y
Portugal se sitúa en los 3.500 euros, mientras que en Estados Unidos supera los 6.000.
Asimismo, la compañía asegura que por 900 euros se puede obtener este servicio en España”
(El Mundo, 30 de octubre de 2007)
Con la sofistificación de la oferta de producto es de prever un incremento en el rango (la
distancia entre el servicio más barato y más caro) de precios.
Por lo que atañe a los consumidores, en la práctica se constata que existe una tendencia
mayoritaria a contratar servicios de precio medio (ni muy alto, ni muy bajo), con una pérdida de
importancia del féretro y una relevancia creciente de otros accesorios funerarios.
La incorporación de políticas de calidad y estandarización fue un gran avance durante los años
1995 al 2005.
Sin embargo a nuestro juicio, los procesos del sector se van a ver condicionados por los
siguientes elementos:
Debe llamarse la atención sobre la creciente tendencia al abandono de los aspectos rituales
derivados de la muerte, que constituye una muestra de la simplificación e inhibición del
fenómeno funerario, con ocultación de la muerte y desaparición de su manifestación pública: se
abandonan las prendas y signos de luto para superar cuanto antes el período de duelo. La
principal prueba de ese fenómeno de secularización y desritualización de la muerte se
materializa en la incineración, que se consolida como manifestación de una nueva conciencia
social que ahorra el sufrimiento y la angustia de la inhumación, desocializando la relación entre
vivos y muertos. Se asiste a una evitación del pésame y a una transformación de los ritos y
liturgias fúnebres, que se destinan a los vivos; el decoro prohíbe las referencias a la muerte, a
la que se desplaza fuera de la vida cotidiana.
La situación emocional del consumidor constituye, sin lugar a dudas, el condicionante más
importante de la decisión de consumo del servicio funerario. Por lo general, el consumidor no
quiere (ni la situación emocional y afectiva lo permite) entrar en una negociación con la
empresa funeraria sobre los diversos aspectos del servicio. No contrata en condiciones
emocionales normales y la empresa funeraria lo sabe y sabe que la debilidad emocional no es
indefinida.
1 2 3 4 5
- cuidar NO
apariencia
lúgubre.
HACER
HACERNOTAR
PENSAR
AMPARO TRANSMITIR INTEGRARSE
HACER SENTIR EN EL
ACOGIDA DINAMISMO EN TORNO A
CARIÑO DIFUNTO DE
HIGIENE Y AYUDA QUIEN SE VA
FORMA
EMPATÍA
POSITIVA
Cobran importancia capital palabras como tranquilidad, seguridad, dignidad y otras similares,
en el marco de una experiencia integral que valore la amabilidad y cercanía del personal, la
información transparente, la comunicación informal y empática y las atenciones y comodidades
prestadas. Estas variantes toman en consideración los conocidos como Módulos Estratégicos
Experienciales: ver Cuadro 3.
Personas
En el marco descrito es claro que cobra una gran importancia el perfil de las personas
empleadas de la empresa y su profesionalidad cobrando relevancia estratégica la formación del
personal.
En nuestra experiencia, existe una cierta endogamia de los puestos de trabajo en el sector; no
siendo fácil atraer personal con las cualidades requeridas, es más sencillo que empleados
actuales atraigan a familiares y amigos. Sin embargo, será necesario trabajar en añadir
atractivos al sector, positivizando y profesionalizando la actividad.
- Gestión de cementerios
- Marketing funerario
- Formación del entorno funerario
- Los nuevos productos del sector: ataúdes ecológicos, nuevos columbarios
- La organización del sector marmolista
- Los trámites jurídico-registrales ligados a las defunciones
- La disparidad normativa en materia de policía sanitaria-mortuoria
- Inteligencia Emocional
- Ritos funerarios y culturas
- Atención psicológica básica
- Técnicas comerciales respetuosas.
Conclusiones
Veremos una mayor liberalización y la presión social, mediática, y de las compañías funerarias
(cada día más profesionales y grandes) forzar una transparencia y exhibición de honestidad por
parte de todo el sector (especialmente los seguros de decesos).
1. Más laicidad y ceremonias y rituales más experienciales, con productos y servicios más
sofisticados, para quien los quiera.
2. Calidad percibida y marketing experiencial. Calidad y calidez en la atención integral a las
familias.
3. Adaptación a rituales propias de la tradición cultural de “los nuevos españoles”.
También veremos el uso de tecnologías y pautas relacionales con las familias, como son
Internet, Call Center y similares.
Lo último en el sector
En un sector como el funerario que está en constante evolución podemos ver avances que a
veces pueden parecer sofistificaciones pero que son claros síntomas o tendencias sobre el
futuro del sector. Veamos algunos casos.
- El sector no es ajeno a las tendencias sociales de respeto por el medio ambiente. A parte de
la discusión del nivel de contaminación que producen la propia incineración y el esparcimiento
de las cenizas fruto de la cremación, el sector debe dar respuesta a cuestiones tan actuales
como la emisión de gases de sus vehículos. De esta forma el grupo ASV Servicios Funerarios
dispone ya del primer coche fúnebre eléctrico; se trata del “Fúnebre Eléctrico Compacto ION”.
La firma Eurocoffin fabrica un ataúd que permite reciclar un 70% de la madera que
normalmente se quema en las incineraciones. La caja está contruida por módulos
desmontables de forma que en caso de incineración, los módulos superior y laterales
se separan introduciéndose en el horno únicamente la base y el cuerpo del difunto. La
madera que no se quema se recicla, con un proceso de trituración y de compactación,
y se puede usar para fabricar nuevos féretros.
La marca Austíaca Arcum ha creado los ataúdes Flamea que son de un material
llamado Fibratec, un compuesto de cartón que consiste en un 100% de celulosa libre
de caolina. A pesar de ser cartón, los Arcum son tan estables que soportan
aproximadamente 140 quilos. Son una alternativa ecológica a los tradicionales ataúdes,
y la ventaja está probada: comparados con la cremación de los féretros de madera se
reduce el CO2 un 75%.
- La moda entra en el sector funerario de la mano de Marcs Urnas Bach quien ha encargado a
Antonio Miró el diseño de un par de ataúdes que seguro marcarán una etapa en los servicios
funerarios. Todo en busca de la personalización.
Habrá más fallecimientos en los hogares. Esto supone que se deberá aumentar el
personal ya que la preparación de un servicio en un tanatorio puede durar una hora y
media mientras que si se hace en un hogar se tarda el doble (más miembros de la
familia opinando, decisiones más lentas y tiempo de desplazamiento).
Más dificultades y lentitud en la prestación inicial del servicio debido a que muchos
hogares no están preparados para mover con agilidad las cajas de traslado de féretros.