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Los ‘millennials’ siguen siendo el público que más quebraderos de cabeza genera a las empresas. Conectar y
posicionarse en la mente de estos jóvenes, que ya forman parte de la fuerza laboral, es una incógnita que se
plantean todas las empresas. Los ‘centennials’, o nativos digitales, son la siguiente generación que ha crecido
junto a teléfonos inteligentes, redes sociales o ‘wearables’. El salto de una generación a otra cada vez es menor
en el tiempo, pero las diferencias son cada vez mayores.
A estas dos generaciones de jóvenes dispuestos a dominar el mundo digital se suma una tercera. Un grupo de
niños que, aunque a día de hoy representa alrededor del 15% de la población mundial, vienen dispuestos a
conquistar al futuro. ¿Quiénes son los miembros de esta generación T?
El porqué de la letra T
La generación X (1965-1980) dejó paso a la Y (1980-1996) para finalmente aparecer la Z (década de los
2000). El orden parecía seguir el de las letras del abecedario, y para algunos medios los nuevos infantes son un
subgrupo de la anterior, llamándoles Z2, pero la mayoría ha optado por la letra T, considerando que los
cambios eran tan notables que merecía una nueva nomenclatura.
Aún así, el uso de la letra T en un grupo de la población ya se había hecho antes, concretamente en los nacidos
antes de 1945, llamados tradicionalistas o más comúnmente generación silenciosa, personas marcadas por la
religión, la austeridad y el respeto a la autoridad. Más de medio siglo de cambios sociales y culturales separan
a la nueva generación de la antigua, por lo que es clave distinguirlas.
Entonces, ¿por qué T? Los niños que han nacido hace menos de diez años han llegado a un mundo globalizado,
hiperconectado y con una relación con las tecnologías que ya no sólo involucra dos sentidos, vista y oído,
también a un tercero, el tacto. Es por esto que generación con T de ‘Touch’ o Táctil es la denominación más
acertada.
En 2016, alrededor de un 81% de los bebés ya tenía presencia en internet (fotos en perfiles de sus familiares,
incluso perfiles propios gestionados por sus progenitores), lo que hace que, aparte de ser una generación que
ha nacido en plena era digital como sus predecesores (G.Z), no conocen un modo de vida analógico y no se
sienten abrumados ante la hiperconexión.
De hecho, este suceso ha generado otra faceta de los ‘touch’: estos niños pueden tener desde los tres años un
completo control de aparatos con conexión a internet que ofrecen una respuesta inmediata a través de las
pantallas táctiles, pero no saben adaptar este proceso a objetos analógicos. Por esto, son impacientes ya que
siguen una regla de ‘tocar y suceder’ constante.
Por último, la sobreinformación y la hiperconexión hacen que los niños no hagan aparente distinción entre
público y privado, ya que están acostumbrados a ver cómo todo se comparte en la red. La seguridad de los
datos que comparten, y compartirán en la red, seguramente es un tema que se tratará en el futuro.
La hiperconexión a redes sociales e internet también podría generar algunos problemas psicológicos, como,
por ejemplo, no saber reaccionar racionalmente ante la ausencia de conexión o no ser capaces de prestar
atención por más de un breve lapso.
Si algo ya se sabe de cara a los próximos años es que esta generación cambiará la visión del mundo, y de nuevo
harán que marcas y empresas adapten su filosofía para hacer frente a los nuevos cambios. Ya lo están
consiguiendo los ‘millennials’ y poco a poco los nativos digitales, por lo que los ‘touch’ no se quedarán atrás.