El desarrollo de la oclusión se comienza a dar desde el sexto mes de vida
intrauterina que es cuando las áreas oclusales ya se encuentran calcificadas, y las cúspides de los dientes primarios ya tienen bien definida la forma en la que van a erupcionar. En esta etapa parece ser que hay una anatomía definitiva, pero en realidad estas estructuras sufrirán una serie de cambios hasta llegar a formar parte del sistema del adulto. Durante la vida fetal muchas estructuras de la cavidad oral como lo es la articulación temporomandibular, los músculos, los huesos y otras cuantas no tienen relación con la forma que adoptaran en la vida adulta. Se comienzan a definir características anatómicas, las cuales definirán ciertos aspectos como los movimientos óptimos como la apertura, el cierre y la propulsión, en el caso del adulto deberán existir mecanismos de protección en este caso la desoclusion, si se llegan a dar otros movimientos que no son los normales. En el transcurso de los meses del niño se producen crecimientos importantes y muy acelerados de todo el cuerpo, así como de maxilar superior y la mandíbula que de aquí se comienzan a determinar aspectos propios de la oclusión. Después comienza la aparición de los incisivos que marca por primera vez la confirmación la conformación de un trípode oclusal, dado por sus dientes anteriores y por ambas ATM. A partir de esto se comienzan a producir otra serie de cambios anatómicos, que es básicamente el desarrollo del tubérculo cigomático ante la modificación de los movimientos mandibulares. También hay un cambio muy importante para la oclusión en las relaciones interoclusales y a través del contacto incisal la mandíbula establece por primera vez una posición repetitiva, y los dientes son didactoriales en la posición de la mandíbula durante el cierre. Aparece el principio de centricidad mandibular. En cuanto a la relación incisal esta posibilita la ubicación del complejo del cóndilo- disco en su relación disto superior, esto se debe a que el apoyo anterior actúa como el fulcrum en el cierre. Con el tiempo y el debido crecimiento de la cara, crece con ella la mandíbula y el maxilar, y comienza el aumento de números de dientes temporarios y de su tamaño hasta que llega a las 20 piezas dentarias, con ello se va produciendo un desenso del plano oclusal, el cual en el recién nacido estaba prácticamente en un mismo nivel con la ATM, y cuando comienza el crecimiento maxilar, desciende con una resultante hacia abajo y adelante. Cuando se completa toda la dentición primaria esta tiene un objetivo natural ya que en ella existe una oclusión balanceada bilateral esta se caracteriza por tener un contacto simultaneo de las superficies oclusales en todos los movimientos de la José Pedro Becerra Padilla
mandíbula y el maxilar, por este motivo existe un dominio de ciclos masticatorios
horizontales. Conforme va pasando el tiempo después de desarrollarse todos los órganos dentarios, hay ocasiones en las que la oclusión puede tener ciertas anomalías, esto se debe a diferentes razones, una de ellas es que puede padecer de bruxismo, y en este caso se está sufriendo de un constante roce en los dientes, y puede que el mismo individuo se esté creando una fuerza que provoque movimientos de mandíbula etc., y esto conlleve a tener una mal oclusión.